PALABRAS PRONUNCIADAS EN HOMENAJE A LA MEMORIA DEL GENERAL JOSÉ TAFOLLA CABALLERO. URUAPAN, MICH. 17 DE SEPTIEMBRE DE 1966 Venimos hoy a rendir un homenaje de cariño y de reconocimiento al amigo, al compañero de armas, al ciudadano que honró a su patria con sus servicios y su conducta. Nuestro grato amigo, general de división José Tafolla Caballero, descansa ya el sueño eterno en el regazo de la madre tierra. Llegó al final de la vida con la satisfacción de haber cumplido con sus deberes. No llegaba a los 20 años de edad, cuando ya las inquietudes sociales del pueblo habían hecho impresión en su espíritu y consciente de lo que hacía, y unido a un grupo de jóvenes, se incorporó a las filas de la Revolución para luchar en contra de la usurpación del general Victoriano Huerta que se había apoderado del gobierno presidido por el C. presidente Madero, pretendiendo impedir la realización de los postulados por los que luchó el pueblo. Fue en Parácuaro, Mich. el año de 1913, en la región de nuestra tierra caliente, en donde nos encontramos con el general Tafolla Caballero, incorporado en la brigada de caballería que comandaba el valiente coronel Cenobio Moreno. Desde entonces el general Tafolla dio pruebas de su valor y de sus sentimientos humanistas. Cumplió con decisión y disciplina las distintas misiones que le fueron encomendadas para combatir al enemigo. Enérgico en la acción fue noble para juzgar a los prisioneros que engañados peleaban en contra de los contingentes de la Revolución. Salvó cuantas vidas pudo. Triunfante la Revolución constitucionalista y ya organizado el ejército nacional, el general Tafolla, comandando corporaciones, supo inspirar, con su conducta personal y el comportamiento de sus tropas, confianza a los habitantes de las zonas en que operó, contribuyendo así al prestigio del régimen de la Revolución. En las acciones de armas fue de los primeros en distinguirse. Durante la campaña de Chihuahua, aportó su sangre al caer herido. Fue un decidido promotor de las escuelas-internados para hijos del ejército. Comprendió la necesidad de no desamparar a los hijos de la tropa, que por la frecuente movilidad de las corporaciones no ingresaban a las escuelas existentes, creciendo los niños sin instruirse. Su actuación en las Huastecas fue patriota. Conoció la conducta de las empresas extranjeras que explotaban la riqueza del subsuelo y frecuentemente expresaba sus ideas por la reivindicación de los yacimientos petroleros en beneficio de la nación. Y cuando esto logró realizarse su manifestación fue de estímulo y de confianza a los responsables de aquel acto. En materia agraria, conoció la importancia del ejido y ayudó a los campesinos con sus consejos para obtener la tierra, para que vivieran unidos y fueran leales a los de su clase. Comandante militar del estado de Sonora guardó especial consideración a los contingentes yaquis, rebeldes durante siglos reclamando sus tierras. El trato que para ellos tuvo contribuyó a su pacificación total. El general José Tafolla Caballero ocupa un lugar de positiva simpatía en el corazón de los que lo tratamos y conocimos su actuación. En esta hora de pesar, tributamos, a la vez, un homenaje de respeto y cariño a su distinguida esposa y a sus hijos que estimularon su vida y cuidaron de él hasta sus últimos momentos.