IP/00/1164 Bruselas, 16 de octubre 20000 La Comisión se propone dar el visto bueno a algunas normas de Visa y oponerse a otras La Comisión Europea se propone adoptar una posición favorable con respecto a determinadas disposiciones del sistema de tarjeta de pago de Visa International, en particular la denominada norma de "no discriminación". Será la primera decisión de competencia de la Comisión en el ámbito de las tarjetas de crédito internacionales. Al mismo tiempo, la Comisión ha remitido un pliego de cargos a Visa International en relación con su tasa de intercambio, alegando que esta tasa representa un acuerdo colectivo restrictivo en materia de precios. Tras una investigación exhaustiva, la Comisión considera que puede adoptar una posición favorable por lo que se refiere a determinadas normas del sistema de tarjeta de pago de Visa International, que ha sido notificado con vistas a obtener una declaración negativa formal. Una de estas disposiciones es la denominada norma de no discriminación, que prohíbe a los establecimientos comerciales cobrar a los clientes un recargo por pagar con la tarjeta Visa. Próximamente, la Comisión, antes de adoptar una decisión definitiva, publicará una comunicación en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas en la que invitará a los interesados a presentar sus observaciones en el plazo de un mes. Aunque inicialmente se opuso a esta norma, ahora la Comisión ha concluido que su supresión no impulsaría la competencia de forma sustancial. Esta conclusión se basa en los resultados de los estudios de mercado llevados a cabo en Suecia y en los Países Bajos, donde se ha suprimido la norma de no discriminación tras la intervención de las autoridades nacionales de competencia. Por otra parte, la Comisión se propone adoptar una posición favorable sobre las normas modificadas de Visa en materia de servicios transfronterizos. Inicialmente, las normas de Visa no permitían a sus bancos miembros —o lo hacían en una medida limitada— que emitieran tarjetas a titulares de tarjetas en el extranjero o que celebraran contratos con establecimientos comerciales de otros Estados miembros. Sin embargo, Visa International ha incrementado de forma perceptible las posibilidades de emisión y adquisición transfronterizas de tarjetas Visa. Tras la última modificación, introducida en mayo de este año, Visa International permite la emisión y adquisición transfronterizas, sin exigir el establecimiento previo de una sucursal o filial en el país de que se trate. Está previsto que la Comisión adopte una decisión formal a este respecto antes de finalizado el año. La Comisión, sin embargo, tiene dudas sobre la compatibilidad de otra de las disposiciones de Visa analizadas, a saber, la tasa de intercambio, con la normativa comunitaria de competencia. La tasa de intercambio la paga el banco del establecimiento comercial al banco del titular de la tarjeta por cada transacción. El importe de esta tasa lo fija Visa International y responde a un acuerdo entre los bancos afiliados a Visa. En la práctica, los bancos que deben abonar la tasa de intercambio la repercuten sobre sus clientes, los establecimientos comerciales. Por término medio, la tasa de intercambio representa alrededor del 80% del importe global abonado por el establecimiento comercial a su banco cada vez que acepta el pago con tarjeta Visa. Eurocommerce, una asociación que representa a los establecimientos comerciales minoristas europeos, se quejó formalmente ante la Comisión por las normas sobre las tasas de intercambio de Visa y de otros sistemas de tarjeta de pago. En el pliego de cargos que se ha remitido a Visa International, la Comisión señala que la tasa de intercambio aplicable a las operaciones internacionales representa un acuerdo colectivo sobre precios que restringe la competencia. En opinión de la Comisión, Visa International no ha alegado hasta ahora ninguna razón convincente —por ejemplo, que sería imprescindible para el funcionamiento del sistema de tarjeta de pago de Visa— que demuestre que la tasa de intercambio cumple todas las condiciones para obtener una exención con arreglo a las normas comunitarias de competencia. Como también ha señalado Eurocommerce, otros sistemas de tarjeta de pago, como ec-Karte en Alemania, pueden funcionar sin este tipo de tasas. El pliego de cargos es un primer paso en el procedimiento y no prejuzga el resultado final de la investigación. La Comisión insta a Visa para que presente por escrito sus observaciones y le ofrece la posibilidad de solicitar una audiencia oral. Espera adoptar una decisión definitiva sobre las tasas de intercambio en el primer semestre de 2001. La Comisión tiene otros casos pendientes en relación con los sistemas de tarjeta de pago que plantean problemas similares. Por tanto, las decisiones previstas en el caso de Visa International son importantes para marcar la pauta de resolución de los demás casos. "Los consumidores deben tener la libertad de utilizar tarjetas para pagar sus compras. Pero las empresas de tarjetas de pago y los bancos no deberían forzar en la práctica a los establecimientos comerciales a correr con los gastos de las transacciones realizadas con tarjeta, que por supuesto tienen un coste. A este respecto, la Comisión pone especialmente en cuestión la necesidad de la tasa de intercambio establecida por Visa para cada transacción, que en la práctica repercute sobre los comerciantes, y ha invitado a Visa a formular sus observaciones", ha afirmado Mario Monti, miembro de la Comisión responsable de la política de competencia. Información complementaria El caso de Visa ante la Comisión Europea es diferente y está separado de un asunto pendiente en el Departamento de Justicia de Estados Unidos contra Visa y Mastercard International, que se centra en el hecho de que Visa y Mastercard son propiedad de los mismos bancos y en las normas que impiden que los bancos afiliados emitan tarjetas competidoras tales como Discovery y American Express (la denominada exclusividad). El Consejo de Administración regional de Visa para la UE consideró la posibilidad de introducir una norma de exclusividad similar en Europa a mediados de los años noventa, pero retiró el proyecto después de que el miembro de la Comisión responsable de la competencia en aquel momento advirtiera públicamente que la propuesta de Visa no podría aceptarse. (véase IP/96/585) 2