Resumen Como Un Salto De Campana Pancho es un niño que vive en Alemania y visita Dinamarca, en ese lugar conoce a la sirenita de Copenhague y al verla recuerda a su abuelito Pachi que vive en Chile, especÃ−ficamente en la isla de Chiloé y le dan ganas de comunicarse con él, entonces graba en un cassette un mensaje en español, su abuelo no sabÃ−a cómo escucharlo y cuando aprendió le compro pilas a la radio para que todo el mundo lo escuchara, la gente al escuchar la grabación pensaba que era la Pincoya. El abuelo muy contento respondió a su nieto y también le regaló  un lindo gorro chilote, que fue el primer objeto que permitió que el chico se sintiera chileno. Desde ese momento, Pancho empezó a investigar de Chile en su escuela, le pidió ayuda a su maestra y gracias a ella se informó más de su paÃ−s, también constantemente le  preguntaba  a sus padres sobre la cultura, tradiciones y leyendas chilenas en especial de Chiloé.  Cuando llegó Navidad en Alemania Pancho y su amigo recolectaron juguetes para los niños chilenos, a él le daba tristeza regalar cosas usadas, mientras tanto en Chiloé el abuelo Patricio preparaba una minga, tradición chilota en la cual se trasladaba una casa arrastrada por toros y al terminar el dueño de casa realizaba una gran celebración con los amigos que habÃ−an ayudado. Para navidad el niño recibió unos hermosos regalos de parte de don Pachi, ellos eran una bicicleta de madera y un palafito. Para imaginar mejor cómo era el hogar de sus abuelos llenó la tina de agua y puso en ella la casita que flotaba. Incluso tuvo un sueño muy particular, él estaba dentro la casa de don Pachi, en el mismo palafito que le habÃ−a llegado de obsequio, sin duda, ellos tenÃ−an una conexión especial.  Un dÃ−a llegó Kurt a la casa de Pancho, un piloto chileno que mantenÃ−a comunicado a Don Pachi con su nieto. El piloto fue muy bien recibido por todos en Alemania, porque pocas veces tenÃ−an la oportunidad de hablar con alguien que viniera desde su tierra y les contó que el abuelo habÃ−a enviado un pasaje de ida y vuelta para que el pequeño fuera a visitarlo a la isla de Chiloé, en esa ocasión sus padres hablaron mucho con el piolo y Pancho notó tristeza en la conversación de sus padres con el huésped. Pronto llegaron las vacaciones para Pancho y salió de Alemania cuando era verano y llegó a Chile cuando allÃ− era invierno.  El niño viajó con Kurt a Chile, allÃ− su abuelo lo esperaba con sus amigos en la pista de aterrizaje, el niño no tuvo una gran bienvenida, sino dos, porque el pueblo vecino al ver que el pueblo de Don Pachi se reunÃ−a, hizo lo mismo. Ellos no se vieron inmediatamente, de pronto apareció el abuelo y el niño le dio un gran abrazo y desde ese momento disfrutaron muchas cosas juntos como navegar hacia otros pueblos en la chalupa blanca del abuelo, compartir tradiciones, el niño durante esta visita se esforzó por hablar español, porque le costaba mucho y por las noches cantaba en el salón canciones en Alemán, todas estas actividades se las contaba a sus padres a través de cartas tal como antes se habÃ−a comunicado con Pachi.  Ya terminarÃ−an las vacaciones del niño y sus padres le tenÃ−an una sorpresa, porque la última carta habÃ−a sido escrita desde Chile, es decir, habÃ−an regresado a su paÃ−s, estaban viviendo donde una tÃ−a y habÃ−an conseguido un colegio pequeño para  Pancho, tendrÃ−a que dar pruebas para saber en qué nivel se ubicarÃ−a. Santiago era muy distinto a la isla, habÃ−an muchas construcciones y poco verde, sin embargo, el niño se adaptó bien al colegio en incluso tenÃ−a fama por dominar dos idiomas. Lamentablemente su padre no encontró trabajo en Santiago, Pancho muy triste le contó esto a su abuelo y él hablo con su hijo para que 1 ayudara a su hermana.  Finalmente, Pancho se fue con su familia a vivir a Puerto Montt, pues ahÃ− tendrÃ−a trabajo su papá. Aquella ciudad quedaba mucho más cerca del abuelo, pero el niño sólo querÃ−a estar junto a Don Pachi, por eso le prometió que cuando fuera grande se irÃ−a con él a Chiloé y su abuelo Patricio prometió esperarlo. 2