Muchas voces que hasta 2006 permanecieron calladas, afirman ahora que... vacas gordas y flacas son normales y que lo que...

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La crisis y modelos de desarrollo. Lo mucho que nos jugamos (La Opinión, 10-07-2010)
Muchas voces que hasta 2006 permanecieron calladas, afirman ahora que la alternancia de
vacas gordas y flacas son normales y que lo que tienen que hacer las Administraciones
públicas (es decir, lo que tenemos que hacer todos nosotros con nuestros impuestos) es
ayudar a recuperar el crecimiento, sacando a flote el sector financiero y reimpulsando el sector
de la construcción, a mayor gloria del pelotazo de algunos y el consumismo enfebrecido de
todos.
¿Y de dónde se pretenden sacar los recursos necesarios? Obviamente, no con mayores
controles y regulaciones al sistema financiero, ni con tasas bancarias ni impuestos a los más
ricos y con la lucha contra el fraude fiscal. Los recursos para ese supuesto nuevo crecimiento
se pretenden obtener de empezar a desmantelar un Estado del Bienestar que en España
hemos construido de forma más tardía y precaria que en el resto de Europa.
Pero esta opción es una huida hacia adelante en la peor de las direcciones, porque supone
iniciar la pérdida de conquistas sociales básicas, que se sabría como empieza pero no cómo ni
cuándo terminaría, y porque además la etapa dorada del crecimiento no puede volver en plena
y creciente crisis global energética, de recursos y de sumideros de residuos.
No podemos —ni debemos— volver al desbocado crecimiento de nuestro pasado reciente que
tanto daño ha causado en lo ambiental y también en lo estrictamente económico,
comprometiendo incluso las bases del desarrollo futuro trasladando las facturas a las
generaciones futuras —y no tan futuras—. Entre estas facturas, la escandalosa emisión de
deuda por parte de todas las Administraciones, Ayuntamientos incluidos, no es más que uno de
los ejemplos más divulgados. Reimplantar ese crecimiento sería como echar gasolina a la casa
en llamas.
Los indicadores de ecoeficiencia muestran que el crecimiento económico de la Región de
Murcia en los años recientes ha tenido lugar a base de dilapidar más recursos y producir más
contaminación por unidad de PIB, lo que no parece una opción muy inteligente. Estos
indicadores y otros como la huella ecológica, que ha aumentado de forma acelerada en los
últimos años, señalan la necesidad de reducir de forma sustancial y urgente los flujos de
recursos y materiales y la producción de residuos en las actividades económicas así como de
reconducir los hábitos de consumo hacia patrones más sostenibles. La actual crisis financiera y
económica, con ser la que más atención recibe, forma parte en realidad de una crisis mucho
más global, una crisis de sostenibilidad a todas las escalas, en lo ambiental, en lo económico y
en lo social.
En nuestro ámbito más cercano, urge un cambio profundo hacia una Región de Murcia más
sostenible en las prioridades de los ciudadanos, de los agentes económicos y sociales, de la
agenda política y en la toma de decisiones de nuestros poderes públicos. No podemos caer en
un segundo error y desaprovechar esta oportunidad para un giro radical en el modelo de
desarrollo, que respete, cuide y trate con inteligencia nuestro territorio, nuestros paisajes,
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La crisis y modelos de desarrollo. Lo mucho que nos jugamos (La Opinión, 10-07-2010)
nuestros recursos naturales y nuestra biodiversidad, que apueste por diversificar la economía,
por hacerla más equilibrada y basada en empleo estable y cualificado, que invierta en
investigación y desarrollo y en mejorar sustancialmente la formación de los jóvenes, que se
abra a actividades que generen alto valor añadido sin consumir la base de recursos, que
preserve nuestra identidad personal y colectiva y nos permita disfrutar una verdadera calidad
de vida, alejada de un consumismo exacerbado.
Y todo ello requiere de un Estado del Bienestar saludable, porque la sostenibilidad social
(educación, equidad, cualificación laboral, empleo estable...) es imprescindible para este giro
en el modelo de desarrollo, justo el Estado del Bienestar que se pretende empezar a
desmantelar para satisfacer la voracidad de los mercados financieros y un capitalismo
globalizado que nunca tendrá suficiente.
El 29 de septiembre, con motivo de la huelga general, todos tenemos una oportunidad para
decir que no a esta huida hacia delante.
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2010/07/10/crisis-modelos-desarrollo-jugamos/257783
.html
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