MEMORIA Y HOLOCAUSTO. Prueba de Acceso a la Universidad. Junio 2005 Parte obligatoria del comentario a) Describir y explicar el esquema organizativo del texto (3 puntos) El texto que pasaremos a comentar es un editorial titulado “Memoria y holocausto”, se trata de un texto expositivoargumentativo que publicado el 27 de enero de 2005. Empezaré mi comentario trabajando el apartado de la coherencia, es decir, me ocuparé de la información que el texto nos da y como se ha organizado ésta. Para ello realizaré una selección de las ideas más importantes del texto mediante un resumen. En el día de hoy se celebra la 60ª conmemoración de la liberación del campo de concentración de Auschwitz en Europa, aunque la fecha sea memorial, la celebración no debe hacer creer que este tipo de genocidios ha terminado, al contrario todavía continúan sucediendo en algunos países, por eso la iniciativa de España de participar en el acto supone algo positivo, ya que transmitir a los jóvenes los errores históricos puede ayudar a no cometerlos en un futuro. Por lo tanto, el tema del texto sería la denuncia de las muertes masivas a causa de conflictos bélicos pasados y actuales. En la estructura externa destacaremos el título del texto, “MEMORIA Y HOLOCAUSTO” que nos da sólo una información muy breve del tema que se va a tratar, ya que no muestra la opinión desfavorable del autor acerca de los actos cometidos por los nazis, ni la tesis del texto. Al tratarse de dos sustantivos valorativos negativos podemos decir que la subjetividad de éstos se debe a una selección que no posee otra finalidad que llamar nuestra atención, justificando que el título sea remático. El texto consta de 24 líneas que se dividen en cuatro párrafos en los que se reparte la información, ya que son de extensión similar (entre las cinco y siete líneas). Para terminar con la estructura externa al final aparece el nombre del periódico: “El País”, y fecha de publicación del texto: “27-I-2005”. Dicha información se estructura internamente en tres partes: introducción, desarrollo y conclusión. En primer lugar tenemos una introducción que abarca de la línea 1 “Cuando los líderes europeos…”a la 6”…y otras insanias colectivas”. La idea principal en la que se basa el autor para introducir el texto y que parte de una noticia (intertextualidad) es “el 60º aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi” (l.2). Además también se encarga de dejar claro en la introducción la tesis que defenderá con argumentos a lo largo del texto: “hay que tratar de evitar que el mundo se considere en paz…combatir hasta la extenuación las causas que hicieron posible aquella y otras insanias colectivas” (l. 4-6). A partir de aquí y en el siguiente párrafo pasa a argumentar las razones que justificarían su tesis, señalando el desarrollo del texto mediante el conector de causa “Porque” (l.7) (“hay que tratar de evitar que el mundo se considere en paz”). El autor empieza el desarrollo del texto en la línea 7 “Porque a la postre…” y lo termina en la 17”…movimientos filonazis”. El desarrollo parte de los diferentes ejemplos argumentativos sobre la permanencia de genocidios actuales tras la Segunda Guerra Mundial, además de los movimientos filonazis que existen actualmente, así como la narración de algunos de los actos que tuvieron lugar en los campos de concentración nazi y que apoyan la idea de seguir combatiéndo los genocidios. Por último, el texto concluye de la línea 18 “España…” a la 24 “…dignidad humana” mediante una idea principal que destaca: “El minuto de silencio …en los centros escolares debería trasladar a los adultos del futuro el estruendo de que el genocidio nazi, cualquier genocidio es incompatible con la dignidad humana” (l. 23-24), ya que la suma de España (que no fue partícipe en la Segunda guerra mundial) al acto puede hacer reflexionar y reaccionar ante esas injusticias a nuestros jóvenes. El autor sitúa, como hemos visto la tesis de forma explícita en la introducción: “combatir hasta la extenuación las causas que hicieron posible aquella y otras insanias colectivas” (l. 5-6), y en la conclusión:“conocer y reflexionar sobre una de las páginas más tenebrosas de la humanidad…cualquier genocidio, es incompatible con la dignidad humana” (l. 22-24), reafirmando así esa tesis inicial, por lo que podemos decir que el texto posee una estructura de encuadre, la tesis lo abre y lo cierra reforzando así el pensamiento que el escritor nos quiere transmitir. Para convencernos de su tesis el autor utiliza una serie de argumentos que a continuación expondremos. Parte del argumento de datos y estadísticas reales como “…el asesinato de más de seis millones de seres humanos…”(l.5) que tuvo lugar en Alemania, puesto que los datos hacen real, creíble e impactante la 1 situación que en Auschwitz se vivió situándonos en contra de esta, de hecho aparecen también en el desarrollo: “…seis mil personas eran asesinadas…” (l. 15). Que nos sumemos al acto de conmemoración depende de quién lo haya organizado y el autor nos deja claro que ha sido por parte de un organismo reconocido mundialmente como es “La Asamblea General de la ONU” (l.12), es decir, utiliza un argumento de autoridad. Lo mismo sucede cuando pretende argumentar a favor de que el acto sea apoyado por un país como España que nada ha tenido que ver en el genocidio nazi, pero que podría verse involucrada en un futuro en una situación parecida, por lo que nos anima a sumarnos al acto a través de otro argumento de autoridad promotor de la conmemoración: “la UE”(l.21). Los ejemplos con los topónimos de los países que han sufrido y sufren genocidios, “Camboya, Ruanda, la antigua Yugoslavia o, ahora mismo, Sudán” también son otro tipo de argumentación que utiliza el autor, haciendo que pensemos en la necesidad de continuar luchando contra tales actos. El ejemplo narrativo de lo que en Birkenau sucedió “eran asesinadas en cámaras de gas y hornos crematorios” (l.15) también puede considerarse un argumento, pues acerca al lector al horror que allí se produjo haciéndole responsable de que esto no vuelva a ocurrir si celebra la liberación del campo de exterminio. En realidad podríamos hablar de una generalización indiscutible de causa-consecuencia en la conclusión, ya que celebrar algo como la liberación del campo de exterminio judío que ocurrió hace 60 años mediante “un minuto de silencio…en los centros escolares” (l.23) conlleva informar de una parte de la historia a los jóvenes que de otra forma quizá no conocerían o simplemente escucharían por encima, la consecuencia del acto de toma de conciencia será entonces que tales horrores no se comentan en el futuro por parte de los futuros adultos. Dentro de la argumentación podríamos hablar además de dos tópicos grecolatinos: Homo homini lupus, puesto que la razón de que haya que combatir los genocidios viene dada porque el hombre siempre será un lobo para el hombre a la hora de convivir y comprender a las diferentes culturas, y esto es lo que hay que evitar según el editorial de El País. Además del tópico de Militia scholae, belum scholae , la guerra o la lucha en la tierra del hombre es constante, tenemos entonces que luchar, enfrentarnos de manera pacífica a las matanzas numerosas de seres humanos que se siguen sucediendo. B) Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la cultura y conocimientos del alumno (1 punto) Pasaré a realizar una valoración crítica y personal del texto. Se puede decir que el autor trata un tema atemporal, ya que el genocidio judío tuvo lugar en 1945 y se sabe que con anterioridad han tenido lugar actos similares, pero sin duda las masacres colectivas siguen siendo temas actuales, de hecho el autor parte de la conmemoración del holocausto judío a fecha de publicación del editorial (27de enero de 2005), y además éste se encarga de señalar mediante ejemplos los genocidios masivos que han sucedido y se siguen sucediendo en “Camboya, Ruanda, la antigua Yugoslavia, o ahora mismo, Sudán” (l. 9), otorgándole al tema esa actualidad. El interés social del tema es indudable, la historia debería servirnos para aprender de nuestros errores pasados y concienciarnos para no cometerlos en el futuro. A los jóvenes que desconocemos las atrocidades cometidas por los nazis nos debería interesar, afectar, y preocupar lo que allí ocurrió, con la pretensión de saber como dice el autor que “cualquier genocidio es incompatible con la dignidad humana” y consecuentemente mostrarnos a favor de la libertad de expresión, cultura o religión. La información mediante datos y estadísticas es uno de los argumentos que el autor utiliza para que nos informemos y reaccionemos ante lo sucedido en Auschwitz; “seis mil personas eras asesinadas.” La misma intención posee la mención de los métodos atroces empleados para el asesinato de los judíos como son “las cámaras de gas y hornos crematorios”, sin embargo, hubiera resultado interesante que la situación actual, más cercana a nosotros, quedara reflejada en el texto a través de datos de genocidios recientes, ya que nos harían más cercana, creíble y verdadera, la lamentable realidad que nos rodea. Es cierto que el “horror” allí sucedido lo llega a transmitir a través del léxico valorativo que se utiliza a lo lardo del texto, negativo en todo momento ante tales actos y que logra, mediante la variedad sinonímica, orientar nuestra opinión hacia la necesidad de estar en contra de cualquier masacre colectiva. La coherencia textual de la estructura interna que emplea marca esa necesidad de concienciación, el que aparezca la tesis con disposición de encuadre nos anticipa la intención del autor de luchar contra los genocidios, se nos justifica de forma coherente en un desarrollo dándonos argumentos válidos, y vuelve a aparecer en la conclusión reforzando la idea expuesta. Particularmente pienso igual que el autor, sumarse al acto conmemorativo del exterminio judío por parte de un país como el nuestro es un acto que nos informa y nos recuerda errores históricos pasados que no deberíamos cometer en el futuro, pero el autor se olvida de algo que quizá podría habernos servido para acercarnos más al problema de la supremacía de razas; si bien es cierto que España no se involucró en la Segunda Guerra Mundial, si que tenemos en nuestra historia actos similares relacionados con la diferencias de raza o religión como la expulsión en el siglo XV de 2 los judíos y musulmanes, por lo tanto el autor no debería habernos felicitado tanto, y sí hacernos también responsables de parte de esa historia, ya que fuimos nosotros los que con anterioridad marginamos al perseguido pueblo judío. El título nos anticipa la tesis del autor, la “Memoria” que es imprescindible para poder aprender y reaccionar en un futuro de forma correcta, aunque creo que la intención del autor no debería ser tan sólo que nosotros reaccionemos de forma negativa ante un “holocausto” en sí, si no que evitemos esas conductas humanas injustificables empezando por nuestro entorno, ya que en ocasiones la historia se cambia desde el presente y no hace falta pensar en situaciones extremas y lejanas para reaccionar. Deberíamos y deberían habernos recordado que el respeto a los demás, el derecho a la vida y a la libertad debe llevarse a cabo todos los días, deberíamos saber que son derechos innatos de las personas que tenemos a nuestro alrededor, en nuestro instituto, en nuestro barrio, en nuestra familia. Deberíamos de hacer “un minuto de silencio” todos los días. O ¿no están en contra de la “dignidad humana”: la desigualdad de sexo, la violencia de género, la xenofobia, el racismo o el acoso escolar? Ese “minuto/s diario/s” compartido/s con la gente que más lo necesita quizá nos sirva para ser “jóvenes del presente”. Cuestiones fuera de la parte obligatoria (2 puntos) Una vez vista la coherencia del texto pasaremos a trabajar la adecuación, la propiedad textual por la que el texto se adapta al contexto discursivo, quiere esto decir que el texto se amolda a los interlocutores, a sus intenciones comunicativas, al canal de producción y recepción. Memoria y holocausto es un texto que pertenece al ámbito de uso periodístico. Sabemos que se trata de un texto periodístico porque viene firmado a pie de página por un periódico nacional de publicación diaria como es El País, además la fecha de publicación aparece junto al nombre del periódico, aunque ahora su ámbito sea el académico por estar siendo utilizado para realizar un comentario. Podríamos afirmar por diferentes razones que el subgénero discursivo periodístico al que pertenece es el formativo opinativo, en concreto un editorial. En primer lugar no aparece el nombre de ningún autor firmando el escrito, en segundo lugar el título es sensacionalista por su simplicidad e impacto de los sustantivos que lo componen “Memoria y Holocausto” , y en tercer lugar el tema que trata es un tema de actualidad, los genocidios y la celebración del 60º aniversario del judío que se celebran a fecha de “hoy”, como indica el deíctico temporal de la línea uno y que además se siguen cometiendo. Por último, la estructura climática situada al final “cualquier genocidio, es incompatible con la dignidad humana” (l.24), nos hace corroborar que el equipo de personas o el mismo director del diario han plasmado su opinión personal sobre el tema comentado. La finalidad de este grupo de personas u opinión generalizada del periódico es fundamentalmente orientar la opinión del lector de El País hacia la necesidad de combatir y concienciar sobre la situación pasada, y sobre todo la actual de los genocidios humanos, y para conseguirla nos informa de la situación actual en la que éstos continúan produciéndose. El tono que se ha utilizado es reflexivo, ya que la seriedad y transcendencia del tema (las muertes de millones de personas) así lo requieren. TIPOLOGÍA TEXTUAL Relacionada con el género y la intención podemos decir que la tipología textual que obliga al uso de un lenguaje determinado en el discurso es fundamentalmente la expositivo-argumentativa, aunque como hemos señalado en el apartado de la coherencia el autor también utiliza la narrativa, a continuación pasaremos a justificarlas. La exposición cuya finalidad principal es expresar información se hace necesaria a la hora de informarnos sobre la conmemoración del 60 aniversario del Holocausto judío (primer párrafo), los genocidios que siguen sucediéndose (segundo párrafo), y cuando nos explica que España durante el exterminio judío se encontraba en una situación política que la distanció de ese hecho (cuarto párrafo). Por eso en estas partes el autor utiliza rasgos léxicos que justificarían la exposición como el uso de sustantivos abstractos: “liberación”(l.2), “razones”(l.18), tecnicismos relacionados con la disciplina de la Historia: “nazis” (l.3), “franquismo” (l.18) “Segunda guerra mundial” (l.18-19), préstamos que son topónimos que informan de forma clara y objetiva del lugar dónde tuvo lugar el exterminio judío: “Oswievim”(l.1)”Auschwitz” (.l2) o la formación de palabras nuevas o neologismos: “filonazis”. Todos los sustantivos señalados poseen un valor monosémico pero podríamos añadir otros objetivos como los gentilicios; “alemanes” (l.2) o “judíos”(l.l.3) o los topónimos; “Europa y Occidente” (l.3), así como el uso de siglas de dos organismos de importancia mundial “ONU” (l.12) y “UE” (L.21). En cuanto a los rasgos morfosintácticos destacan en la exposición el uso de adjetivos especificativos: “europeos” (l.1), “internacional”(l.8), “históricas y demográficas” (l.18). En cuanto a la sintaxis el autor utiliza oraciones adverbiales para indicar de forma clara el tiempo en que se celebrará el acto conmemorativo, de hecho el texto empieza con una temporal “Cuando los más importantes líderes europeos se reúnan…”.No predomina el uso del presente en la exposición porque la intención del autor se basa en transmitir el pasado para que los errores no se cometan en un futuro y los tiempos verbales utilizados sobre todo son éstos, pero si que encontramos en presente “se reúnan” (l.1) y “están” (l.8) dejando claro que continúan los genocidios en la actualidad. 3 La mayoría de las oraciones son enunciativas, y el sujeto gramatical suele ser la tercera persona: “los más importantes líderes europeos” (l.1), “España ha vivido” (l.18-19). En cuanto a los rasgos textuales encontramos marcadores discursivos de contraste como “Pero” (l.4), sumativos como la “y” copulativa que aparece en varias ocasiones, o el marcador de orden “ por primera vez” (l.13), ejemplificaciones “los ejemplos lacerantes de Camboya, Ruanda, la antigua Yugoslavia o…Sudán” (l.9) y las descripciones o definiciones objetivas que realiza respecto al acto de conmemoración, al lugar dónde tendrá lugar, quiénes lo celebrarán, a la situación histórico-política de España durante la Segunda guerra mundial. Señalaremos que el paréntesis de las líneas 2 y 3 nos aclara el término de Oswiecim y los guiones explicativos de las líneas 18 y 19 nos exponen las razones por las que España no participó en la segunda guerra mundial aclararando la información que el autor nos quiere transmitir. Podríamos decir además que el texto posee una estructura tripartita (introducción, desarrollo y conclusión) y como hemos señalado en la coherencia, este tipo de estructuras responden a la intención de transmitir de forma clara y ordenada la información en la tipología expositiva. Aquí es donde encontraríamos la función referencial del lenguaje que trata de informar de forma objetiva de los actos ocurridos, unida a ella la modalidad enunciativa. El autor argumenta a favor de no olvidar el pasado, teniendo en cuenta las masacres actuales que se siguen sucediendo con la única finalidad de que los jóvenes no cometan en el futuro estos actos horrendos. La tipología argumentativa que defiende dicha idea estaría justificada por el empleo de los argumentos que hemos desarrollado en el apartado de la coherencia: datos y estadísticas, argumentos de autoridad y ejemplos. Pero además lingüísticamente el autor emplea dentro de los rasgos léxicos una serie de elementos que dejan visible su opinión personal y su intención orientativa a que pensemos de la misma forma que él, ejemplo de ello sería el uso de sustantivos abstractos totalmente connotativos y negativos como “exterminio” (l.10),“asesinato” (l.15) o frente a ellos los positivos “paz” (l.4) o el sinónimo contextual;“dignidad humana” (l.24), también el uso de expresiones valorativas marcadas por los signos de puntuación como las comillas “”pueblos inferiores”” (l.3), el uso de verbos de voluntad como “evitar”(l4) y de verbos de acción subjetivos como “combatir” (l.5), o de sentimiento como “felicitarse” (l.20). En cuanto a los rasgos morfosintácticos destaca el uso de las oraciones de implicación lógica causales “porque a la postre…” (l.7) o conclusivas “Por eso”(l.20) con la finalidad de argumentar las causas de seguir luchado contra los genocidios y de que España se sume a la iniciativa de la ONU. También hay oraciones adversativas “pero…”(l.4 y 14) que autor utiliza para argumentarnos la necesidad de luchar actualmente contra los genocidios. En la línea número 4 nos encontramos con una impersonal gramaticalizada con “hay” y un “se” pasivo construcciones sintácticas que al generalizar e incluir dentro de la responsabilidad histórica a cualquier persona, argumentan en ambos casos la necesidad de no quedarnos parados y actuar ante las masacres actuales, ya que el mundo es de todos y a todos nos incumbe aprender del pasado: “hay que tratar de evitar que el mundo se considere en paz”. La estructura tripartita justificaría también la tipología argumentativa pues su finalidad es dejar clara su opinión y convencer al lector. Las funciones del lenguaje asociadas a dicha tipología serían principalmente la expresiva y apelativa, aunque también hay diferentes figuras retóricas que justificarían la poética. La modalidad oracional relacionada con la finalidad de orientar al lector a tomar unas medidas frente a los holocaustos es la exhortativa. Además de la argumentación y la exposición típica de este género encontramos de forma llamativa y brevemente la tipología narrativa que cuenta un suceso en el eje temporal, destaca en las líneas 15 a la 17, ya que el autor pretende contarnos la horrible situación que allí se vivió: “…seis mil personas eran asesinadas en cámaras de gas y hornos crematorios …” (l. 15). En este caso la narración persigue en parte la misma intención que la argumentación, hacer que el lector se acerque temporalmente al horror que allí tuvo lugar, y con esto hace más creíble su tesis. Rasgos morfosintácticos que la justificarían serían el uso del pretérito imperfecto de indicativo “eran” (l.15), y la abundancia de complementos circunstanciales de lugar y tiempo que pretenden reflejar lo que en los campos de concentración les ocurrió a los judíos “hoy de 1944”, “en cámaras de gas y hornos crematorios de Birkenau” (l. 15-16) en cuanto a los rasgos textuales destaca marcador discursivo narrativo como “Tal día” (l.15). La modalidad oracional es la enunciativa y la función del lenguaje sería la expresiva, pues la narración está plagada de un léxico valorativo que la tiñe con connotaciones negativas. FUNCIONES DEL LENGUAJE A través de las funciones del lenguaje se ve la intención del emisor a la hora de emitir su discurso, podemos destacar cinco funciones: referencial, expresiva, apelativa, fática y poética. La finalidad del texto de convencernos para combatir las muertes colectivas argumentando nos lleva a destacar las siguientes funciones del lenguaje relacionadas con el propósito comunicativo del autor: La necesidad de que actuemos en el futuro frente a cualquier asesinato masivo queda clara a través de la función del lenguaje apelativa marcada a través de las tres perífrasis modales de obligación situadas estratégicamente que muestran la tesis del texto: en la introducción: “Hay que tratar de evitar que el mundo se considere en paz…” (l.4) y en la conclusión:“…cabe felicitarse de que se sume a la iniciativa…” (l.20) “Debería trasladar…, cualquier genocidio, es incompatible con la dignidad humana.” (l.23). El modo subjuntivo con valor imperativo también aparece en el texto; en los mismos lugares claves: “…evitar que el mundo se considere en paz…” (l.4) y “…generaciones más jóvenes tengan la oportunidad de conocer y reflexionar…” (l.22)) 4 Relacionado con la intención persuasiva del texto y con la tipología argumentativa se encuentra el léxico modalizado o valorativo que más tarde trabajaremos en la cohesión: “acto de atrición” (l.4), “exterminio masivo” (l.10), “páginas más tenebrosas” (l.22), por lo que la función expresiva queda patente en el texto. Además del léxico valorativo el autor muestra su presencia en texto a través de los plurales inclusivos con pronombres personales de primera persona: “nos recuerda” (l.9) “entre nosotros” (l.12), o el posesivo “nuestros diplomáticos” (l.20), no debemos olvidar que el editorial es un género de opinión hacia un tema en concreto y el autor expresa la suya dejándola clara. La tipología argumentativa y la intención apelativa y expresiva a la hora de transmitir su opinión se refleja en la modalidad oracional exhortativa afirmativa que viene introducida por perífrasis modales de obligación situadas en los puntos claves antes enunciados: “Hay que tratar” (l.4) “…cabe felicitarse” (l.20) “Debería trasladar.” (l.23), o el uso del presente de subjuntivo con valor de mandato. NO debemos olvidar que cuando se pretende convencer de algo también se expone o informa de forma clara, ordenada y objetiva para aducir razones que apoyen la tesis, relacionada con la exposición en el texto se encuentra la función referencial del lenguaje, los datos y estadísticas, la celebración del aniversario, la situación actual y medidas por parte de la ONU nos informan de forma objetiva de las acciones que actualmente se están tomando, por eso se emplea el modo verbal indicativo “es, nos recuerda, ha vivido,…” y se sigue un orden lógico de la frase. La modalidad oracional que aparece justificando esta función del lenguaje es la enunciativa afirmativa: “La bestia continua agazapada entre nosotros” o negativa “la no beligerancia en la Segunda Guerra Mundial”. Podríamos señalar que la argumentación y narración del autor dejan entrever la función del lenguaje poética que embellece el texto a través de diferentes figuras retóricas y como lectores nos ayuda a creer en su tesis, los recursos que la justificarían serían la personificación “Un horror…que aún alienta en países desarrollados” (l. 16) o “un inmenso horror penetrado en el corazón de Europa” (l.14-15), en ésta incluso se personifica el continente dotándolo de un órgano vivo que es el centro del cuerpo humano, y que a la vez representa de forma metonímica al país de Alemania situado en el centro de Europa. Mediante estas figuras que implican dinamismo el autor pretende hacer más vivaces y fuertes las muertes que todavía siguen produciéndose. La ironía aparece en diferentes ocasiones, se utiliza en la frase: “en contra de la aurora prometida tras la Segunda Guerra Mundial “(l.7) haciendo referencia irónica al acuerdo que firmaron los países aliados y en el que se esperaba que este suceso no volviese a ocurrir , sin embargo, si que se han vuelto repetir. El autor utiliza otra metáfora para indicarnos que “la bestia continua agazapada entre nosotros” (l. 12) comparando los genocidios con algo tan irracional e incontrolable como un animal salvaje, así como la metáfora “solo uno del rosario de actos” (l.14), que hace referencia a los numerosos actos que se celebrarán para conmemorar el holocausto, y que nos trasmite al utilizar la palabra “rosario “una connotación religiosa que estaría relacionada con el exterminio judío. La antítesis cierra de forma poética y con una clara intención climática el texto: “El minuto de silencio…debería trasladar a los adultos del futuro el estruendo” (l.23-24). MODALIZACIÓN Pasaremos ahora a trabajar la modalización o el grado de subjetividad o presencia del autor. El lector potencial del texto sería cualquier persona que comprase el periódico “El País” el día 27 de enero de 2005. En cuanto al lector implícito, aquella persona en la que pensó el autor al escribir el texto, es una persona joven: “las generaciones más jóvenes”, aquellas que a través de la celebración del acto y del “minuto de silencio en los centros escolares” puedan tomar conciencia de los genocidios cometidos a través de sus profesores e intentar que no se cometan en el futuro. El lector concreto (target) está patente en el texto a través del posesivo que es un plural colectivo “nuestros diplomáticos” (l.20) o la impersonal sintáctica gramaticaliza que nos incluye como “españoles” en “cabe felicitarse” (l.20) hace que todos los adultos que vivamos en España nos veamos en el texto reflejados a través de la necesidad de participar o hacer partícipes a nuestros jóvenes en “el minuto de silencio” y consecuentemente en el rechazo a las masacres humanas. En cuanto al emisor diremos que al tratarse de un editorial, género dentro de los de opinión con más rigor y distanciamiento con la finalidad de dotar a la tesis de validez universal, encontramos impersonales sintácticas gramaticalizadas: “hay que tratar de evitar” (l.4), “…cabe felicitarse…” (l.20). O la impersonales semánticas de pasiva refleja: “Un mundo se dice…se considera a sí mismo” (l.10-11). Con ellas el emisor pretende hacernos ver que el futuro depende de todos, de la misma manera que la responsabilidad histórica pasada incluye a toda la humanidad. Sin embargo, el género de opinión que comentamos sí que muestra la presencia del emisor a través de las diferentes modalizaciones. En la modalización epistémica o conocimiento del autor sobre el tema tratado se nos muestra el conocimiento del autor sobre el acto de celebración judío y la necesidad de que España se sume a ello a través del conector “Por eso” (l.20). Su conocimiento temático puede deducirse a través de la utilización de ejemplos de ciudades en las que se siguen cometiendo genocidios y datos concretos “1944” o “seis mil personas”(l.15). Respecto a la modalización deóntica, el autor se dirige a nosotros obligándonos a tomar medidas con las dos perífrasis modales mencionadas para no cometer estos actos atroces en el futuro: “Hay que tratar de evitar” (l.4) y “ el minuto de silencio debería trasladar a los adultos del futuro”, en las que estamos incluidos los lectores concretos y los implícitos. 5 En la modalización valorativa, los juicios de valor y opinión del emisor, encontramos toda una serie de elementos lingüísticos en los que detrás se encuentra la opinión del autor: En cuanto a la deixis personal o presencia del autor en el texto, este no la marca de forma individual, sino que nos incluye como lectores que debemos implicarnos en el problema social que constituyen los genocidios mediante el plural inclusivo de los pronombres personales de primera persona del plural “nos recuerda” (l.9) “entre nosotros” (l.12), o el posesivo “nuestros diplomáticos” (l.20). El texto por lo tanto no posee marcas de primera persona quizá por el género discursivo al que pertenece; el editorial (opinión generalizada) pero también se deduce que mediante la impersonalización y la deixis inclusiva, así como el rechazo de una deixis social, el autor pretende incluirnos en el problema social que implican los genocidios, haciéndonos y haciéndose partícipe de estos actos y no dejando que ese compromiso recaiga sólo en nosotros o en él mismo, ya que todo se debe a una cuestión cultural y universal que queda marcada a través de la impersonalización. Sí que existen verbos modales que expresan estado subjetivo de sentimiento como “celebrarán” (l.3) o “conmemorar” (l.12) que reflejan la intención de actuar ante las grandes matanzas humanas a través de un acto. Pero en su mayoría los verbos del texto implican acción, la misma que se necesita para combatir los genocidios actuales y evitar los errores pasados; “reúnan” (l.1), “combatir” (l.5), “van a evocar” (l.14) la perífrasis aspectual incoativa, “se sume” (l.20), “conocer y reflexionar” (l.22)). Las tres perífrasis modales de obligación nos marcan la necesidad según el punto de vista del autor de reaccionar ante el tema tratado. La actitud del autor ante el contenido del enunciado queda reflejada a través de los elementos léxicos valorativos: el texto nos intenta informar y convencer utilizado topónimos que otorgan realidad y veracidad a los hechos, como son “Oswiecim” (l.1), “Auschwitz” (l.2, 13, 16), “Europa” (l.3), “Camboya, Ruanda, la antigua Yugoslavia.. y Sudán” (l.8-9), “España” (l.18). Del mismo modo su actitud ante los genocidios queda plasmada por el empleo de sustantivos con connotaciones semánticas negativas (“campo de exterminio” (l.2), “nazis” (l.3), “extenuación” (l.5), “parálisis o lentitud” (l.8), “horror” (l. 9,16), “estigma de barbarie” (l.11), “holocausto” (l. 11), “víctimas” (l.13)). En la conclusión apelativa se abre una esperanza ante la posibilidad de que los jóvenes conozcan y reaccionen ante tales actos brutales, y aparecen dos sustantivos abstractos positivos que abren ese camino de esperanza: “oportunidad” (l.22) y “dignidad” (l.24). La valoración del tema se encuentra cohesionada a través de los adjetivos, la mayoría son pospuestos y tratan de especificar a determinados sustantivos de forma objetiva pero valorativa: “Segunda guerra mundial” (l.7), “solución final” (l.13), “exterminio internacional” (l.10), “cámaras de gas y hornos crematorios” (l.15), “países desarrollados” (l.16), “movimientos filonazis” (l.17), “dignidad humana” (l.24) e incluso en ocasiones aparecen intensificados por adverbios “generaciones más jóvenes” (l.22), “páginas más tenebrosas” (l.22). Los adjetivos antepuestos aparecen en menor medida, quizá por ese carácter real y de importancia que conlleva el tema tratado. Cuando aparecen es de forma irónica:“más importantes líderes europeos” (l.1), y en tras intensifican a su acompañante: “insanias colectivas” (l.6) “inmenso horror” (l.14). Los signos de puntuación modalizan el texto: la incomprensión de la actuación nazi queda reflejada en las comillas de ““pueblos inferiores”” (l.3) donde el autor marca esa imposibilidad de que existan pueblos o razas superiores a otras. De la misma forma irónica e incomprensible, pone en cursiva la “solución final” (l.13) a la segunda guerra Mundial que fue la muerte de miles de personas. La conclusión final y la alabanza por parte del autor al acto de celebración se plantean desde la suma de España a tal acto. Una decisión llamativa e importante, ya que nuestro país por diferentes causas no se implicó en aquel genocidio nazi. Las causas de la no implicación española son resaltadas por el autor entre guiones “- el franquismo, la no beligerancia en la Segunda Guerra Mundial y la poca población judía en nuestro país-“(l.18-19). Los paréntesis de las líneas uno y dos nos acercan al conocimiento enciclopédico-histórico que debemos poseer como lectores modelo, ya que explican el topónimo “Oswiecim” más conocido por todos como Auschwitz. En cuanto a la cuantificación como elemento valorativo el autor acrecienta el horror de las consecuencias del genocidio utilizando el adverbio “más” antepuesto a “seis mil personas asesinadas”, o “tenebrosa” historia, lo mismo hace con el adjetivo “inmenso” (l.14). Sin embargo también cuantifica lo positivo, la celebración de holocausto judío es “sólo uno del rosario de actos” (l.14) y España “se suma a la iniciativa educativa de la UE” (l.20-21). El autor utiliza figuras retóricas como la personificación “Un horror…que aún alienta en países desarrollados” (l. 16) o “un inmenso horror penetrado en el corazón de Europa” (l.14-15). En la última incluso se personifica el continente dotándolo de un órgano vivo que es el centro del cuerpo humano, y que a la vez representa de forma metonímica al país de Alemania situado en el centro de Europa. Mediante estas figuras que implican dinamismo el autor pretende hacer más vivaces y fuertes las muertes que todavía siguen produciéndose. La metáfora aparece en diferentes ocasiones, se utiliza en la frase: “en contra de la aurora prometida tras la Segunda Guerra Mundial “(l.7) haciendo referencia al acuerdo que firmaron los países aliados y en el que se esperaba que este suceso no volviese a ocurrir y que, sin embargo, “están cercanos ejemplos lacerantes” (l.9) de estos actos que se han vuelto repetir. El autor utiliza otra metáfora para indicarnos que “la bestia continua agazapada entre nosotros” (l. 12) comparando los genocidios con algo tan irracional e incontrolable como un animal salvaje, y por último la metáfora “solo uno del rosario de actos” (l.14), que hace referencia a los numerosos actos que celebrarán para conmemorar el holocausto, y que nos 6 trasmite al utilizar la palabra “rosario “una connotación religiosa que estaría relacionada con el exterminio judío. La antítesis cierra de forma poética y con una clara intención climática el texto: “El minuto de silencio…debería trasladar a los adultos del futuro el estruendo” (l.23-24). Los registros son los distintos modos de emplear la lengua según la situación comunicativa en la que nos encontramos: básicamente, de qué hablamos (tema), con quién hablamos (modo), cuál es nuestra intención (finalidad) y qué canal empleamos para ello (básicamente oral o escrito). Estos cuatro factores motivan la elección de un registro determinado, que deberá adecuarse a la situación comunicativa concreta. Nos encontramos, por tanto, ante un aspecto ligado a la adecuación de un texto a su contexto. [Este sería el párrafo introductor de la noción de registro, como objeto de estudio vinculado a la adecuación textual. OTRA OPCIÓN PARA REDACTARLO: Los registros son los distintos modos de usar la lengua según la situación comunicativa en que nos encontramos, en concreto, según el tema de que hablamos, el receptor al que se dirige la comunicación, nuestra finalidad y el canal empleado para tal efecto. Todos ellos son aspectos ligados a la adecuación de un texto a su contexto comunicativo.] REGISTRO El registro utilizado en el artículo es el estándar culto, ligado al código elaborado, y apropiado para la situación formal a la que pertenece la prensa. Se trata de un canal escrito en el que se aprecia una función traductora que difiere de la oralidad. Así mismo, se trata de un texto preparado con antelación y unilateral, ya que no recibe respuesta de sus receptores y ha sido elaborado en ausencia de estos, de hecho las perífrasis de obligación son impersonales, en la deixis el autor utiliza el plural inclusivo y las referencias a un “tú” o “ustedes” no existen a lo largo del desarrollo. Podemos hablar de una situación comunicativa formal con un código elaborado, la formalidad y ámbito periodístico al que pertenece exigen el uso de una caligrafía, ortografía y propiedad semántica adecuadas. Se utiliza la norma académica (RAE) para expresar su opinión persona, es decir, el nivel de uso según su variedad diastrática es el estándar- culto. El autor ha empleado una serie de rasgos lingüísticos que confirman que el registro empleado es el estándar culto: a) En primer lugar, resalta el estilo cohesionado del texto, como revela el predominio de la hipotaxis con oraciones complejas (lín. 1-2), y en menor medida compuestas “pero” (l.3, l.14). Adviértase que los nexos coordinantes aparecen en muchas ocasiones para unir oraciones subordinadas “tengan la oportunidad de conocer y reflexionar” (l.22). Estas, además, aparecen ligadas entre sí por procedimientos de cohesión como los nexos y conectores argumentativos: “cuando” (l.1), “porque”(l.7)”Por eso” (l.20). b) Desde el punto de vista categorial, el texto presenta un dinamismo expresivo positivo, marcado por el predominio de los sustantivos denotativos: “líderes”(l.1), “Auschiwitz”(l.2), “Europa y Occidente”(l.3), “mundo”(l.4),“Camboya, Ruanda…”(l.9)”ONU”(l.12), “UE”(l.21), y los verbos que describen la decisión de celebrar el 60º aniversario así como la pervivencia de los genocidios en el mundo actual: “reúnan”(l.1), “conmemorar”(l.2), “han seguido sucediendo”(l.8), “felicitarse”(l.20), “sume”(l.20). La presencia de adjetivos es dispersa existen formas descriptivas: “Líderes europeos” (l.1) , “Segunda Guerra mundial” (l.7-l.18-19), pero prevalecen las valorativas: “solución final” (l.13) “inmenso horror” (l.14), incluso a veces intensificados adverbios de cantidad como “páginas más tenebrosas” (l.22). Todos estos elementos lingüísticos confirman el dinamismo expresivo del texto. c) El empleo de ciertas figuras retóricas ratifica el uso de un nivel de lengua culto. Resaltamos, entre otras, las siguientes: - Como figuras de repetición, mencionamos las bimembraciones: “Europa y Occidente” (l.3), “Aquellas y otras” (l.6), “cámaras de gas y hornos crematorios” (l.15), así como correlaciones como la enumeración de los topónimos de la línea 9: “Camboya, Ruanda, la Antigua Yugoslavia…Sudán” y paralelismos: “se dice civilizado y se considera” (l.10-11). - Como figuras de pensamiento aparece la antítesis final que supone la incitación a la reflexión al lector por parte del autor: “minuto de silencio …estruendo” porque “cualquier genocidio es incompatible con la dignidad humana” (l.2324). d) Si bien predomina el vocabulario de la lengua estándar, señalamos el empleo de cultismos como “atrición” (l.4), “epígonos” (l.10), “beligerancia” (l.18), incluso encontramos relacionada con esta intención por parte del autor una locución adverbial en desuso como es “a la postre” (l.7), y el uso de siglas en dos ocasiones para referirse a los organismos internacionales que han promovido la celebración del 60º aniversario: “ONU” (Organización de Naciones Unidas) (l.12) y “UE” (Unión Europea) (l.21). El lector debe tener conocimientos de un léxico especializado en la disciplina de la historia: “holocausto”, “genocidio”, “franquismo”, “nazi”, “Segunda Guerra Mundial”. Podemos hablar de eufemismos en algunas ocasiones pero no son utilizados con la intención de atenuar la realidad por parte del autor si no que se deben más a razones de sinonimia (cohesión gramatical) o ironía: “”pueblos inferiores””(l.3), “hecho crucial” (l.19). e) En cuanto a las marcas diacríticas del nivel culto señalaremos metatextuales como el paréntesis aclarativo de la línea 1-2 sobre el topónimo de Oswiecim, así como los guiones de las líneas 18 y 19 que aclararían la no participación de España en la Segunda Guerra Mundial: “- el franquismo,….en nuestro país-”. El autor hace uso de la cursiva para 7 marcar la ironía y mostrar su opinión contrapuesta a lo que hicieron los nazis con los judíos una “solución final” (l.13). Existen marcas intertextuales como son las comillas en “”pueblos inferiores””(l.3), en el momento en que el autor las utiliza con la finalidad de reproducir el pensamiento nazi que sustentaba la eliminación del pueblo judío. Podríamos destacar entonces en el registro que en el texto el nivel culto y estándar se combinan con la finalidad de intentar convencer al lector de un tema de una seriedad importante, nuestro futuro depende de que aprendamos de nuestro pasado. En definitiva, los anteriores rasgos refuerzan la visión de este texto como un documento que emplea el registro estándar culto y el código elaborado de la lengua española, ello en consonancia con el tipo de texto expositivo-argumentativo propio del género de opinión, y, sobre todo, de acuerdo con la situación comunicativa propia de los medios de comunicación de masas periodísticos. La variedad diacrónica empleada sería la del español actual del siglo XIX, en cuanto al eje diatópico no encontramos ninguna peculiaridad fónica, morfosintáctica o léxica que nos permita no identificarlo dentro de la variedad septentrional. En cuanto a la variedad diafásica no encontramos ninguna peculiaridad lingüística. Pasaremos ahora a comentar los mecanismos que dan cohesión al texto, y que permiten percibir las relaciones que se establecen entre las diferentes ideas expuestas, para lograr una mayor trabazón del texto se utilizan marcas gramaticales y elementos léxico-semánticos que establecen una serie de relaciones entre las partes del discurso y que inciden en la coherencia del texto. COHESIÓN LÉXICA En la cohesión léxica del texto, las palabras que semánticamente delimitan o sintetizan los contenidos, encontramos las palabras núcleos son “holocausto” y “memoria” en torno a ellas el autor crea un campo conceptual en contra de las matanzas partiendo de la celebración del holocausto judío, para ello repite a lo largo del texto palabras como “holocausto” que aparece en el título y en las líneas 11 y 21, “genocidio” en la línea 7 y dos veces en la 24, “horror” (l. 9, 15 y 16), “exterminio” (l. 3, 10) y masivo (l. 7 y 10) . El autor también recurre léxicamente a la creación de familias léxicas por derivación: “europeos” (l.1), “Europa” (l.15), UE (L.21), nazis (l.3), “filonazis” (l.17), “judío” (l.3), “judía” (l.19), “humanidad” (l.23), “humana” (l.24). COHESIÓN SEMÁNTICA La cohesión semántica puede destacarse a través de diferentes procedimientos, aunque llama especialmente la atención la sinonimia contextual y conceptual variada y numerosa que el autor utiliza para hacer referencia al holocausto judío: “acto de atrición”(l.4), “asesinato” (l.5), “insanias colectivas” (l.6), “genocidio masivo” (l. 7), “este horror” (l.9), “estigma de barbarie” (l.11), “holocausto” (l.11), “solución final” (l. 13), “inmenso horror” (l. 15), “hecho crucial” (l. 19), “páginas tenebrosas de la humanidad” (l. 22-23), “genocidio nazi” (l. 24).También se sirve de la sinonimia complementaria para cohesionarlo: “ generaciones más jóvenes” (l. 22) y “adultos de futuro” (l. 23). El recurso retórico de la metáfora se emplea en el caso de “la bestia” (l. 12) para hacer referencia al holocausto, en el de “rosarios de actos” (l.14) con la finalidad de señalar la “conmemoración” y por último, utiliza una metonimia: “corazón de Europa” (l. 14-15) que sustituye a la ciudad de “Ausschwitz”. COHESIÓN GRAMATICAL El texto se cohesiona gramaticalmente a través de adverbios como “allí” (l.2) que con valor anafórico hace referencia al lugar de “Auschwitz” (l.2) mencionado anteriormente, y que sería en este caso un deíctico espacial exofórico (fuera del texto). Endofóricos serían los demostrativos como “aquella” (l.6) que hace referencia anafórica al “asesinato de más de seis millones de seres humanos” (l.5), y que en la parte del desarrollo en la línea 10 vuelve a ser cohesionado por otro demostrativo como “aquel exterminio masivo”. La catáfora también cohesiona el texto; la pro-forma “razones” (l.18) referida a la no participación de España en la Segunda Guerra Mundial, anticipa a las causas que posteriormente serán explicadas por el autor entre guiones como hemos señalado anteriormente. En el texto encontramos otro tipo de cohesión gramatical mediante el artículo “el” (l.14) como reconocedor del discurso, ya que de forma anafórica reconoce al indeterminado aparecido en la línea anterior “un homenaje”.Los términos generalizados o pro-formas por sustitución dan cohesión gramatical anafórica y catafórica: “el hecho” (l. 5) hace referencia al holocausto judío que ha aparecido mediante la sinonimia conceptual durante las líneas anteriores, y que aparecerá de la misma forma en el resto del editorial. El topónimo “España” (l. 17) se cohesiona anafóricamente con el sustantivo común “nuestro país” (l. 18). La elipsis nominal destaca frente a la verbal: “celebren” (líderes europeos), “se dice” (un mundo), (España) “se sume”. Sí que hay elipsis verbal con el verbo copulativo “es” en la línea 14, pero no destaca quizá porque como hemos mencionado el autor utiliza verbos activos necesarios para tomar medidas preventivas en el futuro. 8 El contexto que rodea al tema se muestra a través de los deícticos temporales y espaciales; los adverbios nos muestran que el tema del holocausto judío sigue perviviendo en la actualidad porque “hoy...conmemorar el 60º aniversario de la liberación del campo de exterminio…” (l.1-2), “evocar hoy” (l.14). El autor nos deja patente a través de los adverbios que “Un horror…aún alienta en países desarrollados” (l.16) por ejemplo “…ahora mismo, Sudán” (l.9). La flexión verbal muestra unas acciones que están ocurriendo actualmente a través de la mayoría de los tiempos en presente de indicativo actual: “se considera” (l.11) “continua” (l.12) “se sume” (l.20); el presente atemporal marca la necesidad de reaccionar ante estas situaciones en la actualidad y en el futuro: “cualquier genocidio, es incompatible con la dignidad humana” (l.24). Cuando se habla de los hechos pasados no se emplea un tiempo lejano sino el que implica mayor cercanía a la actualidad, el pretérito perfecto compuesto: “ los genocidios masivos se han seguido sucediendo” (l.7-8), “España…ha vivido relativamente al margen” (l. 18-19).Se trata de un verbo absoluto respecto al presente actual y que no depende de otros verbos mostrando , por lo tanto los actos pasados en el tiempo de nuestra situación actual, manteniéndolos cercanos y con ello implicándonos más en la reacción frente a ellos. En alguna ocasión aparece también el pretérito perfecto simple que también es un tiempo absoluto pero que posee un carácter más lejano respecto al presente: “las causas que hicieron posible aquella y otras insanias colectivas” (l. 5-6), en esta ocasión se hace referencia a unas causas que son concretas y acabadas, las del genocidio nazi. Es cierto que emplea un imperfecto de indicativo como tiempo de la narración: “Tal día como hoy de 1944, seis mil personas eran asesinadas…” (l.15), que nos aleja en el tiempo pero que con su aspecto imperfectivo marca esa acción inacabada, y por lo tanto impactante para el receptor. Los tiempos verbales se encuentran en indicativo, se trata de tiempos absolutos que dan esa actualidad y veracidad al relato; sin embargo, donde se sitúan las dos tesis encontramos el modo subjuntivo “…evitar que el mundo se considere en paz…” (l.4) y “…generaciones más jóvenes tengan la oportunidad de conocer y reflexionar…” (l.22), aquí el subjuntivo no posee un valor de hipótesis sino que su valor es imperativo, y es necesario gramaticalmente, ya que hace referencia a terceras personas. Su valor relativo establece esa necesidad de que algo ocurra y no la seguridad y certeza de que la acción se realizará. (Poned esto en el apartado de la coherencia gramatical “relaciones del eje temporal del texto” en el caso de que la pregunta sea coherencia) CONECTORES A continuación pasaremos a establecer las marcas textuales que permiten establecer relaciones semánticas entre los enunciados del texto por un lado y entre sus unidades superiores por otro. El texto de Memoria y holocausto utiliza nexos para unir interiormente sus proposiciones y constituyentes oracionales en su mayoría argumentativos y que pretenden explicar y justificar su contenido: el hecho de que se celebre el 60º aniversario judío para que no se cometa aquel acto por “los adultos del futuro”. Encontramos nexos oracionales temporales como el adverbio “Cuando” (l.1) que el autor utiliza para situar la esfera conceptual del tiempo en que se celebrará el aniversario, y que es la noticia intertextual de la que parte el editorial. Aparecen dos nexos finales con la preposición “para” (l. 2 y 3) que establecen la celebración del acto y la finalidad del campo de exterminio nazi respectivamente ,y que son necesarios para la posterior argumentación del autor a favor de la celebración y en contra el genocidio judío. La conjunción adversativa “pero” (l.14) sirve de nexo de contraste pues habrá más actos que un homenaje a la víctimas, cobrando así importancia la iniciativa de la ONU respecto al aniversario de Auschhwitz. Del mismo modo la locución prepositiva “en lugar de” (l.5) enfrenta la idea de que el mundo no debe considerarse “en paz” (l.4) por celebrar el acto sino que existe una necesidad de combatir “las causas que hicieron posible aquella y otras insanias colectivas” (l.6). Los nexos copulativos sumativos como “y” (l.22) otorgan una especial relevancia a la hora de que los jóvenes mediante el acto no sólo puedan conocer su pasado, sino también “reflexionar” para no cometer errores de esta envergadura en el futuro. En cuanto a los conectores que traban las partes del texto y lo cohesionan estructurando las ideas, señalaremos en primer lugar la importancia de la tesis que se sitúa en la introducción mediante un conector de oposición “Pero” (l.4), conector que establece las relaciones semánticas en el discurso señalando la necesidad de no olvidar los exterminios actuales. El desarrollo es la explicación de esa tesis enunciada y el conector de causalidad “Porque” (l.7) se encarga de introducir y explicarnos la situación actual que viven muchos países, y a la que debemos hacer frente. El orden del discurso se marca mediante “Por eso” (l.20), conector que introduce la conclusión del autor y justifica de forma argumentativa todo lo expuesto en la introducción y desarrollo. 9