DECLARACIÓN DE BEIJING SOBRE INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

DECLARACIÓN DE BEIJING SOBRE
INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS
Adoptada por consenso por el
Foro Internacional de Alto Nivel sobre Inocuidad de los Alimentos
«Mejora de la inocuidad de los alimentos en una
comunidad mundial»
celebrado en Beijing
(República Popular de China)
los días 26 y 27 de noviembre de 2007
Recordando que el acceso a una alimentación nutricionalmente adecuada y sana es el derecho
de cada persona1 y reconociendo que:
• La supervisión de la inocuidad de los alimentos es una función fundamental de la salud pública que
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protege a los consumidores de los riesgos sanitarios debidos a los agentes biológicos, químicos y
físicos presentes en los alimentos así como a las condiciones de los alimentos;
Si no se controlan, los riesgos que conllevan los alimentos pueden ser importantes causas de
enfermedad y muerte prematura, así como de pérdidas de productividad y graves cargas
económicas;
La igualdad en la aplicación de medidas en pro de la inocuidad de los alimentos entre países así
como dentro de los países puede mejorar la inocuidad de los alimentos a escala mundial;
Los sistemas integrados de inocuidad de los alimentos son los más indicados para abordar los
riesgos potenciales en toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo;
Las medidas para la inocuidad de los alimentos deben basarse en pruebas científicas sólidas y en
firmes principios de análisis de riesgos, y no deben oponer barreras innecesarias al comercio;
La producción de alimentos inocuos incumbe primordialmente a la industria alimentaria;
La educación de los consumidores es decisiva para promover prácticas seguras en relación con los
alimentos en el hogar; y
La comunicación interactiva con los consumidores es importante para velar por que en el proceso de
adopción de decisiones se tengan en cuenta los valores y las expectativas de la sociedad.
Se insta, por tanto, a todos los países a que:
• Establezcan autoridades competentes en materia de inocuidad de los alimentos como órganos de
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salud pública independientes y de confianza dentro de un marco legislativo completo que abarque
desde la producción hasta el consumo;
Adopten una reglamentación transparente y otras medidas basadas en el análisis de riesgos para
garantizar la seguridad del suministro de alimentos desde la producción hasta el consumo,
armonizadas con las orientaciones de la Comisión del Codex Alimentarius y otros órganos
normativos internacionales pertinentes;
Garanticen un cumplimiento adecuado y efectivo de la legislación en materia de inocuidad de los
alimentos utilizando métodos basados en el riesgo, como el sistema de análisis de peligros en puntos
críticos de control, siempre que sea posible;
Establezcan programas de vigilancia de los alimentos y de la dieta total que estén vinculados con los
sistemas de vigilancia de enfermedades humanas y de enfermedades de animales destinados a la
alimentación humana con el fin de obtener información rápida y fiable sobre la prevalencia y la
aparición de enfermedades transmitidas por los alimentos y de riesgos asociados a los alimentos en
el suministro de alimentos;
Establezcan procedimientos, incluidos sistemas de localización y de retirada de productos junto con
la industria, para identificar, investigar y controlar rápidamente los incidentes que afecten a la
inocuidad de los alimentos, y que informen a la OMS sobre aquellos que estén cubiertos por el
Reglamento Sanitario Internacional (RSI) (2005) por conducto de la Red Internacional de
Autoridades en Materia de Inocuidad de los Alimentos (INFOSAN) y el centro nacional de enlace
del RSI;
Comuniquen y consulten efectivamente con los consumidores, la industria alimentaria y otros
interesados directos en la elaboración, la aplicación y el examen de políticas y prioridades en
materia de inocuidad de los alimentos, incluida la educación y otras cuestiones de interés; y
Aceleren el fortalecimiento de las capacidades en materia de inocuidad de los alimentos mediante
una cooperación efectiva entre países en desarrollo y países desarrollados, así como entre países en
desarrollo, promoviendo así una mayor inocuidad de los alimentos para todos.
Declaración Mundial sobre la Nutrición (1992), Conferencia Internacional FAO/OMS sobre Nutrición, Roma.