CONGRESO CONAMET/SAM’04 ESTUDIO ARQUEOMETALÚRGICO DE CLAVOS PERTENECIENTES A EMBARCACIONES BALLENERAS HALLADAS EN LA ANTARTIDA ARGENTINA. Hernán Lorusso(1), Hernán G. Svoboda(1,2), Horacio M. De Rosa(1) (1) Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ingeniería, Dpto. Ing. Mecánica, Paseo Colón 850, Buenos Aires, Argentina. (2) Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ingeniería, Laboratorio de Materiales y Estructuras, Las Heras 2214, Buenos Aires, Argentina. RESUMEN La metalurgia histórica es un tópico de creciente interés debido a que permite reconstruir características culturales de los pueblos y aportar información valiosa respecto de las tecnologías, los procesos de fabricación y su evolución histórica. En el presente trabajo se realizó un estudio metalúrgico sobre 5 elementos de fijación de embarcaciones obtenidos en una expedición realizada en el año 2002 donde se investigaron los asentamientos de antiguas factorías balleneras en la Antártida Argentina. El objetivo de este trabajo es aportar información respecto de los materiales y las tecnologías de fabricación utilizadas en los elementos de fijación empleados en las embarcaciones del Siglo XIX halladas en la Antártida Argentina. Se realizó una caracterización química y microestructural por medio de microscopía óptica (LM), microscopía electrónica de barrido (SEM), EDAX y microdureza (HV). Las piezas ferrosas estaban fabricadas con aceros de gran contenido inclusionario, siguiendo la técnica de “cut nails”, con estructuras típicas de hierro pudelado y recristalizado. Entre las muestras de cobre, se pudieron identificar elementos de fijación por clavado y remachado. Palabras Claves: pudelado, cut nails, recristalización,clavos 1. INTRODUCCIÓN La Asociación Buque Austral Patagónico, en conjunto con el Museo Marítimo de Ushuaia y el Museo Naval de la Nación desarrolló entre el 6 y el 24 de enero de 2003 por medio del buque museo itinerante “Ice Lady Patagonia” una expedición de estudio de los asentamientos balleneros históricos en la península antártica, en las zonas que se indican en el mapa de la figura 1 con el objeto de contribuir a la conservación y conocimiento del patrimonio, y promover el rescate de la memoria cultural relativa a tal actividad. Se analizan en este trabajo muestras de clavos extraídos de algunas de las naves relevadas. En el siglo XIX la industria de fabricación de clavos avanzó rápidamente. Hasta la última década de 1700 sólo se utilizaban clavos hechos a mano por forjado. Estos clavos se hacían uno por uno artesanalmente a partir de barras de hierro de sección cuadrada. Por forjado en caliente El cuerpo era de sección cuadrada y la cabeza en forma de roseta, de mariposa o de “L” [1]. Entre 1790 y 1800 se inventaron máquinas que cizallaban clavos de un fleje de hierro como una guillotina, moviendo la barra de lado a lado con cada golpe, para producir un vástago acuñado. Éstos se conocen como “clavos cortados” tipo A (type A cut nails). Al principio, las cabezas se hacían a mano, pero pronto las cabezas se conformaron a máquina Este tipo de clavos se hizo hasta los 1830 [1]. Figura 1. Recorrido de la expedición. Hacia 1820 se desarrolló una máquina que volteaba el fleje después de cada corte hecho en ángulo para lograr una cuña. Se hacían así los denominados clavos cortados tipo B (type B cut nails). La rebaba dejada por el corte sirve para su identificación. Los clavos tipo B siguieron siendo los más comunes a lo largo del siglo XIX. y debido a la forma en que cortan la fibra de la madera en el clavado aún hoy se fabrican y se emplean cuando se necesita una buena CONGRESO CONAMET/SAM’04 fuerza de fijación En los clavos largos la forma acuñada del cuerpo estaba dada por la forma de la sección del fleje con que se alimentaba la máquina. Mientras que clavos pequeños se hacían con un fleje de sección uniforme que se cortaban en forma oblicua, de la cabeza a la punta, siendo el fleje rotado después de cada corte de manera tal que puntas y cabezas se obtenían de lados opuestos alternativamente [2]. muestras corresponden a clavos ferrosos; del cintón y de la cubierta de una chalana de cubierta corrida, hallada en la playa de Caleta Balleneros, Isla Decepción, que se puede observar en la figura 2. Los clavos cortados son de sección rectangular con dos caras opuestas paralelas y la otras dos convergentes hacia la punta plana [1-3].En las primeras épocas de los clavos cortados la fibra era perpendicular al eje del vástago lo que le confería poca resistencia a la flexión [1-4]. Más adelante se conformaron de manera de orientar la fibra longitudinalmente. . En cuanto al tratamiento térmico en algunos casos se realizaba un recocido luego del conformado para mejorar su ductilidad también se solía calentar el material antes del corte. Si bien no se especifican las temperaturas de los procesos, la estructura típica postrecocido sería recristalizada de granos equiaxiales. [5] La tecnología de fabricación de aleaciones ferrosas, sufrió cambios sustanciales a partir de mediados del siglo XIX con el invento del convertidor Bessemer. Hasta entonces, desde fines del siglo XVIII, una forma industrial de obtención de hierro dúctil era el proceso de pudelado. Por el que se obtenía un material de muy bajo contenido de carbono e importante cantidades de inclusiones de óxidos y silicatos, entre otras. El invento del convertidor Bessemer originó un acelerado desarrollo hacia la obtención de mayores cantidades de acero en condiciones controladas y a más bajo costo [6]. En Francia alrededor de 1850, se registra la invención de los clavos fabricados con alambre cilíndrico, cuya utilización comenzó a generalizarse hacia 1890. Ya en en 1930 en EE UU el 90 % de los clavos se hacían con alambre de acero. [7]. Figura 2. Chalana de cubierta corrida de Caleta Balleneros en Isla Decepción. Otras dos muestras;un clavo ferroso y un clavo cuproso, corresponden a un bote salvavidas, hallado en la playa de las Islas Cansen, cercanas al puerto Svend Foyn. La última muestra es un clavo cuproso extraído del casco de una balandra de cubierta corrida hallada en la playa de la Isla Media Luna, que se puede ve en la figura 3. Figura 3. Balandra de cubierta corrida de Isla Media Luna. A fines del siglo XIX la tecnología del cobre estaba altamente desarrollada, el uso del convertidor v Bessemer y la introducción de la técnica electrolítica a partir de 1869, permitían obtener un material de alta calidad[8]. Existen abundantes referencias del uso de clavos y accesorios de fijación de cobre en construcciones navales para evitar problemas de deterioro corrosivo, en especial cuando se adoptó el recubrimiento de los cascos con chapas de cobre y latón. Sin embargo la baja dureza del cobre representaba un inconveniente que en muchos casos llevó a la necesidad del uso de aleaciones que resultaron más efectivas (9) Las muestras mencionadas se estudiaron por observación visual directa a fin de determinar las principales características constructivas. Además se caracterizó la microestructura (fases, tamaños de granos, inclusiones no metálicas) con microscopía óptica (LM) y microscopía electrónica de barrido (SEM) y se determinó la composición química del material y de las inclusiones mediante EDX. También se determinó la dureza Vickers (HV) en distintas zonas de cada muestra. 2. PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL 3.1 Caleta Balleneros - Isla Decepción Las muestras estudiadas corresponden a 3 piezas de material ferroso y 2 de cobre empleadas como elementos de fijación en embarcaciones halladas en tres sitios por la mencionada expedición. Dos de las La primera muestra analizada es un clavo de cintón ferroso con una longitud de alrededor de 45 mm que no posee cabeza, debido una importante pérdida de material por corrosión, como se observa en la figura 4. 3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN CONGRESO CONAMET/SAM’04 Figura 4. Clavo de cintón ferroso. El cuerpo de sección rectangular de 4,18 x 3,70 mm posee una superficie de aspecto fibroso “hojaldrado” en sus dos flancos, producido por corrosión como se observa en la figura 5. Figura 6. Inclusiones de silicatos y sulfuros de Mn. La segunda muestra de este grupo corresponde a un clavo de cubierta ferroso de 105 mm de longitud que puede verse en la figura 7. Figura 7. Clavo de cubierta de acero. Figura 5. Aspecto fibroso asociado al ataque corrosivo. La estructura metalográfica revelada sobre secciones transversales y longitudinales de la pieza, constituida por ferrita de granos equiaxiales tamaño ASTM 10-11 corresponde a un acero de muy bajo contenido de carbono, con inclusiones de hasta 10 μm de ancho de sulfuros, silicatos y óxido de Mn alineados en el sentido de la conformación según el eje de la pieza, como se aprecia en la figura 6. Los valores de microdureza son consistentes con la estructura observada con un promedio de 155 HV en 10 mediciones (máx. 167 min. 128). Según las características observadas la pieza fue fabricada a partir de un fleje de hierro o acero de muy bajo carbono. La cabeza se habría perdido por deterioro corrosivo. La sección rectangular, el conformado de la pieza con una la fibra alineada longitudinalmente, los granos equiaxiales, como así también el relativo bajo contenido de óxidos de hierro en las inclusiones sugieren una tecnología de fabricación de clavos cortados a partir de fleje según el estilo de al última parte del siglo XIX La observación directa de la pieza muestra una sección rectangular con dos caras paralelas y las dos caras opuestas en cuña suave convergentes hacia la punta de filo redondeado, como se ve en la figura 7. Las caras son lisas y regulares poco afectadas por la corrosión. La cabeza de forma regular fue conformada por recalcado. De acuerdo con las marcas de deformación se aprecia que durante el coformado de la cabeza la pieza se tomaba por tres flancos, probablemente con una pinza o mordaza con un apoyo en ángulo recto y un sujetador plano desplazable. Metalograficamente se trata de un acero de 0,15 a 0,2% de carbono de granos equiaxiales de ferrita y perlita, con un tamaño de grano ASTM 9 -10 y con la fibra orientada en sentido longitudinal como se aprecia en la figura 8. La dureza medida resultó de 152 HV (promedio de 10 mediciones La alineación de las inclusiones observadas hace considerar que la pieza fue obtenida por la técnica de cortes paralelos de un fleje con sección en forma de cuña como se estilaba para la confección de clavos cortados de mayor longitud [2]. El contenido de carbono es el mayor detectado de todas las muestras analizadas y es uniforme en la zona interna de la pieza. Se revela un método de fabricación del material con composición controlada. CONGRESO CONAMET/SAM’04 que presenta dos caras paralelas y dos convergentes hacia la punta, que es de tipo plano, como se muestra en la figura 10. En la figura 11 se aprecia un detalle de la cabeza del clavo. Figura 8. Estructura: ferrita y perlita con inclusiones no metálicas orientadas en el sentido del conformado. En las proximidades del borde exterior se aprecia la presencia de una zona decarburada, además de una gran cantidad de inclusiones de óxidos y silicatos, como se ve en la figura 9. Figura 10. Clavo de hierro del bote salvavidas hallado en las Islas Nansen – Pueto Svend Foyn. Figura 11. Detalle de la cabeza del clavo de hierro. Figura 9. Zona cercana al borde del clavo con bajo contenido de carbono y gran cantidad de inclusiones. Por efecto del calentamiento y deformación plástica durante la fabricación, además de la decarburación en la zona externa del clavo se produjo un importante crecimiento de grano, en especialmente en la cabeza con diámetros promedio del orden de 40 µm.. La forma constructiva y la estructura del material ponen en evidencia una técnica propia de fines del siglo XIX con un acero de importante contenido de carbono. La presencia de importantes inclusiones de óxidos es sólo superficial y no se atribuyen a un tipo de hierro pudelado sino a incorporación de las mismas en un proceso de laminado en caliente. La superficie se encuentra cubierta por una capa de productos de corrosión La microestructura es ferrítica, de hierro o acero de muy bajo contenido de C con un tamaño de grano variable entre ASTM 8 y 12 un proceso incompleto de recristalización. 3.2 Islas Nansen - Puerto Svend Foyn La primera muestra obtenida del bote salvavidas hallado en las Islas Nansen cercanas al Puerto Svend Foyn corresponde a un clavo de material ferroso de una longitud de 43 mm. La cabeza se realizó por plegado y recalcado, mientras que el cuerpo es de sección rectangular casi cuadrada de 3,4 X 2,8 mm Figura 12. Inclusiones de silicato de Mn y tamaño de grano heterogéneo. CONGRESO CONAMET/SAM’04 La alineación de las inclusiones y la forma plana de la pieza indican que la misma se fabricó a partir de un fleje con la fibra orientada longitudinalmente cortado posteriormente en cuña y calentado para el recalcado de la cabeza. Se observa una importante cantidad de inclusiones de óxidos y silicatos de hasta 100 micrones de ancho y 1 a 2 mm de largo,que de acuerdo con los datos obtenidos por microscopía electrónica de barrido están formadas principalmente por Si, P y algo de Ca que se agrupan en conglomerados de gran tamaño y ocluyen FeO de forma esferoidal. La estructura de grandes inclusiones revela una forma rústica de manufactura del material del tipo del hierro pudelado. La heterogeneidad de estructura se refleja en valores variables de la dureza medida entre 129 HV y 178HV. El contenido de S medido en la muestra fue bajo, circunstancia que Podría asociarse a procesos en los que la reducción se llevó a cabo utilizando carbón vegetal [10]. Figura 14. Estructura: granos orientados en el sentido de la conformación con inclusiones de Cu2O. La segunda muestra estudiada de esta embarcación corresponde a un clavo cuproso de 50 mm de longitud, cuya cabeza se encuentra recalcada y el cuerpo tiene una sección rectangular de caras paralelas de 3,2 x 2,5 mm, con un acuñamiento hacia la punta de dos de sus caras. La punta termina en forma recta por reducción de la sección entre las dos caras opuestas más separadas. En la figura 13 se puede ver el clavo descripto. Figura 15. Deformación plástica en la zona de la punta. 3.3 Isla Media Luna Figura 13. Clavo de cobre del bote salvavidas de las Islas Nansen – Pueto Svend Foyn. La microestructura está compuesta por granos de Cu deformados en frío con una cantidad de inclusiones de Cu2O y de Si y Ca, probablemente provenientes de la escoria del proceso metalúrgico de la obtención del Cu que normalmente utilizaba sílice y carbonatos de Ca. En la figura 14 se puede ver la microestructura. La orientación de la fibra es del tipo longitudinal. La cabeza y la punta del clavo fueron realizadas por deformación en frío por lo que se aprecia mayor grado de distorsión de la estructura en esas zonas, como se puede ver en la figura 15. El estado de deformación descripto provoca un importante incremento de la dureza que resultó de 159 HV en la punta, 126 HV en el cuerpo y 136 HV en la cabeza Si se tiene en cuenta que el tipo de embarcación estudiado es un bote salvavidas de manufactura seriada, se puede considerar que la fabricación rústica de ambas piezas, para la época, podría obedecer a razones de economía de material. En este caso se trata de una sola muestra consistente en un clavo de cobre ubicado en el casco de la balandra observada en la figura 3, ubicada en la playa de la isla Media Luna. Este clavo tiene una longitud de alrededor de 77 mm con un cuerpo de sección cuadrada (3,9 X 3,9 mm). La cabeza es troncocónica recalcada y la punta está remachada con una arandela de tope, como puede verse en la figura 16. Figura 16. Clavo del casco de la balandra hallada en la Isla Media Luna. CONGRESO CONAMET/SAM’04 El estudio metalográfico de cortes transversales y longitudinales de la pieza reveló una estructura de granos equiaxiales de cobre maclados, con un tamaño promedio de 40 µm, típicos de un proceso de recocido, con pequeñas inclusiones de Cu2O alrededor de 2.µm, como se puede ver en la figura 17. Figura 17. Estructura de cobre recocido con partículas de Cu2O. En la figura 18 se observa la zona de la cabeza deformada en frío. flejes de sección rectangular. Con tipos que evidencian tecnologías de fabricación comunes a la segunda mitad del siglo XIX. Los clavos de cobre muestran una diferente tecnología de fabricación y dos variantes interesantes para resolver la fijación del elemento uno, deformado en frío, comprimiendo el material entre dos de sus caras para formar la punta y así obtener un incremento importante de dureza (con valores similares a los de las aleaciones ferrosas) para facilitar así el clavado. La otra pieza es remachada en los extremos para producir su efecto de sujeción dentro de un alojamiento en al que fue introducido sin esfuerzo como lo prueba la estructura de su cuerpo sin deformación. 5. REFERENCIAS [1] .http://histpres.mtsu.edu/hispres/servies/naildating.ht m [2 ] http://57.191enciclopedia.org/N/NA/Nail.htm [3] .http://www.monticello.org/plantation/work/ nailmaking.html [4]. Daniel Schavelzon, Arqueología Histórica de Buenos Aires, Corregidor, Buenos Aires 1991.205-211. [5]. University of Utah. Department Anthropology. IMAC 470. August 2001. of [6]. J.E. Gordon The new science of strong materials, Penguin Books, London 1991,pp. 243-251. Figura 18. Zona deformada en frío en el borde entre eje y cabeza. Esta pieza representa una metodología de fabricación y características de uso totalmente diferente a las otras. Su instalación no se hacía por clavado y la fijación era por remachado y no por fricción como el caso de los calvos 4. CONCLUSIONES Los datos históricos de los asentamientos balleneros nos ubican a fines del siglo XIX y principios del XX, época en que la tecnología de fabricación de clavos se hallaba desarrollada con características similares a la actual No obstante eso y a pesar de la pequeña muestra de piezas observadas se detectaron importantes variantes en los materiales y manufacturas para usos similares. En el caso de los clavos ferrosos, todos son del tipo “cortado” o “cut nails” a partir de [7]. T. D. Visser, A Field Guide to New England Barns and Farm Buildings, University Press of New England ,1996. [8]. R.F. Tylecote “ A History of Metallurgy” The Metals Society,London, 1976. p. 151. [9]. Mark Staniforth The introduction and use of copper sheathing – a history- The Bulletin of the Australian Institute for Maritime Archaeology, 9 1985. 21-46. [9]. R.F. Tylecote “A History of Metallurgy” The Metals Society,London, 1976. cap.9. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a CEMEC-INTI por su colaboración con la microscopía electrónica de barrido (SEM).