CONFLICTO ÁRABE−ISRAELÍ

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CONFLICTO ÁRABE−ISRAELÍ
Desde finales del siglo XIX, en las provincias árabes del Imperio otomano se fueron desarrollando
movimientos nacionalistas que reivindicaban la autodeterminación de la población autóctona haciendo valer
su identidad árabe.
En Europa también se crearon movimientos nacionalistas de este tipo como el sionismo, que propugnaba la
creación de una entidad estatal para los judíos dispersos por el mundo. El sionismo vio en Palestina, tierra
donde se fundo el judaísmo, el lugar ideal para realizar su proyecto nacional.
En 1917 la declaración de Balfour apoyó la intención sionista y se produjo una inmigración masiva de judíos a
esa zona.
Con el holocausto judío a causa del nazismo la población judía aumentó notablemente y empezaron a tomar
iniciativas como la de 1945 de la milicia judía (Haganah) que declaró una insurrección para forzar la retirada
de los británicos.
Tras la II Guerra Mundial, y ante la inminente retirada británica de las Naciones Unidas, el 29 de noviembre
de 1947 se propone la partición del territorio en dos; uno árabe palestino y otro judío al que llamarían Israel.
Los árabes no estaban de acuerdo con esta solución, sus motivos eran la injusta apropiación de tierras por
parte de los judíos y la confinación en campos de refugiados a los palestinos. Los israelíes, en cambio, querían
el reconocimiento árabe de Israel como estado. Esto provocó el estallido de la primera guerra árabe−israelí
entre 1948 y 1949.
A raíz de esta primera guerra árabe−israelí, el Estado judío no solo resistió la intervención árabe, sino que
provocó la salida de gran parte de la población palestina que quedaba y amplió su territorio más allá de lo
previsto en el plan de partición. Israel aprovechó además la desarticulación de la sociedad palestina provocada
por el éxodo y la guerra.
La derrota de la Liga árabe por parte del ejercito israelí, lo debilito y tuvo varias consecuencias: Las revueltas
se sucedieron en varias zonas y nacieron varias repúblicas(Irak, Yemen del sur, Somalia, Mauritania, etc. ) en
defensa de la identidad islámica. También surgieron otros tantos estados con monarquías autoritarias y pro
occidentales (Arabia saudí, Omán, Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos). Los territorios palestinos de
Cisjordania y Gaza quedaron bajo control de Jordania y Egipto respectivamente. Se frustró la creación de un
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Estado árabe en Palestina y la ciudad de Jerusalén quedaba dividida.
La segunda guerra árabe−israelí fue en 1956 a raíz de la invasión israelí en Egipto aprovechándose de su
conflicto por el canal de Suez con Gran Bretaña, cuando se hicieron con la península del Sinaí. Los árabes
crearon varias organizaciones para defenderse como la OLP (organización para la liberación de palestina) en
1964 dirigida por Yaser Arafat. Estados unidos apoyó a Israel y la URSS y los países árabes a la OLP.
La tercera guerra fue en 1967 llamada la guerra de los seis días donde Israel mostró su potente ejército. En
pocos días amplió su territorio con Belén, Jerusalén, Jericó, entre otros, aplastando al ejercito jordano, sirio y
al egipcio también.
La cuarta guerra sucedió cuando el nuevo presidente egipcio Anuar el−Sadat presentó una propuesta de paz
que fue rechazada por Israel. Entonces las tropas egipcias y sirias atacaron Israel el día de una fiesta sagrada
de los judíos en 1973. También decidieron iniciar una guerra económica embargando el petróleo que iba a
EEUU y aumentando su precio. La ONU intervino pidiendo las negociaciones.
Tanto la ocupación inicial israelí de territorios palestinos como las sucesivas conquistas provocaron un éxodo
de personas que se quedaron sin tierras ni estado. Miles de habitantes de Gaza y Cisjordania tuvieron que
refugiarse en Jordania y el Líbano mientras que el resto tuvo que quedarse bajo el dominio israelí.
En principio la OLP optó por los ataques terroristas sobre los intereses israelíes y en contestación Israel atacó
el Líbano (que apoyaba la OLP) y los campos de refugiados. La OLP abandonó estas prácticas ganando el
reconocimiento de la ONU. El Siguiente paso fue establecer negociaciones entre Israel y los países árabes. Se
reunieron en Egipto en 1977 y su presidente reconoció el estado de Israel. En 1978 firmaron los acuerdos de
Camp David bajo la tutela del presidente americano Jimmy Carter a cambio de que Israel abandonara los
territorios ocupados en el Sinaí. Así se retiro Egipto dejando mermada la unidad Árabe.
Los representantes palestinos estaban dispuestos a reconocer el estado israelí pero querían la creación de un
estado palestino y el Estado israelí no estaba de acuerdo, por eso en 1987 la OLP instó a la insurrección civil
de los árabes de los territorios ocupados (INTIFADA).
En 1988 se proclamaron de manera unilateral como estado palestino y en 1991 convocaron la conferencia de
Madrid para negociar. En 1993 se estableció la creación de zonas autónomas dirigidas por Yaser Arafat en el
acuerdo de iniciar una transición hacia el estado palestino.
En septiembre de 1993 la OLP y el gobierno de Israel firmaron el Acuerdo de Oslo: las dos partes se
reconocían mutuamente y suscribían una Declaración de principios para el autogobierno de los palestinos
(DOP). En ella se establecía un período transitorio de 5 años, a lo largo del cual se fomentaría la confianza
mutua, se establecería una primera área autónoma y se irían abordando gradualmente los diferentes aspectos
de la disputa. El acuerdo fue bien acogido por la mayoría de la población palestina de los territorios ocupados
y por la población israelí, aunque también hubo oposición de ciertos grupos de ambas partes. Sin embargo el
acuerdo no era respaldado internacionalmente.
A raíz del Acuerdo en los siguientes meses se estableció una administración autónoma palestina; la Autoridad
Nacional Palestina (ANP) con competencias limitadas a Gaza y Jericó. También se creó una policía palestina,
se liberaron a algunos presos palestinos y se autorizó el retorno de algunos dirigentes de la OLP.
En la DOP, los temas más delicados (refugiados, colonos, Jerusalén, estatuto definitivo de la entidad
palestina) se pospusieron para una segunda fase.
En septiembre de 1995 se firmaron los Acuerdos de Taba (Oslo II) que ampliaron las áreas autónomas a las
principales ciudades de Cisjordania y las competencias de la ANP. Sin embargo Israel siguió controlando
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militarmente la mayor parte (el 96%) de los territorios palestinos. En enero de 1996 tuvieron lugar las
elecciones palestinas; Arafat fue legitimado como presidente de la ANP y fue elegido un Consejo Legislativo
(parlamento).
Del lado israelí también creció la oposición al proceso; los ultra nacionalistas clamaron traición y el grueso de
la población sintió inseguridad ante la violencia palestina en Israel.
El nuevo gobierno conservador dirigido por Benjamín Netanyahu pretendió conciliar las pretensiones
colonizadoras con la continuación del proceso de paz y responsabilizó a la ANP de la seguridad de Israel.
Como resultado de ello creció la desconfianza, se congelaron las negociaciones y se retomó la violencia.
Al llegar 1999 no se había cumplido con las promesas realizadas. Barak llegó al poder. El ejercito israelí
protagonizó actuaciones violentas contra palestinos y además intentaba constantemente la judaización de
Jerusalén, todo esto llevó al llamamiento de la segunda INTIFADA en el año 2000.
En febrero del 2001 Ariel Sharon fue elegido nuevo jefe de gobierno en contraposición a Barak en quien ya
nadie confiaba por lo poco que había hecho durante su mandato. Entre los propósitos de Sharon estaba la
ocupación sin negociaciones y la dominación de los territorios a través de la violencia. El proyecto secreto de
Sharon es la futura creación de un Gran Jerusalén anexionándose 40% de Cisjordania, pero jamás lo ha hecho
oficial para mantener la apariencia ante al mundo de que quiere negociar. Por lo tanto lo que pretende es dejar
para el futuro Estado palestino lo que queda de Cisjordania y la franja de Gaza. Esta dispuesto a deshacerse de
Gaza porque se ha dado cuenta de que los palestinos tienen una gran ventaja demográfica en la zona y no esta
dispuesto a seguir perdiendo dinero y recursos para vigilar a los pocos colonos judíos que viven allí.
Durante todos estos años, los atentados terroristas y suicidas en las dos zonas no han parado.
Mientras tanto el gobierno Americano apoya totalmente a Sharon porque tiene intereses en la zona y la
sociedad judía tiene mucha influencia y poder en los Estados Unidos.
Para resolver el conflicto se presentó la Hoja de Ruta que es un modelo a seguir tanto por Israel como por
Palestina y que fue presentado en el discurso del presidente Bush el 24 de junio de 2002 y aceptado por la
Unión Europea, Rusia y la ONU el 16 de julio y por las declaraciones del Cuarteto ministerial el 17 de
septiembre del mismo año.
En el 2004, miembros del ejército israelí con el conocimiento de Sharon, mataron a Ahmed Yasín que era el
jefe de Hamas.
Ahora mismo el objetivo de Ariel Sharon es matar a Harafat y se lo ha comunicado al actual presidente de los
Estados Unidos, George Bush.
Posición Palestina:
El pueblo palestino está ya cansado de toda esta lucha sin sentido. Creen que tienen el derecho a volver a sus
hogares, mejor dicho, que los judíos no tenían derecho a la adquisición de ese territorio por medio de guerras.
También se basan en que los asentamientos son ilegales y opinan que deberían ser desmontados. Sin embargo,
entienden que Israel no puede admitir el retorno de cuatro millones de árabes implicando en ello la evacuación
de gran parte de los colonos israelíes instalados en Cisjordania, Gaza y Jerusalén, pero se conforman con la
admisión de unos cuantos miles y el respeto a sus necesidades.
Además el hecho de que no se les haya permitido, ni se les permita formarse como Estado es una herida
abierta para este pueblo.
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Jerusalén del Este, conforme al consejo 242 de la seguridad de las Naciones Unidas, es parte del territorio
sobre el cual el estado palestino ejercerá soberanía declarando a Jerusalén como su capital el día que se forme
como Estado. Los palestinos saben de la importancia religiosa de Jerusalén para los judíos, por eso están
dispuestos a garantizar la libertad de adoración y facilidad de acceso a esas zonas; tomando todas las medidas
posibles a fin de proteger y preservar la dignidad de tales sitios.
Durante la ocupación, Israel controló firmemente el acceso palestino al agua. Actualmente, los israelíes
consumen de tres a cuatro veces más agua que los palestinos. Sin embargo, Palestina necesita su parte
legítima de agua para satisfacer las necesidades de una población palestina creciente y permitir que el sector
agrícola alcance su capacidad máxima.
Posición Israelí:
Israel es el lugar donde nació el pueblo judío, es la cuna de su ideología y es el lugar de donde los echaron
hace muchos años. Allí están sus templos más representativos y lo consideran su hogar por derecho. Sin
embargo, los ciudadanos israelíes están conscientes de que tampoco es justa la manera en la que dejaron sin
pueblo a los palestinos. Pero el rencor es más fuerte, recuerdan que en 1948, minutos después de la retirada
británica de Israel, los países árabes los invadieron con el objetivo de echarlos de ahí por la fuerza.
Desde entonces Israel no ha parado de defenderse, se dice que la mejor defensa es el ataque y es justamente lo
que hacen. Su situación no es para anda adecuada, se encuentran en medio de enemigos cuyo objetivo es la
destrucción del Estado hebreo. Por eso han tenido que alinearse siempre con países fuertes como Estados
Unidos, Francia y el Reino Unido. Por ejemplo; se alineo con Francia y el reino Unido en la invasión del canal
de Suez porque le habían negado el paso a los barcos israelíes por vía marítima egipcia lo que significaba para
ellos el estrangulamiento económico.
Además, no se fían de la voluntad árabe de hacer las paces y de respetar su existencia como Estado ya que
siempre han sido objeto de desprecio por parte de los mismos.
Los judíos reconocen que los palestinos necesitan espacio, pero no pueden hacer nada ya que todo está en
manos de sus mandatarios y del ejército israelí que impone sus deseos por la fuerza.
Los atentados suicidas y terroristas son un motivo más de odio mutuo que agrava la situación día a día.
Opinión Personal:
El paso de los años ha ido creando y dejando muchas heridas en ambos pueblos y el rencor les ciega. En mi
opinión la única manera de solucionar este conflicto es dejando de lado las posiciones encontradas y tomando
decisiones con la cabeza fría, mirando por el bienestar tanto de Israel como de Palestina. No está bien tomar
tierras por la fuerza, pero se podría rectificar apoyando la construcción del Estado palestino, a quienes
despojaron de sus tierras los judíos.
Creo que la actitud egoísta e hipócrita de Ariel Sharon no hace más que perjudicar a su propio pueblo israelí y
de paso está sembrando más odio en el corazón de los palestinos que encuentran en la autoinmolación una
manera de vengarse y de acabar con su sufrimiento.
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