FREUD / PICHÓN / MOFFATT

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FREUD / PICHÓN / MOFFATT .
Docente: Alfredo Moffatt
Hoy vamos a hablar sobre tres planteos de trabajo, uno es el de Freud, otro de Pichón y otro
de quien les habla, como se dice en los discursos. Hay ciertas diferencias especialmente en
el área de aplicación.
Sigmund Freud era un neurólogo alemán que trabajó en Viena a principios de siglo. Inventó
una cosa que se llama el inconsciente, que antes de él no existía, porque las cosas se
inventan cuando se nominan, antes había demonios y otras cosas... La teoría de Freud tiene
un esquema y la principal suposición es que la represión de las pulsiones libidinales de
origen sexual, produce síntomas y lo reprimido vuelve a aparecer en forma sintomática, en
conductas inapropiadas que traen perturbaciones. Otra es el modelo del Complejo de Edipo
que es, en esencia, la atracción sexual por el padre de distinto sexo y la competencia con el
padre del mismo sexo. Esta hipótesis está tomada de la obra griega de Edipo que tiene
relaciones con su madre y lo mata al padre: es la situación límite de la escena edípica.
Finalmente el pobre Edipo se da cuenta y se automutila, se pincha los ojos para no ver lo que
hizo. El psicoanálisis impregna y es parte de la cultura, suele decirse: "no reprimas", "esto es
inconsciente", "vos tenés un Edipo con tu mamá". Los psicoanalistas actuales se quejan de
que las interpretaciones no surten el mismo efecto que antes, porque ya son conocidas de
antemano, el final de la película ya se conoce, no tienen aquel efecto tan conmocionante de
los primeros tiempos del psicoanálisis.
Hay otros elementos como el tema de la transferencia, que quiere decir que uno se comporta
con otra persona de manera tal que le coloca encima una figura conocida anteriormente, esto
ocurre con el analista cuyo paciente le coloca una figura parental. La Escuela de Chicago
trabaja sobre la transferencia en la vida real con otras personas, por ejemplo, la transferencia
con el jefe, donde le coloca una figura de padre autoritario y tiene problemas en el trabajo y
genera síntomas cuando el jefe le habla, porque en realidad siente que es el padre que lo
castra ... etcétera. En la escuela argentina, lo importante es la transferencia con el analista, lo
cuál se ha magnificado por un cierto narcisismo del psicoanalista de nuestro medio donde,
como decía el otro día Abadi: "Nos han endiosado a los analistas". Actualmente la figura del
psicoanalista o del psicólogo tiene el mismo problema que el político y el policía ... están
devaluados totalmente y no se confía en ninguno de los tres. El político por corrupto, el
psicólogo por ineficiente y el policía por peligroso. Actualmente no se puede confiar ni en la
madre porque puede no ser la tuya, ya que te pueden haber cambiado siendo bebé, ni
siquiera podemos creer en los alimentos, la leche puede estar contaminada, el vino
adulterado, solamente se puede confiar en la Escuela de Psicología Nacional...
En Radio Continental, Rolando Hangling habló muy elogiosamente de mí, me dio una manija
terrible, después me hizo hablar a mí hablé "para los náufragos de la vida"... me pareció una
forma poética de hablar de la psicopatología.
Entonces empezaron a caer personas, la mayoría mujeres depresivas crónicas con varios
intentos de suicidio y arruinadas económicamente. Algo sin esperanza, ni siquiera de cura o
de agradecimiento posterior, porque las depresivas son degradadoras finales, primero
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idealizan y después te rebajan. Pero se trabaja con lo que hay ... a lo mejor probamos. Si eso
es lo que sucede en Buenos Aires hoy como primera solicitación asistencial, trabajemos con
eso... es un desafío, es en lo que fracasan todos ... ya veremos...
Alumno: ¿No te da la sensación de que el que tiene plata no va al psicoanalista?. El dinero
da seguridad.
Alfredo: El psicoanalista tipo A.P.A. cobra el mes adelantado.
Alumno: Va al psicoanalista el que no puede pagar.
Alfredo: Va cierto sector especialmente tipo empresario, porque quedan muy solos y nadie
los escucha, porque son unos hijos de putas, explotadores, nadie los quiere y mucho menos
sus empleados o sus obreros. Alquilan una oreja como alquilan una vagina y tienen un
sistema de prostitución en donde se les asegura que sus culpas no es porque le quitan la
leche a los chicos de la villa y se mueren, sino porque tienen deseos libidinosos con su
madre que es un monstruo, una vieja podrida generadora de ese hijo de puta, estoy
exagerando un poco... ¡Ojo! No confundir el psicoanálisis con la A.P.A., a Pichón lo echaron
de allí, lo expulsaron porque los denunció como cafishos de la angustia y dijo que laburaban
generando angustia y después cobraban esa situación. Pichón era psicoanalista y un buen
psicoanalista es una cosa seria. El psicoanálisis que hacía Freud era de pocos meses y no
cobraba mucho, por lo que el hombre a veces pasaba necesidades, tanto que le tuvieron que
prestar guita los pacientes para las operaciones. Era muy cálido, entraba el perro y la señora
traía café. Yo vi en Londres el consultorio de Freud y era un ambiente muy cálido, no tenía
ese ascetismo con algo de Espadol y de mucha distancia como el psicoanalista ortodoxo
actual, que además lo convierte en un ritual de diez años y cobra un honorario muy alto.
De todas maneras distingamos entre una cultura psicoanalítica que tiene esas características
negativas y una teoría que es muy útil, que tiene muchas cosas rescatables como por
ejemplo el concepto de inconsciente. El concepto de que uno 'no es dueño de su propia casa'
- decía Freud - infligió la tercera herida narcisista en el hombre, primero se descubrió que la
tierra no era el centro del universo, con Copérnico, y después Darwin dice que descendemos
de los monos, luego Freud dice que nosotros no somos dueños de nosotros mismos ni de
nuestras acciones porque somos movidos por zonas oscuras. El concepto de inconsciente es
una cosa muy útil, yo trabajo de otra manera ya que tengo otra concepción: el inconsciente
es no consciente, lo cual es muy distinto, es cuando no hay organización de la realidad, es el
no mensaje, que en Teoría de la Información se llama ruido. No es algo en sí mismo, en
cambio, para Freud era algo en sí mismo que existía. Para mí es simplemente como pasa
con las temperaturas donde el frío es, la falta de calor. El frío no existe y es simplemente falta
de calor, si no, se está trabajando con una entidad imposible de definir, lo cual
científicamente hace muy impreciso. De todas maneras el inconsciente es el resto más
arcaico de las formas de la cultura. Esto puede ser muy interesante porque es lo que rechaza
esta sociedad tecnológica, positivista, demasiado omnipotente que muestra su impotencia
porque la ciencia no puede ni siquiera predecir que va a pasar de acá a 5 minutos y mucho
menos que va a pasar cuando el científico se muera. Es una omnipotencia chiquitita, manejar
algunas variables, la impredicción gobierna este universo. Hay otras concepciones como el
agujero negro que son suposiciones que pueden ser contrapuestas con otras suposiciones
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que digan lo contrario, toda esa actitud cientificista tiene pies de barro. Hago una introducción
y después hablamos de la dificultad que tiene cada uno.
En el psicoanálisis una cosa importante es el concepto de inconsciente y consciente, viene
de la vieja hipnosis, Freud era un hipnólogo frustrado, que estudió con Charcot. Él tenía fobia
de mirar a los ojos, para una persona que justo trabaja con hipnosis se le hacía imposible la
práctica, es como si fuera un espástico equilibrista, es imposible de concebir. El diván es la
vieja cama de relajación de la hipnosis. Cuando se hace hipnosis se provoca un estado
crepuscular de conciencia. Freud observó que esa transferencia que se producía podía ser
usada para el bien en el sentido que transfería una historia infantil y entonces dice el
psicoanálisis que todo lo que explique el aquí y ahora, tiene que ver con el allá y entonces.
Es una definición, lo inentendible en el aquí y ahora son los síntomas, a través del
psicoanálisis eran comprendidos por el allá y entonces del traumatismo infantil. Analizando
esa vida infantil vamos a poder analizar la sintomatología de las fobias, histerias, las neurosis
obsesivas actuales y los mecanismos de defensa que son ineficientes porque no dejan
querer, amar, dormir o perjudican un órgano, etc.
Esta concepción de inconsciente, que además es considerado como algo en sí mismo, cuya
primera enfermedad fundamental es la histeria, no permite trabajar con psicosis a pesar de
los esfuerzos posteriores de algunos psicoanalistas. Es pobre, porque el psicótico ya está en
el inconsciente y lo que hay que interpretarle es la realidad. Tiene su rango, su gama, su
espectro de aplicación que son las neurosis transferenciales, sirve para eso. Hay ciertos
cuadros donde el psicoanálisis es de prescripción, como por ejemplo las histerias y neurosis
obsesivas que necesitan mucho tiempo para desmantelar las defensas.
Alumna: ¿Sirve para la depresión?.
Alfredo: Lo que pasa es que la depresión es una desestimulación ambiental, a menos que
sea por un duelo mal resuelto. Las otras, las endógenas, son resistentes al psicoanálisis y
tiene que estar treinta años en terapia. Sólo se explica que siga la relación porque no puede
elaborar el duelo de la separación del alta. Sirve para las fobias y las paranoias. Los cuadros
de Freud se han sacralizado como si fueran las claves del Universo, Ana O., el hombre de
los lobos, Juanito, se ha convertido para mí actualmente en un ritual religioso, en una religión
laica que sostiene las ansiedades pero no las elabora. Hay una parte que sirve y otra que no,
para mí es un instrumento que, en este momento de cambio de paradigmas en la cultura
occidental, está por dar lugar a otras teorías, pero aún tiene su gama de aplicación.
Pichón era psicoanalista, fundador de la A.P.A., la Asociación Psicoanalítica Argentina,
nunca dejó de pensar en términos psicoanalíticos hasta que murió, pero agarró el diván, le
puso rueditas y lo sacó a la calle. Se hizo un diván grande para hacer una cama redonda, es
decir el grupo, en vez de trabajar de a uno, trabajó de a muchos, lo sacó a la calle e incluyó
las variables de realidad, eso fue un gran avance. Freud tiene el complejo de Edipo como
fundante de la trama vincular, la matriz vincular humana, lo cual tiene muchos peligros
porque es la estructura de la familia pequeño burguesa y no puede ser usado para una
familia santiagueña villera. En las villas las estructuras son otras, puede ser usado en Barrio
Norte donde en general ... aunque ahora el padre no tiene el lugar de la ley, ya no existe ese
modelo de padre alemán que venía con una ropa negra como el padre de Kafka que lo
miraba y el chico temblaba, luego la madre solícita trataba de tranquilizar a ese padre....
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ahora la mina labura, al tipo lo dejan sin laburo, está lavando los platos y la otra viene a
putearlo porque cobró de más o de menos. Las estructuras ahora son más complejas... En
las familias más pobres muchas veces el padre es un objeto desconocido y se puede decir
que esa figura está colocada en las instituciones, en el policía etc. pero llamar a eso una
situación edípica ya es deformar mucho.
Pichón era una persona que tuvo sensibilidad social, era una persona muy fina. A Freud no lo
conocí y no puedo hablar de él porque murió cuando yo tenía un año, además murió en otro
país. Cuando yo llegué a su casa había muerto hacía ya cincuenta y pico de años. Mary
Languer lo conoció a Freud, era una mujer austríaca.
Pichón era un tipo muy sensible y fino pero al mismo tiempo era un reo de barrio, tenía esos
dos elementos que van a ser fundamentales en su pensamiento. Leía Heidegger e iba a la
cancha, las dos cosas. Una vez me dijo: 'el concepto de muerte en Heidegger, que es muy
complejo, lo entendí trabajando con un grupo de boxeadores del Luna Park donde los
boxeadores me hicieron percibir lo de la muerte inminente'. Es el tema heideggeriano de la
inminencia de la muerte. Los tipos están preparados porque un golpe malo los puede dejar
secos ahí en el ring. Fijate cómo pudo unir a Heidegger con el Luna Park... bien, no al estilo
cambalache sino viendo que el tema de la muerte existe desde Heidegger hasta un
boxeador. Nunca vi una persona que cubriera toda la gama, en lo científico y lo estético
también, tenía una sólida formación científica y al mismo tiempo era un especialista en NotreDame, Edgar Allan Poe, en pintura era un exquisito, con el surrealismo francés. Era un
ginebrino cuyo padre vino a plantar algodón en el Chaco, se fundió y después fue a
Corrientes, también tenía algo de cuchillero. Su personalidad era muy interesante porque
contenía todo lo humano. Entonces, lo que hizo fue sacar el diván, lo amplió al grupo y
trabajó en la realidad, dos cosas que le faltaban al psicoanálisis, conservando los
instrumentos, se pasó al dolor de la gente y a la libertad que supone trabajar grupalmente
porque en el grupo la opción, el proyecto y la libertad no se la deben a la alta interpretación
del señor psicoanalista, sino al propio trabajo grupal que es ayudado por el coordinador. El
coordinador nunca patea la pelota sino que cuida las reglas para que el grupo juegue a lo
que tiene que jugar y no se vayan. El aporte de Pichón es la técnica de grupo operativo
inspirado en George Mead y su teoría de los grupos, trabajó con el concepto de roles
analizando los partidos del béisbol americano, a Pichón le copaban los comandos ingleses,
cómo trabajaban en su adiestramiento, cómo era un equipo en el que si llegaban a matar a
uno, otro podía sustituirlo, y además los roles si bien estaban claramente definidos, eran
intercambiables. Pichón trabajó mucho los grupos y desarrolló la teoría de los grupos
operativos donde percibe los roles del anti-líder, del saboteador, del chivo expiatorio y todo lo
que les enseñamos en la Escuela sobre estos temas. Trabajó con familias, propuso ideas
muy interesantes en terapia familiar, como por ejemplo el tema de la depositación de la
locura familiar en el miembro acusado de enfermo, que inicialmente, él se suponía como el
más fuerte del grupo familiar, por eso quería salvar la familia, denunciaba el secreto del
grupo, fracasaba en su intento y se convertía en el chivo emisario de la patología familiar.
Entonces le depositan la locura y lo entierran en el manicomio. Enrique fue jefe de uno de los
servicios del hospital Borda, el de adolescentes, tenía mucha relación con el tema de los
manicomios, con la locura pesada. Enseña mucho la locura pesada y te da otra dimensión en
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psicoterapia porque te da las situaciones límites desde las cuales se entienden las más
suaves. Enrique fue como Sarmiento, trajo lo mejor y lo peor. Hizo el primer electroshock en
el país, es como Sarmiento que trajo los gorriones ( que en un momento fueron peste ) y las
maestras norteamericanas y escribió Facundo Civilización y Barbarie, para poder saber que
los negritos son una especie extranjera en su propio país.
El electroshock lo hizo durmiendo al paciente, en esa época se que se hacía con anestesia,
con cuidado. Me contaba de Chiarletti, a quien criticaba, era un italiano que inventó el
electroshock a partir de una observación que hizo en un matadero de chanchos, allí tenían
una picana eléctrica que cuando se la aplicaban al chancho no gritaba más y se dejaba
matar, es mucho lío matar un chancho, se resisten muchísimo, piensen en veinte o treinta
chanchos gritando… Entonces le daban el picanazo al estilo de Camps y él observó que se
tranquilizaban y dijo: 'si funciona con los chanchos puede también funcionar con un loco
gritando' ( haciendo una “profunda” observación científica ) pero nunca se pudo encontrar
una razón científica que le de sustento a su uso. Es una agresión muy grave a la persona
porque es una agresión a su cerebro, además las convulsiones son muy espantosas,
entonces los psicoanalistas dijeron que en realidad el electroshock es vivido como un castigo
del superyo sádico, ese es un invento del psicoanálisis de base kleniana. Pichón también era
kleiniano: “pecho malo, pecho bueno”, eso estaba en el ambiente psicoanalítico y decían que
el shock eléctrico aplacaba los sentimientos de auto punición. En una melancolía grave y en
alguien que se quiere suicidar actualmente se prescribe el electroshock. Es como si a alguien
le dieran tantas patadas y tantas piñas que el tipo queda pensando que ya fue castigado por
su delito, todo depresivo grave tiene un intenso sentimiento de culpa y esa sería la
explicación... es absurda pero puesta en palabras finas parece que fuera verdad. La
psiquiatría organicista tiene una larga historia de torturas con el enfermo mental ( inmersión
en agua helada, comas insulínicos, y a las psicóticas, en la edad media, si eran acusadas de
brujas se las quemaba )
Pichón hizo experiencias como la de Rosario en donde analizaron no sólo una familia ni un
grupo operativo sino toda una comunidad en un momento dado. Se fue con Bleger,
Liberman, Fiasché y Ulloa, sus primeros discípulos que después fueron los maestros del
movimento psicoanalítico argentino. Pichón dijo algo (yo no lo conocía a Enrique todavía,
aunque después, en Rosario hice lo mismo, cuando fui profesor en la Universidad) y dio
unos disparadores de problemas sobre la depresión, el miedo, lo que circulaba en ese
momento en esa ciudad, la gente fue a grupos operativos, trabajó y trajo emergentes que
fueron reelaborados. Se logró algo así como una radiografía de cómo estaba la salud mental
en ese momento y en ese lugar. Se demuestra la cintura de Pichón, su adaptación rápida y el
coraje de él, con la famosa anécdota de Bleger: Cuando están por subir al tren de Rosario,
Bleger era un obsesivo de libro, se asusta y le dice a Enrique '¿Y si cuando llegamos a
Rosario nos tiran con bosta?', Pichón lo mira y le dice: 'Ese va a ser el primer emergente'.
Eso lo pinta a Enrique como una persona extraordinaria a nivel personal, muy seductor...
peligrosamente seductor, te podía hacer entender cualquier cosa: la muerte, la inmortalidad,
el sentido de la vida o el absoluto sin sentido de la vida, siempre decía cosas muy poéticas
sobre la locura y le gustaban las cosas siniestras, era un poquito sádico y le gustaba como
incluirte en cierta experiencia dramática existencial fuerte. Decía las cosas siempre con
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mucho amor y contención aunque te abría un poco la puerta que da al sótano y vos te
asustabas pero después le agradecías. Lo hacía espontáneamente como un karateca, como
Kung-Fu que va por la calle como un boludo con su bolsito pero cuando lo atacan de atrás
entre varios los revienta a todos, en un ballet de golpes y patadas.
Una vez me dijo que el tango, aunque es poético, explica además los momentos políticos,
como en el Tango Uno, de Discépolo dice: 'uno va buscando lleno de esperanzas...' en un
momento dado dice que no puede entregar más el corazón 'si yo pudiera como ayer. amar
sin presentir... ' Sin presentir la traición, refiere a la desilusión por Irigoyen aunque lo diga de
tal manera que pareciera hablar de un romance. ( Esto se lo comentó el mismo Discépolo a
Pichón que era su médico personal). Ahora con respecto a Menem, Irigoyen era un poroto.
En un momento dado Irigoyen fue la gran esperanza pero el hombre fue copado por los
malos, la Patagonia trágica fue durante su gobierno.
Hay unos artículos muy interesantes en Primera Plana que salieron durante un tiempo largo y
luego fueron juntados y escritos en un libro que se llama 'Psicología de la Vida Cotidiana',
desgraciadamente los textos que existen de Enrique fueron escritos después que tuvo el
ataque, donde quedó con una parálisis bastante grave que no le dejaba hablar. Es una
recopilación de artículos de Pichón, cuando escribía era un desastre, hacía frases largas y
muy rígidas, era todo lo contrario a lo seductor que realmente era. Tenía una característica:
era un personaje fascinador, te miraba así... siempre estaba levemente en pedo, era
alcohólico porque tenía una gran depresión, era un depresivo agudo grave, pero creativo. Le
salía la creación por eso decía 'hay que planificar la esperanza', eso le permitió conocer bien
el sótano, pero él hablaba de salir y salía a la luz. Te miraba así... yo he copiado después de
la muerte de Enrique ciertos modos corporales. Cuando murió incluso me encontré
inadvertidamente caminando como él, un poco raro. Yo era su “hijo putativo” como él me
llamaba, tuvimos una relación muy íntima, siempre tenía algo del pensamiento paradojal muy
gracioso, ingenioso, tierno y siempre metía el dedo justo en situaciones claves. Yo he
contado acá algunas anécdotas, como esa de que devolvió la depositación de ansiedad en
un Congreso de la Facultad de Medicina...
Era una persona encantadora, he conocido gente interesante pero tenía algo que me
conmovía mucho, que era lo siniestro en el pensamiento: Sacando la bondad y el amor al
otro, no hacía ninguna concesión a los clichés. Era capaz de decir algo tan bárbaro, pero tan
bien y en el momento justo, que se lo perdonabas. Cuando leés sus libros, no lo reconocés a
él para nada... yo tengo clases que daba en la Escuela de Psiquiatría Social, por eso esta
Escuela es más para el lado de salud mental, para el tema de clínica. Él lo fundó como eso,
después las escuelas de psicología social se fueron encerrando en lo pedagógico, en -cada
vez más- fabricantes de coordinadores de grupos para la misma Escuela, viste que al final es
algo que queda sin un referente de realidad que te da el piso.
Cuando una cosa se encierra en sí misma pierde la legibilidad, la claridad, porque lo que te
da claridad es la contradicción con la realidad, la realidad se mueve, vos te vas moviendo y
te mantiene vivo. No solo con las Escuelas de Psicología Social pasa eso, porque
desgraciadamente lo que más se vende es la tranquilidad. Se vende el no revolver, el ”no
hagan olas… “ también en la Universidad y especialmente en la Facultad de Psicología, se
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han encerrado en academisismos de lenguaje hermético, que lo úcico que aseguran es la
invisibilidad de una realidad que asusta mucho a la clase media.
Sobre Enrique... ¿qué más? El era Gardel, fuera de él no hay nadie, está Ulloa como
heredero, es inteligente pero no tiene la seducción de Pichón, hizo un artículo muy lindo en
Página 12 sobre la cultura de la mortificación y los encierros trágicos, que es cuando el que
te tiene que proteger te agrede, hablando de Menem. Es muy interesante cómo la gente
queda en un encierro trágico, donde vos tenés que depender de quien te lastima, es una
cosa muy siniestra... es el tema del padre violador. Si te afana un policía, ¿vas a llamar a los
ladrones?, estás en un encierro trágico.
Enrique era un tipo jodón, no tenía edad, tenía el aspecto de un viejo pero de pronto se
mandaba una cosa con una frescura infantil increíble, era chistoso, siempre estaba haciendo
alguna cosa que movía, que te entretenía. Formó a toda la gente más interesante: Ulloa,
Bleger, Fiasqué, que fue mi maestro después. Ulloa fue inicialmente mi profesor, luego mi
terapeuta, y terminamos amigos. El gordo Bauleo también fue su alumno... vaya a saber qué
está haciendo y dónde está…Keselman es otro y Tato Pavlosky que nunca fue alumno
directo pero lo respeta mucho.
Hay cantidades de anécdotas de Enrique, había un Congreso sobre la locura, la psicosis,
entonces estaban todos los psiquiatras y psicólogos en el aula Magna de la Facultad de
Medicina... cuando va a empezar percibe que están todos tranquilos y él tenía que
encargarse de aclarar la confusión, lo siniestro, el tema de la locura, él sentía
contratransferencialmente, que le habían hecho cargo de eso. Se hace un gran silencio... el
locutor dice: 'Ahora vamos a tener la palabra del Doctor Enrique Pichón Riviere...', cuando
pasa al escenario Enrique se queda mirando al vacío... empieza a buscar unos papeles, mira
para un lado y para el otro... Sus discípulos directos se angustiaron, se decían: “Este vino en
pedo... nos va a hacer pasar un papelón”… Empezó a haber toses en el auditorio y un clima
de ansiedad. En ese instante Pichón dijo: “por las toses y los movimientos de inquietud veo
que ahora está mejor repartida la angustia sobre el tema, así que voy a empezar”.
Esto
fue,
casi
una
maniobra
psicodramática,
desde
lo
psicoanalítico
por
lo
contratransferencial. Pichón no se hizo cargo de ser él, el único que tenía que enfrentarse a
semejante tema ya que todos tenían angustia.
Tenía la intimidad ahí nomás, ibas a la casa y enseguida estabas comiendo, a lo mejor no lo
conocías, entrabas... todo lo transformaba en algo humano y trabajable. Una vez estaba
enfermo y nosotros lo íbamos a llevar al Hospicio, a la Peña Carlos Gardel que él
supervisaba, y como no pudo ir cuando nos estábamos yendo dijo 'vayan conmigo'… Era
como decir que consideráramos que él venía con nosotros, eso nos dio la sensación de que
detrás lo teníamos a Enrique.
Una vez cuando él iba a fundar la Escuela de Psicología Social de Tucumán, lo fui a despedir
a la estación y me dice: 'No tengo hora… ¿me prestás tu reloj?'. Yo tenía un reloj que me lo
había regalado mi abuela alemana hacía quince años, y yo estaba siempre controlando la
hora. Se lo presté y el reloj jamás lo recobré ( lo habrá cambiadopor una botella de Ginebra
antes de llegar a Tucumán ), pero lo que me ocurrió fue al estilo de los curanderos mágicos
que hasta que me compré otro reloj pasaron más de tres meses y yo quedé en paz con mi
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estructura obsesiva de la hora, estaba tranquilo, el “Hermano Enrique” me había retirado el
instrumento donde yo ponía mi ansiedad controladora.
Era un guaso, daba un concepto psicoanalítico en francés y después una puteada en
lunfardo, absolutamente grosero, pero tan bien colocado que lo aceptabas. Ese era Enrique...
Una persona con una preocupación social, el grupo operativo, el análisis de lo cultural.
Era un depresivo que necesitaba que otro estuviera con él por su profunda melancolía. No
podía dormir porqué él sentía que se moría y tengo una hipótesis en función de lo que
aprendí de él, él no escribía porque si vos escribís, ya no te necesitan tanto. Si no escribís
sos el que tiene eso que los demás desean: el conocimiento.
La psicología social de acá es un invento de Pichón Riviere en oposición a la Psicología
Social americana que es un instrumento para trabajar en empresas, se basa en el concepto
de relaciones públicas que son técnicas para que los empleados sean felices y se realicen
existencialmente vendiendo hamburguesas o zapatos
La de Pichón es una psicología social inédita, algo tiene que ver con lo de Paulo Freire que
es una pedagogía para la libertad y lo de Enrique es una terapia para la libertad. No se
cruzaron mucho, Paulo Freire trabajó más en clase popular, Enrique lo hizo pero no
directamente, sí en el hospicio, pero no desarrolló un pensamiento para la concientización
popular como Freire. Paulo me dijo la otra vez que le hubiera gustado mucho conocerlo a
Enrique, lástima que murió. Freire era muy comprador, un viejito muy simpático... todo lo
contrario de Enrique que era comprador pero después que te daba dos saques que te
dejaban boludo, era un seductor de la violencia, el otro me parece que es el seductor del tipo
de las cartas de amor.
Llegamos al último que quiero analizar, que es quién les habla. Yo nací el 12 de enero de
1934, mi mamá dijo que yo era el bebé más lindo del Hospital Rivadavia, por lo tanto nunca
más necesité escuchar ninguna opinión de nadie, porque si mi madre había dicho eso, ya
estaba. Mi mamá que era una inmigrante alemana, (desembarcó en Comodoro Rivadavia),
era muy combativa y cuando yo tenía cinco años dijo: 'Fredito es muy inteligente y va a ser
como Edison'. Así que yo qedé con un mandato, un guión infantil que me costó mucho
cambiar ( creo que no lo pude cambiar ). Cuando me di cuenta que la bombita eléctrica ya
estaba inventada tuve que inventar otra cosa, el tiempo, algo más sofisticado que una
lamparita. Pobre Edison... era un artesano muy prolijo nada más... no inventó ninguna teoría
sobre la electricidad. Mi interés fue investigar el sentido de la existencia... de la vida. Me
pregunté ¿porqué la gente permanece igual a sí misma? ¿porqué algunos se vuelven locos?.
El tema de la locura siempre me fascinó, ahí es donde nos encontramos con Enrique, con lo
siniestro y la fascinación de lo absurdo. Ahí era donde nosotros teníamos la intimidad. ¿Cuál
sería el modelo si lo simplificamos un poco?. Hoy se lo estuve explicando a un profesor de
filosofía. Lo principal es el concepto de subjetividad y objetividad, el tema es bastante
complejo y paradojal inicialmente, consiste en que el yo no es un barco que navega en un
mar de confusión, sino que el mar está adentro y el barco alrededor de la confusión que
tenemos en la cabeza, donde el bebé es un exponente y el esquizofrénico es otro. La cultura
arma un universo simbólico que nos sostiene y testimonia nuestra identidad. Por eso
nosotros podemos transformarnos y saber que somos nosotros, porque afuera hay testigos
que son los demás, el otro, los grupos que nos rescatan las identidades pasadas nuestras,
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los momentos anteriores, y nosotros lo sostenemos a él. Nos sostenemos porque estamos
en grupo, de modo que ya con esa hipótesis inicial, que es indemostrable porque forma parte
de los supuestos básicos, queda excluida una terapia individual porque justamente lo que
permite adquirir identidad es la matriz grupal. Aclaro que todas las teorías tienen hipótesis
indemostrables porque son supuestos básicos. ¿Les hablé de la frutera? Yo hago una
metáfora con frutas a partir de un afiche que vi en Estados Unidos de los hippies que decía:
'Be yourself' que quiere decir 'sea usted mismo', en un cajón con naranjas habían sustituido
una naranja con una manzana. Ahí a mí me parecía que algo no andaba pero después me di
cuenta que en un universo donde sólo hay naranjas, una manzana sólo puede saber que es
una no-naranja pero no sabe otras cosas, por ejemplo no sabe nada sobre su tamaño porque
tiene que confrontarse con una sandía. No sabe de su forma porque las sandías son
redondas entonces todos son redondos. Si cae una banana se dan cuenta que son redondas
porque hay otros que no son redondos. Tampoco hasta ahí saben si son lisos o no hasta que
cae un ananá, lo tocan y dicen: “somos lisos”. Cada uno sabe, lo que sabe que no es.
Alguien sabe que es blanco si se compara con un negro. El grupo, cuanto más complejo y
heterogéneo es, más información sobre mis características hay. En un grupo de todos
jóvenes no saben si son jóvenes, aparece un viejo y ahí se dan cuenta que son jóvenes.
Siempre cuento la historia de un Universo de todos machos, comen, orinan y ven que la
manguerita para hacer pis se pone dura...dicen: 'Esto es raro, inexplicable... no tiene sentido'.
Si en ese universo cae una mujer, una sola, la desnudan para ver qué es y dicen 'por eso se
ponía dura la manguerita', el pene no tiene sentido sin la vagina.
El que te confronta te da la identidad, si todos somos iguales, todos somos ninguno. La
confrontación sólo se da en un grupo, y el psicoanálisis al concebir al triángulo edípico como
grupo, no tiene en cuenta que no hay un tercero, porque el tercero es un nene que no
testimonia. Estos dos adultos no tienen otro destino que la simbiosis espejante y por lo tanto
no pueden saber quiénes son porque cada uno es lo contrario del otro, porque sólo la
contradicción sucede por la existencia de un tercero, testigo objetivador. Debido a ésto, la
estuctura edípica no puede configurar una identidad. Desde la teoría existencial, la identidad
sólo puede configurarse desde la experiencia exogámica, que incluye al sujeto en el campo
social, en los grupos heterogéneos.
Otra diferencia que sostenemos con el psicoanálisis es, que el tema central que organiza
todo es el tema del tiempo, la transformación y los invariantes. La salud depende de que el
yo sobreviva a la paradoja de la existencia, que es cambiar y ser el mismo. El yo no está en
un Universo de deseos sexuales y erotismo solamente, sino en un universo donde tiene que
defender su transformación con identidad, cambiar y ser el mismo.
El tema del tiempo es uno de los problemas filosóficos fundamentales, y significa existir en
un mundo que, en su devenir modificante, pueda contener invariantes que lo hagan igual a
sí mismo a pesar de transformarse. Este es el tema que fracasa estrepitosamente en la
esquizofrenia, no poder unir los pedazos históricos, y termina fragmentándose, estallando su
identidad en el brote psicótico (esquizo-frenia = mente partida).
Esto lo percibí a través de dos episodios, uno que viví de cerca y me emocionó mucho, el
momento en que mi primo se volvió esquizofrénico hace muchísimos años, y el otro, mucho
después, cuando hicimos una experiencia en el manicomio de Nueva York usando haschis,
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dentro del adiestramiento para trabajar con brote psicótico, donde vivencié el brote por dentro
durante dos horas (fue horrible, pero muy útil profesionalmente).
Todo el arte surrealista tiene que ver con esos niveles arcaicos de conciencia, y siempre me
fascinó la esquizofrenia porque son otros mundos, el mundo de la noche y de los sueños.
A partir de ésto se llega al postulado epistemológico fundamental, que es la coherencia de la
propia historia, y el vínculo con-migo a través del tiempo, cómo yo permanezco, suponiendo
que soy el mismo a pesar de que me transformo tanto. Ahí aparecieron otras cosas y llegué
al último producto, que es la teoría de la escena cero, que es la imagen del núcleo invariante
que da la matriz de identidad que ya la voy a desarrollar en los capítulos o teóricos
siguientes.
El tiempo lo tomo como memoria y como anticipación. La gran diferencia con el pensamiento
psicoanalítico es que nosotros trabajamos con el tema de la temporalidad como problema y
no sólo se usa la memoria para analizar el mundo infantil, sino para armar la historia que da
sentido a la vida a través de un proyecto de destino. En ese sentido se inscribe en la filosofía
existencial, que fue una visión epistemológica posterior a los tiempos de Freud, él no pudo
hacerlo porque en ese momento la cultura estaba totalmente estabilizada. Freud vivió 40
años en la misma casa y con el mismo gobernante, entonces la identidad no era un problema
en cuanto a la temporalidad, en cambio acá te cambian todo cada quince días y ese es el
problema de la esquizofrenia. En la cultura freudiana el tiempo estaba estable, pero reprimida
la sexualidad. Entonces correspondía un análisis y curación de las perturbaciones por la
represión de la sexualidad. En la actualidad la sexualidad no está reprimida sino cosificada
(lo cuál
no es ninguna ganancia). Está reprimido el tiempo porque está reprimida la
memoria, en este país se está abandonando rápidamente nuestro origen y nuestro destino,
no vivimos en la historicidad, y esa historicidad es nuestra identidad.
Si extendemos ésto a un nivel sociológico, podemos decir que el país o la cultura que no
tiene identidad, va a usar la identidad del amo (nosotros, ¿somos
norteamericanos?...)
criollos o
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