«Los enfermos están muriendo mucho peor tras el caso Leganés; deberían pedirles perdón» (23-04-09) Jueves 23 de Abril de 2009 09:19 Luis Montes, ex jefe de urgencias del hospital Severo Ochoa de Leganés, protagonizó muy a su pesar una de las polémicas más agrias que ha vivido la sanidad española. Hace ya cuatro años, la Comunidad de Madrid le acusó de unas supuestas sedaciones masivas a enfermos terminales tras las que se escondía el fantasma de la eutanasia. La Justicia archivó la causa y ahora investiga al entonces consejero de Sanidad, Manuel Lamela, por si tras aquellos hechos se escondió una denuncia falsa. Es, por eso, un buen momento para Montes, que hablará hoy de muerte digna en Murcia, invitado por el Foro de Vistalegre. - La justicia le exoneró a usted de culpa y ahora ha admitido su querella contra Lamela y va a investigarle. ¿Cómo ha recibido esta noticia? - El tiempo pone las cosas en su sitio. El hospital, y sobre todo la Asociación en Defensa del Severo Ochoa, ha demostrado un coraje tremendo en todos estos años. Entiendo que es el tiempo de la reparación, del reconocimiento, y poco a poco llegará. - Dice que es el tiempo de la reparación, pero lo cierto es que usted sigue marcado para 1/2 «Los enfermos están muriendo mucho peor tras el caso Leganés; deberían pedirles perdón» (23-04-09) Jueves 23 de Abril de 2009 09:19 algunos sectores. - La crisis del Severo Ochoa llevaba una intencionalidad política clarísima. En Madrid se hizo una campaña mediática tremenda, y sólo se hablaba de 400 asesinatos, homicidios, sedaciones excesivas, malas indicaciones médicas, verdaderas burradas. Estaban ocultando dos debates muy claros. Uno, el de la privatización de la sanidad en Madrid, y otro, un clamor popular que se estaba produciendo: unos meses antes Mar Adentro había ganado un Oscar. Una película sobre la biografía de Ramón Sampedro. Las encuestas de opinión mostraban que la mayoría de la sociedad estaba por regular la eutanasia. Y eso es lo que intentaron cortar. No quisieron ir a un debate en profundidad, sino al insulto y a la descalificación. - Algunas comunidades del PP lo han vetado a la hora de dar conferencias o participar en jornadas. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana. - Está claro. Se me ha declarado en ciertos poderes regionales, sobre todo del PP, persona non grata. No me apetece hablar de ello, pero se han suspendido conferencias a las que estaba invitado porque se le quitaba la subvención al foro cívico que la había organizado. Estamos en un país democrático, y recurrir a estos métodos es decimonónico. Además, muchos de estos foros eran de universidades, donde se supone que hay libertad de cátedra. - El caso Eluana, en Italia, ha planteado un debate que antes no existía. ¿Se están dando pasos atrás? - En España el caso Eluana no habría ocurrido. Tenemos un marco jurídico en el que se contempla la limitación del esfuerzo terapéutico en medidas de soporte vital como es la alimentación o la ventilación mecánica. En este país ya hemos tenido el caso de Inmaculada Echevarría. Tenía una medida de soporte vital que era la ventilación mecánica. Ella conscientemente solicita la retirada de ese soporte y el debate en este país duró cinco meses. Finalmente, a Inmaculada Echevarría se le quitó el soporte vital. - Usted ha dicho que tras el caso Leganés «se alivia menos la agonía de los terminales». - Es uno de los efectos colaterales de la difusión mediática del caso Severo Ochoa. Algo que era una práctica habitual se ha reducido por miedo, por precaución. Es un efecto terrible, porque a mí me parece que los enfermos están muriendo mucho peor. Es una buena práctica [la sedación] desde un punto de vista deontológico y está despenalizado, con lo cual lo que ha pasado no tiene mucho sentido. Pero es fruto de la confusión a la que han llevado ellos el debate. Si tuvieran que pedir perdón, más que al doctor Montes, o al equipo, o al hospital Severo Ochoa, debería ser a los familiares de los pacientes que han muerto mal. 2/2