MARIO LÓPEZ ANDREU

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Que cada palo aguante su vela (La Opinión, 09/05/09)
MARIO LÓPEZ ANDREU
La economía española se encuentra en una situación preocupante, con el desempleo
superando la cota de los cuatro millones de parados y tasas de crecimiento económico
negativo no vistas en España en más de una década.
Pero lo más preocupante no son los datos actuales, sino que la herramienta utilizada en
anteriores crisis, la devaluación de la peseta, ya no es posible desde la adopción del euro. El
Banco Central Europeo, a diferencia del Banco de España, se debe a varios países con
distintas versiones de la misma crisis y algunas medidas que podrían ser beneficiosas para
España puede que no lo sean para otros miembros de la Euro-zona.
Esto significa que en España nos va a costar un esfuerzo mayor salir de esta crisis que de
otras anteriores. Y ante esta situación el Partido Popular echa la culpa al gobierno central,
obviando la gran parte de responsabilidad de las comunidades autónomas. Muchas de ellas,
por cierto, como Murcia, bajo su poder.
¿En qué baso tal afirmación? Pues en el modelo territorial español aprobado por los españoles
en referéndum en 1978. En España la estructura de gobierno está altamente descentralizada,
mucho más que en otros Estados que, como por ejemplo Alemania, son formalmente federales.
A través de los estatutos autonómicos un gran número de competencias, educación, sanidad,
infraestructuras u ordenación del territorio, han sido transferidas desde Madrid a las
comunidades autónomas y autoridades locales. Sobre estas competencias se construyen las
bases del desarrollo económico de cualquier sociedad. Mayor productividad, servicios públicos
de calidad, mayor valor añadido de la producción, trabajadores más cualificados, todas estas
variables, bases de una economía competitiva y sostenible a largo plazo, en estos momentos
son competencia, o su aplicación directa depende, de las comunidades autónomas, no del
gobierno central.
Y con el crecimiento interanual del desempleo más alto de España, en el 66.4%. Con un 33%
de los alumnos de ESO que no acaban el instituto. Con el salario medio más bajo del país, un
20.6% por debajo de la media nacional. Y con pensiones que son casi 100 euros más bajas
que la media nacional. Yo me pregunto, ¿quién es el principal culpable de que Murcia este
sufriendo la crisis económica de una manera tan brutal? ¿de Zapatero, como dicen Rajoy y
Valcárcel? Mirando los números objetivamente la imagen no puede ser más clara.
El gobierno central, desde su llegada al poder en 2004, ha aumentado la inversión en I+D+i
hasta el 1.75% del PIB; en 2003 la cifra era del 1.05%. En tecnologías de la información y
comunicación (TIC) la inversión del gobierno central subirá del 4,8% del PIB en 2004 al 7% en
2010. El gasto para becas ha aumentado hasta casi los 90 millones de euros. La inversión en
infraestructuras se convertirá en 1.5% del PIB en 2020, un total de 248.292 millones de euros
invertidos.
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En el caso del gobierno autonómico de Valcárcel nos encontramos que la inversión por alumno
en educación obligatoria en Murcia está 1.000 euros por debajo de la media española, la
segunda cifra más baja del país. La inversión en I+D+i está un 7% también por debajo de la
media. La tramitación de ayudas a la dependencia lleva un retraso de 8 meses con las
consecuencias que eso conlleva para muchísimas familias. Tenemos el segundo peor servicio
de sanidad pública en España según la Federación de Asociaciones por la Defensa de la
Sanidad Pública (FADSP) y el poder adquisitivo por habitante más bajo del país, un 16.1% por
debajo de la media.
Estas cifras demuestran que mientras desde el gobierno central se promovía un cambio de
modelo económico menos dependiente de la construcción residencial y el consumo interno, el
gobierno regional del PP promovía ese mismo modelo de manera implacable. Desde la
izquierda se denunció en su momento, pero el gobierno regional no escuchó; en su lugar se les
acusó de demonizar a los constructores que tanto aportaban a la economía regional.
Nadie niega la aportación de la construcción a la economía murciana en la última década.
Tampoco se puede achacar a gente trabajadora que aspire a una vida mejor para ellos y para
sus familias. Pero sí se puede acusar a este gobierno regional de haber engañado a mucha
gente, gente que en estos momentos sufre situaciones financieras precarias, promoviendo un
modelo económico regional insostenible y tan dañino, en vez de reinvertir las ganancias como
ha hecho el gobierno central desde 2004.
Pero no es sólo eso, sino que este gobierno también ha hipotecado el futuro de nuestra región
para cuando el resto del país esté saliendo de la crisis. En los años 90, Murcia era la cuna de la
producción frutícola y conservera de España, “la huerta de Europa”, el eslogan
turístico-comercial de entonces. Ahora en su lugar yace una región yerma, llena de esqueletos
de edificios a medio hacer y de grúas paradas. La industria conservera desaparecida, la huerta
vendida al mejor postor, y el nuevo eslogan regional, “Murcia - no typical”, un bochorno de
600,000 euros. Este es el futuro que depara a muchas familias murcianas después de catorce
años de gobierno la política del señor Valcárcel. La riqueza se ha marchado tan rápido como
vino. Mientras el gobierno regional hace oídos sordos a cualquier responsabilidad propia y echa
toda la culpa al gobierno central.
Este gobierno regional que ha dejado a la región en recesión después de haber destruido la
poca industria que teníamos, echa la culpa a un gobierno central que, como las cifras
demuestran, ha invertido en la región más que cualquier otro gobierno anterior. Un gobierno
central que ha luchado para provocar un cambio en el modelo económico español que
aumentase la estabilidad y calidad de los puestos de trabajo, que incrementase la
competitividad de nuestro país en Europa y para que los servicios públicos fuesen de calidad
para todos. Pero Valcárcel ha preferido perpetuarse en el poder en el corto plazo a costa del
bienestar de los murcianos a largo plazo. Lo verdaderamente preocupante es que nadie puede
negar que esa estrategia le ha funcionado todos estos años.
En Murcia no hemos entendido el sistema político que aprobamos en la Constitución de 1978 y
en el estatuto de autonomía de 1982. No hemos aprendido a identificar quiénes son
responsables de qué políticas para castigarlos en las urnas por habernos fallado. El gobierno
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de Valcárcel no sólo ha arruinado económicamente Murcia y dañado su imagen en el resto de
España y Europa, sino que además tiene la desfachatez de obviar cualquier responsabilidad en
esta crisis y sus consecuencias. Es hora de que cada palo aguante su vela, dejar claro a los
señores Rajoy y Valcárcel que ellos han tenido culpa, y mucha, en esta crisis y por ello los
murcianos debemos exigir un cambio en el gobierno regional, por el bien de nuestra región.
Mario López Areu, colaborador del Foro Ciudadano
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