Para llegar al parque tomamos la "autopista de pillaje", una... ninguna parte. Sale de las afueras de Cartagena y llega...

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La Marina de Cope sigue amenazada por el afán urbanístico del Gobierno regional (Público, 11/08/09)
Para llegar al parque tomamos la "autopista de pillaje", una carretera que va de la nada a
ninguna parte. Sale de las afueras de Cartagena y llega a Vera, en Almería, circulando en
paralelo a la autopista del Mediterráneo. El megaproyecto urbanístico comenzó por el tejado.
Primero la autopista de peaje y un aeropuerto, ahora en construcción.
Por el camino recorremos una serie de secarrales y salidas que no dan a ningún lado. Ni un
coche en los cuatro carriles. "Esperaban que pasaran unos 7.000 coches al día pero como no
pasan ni 1.500 la empresa adjudicataria ha pedido ser rescatada y que socialicemos las
perdidas", cuenta Rubén. Las pintadas en los puentes señalan al culpable: "ZP ayuda a
Cataluña y roba a Murcia".
Morcillas y mentiras
Tras una hora de carretera llegamos a nuestro destino. En Cabo Cope no hay nada construido
todavía. Están a la espera de los permisos de los municipios y, sobre todo, superar el recurso
ante el Constitucional impulsado por los ecologistas locales. Ellos se definen como los galos de
Astérix versión murciana. "Aquí lo que triunfa es comprar a los viejos con morcilla y pandereta",
se lamenta Ascen.
Lo suyo tiene mérito. Cuentan que cuando acudían fuera de Murcia a las manifestaciones
contra el trasvase del Ebro eran jaleados y manteados. "Somos pocos, pero somos una mosca
cojonera que va retrasando cada plan urbanístico con contenciosos", dice Rubén. A cambio
reciben unas cuantas amenazas de muerte. Y se les acumula el trabajo porque el 50% de los
concejales de Murcia han sido imputados, casi todos por corrupción urbanística.
En lo alto de Cabo Cope hace calor pero sopla el viento. Desde aquí se puede ver el criterio
con el que decidió desproteger el parque. Una enorme llanura rodeada de montañas. Se podrá
construir en las zonas planas (el 64%) y sólo se dejará como espacio protegido los empinados
barrancos. Los propietarios pensaron al principio que con el proyecto se forrarían pero la
realidad que les espera no es tan millonaria. Sus tierras serán expropiadas por un bajo valor
catastral.
A las calas casi desiertas y a los fondos marinos de la zona les espera un negro futuro. El típico
paseo marítimo bordeará la costa. Un águila sobrevuela la zona buscando presas. En el lugar
habitan especies protegidas: tortugas moras, halcones peregrinos, águilas perdigueras y el
camachuelo trompetero. Ni son los usuarios de un campo de golf, ni importan a quienes se
quieren lucrar con el último rincón de este espacio natural.
"Como no saben de medio ambiente cometen errores en el desarrollo de los proyectos. Les
metemos cada leñazo", presume Rubén. El proyecto no tiene ningún viso de sostenibilidad en
una comunidad autónoma que consume 2,5 veces el agua que produce. Los campos de golf
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La Marina de Cope sigue amenazada por el afán urbanístico del Gobierno regional (Público, 11/08/09)
están obligados a usar aguas residuales. Rubén cree que se trata de un comportamiento
hipócrita, porque si te acercas a las depuradoras de los campos de golf puedes ver cómo están
secas. Nadie las usa.
El Gobierno murciano está decidido a completar el proyecto. "El promotor es el propio Gobierno
y su mayor dificultad es colocar como si de un puzle se tratara todo lo que quiere construir en el
parque", dice Rubén.
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