REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES Salón “Arturo Illia” — H. Senado de la Nación Martes 21 de junio de 2005 Presidencia de la señora senadora Cristina Fernández de Kirchner 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales — Pág. 2 En el salón Arturo U. Illia del H. Senado de la Nación, a las 16 y 35 del martes 21 de junio de 2005: Sra. Fernández de Kirchner.— Teniendo quórum reglamentario, damos comienzo a esta reunión, que tiene por objeto recibir declaraciones testimoniales en relación al proyecto por el cual se solicita la intervención del Poder Judicial de la provincia de San Luis. En primer término va a declarar el doctor Alberto Ítalo Balladini, presidente de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas, a quien invitamos a pasar a esta sala de reuniones. — Ingresa en el salón el señor Alberto Ítalo Balladini ocupa el lugar reservado para los declarantes. Sra. Fernández de Kirchner.— Buenas tardes, doctor. Le pido por favor que acredite su identidad con cualquier tipo de documento que tenga ante la secretaria de la comisión, la doctora Valeria Loira. — El doctor Alberto Ítalo Balladini exhibe documentación a la secretaria de la comisión. Sra. Fernández de Kirchner.— La mecánica será la siguiente: tal cual hemos acordado en las reuniones anteriores, los miembros de la subcomisión comenzarán con las preguntas. Durante el momento en el cual está desarrollando su exposición la persona que viene a prestar testimonio, cualquiera de los señores senadores puede pedir una interrupción para hacer una aclaración o para formular alguna pregunta sobre lo que se está manifestando y, una vez que la comisión formule las preguntas que ya están integradas, el resto de los señores senadores podrán formular las preguntas que estimen convenientes. Doctor Balladini: Será el doctor Guinle, miembro de la subcomisión, quien comenzará a formular las preguntas. Se aclara que las preguntas que se le van a formular no es que hayan sido hechas por miembros de la subcomisión sino que se trata de las preguntas que los distintos señores senadores y señoras senadoras acompañaron en los pliegos de interrogatorio cuando se ofreció la prueba. Digo esto para que quede claro. Adelante, doctor Guinle. Sr. Guinle.— Doctor Balladini: inicialmente, le formularé las preguntas que realizó la señora senadora Negre de Alonso, la primera de las cuales se refiere a las generales de la ley. En realidad usted ya se ha identificado, pero si quiere aclarar algunos otros aspectos relacionados con esta cuestión, con todo gusto lo escucharemos. Sr. Balladini.— Bueno, no me comprenden las generales de la ley. Yo soy presidente de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas y Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, a su vez, presidente del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Río Negro, cargo —el de la Presidencia de la Junta Federal— que desempeño hace tres años. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 3 Con respecto a la provincia de San Luis y a su Poder Judicial, los miembros del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de San Luis son asociados a la institución que presido y no me encuentro inhabilitado para declarar en estas circunstancias. Sr. Guinle.— La segunda pregunta formulada por escrito es si conoce la declaración de fecha 11 de abril de 2005 de la Junta Federale de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas, en la cual dicha Junta fija su posición sobre la situación del Poder Judicial de San Luis; en su caso, si puede decir en qué consiste la mencionada posición. Sr. Balladini.— Yo no la traje. ¿Quiere que la reconozca? Sr. Guinle.— No. Fundamentalmente, si puede decir en esencia qué es lo que trata. Obviamente, nosotros la tenemos agregada a las actuaciones. Sr. Balladini.— Efectivamente, este tema ha sido una constante preocupación de la Comisión Directiva de la Junta Federal de Cortes; tal es así que, de acuerdo a los antecedentes, nosotros nos reunimos mensualmente y precisamente uno de los temas que nos ocupa en dichas reuniones es el de la situación en la provincia de San Luis y el pedido de intervención parcial a su Poder Judicial. Efectivamente, nosotros, con fecha 11 de abril, emitimos una declaración en donde dejamos sentada en términos generales nuestra total discrepancia con la intervención parcial al Poder Judicial de San Luis o a cualquier estado provincial. Esto surge del propio estatuto que rige a la Junta Federal de Cortes que, en líneas generales, sostiene la necesidad de preservar y consolidar la independencia de los poderes judiciales provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y defender rigurosamente el estado de derecho y la división de poderes, oponerse a la puesta en comisión de los jueces, la intervención autónoma del Poder Judicial y demás medidas análogas que afecten la independencia y la garantía del debido proceso resguardadas por la Constitución. Y, cuando se produzca la intervención federal de una provincia o de su Poder Judicial, quedará suspendida durante el lapso que dure la misma la participación como miembro titular en la asamblea y/o Comisión Directiva de la Corte o superior tribunal respectivo. Es decir que estoy obligado estatutariamente a defender la oposición a cualquier forma de intervención autónoma de los poderes judiciales. Y quizás en esta audiencia me pueda explayar más sobre el tema, porque nuestra postura no es solamente la intervención al Poder Judicial. Entendemos que si se dan las condiciones y el Congreso de la Nación hace uso de las facultades que le otorga el artículo 6° de la Constitución Nacional y dispone la intervención federal a un estado provincial, entendemos que se debe omitir al Poder Judicial y que la intervención que se ordene debe recurrir al sistema normativo vigente en la provincia en ese momento, para poder solucionar los problemas que pueda presentar el Poder Judicial. Sr. Guinle.— En realidad creo que la siguiente pregunta está respondida con su intervención anterior, ya que refiere lo siguiente: ¿qué opinión tiene la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas sobre las 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 4 intervenciones a los poderes judiciales provinciales? Obviamente la ha contestado con la aseveración posterior. Sr. Balladini.— Pero podría agregar algo más, si usted me permite, señor senador. Sr. Guinle.— Con todo gusto. Sr. Balladini.— La República Argentina, desde su constitucionalización —desde el año 1853—, registra el triste récord de más de 175 intervenciones federales a lo largo de su historia. Esto, por supuesto, creemos que va en menoscabo del sistema y ha provocado esta expedición de la Junta Federal, que ha sostenido también que a partir de la Reforma Constitucional de 1994 y la adhesión a los pactos internacionales, no es posible desde un punto de vista jurídico la intervención federal a los poderes judiciales provinciales en su doble variante: cuando recae sobre el Poder Judicial autónomamente y cuando se interviene a los otros poderes de la provincia. Esto es a lo que hacía referencia en mi introducción. También nosotros entendemos que la Constitución está construida con preceptos o principios constitucionales y se deben tratar por todos los medios que no colisionen. Y cuando están en tela de juicio varios preceptos constitucionales a la vez, por ejemplo el sistema republicano, amenazado por el pedido de una intervención al Poder Judicial, o el sistema federal, porque se afecta la autonomía provincial, el federalismo que asegura a cada provincia y el goce pleno de sus instituciones, cuando dicha amenaza se prolonga sobre los jueces naturales, que serán sustituidos por otros sin ningún control, cuando se amenaza la validez de los procesos judiciales y las garantías del artículo 18 de la Constitución Nacional, es decir, cuando —como dijera el maestro Pedro frías— reaparece la leyenda negra de la intervención federal, en estos casos debemos acudir a los instrumentos internacionales que hoy poseen supremacía constitucional respecto de la Constitución literal. Yo hago esta referencia en función de las definiciones que nos da la Constitución Nacional pero, si este honorable Congreso lo requiere, también podré hacer referencia a las cuestiones fácticas de las intervenciones y de las consecuencias que han traído para los estados provinciales las experiencias que hemos tenido en los últimos años. Sr. Guinle.— Se le van a realizar una serie de preguntas y luego cada uno de los senadores va a poder intervenir para preguntar o repreguntar en consecuencia. ¿Conoce cómo era la situación del Poder Judicial de la provincia de San Luis desde el año 1995 hasta fines del año 2004? Sr. Balladini.— Conozco la realidad en su conjunto de la provincia de San Luis y, por supuesto, la situación de su Poder Judicial. Nosotros, desde la Junta Federal de Cortes, hemos marcado en forma permanente la necesidad de darle sustento a la independencia del Poder Judicial como elemento esencial para recrear el sistema tripartito de poderes. La realidad que nos mostraba aquel entonces era que ha existido una fuerte intromisión del poder político dentro de la esfera judicial. Nosotros, con declaraciones en reuniones de carácter institucionales, hemos tratado 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 5 permanentemente de persuadir y lograr el encauzamiento del Sistema Judicial de la provincia de San Luis y el no apartamiento de las prescripciones constitucionales. Sr. Guinle.— ¿Considera que afecta las garantías constitucionales una ley que dispone que los jueces deben someterse a un examen de idoneidad cada cuatro años ante una comisión de evaluación técnica? Sr. Balladini.— Este es un tema que está en discusión en distintos ámbitos, no solamente propios del Poder Judicial sino en la esfera de la sociedad. En principio, considero que los jueces rinden examen cotidianamente a través de sus sentencias, y que su cargo dependa de un examen de idoneidad cada cuatro años entiendo que puede restringir la garantía de la inamovilidad que marca la Constitución Nacional y las constituciones provinciales. Entiendo que existen otros procedimientos para evaluar la condición en la cual se encuentra un juez en su función; no descarto exámenes psicofísicos. Y, en cuanto a la idoneidad, vuelvo a repetir que considero que la función y la permanente expedición de las resoluciones que dicta un juez son suficientes para evaluar su contracción al trabajo, su capacidad y su imparcialidad y existen los remedios legales para someterlo, en el caso de algún desvío, a juicio político. Sr. Guinle.— ¿Considera, doctor Balladini, que la reducción de los salarios de los magistrados judiciales afecta alguna garantía constitucional? Sr. Balladini.— Este es otro tema también muy álgido y que ha merecido una permanente discusión que va más allá del ámbito meramente judicial; es decir, la sociedad argentina se ha interiorizado de este problema, máxime por las crisis que nos han envuelto desde hace mucho tiempo a esta parte y por el estado de emergencia. La Constitución Nacional, en su artículo 110, define que los jueces no pueden ver disminuidas bajo ningún caso sus remuneraciones; y las constituciones provinciales también establecen este principio de la intangibilidad. Yo, en honor a la verdad, hace doce años que pertenezco al Poder Judicial de la provincia de Río Negro, siempre en la función de vocal del Superior Tribunal de Justicia de dicha provincia — antes había ejercido durante 21 años la profesión—, y ante una grave crisis que se suscitó allá por el año 1995 o 1996 en mi provincia, yo pregoné una rebaja salarial en el sector del Poder Judicial en contribución conjuntamente con todos los sectores de la comunidad. Pero considero que, salvo una cuestión muy especial, de una grave trascendencia, me defino por la intangibilidad, no como un privilegio para los jueces sino como un principio que le da sustento, junto a la estabilidad, para el ejercicio de la magistratura. Sr. Guinle.— ¿Considera, doctor Balladini, ajustado a derecho las leyes que suspenden el dictado de medidas cautelares con efecto retroactivo y la suspensión de la ejecución de sentencia contra el Estado resguardando la inembargabilidad de sus bienes? Sr. Balladini.— En tanto y en cuanto esos bienes del Estado estén dentro del esquema del servicio público. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 6 Cuando se trata de los bienes del Estado como persona privada creo que es factible el dictado de medidas cautelares. Sr. Guinle. — ¿Considera que la reelección indefinida del presidente del Superior Tribunal de Justicia viola la disposición constitucional del artículo 206 de la Constitución de la provincia de San Luis? Sr. Balladini. — ¿Me podría dar la Constitución, por favor? Sr. Guinle. — Le leo el artículo: “El cargo de presidente del Superior Tribunal se turna anualmente entre sus miembros comenzando por el de mayor edad”. Sr. Balladini. — ¿Eso es todo? Sr. Guinle. — Sí. La pregunta es si la reelección indefinida del presidente del Superior Tribunal de Justicia viola la disposición que le leí. Sr. Balladini. — Creo que si existe unanimidad dentro de sus miembros, formalmente podría darse la reelección. Pero considero que no es sano institucionalmente permanecer mucho tiempo en el cargo de presidente de un tribunal. En la provincia de Río Negro, por mandato constitucional está establecido que el presidente dura un año en sus funciones y debe ser renovable cada año en el mismo. Y salvo por una cuestión muy excepcional puede repetir. Pero no se ha dado aún en estos doce años en que estoy como integrante de ese Superior Tribunal. Pero creo que —vuelvo a repetir— el sistema democrático, la transparencia, determinan que los miembros que ejercen la Presidencia deben renovarse anualmente o cada dos años, pero debe haber una renovación. Sr. Guinle. — Tiene la palabra la senadora Ibarra. Sra. Ibarra. — Sólo para ver si es un tema de comprensión. El artículo 206 de la Constitución de San Luis dice específicamente: “El cargo de presidente del Superior Tribunal se turna anualmente entre sus miembros comenzando por el de mayor edad”. Es una disposición constitucional. La pregunta era si usted cree que viola o no la Constitución la reelección continuada del presidente. Y yo probablemente no le entendí bien su contestación. Por eso le pedía una reiteración específica hacia mí. Sr. Balladini. — En principio, el mandato constitucional es la renovación. Y dice expresamente “anualmente”. Podría caber, en un caso muy excepcional, que repita la Presidencia. Pero creo que no es aconsejable —tengo una experiencia de muchos años en esto— la reiteración de las presidencias, porque hace a la transparencia de la función también el no repetir. Sr. Guinle. — Doctor Balladini: ¿considera que una ley que dispone la caducidad de los mandatos de los miembros del tribunal de enjuiciamiento y le sustrae de su conocimiento las causas y denuncias en trámite viola alguna garantía de raigambre constitucional? Sr. Balladini. — Senador: no tengo la Constitución de San Luis presente en su integridad; si no, tendría que conocer las de los veintitrés Estados provinciales. Sr. Guinle. — En realidad, doctor, se refiere a pactos internacionales, es decir, a garantías constitucionales en general. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 7 Sr. Balladini. — ¿A qué artículo se refiere? Sr. Guinle. — A ninguno. Se refiere, en general, a garantías constitucionales, pactos internacionales. Es decir, a si en realidad una ley que dispone la caducidad de los mandatos de los miembros del tribunal de enjuiciamiento y sustrae de su conocimiento las causas y denuncias en trámite está violando o no alguna garantía de raigambre constitucional. Sr. Balladini. — Yo creo que, si bien es en la faz administrativa, está sustrayendo el proceso de sus jueces naturales, y considero que no es posible que una ley posterior determine el no funcionamiento de un tribunal de enjuiciamiento cuando existen causas pendientes, como lo señala la pregunta. Sr. Guinle. — ¿Conoce si en San Luis se ha dictado una ley de esas características? Sr. Balladini. — No la recuerdo, señor senador; no lo tengo presente. Sr. Guinle. — ¿Conoce sobre la presunta existencia de renuncias anticipadas por parte de los jueces a requerimiento de funcionarios del Poder Ejecutivo provincial de San Luis? Sr. Balladini. — Conozco esta circunstancia que usted me señala, señor senador, a través de los medios periodísticos, y que luego recabara, en mi condición de presidente de la Junta Federal, al único miembro en aquel entonces en funciones del Superior Tribunal de Justicia de San Luis, sobre la realidad de la versión que los medios me habían suministrado, de esta cuestión de la firma anticipada de renuncias. Pero yo no lo conozco en forma directa sino a través de la información periodística y la confirmación del único miembro en aquel momento del Superior Tribunal de Justicia de San Luis. Sr. Guinle. — Si algún señor senador quiere preguntar, pedir alguna aclaración. Tiene la palabra el senador Massoni. Sr. Massoni. — ¿Conoce usted si en el pasado han ocurrido intervenciones parciales al Poder Judicial? Sr. Balladini. — Sí, señor senador. En la provincia de Corrientes se dio un caso donde hubo el dictado de la intervención federal a la provincia de Corrientes. Y posteriormente rehabilitados los poderes ejecutivo y legislativo, solamente la intervención recayó sobre el Poder Judicial de Corrientes. Y sé también de las consecuencias, porque una vez que se normalizó la provincia de Corrientes, el ochenta por ciento de aquellos jueces destituidos por la intervención, reingresó por concurso al Poder Judicial de Corrientes. Sr. Massoni. — ¿Cuál es la causa real, en cuanto a la intervención, atento que es un poder independiente, y que una vez efectivizada la intervención, las normas internas de cada Estado federal procederán a designar los jueces como corresponde? Sr. Balladini. — No le entendí la pregunta, señor senador. Sr. Massoni. — En determinado momento usted dijo que es un poder independiente. En su independencia, ese poder, y con algunos antecedentes, si es independiente no afectaría de alguna manera a los otros poderes. Y una vez efectivizada la intervención, es lógico que la provincia proceda, dentro del marco de sus propias normas, a designar los nuevos jueces. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 8 Sr. Balladini. — Porque entiendo —si es que le entendí bien la pregunta— que la inamovilidad de los jueces es un mandato constitucional, motivo por el cual consideramos que una intervención federal no puede hacer cesar la función en la magistratura de un juez. Porque nosotros hemos sostenido y nos hemos preguntado hasta qué límite la intervención federal puede restringir otros principios constitucionales de la misma jerarquía, cuya supremacía se ha fortalecido por la ampliación del bloque de constitucionalidad, a partir de la incorporación de los tratados a los que se refiere el artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional. Es decir, Declaración de los Derechos Humanos de 1948, Convención Americana sobre Derechos Humanos de San José de Costa Rica de 1969 y Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966. Lo que sucede es que la intervención federal está contenida dentro de la Constitución, en el artículo 6°. El Congreso de la Nación hace uso de esa facultad, pero, a su vez, hay que ser muy cuidadoso de que no colisione esta intervención federal con otros principios que contiene la Constitución, como ser, por ejemplo, la inamovilidad de los jueces. Entonces, si se decreta la intervención federal, que esa intervención, con respecto al Poder Judicial, utilice los mecanismos institucionales que rigen en esa provincia para remover o designar nuevos jueces. Esta es la postura. Sr. Massoni. - En consecuencia, ¿usted piensa que cuando existe un problema en el Poder Judicial de una provincia la que incumple es la totalidad de la provincia y, por lo tanto, habría que intervenirla, atento que no garantiza la existencia de un Poder Judicial independiente? Sr. Balladini. - Lo que nosotros sostenemos es que se debe intervenir a los restantes poderes porque ellos tienen que generar todas aquellas normativas tendientes a procurar que el Poder Judicial se mantenga dentro del ámbito institucional. Con esto quiero significar que una intervención cuenta con la herramienta legal para poder disponer la remoción -como dije- de los miembros del Poder Judicial, o bien la designación. Pero no puede quedar a capricho de la intervención de turno. Y usted tiene cabalmente demostrado esto con la expedición de la actual Corte Suprema de Justicia. Porque cuando la intervención de Santiago del Estero quiso modificar, a través de una constituyente, el artículo 14 de la Constitución de esa provincia, la Corte Suprema le negó esa posibilidad y no tuvo facultades para convocarla. Sr. Massoni. - ¿Conoce usted las resoluciones del Colegio de Abogados de Mercedes y de San Luis capital? Sr. Balladini. - No conozco su contenido exacto. Sé que se han emitido distintas resoluciones. Inclusive, se ha institucionalizado la colegiación. Y los que estaban en el mandato desde el año anterior van a proseguir hasta la finalización del mismo. Sr. Massoni. - Senador Guinle: ¿puedo pedir la lectura de las dos resoluciones, para conocimiento del testigo? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 9 Sr. Guinle. - Está bien. Por Secretaría se dará lectura. Sra. Secretaria. - (Lee:) [Incorporar texto] Sr. Massoni. - Pido la palabra. Sr. Guinle. - Señor senador: falta otro pronunciamiento. Pero le concedo el uso de la palabra, por si quiere acotar algo. Sr. Massoni. - La otra resolución es similar a esta. Le formulo una pregunta al señor testigo. En un contexto fáctico como el que se ha relatado en los fundamentos, ¿cuál es, para usted, la solución? Sr. Balladini. - La declaración emitida por el Colegio de Abogados de Mercedes, provincia de San Luis, ofrece algunas contradicciones. En un comienzo parece que atribuye toda la deficiencia del sistema al Poder Judicial. Y posteriormente también señala el papel que le corresponde a los otros poderes del Estado. Nosotros estamos en una sociedad en crisis. Toda la sociedad argentina está en crisis. Y muchas veces pretendemos que el Poder Judicial -cuando nos toca acudir a él- esté integrado por gente que se encuentre fuera del contexto de crisis al cual hice mención. Creo que nosotros debemos tener presente la realidad de nuestra Argentina. Porque si no asumimos los errores que tenemos cotidianamente cada uno de nosotros y, a su vez, no tratamos de mejorar individualmente para después extender esa mejora en el conjunto, seguramente no vamos a encontrar el camino que nos lleve a cumplir con los objetivos de tener un país mejor. Creo que los males del Poder Judicial de San Luis no se los podemos achacar solamente a los que integran dicho poder. Por ejemplo, la firma anticipada de las renuncias de funcionarios o magistrados a designar es achacable a quienes tienen el poder de designar, pero también es imputable a quienes van a asumir una función de tanta envergadura, como la de un juez, y hacen esto. Por lo tanto, evidentemente todo el sistema tiene responsabilidad. ¿Y cómo se arregla esto? En San Luis existen normativas. Existe un Consejo de la Magistratura para la proposición de ternas y un Tribunal de Enjuiciamiento que integran inclusive- los abogados. Y me pregunto: ¿es necesario y los resultados van a ser positivos si arrasamos con todo el sistema judicial de San Luis? ¿No existen muestras, ya, de otras intervenciones federales en la Argentina donde las consecuencias fueron peores que las situaciones que se estaban viviendo antes de ellas? ¿No sería necesario tratar de concientizar a los puntanos para que modifiquen su estructura mental frente a esta problemática y que asuman la responsabilidad, desde cada sector, para que el Poder Judicial sea realmente independiente? En el Poder Judicial de San Luis debe haber mucha gente capacitada, con idoneidad para la función, pero que esté envuelta en todo este torbellino de deficiencias. Y creo que son rescatables. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 10 Por eso, ¿por qué no se busca, en primer lugar, aplicar las normativas para los jueces morosos, como se denuncia a través de los abogados -y no me caben dudas de que debe ser así-; sustituirlos por otros jueces -más aún ahora que tienen la posibilidad de integrar el Consejo de la Magistratura y de proponer elecciones-; monitorear las ternas que se envíen y simplificar el funcionamiento del tribunal de universitarios que debe tomar la oposición a los postulantes, hacer una calificación adecuada de su rendimiento académico y no declarar, simplemente, si es apto o no y evaluar todos sus antecedentes y demás? Porque creo que si se arrasa con el Poder Judicial de San Luis y quedan todas las otras estructuras institucionales vigentes no se va a solucionar absolutamente nada; vamos a tener, dentro de muy poco tiempo, más de lo mismo. Motivo por el cual esto es una problemática institucional muy seria y hay que evaluarla con el conjunto de todos los que estamos preocupados por esta situación. Hay que hacer un aporte: ir a San Luis, hablar con sus autoridades, modificar estructuras mentales. Tengo la experiencia reciente de Santiago del Estero. Allí, una vez que se produjo la solución institucional con las elecciones y la designación del nuevo gobernador y demás autoridades de dicha provincia, ahora se han propuesto iniciar el camino de la reforma constitucional. La Junta Federal de Cortes, a través de distintos representantes, ha concurrido y hemos sido anoticiados de que todos los sectores políticos de Santiago del Estero han formado una lista única para presentar candidatos a constituyentes, porque los propios santiagueños han comprendido la necesidad de los cambios. Y ellos han tenido recientemente la experiencia de una intervención federal. Sr. Massoni. - Estoy convencido de que son opiniones y respecto de ellas puede haber diferencias. Sr. Guinle. - Tiene la palabra la senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso. - Voy a empezar con algunas repreguntas. En primer lugar, con respecto al último tema, que es el de Santiago del Estero. Leí en un artículo de “La Nación” que creo que fue publicado el 18 de mayo del corriente año, que las nuevas autoridades constitucionales de Santiago del Estero habían dejado afuera aun a los jueces que venían con acuerdo -no nombrados por la intervención-, no tocados por la intervención. ¿Me puede corroborar esa información? Sr. Balladini. - Veintiocho jueces. Sra. Negre de Alonso. - Fueron veintiocho jueces con acuerdo del gobierno constitucional, no tocados por la intervención. No obstante eso se les desconoció el acuerdo después de la intervención. Otra pregunta. Usted dijo que el Poder Judicial de San Luis no estaba ajeno a la crisis generalizada que había en el país, de muchos poderes policiales. ¿Está involucrando la noticia que da el diario “La Nación” hoy acerca del pronunciamiento de la Corte Suprema de la provincia Buenos Aires, respecto de las veinticinco mil personas detenidas sin proceso, y la presentación del mismo diario 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 11 sobre la gravedad de la situación del poder Judicial de la provincia Buenos Aires, que denuncia la propia Corte? Sr. Balladini. - La Corte de la provincia de Buenos Aires integra la Junta Federal. Por lo tanto, estamos anoticiados de la gravedad institucional que refleja esta situación que usted describe y de otras cuestiones que también hay en su seno. Sra. Negre de Alonso. - Como le han leído la declaración del Colegio de Abogados de Villa Mercedes y el senador por el Chubut le ha pedido una opinión sobre eso, le quiero preguntar, puntualmente, respecto del primer punto -la morosidad-, si usted tiene conocimiento de que ha habido jueces destituidos a pedido del Colegio de Abogados de Villa Mercedes por morosidad hace ya unos años. Sr. Balladini. - Sí, efectivamente. Sra. Negre de Alonso. - Con respecto al punto “b”, si usted tiene conocimiento de que el Consejo de la Magistratura ha llamado a concurso para trece de los veintiún cargos que dice el Colegio de Abogados de la ciudad de Villa Mercedes que se encuentran vacantes. Sr. Balladini. - No tengo presente la cantidad, pero sí que ha llamado a concurso. Y también, que se han propuesto tres nuevos miembros para el Superior Tribunal de Justicia. Sra. Negre de Alonso. — Cuatro. Sr. Balladini. — ¿Cuatro nuevos miembros? Sra. Negre de Alonso. — Disculpe, tiene razón, tres miembros superiores. Y se ha nominado también una magistrada para ocupar el cargo de Procuradora General de la provincia. Sr. Balladini. — Eso aparte, sí. Sra. Negre de Alonso. — Con respecto al punto c) del Colegio de Abogados de Villa Mercedes que ha hecho leer el senador Massoni, ¿tiene conocimiento que el Superior Tribunal de Justicia de la provincia está siendo ejercido por los jueces subrogantes? Sr. Balladini. — Hay un juez titular y hay tres jueces subrogantes que pertenecen al ámbito judicial, sí. Sra. Negre de Alonso. — ¿Tiene conocimiento, doctor, como presidente de Junta, que este Superior Tribunal subrogante ha dictado una acordada dando aumento a los empleados judiciales y acordando, y que los empleados judiciales han levantado el paro, del que da cuenta esta declaración? Le aclaro que no se la leímos, pero la declaración es del 22 de abril. Sr. Balladini. — Efectivamente. Yo tengo un informe presentado por... Sr. Guinle. — Le leyeron la fecha del pronunciamiento, señora senadora. Se lo leyeron. Sr. Balladini. — Sí. El doctor Eduardo Gatica, que es el miembro titular vigente en el Superior de Justicia de San Luis, ha informado a la Junta que se ha llegado a un acuerdo con el gremio SIJUPU, quien mantenía un largo conflicto desde el año anterior, desde noviembre, y que había afectado principalmente a la circunscripción 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 12 de Villa Mercedes. Y en el mes de abril, al principio, se normalizó totalmente la situación gremial. Sr. Negre de Alonso. — Gracias, doctor. Con respecto al punto d), e), ¿usted tiene conocimiento que con respecto a las denuncias, a los supuestos pedidos de renuncias anticipadas denunciados por la doctora Gretel Diamante de Ponce, existe un expediente que tramita en la Justicia Federal de la provincia de San Luis? Sr. Balladini. — Por medios de comunicación nada más. No he tenido acceso a ningún otra información al respecto. Sra. Negre de Alonso. — Gracias doctor. ¿Usted tiene conocimiento que el Colegio de Abogados de Villa Mercedes presentó a la Cámara de Diputados de la provincia, el 18 de mayo, una propuesta de modificación de la ley del Consejo de la Magistratura, presentación que ha realizado el día viernes 17 de junio al Senado de la provincia de San Luis, proponiendo una serie de modificaciones a la Legislatura provincial para mejorar el sistema del Consejo de la Magistratura? Sr. Balladini. — Tengo una información general suministrada por la persona a quien señalé, y quien a su vez ha manifestado a la Junta Federal, que el Jurado de Enjuiciamiento se normalizaría cuando el Colegio Forense remita tres abogados de la matrícula, conforme a lo previsto en el artículo 224 de la Constitución de la provincia de San Luis y lo prescripto en la reciente ley de colegiación de abogados y procuradores 0457 de 2005. Sra. Negre de Alonso. — Gracias doctor. Quería hacerle otra preguntita, ya saliendo de esto de lo que dijo el Colegio de Abogados de la provincia, que veo que está bien informado respecto a la actualidad de mi provincia. ¿Qué opina usted respecto a las audiencias públicas para los miembros del Poder Judicial? Es decir, que la comunidad participe, como el sistema que tenemos a nivel federal, para la Corte y para los jueces federales. Sr. Balladini. — En un proyecto que presenté en mi provincia, Río Negro, precisamente en uno de sus artículos incluía las audiencias públicas, porque las considero sumamente necesarias para que el ciudadano común tenga el conocimiento de quienes han de ocupar cargos en la magistratura. Bien se sabe que para postularse a un cargo político se debe intervenir en una elección, y que queda a consideración del ciudadano votar el día de las elecciones y demás. Cuando se elige a un juez, en mi caso, en mi provincia, a un funcionario que tiene estabilidad también por el artículo 199 de la Constitución de Río Negro, bien se sabe que es de por vida, salvo que haya una disfuncionalidad, ocurra muerte o una cuestión de discapacidad. Motivo por el cual, creo que el ciudadano, y más en comunidades chicas como son en general en todas las provincias, sepa quién va a ocupar tan importante cargo y pueda opinar referente al postulante. Me parece muy positiva esa circunstancia. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 13 Sra. Negre de Alonso. — Muy bien, doctor. Cuando el senador Massoni recién le planteó cuál es su visión, qué opina usted, cómo se podría sanear la crisis del Poder Judicial de la provincia de San Luis, usted dijo —o a lo mejor lo entendí así—: mejorar el nivel académico de quienes se llama para tomar examen a los jueces... No, mejor dicho, no a los jueces: a quienes intentan ingresar u ocupar un cargo. ¿Lo interpreté bien? Sr. Balladini. — No, creo que es un conjunto de medidas. Justamente, lo que usted menciona es en lo que respecta al examen de oposición. Creo que debe ser un tribunal de universitarios reconocidos. No deben estar ajenos en la designación de estos miembros del jurado los colegios de abogados; las universidades también deben aportar lo suyo. Y lo que señalé es que el resultado de ese examen tiene que hacer una evaluación; no solamente como es en la actualidad: “apto o no apto”. No sé cuál es el término que se utiliza en San Luis, pero creo que es así. Sra. Negre de Alonso. — Son dos cosas distintas, pero ahora lo aclaramos. ¿Usted conoce las personalidades académicas que han ido a tomar examen en la provincia de San Luis? Sr. Balladini. — Lo que sí sé es que han sido designados solamente por el Superior Tribunal de Justicia. Sra. Negre de Alonso. — Han sido convocados. ¿Usted tiene conocimiento de los convenios que tiene firmados el Poder Judicial de la provincia de San Luis con la Universidad de Córdoba o la de Santa Fe? Sr. Balladini. — No conozco, senadora. Sra. Negre de Alonso. — Con respecto a los integrantes del Poder Judicial, aunque no influya en el mantenimiento de sus cargos, porque la ley de concursos de la provincia dice “apto” o “no apto”, pero no influye en una causal de destitución, no es causal de destitución: ¿usted considera que los jueces no deben mantenerse actualizados? Digamos, los mismos requerimientos que tiene un profesor universitario cada cuatro años, o el abogado de la profesión en el día a día. ¿No tiene que haber un sistema que yo no digo que obligue, pero que incentive al juez a mantenerse actualizado, estar con las últimas normas, hacer cursos, etcétera? Sr. Balladini. — Esa incentivación a la cual usted se refiere entra en el ámbito de lo que es la capacitación judicial. Y la promoción de la capacitación judicial no sólo depende de la actitud que tome la persona involucrada —en este caso, un magistrado— sino también de los planes de capacitación que plantee la conducción del Poder Judicial. Yo creo que en todos los poderes judiciales debe existir una escuela de capacitación judicial, y además concientizar a los miembros del Poder Judicial para que contribuyan con su aporte a la capacitación, e incluso ordenando cursos en forma obligatoria. Pero de lo que hice mención fue de que la ameritación de un juez no solamente dependería de una evaluación que se haga cada cuatro años, porque esto crea incertidumbre, sino que la evaluación de un juez se debe hacer en forma permanente a través de sus sentencias. Porque yo le digo lo siguiente, señora 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 14 senadora: si un juez es ameritado cada cuatro años —y usted sabe muy bien que muchas veces existen factores que distorsionan la evaluación—, me pregunto qué postulante vamos a tener para cargos judiciales si sabe que a los cuatro años, por esta contienda evaluadora a la cual se debe someter, va a quedar fuera del sistema y tiene que volver a su estudio y empezar totalmente de nuevo. Lógicamente esto va a traer incertidumbre y las propuestas de postulantes se van a resentir. Yo sostengo que los jueces deben ser ameritados en función de lo que cumplen en su función de jueces o funcionarios y no agregándole otros elementos, aunque no dejo de lado —porque nosotros así lo hemos estatuido para personas de determinada edad en mi provincia— el tema de la evaluación psicofísica cada dos años, porque esto también nos permite tener una idea de dónde está ubicado ese juez frente a la problemática actual e, inclusive, en lo personal. Sra. Negre de Alonso.— Está bien, doctor, lo que pasa es que usted me responde partiendo de un supuesto fáctico de que el examen de idoneidad significa la destitución, y no es. Le quiero decir que me parece muy bien el tema del psicofísico porque, además, hace poco vimos que no sé en qué provincia se le había hecho un examen a un juez y no pasó el examen psíquico. Lo que usted dice, doctor, es que el juez se evalúa exclusivamente por su sentencia; entonces, ¿usted está de acuerdo en que el juez puede ser sometido al Jurado de Enjuiciamiento y ser destituido por el contenido de su sentencia? Sr. Balladini.— No; a lo que yo me refiero es no solamente al trabajo de su sentencia sino a todo un conjunto de actividades de su Juzgado. Por ejemplo, no estoy de acuerdo en que el juez sea sometido a enjuiciamiento por el contenido de su sentencia, pero si un juez es moroso en dictar sentencia sí se produce la disfuncionalidad y puede ser sometido, e inclusive le digo más, destituido por no dictar sentencias en término. Porque un juez que ha perdido la jurisdicción debido a su morosidad permanente sin justificar es pasible de una sanción de esa naturaleza. Sra. Negre de Alonso.— Muy bien. Por mí nada más. Muchas gracias, doctor Sr. Guinle.— ¿Algún otro senador desea preguntar? Sr. Menem.— Sí; yo. Sr. Guinle.— Tiene la palabra el señor senador Menem. Sr. Menem.— Buenas tardes. Sr. Balladini.— Buenas tardes, senador. Sr. Menem.— Quiero hacer una valoración integral de su testimonio rescatando algunos de sus conceptos. Usted ha hablado sobre el respeto a la independencia del Poder Judicial sobre principios constitucionales básico, como lo son la inamovilidad de los jueces y las garantías del artículo 5°de la Constitución. Tenemos los cargos que se hacen en virtud de las notas que se han leído acá. Entre esos cargos hay una ley respecto al Jurado de Enjuiciamiento, que por supuesto no tiene nada que ver con el Poder Judicial, porque las leyes no las sanciona el Poder Judicial sino la Legislatura; está el tema de las vacancias de 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 15 cargos, que tampoco es problema del Poder Judicial, porque no los designa el Poder Judicial sino otros poderes del Estado; se ha hablado del pedido anticipado de renuncias, que, en todo caso, los que presentan la renuncia no podrían alegarla porque estarían alegando su propia torpeza, que es un principio elemental del Derecho. De todos los cargos, el que parece como propio del Poder Judicial propiamente dicho sería el de la morosidad. Yo no quiero ofender a los jueces, pero como integrante de la Corte usted sabe que la morosidad es un cargo común que se hace en prácticamente todo el país y, si tuviéramos que intervenir por morosidad, creo que no muy pocos poderes judiciales cerrarían. Entonces, haciendo una valoración de su testimonio debo concluir que lo que usted sostiene es que los problemas que puede tener el Poder Judicial de San Luis no son atribuibles al Poder Judicial sino a otros poderes del Estado, y que, en todo caso, la intervención del Poder Judicial no solucionaría absolutamente nada. Sr. Balladini.— Efectivamente, señor senador. Sr. Menem.— ¿Esa es su posición? Sr. Balladini.— Sí; y, además, que es inconstitucional. Sr. Menem.— Gracias, doctor. Sra. Ibarra.— Pido la palabra. Sr. Guinle.— Tiene la palabra la señora senadora Ibarra. Sra. Ibarra.— ¿Cuándo se integró la Junta Federal de Cortes y Tribunales Superiores de Justicia? Sr. Balladini.— ¿Cuándo fue fundada? Sra. Ibarra.— Sí. Sr. Balladini.— Bueno, mire, comenzó a funcionar a partir del año 1992, y a partir del año 1994 se institucionalizó. Sra. Ibarra.— ¿Desde cuándo la integra usted? Sr. Balladini.— Y, yo la integro desde el año 1995, si mal no recuerdo. Sra. Ibarra.— ¿La integran todos los presidentes de los tribunales superiores? Sr. Balladini.— No, no... Sra. Ibarra.— ¿Por quiénes está integrada? Sr. Balladini.— Está integrada por todos los miembros de los superiores tribunales y cortes de las provincias argentinas y la Ciudad Autónoma. Y mi presidencia no es con motivo de ejercer la presidencia en mi provincia sino que la presidencia puede recaer en cualquier miembro de cualquier corte o superior tribunal de justicia. Sra. Ibarra.— ¿Cómo funciona? ¿Cómo toma sus decisiones la Junta Federal de Cortes? Sr. Balladini.— En reuniones de Comisión Directiva, con quórum. Sra. Ibarra.— ¿Quiénes integran la Comisión Directiva? Sr. Balladini.— Hay un comité directivo de ocho miembros, y después vocales, uno por cada estado provincial, y las decisiones se toman por mayoría. Sra. Ibarra.— Por mayoría de los ocho miembros que la integran... 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 16 Sr. Balladini.— No. El Comité Ejecutivo es para determinadas funciones. Cuando se hace reunión de Comisión Directiva, para el quórum se contabiliza también a todos los socios miembros, que es uno por tribunal que integra como vocal... Sra. Ibarra.— Uno por tribunal; o sea que hay un representante por provincia en la Comisión Directiva. Sr. Balladini.— Sí; un representante por provincia. Sra. Ibarra.— Motivo por el cual el quórum es la mitad más uno de la presencia de las provincias, y todos tienen que ser miembros de los tribunales superiores provinciales. Sr. Balladini.— Sí; y todos tienen que ser miembros de las cortes o superiores tribunales provinciales o de la Ciudad Autónoma. Sra. Ibarra.— O sea que esta declaración del 11 de abril de 2005 fue tomada en Comisión Directiva, con la mitad más uno... Sr. Balladini.— Sí; está en la respectiva acta, señora senadora. Si usted quiere le puedo acercar... Sra. Ibarra.— No; aquí dice “Comisión Directiva”, pero no tenemos las firmas; por eso mi pregunta. Sr. Balladini.— El acta está firmada y se la puedo acercar, si usted así lo prefiere. Sra. Ibarra.— No, no hace falta. Dos preguntas más y termino. La Constitución de San Luis, en el artículo 193, establece: “Prohíbese a los jueces y demás miembros del Poder Judicial intervenir en política de cualquier modo, salvo en la emisión del voto”. Sr. Balladini.— Sí. Sra. Ibarra.— ¿Usted cree que para poder cumplir con este precepto constitucional una persona que fue apoderada de un partido, que fue congresal del partido, que fue diputado del partido y demás, con el sólo hecho de renunciar un día antes.... Sr. Balladini.— Y fue senador también... Sra. Ibarra.— ...a integrar un tribunal superior puede integrar el Poder Judicial? ¿Usted cree que se cumple el precepto constitucional? Sr. Balladini.— Mire, el precepto constitucional, de una lectura en su mayor extensión, creo que sostiene que al momento de asumir o en el momento de ser propuesto no debe pertenecer ni realizar ningún tipo de actividad política. Sra. Ibarra.— No; se lo leo. Dice: “Prohíbese a los jueces y demás miembros del Poder Judicial intervenir en política de cualquier modo, salvo en la emisión del voto”. La pregunta es concreta: una persona que es apoderada de un partido, congresal de un partido político, diputado de un partido político y afiliado a un partido político durante 10 o 15 años puede renunciar a la afiliación de ese partido, integrarse como juez al tribunal y luego renunciar y volver a afiliarse al partido; entonces, le pregunto: ¿se cumple el precepto constitucional? Sr. Balladini.— Y, éticamente, no. Sra. Ibarra.— Gracias. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 17 Sra. Negre de Alonso.— ¿Podría hacer una pregunta? Sr. Guinle.— Sí, señora senadora. Sra. Negre de Alonso.— Doctor: si mal no recuerdo, porque no la encuentro entre todos los papeles que tengo acá, el lunes pasado vimos una declaración de ustedes... Sr. Balladini.— Sí; con respecto a la situación emergente en la provincia de Mendoza. Sra. Negre de Alonso.— Oponiéndose también a la intervención... Sr. Balladini.— No. En la provincia de Mendoza existe un, yo no sé si llamarlo " conflicto", entre el Poder Ejecutivo de dicha provincia y el Poder Judicial, por cuanto se pretende reformular el artículo 151 de la Constitución de dicha provincia en lo que se refiere a la actualización de las remuneraciones de los jueces. Sra. Negre de Alonso.— Ah, está bien. Gracias doctor. Sr. Guinle.— Doctor Balladini: muchas gracias por su presencia. Sr. Balladini.— Señor senador: si usted me permite, lo que yo he manifestado lo tengo acá escrito en una presentación que voy a firmar delante de ustedes y la dejaré para que sea agregada al acta. ¿Puede ser? Sr. Guinle.— Sí, cómo no. Sr. Massoni.— Pido la palabra Sr. Guinle.— Tiene la palabra el señor senador Massoni. Sr. Massoni.— No sé si corresponde, porque se está ofreciendo una opinión escrita que posiblemente no tenga nada que ver o amplíe lo que se ha manifestado personalmente; por lo tanto, creo que es inconveniente su agregación. Nada más. Sr. Guinle.— Doctor Massoni: le voy a dar mi opinión. En realidad, yo creo que se va a resguardar la bilateralidad a partir de que todos vamos a tomar nota de todo lo que se agregue; es decir, va a haber control por parte de todos. Creo que hemos sido lo suficientemente flexibles para escuchar algunas cosas que poco tenían que ver con la cuestión real, porque inclusive se ha intentado hasta interpretar los dichos del testigo y hemos dejado que todos pregunten y hablen. Entonces, nos manejamos con la mayor amplitud posible tratando de que, en definitiva, cada uno diga lo que desee. Obviamente habrá un control de cada uno de nosotros de absolutamente todas las argumentaciones que se agreguen y que sean materia y constancia del expediente. Sr. Massoni.— Está bien, lo acepto. Sr. Guinle.— Gracias, señor senador. Sr. Balladini.— También dejo una copia del Estatuto de la entidad también, y acabo de firmar. — El doctor Balladini entrega material escrito a la secretaria de la comisión, Valeria Loira, y se retira del salón. Sr. Guinle.— Gracias, doctor Balladini. Vamos a hacer pasar a la doctora Alegre, quien debe retirarse temprano para no perder un vuelo. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 18 — Ingresa al salón la doctora Patricia Alegre, presidenta del Colegio de Abogados de Villa Mercedes, y ocupa el lugar reservado para los declarantes. Sr. Guinle.— Tenemos entendido que tiene un problema de horario con un vuelo. Sra. Alegre.— Tengo que llegar temprano. Gracias por la deferencia. Sr. Guinle.— No, por favor. Inicialmente le vamos a hacer las preguntas que ha formulado por escrito la señora senadora Negre, la primera de las cuales se refiere a las generales de la ley. Si bien obviamente los testigos no prestan juramento sino que han sido invitados a declarar, creo que cuando se pregunta por las generales de la ley en realidad se está preguntando por sus datos, los cuales ya ha acreditado en la mesa de la comisión, y si tiene interés en este juicio. Sra. Alegre.— No tengo interés en el resultado de este juicio. Sr. Guinle.— Seguimos con la pregunta siguiente. ¿Ha participado del proceso de acuerdos y saneamiento del Poder Judicial de la provincia de San Luis? Sra. Alegre.— No sé a qué se refiere la pregunta con respecto a acuerdos y saneamientos; es muy abarcativa de muchos conceptos. He participado concretamente, junto a la Federación Argentina del Colegio de Abogados y al Colegio de Abogados de la Ciudad de San Luis — yo represento al Colegio de Abogados de Villa Mercedes— en una reunión con el señor gobernador de la provincia, en la cual le manifestamos la necesidad imperiosa de retomar la colegiación legal en la provincia de San Luis, conjuntamente con el Gobierno, de la matrícula a cargo de los colegios de abogados de ambas circunscripciones judiciales. Esa fue la problemática que le planteamos al señor gobernador. Y, concretamente, en esa reunión el señor gobernador se manifestó favorable a nuestras propuestas. De alguna manera esta fue una exigencia de los colegios de abogados, porque durante diez años los colegios de abogados de ambas circunscripciones lucharon por esta desintegración de los colegios de abogados. Concretamente esa es la participación. En cuanto al saneamiento del Poder Judicial, no sé a qué se refiere concretamente la pregunta. Sr. Guinle.— Le aclaro que la tesitura ha sido leer las preguntas tal cual han sido formuladas, obviamente entendiendo que los testigos, sobre todo al ser calificados, al ser abogados, van a poder adecuar su pregunta y, obviamente, no se puede hacer una corrección a la formulación por parte de esta mesa. ¿Sabe qué medidas se están tomando para superar la crisis judicial en la provincia de San Luis? Sra. Alegre.— Concretamente, el mismo día que tuvimos la reunión con el señor gobernador, la Federación Argentina del Colegio de Abogados le solicitó que se autolimitara, dada la renuncia de cuatro miembros del Superior Tribunal de Justicia de la provincia — el cual está integrado por cinco miembros constitucionalmente—. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 19 Hasta ese entonces habían renunciado cuatro miembros del Superior Tribunal de Justicia y uno solo se mantenía en el cargo. Frente a esto y a que la Constitución provincial prevé la designación directamente por parte del Ejecutivo provincial de los miembros del Superior Tribunal de Justicia con acuerdo del Senado, teniendo claro que el Senado de la provincia tiene nueve miembros con posición mayoritaria del partido político del señor gobernador, la Federación Argentina de Colegios de Abogados, en esa misma reunión, le solicitó que dictara un decreto por el cual se autolimitara en la designación solicitando, de alguna manera, la participación ciudadana en las denominadas audiencias públicas que fueron instaladas a nivel nacional. Bueno, el gobernador no dictó ese decreto y el Poder Legislativo creó conveniente dictar una ley que limitara al Ejecutivo provincial. O sea que las facultades constitucionales se limitaron con una ley provincial, con lo cual nosotros no estuvimos de acuerdo, porque considerábamos que tenía que ser una limitación del mismo poder que tenía esas facultades constitucionales. No obstante ello, sí se limitó y, a través de esa ley, se ha puesto en marcha el proceso de designación de miembros del Superior Tribunal de Justicia. Actualmente hay dos nominaciones, las cuales han pasado la etapa de apoyos u oposición. Los pliegos están en el Senado de la provincia. No reconozco ni conozco otra medida con respecto a la proyección de la provincia de superar la crisis por la cual está atravesando el Poder Judicial. Por lo contrario, hay dos leyes que, de alguna manera, fueron ingresadas al Poder Legislativo de la provincia. Una de ellas es la denominada ley de Jurado de Enjuiciamiento, la cual tiene media sanción de Cámara de Diputados, lo cual consideramos que no reúne para nada las garantías constitucionales ni respeta la Constitución provincial. Es una latente imagen de la ley de Jurado de Enjuiciamiento anterior, con lo cual de alguna manera se vulneran normas constitucionales. Otra de las leyes que tiene media sanción, como sostenimiento de esto, es la del Consejo de la Magistratura, que tiene media sanción de la Cámara de Diputados también. Y consideramos que de ninguna manera “transparentiza” el proceso de designación de jueces en la provincia. Nosotros, concretamente, el Colegio de Abogados de Villa Mercedes, elevamos una propuesta desde el entendimiento de que los abogados debemos colaborar institucionalmente, y debemos ser quienes tengamos garantizada opinión sobre el proceso de creación de leyes. Concretamente, Jurado de Enjuiciamiento y Consejo de la Magistratura. Porque tenemos participación en la Constitución de la provincia y creemos que somos las personas que institucionalmente debemos opinar en el proceso. El Colegio de Abogados de Villa Mercedes presentó un proyecto en la Cámara de Diputados. Actualmente lo hemos presentado en la Cámara de 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 20 Senadores, en tanto ha avanzado esa ley con media sanción, y no hemos tenido respuesta. Sr. Guinle. — ¿En qué reuniones tendientes a solucionar la crisis del Poder Judicial provincial ha participado? Sra. Negre de Alonso. — El 1.6 ya lo explicó la doctora. Sr. Guinle. — Yo tengo 2.6, 2.7. y, obviamente, el 2.8. ¿Se llegó a algún acuerdo de todos estos sectores reunidos tendientes a superar la crisis judicial de la provincia de San Luis? Sra. Negre de Alonso. — Desisto. Si usted me da la palabra, reformulo. Sr. Guinle. — ¿Va a reformular alguna de las preguntas, senadora? Sra. Negre de Alonso. — Sí, gracias, presidente. Doctora: usted dijo que había dos propuestas que no habían recibido objeciones para el Superior Tribunal. ¿Alguna de ellas tuvo un apoyo del Colegio de Abogados de Villa Mercedes? Sra. Alegre. — Sí, concretamente nos expedimos porque creíamos que era nuestra obligación, en tanto uno de los nominados para el Superior Tribunal de Justicia es colega y asociado de nuestro Colegio, y fue una nota de apoyo al mismo, por sus características profesionales, antecedentes personales y demás. Sra. Negre de Alonso. — Gracias. Otra preguntita más. Usted habló recién de una propuesta que han hecho de ley del Consejo de la Magistratura, que efectivamente acá está, y que no han tenido respuesta. La reunión con el senador provincial —corríjame si estoy equivocada—, ¿no fue este viernes pasado? Sra. Alegre. — Sí, fue este viernes pasado, pero quedaba en estudio. Sra. Negre de Alonso. — Está bien, pero fueron recibidos por el senador provincial, donde ustedes presentaron esta propuesta de proyecto. Sra. Alegre. — Sí, fuimos recibidos. De todas maneras, nosotros el proyecto lo ingresamos en Cámara de Diputados con anterioridad a la media sanción, y en Cámara de Diputados no tuvimos ningún tipo de recepción. Por el contrario, se votó el proyecto de la Comisión, despacho por mayoría, que en definitiva mantiene algunos aspectos que nosotros consideramos que en la ley no tienen que existir. Como por ejemplo reválidas para los jueces, dado que hay otro instituto que lo sostiene; ternas vinculantes para la designación del Poder Ejecutivo. Análisis de la ley, concretamente, del Consejo de la Magistratura. Sra. Negre de Alonso. — ¿Eso es lo que han planteado este viernes en el Senado de la provincia? Sra. Alegre. — Volvimos a reingresar el proyecto que ya habíamos ingresado en Diputados. Sra. Negre de Alonso. — Otra pregunta más. ¿Para cuándo está fijada o cómo está el proceso? Usted dijo recién que hay dos postulaciones que no tuvieron observaciones de miembros del Superior Tribunal y que ya están en el Senado. ¿Tienen fijado proceso de audiencia pública? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 21 Sra. Alegre. — Sí, tienen fijada una audiencia pública en el Senado de la provincia para el día 29 de junio del corriente año. Sra. Negre de Alonso. — A contrario sensu, como los miembros son tres y una camarista que está propuesta para ocupar el cargo de procuradora, ¿el Colegio de Abogados de Villa Mercedes ha realizado o ha recibido algún pedido de impugnación o ha realizado alguna objeción, aparte del apoyo en este proceso? Sra. Alegre. — No hemos recepcionado, nosotros como institución, ningún pedido de impugnación ni ningún pedido de apoyo. Creemos que nosotros no tenemos que expedirnos, inclusive, porque podríamos recepcionarlo de algún asociado únicamente de nuestra institución. Sí lo recibimos del doctor Rubio, porque es asociado nuestro. Los otros tres no son asociados. Sr. Guinle. — ¿Me perdona senadora? Continuamos con la pregunta de la Comisión y luego le permitimos ampliar, ¿sí? Sra. Negre de Alonso. — Ah, no, está bien, porque eran estas nada más las mías. Yo las había reducido. Como eran muchas... Sr. Guinle. — ¿Ya está terminando? Sra. Negre de Alonso. — No, no estoy terminando. Pero en realidad había presentado muchas —como cuarenta—, y las he reducido; las demás las descartaba. Por eso... Sr. Guinle. — Las que reformule, con todo gusto. Sra. Negre de Alonso. —Bueno, sigamos. Entonces voy desistiendo a medida que usted vaya... ¿Le parece mejor? Sr. Guinle. — Me parece bien. Sra. Negre de Alonso. — Perfecto. Sr. Guinle. — Yo terminé con las que tenía acá realizadas con la doctora. ¿Tiene usted más allí? Sra. Negre de Alonso. — Yo presenté, sí, un pliego amplísimo. Sr. Guinle. — ¿Está reformulando ese pliego? Porque en realidad acá están las preguntas que fueron admitidas. Sra. Negre de Alonso. — Bueno, eso no lo tengo. Perfecto. Entonces, cuando usted me dé la palabra yo amplío. Sr. Guinle. — Con todo gusto. Hay una pregunta del doctor Agúndez, también formulada por escrito, pero en realidad creo que ha sido ya contestada: “Para que declare ante esta Comisión acerca de la crisis judicial de la provincia de San Luis, atento el carácter público de las instituciones que representan y en la incumbencia directa que tiene con el servicio de justicia”. ¿Algo más quiere agregar sobre esto? Sra. Alegre. — Concretamente, nosotros, en la segunda circunscripción judicial, la cual es sede de nuestro Colegio de Abogados, venimos sosteniendo en diferentes comunicados —los cuales he traído para acercárselos a la Comisión, si ustedes lo recepcionan en esta audiencia—, acuerdo al quehacer diario del ejercicio profesional y del servicio de justicia —si se puede llamar servicio—. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 22 Desde este lugar, nosotros tenemos en cuenta las vacancias que se han producido, la morosidad en el trámite de algunas causas y resoluciones pendientes; hay procesos abiertos con sentencias pendientes de hace más de dos años, juzgados con vacancias. Actualmente se han designado algunos jueces provisorios y algunos secretarios provisorios por el Superior Tribunal de Justicia subrogante. Pero, concretamente, nosotros entendemos que la crisis es abarcativa, fundamentalmente y más latente, en la morosidad de los procesos judiciales. Justamente esto se ve por la cantidad de vacancias que existen en la segunda circunscripción al menos. Sr. Guinle. — ¿Reconoce y ratifica el pronunciamiento del directorio del Colegio de Abogados de Villa Mercedes de fecha 22 de abril de 2005 que en este acto se le exhibe? — Se le exhibe un escrito. Sra. Alegre. — Sí, ratifico el contenido y las firmas del mismo. Y lo tengo acá para acompañárselos en este acto. Sr. Guinle. — Se lo vamos a recibir al finalizar la audiencia. ¿Existe alguna diferencia con lo que sucedió entre los años 1995 y fines de 2004? Sra. Alegre. — ¿Diferencia en qué sentido? No le entiendo la pregunta. Sr. Guinle. — En realidad, si existe alguna diferencia entre la situación del Poder Judicial en 1995, y la que se suscita a fines de 2004. ¿Son similares las situaciones? Sra. Alegre. — Las situaciones fácticas y de ejercicio profesional son similares. Hay algunas situaciones institucionales agravadas. Concretamente, este agravamiento se produce por algunos miembros del Poder Judicial sospechados. Hay una causa abierta en este sentido, que es la denuncia de la fiscal de la segunda circunscripción de la provincia de San Luis, que es la fiscal Gretel Diamante. También, con este manejo que se ha hecho del Jurado de Enjuiciamiento, que es uno de los pilares fundamentales de la justicia, en función del proceso de remoción de jueces. Hay causas abiertas desde hace cinco años que todavía no tienen una resolución. Con lo cual, se coloca en un estado de incertidumbre absoluto tanto al funcionario que está observado como al ciudadano o al colega que hizo la denuncia. Y esto demuestra que la institución Jurado de Enjuiciamiento no funciona. Con respecto al Consejo de la Magistratura, que es el órgano de designación de miembros del Poder Judicial, concretamente, entendemos que todos los llamados tienen algunas irregularidades en cuanto a que terminan siendo ternas no vinculantes para el Poder Ejecutivo. Justamente son esos los ítems que nosotros planteamos en el proyecto de modificación de la Ley del Consejo de la Magistratura. Y obviamente, los colegas no se presentan a los llamados a concursos, en tanto hay un descreimiento absoluto de la justicia en la provincia de San Luis. Sr. Guinle. - ¿Puede informarnos los motivos por los cuales se disolvieron los Colegios de Abogados de la provincia de San Luis en el año 1997 y de qué forma se tomó tal decisión? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 23 Sra. Alegre. - Los motivos por los cuales se disuelven son netamente de corte político. Se disuelven a través de un proceso de leyes. En el 97 o en el 98 una catarata de leyes son designadas inconstitucionales por el Superior Tribunal de Justicia. Y una nueva constitución de ese Tribunal deroga estas acordadas donde se reconocen como inconstitucionales y, de alguna manera, después se ponen en vigencia nuevamente. En realidad, el proceso de desintegración de los Colegios de Abogados deviene de una posición absolutamente política de la provincia, desintegrando los Colegios y atomizando, formando asociaciones que debían cubrir un mínimo de treinta colegiados. Pero en la práctica nunca se pusieron en vigencia. Eso fue en el año 1997. Sr. Guinle. - La pregunta siguiente creo que está contestada, porque es acerca de si consideraba que esta medida violaba alguna disposición constitucional provincial. Sra. Alegre. - Por supuesto. Justamente, en los dos pilares que acabo de mencionar, que son el Jurado de Enjuiciamiento y el Consejo de la Magistratura, sin perjuicio del reconocimiento, como institución, del Colegio de Abogados. Sr. Guinle. - ¿Considera que afecta garantías constitucionales una ley que dispone que los jueces deben someterse a un examen de idoneidad cada cuatro años ante una Comisión de Evaluación Técnica? Sra. Alegre. - Nosotros institucionalmente tenemos la posición marcada de que esa ley es absolutamente inconstitucional. Para eso existe el proceso de remoción de jueces designado por la Constitución de la provincia de San Luis, que es a través del Jurado de Enjuiciamiento. Sobre eso es, justamente, el proyecto que nosotros habíamos ingresado en el Poder Legislativo como modificatorio del anterior. Sr. Guinle. - ¿Considera que la reducción de los salarios de los magistrados judiciales afecta alguna garantía constitucional? Sra. Alegre. - Sí, absolutamente: la intangibilidad de los salarios de los magistrados. Inclusive, con respecto a eso en su momento se plantearon, por parte de la mayoría de los magistrados y funcionarios de la justicia de la provincia, recursos de amparo en contra de la provincia. Sr. Guinle. - La pregunta número ocho está contestada con esta respuesta. En caso afirmativo, ¿se dictó alguna medida tendiente a frenar las demandas? Sra. Alegre. - Sí, concretamente se dictó una ley en la cual se disponía la imposibilidad de iniciar juicios en contra del gobierno de la provincia y amparos y medidas cautelares en contra de los órganos estatales, órganos centralizados y descentralizados de la provincia. Sr. Guinle. - ¿Considera que la reelección indefinida del presidente del Superior Tribunal de Justicia viola la disposición constitucional, teniendo en cuenta que el artículo 206 de la Constitución de San Luis dice que para el cargo de presidente del Superior Tribunal se turnan anualmente entre sus miembros, comenzando por el de mayor edad? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 24 Sra. Alegre. - Sí, absolutamente; es inconstitucional. Es una práctica de la provincia de San Luis en donde se dictan leyes que reglamentan la Constitución de la provincia. Es un avance legislativo sobre la Constitución de la provincia, por lo cual consideramos absolutamente inconstitucionales este tipo de leyes como la que acaban de mencionar. Sra. Fernández de Kirchner. - Me pareció escuchar que se sancionó una ley que prohibía demandar a la provincia. ¿Es así? Sra. Alegre. - Se prohibía hacer recursos de amparo y medidas cautelares contra la provincia. Está en el Digesto. Es la ley provincial 5.054. Sr. Guinle. - La siguiente pregunta creo que también está contestada; es sobre la caducidad de los mandatos de los miembros del Tribunal de Enjuiciamiento y sustrae de su conocimiento las causas y denuncias en trámite: si ese procedimiento viola alguna garantía de raigambre constitucional o estipulada en los tratados internacionales. Sra. Alegre. - Sí, absolutamente. El período de caducidad reglamenta la Constitución de la provincia nuevamente. Sr. Guinle. - ¿Conoce si se dictó alguna ley de esta naturaleza en la provincia San Luis? Sra. Alegre. - Sí, la ley de prescripción de las causas del Jurado de Enjuiciamiento. También se encuentra en el Digesto de la provincia de San Luis. Sr. Guinle. - En caso afirmativo, ¿conoce algún caso que haya sido juzgado por ese Jurado? Y de ser así, ¿puede decirnos cuanto sepa al respecto? Sra. Alegre. - Concretamente, en este momento no me acuerdo de ningún caso como para hacer referencia a alguno en concreto. Sr. Guinle. - ¿Conoce sobre la presunta existencia de renuncias anticipadas, por parte de los jueces, a requerimiento de funcionarios del Poder Ejecutivo provincial? En su caso, ¿cómo le consta? Sra. Alegre. - Lo conozco a través de los medios periodísticos. Como hice referencia recientemente, conocemos la denuncia de la fiscal de la Segunda Circunscripción de la provincia de San Luis, Gretel Diamante, de que un ministro del Poder Ejecutivo de la provincia recepciona renuncias anticipadas a las designaciones de los cargos de los miembros del Poder Judicial. O sea, por comunicaciones públicas. Sr. Guinle. - Tiene la palabra la senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso. - Doctora: ¿me puede decir si el Superior Tribunal de Justicia se encuentra actualmente integrado por jueces subrogantes? Sra. Alegre. - Sí; en la actualidad, sí. Sra. Negre de Alonso. - ¿Me puede decir si el Superior Tribunal de Justicia, integrado por jueces subrogantes, en uso de las facultades del artículo 214, inciso 6° de la Constitución, ha procedido a designar provisoriamente jueces, defensores, secretarios, defensores de pobres y encausados, defensores de menores? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 25 Sra. Alegre. - Concretamente, recién hice referencia a este punto. El Superior Tribunal de Justicia subrogante ha designado, en la Segunda Circunscripción, jueces provisorios del Juzgado de Paz Letrado y del Juzgado de Familia y secretarios provisorios, también del Juzgado de Familia. Sra. Negre de Alonso. - ¿El Tribunal Superior subrogante ha procedido a conformar el cuerpo profesional auxiliar del Juzgado de Familia y Menores? Sra. Alegre. - Sí, lo ha integrado hace aproximadamente una semana, a través de una acordada. Sra. Negre de Alonso. - ¿El Colegio de Abogados de Villa Mercedes ha promovido actualmente -aparte del antecedente que va desde hace diez años, aproximadamentealguna denuncia por morosidad a los jueces de la Segunda Circunscripción? Sra. Alegre. - Nosotros no hemos hecho concretamente denuncias a los miembros del Poder Judicial. Sí hemos estado, de alguna manera, dictando comunicados. El Colegio de Abogados, al menos desde que he asumido en mi gestión desde agosto de 2004 hasta la fecha-, en cada uno de los comunicados ha hecho referencia a la morosidad de las resoluciones de las causas judiciales. Sra. Negre de Alonso. - ¿Tiene conocimiento de que haya suscripto el gremio que representa a los empleados del Poder Judicial un acuerdo con el Superior Tribunal por el que el Superior Tribunal subrogante le haya dado un aumento de sueldo? Sra. Alegre. - Concretamente, los empleados judiciales en la Primera Circunscripción están representados por tres instituciones diferentes. En la Segunda Circunscripción, a la cual pertenezco, hay un sólo gremio, que es el SIJUPU, el cual representa a la totalidad de los empleados judiciales. Y sí, ha suscripto un acuerdo con el Superior Tribunal de Justicia, provisorio, con un aumento salarial. Ellos tenían trece puntos de petición -si quieren se los hago llegar-, de los cuales únicamente han suscripto el aumento de salario hasta tanto se integre el Superior Tribunal de Justicia definitivo. Sra. Negre de Alonso. - ¿Han levantado la huelga? Sra. Alegre. - Sí. En los meses de marzo y abril de 2005 hemos tenido de cuarenta días hábiles, aproximadamente, veinticinco de paro judicial absoluto, con suspensión de términos. Lo cual ha paralizado a la justicia de la Segunda Circunscripción dos meses aproximadamente. Pero en la actualidad se ha levantado el paro por este acuerdo provisorio. Sra. Negre de Alonso. - Recién usted mencionó un comunicado, que tiene varios puntos, algunos de los cuales ya contestó. Hay exactamente trece cargos sobre los veintiuno -a los que ustedes hacen referencia- que han sido llamados a concurso. ¿Reconocen ustedes que se está tratando de normalizar y de cubrir las vacantes? Sra. Alegre. - Reconocemos que hay llamados a concurso, algunos de los cuales devienen en abstractos porque no hay inscriptos suficientes. Inclusive, la semana pasada se ha cubierto al menos el llamado a concurso con tres miembros para que puedan, después, rendir su oposición y demás para ser designados. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 26 Sra. Negre de Alonso. - ¿Ustedes están representados en el Consejo de la Magistratura? ¿Hay un abogado de la Segunda Circunscripción judicial? Sra. Alegre. - Sí. Hay un abogado que representa a la Segunda Circunscripción y hay uno que representa a la Primera Circunscripción judicial de la provincia. No como Colegio de Abogados. Sra. Negre de Alonso. - ¿El que representa a la Segunda Circunscripción es un ex presidente del Colegio de Abogados? Sra. Alegre. - Sí. Sra. Negre de Alonso. - ¿Es integrante de la Comisión Directiva de FACA? Sra. Alegre. - Sí, es el doctor Osvaldo Batallar. Sra. Negre de Alonso. - Las leyes que usted mencionó que considera inconstitucionales, ¿están actualmente derogadas? Sra. Alegre. - No. Sra. Negre de Alonso. - ¿La 5.054 no? Sra. Alegre. - Sí, esa ley está derogada. Pero no todas las que he mencionado. Hice referencia a varias leyes. Sra. Negre de Alonso. - Las del Consejo y las del Jurado, que ustedes están haciendo una moción distinta... Sra. Alegre. - Las del Consejo de la Magistratura y Jurado de Enjuiciamiento no están derogadas. Tienen tratamiento parlamentario y cuentan con sanción de la Cámara de Diputados. Y con respecto a la del Jurado de Enjuiciamiento, hay un entendimiento de que fue votada sin quórum. O sea que no sé si decirle que tiene sanción. Ambos proyectos están en la Cámara de Senadores. Sra. Negre de Alonso. - ¿Eso motivó la reunión del día viernes? Sra. Alegre. - Concretamente, la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado de la provincia nos invitó a concurrir a una audiencia con ellos a los fines de rever las leyes de Consejo de la Magistratura y Jurado de Enjuiciamiento. Las hemos tratado y les manifestamos nuestra inquietud para que sean revisadas y no sean sancionadas por la Cámara alta, y que se adecuen a la Constitución provincial. Sra. Negre de Alonso. - Usted habló de supuestas renuncias anticipadas. ¿Tiene conocimiento de si esto está siendo investigado por la justicia? Sra. Alegre. - Sí, está siendo investigado por la justicia federal en la provincia San Luis. Sra. Negre de Alonso. - ¿Tiene conocimiento de que se hayan dictado resoluciones por parte del Jurado de Enjuiciamiento últimamente? Sra. Alegre. - Sí, se han dictado resoluciones y vistas de causa a las partes interesadas. Sra. Negre de Alonso. - ¿Qué opina, como presidente del Colegio de Abogados, de que los jueces abonen el Impuesto a las Ganancias? Sra. Alegre. - No tenemos una posición institucional con respecto a eso. Sra. Negre de Alonso. - ¿Recuerda usted si la ley 5.054 tuvo correlación con una ley nacional cuando fue dictada? Sra. Alegre. - Sí; concretamente, sí. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 27 Sr. Guinle. - ¿Algún otro señor senador quiere formular alguna pregunta? Gracias, doctora, muy amable. Sra. Alegre. - Gracias a ustedes. Les acompaño las actas de los comunicados del Colegio de Abogados. - Se retira la señora Patricia Alegre. Sr. Guinle. - Se han recibido dos comunicaciones excusando las presencias de la doctora Rocha y el señor Sergio Freixes. Por Secretaria, y previo a recibir al doctor Víctor Abramovich, se va a dar lectura a las dos presentaciones que excusan... Sra. Fernández de Kirchner. - Hoy a las 15 horas se presentó a la comisión el senador Agúndez, quien integra el Jurado de Enjuiciamiento que en este momento está funcionando por el caso del doctor Galeano. Y dijo que hoy no podía estar presente aquí, justamente por eso. Pidió que se aclarara esto porque él era, precisamente, quien había presentado el proyecto de intervención al Poder Judicial de la provincia de San Luis. Así que cumplo con lo que solicitara oportunamente el senador. Tiene la palabra la senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso. - Quiero decir que se quede tranquilo el senador Agúndez, porque está muy bien representado por el senador Sanz, quien también pidió la intervención al Poder Judicial de la provincia de San Luis. Sr. Sanz. - Gracias, senadora. Sr. Guinle. - Por Secretaria se leerán las dos presentaciones. Sra. Secretaria. - (Lee:) [Incorporar texto] — Finalizada la lectura: Sr. Guinle. — Luego de la lectura de esas dos presentaciones, hacemos ingresar al doctor Víctor Abramovich. — Así se hace. Sr. Guinle. — Doctor Abramovich: vamos inicialmente a hacerle las preguntas que por escrito arrimó a esta mesa el senador Jorge Agúndez: Si conoce acerca de la crisis del Poder Judicial de San Luis. En caso afirmativo, cómo lo conoce y si sabe cuáles son las causas que han llevado a esta situación. Sr. Abramovich. — Bueno, sí, el Centro de Estudios Legales y Sociales tomó conocimiento de la situación en San Luis ya desde los primeros hechos vinculados con la reducción de salarios de magistrados en el año 95 en adelante. Nosotros hicimos sucesivos informes sobre la situación en nuestro informe anual del año 2002, 2003, 2004 y en el reciente informe del año 2005 que hemos enviado a la Comisión. Al mismo tiempo, también presentamos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una denuncia por violación de garantías judiciales ante la destitución, que consideramos ilegítima e ilegal, de tres juezas: Gallo, Ana María Careaga y Silvia Maluf de Christin. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 28 Ese es nuestro conocimiento de la situación. Si quiere, puedo profundizar sobre algunos de estos hechos. Sr. Guinle. — Seguramente en las preguntas, doctor. Si conoce cuál es la relación entre el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo en la provincia de San Luis. Sr. Abramovich. — Básicamente, lo que nosotros planteamos, tanto en nuestros informes como en las denuncias a la Comisión, era la falta de independencia e imparcialidad del Poder Judicial y la actitud de manipulación por parte del poder político de la justicia de San Luis, a partir de una serie de hechos que ahí denunciábamos. No sólo mediante la actuación del Poder Ejecutivo sino también mediante una serie de leyes que fueron dictadas por la Legislatura provincial. Sr. Guinle. — La primera pregunta que ha redactado la subcomisión está contestada sobradamente. Funde con mayor precisión por qué en el informe elaborado por el CELS se sostiene que la ley 5093 —actual 5523— de autonomía judicial, en definitiva, menoscaba la independencia del Poder Judicial de la provincia de San Luis. Sr. Abramovich. — No recuerdo por el número la ley, creo que se está refiriendo a la ley de autonomía financiera... Sr. Guinle. — Efectivamente. Sr. Abramovich. — Nosotros lo que planteamos en el informe era que, más allá de la sanción de la ley, el procedimiento de asignación de presupuesto al Poder Judicial, que dependía fundamentalmente de asignaciones mensuales por parte del Poder Ejecutivo, era una forma de retención del control de las asignaciones presupuestarias y no era una auténtica ley de autarquía financiera. Sr. Guinle. — Relate en qué forma y con qué elementos trabajó el CELS para elaborar el informe sobre la situación de la justicia en la provincia de San Luis. Sr. Abramovich. — La mayoría de la información que nosotros volcamos en el informe tiene que ver con información que relevamos en el marco de los procesos judiciales en los cuales participamos en la defensa de las juezas destituidas, acceso a esos procedimientos judiciales ante los tribunales locales y también entrevistas con actores locales e informantes en la provincia. Esa es básicamente nuestra fuente de información. Sr. Guinle. — ¿Considera que afecta garantías constitucionales una ley que dispone que los jueces deben someterse a un examen de idoneidad cada cuatro años ante una comisión de evaluación técnica? Sr. Abramovich. — Nosotros planteamos que la forma en que está presentada esa evaluación técnica puede ser utilizada como una nueva causal de destitución, sin las garantías adecuadas para la destitución de magistrados. En ese sentido, si bien no estamos en contra de procedimientos de evaluación, y mucho menos de capacitación del Poder Judicial, hacíamos alusión a esa ley en concreto de la provincia como un posible instrumento para la remoción de magistrados, sin las garantías de debido proceso adecuado. Sr. Guinle. — ¿Considera que la reducción de los salarios de los magistrados judiciales afecta alguna garantía constitucional? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 29 Sr. Abramovich. — Sin duda creo que la reducción de salarios en la provincia de San Luis en el año 95, a partir de la ley 5062 y luego la 5067, afectaba la garantía de intangibilidad de las remuneraciones de los jueces. Este creo que fue el principio del conflicto judicial en la provincia. Si uno ve las sucesivas leyes que se fueron dictando, precisamente apuntaron a bloquear la posibilidad de que los propios magistrados demandaran ante los tribunales de la provincia la restitución de sus haberes. Luego de la sanción de esa ley —5062—, se modifica el sistema de apelaciones de medidas cautelares en el marco de la ley de amparo, para impedir que las medidas cautelares que obtenían los jueces tuvieran efecto directo y poder seguir haciendo las deducciones. Con posterioridad también se modifica el sistema de designación de conjueces. Esto era un tema central en el trámite judicial por los amparos. Porque, precisamente, entre los jueces recusados y los que se excusaban, eran conjueces los que en definitiva iban a resolver la cuestión. Se dicta una ley específica para modificar el sistema de conjueces. Luego, en febrero del 96 se dicta una ley que suspende la ejecución de sentencias contra el Estado. Y al mismo tiempo se establece la caducidad de derechos en demandas contra el Estado cuando transcurrieran cinco años de la promoción de la demanda. Esto también está pensado, más allá del efecto en otros casos, para las causas iniciadas por los magistrados. Porque bastaba con que el Superior Tribunal no decidiera las causas, para poder luego invocarse la caducidad de derechos. Finalmente, ya para que no quedara duda de cuál era la pretensión de la Legislatura y del Poder Ejecutivo en ese entonces, se dicta una ley donde se declara la improcedencia de medidas cautelares contra el Estado. Al mismo tiempo, a fines del año 96 y 97 se producen maniobras que nosotros consideramos, en nuestros informes, de ahogo financiero sobre el Poder Judicial. Porque el Poder Ejecutivo solamente envía el presupuesto del Poder Judicial para pagar los sueldos con el descuento que había hecho la ley, sin considerar el efecto de las medidas cautelares. Como el Superior Tribunal venía distribuyendo y pagando sueldos de acuerdo a las decisiones de las medidas cautelares se queda sin presupuesto, y esto es parte de las maniobras de presión sobre el Poder Judicial entonces. La presión política que también se hace en ese momento origina también la renuncia de cuatro de los magistrados del Superior Tribunal. O sea, para plantear un poco el proceso: no es la ley en sí solamente sino el proceso que se origina a partir del conflicto entre el poder político y el poder judicial a raíz de la reducción de salarios, lo que consideramos que es la raíz del problema de funcionamiento de la administración de justicia en San Luis y que es lo que nosotros denunciamos en los informes. Sr. Guinle. — ¿Considera que la reelección indefinida del presidente del Superior Tribunal de Justicia viola la disposición constitucional del artículo 206 de la 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 30 Constitución de San Luis? Dicho artículo dice: “El cargo de presidente del Superior Tribunal se turna anualmente entre sus miembros comenzando por el de mayor edad”. Sr. Abramovich. — Esa reforma se estableció en la ley 5106 de mayo del 97, que es una nueva ley orgánica. Básicamente lo que se establece es la posibilidad de reelección indefinida del presidente, y consideramos que es contrario a la Constitución de San Luis. Hay que considerar que el de presidente del Superior Tribunal es un cargo muy importante, porque también es el que preside el Jurado de Enjuiciamiento, y esta ley se sanciona en mayo del 97, cuando se estaban preparando los procesos para la destitución de algunos de los magistrados a los que hacía referencia con anterioridad. Sr. Guinle. — ¿Considera que una ley que dispone la caducidad de los mandatos de los miembros del Tribunal de Enjuiciamiento y le sustrae de su conocimiento las causas y denuncias en trámite viola alguna garantía de raigambre constitucional? Sr. Abramovich. — Nosotros lo que planteamos en las causas, es que la ley 5102, que es la ley que genera este efecto sobre el Jurado de Enjuiciamiento, viola la garantía de juez natural. Porque lo que está haciendo es impedir a los jueces que habían intervenido en la tramitación de la acusación seguir con el proceso. O sea, establece la posibilidad de que un nuevo Jurado de Enjuiciamiento intervenga en causas que ya estaban en curso, y por lo tanto consideramos que viola la garantía de juez natural y así lo planteamos. Y es uno de los temas por los cuales se ha hecho la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, como violación de garantías judiciales. Sr. Guinle. — La siete está contestada. En caso afirmativo, ¿conoce algún caso que haya sido juzgado por ese Jurado? De ser así, ¿puede decirnos cuanto sepa al respecto? Sr. Abramovich. — El caso de la jueza Adriana Gallo tuvo este inconveniente. O sea, uno de los planteos fue la violación de la garantía de juez natural, por el efecto de la ley 5102, que estableció la caducidad del Jurado de Enjuiciamiento que venía actuando con anterioridad. Ese Jurado de Enjuiciamiento había analizado algunas de las denuncias que se habían presentado contra ella. Eran dos denuncias por irregularidades administrativas en causas y, según la información que nosotros tenemos, había ya un dictamen de ese Jurado de Enjuiciamiento que establecía desechar o rechazar in limine las denuncias. De manera que la actuación de un nuevo Jurado de Enjuiciamiento a la luz de una legislación dictada con posterioridad al hecho por el cual se lo investigaba, tuvo un efecto directo en el resultado del proceso y nosotros consideramos que violó una garantía clara que debe regir aún en los procesos de juicio político como en el juez natural. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 31 Sr. Guinle.— ¿Conoce, doctor Abramovich, los motivos por los cuales se disolvieron los colegios de abogados en la provincia de San Luis en el año 1997 y de qué forma se tomó la resolución? Sr. Abramovich.— En febrero del año 1997 se publica un comunicado del Colegio de Abogados de Villa Mercedes y se hace una crítica muy dura del funcionamiento de la administración de Justicia en San Luis. Se plantea la existencia de un proceso de manipulación política sobre el Poder Judicial y, al mismo tiempo, se sugiere — entre otras medidas— la posibilidad de la intervención federal en la provincia. Algunos jueces y funcionarios adhieren a esa solicitada, no en cuanto a la intervención federal pero sí en cuanto a la descripción crítica que se hacía del funcionamiento de la administración del Poder Judicial. Y, en octubre del año 1997, la Ley 5123 disuelve los colegios de abogados. Este es un tema muy importante porque, de acuerdo a las previsiones de la Constitución de San Luis, los colegios de abogados participan, tanto del Consejo de la Magistratura como del Jurado de Enjuiciamiento, y también de los procedimientos de designación de conjueces, que claramente eran muy importantes en los procedimientos de amparo que tramitaban en ese momento. La disolución de los colegios de abogados, indudablemente, estaba vinculada con la necesidad de controlar los jurados de enjuiciamiento. Luego de la disolución de algunos colegios entra a regir un nuevo procedimiento para la integración de los abogados al Jurado de Enjuiciamiento. La Constitución de San Luis establece que tiene que haber una representación de tres abogados en el Jurado de Enjuiciamiento y, con anterioridad, se sorteaban entre los abogados de la matrícula. La Ley 5102 lo que establece es que los abogados que van a integrar el Jurado de Enjuiciamiento van a ser designados entre aquellos abogados que estén designados como conjueces del Poder Judicial. Paradójicamente, los conjueces abogados son designados por el Poder Ejecutivo, en algunos casos por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado. Hay diez conjueces en la Corte y cinco en cada una de las cámaras; y es de esos veinte abogados conjueces de los cuales se van a tomar los abogados que van a integrar el Jurado de Enjuiciamiento. Lo cual hace que los colegios profesionales pierdan su representación en el Jurado de Enjuiciamiento, y este es un paso central para el control del jurado y para restringir los mecanismos de equilibrio del poder que básicamente tenía el sistema institucional. Entonces, la disolución de los colegios es un punto clave en todo el proceso. Sr. Guinle.— La décima ha sido respondida. ¿Conoce sobre la presunta existencia de renuncias anticipadas por parte de los jueces a requerimiento de funcionarios del Poder Ejecutivo provincial? En su caso, ¿cómo le consta? Sr. Abramovich.— No; no tenemos información propia. Lo único que tenemos es la información que fue publicada en los medios. Sr. Guinle.— ¿Conoce la situación actual del Poder Judicial de San Luis? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 32 Sr. Abramovich.— Más allá de que hay detalles que no conocemos, por ejemplo, sabemos que hay discusiones a nivel de la Legislatura sobre un nuevo proyecto de ley de Jurado de Enjuiciamiento y que se están discutiendo también reformas al Consejo de la Magistratura —proyectos que todavía no fueron aprobados—, lo cierto es que los procedimientos institucionales que nosotros impugnábamos entonces, básicamente los vinculados con la actuación del Jurado de Enjuiciamiento, la falta de protección de la intangibilidad de las remuneraciones, los problemas vinculados con la autonomía financiera y la falta de representación de los colegios de abogados siguen actualmente vigente; no han sido modificados. Sr. Guinle.— La número trece también parece contestada en esta respuesta. Si algún señor senador o señora senadora quiere preguntar puede hacerlo. Sra. Negre de Alonso.— Pido la palabra. Sr. Guinle.— Tiene la palabra la señora senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso.— Buenas tardes, doctor. Sr. Abramovich.— Buenas tardes. Sra. Negre de Alonso.— Creo que escuché que al principio usted dijo que conocía el tema por las defensas que había hecho a alguna de las jueces sometidas a proceso sobre el tema de la provincia de San Luis. ¿Dijo eso? Sr. Abramovich.— Lo que dije es que el CELS, como tal, participó en la defensa de la jueza Ana María Careaga. Un abogado de la institución, Alberto Bovino, participó en la defensa de la última jueza cesanteada, que es Silvia Maluf y, en mi caso particular, como abogado patrociné a las tres en el caso que se tramita ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la OEA. Sra. Negre de Alonso.— Claro, porque no sé si está notificado de que a la doctora Careaga se le había declarado la caducidad por inacción de la defensa, que a la doctora Gallo también se le vencieron los plazos para deducir los recursos. Sabíamos que usted es el que está patrocinando, pero la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha pedido informes y se sabe que existe un abandono de la defensa, de parte de sus profesionales, en el caso de las juezas. Doctor: usted dijo que había.... Sr. Abramovich.— ¿Le puedo contestar? Sra. Negre de Alonso.— No; tome nota... Sr. Guinle.— Perdón, senadora; le va a poder contestar. Adelante, doctor. Sr. Abramovich.— Bueno, para que usted tenga una idea, no sé si ha visto el expediente, pero más de setenta testigos que nosotros presentamos en uno de los casos fueron desechados. Si esas decisiones fueron tomadas por un Jurado de Enjuiciamiento que nosotros impugnamos en cuanto a su independencia e imparcialidad, me parece que no hace falta decir mucho más. En defensa de la jueza nosotros presentamos, además de los recursos locales, quejas por denegatorias de los recursos provinciales, recursos extraordinarios federales que fueron denegados, quejas por denegatorias de recursos extraordinarios federales denegados y la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 33 Humanos. Y vamos a seguir el caso; no es mi caso, pero los abogados seguirán el caso hasta la Corte Interamericana. O sea que no veo en dónde hay negligencia en la defensa. Sra. Negre de Alonso.— También hay vencimiento de términos. Doctor: ¿usted ha ido a la provincia de San Luis a hacer un trabajo de campo como ha hecho el FORES? Sr. Abramovich.— No he sido yo el que hizo los informes, pero la doctora Andrea Pochat, el doctor Gastón Chillier, el doctor Alberto Bovino y otros miembros del CELS han ido a la provincia para la elaboración del informe. Sra. Negre de Alonso.— A hacer trabajo de campo. Sr. Abramovich.— Sí; mire, no sé si usted ha leído el informe sobre esta investigación... Sra. Negre de Alonso.— Lo he leído completo. Sr. Abramovich.— Bueno, una parte central es el análisis de las normas legales, y no se requiere ir a la provincia para saber si una ley que dicta la Legislatura es constitucional o no. Sra. Negre de Alonso.— El FORES fue a la provincia, por eso le pregunto si el CELS fue. El FORES fue e hizo un trabajo de campo. Sr. Abramovich.— Mire, nosotros fuimos a la provincia a defender los casos que se tramitaron en la provincia. Sra. Negre de Alonso.— Muy bien. Doctor: le hago otra aclaración más. Usted habló de falta de autarquía del Poder Judicial y dijo que la ley que usted mencionó no garantiza la autarquía del Poder Judicial; sin embargo, establece el 50 por ciento de la totalidad del Impuesto Inmobiliario para el Poder Judicial, el 30 por ciento de la totalidad de los impuestos de sellos, la totalidad de las locaciones y venta de muebles o inmuebles del Poder Judicial. Y, además, usted tenía conocimiento que cuando se decretó el “corralón” por parte del ministro Cavallo el Poder Judicial de la provincia de San Luis tenía tanto superávit que tenía dinero a plazo fijo? Sr. Abramovich.— No veo qué tiene que ver con el tema de la autarquía. O sea, lo que habría que preguntar —si hay información directa del Poder Judicial— es cuál es la situación financiera del Poder Judicial en el día de hoy, si tiene déficit, cómo lo va a financiar y, por otra parte, lo que hay que investigar es cómo el Poder Ejecutivo asigna en lo cotidiano, más allá del marco legislativo, las partidas presupuestarias para el Poder Judicial. Lo que nosotros planteamos es que el mecanismo de asignación mensual, que depende de un pedido del Poder Judicial al Poder Ejecutivo para que le libere las partidas mensualmente, puede ser utilizado como una herramienta más de presión política sobre el Poder Judicial. Eso es lo que decimos en el informe. Sra. Negre de Alonso.— Tiene su cuenta propia, es Presupuesto por programa, es automático y, además, está autorizado a que en el caso de aquellos fondos que no tienen un destino de plazo fijo por parte de los jueces, el agente financiero del banco le produzca intereses al Poder Judicial. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 34 Usted dijo concretamente que no tenía dinero gracias a esta ley que usted ataca, y yo le digo, doctor, que está mal informado, porque al Poder Judicial de San Luis el “corralón” le tomó los fondos que, como tenía superávit, tenía a plazo fijo. Sr. Abramovich.— Yo sugiero que ustedes pidan un informe al Poder Judicial de la provincia... Sra. Negre de Alonso.— Está pedido, doctor; no se preocupe. Sr. Guinle.— ¿Me permite, señora senadora? Le pido que haga la pregunta para que el testigo responda, porque usted está haciendo afirmaciones... Sra. Negre de Alonso.— Es que el testigo está afirmando situaciones falsas. Sr. Guinle.— Se le dará la amplitud necesaria para que haga la pregunta de la manera que quiera, pero hágala para que luego el testigo pueda deponer. Sra. Negre de Alonso.— Hemos leído un artículo que salió publicado en el diario La Nación recientemente en relación a un informe del CELS, entre otros, porque también está el FORES, dice que los poderes judiciales en crisis, en principio, son Neuquén, Santiago del Estero, Mendoza, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Tucumán, Chubut y San Luis. ¿Ratifica eso, doctor? Sr. Abramovich.— No todas las provincias que aparecen en el diario La Nación tienen que ver con el informe del CELS, porque el diario La Nación hace conclusiones sobre la base del informe del CELS, del FORES y de entrevistas con otras personas que aparecen mencionadas en la nota. En los informes anuales del CELS hay información sobre muchas de esas provincias pero no sobre todas las que ustede menciona. Sra. Negre de Alonso.— El 19 de mayo de 2005, entre comillas, en un informe del CELS dice que para el CELS lo importante es que el Poder Judicial no tome decisiones sobre la base de presiones del poder político, una práctica reiterada en los últimos quince años que generó el desprestigio de la Justicia. La recuperación de la legitimidad de la Justicia implica el cambio de prácticas por parte de los poderes políticos, pero también reformas profundas en sistema judicial vinculadas con la transparencia, la igualdad en el acceso a Justicia, el fortalecimiento de las garantías judiciales. También es preciso que los propios operadores abandonen prácticas corporativas que alejan a la Justicia de la sociedad. Y el informe del CELS termina nombrando a toda esa serie de provincias. Doctor: ¿qué opina usted de las audiencias públicas? Sr. Abramovich.— Estamos de acuerdo. Sra. Negre de Alonso.— ¿Está de acuerdo con el sistema que se ha implementado en la provincia de San Luis? Sr. Abramovich.— Estamos de acuerdo, y lo dijimos. Nos pareció un paso positivo pero insuficiente. Sra. Negre de Alonso.— ¿Está de acuerdo con el sistema de audiencias públicas, no únicamente del Superior Tribunal sino también para los tribunales inferiores? Sr. Abramovich.— También lo planteamos. O sea, la decisión de abrir a una audiencia pública o a una consulta abierta, como es para los jueces inferiores, nos parece un paso positivo pero insuficiente. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 35 Hay problemas muy profundos vinculados con diseño institucional, además de práctica política en la provincia de San Luis, que creo que son los que deben ser considerados. Si el Consejo de la Magistratura no funciona como un auténtico Consejo de la Magistratura, si el Poder Ejecutivo no se encuentra en cierta medida atado a la terna que el Consejo le presenta, si al mismo tiempo el Jurado de Enjuiciamiento no termina de conformarse conforme a la Constitución establece, si no hay protección de la intangibilidad, pueden ser éstos avances, pero claramente insuficientes y no van a revertir la situación, que es mucho más profunda. Sra. Negre de Alonso.— Doctor: usted habló de la ley que no garantizaba la intangibilidad. ¿Tiene conocimiento de que la ley ha sido derogada? Sr. Abramovich.— No. Sra. Negre de Alonso.— Con respecto a las medidas cautelares a las que usted hizo referencia, ¿la ley dictada en la provincia de San Luis tiene su correlato o fue copia o adaptación de la dictada a nivel nacional? Sr. Abramovich.— La verdad es que no sé qué la inspiró, pero cuando se dictó una ley para frenar las medidas cautelares a nivel nacional el CELS emitió un dictamen diciendo que era inconstitucional; lo mismo hicimos con respecto a la ley de San Luis. Las medidas cautelares, si no se logra que tengan efecto, sobre todo en casos en los que están en juego remuneraciones o derechos que tienen carácter alimentario, pueden implicar una violación de garantías procesales graves. Sra. Negre de Alonso.— Doctor: ¿qué opina de que los jueces paguen Impuesto a las Ganancias? Sr. Abramovich.— Estamos de acuerdo en la medida en que se trate de normas de alcance general. Sra. Negre de Alonso.— Muy bien, nada más. Sr. Guinle. — ¿Algún otro señor senador desea preguntar? Sr. Menem.— Pido la palabra. Sr. Guinle.— Tiene la palabra el señor senador Menem. Sr. Menem.— Buenas tardes, doctor. Sr. Abramovich.— Buenas tardes. Sr. Menem.— ¿Usted manifestó que era defensor de alguna de las juezas? Sr. Abramovich.— No; lo que dije es que no fui defensor en los jurados de enjuiciamiento pero sí patrocinante en la denuncia que presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Esa denuncia se presentó en junio del año 2003 y se le corrió traslado al Estado en diciembre del año 2004. Como la senadora dijo, está pendiente la contestación que tiene que hacer el Estado nacional, porque es interesante mencionar que en esa denuncia no se denuncia al Estado provincial exclusivamente sino que en la instancia internacional es el Estado federal el que tiene que responder por la falta de independencia funcional en la provincia. Sr. Menem.— ¿Ese patrocinio es a título personal o como presidente del CELS? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 36 Sr. Abramovich.— Es en ambos sentidos: como patrocinio jurídico y, al mismo tiempo, el CELS es copeticionario en esa denuncia ante la comisión. Sr. Menem.— O sea que usted tiene interés en el resultado de la causa. Sr. Abramovich.— El que se deriva de los hechos que estoy describiendo. Sr. Menem.— Doctor: de acuerdo a todo lo que se manifiesta, se habla de la crisis del Poder Judicial de San Luis; ¿usted está de acuerdo en eso? Sr. Abramovich.— Lo que nosotros planteamos es la falta de independencia e imparcialidad del Poder Judicial en la provincia. Sr. Menem.— Claro, porque usted está declarando en un expediente en el cual hay una petición respecto a la intervención del Poder Judicial de San Luis. Ahora, la mayoría de los hechos a los cuales usted hace referencia no provienen del Poder Judicial de San Luis sino de la Legislatura o del Poder Ejecutivo de San Luis. ¿Estamos de acuerdo en eso? Sr. Abramovich.— Lo que nosotros planteamos es que hay un sistema institucional que permite la manipulación política de la Justicia en San Luis, y esto creo que atañe a los tres poderes del Estado. Sr. Menem.— Claro, porque cuando hablamos, por ejemplo, del tema de las remuneraciones, de las leyes que modifican el Jurado de Enjuiciamiento, todos son hechos que provienen de otro poder del Estado, no son propiamente del Poder Judicial de San Luis. Sr. Abramovich.— Son decisiones de la Legislatura o del Poder Ejecutivo, lo que determina que es el Poder Judicial que actualmente existe en San Luis el que no puede dar garantía de independencia. Sr. Menem.— ¿Usted cree que la intervención federal al Poder Judicial de San Luis es la solución? Sr. Abramovich.— Nosotros no tenemos una posición sobre el tema de la intervención federal; lo único que planteamos es que en la provincia no está garantizada la independencia e imparcialidad del sistema de administración de Justicia, tal como establece el artículo 5° de la Constitución Nacional. No tenemos posición tomada. El alcance que puede tener la intervención federal excede lo que nosotros podemos llegar a saber. Lo único que analizamos es cómo está funcionando en la actualidad el Poder Judicial. Lo que está claro es que, de alguna manera, el Estado federal ya tiene intervención en el conflicto que usted mencionaba de la administración de Justicia en San Luis, porque ha sido demandado ante un tribunal internacional por la destitución de estas tres juezas y el tema está siendo considerado en un ámbito internacional; al igual que como tiene intervención en lo que ocurre con las cárceles en Mendoza, precisamente, porque ha sido demandado ante un tribunal internacional por esa cuestión. Sr. Menem.— Hace referencia a las demandas en la que usted es patrocinante. Sr. Abramovich.— Exactamente. Sr. Menem.— Gracias. Sr. Guinle. — ¿Algún otro señor senador desea preguntar? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 37 Sra. Ibarra.— Pido la palabra. Sr. Guinle.— Tiene la palabra la señora senadora Ibarra. Sra. Ibarra.— Respecto de la Ley 5102, que dispone la caducidad de los mandatos de los miembros del Tribunal de Enjuiciamiento; ¿además del Caso Gallo hay algún otro caso que haya sido tratado en estas condiciones por este tribunal? Sr. Abramovich.— Los otros dos casos fueron tratados también en función de esa ley; digamos, tanto Careaga como Maluf. Sra. Ibarra.— En los casos Gallo, Careaga y Maluf; ¿usted considera que fueron violentados los principios de debido proceso, juez imparcial, juez natural, derecho a defensa, protección judicial y el derecho a recurrir del decisorio? Sr. Abramovich.— Sí, básicamente esos fueron los alegatos que planteamos ante la comisión. Sra. Ibarra.— ¿Las tres juezas de este caso eran amparistas? ¿Habían planteado amparo contra la reducción salarial dispuesta por la ley? Sr. Abramovich.— En los tres casos eran juezas que habían presentado amparos. Sra. Ibarra.— ¿Las tres habían adherido a la solicitada del Colegio Público de Abogados de Villa Mercedes? Sr. Abramovich.— Sí, habían adherido a la descripción que en esa solicitada se hacía del funcionamiento del sistema de administración de Justicia; no habían sido firmantes de la solicitada. Porque hay que recordar que la solicitada también planteaba la intervención federal. Ellas lo que mandan es una nota de adhesión a los fundamentos y a la descripción que en esa solicitada se hacía de la situación del Poder Judicial en la provincia. Sra. Ibarra. — ¿A alguna de estas juezas se le imputa como causal de destitución haber adherido a los fundamentos de esa solicitada? Sr. Abramovich. — En el caso de Careaga se incorpora una causal que realmente se introduce con posterioridad al hecho en esta ley 5102, que es la de participación política. Por lo menos en la descripción que se establece. Porque es verdad que la Constitución de San Luis tiene una causal similar, pero se precisa en una ley posterior y se le aplica a Ana María Careaga, como si una manifestación de un juez sobre la situación del Poder Judicial en la provincia fuera un acto de participación política. Nuestra lectura es que la Constitución de San Luis solamente hace referencia a participación partidaria y no a manifestación política. Nosotros, todos los días, y mucho más en los últimos tiempos, los jueces de la Corte Suprema se pronuncian... Sra. Ibarra. — ¿Fue causal de destitución? Sr. Abramovich. — Fue una de las causales de destitución en el caso de Careaga y fue exclusivamente la causal de destitución en el tercer caso de Maluf. En el caso de Careaga, además de esa causal se agregan otras causales. Sra. Negre de Alonso. — Le quería pedir una aclaración al doctor. Respecto del caso Careaga, está entre las causales que recuerdo, por lo que fue paradigmático, el caso Bravo, del inspector con prisión preventiva ordenada por la jueza Careaga. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 38 ¿Usted tomó conocimiento de que después salió una sentencia del Tribunal Oral declarando que no había conducta punible; que no existía la tipicidad? Sr. Abramovich. — No tomé conocimiento, pero en todo caso la decisión de la jueza era una citación a proceso, no era una decisión definitiva. Sra. Negre de Alonso. — Era una prisión preventiva. Sr. Abramovich. — No era una decisión definitiva, y en cualquier proceso una persona que es indagada, cuando se obtienen las pruebas y se acredita el hecho, se puede llegar a una decisión contraria a la inicial. Sra. Negre de Alonso. — No era el llamado a indagatoria, era prisión preventiva. Sr. Guinle. — Doctor Abramovich, muchas gracias. Sr. Abramovich. — Muchas gracias. — Se retira del salón el doctor Víctor Abramovich. Sr. Guinle. — Llamamos entonces al doctor Mario Zavala, por favor. — Luego de unos minutos, ingresa al salón el doctor Mario Zavala. Sr. Guinle. — Doctor Mario Zavala: vamos a preguntar inicialmente en base a preguntas arrimadas a la mesa, por escrito, de la senadora Negre. Está preguntando inicialmente por las generales de la ley. ¿Mantiene esta pregunta, señora senadora? Sra. Negre de Alonso. — No, la desisto. Sr. Guinle. — ¿Ha participado del proceso de acuerdos y saneamiento del Poder Judicial de la provincia de San Luis? Sr. Zavala. — Perdón, ¿tengo que prestar juramento? Sr. Guinle. — No. Han sido invitados a prestar declaración sin juramento de decir verdad. Sr. Zavala. — ¿Me la puede repetir a la pregunta? Sr. Guinle. — ¿Ha participado del proceso de acuerdos y saneamiento del Poder Judicial de la provincia de San Luis? Sr. Zavala. — Sí. Sr. Guinle. — ¿En qué consiste la crisis del Poder Judicial de la provincia de San Luis? Sr. Zavala. — En primer lugar, si usted me permite, creo que tenemos que señalar que la justicia argentina está en crisis. Creo que a diario vemos nosotros, a través de los distintos organismos que se dedican a hacer este tipo de estudios, informes con respecto a los distintos problemas que tiene la justicia en nuestro país. Por ejemplo, si nosotros ingresamos a cualquiera de las páginas de Internet, podemos ver que la FAM, por ejemplo, —Federación Argentina de la Magistratura—, permanentemente hace referencia a los problemas que tienen los poderes judiciales de todo el país: Tucumán, Neuquén, la provincia de Mendoza, por supuesto que está San Luis también. Mientras declaraba creo que es Abramovich, el señor que estuvo antes que yo, ojeaba un libro del CELS, que es creo la institución a la cual él representa, en el cual hay un capítulo que hace referencia a las transformaciones urgentes hacia una justicia democrática. Y ahí se mencionan a las distintas provincias, los distintos 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 39 problemas que tienen las provincias, y obviamente que están casi todas las provincias, entre las cuales también está San Luis. En ese contexto entonces de crisis generalizada por la que podemos decir que atraviesa la justicia argentina, obviamente la justicia de mi provincia no será la mejor pero tampoco creo que es la peor. Y está en crisis. Creo que se están haciendo los esfuerzos necesarios para salir de esa crisis. Usted, señor, me preguntaba cuáles eran los acuerdos —creo que decía su pregunta— en los cuales habíamos participado. Yo recuerdo, porque me desempeño como viceministro de la Legalidad y Relaciones Institucionales del gobierno de la provincia de San Luis, haber participado creo que fue a principios de este año, en una audiencia que solicitó el doctor Andreucci, presidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados, conjuntamente con la doctora Claudia Rocha, que -creo- es la presidenta del Colegio de Abogados de San Luis, y la doctora Patricia Alegre, que es la presidenta del Colegio de Abogados de Villa Mercedes, una ciudad también de San Luis. Ellos, precisamente, solicitaron esa audiencia con el señor gobernador, en la cual también estuvimos presentes junto con el señor ministro de la Legalidad, señor Sergio Freixes. Y en esa oportunidad, tanto las presidentas de los Colegios como el presidente de la FACA nos hicieron conocer la posición de las instituciones a las cuales ellos representaban con respecto a esta crisis que está viviendo la justicia en la Argentina. Justamente, creo que hablamos un poco acerca de la justicia en el mundo y de qué pasa en otros países con la justicia. Y el reclamo principal estaba orientado a la temática de la colegiación por parte de los Colegios de Abogados. Era el tema casi más importante. Otro de los ítems acerca del cual en ese momento estaba hablando casi toda la comunidad jurídica era concerniente a las audiencias públicas, siguiendo el modelo que el presidente Kirchner había hecho para la Nación, para los jueces de nuestra Corte. Y creo que también ellos hicieron referencia a que era necesario hacer algunas reformas con respecto al tema del Consejo de la Magistratura. Si usted me permite, señor, le quiero hacer notar que en mi provincia desde el año 86, cuando se reformó la Constitución provincial, los jueces son seleccionados a través de un Consejo de la Magistratura que está representado, en su mayoría, por jueces. Nosotros tenemos tres circunscripciones judiciales: San Luis, Villa Mercedes y Concarán. Y cada una de ellas elige, en votación secreta y directa, a sus representantes. También está integrado por un representante de los Colegios de Abogados. En este momento están representados el de San Luis y el de Villa Mercedes. El Poder Ejecutivo tiene un representante y también existe uno de la Legislatura. Este organismo, que tiene rango constitucional, tiene a su cargo la selección. Pero previamente a este proceso que hace el Consejo de la Magistratura el 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 40 postulante tiene que aprobar un examen o una evaluación técnica, la cual es tomada por los más prestigiosos catedráticos que existen en nuestro país. Generalmente se trata de buscar a los profesores de acuerdo al fuero o a la materia en la cual tenga que rendir el postulante. Y son designados por el Superior Tribunal de Justicia. Las doctoras de los Colegios querían proponer algunas modificaciones a este tema del Consejo de la Magistratura. Y creo que también nos dijeron que querían proponer algunas al actual régimen del Jurado de Enjuiciamiento, que también es un organismo que en mi provincia tiene rango constitucional y está representado por jueces, abogados y diputados. Nosotros, los representantes del Poder Ejecutivo, no tenemos ninguna representación en este Jurado de Enjuiciamiento. Seguimos conversando de temas inherentes a la justicia y el señor gobernador creo que le manifestó no sé si al doctor Andreucci o a las doctoras presidentas de los Colegios, cuáles eran las propuestas concretas que ellos tenían. Insistieron con el tema de la colegiación obligatoria y las audiencias públicas como dos hechos puntuales. Consideraban que era lo de mayor urgencia, sin perjuicio de que en reuniones futuras pudiésemos elaborar algunos anteproyectos de reformas a estos dos institutos a los que me referí anteriormente -el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento-. El señor gobernador les preguntó si habían traído el proyecto de reforma que ellos proponían y como no lo habían hecho arreglamos para juntarnos en una reunión, que luego pasamos para el día siguiente o subsiguiente, en la cual los Colegios, junto con el doctor Andreucci -de la FACA-, nos presentaron el proyecto de colegiación. Con el señor ministro evaluamos el proyecto uno o dos días y luego lo remitimos a las Cámaras legislativas a los efectos de que éstas hiciesen todo el tratamiento que se debe realizar, de acuerdo con lo que establece la Constitución provincial. Junto con este proyecto de colegiación obligatoria también se trató otro sobre el tema de audiencias públicas, al que me referí anteriormente. Lo evaluamos durante casi medio día o un día, pero también seguía casi textualmente el modelo que había tomado nuestro presidente, Kirchner, para elegir a los miembros de la actual Corte Suprema de Justicia de la Nación, que han sido recientemente designados. Luego se remitieron a las Cámaras. Al poco tiempo tuvieron el debido tratamiento legislativo que establece nuestra Constitución y hoy son leyes. Es más, si usted me permite, señor, quiero decirle que en mi provincia ya se han propuesto, por parte del Poder Ejecutivo, dos abogados. Uno es el doctor Florencio Rubio, que es de Villa Mercedes. Es un prestigioso abogado que siempre ha estado ejerciendo la profesión; tiene casi treinta años de profesión. Y el Poder Ejecutivo lo ha propuesto para integrar el Superior Tribunal de Justicia. Se estableció casi el mismo mecanismo que a nivel nacional. Es decir que la propuesta del postulante, con su nombre y sus antecedentes curriculares, se tiene que 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 41 publicar por tres días en los periódicos, en el Boletín Oficial y en la página que la provincia tiene en internet. Y ya se cumplió con esos pasos. También se establece un período de quince días para que los postulantes puedan recoger adhesiones o, eventualmente, impugnaciones u observaciones. Es decir, lo que cualquier ciudadano, institución, asociación u organismo de derechos humanos quiera hacer con respecto a los postulantes. Ya se venció ese plazo. Y en el caso del doctor Florencio Rubio creo que recibió más de doscientas adhesiones, muchas de ellas de la comunidad jurídica de Villa Mercedes. Recuerdo en este momento que recibió también una nota muy linda, muy fundada, apoyando esta designación, por parte de la gente del Colegio de Abogados de Villa Mercedes, cuya presidenta creo es la doctora Patricia Alegre. Y lo mismo sucede con el doctor Omar Esteban Uría, que es otro abogado, también de casi treinta años de profesión, que no tiene ninguna vinculación política, quien también recibió muchas adhesiones. Es profesor en la Universidad Católica de Cuyo, que es una universidad en la que en mi provincia se dicta la carrera de Abogacía. Y también recibió un fuerte apoyo por parte del organismo directivo de dicha universidad. En el caso de estas dos personas se ha fijado para el 29 de junio la audiencia pública que se va a realizar en el Honorable Senado provincial, donde los señores senadores decidirán si le van a prestar acuerdo o no a estas dos personas que han sido propuestas por el Poder Ejecutivo provincial. Con posterioridad el Poder Ejecutivo ha propuesto a dos doctoras más. Una de ellas, María Eugenia Bona, es una magistrada de una larguísima carrera judicial, también con veinticinco o treinta años en el Poder Judicial, que ha ocupado diferentes cargos. Y como procuradora general de la provincia el Poder Ejecutivo ha propuesto a una magistrada actualmente presidenta de la Cámara del Crimen de la localidad de Concarán, que es la Tercera Circunscripción Judicial de la provincia de San Luis. Es una abogada muy joven pero muy capaz, que tiene varios títulos de posgrado y es especialista en derecho penal. En este momento se está cumpliendo este período de quince días en el cual se pueden hacer observaciones. Eso sería un poco en lo referido a audiencias públicas, a colegiación obligatoria. Otro de los temas sobre el que los colegas abogados proponían hacer reformas era en el concerniente al Consejo de la Magistratura y al Jurado de Enjuiciamiento, al cual también los señores legisladores han introducido reformas a través de los proyectos que obran en las respectivas Cámaras. Tengo entendido -es un dato que se puede ver en la Cámara de Senadores de mi provincia- que el viernes pasado ha habido una reunión de los señores senadores, en la cual han recibido a los señores integrantes de los Colegios de Abogados de San Luis y de Villa Mercedes, a los efectos de tratar de consensuar cuáles serían las modificaciones. Es decir que a nivel de Colegios de Abogados, con la participación 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 42 de la FACA, de los cuatro puntos que ellos nos propiciaron como para salir de esta crisis -audiencias públicas, colegiación obligatoria, Consejo de la Magistratura y Honorable Jurado de Enjuiciamiento-, dos ya son leyes y los otros dos están próximos de convertirse en leyes. Creo que también tuvimos reuniones con los trabajadores judiciales. El Sindicato Judicial Puntano, que es el que nuclea a los trabajadores judiciales -SIJUPU- y del cual en el orden nacional su referente es el señor Julio Piumato, también solicitó, en el marco de esta crisis judicial a la cual usted estaba haciendo referencia, una audiencia con el señor gobernador para tratar todos estos temas. Y también nos hizo conocer su punto de vista sobre la justicia en general, la crisis y cuáles eran los pasos para salir. Permítame, señor, que le diga que me quedó muy grabada una frase de Julio Piumato, refiriéndose a la crisis que vivía la justicia en nuestra provincia, cuando los periodistas le preguntaron qué opinaba acerca del pedido de intervención federal que había hecho el senador de la Unión Cívica Radical por mi provincia, Jorge Agúndez. Dijo que si había que intervenir alguna provincia porque tenía una crisis o algún problema judicial, había que intervenir todos los poderes judiciales de todas las provincias. Incluso, que había que empezar por la justicia nacional, que tenía bastantes problemas. También dijeron que necesitaban la aprobación de una cuestión presupuestaria a los efectos de tener un aumento en sus haberes. Y ese aumento también se hizo viable, por lo que se logró un compromiso de los trabajadores judiciales -los cuales a principios de año estaban en paro judicial- de levantar sus medidas de fuerza, con lo cual se permitió la normalización de las tareas judiciales. También fue, a raíz de esta crisis, otro representante de los gremios judiciales. Creo que era Roberto Izquierdo, representante de otro sector judicial, el cual también hizo notar que más allá de los problemas locales que pudiese tener cualquier justicia de provincia, la intervención federal al Poder Judicial no era ningún tipo de solución. Creo que eso es lo más importante. Hemos mantenido numerosas reuniones. Prácticamente hemos tratado de consensuar ideas, proyectos y propuestas con prácticamente todos los operadores del sistema judicial. Si usted me quiere hacer alguna pregunta puntual, estoy dispuesto a respondérsela. Sr. Guinle. - Senadora Negre de Alonso: creo que llegó, al menos, hasta la 3.8, ¿no? Sra. Negre de Alonso. - Sí, efectivamente. La 3.0 también está contestada. Ya explicó cómo era el sistema de audiencias públicas. La 3.9 creo que también está contestada. Es acerca de cuál es el fruto de ese acuerdo. Y él ha dicho que ya hay dos leyes, que hay algunos miembros, que hay apoyos, etcétera. La 3.12... Sr. Guinle. - Le formulamos, entonces, la siguiente. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 43 ¿Considera que se están saliendo de la crisis del Poder Judicial de la provincia de San Luis? Sr. Zavala. - Por las razones que he puesto precedentemente, entiendo que sí. Sr. Guinle. - ¿Cree que un camino correcto para salir de la pasada crisis del Poder Judicial de la provincia de San Luis es la aplicación de las recientes leyes provinciales de colegiación obligatoria y de audiencias públicas para la designación de magistrados? Sr. Zavala. - Sí. Y si me permite, quisiera hacer notar que en el caso de las audiencias públicas nosotros habíamos tenido un pedido. Creo que fue a fines de año que hicimos en San Luis, por una ley provincial, un foro para la reforma judicial, cuyo por principal objetivo era receptar las distintas propuestas que tenía la comunidad con respecto a los temas inherentes a la justicia. Entre los proyectos que se habían receptado había uno presentado por la Fundación Crecer, que preside el doctor Enrique Ponce, que precisamente contaba con el apoyo, por ejemplo, de Cels, de Poder Ciudadano y de numerosas instituciones que se dedican a hacer este tipo de estudios. En él proponían que en mi provincia se tomase un poco el modelo que había seguido el presidente Kirchner para elegir recientemente a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Por lo cual, personalmente como abogado, que tengo muchos años de profesión, entiendo que este sistema de audiencias públicas -que es la primera vez que se da en mi provincia- le va a permitir conocer a la ciudadanía quiénes son los jueces que los van a juzgar cuando, eventualmente, tengan algún problema judicial. Y eventualmente, si alguno tiene alguna impugnación que hacer, la puede hacer en un período de quince días. Creo que es el mecanismo correcto. Sr. Guinle. — ¿Usted decía, doctor Zavala, que había escuchado el testimonio prestado por el doctor Abramovich? Sr. Zavala. — No, dije que me parece que lo vi al señor Abramovich. Sra. Ibarra. — ¿No escuchó el testimonio del doctor Abramovich? Sr. Zavala. — No, porque yo venía entrando recién. Sra. Ibarra. — Por eso le pregunto. ¿No lo escuchó? Sr. Zavala. — Me parece que es del CELS. Tengo entendido que es el presidente del CELS. Sra. Ibarra. — Le pregunto si usted lo escuchó el testimonio de él. Sr. Zavala. — No, porque yo venía entrando recién. Sr. Guinle. — Vamos a hacer una de las preguntas. ¿Considera que la reelección indefinida del presidente del Superior Tribunal de Justicia viola la disposición constitucional de la Constitución de San Luis —el artículo 206—: “El cargo de presidente del Superior Tribunal se turna anualmente entre sus miembros comenzando por el de mayor edad”? Sr. Zavala. — Yo he integrado la justicia. He integrado una Cámara del Crimen, y le puedo decir, con conocimiento, que nosotros en la Cámara del Crimen —yo 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 44 estuve muchos años— casi siempre elegíamos al mismo presidente. Por cuanto considero que generalmente uno trata de elegir a aquella persona... Sra. Ibarra. — Perdón, disculpe que lo interrumpa. Hay un artículo de la Constitución de su provincia que dice: “El cargo de presidente del Superior Tribunal se turna anualmente entre sus miembros comenzando por el de mayor edad”. Ésta es la disposición constitucional. La pregunta que se le está formulando es si usted considera que reelegir indefinidamente un presidente del Tribunal Superior viola este artículo de la Constitución. Sr. Zavala. — Por eso, yo entiendo... Sra. Ibarra. — No es un problema de las Cámaras o de opinión. Hay un artículo. ¿Usted cree que este artículo, ante una reelección indefinida de un presidente de un Tribunal Superior, viola la Constitución o no viola la Constitución? Sr. Zavala. — Por eso, entiendo su pregunta, señora, yo le doy mi opinión personal. Yo considero que en determinadas circunstancias, hay casos excepcionales... Sra. Ibarra. — ¿En que se puede violar la Constitución...? Sr. Zavala. — No, señora, no le estoy diciendo que se puede violar la Constitución, y como abogado —yo he sido juez— jamás consentiría que se pueda violar la Constitución. Yo le doy mi opinión personal, que en determinadas circunstancias, y nos sucedía a nosotros en la Cámara donde trabajábamos, por determinada experiencia uno reconoce quién es la persona que tiene el mejor manejo del organismo colegiado, se puede reelegir. Eso un poco de acuerdo a la... Sra. Ibarra. — Sí, a ver, señor, usted puede decir que no contesta. Y, efectivamente, si usted no quiere contestar, usted está acá invitado y no está prestando una declaración testimonial, motivo por el cual puede decidir no contestar. Ahora, la pregunta es tan sencilla, que dice que el artículo 206 establece lo siguiente: “El cargo de presidente del Superior Tribunal se turna anualmente entre sus miembros comenzando por el de mayor edad”. Atento este precepto constitucional, si se reelige indefinidamente un presidente del Superior Tribunal, ¿usted considera que se violenta este artículo constitucional o no? Sr. Zavala. — Me remito a mi respuesta anterior, señora. Sr. Guinle. — ¿Conoce los motivos por los cuales se disolvieron los Colegios de Abogados de la provincia de San Luis en el año 1997? Sr. Zavala. — ¿Los motivos? Sr. Guinle. — Sí. Sr. Zavala. — Tengo entendido que ha sido por alguna ley provincial, señor. Sr. Guinle. — ¿Sabe por qué? Sr. Zavala. — Puntualmente, no. Tendríamos que remitirnos a la ley. Me remito a la ley. Sr. Guinle. — El artículo 38 de la ley orgánica de la administración de justicia dice: “El presidente del Superior Tribunal será elegido por votación de sus miembros por mayoría simple. Durará un año en sus funciones y podrá ser reelecto”. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 45 ¿Considera que es contradictorio con la disposición constitucional que le leía la senadora Ibarra? Sr. Zavala. — Es un poco lo que le decía recién. Yo considero que en determinadas circunstancias se hace necesaria esa reelección en determinados organismos colegiados. Sr. Guinle. — ¿Algún señor senador va a preguntar? Tiene la palabra la senadora Negre. Sra. Negre de Alonso. — Gracias, presidente. Doctor Zavala: quisiera hacerle algunas preguntas respecto de la declaración que hizo la doctora Ziliotto en esta misma Comisión. En primer lugar, la doctora Ziliotto ha afirmado que se reunió con usted allá por el mes de octubre del año pasado, que fue llamada en el mes de octubre del año pasado por usted a su despacho. Y que cuando llegó a su despacho, usted le comunicó que iba a ser propuesta por el Poder Ejecutivo para ejercer el cargo de camarista, pero que debía firmar previamente una renuncia. Quiero saber si es verdad que se reunió, si es verdad que esa fue la propuesta, aproximadamente en el mes de octubre. Sr. Zavala. — Perdón, senador: ¿me tengo que dirigir a usted o a la señora senadora? Sr. Guinle. — Al presidente, si es tan amable. Sr. Zavala. — En primer lugar, senador, quisiera que la senadora nos precise a qué relato se refiere de la doctora Ziliotto. Sr. Guinle. — Senadora: ¿le puede aclarar eso al testigo? Sra. Negre de Alonso. — Sí, presidente. Viceministro: la doctora Ziliotto se presentó a hacer una declaración acá, y usted después presentó una nota pidiendo ser escuchado, que la mandó a la Comisión o al despacho de la presidenta, no me acuerdo. En esa declaración la doctora Ziliotto le imputa que usted la citó a su despacho para comunicarle que, de la terna, ella había salido designada, o que se la iba a elegir a ella para ocupar el cargo de camarista, aproximadamente en el mes de octubre de 2004, y que usted le requirió su renuncia anticipada para pasarle el pliego al Senado de la provincia. Sr. Zavala. — Con respecto a la declaración a que alude la señora senadora que ha prestado en este recinto la doctora Marina Ziliotto, yo quisiera que usted me permita dividir esa declaración en dos planos. Sra. Ibarra. — Perdón, hay una pregunta que le hizo el senador, que es si se hizo esa reunión o no se hizo esa reunión. Sr. Zavala. — Sí, por eso, señora, le estoy pidiendo al señor presidente si me permite dividirla en dos planos, para hacer una respuesta. Sr. Guinle. — Usted puede expresarse como quiera; contestar si quiere. Así que adelante. Sr. Zavala. — ¿Puedo responder entonces? Sr. Guinle. — Por supuesto. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 46 Sr. Zavala. — Yo le decía que la teníamos que dividir a esa declaración de la doctora Ziliotto en dos planos. En un plano institucional, y a los fines por los cuales se está tratando en esta Honorable Comisión del Honorable Senado de la Nación, un plano netamente institucional, de esa declaración de la doctora Ziliotto hay dos cosas que son absolutamente ciertas. La primera, que la doctora Ziliotto fue elegida a través de un Consejo de la Magistratura, como ella lo había dicho aquí, lo cual prueba evidentemente lo que yo le decía. Es decir, que en mi provincia funciona muy bien el Consejo de la Magistratura, que tiene rango constitucional y que es el organismo encargado del proceso de selección de jueces —jueces de primera y de segunda instancia, fiscales y defensores—. Y lo otro que también dijo la doctora Ziliotto, que es una gran verdad, es que jamás recibió algún pedido, alguna injerencia por parte del Poder Ejecutivo hacia ella, en los dos cargos que ocupó; es decir, en el cargo de defensora oficial, que estuvo creo que como siete años, y después como camarista. Esas son las dos cosas que constituyen una verdad absoluta. El segundo plano de la declaración de la doctora Ziliotto, señor, refiere casi a algo que apunta a lo estrictamente personal; es decir, la propia doctora lo ha reconocido en este honorable recinto... Sra. Ibarra.— Perdón. Yo voy a hacer una petición a la Presidencia. Realmente creo que acá no estamos interesados en temas personales, no sólo en el trabajo de la subcomisión sino en todo el debate que hicimos en el marco de la Comisión de Asuntos Constitucionales, y con el aporte de la directora de la Comisión y demás quedaron muy claros los planos institucionales que nos interesaban a fin de determinar si estaba o no en juego la división de poderes y el sometimiento de un poder a otro. En este punto sólo estamos juntando pruebas y evaluando los testimonios. Creo que los temas de índole personal están afuera del interés del Senado. Por eso, si usted se va a referir a temas personales, le aclaro que los mismos no nos interesan, porque en este Senado estamos en función de temas institucionales. Sr. Zavala.— ¿Tengo que responder? Sra. Ibarra.— No; solamente quería hacer la aclaración de que no nos interesa el tema personal. Sr. Zavala.— ¿La señora presidenta es la que me concede la palabra? Sra. Fernández de Kirchner.— Tiene el uso de la palabra. Sr. Zavala.— Sí, señora; si usted me permite, para poder llegar a responder la pregunta de la senadora forzosamente tenía que hacer referencia a ese tema, porque está íntimamente vinculado. Y, por otra parte, señora, fue la propia doctora Ziliotto la que trajo este tema a este honorable recinto. Sra. Fernández de Kirchner.— Mire; en aquella oportunidad yo interrumpí el intercambio de palabras que se había hecho a raíz de una pregunta de la senadora Negre de Alonso. Sinceramente, la referencia no tiene absolutamente nada que ver en lo institucional; y, ¿quiere que le diga una cosa?: en lo personal hasta me parece de muy mal gusto que usted haga referencia a eso. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 47 Sr. Zavala.— No, señora; lo que pasa es que la doctora ha hecho referencia a ese tema, y es un tema que se publicitó por todo el país. Entonces, creo que por aquel elemental principio de que “todos somos iguales ante la ley”, así como se le permitió a la doctora en este Honorable Senado, con cámaras de TN y para todo el país, creo que por lo menos puedo expresar mi opinión. Sra. Fernández de Kirchner.— No, perdón. No es que se le permitió nada; se le hizo una pregunta y ella respondió. Sr. Zavala.— Señora: salió por todo el país. Sra. Fernández de Kirchner.— Que usted ratifique ahora la cuestión, como en ella intervienen factores personales, me parece —reitero— de absoluto mal gusto. Sra. Negre de Alonso.— Pido la palabra. Sra. Fernández de Kirchner.— Tiene la palabra la señora senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso.— Creo que estamos yéndonos del objetivo. Yo le pregunté al viceministro concretamente si la citó a la doctora Ziliotto ese día. O sea, no creo que queramos invadir un tema personal. Concretamente lo hago porque ella ha dicho en una de las ampliaciones que ha habido con respecto al pedido de intervención que el señor viceministro le pidió la renuncia anticipada a la doctora Ziliotto cuando la llamó para comunicarle que iba a ser camarista. Era eso lo que yo había preguntado. Sra. Fernández de Kirchner.— Eso está claro. El que hizo referencia a la cuestión personal fue precisamente el señor viceministro, y por eso la señora senadora lo interrumpió, precisamente para que no volviéramos a abordar temas estrictamente personales. Nada más. Sr. Zavala.— ¿Puedo responder? Sra. Fernández de Kirchner.— ¿A qué responder? Sr. Zavala.— A lo que dice la senadora. Sra. Fernández de Kirchner.— Responda a las preguntas que tengan que ver con lo institucional funcional. Toda otra referencia a su vida personal le importará a usted y a su familia, pero no a este Senado. Sr. Zavala.— Bien. Sra. Fernández de Kirchner.— Adelante. Sr. Zavala.— Bueno, concretando lo que ha preguntado la señora senadora, debo decirle que con la doctora Marina Ziliotto, como ella reconoció en este Senado, he tenido una relación sentimental años atrás. Luego hemos seguido teniendo una relación de amistad, una relación de absoluta cordialidad, de familiaridad de trato y, a raíz de eso, la doctora Ziliotto iba habitualmente a mi despacho en el Ministerio de la Legalidad y, precisamente, en función de esa confianza, de esa amistad, tomaba mate permanentemente conmigo... Sr. Massoni.— Solicito una interrupción. Sra. Fernández de Kirchner.— Discúlpeme. Tiene la palabra el señor senador Massoni. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 48 Sr. Massoni.— Pido que no se deje constancia de las manifestaciones relacionadas con lo actuado por... Sra. Fernández de Kirchner.— ¿Por lo de tomar mate dice usted? Sr. Massoni.— Se está refiriendo a una relación que es particularísima, y lo mismo ocurrió cuando declaró la otra parte. Entonces, pido que en lo posible se deje sin efecto la manifestación. Sra. Fernández de Kirchner.— Oportunamente se va a considerar lo peticionado por el señor senador Massoni. Adelante, señor viceministro. Sr. Zavala.— Gracias, señora senadora. Con todo el respeto que me merece el señor senador, creo que decir que la doctora iba a mi despacho permanentemente a tomar mate no tiene absolutamente nada que ver con invadir la privacidad ni la intimidad de la persona sino que estoy contando un hecho de la realidad. Y, a raíz de eso, iba permanentemente a mi despacho, pero niego expresa y categóricamente que en algún momento me haya referido al tema de su renuncia o, eventualmente, que le hubiese hecho firmar alguna renuncia en blanco, que generalmente no lo hago con nadie y mucho menos — esta es una cuestión de puro sentido común— lo podría haber hecho con una persona con la cual tengo una excelente relación desde el año 1992. Es decir, son trece años de relación de amistad, de una situación de permanente familiaridad y trato, lo cual me impide realizar una conducta de esa naturaleza. No sé si está contestada la pregunta. Sra. Negre de Alonso.— señor viceministro: en una palabra, usted no le pidió la renuncia anticipada ni a la doctora Ziliotto, ni —voy a agregar dos nombres más— a los doctores Lútens, Vallica San Martin y Leonhardt; involucro a los cuatro. Le pido que me responda si les ha pedido renuncia anticipada para acceder a los cargos o para ascender a los doctores Ziliotto, Vallica San Martin, Leonhardt o Lútens. Sr. Zavala.— ¿Puedo responder, señora? Sra. Fernández de Kirchner.— Claro; tiene que responder. Sr. Zavala.— Bien. La denuncia de la doctora Ziliotto fue tomada por la doctora Gretel Diamante de Ponce a los efectos de iniciar una investigación en el fuero federal, en la Justicia Federal de mi provincia, por cuanto —según ellas decían— no tenían garantías en la Justicia provincial. Es más, es casi la única vez en la historia de mi provincia que a una persona que hace una denuncia por un hecho cometido en San Luis su denuncia le es recepcionada en Buenos Aires. La Justicia federal, insólitamente, por un hecho presuntamente cometido en la provincia de San Luis, recibe la denuncia de la doctora Ziliotto aquí, en Buenos Aires. Se inician las investigaciones en el fuero federal, señora, y yo he traído una copia, pero el Honorable Senado puede recabar esta información en el Juzgado Federal de San Luis, a fojas 298. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 49 Y, respondiendo concretamente la pregunta de la señora senadora, el señor juez federal de San Luis, en una resolución de fecha 23 de mayo de 2005 —yo he traído una copia, y si usted quiere se la dejo— a foja 298 dice que en el marco de la actividad instructora desarrollada por el Ministerio Fiscal, testimonia a foja 83 el doctor Humberto Emiliano Agúndez, quien brinda las razones de la presentación de su renuncia en cuestión para el cargo concursado, negando haberse sentido coaccionado o amenazado y/o haber presentado una renuncia sin fecha o con fecha anticipada, desconociendo algún hecho como los denunciados. Declararon en similares términos el doctor Néstor Alejandro Spagnuolo, el doctor Gabriel Marcelo Leonhardt, la doctora Viviana Elizabeth Oste, la doctora Verónica Daniela Alonso Ernst, la doctora Marta Vallica San Martin de Figari, la doctora Alejandra Martín, la doctora Mónica Corvalán, el doctor Ernesto Gabriel Lútens y el doctor Víctor Endeiza, en cuanto todos justifican las presentaciones de sus respectivas renuncias, negando haber sido amenazados y/o coaccionados para ello. Esta es una resolución judicial, señora; con lo cual creo haber dado respuesta a la pregunta de la senadora. Sr. Guinle. — Una pregunta más. Un párrafo de un mensaje del señor gobernador de San Luis al abrir el período legislativo, que en realidad fue acercado por la doctora Negre, dice así: “A esta Legislatura le pido que revisemos la legislación sobre la colegiación obligatoria. Si la Legislatura está de acuerdo sobre la colegiación obligatoria volvamos a poner la colegiación obligatoria en la provincia de San Luis”. ¿Usted considera que la colegiación en la provincia de San Luis es una facultad para el legislador o es un imperativo constitucional? Sr. Zavala.— El legislador considero que tiene... Sr. Guinle.— No. Le pregunto qué considera usted: ¿que es un imperativo constitucional o, en realidad, que es una potestad que tiene el legislador? Sr. Zavala.— Más allá del texto expreso de la Constitución provincial, los señores legisladores, al igual que los señores senadores, tienen el más absoluto derecho de proponer cualquier proyecto de ley referido a temas inherentes a la colegiación. Esa es mi opinión personal. Sr. Guinle.— Usted conoce el artículo 22 de la Constitución de la provincia de San Luis... Sr. Zavala.— Sí. Sr. Guinle.— Se lo leo: “Queda asegurada en la provincia la constitución de asociaciones que no contraríen el bien común, el orden público o la moral. Ninguna asociación es disuelta en forma compulsiva sino en virtud de sentencia judicial en los casos y los modos que la ley establece.” Obviamente, de acuerdo al contenido del artículo 22, con la disolución de los colegios se ha afectado un imperativo constitucional, al margen de las otras connotaciones que pudo haber tenido. ¿Esto es así? ¿Usted con acuerda con esta apreciación que yo hago o cree que no? Sr. Zavala.— ¿Quiere que le diga la verdad? No concuerdo. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 50 Sr. Guinle.— Usted cree que es constitucional hacerlo por ley, más allá de lo que diga la Constitución. Sr. Zavala.— No, no. Como recién le dije a la señora, yo soy absolutamente respetuoso de la Constitución; sin perjuicio de ello, entiendo que los señores senadores... Sra. Negre de Alonso.— Solicito una interrupción. Sra. Fernández de Kirchner.— Tiene la palabra la señora senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso.— Creo que el senador Guinle tiene, con todo respeto, una confusión entre lo que es la colegiación obligatoria impuesta por las constituciones provinciales —que algunos la tienen, el como derecho público—, y la colegiación obligatoria por ley. Hay algunas constituciones provinciales, si mal no recuerdo la de Tucumán, que tiene colegiación obligatoria de derecho público... Sra. Fernández de Kirchner.— Perdón; vamos por partes. La interrupción siempre es para los dichos del testigo, no para interrumpir a otro senador. El señor es el viceministro de la Legalidad de la provincia de San Luis. Y lo que entiendo que el senador quiere saber a través de su pregunta es qué opinión tiene, nada más y nada menos, que el viceministro de la Legalidad acerca de los roles constitucionales. Usted no puede interrumpirlo para contestarle al senador Guinle acerca de la interpretación de la Constitución... Sra. Negre de Alonso.— Es que está mal hecha la pregunta; por eso lo interrumpo. Sra. Fernández de Kirchner.— No; permítame. Usted no puede calificar la pregunta de otro senador. Las interrupciones de los senadores son a los dichos de los testigos, para repreguntar al testigo o para hacer una aclaración sobre lo que está manifestando el testigo. En este caso hay un senador de la Nación que, con el mismo derecho que usted ha hecho todas las preguntas que le han parecido, está preguntándole al viceministro de la Legalidad —no es casual el título que detenta— qué opinión tiene acerca de la interpretación de un texto constitucional o de un texto legal. Con lo cual, las manifestaciones que usted tenga acerca de cómo es la interpretación del texto legal o a lo que se refiere, aun cuando no concuerden con el senador Guinle, no son para formularlas en esta oportunidad. Así que, le pido que, en todo caso, luego haga otro tipo de pregunta o repregunte lo que usted quiera al viceministro. Por lo tanto; no ha lugar a la interrupción. Señor viceministro: usted siga contestando acerca de la pregunta que le formuló el señor senador Guinle en cuanto a su opinión como viceministro de la Legalidad sobre la cuestión planteada. Sr. Zavala.— Sí; me remito a las respuestas dadas anteriormente. Sra. Ibarra.— Pido la palabra. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 51 Sr. Guinle.— Tiene la palabra la señora senadora Ibarra. Sra. Ibarra.— Señor: ¿cuándo asumió su cargo como viceministro de la Legalidad? Sr. Zavala.— En enero de 2005. Sra. Ibarra.— ¿Tenía algún cargo en la función pública anteriormente a eso? Sr. Zavala.— ¡Uy! ¡Muchísimos! Sra. Ibarra.— No, no; el anterior. Sr. Zavala.— Ah, ¿anterior a ese? Sra. Ibarra.— Sí. Sr. Zavala.— Estuve trabajando en un proyecto de revisión de leyes. Nosotros —como usted sabe o por lo menos creo que habrá escuchado— en San Luis tenemos un digesto muy lindo. Se trata de un digesto de leyes que consta de dos tomos, que me parece que son los que andan por acá... Sra. Fernández de Kirchner.— Sí, lo tenemos aquí. Sr. Zavala.— Ah, lo tienen; perfecto. Es un digesto muy lindo en donde, de casi 7.000 leyes que se revisaron, han quedado aproximadamente unas 400. Sra. Ibarra.— ¿Usted qué cargo tenía? Sr. Zavala.— Si usted me permite, yo le respondo. Sra. Ibarra.— Sí. Sr. Zavala.— Yo en ese momento estaba trabajando por parte del Poder Ejecutivo en ese proceso de revisión de leyes. Ah, y posteriormente, cuando terminó el tema del digesto, a fines del año 2004, por disposición del señor gobernador pasé a ser viceministro de la Legalidad y Relaciones Institucionales, señora. Sra. Ibarra.— ¿Qué cargo tenía antes de ser viceministro de la Legalidad? Sr. Zavala.— Vuelvo a reiterarle: estaba trabajando en este proyecto... Sra. Ibarra.— ¿Pero era empleado, funcionario jerárquico, asesor, jefe de departamento, director general? Usted debía cobrar un sueldo de fondos públicos... Sr. Zavala.— Sí. Sra. Ibarra.— Bueno, ¿en qué carácter cobraba el sueldo? ¿Qué cargo tenía? ¿Qué designación tenía? Entendí las funciones, pero quiero saber el cargo. Sr. Zavala.— Mire; yo era coordinador del Foro de Notables; así creo que era el cargo. Precisamente, cuando se crea esta ley en la cual se dispuso la realización de ese digesto también se creó en mi provincia un Foro de Notables, que tenía por principal objetivo reunir a todas aquellas personalidades del mundo del Derecho, de las distintas especialidades a las cuales estaban referidas las leyes. En ese Foro de Notables creo que mi cargo era coordinador ejecutivo... Sra. Ibarra.— Era de índole legal académico el trabajo. Sr. Zavala.— Exactamente. Digamos que en su mayoría trabajaban conmigo abogados. Sra. Ibarra.— ¿Y tenían la sede en un ámbito académico o trabajaban en la Casa de Gobierno? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 52 Sr. Zavala.— No. Por un lado estaba la magnífica tarea que hicieron diputados y senadores provinciales que tuvo como fruto este digesto, que es un orgullo para nosotros, los puntanos; y, por otro lado, estaba la tarea que hacíamos desde el Poder Ejecutivo enmarcada en el Ministerio de la Legalidad y Relaciones Institucionales, que era a la cual yo pertenecía... Sra. Ibarra.— ¿Usted dónde tenía su despacho u oficina? Sr. Zavala.— Por eso digo: estábamos en el Ministerio de la Legalidad. O sea, le explico cómo es: el Ministerio de la Legalidad funciona en la Casa de Gobierno. Uno de esos, llamémosle programas —así podría decirse— era el referido al tema de las leyes. Sra. Ibarra. — ¿Aproximadamente cuántos magistrados renunciaron a su cargo desde el 1° de diciembre de 2004 a la actualidad? Aproximadamente, así, un número: uno, cuatro, ocho, veinte, cien... Sr. Zavala. — Yo no sé con exactitud, pero eso está todo instrumentado en decretos del Poder Ejecutivo, con lo cual, si pedimos... Sr. Ibarra. — Pero usted es viceministro de la Legalidad. ¿Nos puede dar una aproximación? Porque yo entiendo que es una aproximación; no tenemos los números. ¿Estamos hablando de números de un dígito, dos dígitos? ¿Setenta, ochenta, cuatro, veinte? Alrededor. Asumiendo que estamos yendo al bulto. Sr. Zavala. — Bien. Los primeros que renuncian —así, recientes, ¿no cierto? de los que me recuerdo— son los miembros del Superior Tribunal de Justicia, que creo que son tres miembros. Con posterioridad tengo entendido que lo hizo el procurador general de la provincia. Y luego lo hicieron también varios jueces de primera y de segunda instancia. Yo no le quiero decir un número exacto por temor a brindarle una información errónea... Sra. Ibarra. — No, si no le pido exacto... Sr. Zavala. — Porque esos cargos se cubren a través del Consejo de la Magistratura. Y quizás me esté equivocando, pero creo que he visto algún edicto. Porque cuando se hacen las convocatorias para cubrir los cargos se publican edictos en el Boletín Oficial y en los diarios, en los periódicos locales. Como esa no es una tarea que la hace el Ministerio de la Legalidad sino que es una tarea que la hace el Consejo de la Magistratura que, como yo le decía recientemente, es un organismo que tiene raigambre constitucional en mi provincia y nosotros no tenemos ninguna injerencia... Pero, para dar un número, deben ser más de diez. Sra. Ibarra. — Cuando se recibe una terna del Consejo de la Magistratura en el Poder Ejecutivo, ¿algún organismo del Ministerio se encuentra con necesidad de convocar previamente al Ministerio a las personas ternadas? O sea, ¿es de uso y costumbre en el Ministerio convocar a las personas ternadas a la sede del Ministerio? Sr. Zavala. — Depende. Porque puede suceder que el Consejo de la Magistratura...; el mecanismo en mi provincia es así: el Consejo de la Magistratura, una vez que toma el examen, dice qué personas, qué postulantes son aptos y cuáles son no aptos. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 53 Con ellos forma una terna. Esa terna la remite al Poder Ejecutivo, quien tiene la obligación de prestarle el acuerdo... Sra. Ibarra. — ¿Cómo “el acuerdo”? Sr. Zavala. — La obligación de pedir el acuerdo al Senado, y el Senado, si le da el acuerdo, luego se hace la designación a través de un decreto. Sra. Ibarra. — Sí, el mecanismo lo conozco. La pregunta es, desde el Ministerio de la Legalidad, ¿suelen convocar a los ternados por el Consejo de la Magistratura? Sr. Zavala. — Por eso, yo le dije y usted no me dejó terminar. Depende. ¿Por qué? Porque en algunas oportunidades, el Consejo de la Magistratura suele remitir los pedidos, o sea, dice: “que se ha tomado examen para el cargo de juez de la Cámara del Crimen; las personas ternadas son: Juan, Pedro y Mario”. Y han omitido, en algunas oportunidades, remitir la carpeta de antecedentes. ¿Me entiende? Sra. Ibarra. — ¿Y en ese caso? Sr. Zavala. — Entonces, en ese caso, si no se consigue la carpeta de antecedentes en el Consejo de la Magistratura, porque a veces, por algún trámite administrativo puede haber quedado en alguna mesa de entrada, se le suele pedir al postulante que presente, supóngase, para darle un ejemplo, cualquiera de las chicas de ahí, de las empleadas administrativas, le suele decir qué necesita; que le traiga una fotocopia del DNI, o una fotocopia de un título. ¿Me entiende? Sr. Guinle. — Parte del legajo. Sr. Zavala. — Parte del legajo, exactamente. Sra. Ibarra. — ¿Cuánto tiempo tiene el Poder Ejecutivo desde que le manda la terna el Consejo de la Magistratura? Entiendo que son treinta días. ¿No es cierto? Sr. Zavala. — Creo que ahora son treinta días. Se han modificado un poquito las leyes, pero creo que son treinta días. Sra. Ibarra. — Cree. Sr. Zavala. — Sí, pero con precisión, me remitiría al digesto que usted tiene. Sra. Ibarra. — No, pero usted es el viceministro de la Legalidad, si no lo sabe usted, estamos en un problema. Yo seguro que no lo sé. Sr. Zavala. — No, no. Sí lo sé. ¿Pero sabe qué pasa? Son muchas leyes y así, un poco, el número exacto, en este momento por ahí a veces me olvido. Pero son treinta días, señora. Sra. Ibarra. — Es decir que en treinta días ustedes piden los antecedentes al Consejo de la Magistratura o convocan al ternado. Sr. Zavala. — Sí, son treinta días. Sra. Ibarra. — No ocurría en todos los casos. O sea, ¿convocaban algunas veces a los ternados o siempre se convocaba a los ternados al Poder Ejecutivo? Sr. Zavala. — Por eso yo le dije que depende. Si la carpeta del Consejo de la Magistratura venía completa, no había necesidad de convocarlo o de hacerle saber al postulante; no era que se lo convocaba, como usted dice, sino que se le hacía saber al postulante que debía presentar la fotocopia de un determinado título. Sra. Ibarra. — En esos casos, que se le pedía por ejemplo, la fotocopia, algunas de esas cosas, ¿quién los convocaba? ¿A través de qué mecanismos se los convocaba? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 54 Sr. Zavala. — Generalmente, los empleados que se dedican a hacer ese tipo de notas para pedir los acuerdos. Por la función que cumplo en este momento, esa tarea no la hago yo. Sra. Ibarra. — Y antes de ser viceministro de la Legalidad, ¿la hacía? Sr. Zavala. — Estaba trabajando en el tema de revisión de las leyes, que le decía recientemente, con lo cual todo el tema inherente a designaciones, un poco que escapaba a mi competencia. Sra. Ibarra. — ¿O sea que usted no participó en ningún caso de encuentros con postulantes del Consejo de la Magistratura? Sr. Zavala. — Mire, por el tema específicamente del Consejo de la Magistratura... Sra. Ibarra. — De designación. Sr. Zavala. — Por eso, le tengo que decir habría que saber a qué personas concretamente se refiere, y le voy a explicar por qué... Sra. Fernández de Kirchner. — A los propuestos le está diciendo, a los ternados. Sra. Ibarra. — Le estoy preguntando si usted participó de reuniones, en su condición de funcionario, con los ternados por el Consejo de la Magistratura. Usted era funcionario del Poder Ejecutivo; si usted participó en algunas ocasiones con ternados del Consejo de la Magistratura. Sr. Zavala. — ¿Por qué tema? Sra. Ibarra. — No sé, por el que le parezca. Sra. Fernández de Kirchner. — Por cualquiera. ¿Participó en reuniones? Eso es lo que le está preguntando. Sra. Ibarra. — ¿Tuvo reuniones con ternados del Consejo de la Magistratura? Sr. Zavala. — No les entendí, porque me hablaron las dos a la vez. Sra. Fernández de Kirchner. — Espere, senadora Ibarra, yo le voy a preguntar. Le está preguntando la senadora si usted, en su carácter de viceministro de la Legalidad de San Luis, o previamente a desempeñar ese cargo, usted mantuvo reuniones con algunos de los ternados por el Consejo de la Magistratura para ser magistrados, para ocupar cargos judiciales. Sr. Zavala. — Por eso yo le decía, por ejemplo, si usted me dice, concretamente, referido a Juan o a Pedro, yo se lo contesto. Sra. Fernández de Kirchner. — No, perdón, olvídese, yo no le pido con quién... Sr. Zavala. — No es menor el dato; no es menor. Sra. Fernández de Kirchner. — No, mire, no le está preguntando con quiénes; le está preguntando una cosa mucho más simple. Porque, es más, fíjese que si le preguntáramos con quién, por allí usted podría no recordar si fue con Juan, con Pedro o con Diego. En realidad, lo que le estamos preguntando es si alguna vez mantuvo reuniones, en su carácter de viceministro de la Legalidad, o previamente a desempeñar el cargo, con miembros que hayan sido ternados, propuestos, por el Consejo de la Magistratura para ocupar el cargo de funcionarios, magistrados. ¿Usted tuvo alguna reunión con alguien? No importa el motivo o con quién. ¿Tuvo reuniones? Sr. Zavala. — No, señora, en mi carácter de viceministro, no. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 55 Sra. Ibarra. — ¿Antes, cuando era del grupo de notables? Sra. Fernández de Kirchner. — Cuando era el coordinador del foro de notables. Sr. Zavala. — Por el tema del Consejo de la Magistratura, no, señora. Sra. Fernández de Kirchner. — Perdón, eso se llama, en materia judicial —usted es abogado—... Sr. Zavala. — Abogado, exacto. Sra. Fernández de Kirchner. — Bien, eso se llama “reticencia”. Sr. Zavala. — No, señora, porque yo le estoy diciendo la verdad. — La senadora Negre de Alonso pronuncia palabras fuera de micrófono. Sra. Fernández de Kirchner. — Perdón, senadora: ¿para qué está pidiendo la interrupción? Sra. Negre de Alonso. — Si usted me permite, le preguntaría al viceministro que diga con todos los que ha tenido reuniones de los ternados. Sra. Fernández de Kirchner. — Perdón, me parece que la pregunta que le estamos haciendo es mucho más simple. No le estamos pidiendo que nos diga con quiénes ha mantenido reuniones, senadora. Le estamos preguntando que nos diga si ha mantenido reuniones. Sr. Zavala. — En mi carácter de viceministro, por temas del Consejo de la Magistratura, no. Simplemente quería pedirle que me permita decir, respondiendo al señor, que no estoy reticente. Me he tomado el trabajo de viajar desde San Luis para estar presente el día de hoy para contestar todas las preguntas que ustedes deseen hacerme. Desde ningún punto de vista -les pido disculpas si así lo han entendidosoy reticente. Sra. Ibarra. - Usted, como viceministro y miembro de un poder, sabe de la importancia de la división de poderes. Hay una terna, que es elegida por un órgano como el Consejo de la Magistratura y elevada al Poder Ejecutivo. Y éste debe elegir un candidato y enviarlo al Senado para su acuerdo. Este es el trámite normal: mira la terna, selecciona un candidato y envía el pliego al Senado. En el ínterin en que esa terna está en el Poder Ejecutivo -que se supone que evalúa entre tres candidatos a quién va a elevar primero-, usted, en su carácter de funcionario de ese poder, ¿mantuvo alguna vez reuniones con alguno de los ternados? La pregunta es por sí o por no. Si no, la damos por no contestada y avanzo en alguna otra cosa. Sr. Zavala. - No, no la dé por no contestada. Es no. Sra. Fernández de Kirchner. - Para que usted tenga una idea. ¿Sabe cuál es el problema y por qué no es que uno sea insistente con las preguntas? Porque la denuncia que hay es que precisamente a los miembros del Poder Judicial se les pedía la renuncia por anticipado. No es por el hecho de que un funcionario del Poder Judicial o alguien propuesto tenga una reunión con alguien del Poder Ejecutivo o no. La importancia de la pregunta y de la respuesta no radica -a mi criterio- en que una 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 56 reunión suya con un miembro del Poder Judicial obstaculice la división de poderes. Lo que sucede es que la denuncia por la que se pide la intervención del Poder Judicial, entre otras cosas fue hecha porque a todos los funcionarios se les exigía, antes de ser nombrados en el cargo, que presentaran la renuncia. Que quede claro cuál es la orientación de la pregunta. Porque si no, parecería que cada vez que un miembro del Poder Legislativo o del Poder Judicial re reúne con alguien del Poder Ejecutivo, o viceversa, estaría afectando la división de poderes. No es por eso. Es porque, precisamente, la denuncia que existe es que se reunían con los ternados para exigirles que antes de ser nombrados presentaran las renuncias a sus cargos. Por eso, la insistencia en la pregunta y la importancia de la respuesta. Sr. Zavala. - Entiendo y le reitero, señora. Y por eso me permití leer este párrafo del señor juez federal, en donde expresamente afirma lo contrario. Es decir, para que quede bien en claro, por si no se entendió, mi respuesta es no. Es decir, no se mantenían reuniones. No he mantenido reuniones en mi carácter de viceministro. Jamás hemos tenido alguna injerencia. Sr. Guinle. - Creo que la confusión viene porque en una de sus respuestas anteriores dijo que generalmente no ha pedido renuncia anticipada. Sr. Zavala. - Jamás he pedido renuncia anticipada. Sr. Guinle. - Posiblemente. En la versión taquigráfica va a quedar muy claro. Dijo generalmente. Creo que la confusión surge de ahí y por eso vuelven sobre la pregunta. Porque cuando expresó que generalmente no pedía renuncia anticipada, obviamente ha generado una confusión. Sr. Zavala. - Por eso, señor, si me permite, quisiera corregir que se ponga que jamás he pedido o hemos pedido alguna reunión similar. Sra. Ibarra. - ¿Usted vio las renuncias de la doctora Ziliotto, del doctor Lútens o del doctor Spagnuolo? Como viceministro, ¿la las tuvo ante su vista? Sr. Zavala. - En este momento no le podría decir, porque son muchas. Si tienen la firma mía, sí. Sra. Ibarra. - No, yo no las vi. Le pregunto a usted: ¿alguna vez vio la renuncia de la doctora Ziliotto? Sr. Zavala. - Por eso le digo. Si tiene la firma mía, sí. Si está como que la he recepcionado yo, sí. Sra. Ibarra. - ¿No se acuerda si usted vio la renuncia de la doctora Ziliotto? Sr. Zavala. - Que ha renunciado le puedo decir que sí. Sra. Ibarra. - Pero yo le pregunto: el texto, el papel donde dice “renuncio”, ¿usted lo vio? Sr. Zavala. - Yo le puedo decir lo que le dije recién: que ha presentado su renuncia, sí. Pero por la cantidad de trabajo que tenemos en el Ministerio no podría precisarlo. Sra. Fernández de Kirchner. - Quiero decirle algo. Usted no ha prestado juramento, pero usted mismo dijo que vino de San Luis a presentarse. Sabía más o menos que le íbamos a preguntar acerca de... Sr. Zavala. - No, pensé que me iban a preguntar sobre la intervención federal. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 57 Sra. Fernández de Kirchner. - Como se ve que siguió por “TN” la declaración de la doctora Ziliotto, cuesta creer que no se acuerde, siendo viceministro de la Legalidad, si vio la renuncia o no. No le estamos preguntando acerca de qué decía la foja número veinte del expediente número tal. Estamos hablando precisamente de los casos emblemáticos y puntuales que han dado motivo al proyecto de algunos señores senadores y, precisamente, a su citación el día de la fecha aquí. Por eso las preguntas que le hacen son gruesas respecto de la cuestión que estamos tratando. No son excesivamente finitas -si se me permite el neologismo- para poder abordar el tema. Tiene la palabra la senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso. - No es que quiera aclarar su pregunta. No quiero pasar por encima de usted. Doctor Zavala: le han preguntado sobre tres renuncias. ¿Usted recuerda haber tenido en sus manos los expedientes que tramitaron esas renuncias para el decreto de aceptación? Sr. Zavala. - Recuerdo que esas tres personas que la señora ha mencionado han presentado sus renuncias. Si usted me pide precisión acerca del número de expediente... Sra. Ibarra. - No, si vio el texto de la renuncia. Sr. Zavala. - Me remito a lo que recién le decía. Han presentado su renuncia. Sra. Fernández de Kirchner. - Recién recibió una ayuda de su comprovinciana. Le preguntó si había visto el expediente. ¿Tampoco lo vio? ¿Tampoco se acuerda? Si ya con ayuda tampoco la contesta... Sr. Zavala. - El decreto de renuncia sí me acuerdo que lo he visto. Sra. Fernández de Kirchner. - ¿Del expediente se acuerda? Sr. Zavala. - Del decreto donde sale aceptando la renuncia, sí. Sra. Fernández de Kirchner. - ¿Y el decreto dónde lo vio? Sr. Zavala. - Lo había visto en el Ministerio. Sra. Fernández de Kirchner. - ¿Pero en su Ministerio andan los decretos así? ¿No andan en expedientes? Sr. Zavala. - No. Los he visto porque creo que fue el señor juez federal quien mandó a pedir los decretos. Y en esa oportunidad remitimos a la justicia federal todas las copias de decretos de las personas que habían presentado su renuncia. Si me pide precisiones, no lo puedo hacer. Sra. Ibarra. - ¿Hubo una conferencia de prensa dada por el ministro de la Legalidad -en ese caso le pregunto si usted participó o no- el 16 de marzo, donde se anunció que había renunciado la doctora Ziliotto? Sr. Zavala. - No recuerdo, pero puede ser. Sra. Ibarra. - ¿Usted recuerda cuándo salió en el diario el anuncio de que había presentado la renuncia la doctora Ziliotto? Sr. Zavala. - No. Sra. Ibarra. - Porque aparentemente fue portada del diario el 17 de marzo. Sr. Zavala. - ¿De qué diario? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 58 Sra. Ibarra. - “El diario de la República”. Sr. Zavala. - No. Sra. Ibarra. - ¿Usted se acuerda de qué fecha tenía la renuncia de la doctora Ziliotto? Sr. Zavala. - Me remito a lo que decía recién. Del decreto de aceptación, sí puedo dar fe de que lo ha presentado. Sra. Negre de Alonso. - No quiero que se malinterprete. El viceministro y el ministro de la Legalidad han sido llamados a prestar declaración indagatoria para esta semana en el expediente federal, donde van a hacer su defensa. Entonces, no quiero que quede la sensación, como escuché que se insinuaba, de una falta respeto o que se niega a contestar. Puede ser perfectamente que el señor viceministro tenga una estrategia personal. Quiero aclarar que le dije que no viniera, que declarara después, y él dijo que quería venir y tener la oportunidad. No quiero hacer una defensa del viceministro, pero es una situación objetiva que puede influir en este tema. Sra. Fernández de Kirchner. - Sin lugar a dudas. Pero para eso es de buen criterio que, además de tener criterio de legalidad, tenga también criterio de respeto al propio Senado. Si no estaba dispuesto a contestar porque complicaba su situación, me parece lógico. Fíjese que absolutamente nadie ha objetado la decisión de no venir del ministro de la Legalidad, porque somos concientes, como abogados, de que complica su situación procesal el hecho de que venga. Pero en todo caso, lo que debería hacer el viceministro de la Legalidad es, además, tener el criterio de no venir al Senado sabiendo que no va a poder responder las preguntas. Porque, en realidad, el que se está colocando en la situación es él y no el Senado. Con lo cual, sinceramente, está bien la aclaración. Sra. Ibarra. - Al principio le dije que efectivamente no prestaba juramento -que había sido invitado- y que podía, además, negarse a contestar y decir que no quería contestar una pregunta. Lo que no podemos hacer es dejar de preguntar o preguntar sólo lo que él quiere que le pregunten. En estas condiciones no es bajo juramento. Esto no es un proceso judicial. Estamos tratando de determinar cuestiones institucionales. Sra. Negre de Alonso. - Está bien, senadora. Cuando la vez pasada alguien me preguntó dije que el viceministro estaba dispuesto a venir a contestar sobre todo. Además, he sido la primera que le ha preguntado sobre las supuestas renuncias anticipadas. Porque soy consciente de que es uno de los temas que tanto se está debatiendo que hay un proceso federal abierto por el juez federal. El juez se declaró incompetente y la Cámara ha revocado la incompetencia y ha llamado a audiencia para que ejerza su defensa. No quiero que se tome como una falta de respeto institucional ni de mi provincia, ni del viceministro, ni de la posición mía que, en definitiva, soy la única que está defendiendo la institucionalidad de mi provincia. Quiero que se deje constancia de eso. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 59 No voy a hacer más preguntas, pero quiero dejar constancia de lo siguiente. Con todo respeto, senador Guinle, hay una diferencia entre colegiación y no colegiación, pero queda para después entre los dos. Sr. Guinle. - No, no va a quedar para después. Porque la pregunta fue muy clara. Hay una disposición en la Constitución de San Luis. Entonces, lo que se le preguntaba era muy claro y creo que la interrupción suya fue destinada a confundir lo que era muy claro. Hay una disposición constitucional y lo que se preguntaba al testigo era si el legislador tenía posibilidades, por ley, de modificarla. Entonces, usted interrumpió y genero una confusión a partir de la cual, obviamente, el testigo quedó con las respuestas -a mi juicio- sin contestar. Sra. Negre de Alonso. - Le podemos dar la oportunidad de nuevo. Sr. Guinle. - Señora senadora: es suficiente, por lo menos para mí. Sra. Fernández de Kirchner. - ¿Algún otro señor senador o senadora va a formular alguna otra pregunta al señor viceministro de la Legalidad? Entonces, puede retirarse. - Se retira el señor Mario Zavala. - Ingresa la señora Estela A. Aragón. Sra. Fernández de Kirchner. - Le va a hacer las preguntas uno de los miembros de la subcomisión: el doctor Sanz. Sr. Sanz. - Ha sido citada usted a declarar a tenor de interrogatorios que han ofrecido las partes. En este caso, hay un interrogatorio ofrecido por el senador Agúndez, que comienza con la siguiente pregunta: si conoce acerca de la crisis del Poder Judicial de San Luis. Y en caso afirmativo, cómo lo conoce y si sabe cuáles son las causas que han llevado a esa situación. Sra. Aragón. - Conozco la crisis del Poder Judicial de San Luis. No es una situación actual -si se puede denominar crisis-; es una situación coyuntural. En realidad, esta es una situación de larga data que ha comenzado a fines del año 95, con un avance sostenido y metódico por parte del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial. Esto ha desencadenado distintos episodios de crisis coyunturales, en los cuales hace eclosión cada tanto una situación permanente de sometimiento del Poder Judicial por parte del Poder Ejecutivo. Un primer avance sobre el Poder Judicial fue una ley que reformó la que reglamenta el Consejo de la Magistratura y estableció el rechazo ficto de las ternas para ocupar cargos en el Poder Judicial. Esto es, transcurridos treinta días, si el gobernador no elegía de la terna propuesta por el Consejo de la Magistratura a uno de los candidatos, se consideraba automáticamente rechazados a los tres. Y así sucesivamente ocurría que se dejaban caer las ternas hasta que aparecía, en una de ellas, alguien que era finalmente aceptado y designado. Después se comenzó a armar una arquitectura legal reformando distintas leyes estratégicas vinculadas a la independencia del Poder Judicial. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 60 Se reformó la ley de amparo. Se hicieron ciertas modificaciones pero hubo una que fue sustancial, porque en el veto del Poder Ejecutivo se incluyó el efecto suspensivo a las apelaciones, lo que desnaturalizaba totalmente la figura del amparo. Después esto fue superado, pero el avance sobre el Poder Judicial sobre los derechos de lo justiciable no terminó ahí porque empezaron a dictarse leyes que afectaban la intangibilidad de las remuneraciones del Poder Judicial. Sobre esto tuve mucho conocimiento porque fui secretaria durante nueve años en el Poder Judicial -en distintos fueros- y he estado en la Comisión del Colegio de Magistrados del Poder Judicial de San Luis. Incluso, fui designada representante de todas las secretarias y participamos de las primeras negociaciones con el Poder Ejecutivo para intentar detener el dictado de estas leyes inconstitucionales. A fines del 95 se dictó la ley 5.062 que redujo drásticamente los sueldos de los magistrados y funcionarios del Poder Judicial de San Luis y afectó el principio de intangibilidad. Y vino una catarata de amparos -por supuesto, con algunas exclusiones- de casi la totalidad de miembros del Poder Judicial de San Luis, defendiendo la intangibilidad de los sueldos, que recibieron sentencias favorables en primera y segunda instancia. En mi caso, como secretaria, tengo -incluso- sentencia favorable de segunda instancia también. No por el lado de la intangibilidad -porque no era magistradapero sí por el de los derechos adquiridos. Un grupo de magistrados y funcionarios decidimos hacer una donación voluntaria para no consentir la afectación de la intangibilidad, la que consideramos uno de los pilares de la independencia del Poder Judicial. Y el Poder Ejecutivo, al aceptar esa donación voluntaria, no aceptó lo que estábamos donando sino que dijo que se aceptaba la donación voluntaria y se establecían los sueldos que estaban fijados en la ley que nos reducía los salarios. Esa ley es la que permanece hasta la actualidad vigente. Los juicios de amparo iniciados por la casi totalidad de magistrados y funcionarios fueron contestados por la Fiscalía de Estado, en ese momento a cargo de la senadora Negre de Alonso. Ella debió ausentarse del país —por el caso (Drexler)—, pero el fiscal de Estado tutor, que era el doctor Zavala, contestó todos esos amparos por la parte demandada, el gobierno de la provincia. Y después, el doctor Mario Zavala, habiendo asumido ya como camarista laboral, transó esos amparos por la parte actora, representando a la parte actora desde el Colegio de Magistrados y Funcionarios de San Luis, como presidente del Colegio de Magistrados de San Luis. Esto, en derecho, acá vemos varios abogados, sabemos que es un claro caso de representación de intereses en conflicto, y mereció por parte de una camarista actuante una vista al Juzgado de Instrucción y a la Fiscalía en turno por esta actuación, prima facie encuadrada en el delito de prevaricato del doctor Zavala. Pero de esa forma se puso fin, por parte de numerosos magistrados y funcionarios, en esta transacción vergonzosa con Fiscalía de Estado, a los amparos 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 61 por el principio de intangibilidad. Muchos no desistimos ni participamos de esa transacción. La mayoría fuimos después cesanteados, destituídos, etcétera, del Poder Judicial. Pero así terminó la historia de la afectación de la intangibilidad del Poder Judicial. Esa ley de salarios se mantiene hasta la actualidad... Sra. Fernández de Kirchner. — Doctora, yo le voy a hacer una pregunta respecto del concepto de intangibilidad, que es lo que estoy escuchando. En la oportunidad en que se le hizo un descuento, ¿fue únicamente para el Poder Judicial o fue para todos los empleados del sector público, o sea, en los tres poderes del Estado? —Todos sabemos que el Estado tiene tres poderes: Ejecutivo, Judicial y Legislativo—. En esa oportunidad en la cual se ampararon los jueces y consideraron que se afectaba su derecho, ¿fue únicamente a los jueces que se les hizo el descuento? Sra. Aragón. — Sí, la ley 5062 se refería exclusivamente a magistrados y funcionarios del Poder Judicial. Porque, por su parte, los legisladores, en uso de sus facultades, habían establecido sus propias dietas, y el Poder Ejecutivo, por su lado, había hecho su propia fijación salarial. Esa ley fue dirigida exclusivamente a magistrados y funcionarios del Poder Judicial. Fue un proyecto del Poder Ejecutivo aprobado por el Poder Legislativo. Sra. Fernández de Kirchner. — La pregunta es la siguiente. Porque esto ha sucedido en muchísimas provincias argentinas, el tema del descuento salarial por cuestiones presupuestarias, obviamente, de financiamiento estatal... Sra. Aragón. — Por supuesto, o cuestiones de emergencia... Sra. Fernández de Kirchner. — Obviamente. Cuando se hizo la ley, ¿había habido previamente un descuento de los empleados del sector legislativo y del sector ejecutivo? Eso es lo que quiero preguntarle. ¿Se entiende? ¿Usted entiende la pregunta, no? Sra. Aragón. — Sí, la entiendo. Sí, cada uno había dispuesto ciertas rebajas salariales. Sra. Fernández de Kirchner. — Salvo ustedes, el Poder Judicial... Sra. Aragón. — No, el Poder Judicial lo había ofrecido, sí. Habíamos ofrecido estas rebajas voluntarias todos los miembros del Poder Judicial. Sra. Fernández de Kirchner. — ¿Que eran similares a las que había dispuesto el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo? Sra. Aragón. — Exactamente. Lo que rechazábamos era que fuese una imposición desde el Poder Legislativo por un proyecto del Poder Ejecutivo, porque considerábamos que ese era un avance sobre la independencia del Poder Judicial. Sra. Fernández de Kirchner. — O sea que ustedes, mediante una acordada, mediante un instrumento propio del poder, habían acordado el descuento de salarios en forma similar a la que había hecho el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. ¿Esa fue la situación? Sra. Aragón. — No, acordada no, porque no teníamos autarquía en ese momento. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 62 Sra. Fernández de Kirchner. — No importa. Cualquiera fuera el instrumento de decisión de política judicial que empleaba en ese momento el poder, si el poder había acompañado lo resuelto por los otros dos poderes del Estado, por una cuestión de financiamiento, descontando... Sra. Aragón. — Así es. Sra. Fernández de Kirchner. — Y entonces, a su criterio, ¿a qué obedece la sanción de la ley posterior, si ya el Poder Judicial había acompañado la política salarial. Está claro que la política salarial en las provincias las fija el Poder Ejecutivo, más allá de la independencia de los poderes y demás. Pero en definitiva, constitucionalmente, es el que normalmente atiende al financiamiento del Estado o a la administración de las cuentas del Estado y del presupuesto provincial. ¿Me entiende a dónde voy? Sra. Aragón. — Supongo que habrán considerado insuficiente la reducción salarial que se había propuesto por parte de los miembros del Poder Judicial. Sra. Fernández de Kirchner. — Pero usted me dijo que era la misma que se habían... Sra. Aragón. — Es que los sueldos no eran los mismos. Nosotros habíamos ofrecido una reducción en porcentajes, que iban de mayor a menor según los sueldos: a mayor sueldo, mayor porcentaje; a menor sueldo, menor porcentaje. Sra. Fernández de Kirchner. — Sí, es lógico. Sra. Aragón. — Así, siguiendo la escalera judicial, desde ministros del Superior Tribunal hasta secretarios de Primera Instancia. Los empleados estaban excluidos, porque esta era una cuestión estrictamente dirigida a magistrados y funcionarios. Sra. Fernández de Kirchner. — Y los empleados de los otros poderes, los empleados públicos del Poder Ejecutivo y los empleados públicos del Poder Legislativo, ¿habían sufrido descuento de salarios? Sra. Aragón. — No recuerdo si habían sufrido descuento de salarios. Probablemente era una política nacional en ese momento por una situación de emergencia. Pero en la provincia de San Luis no existía declarada la emergencia económica; se declaró después y se aplicó retroactivamente para justificar esta reducción de salarios. Por el contrario, teníamos un presupuesto superavitario. O sea que la política de reducción salarial dentro de la provincia de San Luis no tenía mucha justificación, dentro del marco estrictamente provincial. Sra. Fernández de Kirchner. — La entiendo. Prosiga, por favor. Sra. Aragón. — Después de la ley de reducción de remuneraciones, de estos juicios y el colofón de estos juicios, se reformó la ley de Fiscalía de Estado. Fiscalía de Estado concentró todas las funciones que antes estaban repartidas en distintas asesorías del Estado. Se decretó la ley de emergencia económica y social que, como le dije, tiene el número 5067, y nuestras reducciones eran ley 5062. O sea, fue posterior y se aplicó retroactivamente. Y fue declarada inconstitucional esta aplicación retroactiva en los amparos que nosotros hicimos por nuestras reducciones. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 63 Otra modificación sustancial, que hasta el día de hoy se mantiene tal cual, fue la forma de designar a los conjueces, y que es de trascendental importancia en lo que hace a la actuación independiente de quienes deben administrar justicia. Porque siempre los conjueces fueron designados por sorteo público practicado en el Superior Tribunal, de la lista en relación a los conjueces de cada categoría, de los abogados que reunían los requisitos constitucionales para cada cargo. A partir de esta reforma de la ley de conjueces, los conjueces eran designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado, de la lista de abogados que se le remitía. Y nos encontramos con la situación de que la mayoría de los conjueces designados eran miembros del Poder Ejecutivo. En concreto, y lo grave de esto es que, por lo general, los juicios en los que toca intervenir a conjueces no suelen ser litigios entre particulares. Por lo general, las causales de apartamiento de jueces suelen producirse, en la mayoría —en el noventa y nueve por ciento de los casos— en juicios contra el Estado provincial. Y nos encontramos con conjueces que eran funcionarios del Estado provincial, senadores provinciales en actividad, en funciones. Debíamos recusarlos porque no se apartaban, se avocaban. Concretamente, en mi causa, por mi cesantía, tengo esta situación en repetidas ocasiones, hasta el día de la fecha, en que acaban de designar de nuevo conjuez a un funcionario del Poder Ejecutivo. Entonces, terminábamos entrampados en un sistema prácticamente de negación de justicia, porque no teníamos jueces independientes que se avoquen a nuestras causas. Esta situación se mantiene hasta la actualidad. La gravedad de la forma de designación de conjueces se traducía en las causas judiciales a estos niveles que les estoy relatando. Y en los organismos que debían integrar los abogados, también se traducía de otra manera. Porque, por ejemplo, en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, los abogados eran elegidos en sorteo público por una lista por el Colegio Forense. Y a partir de la ley que modificó la forma de designar los conjueces, los integrantes de este organismo constitucional, que es el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, también salía de esta misma lista de conjueces designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado. Con lo que los abogados perdían su representatividad y los abogados eran elegidos de los abogados conjueces, que también elegía el Poder Ejecutivo, que de esa manera tenía prácticamente el control, salvo el diputado de la oposición, de la casi totalidad del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados; lo que permitió que se concretasen después las destituciones y los juicios políticos que se llevaron a cabo en el año 1998 y, posteriormente, de las doctoras Gallo, Careaga y demás, con las connotaciones públicas que todos conocemos y que han motivado la intervención de organismos internacionales. Hasta el día de hoy esto sigue intacto. Esta forma de designar conjueces no ha sufrido modificación y está consagrada en la Ley Orgánica provincial. Así que, hasta el día de hoy yo me veo 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 64 enfrentada, por ejemplo, en mi juicio por cesantía y en los de todas las secretarias que represento, más en el de la doctora Maluf, más en el de una jueza y un secretario destituidos, por el cierre de su Juzgado. Tengo que enfrentar esta situación. Tenemos un Superior Tribunal acéfalo y los conjueces que tengo para que me designen son funcionarios del Poder Ejecutivo, senadores provinciales, etcétera. Entonces, virtualmente nos encontramos ante una situación de denegación de Justicia. Y si admitimos que se conforme de esa forma el tribunal, obviamente, estamos siendo juzgados por la parte demandada; con el agravante de que, por ejemplo, el Superior Tribunal que actúa en la órbita administrativa después no se excusaba cuando actuaba en la órbita jurisdiccional, y cuando se excusaba teníamos estos conjueces para actuar. No teníamos nunca jueces imparciales independientes para que administren Justicia en los casos en los que el Estado provincial es parte. Agravado esto porque, cuando en el año 1997, luego de una terrible campaña de desprestigio, se logró el descabezamiento del Superior Tribunal de Justicia, el Superior Tribunal que asumió, presidido por el doctor Sergnese, dictó una jurisprudencia que consideró de aplicación obligatoria en todas las instancias y fueros en el caso Nuñez; jurisprudencia obtenida a instancias de la Fiscalía de Estado también, por la cual se determinó que ningún juez, magistrado, secretario o funcionario que tuviese causa pendiente con el Estado provincial, aun cuando fuese por cuestiones salariales, que uniformemente en toda la geografía del país pueden seguir actuando válidamente en contra del Estado, en la provincia de San Luis no pueden intervenir en causas contra el Estado provincial. Con lo cual, jueces independientes que pretenden defender sus derechos frente al Estado provincial no pueden intervenir después en el resto de las causas contra el Estado provincial; lo cual queda limitado a aquellos que, por razones obvias, no hacen ningún tipo de reclamo de inconstitucionalidad, etcétera. Esta jurisprudencia se mantiene hasta la actualidad; intentó revertirla una cámara y el Superior Tribunal volvió a revocarle la sentencia a la cámara y a convalidar esta jurisprudencia que impide intervenir a los jueces que tienen algún juicio pendiente contra el Estado, de naturaleza personal, por supuesto. Después se dictaron otras leyes que fueron también declaradas inconstitucionales por un superior tribunal subrogante que debió asumir cuando el Superior Tribunal fue descabezado en esa primera crisis —no en esta segunda del año 1996, 1997—. Una ley prohibía las medidas cautelares en los amparos; otra ley prohibió todas las medidas cautelares y preliminares en todos los juicios contra la administración pública directamente. O sea, fue declarada inconstitucional en primera instancia, fue declarada inconstitucional por el Superior Tribunal de oficio, porque era como si directamente se privase al Poder Judicial del imperium, de la herramienta para asegurar la eficacia de sus sentencias, porque de eso se tratan las medidas cautelares. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 65 Entonces, era aberrante: cuando alguien tenía un juicio contra el Estado provincial no podía asegurar la eficacia de su sentencia por ninguna medida cautelar o preliminar. Esto fue declarado inconstitucional en primera instancia y fue declarado inconstitucional por el Superior Tribunal en acordada con efecto ergo omnes. Y la declaración en primera instancia que ocurrió en el Juzgado Civil N° 1 debió hacerla la jueza de oficio porque a ese Juzgado se presentaron los amparos de los tres abogados cuyos mandatos se declararon caducos en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados cuando se dictó la primera ley del Jurado, que modificó la forma de integración del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Cuando fueron reemplazados por los conjueces elegidos por el Poder Ejecutivo y se declaró automáticamente la caducidad de sus mandatos, antes de fenecido el plazo legal, los tres abogados hicieron amparos. Para poder hacer lugar a los amparos debimos —digo “debimos” porque era la secretaria de ese Juzgado— declarar la inconstitucionalidad de la ley que prohibía las medidas cautelares contra el Estado. Y, de esa manera, se dictó una medida de no innovar para que se altere el mandato de esos tres abogados que estaban integrando el Jurado de Enjuiciamiento porque, además, paralelamente, se estaba violando a las juezas enjuiciadas su derecho al juez natural. Esto fue lo que ocurrió en los casos de las doctoras Gallo y Careaga: se les cambió la composición de sus jurados de enjuiciamiento en pleno transcurso de su juicio, y de esta manera: declarándose la caducidad de los mandatos de los abogados y asumiendo el nuevo Jurado de Enjuiciamiento, ignorando abiertamente todas estas medidas cautelares. Contra todas estas declaraciones de inconstitucionalidad, sobre todo contra las que fueron dictadas de oficio por el Superior Tribunal, la Fiscalía de Estado inició una acción de nulidad que mereció una sentencia del Superior Tribunal, en la que directamente se considera la actuación de la Fiscalía de Estado a cargo de la señora senadora Negre de Alonso como un alzamiento contra las instituciones republicanas, un alzamiento contra el Poder Judicial, y que desnaturalizaba la esencia e incumplía sus funciones constitucionales; porque en vez de estar pugnando por la defensa de la constitucionalidad de las leyes estaba pretendiendo anular aquellas sentencias que las declaraban a las inconstitucionalidades, cuando su misión constitucional primordial era justamente defender la constitucionalidad de las leyes. En esa oportunidad, que fue en una sentencia del 5 de febrero de 1997, el Superior Tribunal subrogante de San Luis hizo saber al pueblo de San Luis que su voluntad soberana de mantener la división de poderes había sido conculcada porque el Poder Judicial estaba sometido. Todas estas a acordadas de inconstitucionalidad fueron derogadas por el Superior Tribunal que asumió en mayo del año 1997. Fueron anuladas en una sola acordada, la Acordada 279, con lo que restablecieron plena vigencia todas estas leyes inconstitucionales. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 66 Otra ley que se dictó en esta época y que ha contribuido a agravar la crisis, que es de singular importancia para la independencia del Poder Judicial, es la Ley de Autarquía. La autarquía en San Luis no es tal. No existe tal autarquía. Por ese motivo, en su oportunidad, desde el Poder Judicial y con un grupo de magistrados y funcionarios hicimos una demanda de inconstitucionalidad. Sin perjuicio de ello, el Superior Tribunal también declaró la inconstitucionalidad sosteniendo que, primero, no era tal la autarquía porque el Poder Judicial podía fijar su régimen salarial siempre que se sometiese a los lineamientos fijados por los otros poderes de política salarial; y, en segundo lugar, porque se comprometía a asegurar el funcionamiento del Poder Judicial durante nada más que tres años, al cabo de los cuales se desentendía de las obligaciones. La situación, a lo largo de los años, fue provocando el desfinanciamiento del Poder Judicial; y, en la actualidad, el Poder Judicial tiene recursos para funcionar hasta mayo del año que viene. En mayo del año que viene va a quedar totalmente desfinanciado en base a una proyección que ha hecho la actual Secretaría Contable del Superior Tribunal, porque los recursos asignados en un principio, y en porcentajes importantes, a lo largo de los años se fueron recortando drásticamente. Por ejemplo, del 85 por ciento del Impuesto de Sellos se redujo la participación correspondiente al Poder Judicial para su financiamiento a un 30 por ciento y el porcentaje correspondiente al Impuesto Inmobiliario también se redujo. Ya pasaron tres años desde que se dictó esta ley, de manera que el Poder Ejecutivo, si el Poder Judicial necesita más fondos para funcionar, no se hace cargo de las diferencias que se necesiten. Se creó paralelamente un fondo de reserva al que van destinados los fondos que exceden lo que presupuestariamente necesita todos los meses el Poder Judicial, pero ese fondo de reserva va a ser consumido este año. El año que viene, en mayo, el Poder Judicial va a quedar totalmente desfinanciado y el Poder Ejecutivo no tiene obligación de contribuir a solucionar este desfinanciamiento del Poder Judicial, que es una obligación dispuesta constitucionalmente: la de garantizar el funcionamiento del Poder Judicial. De manera que en mayo del año que viene el Poder Judicial no va a tener fondos para hacer frente ni siquiera a sus gastos más elementales de funcionamiento. Además, digo que no hay tal autarquía porque es manejada desde Tesorería General del Poder Ejecutivo y no desde el Superior Tribunal del Poder Judicial de San Luis. El Superior Tribunal remite todos los meses al Poder Ejecutivo los fondos que necesita y el Poder Ejecutivo le destina de los ingresos el porcentaje que necesita, el resto va a esa cuenta recaudadora. Pero todos los meses han debido sacar de esa cuenta recaudadora, porque los ingresos genuinos nunca han alcanzado para cubrir las necesidades presupuestarias del Poder Judicial. Esa cuenta recaudadora se va a consumir, como dije, y en base al informe del secretario contable del Superior Tribunal, este año. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 67 De manera que por ejemplo, el impass que se ha producido ahora con los empleados judiciales en espera de que asuman los ministros definitivos designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado en el Superior Tribunal es una situación que va a volver a hacer eclosión a corto plazo, porque no va a haber cómo hacer frente a sus reclamos salariales de aumentos. Este año, ante el primer pedido de aumento, el Poder Ejecutivo giró las partidas necesarias, pero ya van cursándose dos notas para hacer lugar a una cifra muy baja de aumento y el Poder Ejecutivo no ha dado respuesta. De manera que los empleados están a punto de comenzar a hacer nuevamente acciones de fuerza. Esto no sé cómo se va a solucionar el año que viene si a partir de mayo el Poder Judicial no cuenta con recursos suficientes para hacer frente, ni con genuinos ni con fondo de reserva. De manera que la Ley de Autarquía fue justamente declarada inconstitucional, porque realmente esta situación que se advertía en el texto de la ley se está produciendo y concretando en la realidad. Entre todo este listado entramado de leyes, también se reformó el orden de subrogaciones de la Ley Orgánica, la forma de designar a las presidencias, dejándose de lado la rotación de las presidencias, por ejemplo en el Superior Tribunal, pudiendo reelegirse indefinidamente a su presidente, con lo que no se cumple el principio de rotación constitucional, lo mismo que en las cámaras. También se dictó una Ley de Emergencia Judicial, en el año 1997, que contradice totalmente los fundamentos con la parte dispositiva. Porque los fundamentos de la Ley de Emergencia Judicial fueron: falta de recursos presupuestarios, mala asignación de personal, mora en el dictado de sentencias, sospechas generalizadas de corrupción estructural, déficit de recursos humanos, etcétera; todas cuestiones que, en ese momento, sobre todo porque además la jueza no dependía del Poder Judicial sino de los otros poderes, o en todo caso exclusivamente del Superior Tribunal. Se puso en comisión a todos los secretarios del Poder Judicial. No se advierte la relación entre los fundamentos de la declaración de emergencia y la puesta en comisión de los secretarios. Sra. Ibarra.— ¿Era la Ley 51.113? Sra. Aragón.— Sí, la Ley 51.113. En base a la Ley 51.113 en una mañana se cesantearon diez secretarios —entre los que me cuento—, sin sumario previo, con la sola invocación de la ley y alegando simplemente que eso propendía a un reestructuramiento de las estructuras básicas del Poder Judicial para hacer más eficaz y eficiente el servicio de Justicia. Eso es todo. Y a los tres días se cesanteó a otra secretaria más; el año anterior se había cesanteado a una más. Fuimos doce en total las secretarias cesanteadas, pero el 9 de febrero fuimos diez en una sola mañana aleganado una reestructuración del Poder Judicial que no se produjo, porque paralelamente a nuestras cesantías se estaban designando a nuestros reemplazantes; y, en mi caso concreto, hasta tuvieron que esperar que asuma mi reemplazante porque yo ni siquiera estaba en la provincia y no me podían notificar que había sido cesanteada. Estaba de licencia. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 68 Sra. Ibarra.— ¿Quién dispuso las cesantías? Sra. Aragón.— El Superior Tribunal de Justicia, por acordada, invocando la ley de emergencia que nos había colocado en comisión y que había suprimido nuestra garantía constitucional de estabilidad. Sra. Ibarra.— ¿En qué año? Sra. Aragón.— ¿De qué año es la Ley de Emergencia o en qué año nos cesantearon? Sra. Ibarra.— En qué año los cesantearon. Sra. Aragón.— Nos cesantearon en febrero de 1998. Esas cesantías provocaron, lógicamente, la movilización de la FAM. La Federación Argentina de la Magistratura cursó cartas documento a los tres poderes provinciales, también cursó cartas documento haciendo conocer su postura de repudio a la violación de los principios constitucionales, porque nuestra estabilidad estaba consagrada constitucionalmente, al Ministerio del Interior de la Nación, al Ministerio de Justicia de la Nación, al Congreso de la Nación y al Instituto Nacional contra la Discriminación, porque se consideró un acto de discriminación, ya que casi la totalidad de las secretarias cesanteadas manteníamos nuestros reclamos judiciales contra el Poder Ejecutivo provincial y éramos mujeres que habíamos manifestado una clara postura de independencia frente al Poder Ejecutivo. Nunca se fundamentó por qué sí a este grupo y por qué no a otro, ni tampoco por qué con estas cesantías se hacía más eficaz o eficiente el servicio de Justicia, cuando inmediatamente se designaban a otras personas sin ningún tipo de concurso de antecedentes y oposición ni método que garantizase que se estaba superando una situación que era deficiente. Nuestros juicios están en la órbita del Superior Tribunal de Justicia de San Luis. Todavía no podemos salir de allí a pesar de ser juicios de instancia originaria, por esas situaciones que les mencioné. Tardamos un año en tener el Superior Tribunal integrado y la Fiscalía de Estado puso todo tipo de argucias al progreso de nuestras acciones; por ejemplo, una excepción de falta de legitimación pasiva, diciendo que no podíamos demandar al Estado provincial porque el que nos había echado era el Superior Tribunal de Justicia, como si el Superior Tribunal de Justicia no fuese parte del Estado provincial de San Luis —que fue rechazada—; se oponían a que pidiésemos informes, por ejemplo, al Colegio de Abogados de San Luis, porque sostenían que el Colegio estaba disuelto y que no se podían pedir informes a organizaciones que estaban disueltas. En fin, nos costó avanzar en los procesos. De todas formas, la defensa frente a nuestras demandas contenciosas administrativas y de inconstitucionalidad fue que éramos funcionarios políticos, que no teníamos estabilidad, que los magistrados tenían inamovilidad y los empleados estabilidad, pero que los secretarios estábamos en una categoría intermedia equiparable a los funcionarios de los poderes políticos y que había emergencia económica en la provincia... Sra. Ibarra.— ¿Que los equiparaban a funcionarios políticos fue el argumento de quién? 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 69 Sra. Aragón.— De la Fiscalía de Estado. Entonces, en los alegatos la pregunta se impuso: ¿si no teníamos estabilidad por qué debieron ponernos en comisión para cesantearnos? Tenemos estabilidad consagrada constitucionalmente; eso está en el artículo 234 de la Constitución provincial. No se nos podía remover sin sumario; era indudable. En dos o tres juicios hemos tenido sentencia desfavorable, hasta ahora respetando las argumentaciones de la Fiscalía de Estado. El Superior Tribunal ha dicho, incluso, que no pueden pronunciarse sobre nuestras cesantías en el marco contencioso administrativo porque deberían declarar la inconstitucionalidad de una ley y que las inconstitucionalidades no pueden declararse en el marco de las acciones contenciosas administrativas. Sin perjuicio de que es un error jurídico bastante importante, porque en el marco de cualquier acción judicial se impone, no sólo puede sino que debe declararse la inconstitucionalidad —es una obligación legal consagrada, es una obligación constitucional para todo magistrado, y especialmente en la provincia de San Luis está consagrado en su Constitución—, nosotros hicimos una demanda de inconstitucionalidad autónoma paralela al contencioso administrativo, cuya acumulación pedimos y nos denegaron. Así que, bueno, suponemos que vamos a llegar a la Corte Suprema y que vamos a obtener la reinstauración de nuestros derechos. Otro caso muy grave que también sucedió en el año 1998 fue la supresión de un juzgado. El Superior Tribunal dijo que el Juzgado de Paz del letrado de Justo Daract consumía dinero, que era innecesario, que el número de causas que atendía no justificaba su existencia; entonces, el Poder Legislativo dictó una ley que suprimió a ese Juzgado. Hasta aquí está todo bien, porque está dentro del marco de política legislativa de cualquier Estado provincial determinar la existencia, supresión o creación de juzgados. El problema es que existe una norma constitucional que dice que no se puede aplicar ninguna ley que suprima juzgados mientras no estén vacantes, porque si no es muy fácil pasar por arriba el principio de inamovilidad de los magistrados simplemente suprimiendo sus juzgados. Entonces, esta cláusula es totalmente coherente con el principio de inamovilidad de los magistrados. El Superior Tribunal la aplicó inmediatamente de dictada; con un camión de mudanzas se presentaron al Juzgado de Paz letrado de Justo Daract, desalojaron a la jueza, al secretario, repartieron los empleados, los muebles y los expedientes por juzgados de Villa Mercedes. Y en el mismo día quedaron cesanteados juez y secretario en funciones, en actividad. Esto lo conozco bien porque soy abogada de la jueza y del secretario cesanteados: la doctora Galiano de Luchetta y el doctor González. El doctor González falleció, como lamentablemente también ya van falleciendo dos de las secretarias cesanteadas junto conmigo. Una incluso estaba tramitando su jubilación 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 70 por invalidez cuando fue cesanteada, porque padecía de una grave enfermedad — lupus—, la doctora Carranza de Carrió. Y otra secretaria estaba afectada del corazón y murió en lista de espera para trasplantes el año pasado, sin ver que se haga justicia en su caso. A todas estas cesantías, cierre de juzgados, etcétera, el 98 terminó con las destituciones de las doctoras Gallo y Careaga. Son de público conocimiento las causas por las que fueron enjuiciadas y también las repercusiones que han tenido. Porque fundamentalmente el problema se inició también a partir de la actuación de la Fiscalía de Estado, ya que un grupo de funcionarias y de magistrados de Villa Mercedes creyó —lo que comparto— que como juezas y funcionarias del Poder Judicial debían pronunciarse en defensa de la independencia del Poder Judicial. Y adhirieron, en el año 97, a un diagnóstico de la situación de crisis y de sometimiento del Poder Judicial que había efectuado el Colegio de Abogados de Villa Mercedes. Esto mereció que la senadora Negre de Alonso les cursase cartas documento intimándolas a que se rectificasen bajo apercibimiento de iniciarles acciones, por considerarlos actos de política. A una de ellas le aplicaron hasta la ley de defensa de la democracia, por considerar prácticamente una actividad subversiva esa adhesión, esa defensa de la independencia del Poder Judicial. Ellas contestaron las intimaciones de la doctora Negre de Alonso rechazándolas, por supuesto, y reivindicando su libertad de expresión. No sólo como ciudadanas sino además su obligación de hacerlo como magistradas y funcionarias del Poder Judicial, cuando en sus expresiones estaba nada menos que comprometida la independencia del Poder Judicial. Pero a raíz de estas actuaciones fueron enjuiciadas políticamente por considerar que su actividad, junto a otras causas, había sido política, y destituidas de sus cargos, en juicios políticos en los que se violaron todos sus derechos constitucionales. Desde la composición del Jurado de Enjuiciamiento que fue — como dije— cambiado en la mitad de su transcurso y reemplazados los jueces naturales, o sea que se crearon comisiones especiales para ellas, hasta su derecho de defensa en el transcurso del juicio, el derecho al juez natural, el derecho a un juez imparcial. En el caso de la doctora Maluf, inclusive el derecho a un juicio durante un plazo razonable, porque se la enjuició cinco años y siete meses después de estos hechos. Todavía está en el Jurado de Enjuiciamiento en trámite la última de las juezas que queda acusada por esta misma causa, que es la doctora Neirotti de Lucero, jueza en actividad de la ciudad de Villa Mercedes. Con todo este grupo de juezas, en realidad el verdadero motivo de sus destituciones fue que constituíamos un grupo de magistrados y funcionarios que luchábamos fervientemente por la defensa de la independencia del Poder Judicial. Nosotras hicimos numerosas demandas de inconstitucionalidad en contra de todas estas leyes que se dictaron en esta época. Hicimos demandas de inconstitucionalidad contra las reformas de la ley orgánica, contra la ley que 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 71 afectaba las remuneraciones, contra la ley de autarquía tal como había sido concebida. Participábamos activamente, desde los colegios de magistrados, en la defensa de la independencia del Poder Judicial, y jamás desistimos de esas acciones. Ese fue el motivo real de nuestras cesantías y destituciones. Yo tuve una carrera como secretaria impecable. De hecho, tenía nueve años de antigüedad en mi función. Me cesantearon por “ineficaz e ineficiente”. El año anterior a mi cesantía la senadora Negre de Alonso me había invitado desde la Fiscalía de Estado a dar charlas, porque tengo cursos de posgrado en materia especialmente de medidas cautelares. Estaban haciendo talleres de capacitación en la Fiscalía de Estado para jóvenes profesionales y fui una de las invitadas por la fiscal de Estado para dar esas charlas, justamente sobre medidas cautelares contra la administración publica. Era un tema que me apasionaba y en el que estaba empapada por estas leyes inconstitucionales que se estaban dictando. Después la Fiscalía de Estado defendió, por supuesto, la legalidad de nuestras cesantías y justificó nuestras cesantías, considerando que con ellas se mejoraba y se tornaba más eficiente el servicio de justicia. Esta crisis no se superó porque esta arquitectura, esta ingeniería legal, se mantuvo intacta hasta nuestros días. Tengo acá a disposición —si gustan— las acordadas que nos cesantearon, las acordadas que declararon la inconstitucionalidad, los numerosos pronunciamientos de la Federación Argentina de la Magistratura reclamando por las cesantías. Lo que incluso provocó la expulsión, la separación del Colegio de Magistrados de San Luis, que en ese momento estaba presidido por el doctor Mario Zavala, actual viceministro de la Legalidad. Porque no dijo un palabra respecto a las cesantías masivas nuestras, a los enjuiciamientos inconstitucionales y violatorios de sus derechos, de las doctoras Gallo, Careaga. A pesar de que la Federación Argentina de la Magistratura los instó en un par de oportunidades, incluso por escrito, a que se pronuncien en coherencia con los fines estatutarios de la Federación Argentina de la Magistratura de defender la independencia del Poder Judicial, el Colegio de Magistrados de San Luis permaneció callado e impasible frente a este avasallamiento de la independencia del Poder Judicial. Y esto provocó su separación, su expulsión de la Federación Argentina de Magistrados, en un hecho que yo considero inédito en la provincia, porque no registraba antecedentes que un Colegio haya merecido una sanción de tal naturaleza por parte de la Federación de Magistrados. El doctor Zavala, como se ha visto, ha tenido un papel preponderante —y, a mi entender, no ha defendido, por el contrario— en cuanto acto de avasallamiento de la Constitución y de violación de la independencia del Poder Judicial ha existido en la provincia de San Luis, desde que integraba la Fiscalía de Estado, junto con la doctora Negre de Alonso. Porque defendieron cada ley inconstitucional que se dictó y atacaron a quienes pretendimos defender la Constitución y la independencia del Poder Judicial. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 72 Después, cuando pasó a ocupar un cargo dentro del Poder Judicial, de camarista, su actuación desde el Colegio de Magistrados de San Luis mereció su expulsión de la Federación Argentina de Magistrados. Su actuación judicial en la transacción, en el juicio por las remuneraciones, mereció que fuese remitida su actuación a la justicia penal por estar prima facie incurso en el delito de prevaricato. Actualmente tengo conocimiento de esta causa porque he sido designada por el observatorio de Derechos Humanos de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación como veedora de la causa. Y nos hemos presentado con el doctor Daniel Sieza, coordinador de Derechos Humanos de la Nación. Yo me he presentado patrocinándolo como amigos del tribunal. Él está en la Cámara Federal donde se está sustanciando la investigación de las renuncias firmadas en blanco a la totalidad de jueces, magistrados, camaristas, funcionarios que fueron designados el año pasado, según denuncia de la doctora Gretel Diamante, a pedido del doctor Mario Zavala. He tenido acceso a las declaraciones testimoniales obrantes en la causa. Primero, el juez federal se declaró incompetente, y la Cámara Federal revocó esa sentencia y declaró la competencia federal por considerar que se está investigando el delito de coacción agravada. Porque el sujeto activo y pasivo son miembros de los poderes públicos —el Ejecutivo y el Judicial, respectivamente—. He tenido acceso a las declaraciones testimoniales, y todas las declaraciones testimoniales dan cuenta de las reuniones mantenidas con el doctor Mario Zavala previo a sus nombramientos, en su despacho. Él los llamaba personalmente por teléfono. Están también ofrecidas como pruebas las llamadas telefónicas y los números de teléfonos. Las declaraciones de la totalidad de los testigos, aun los que negaron haber firmado las renuncias en blanco, dan cuenta de que estas reuniones en el despacho del doctor Zavala existieron. Los que negaron que las renuncias fueron hechas firmar en blanco dijeron que los llamaba para informarles que los iba a proponer. Pero sí los llamaba y los convocaba personalmente por teléfono. Las renuncias se llevaban a cabo en horas de la tarde en su despacho, a veces con presencia del ministro de la Legalidad y otras, no. Existen, además, agregadas en la causa -a las que también he tenido acceso-, tres renuncias idénticas, tal cual las denuncia la doctora Diamante: hechas con el mismo texto, la misma redacción, la misma computadora y con la fecha de la renuncia colocada con un sello de agua, de los fechadores que se utilizan en la administración pública. Las firmas de los renunciantes no tienen abajo los sellos de los cargos a los que están renunciado, que es lo que se acostumbra. Cuando uno renuncia a un cargo, firma y pone el sello. Cualquier magistrado o funcionario que actúa en carácter de tal, aun para presentar su renuncia, lo hace. Estas están si sin sello. Sus textos son absolutamente idénticos. Y en el caso de la doctora Ziliotto, está comprobada la grave discordancia que existe entre la fecha en la que fue anunciada su renuncia y la fecha en la que fue presentada, efectivamente, en el 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 73 Viceministerio de la Legalidad. Porque “El diario de la República” anunció el 17 de marzo que la doctora Ziliotto había presentado su renuncia al cargo. Y la doctora Ziliotto ha denunciado acá públicamente -y lo ha vuelto a declarar en sede judicialque fue coaccionada para firmar su renuncia en blanco como condición para ser designada camarista, cuando el doctor Zavala la convocó en octubre del año 94 en su despacho. La renuncia de la doctora Ziliotto tiene el texto idéntico a las de otros dos magistrados: la doctora Oste y el fiscal Lútens -las tres, con el mismo sello de agua y sin sus sellos-. Y fue anunciado el 17 de marzo en el diario de San Luis que había sido presentada. El cargo de presentación que tiene la renuncia en Casa de Gobierno es del 21 de marzo; en el libro de notas del Ministerio de la Legalidad figura como ingresada el 21 de marzo; en el decreto de aceptación el gobernador dice que acepta la renuncia presentada en el día de la fecha y ese decreto tiene fecha 21 de marzo. Estos son indicios o presunciones graves, precisas, concordantes que obran en la causa judicial. Todavía se están estudiando, sin perjuicio de esta prueba documental, las testimoniales de la doctora Ziliotto, de la doctora Diamante y de las secretarias -por ejemplo, las de Villa Mercedes- que presenciaron cuando la doctora Alonso, al salir su renuncia en el diario, dijo: “yo no renuncié”, “esto no es así”, “debe haber una confusión”. Se enteró que había renunciado por el diario, de manera que es otra presunción grave de que tal vez la renuncia no obraba en su poder. Nunca apareció hasta ahora, a pesar de haber sido requerida por la fiscal instructora en la justicia federal, la renuncia de la doctora Alonso. Aparece el decreto de aceptación pero no está su renuncia. Están todavía por determinarse varias cámaras ocultas que se realizaron a jueces que después desdijeron lo que manifestaron en esa oportunidad espontáneamente, como son los casos de la doctora Vallica de San Martín y del doctor Leonhardt. Y esto ha motivado que el pasado viernes el juez federal actuante haya llamado a prestar declaración indagatoria a los doctores Freixes y Zavala, por considerarlos prima facie incursos en el delito de coacción agravada con relación a la doctora Ziliotto, que es con relación a quien consideran que existe semi plena prueba de este delito. De los demás todavía resta producir prueba. Está en plena etapa de instrucción. Esto, en cuanto a los últimos sucesos de las renuncias anticipadas. Al mismo tiempo, en el año 97 se habían disuelto los dos Colegios de Abogados, confiscados sus bienes y previamente se les había sustraído el control de la matrícula. Este año se les devolvió el control de la matrícula y la personería. Sobre sus bienes nunca pudieron efectivizar la confiscación porque jamás salimos de nuestro edificio y seguimos trabajando desde allí, a pesar de que el Superior Tribunal desconocía las demandas de inconstitucionalidad que desde el Colegio de Abogados se promovieron, diciendo que no existía porque había sido disuelto. Y, 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 74 justamente, las demandas tendían a cuestionar la ley de disolución hasta que la Corte Suprema debió ordenarles que provean, que den traslado a las demandas, que provean como tales, porque el meollo del juicio era si existían o no. Esta actuación del Superior Tribunal saliente, renunciante, que se produjo casi en forma concomitante con las otras diez renuncias -en total han sido catorce las que se han dado en el Poder Judicial de San Luis en el término de veinte días- se produjo luego del fallo de la Corte Suprema de Justicia en el conflicto municipal. En San Luis los ciudadanos padecimos una doble Municipalidad por haberse ignorado las leyes electorales, haberse declarado la caducidad de los mandatos y haberse convocado a elecciones al margen de las disposiciones legales vigentes. Y la Corte Suprema debió declarar cuál era la Municipalidad legítima este año, lo que desencadenó esta crisis del Poder Judicial. Porque el Superior Tribunal en pleno, que fue el principal autor del sostenimiento del doble régimen municipal, renunció, salvo un ministro -el doctor Gatica-, que permanece en su puesto desde hace muchos años. Y luego de los severos cuestionamientos que en el fallo de la Corte Suprema se cursaron al Superior Tribunal de Justicia de San Luis, diciendo que no era la primera vez que desconocía principios que regían en la civilización occidental desde hacía dos siglos, desde el Poder Ejecutivo se impulsó una campaña de prensa tendiente a producir un saneamiento del Poder Judicial, que se evidenció en estas renuncias masivas, publicitadas desde la prensa oficial y desde el diario propiedad de la familia Rodríguez Saá. Actualmente, los Colegios de Abogados participaron, con el viceministro de la Legalidad y con el gobernador, en algunas reuniones para recuperar la colegiación. Pero después, como si existiese algún tipo de voluntad de revertir esta situación -porque se planteaba la posibilidad de autodepuración de las instituciones desde San Luis y lo innecesario de la intervención federal- y cuando les devolvieron la colegiación -después siguieron una serie de sucesos que demostraron que tal vocación de sanear las instituciones de San Luis no existía-, ambos Colegios de Abogados dictaron duros pronunciamientos haciendo referencia a todas las leyes y actos de afectación de las instituciones republicanas en San Luis. Y el Colegio de Abogados de San Luis, en concreto, sostuvo que el único camino para sanear las institucionales y devolver la vigencia del Estado de Derecho a las instituciones republicanas de San Luis era el camino del artículo 5° de la Constitución Nacional. Por ejemplo: ¿qué actos se han sucedido, que han motivado estas declaraciones de los Colegios de Abogados? La ley de transparencia de las designaciones de los ministros es de relativa transparencia. Porque en uno de sus artículos las opciones hay que presentarlas en el Viceministerio de la Legalidad actualmente ocupado por el doctor Mario Zavala-, donde se elevan al Poder Ejecutivo, al gobernador, estrictamente las que consideran relevantes. De manera que queda a criterio nuevamente del Poder Ejecutivo la determinación de cuáles objeciones, de las que presentan los ciudadanos, las ONG o las asociaciones, son relevantes. Con lo que no es tan transparente esta ley de transparencia. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 75 Y recientemente se está intentando reformar la ley de Jurado de Enjuiciamiento. Se le dio sanción en la Cámara de Diputados sin el quórum necesario -faltando dos votos-, habiendo violado la forma de tratamiento de la ley, lo que motivó que se retire el bloque de la minoría. Y de todas formas se sancionó. A pesar de que el diputado Alume, del bloque del PJ, advirtió al presidente de la Cámara de Diputados que no había quórum, que faltaban dos votos, se le dio sanción a la ley que pretende reformar la actual ley que rige el Jurado de Enjuiciamiento. Entonces, los recientes nombramientos de ministros del Superior Tribunal salvo el del doctor Rubio, que viene de una larga trayectoria en la carrera profesional- son de personas que vienen de ocupar cargos de relevancia en organismos del Estado provincial. El doctor Uría, por ejemplo, era el jefe de la Sala Penal de la Fiscalía de Estado. Fue uno de los impulsores de las denuncias contra los miembros de la multisectorial y de las denuncias penales que se llevaron a cabo en contra de quienes se manifestaron el año pasado -y continuaron haciéndolo- a través de una multisectorial que representa a distintos sectores de la comunidad de San Luis. De manera que no se considera una designación de mucha transparencia. Lo mismo sucede con la de la de la doctora Bona -que ha merecido numerosas impugnaciones-, actualmente propuesta para ocupar el cargo de ministro del Superior Tribunal. Porque cuando el Colegio de Magistrados de San Luis actualmente se ha dispuesto no pronunciarse en contra de la intervención federal, como le era solicitado, la doctora Bona se negó a firmar ese pronunciamiento. Y su nombramiento apareció casi simultáneamente con esta ausencia de acompañamiento y de cumplimiento de su cargo desde el Colegio de Magistrados de San Luis. La otra candidata propuesta actualmente -no para el Superior Tribunal pero sí para la Procuración General, que es un cargo de suma relevancia porque es nada menos que el jefe de los Ministerios Públicos, órgano acusador en los Jurados de Enjuiciamiento de magistrados y funcionarios- es una funcionaria que tiene una larga trayectoria política. Fue apoderada del Partido Unión y Libertad, formado por el actual gobernador de San Luis. De ese cargo pasó directamente a ocupar uno de fiscal en el Poder Judicial. De ese, a uno de jueza en lo penal. Ha recibido numerosas impugnaciones y tiene pedidos de jury por graves irregularidades cometidas en el ejercicio de sus funciones, no obstante las cuales asumió como camarista actualmente en la Tercera Circunscripción Judicial sin tener los años de matrícula exigidos para acceder a tal cargo. Y ahora es propuesta para procuradora general. Ha recibido numerosas impugnaciones de diversas ONG y de asociaciones de particulares y además ha sido denunciada. En este momento tiene -por lo menos, que yo conozca- un par de denuncias en el Jurado de Enjuiciamiento de magistrados. Allí la crisis institucional se ha agravado porque se ha producido un entrecruzamiento de denuncias, dado que la procuradora general subrogante, doctora Diana Bernal, ha denunciado a cuatro magistrados por haber suscripto renuncias en blanco, para que se investigue si lo han hecho. Ellos son: la doctora Vallica, el doctor Spagnuolo, el doctor Agúndez y el doctor Lútens. Y ha ampliado su denuncia 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 76 ante el Jurado de Enjuiciamiento porque estos funcionarios y magistrados al mes de renunciar se estaban presentando nuevamente a concurso para los mismos cargos. Además, se ha cuestionado la presencia del doctor Mario Zavala en el Consejo de la Magistratura porque la Constitución dice que tiene que estar un ministro y él es viceministro. Y a esto se le suma el hecho de que está siendo denunciado e investigado en este momento por su actuación en la designación de magistrados, por lo que se consideró poco prolijo, por parte del Poder Ejecutivo, designarlo para que participe nada menos que en el proceso de selección de jueces. Esta actuación de la procuradora general subrogante, actual fiscal de Cámara, le ha valido, por parte de una de las denunciadas -la doctora Martha Vallica, una de las personas que aparecen en los videos de las cámaras ocultas-, a su vez, un pedido de jury por no haber denunciado a la doctora Diamante, que es quien la denuncia a ella, por considerar que la doctora Diamante está realizando actividad política al denunciar a quienes firman renuncias anticipadas en blanco. La doctora Vallica denunció también a la doctora Diamante por considerar que haberla denunciado a ella por haber firmado renuncias anticipadas en blanco constituye una actividad política partidaria, utilizando los mismos argumentos que empleó la Fiscalía de Estado cuando cursó las cartas documentos a las doctoras Gallo, Careaga, Maluf, Carranza de Carrió y Neirotti de Lucero, cuando defendieron la independencia del Poder Judicial. Estas denuncias de la doctora Gretel Diamante han sido realizadas en cumplimiento de sus funciones como fiscal, porque ella tiene como obligación mantener la inviolabilidad funcional y velar por la recta administración de justicia. De manera que mal puede considerarse -a mi criterio- cumplimiento de su función específica, el desarrollo de la actividad política partidaria. Pero será una cuestión que el Jurado de Enjuiciamiento deberá determinar. Lo preocupante sería si ese Jurado de Enjuiciamiento siguiera constituido por conjueces designados por el Poder Ejecutivo y el órgano acusador fuese la ex apoderada del PUL, con una breve pero meteórica carrera judicial dentro de las estructuras del Poder Judicial de San Luis. Como ciudadana espero que los resortes constitucionales funcionen antes de que se sigan avasallando los derechos humanos y los derechos constitucionales en San Luis y que el Estado argentino no deba verse expuesto nuevamente a denuncias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que el Estado de San Luis ni siquiera contesta cuando se le corre la correspondiente vista, como es el caso de las recientes denuncias de las doctoras Careaga, Gallo y Maluf, de la que fui codefensora junto con el representante del Cels, doctor Alberto Bovino. Quedo a disposición para que me pregunten sobre el resto de las cuestiones. Del porqué de mi conocimiento, lo dije. Dije todo lo que hice desde mi función de secretaria; desde mi rol de abogada, trabajando como abogada defensora de todos los secretarios y jueces ilegalmente destituidos, cesanteados; actualmente también colaborando como veedora con el coordinador de derechos humanos de la Nación en la investigación federal; y como ciudadana y abogada, además, porque considero 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 77 que la defensa de la Constitución es inclaudicable. O sea que desde cualquier lugar en el que esté voy a persistir en su defensa y en la lucha por mantener sus principios. Sra. Negre de Alonso. - La ley provincial de autolimitación al Ejecutivo es copia del decreto 22 del Ejecutivo Nacional. Lo que yo le pregunto: usted dijo algo que no garantizaba el sistema de audiencias. No entendí lo que quiso decir; que creía que no garantizaba el sistema éste... Sra. Aragón. — No es una idéntica copia del decreto nacional. Sra. Negre de Alonso. — Tiene dos agregaditos más. Sra. Aragón. — Sí, justamente los agregaditos son los que no garantizan la transparencia. Porque esos agregaditos son los que determinan que un órgano del Poder Ejecutivo va a ser el que va a determinar qué objeciones van a ser relevantes y cuáles no. Sra. Negre de Alonso. — Para el Ejecutivo, dice usted. Sra. Aragón. — A criterio del Ejecutivo, exacto. Sra. Negre de Alonso. — Disculpe doctora. Acá hay dos pasos, ¿no? Primero el Ejecutivo pone a disposición los nombramientos, hay objeciones, inclusive usted acá ha nombrado que hay dos magistradas que tienen muchas objeciones. Sra. Aragón. — Así es. Sra. Negre de Alonso. — Como que el doctor Rubio tuvo más de doscientas adhesiones. Sra. Aragón. — Sí, no lo cuestionan. Sra. Negre de Alonso. — Entonces, supongamos que hay objeciones. Ahí el Ejecutivo decide si acepta o no las objeciones, ¿verdad? Sra. Aragón. — Determina cuáles son relevantes y cuáles no, para ser elevadas. No el Ejecutivo: el Ministerio de la Legalidad. Sra. Negre de Alonso. — Ah, está bien. Ahí está, perfecto; ahora me cierra. Sra. Aragón. — Determina cuáles son relevantes y cuáles no. De manera que en el debate público se van a tratar las que este órgano del Poder Ejecutivo —porque el Ministerio es un órgano del Poder Ejecutivo— determinó era relevante tratar. Sra. Negre de Alonso. — Está bien. Pero después hay una nueva oportunidad de impugnar en el Senado de la provincia. Sra. Aragón. — No, no hay una nueva oportunidad. El plazo de impugnación vence, es treinta días a partir de la designación aparecida en la publicación en el Boletín Oficial. Sra. Negre de Alonso. — Pero cuando se va a la audiencia pública, las ONG, en el Senado, pueden presentar preguntas, etcétera. Sra. Aragón. — No, el plazo vence a los treinta días y deben presentarse ante el Ministerio de la Legalidad. Así dice la ley que reglamenta la ley de audiencias públicas. Sra. Negre de Alonso. — Entonces lo que usted dice que no está claro es porque no todas las impugnaciones pasan al Senado. 21 de junio de 2005 Comisión de Asuntos Constitucionales Pág. 78 Sra. Aragón. — Ah, no sé. Eso va a depender del doctor Zavala y del doctor Freixes. Sra. Negre de Alonso. — Está bien. Pero, digamos, quiero que quede claro en qué dice usted que puede fallar. Puede fallar en eso. Sra. Aragón. — Puede fallar en que el Poder Ejecutivo puede determinar: “No me parece relevante la impugnación que le hizo tal ONG, y sí me parece relevante, por ejemplo, que reprobó primer grado o repitió en primer grado”. Sra. Negre de Alonso. — Está bien, perfecto. Sr. Guinle. — ¿Alguna otra pregunta, señora senadora? ¿Algún senador va a preguntar? Muchas gracias, doctora, le agradecemos su presencia. La doctora Aragón va a hacer entrega de una documentación a la comisión. -Así se hace. Sr. Guinle.- Queda levantada la reunión, agotado el temario. — Es la hora 21 y 28.