Sladogna

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Seminario de la elp:
LA ABYECCION EN LA TRANSFERENCIA: EL ABYECTO OBJETO DE LA
TRANSFERENCIA
A cargo de Alberto Sladogna, psicoanalista
El mal tenía
aún un
deber: ser
bello
La intimidad
empieza
únicamente
donde no
hay ya amor
propio,
y quizás no
se acabe
sino en una
común
abyección
El marco de este seminario estará dado por la actual lectura posmoderna: una
lectura, parcial, parcializada, agujereada, aquejada de faltas y de pérdidas, es
decir, un poco alejada de tal o cual totalidad atribuida a la “teoría” o doctrina del
psicoanálisis. Es una lectura hecha por fragmentos abyectos –verbg.: las
diversas versiones oficiales y fotocopias de tal o cual texto doctrinario- de un
cuerpo textual agujerado. Esa lectura se precipitó a partir de una intersección
entre estas investigaciones con las que mantiene David Halperin1.
¿Serán la abyección y sus objetos abyectos una común y singular medida del
amor…en la transferencia? Despleguemos ese núcleo organizador de lo único
que cuenta en cada análisis. El psicoanálisis pasó por la droga2 – la cocaínaantes de encontrar a la histeria. Con la histeria, al menos para Freud y para
Lacan, el estatuto abyecto viró hacia un lugar singular: el padre3. Conviene
recordar que al ceñir el horizonte del complejo de Edipo únicamente a las
1
En las Jornadas “Desprenderse de la psicopatología”, el sábado 19/08/2006, David Halperin presentó una nueva
versión, de carácter oral, de su artículo “Monstruos del Id”, y el domingo 20/08/2007, al inicio de mi presentación de
“Desprenderse de…la psicoformalización”, se produjo la intersección entre su investigación sobre la raigambre literaria
y filosófica del termino “abyección” en la obra Jouhandeau, Genet y Sartre y la investigación, a mi cargo, del
componente abyecto del objeto en las enseñanzas de Jacques Lacan; la intersección provocó el levantamiento de un
desconocimiento que hubiera afectado a esas investigaciones y generó un nuevo espacio a desplegar entre ambas y
entre ambos.
2 En el español de México, “droga” remite a un doble objeto: a la droga y a la deuda como una droga. Es coloquial el
“estar endrogado”.
3
Sigmund Freud, Moisés y la religión monoteísta [1939]; Lacan en su seminario oral El deseo es su interpretación
(1958/1959) y en seminario oral de 1960/1961 reitera el componente abyecto del padre, al respecto consultar
cualquiera de las versiones que a la manera de Jacques Lacan circulan en las sesiones del 8/04/1959 y la del
10/05/1961
neurosis4 Freud se vio obligado a dejar de lado otras formas de la abyección
transferencial y de la incidencia de lo abyecto en el curso de tal o cual cura,
incluso en momentos en que se acercó de pleno derecho al tema, como era el
caso de los sueños repetitivos de tal o cual escena traumática para el
analizante. ¿A causa de qué no dejaban de soñar con eso? Acaso ¿amainaban
esos sueños reiterados diciéndoles que eso les hacia “daño” o que “sufrían por
soñar” convocándolos a la realidad? ¿Por qué se reiteraban?
En el caso de Jacques Lacan –sea en su clínica, sea en su doctrina, oral u
escrita- el componente abyecto se dibuja sobre el fondo de un horizonte que
incluye la pulsión y sus circuitos, para él los circuitos son el destino de la
pulsión, ese horizonte “contiene”, “comprende” y “articula” un objeto que pasó
de su estatuto de ideal a convertirse en la causa de tal o cual deseo. Nótese un
tema a interrogar: si el deseo tiene una causa5, el objeto del deseo ¿qué
estatuto guarda?; además, si regresamos a las pulsiones6 nos encontramos
con una singular sorpresa, ella en su circuito le da vueltas a tal o cual zona del
cuerpo, en ese “tiempo” recorta y corta objetos, llamados pulsionales ¿Cuál es
el estatuto de esos objetos? ¿Se puede seguir afirmando de ellos que están
“perdidos” o que “faltan”?; ¿Se localiza alguna intersección entre los objetos
pulsionales y el objeto que causa tal o cual deseo? La con pulsión de repetición
tiene, quizás alcances distintos en una u otra constitución de esos objetos. Si
ambos objetos se acercan y se alejan al plus valor, al plus de goce ¿Qué
consecuencias tiene distinguirlos?
El término abyección y su compañía, lo abyecto, tienen un camino en la obra
oral y escrita de Jacques Lacan, no es un término inusual, decimos que Lacan
al decirlo o escribirlo lo cita y tiene una cita con él. En efecto en la lengua
francesa encontramos a Jean Paul Sartre quien traza una articulación singular
entre Santa Teresa y Jean Genet mediante un lazo tejido con la abyección del
objeto abyecto, lazo y nudo que lo lleva a sostener que la verdadera
superioridad no está en la salvación, sino en la perdición. Lacan introdujo en el
psicoanálisis un ternario infernal y logró transformar en un infierno el terreno de
cada cura, allí en ese infierno celestial se despliegan los extraños caminos
donde el amor condesciende a un deseo ¿Cómo es posible ese milagro
singular que conjuga el amor y el deseo? No era acaso el amor el obstáculo
mayor al surgimiento de un deseo, recordemos los afectos y afectos del
amor…del padre. Y entonces cómo es que una cura, en tales o cuales
condiciones, provoca, produce, inventa o fábrica en los intersticios del
amor…en la transferencia el surgimiento de un sujeto que desea.
Entrar en las articulaciones del amor con el deseo requiere transitar en la
sombra, en la zona de sombra de cada análisis, entrar allí como un ciego de
nacimiento entra al mundo en el cual el tacto- ya que es una cuestión de
tacto- substituye a la vista. En ese lugar las producciones inconscientes toman
4
S. Freud, Tótem y tabú, algunos aspectos comunes entre la vida mental del hombre primitivo y los neuróticos
(1934). La precisión clínica de Freud fue desplegada por Jacques .Lacan, véase, la sesión del 11/03/1970.
5
Respecto de este objeto causa conviene leer, con papel, lápiz, lápices de colores, goma de pegar y tijeras algunas
sesiones del seminario oral de 1961/1962: 7/03/1962; 21/03/1962; 30/05/1962; 27 /06/1962. Extraño seminario donde
la participación de la incorporación revela como siendo el primer seminario de Lacan destinado al estudio clínico del
cuerpo.
6
Respecto de la pulsión inventada por Jacques Lacan conviene leer las sesiones orales del 22/01/1964; 12/02/1964 y
15/04/1964.
la forma de una mano que busca en tinieblas ,como la mano que tiende la
transferencia, se parecen más a ella que a un ojo, o quizás …a ambas
estrechadas, como el estrecho apretón de una mano con un ojo7 ¿No es eso lo
que acaece en cada sesión? al menos en algunas de ellas al comienzo y en
otras al final .En la sesión se desliza un objeto -a veces se le llama
“escondido”- no visible y que está en la superficie, quizás por eso nadie lo
adivina y ninguno de los protagonistas o participes logra conocerlo de antemano. Este fondo de la superficie subjetiva construida en cada cura se
organiza con la abyección de lo abyecto. Será que la única forma de abordarlo
es tomarlo como a un kakon: “lo que el alienado trata de alcanzar en el objeto
al que golpea no es otra cosa que el kakon de su propio ser. Una última
mirada, antes de abandonarlo, a Alcestes, cuya única víctima es él mismo, y
deseémosle que encuentre lo que busca, esto es, un lugar apartado en esta
tierra/donde se tenga la libertad de ser hombre de honor” 8. Al menos el kakon
es un antecedente del objeto abyecto que sostiene la justa medida de la
abyección soportada y portada por cada transferencia. Freud sin saberlo da
cuenta de este objeto con el dolor de muelas que afecta su teoría del
narcisismo9
Mediante este recorrido trataremos de abordar los interrogantes que comporta
un aserto de Jacques lacan:
Un santo, para hacerme entender, no practica la caridad. Más
bien se pone a hacer el desperdicio: él des caridad. Eso para
realizar lo que la estructura impone, a saber, permitir al sujeto, al
sujeto del inconsciente, tomarlo por causa de su deseo. Es por la
abyección de esa causa en efecto10
Estos serán los interrogantes que trataremos de desplegar y quizás, de algunos
de ellos comenzar a construir una respuesta que conduzca a nuevas
preguntas, pues la transferencia es una novedad en acto, sesión por sesión,
mientras que el fragoroso ruido de la literatura psicoanalítica puede pecar, en
abuso lo que no es un exceso, por el citatismo de los lugares comunes para
andar en las sombras que la práctica sostiene con terquedad ¿O no?
Seminario, sábado 14 de abril del 2007, Buenos Aires, Argentina. Horario de
9,30 a 12,30 y de 16 a 19hs.
Las citas a pie de página constituyen una bibliografía que tiene condiciones
para compartirse en la actividad. A ella se suman cuatro filmes: El silencio de
los inocentes, El ojo, Te doy mis ojos y El perfume
Lugar, José .E Uriburu 1683, 1er.piso, y Las Heras, Capital Federal, Buenos
Aires.
Participación en los gastos $60
7
El apretón de manos es una imagen que Lacan da de la transferencia, véase al respecto su seminario oral de
1960/1961, en particular la sesión del 7/12/1960 ¿Estrechar una mano no es estrechar un cuerpo, al menos, el cuerpo
de una mano? En México, además “mano” incluye al hermano, al hermano del diván.
8
Jacques Lacan, Acerca de la causalidad psíquica, Escritos 1,2000, México, DF.
9
S. Freud, Para introducir el narcisismo, 1914.
10
Jacques Lacan, Psicoanálisis. Radiofonía & Televisión, Anagrama, Barcelona, 1977.
Los interesados en participar pueden dirigirse a Alex Forster: 4799-5720;
(15)4472-5961, <[email protected]>; Claudia Weiner: 4771-0295,
(15)62130252, [email protected];
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