Efectos de la Respiración bucal María Gabriela Ilartridge

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Efectos de la Respiración bucal
María Gabriela Ilartridge Fonoaudióloga
Aquel paciente que no puede respirar por la nariz y lo hace por la boca, lo catalogamos
como respirador bucal, se le identifica internamente como RB. Llega a la consulta
fonoaudiológica derivado, en la mayoría de los casos, por el médico otorrinolaringólogo o
por e1 ortodoncista.
En el primero de los casos, porque el especialista en oídos nariz y garganta se encuentra
frente a un caso en que a pesar de haber extirpado las adenoides hipertróficas, el niño sigue
respirando por la boca. En el segundo, por trastomos que alteran los órganos periféricos del
lenguaje en la pronunciación. El niño cursa con mala oclusión dental, interposición lingual
anormal, succión digital, spiración bucal y deglución atípica.
En cualquiera de los casos anteriores, el fonoaudiólogo suele ser un complemento en e1
tratamiento para una total rehabilitación. De ahí que cada vez con mayor frecuencia existe
la necesidad de interrelación entre el ortodoncista, el otorrinolaringólogo y el
fonoaudiólogo. Porque es frecuente que la respiración bucal se detecte junto a otra
patología fonoaudiológica, coexistiendo con una disfonía o sigmatismo, o alteración en la
articulación de la letra "S" es el trastorno articulatorio más frecuente en el respirador bucal.
El RB de larga duración puede padecer disfonía o fonastenia debido a que, por el hecho e
respirar por la boca habitualmente, en el momento de llegar a la adolescencia su tipo
respiratorio ha cambiado de ser costo-diafragmatico a torácico superior. Esto es que durante
la fonación, no realiza ya el apoyo díafragmático, sino que lo hace en la región del cuello,
lo cual, por ser anormal, acaba por producirrle una disfonía funcional o una fonastenia.
A medida que se produce el crecimiento el esqueleto en el respirador bucal, hay una atrofia
del maxilar superior con deformidades asimetría de la bóveda palatina (paladar ojival),
trastornos de calcificación, implantación y oclusión dentaria. Es necesario mencionar el
equilibrio muscular es uno de los elementos que, contribuyen al establecimiento del balance
dentario.
Todos estos síntomas constituyen el llamado Síndrome del Respirador Bucal, y cuanto más
tiempo lleva el niño de evolución, mayores serán sus problemas, incluido el compromiso
óseo, llamado también odonto estomatólogico.
Sabemos que cuando la entrada de aire se realiza por la boca, se alteran la cantidad y la
calidad del mismo que llega hasta los pulmones. El volumen es menor que en los pacientes
normales. El aire además entrará seco, frío e impuro, repercutiendo en el estado general del
paciente.
Cuando el enfermo es adecuadamente tratado y se corrige la causa inicial del problema, si
la respiración bucal persiste, es debido a que el hábito funcional de los músculos
respiratorios es deficiente. La musculatura pectoral está hipotónica (débil) debido a la
posición permanente que se vio obligada a tomar por tiempo prolongado.
Es necesario destacar que en el respirador bucal, el choque de dos fuerzas musculares
opuestas (la lengua y el cinturón labial, o sea, labios, mejillas y lengua) causa desequilibrio
entre los músculos de cierre y apertura de los labios, que hacen que la boca normal en
reposo quede cerrada sin ninguna presión, solamente por tonicidad.
Cualquier cambio producido en la actividad muscular o en su tonismo, se reflejará por
síntomas clínicos como son: interposición lingual, respiración bucal, incompetencia labial
(labios permanentemente abiertos) y sigmatismo. Estos son los síntomas más característicos
del desequilibrio muscular.
También puede haber trastornos digestivos y perturbaciones de la nutrición, puesto que al
respirar por la boca, el paciente tritura deficientemente sus alimentos y deglute antes de
tiempo.
En caso de respiradores bucales de larga duración, se ha observado apatía y dificultades de
comprensión con retraso escolar. Se hace obligado sugerir que cuanto más temprano sea su
detección y corregida la causa por el médico otorrinolaringólogo, la reeducación se verá
facilitada. Cuanto más tarde se realice su diagnóstico, más síntomas del Síndrome de RB
tendrá.
Las funciones reflejovegetativas de respiración succión, masticación y deglución son
consideradas preliguisticas o sea, funciones que preparan y se sirven de la misma
neuromusculatura que el lenguaje articulado. Preparan la coordinación, la fuerza y la
agilidad necesarias para la adecuada articulación del lenguaje.
Cuando se alteran algunas de estas funciones, las otras también se ven afectadas. Cuando
esto ocurre, nos encontramos también con trastornos en la articulación de fonemas, que más
severos serán cuanto mayor séa la alteración en la función o en las funciones reflejo
vegetativas.
Las dislalias, o alteraciones de la articulación fonética, se producen en estos pacientes
porque al respirar por la boca se produce una mala posición lingual, dando origen a la
deglución atípica.
A su vez, en el respirador bucal de larga data se produce una disfunción maxilar, lo que
junto a la mala posición lingual, produce una mala oclusión dentaria (mordida abierta),
provocando dislalias fundamentalmente al tratar de emitir los fonemas S, CH, F, D, L, N, P,
B y M.
Con frecuencia en la literatura fonoaudiológicá se publican investigaciones de la relación
existente entre el comportamiento muscular dé la deglución y la posición de la lengua
durante emisión de diferentes fonemas. Se ha visto que los movimientos de la lengua
durante la elocución (fonación), son idénticos a los que realiza durante la deglución.
En el caso de que la RB coexista con la deglución atípica, suele suceder que
restableciéndose la respiración nasal, en la mayoría de los casos por cirugía de adenoides, la
deglución atípica persiste.
El tratamiento fonoaudiológico fundamentalmente se basará en dar el tonismo adecuado
mediante mioterapia (terapia muscular) a la musculatura perioral y a la lengua, para luego
poder instalar el hábito de respiración nasal, corrigiendo en forma paulatina los otros
síntomas del síndrome de RB.
La importancia de un diagnóstico temprano por parte del otorrinolaringólogo, radicá en que
permite el inicio oportuno de la reúábílitación fonoaudiológicá, evitando el compromiso de
las estructuras óseas, en algunos casos desafortunadamente irreversible. Cuanto más
próximo sea el inicio de la rehabilitación a la intervención quirúrgica; mejores y más
rápidos resultados habrá.
María Gabriela Ilartridge
Fonoaudióloga
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