En una tempestad José María Heredia (Cuba) Guía De Respuestas Contesta las Preguntas en el libro para comprender mejor el significado de la selección. Preguntas 1. Describe en tus propias palabras lo que al poeta le inquieta de la tempestad. ¿Qué otra emoción siente al contemplarla? ¿Cuál es el tono del poema? Defiende tus observaciones con ejemplos extraídos del texto. Los estudiantes pueden valerse de imágenes como la "faz terrible, siniestra, misteriosa" del huracán, "velo de muerte", un sol que tiembla y oculta su propia "faz gloriosa"-dando "luz fúnebre y sombría"-, como fundamento para describir la inquietud del poeta cuando siente venir la tempestad. Las imágenes del principio del poema evocan la terrible fuerza del esperado huracán, cuya llegada tiene a toda la tierra en expectacion, y presa de ansiedad y de temor. Sobran ejemplos que pueden ayudarles a describir el pavor que turba al poeta y al resto del mundo animado, e inanimado también. Nótese que, fuera de "luz fúnebre" y "velo de muerte", faltan del todo imágenes de la muerte con respecto a la tempestad. Ella es grande (enarca los brazos y "¡ . . . abarca/cuanto alcanzo a mirar de monte a monte!"), aterradora ("brota el rayo veloz, se precipita, /hiere y aterra al suelo,"; "horror profundo"), poderosa ("¡Su soplo/levanta en torbellinos/el polvo de los campos agitado! . . ."), sublime ("¡Sublime tempestad!") y majestuosa (los bosques de los montes responden a su voz bramando); pero no es mortífera. Trae temor y esplendor; no trae la muerte. Se tendrá que tener en cuenta, a la vez, que es doble el estado de ánimo que la llegada del huracán despierta en el poeta. La tempestad desenvuelve su "manto aterrador y majestuoso", y al hacerlo, enardece el ánimo del poeta ante su sublimidad. El tono del poema es de reverencia transformada en éxtasis: gozo sublime que lleva al poeta a un encuentro inefable con Dios en medio de la tempestad, por inspiración de ella. Se palpa la gratitud del poeta por la emoción que ella libra en su alma, elevándolo a plena conciencia de la majestad de Dios, y del lugar del ser humano en la tierra. ("¡Cómo en tu seno,/de tu solemne inspiración henchido, . . . alzo la frente, de delicia lleno!"; "siento a la tierra/escucharle y temblar") Solos los dos-poeta y tempestad-y separados del mundo por la intemperie (la lluvia "cae a torrentes, obscurece al mundo"; "la tormenta umbría . . . revuelve un océano que todo lo sepulta . . ."), el poeta, absorto, exclama, "¡Sublime tempestad!" Es una exclamación de contenido mucho más personal que su solemne saludo de antes, cuando, al ver llegar la tempestad, el poeta, emocionado, la alaba: "¡Gigante de los aires, te saludo! . . .") Ella le ha inspirado, ahora, a olvidar a ese "mundo vil y miserable", que antes buscaba ("os busco en vano./Desaparecisteis . . ."). Entonces, el poeta alza la frente y se eleva "al trono del Señor." Por sus mejillas corre un "ferviente lloro" y, estremecido, el poeta adora la majestad de Dios. Para más sobre esta inefable experiencia de Dios en el alma del poeta, véase la respuesta a la Pregunta N° 3. 2. La tempestad es un móvil del que se vale el poeta para evocar una realidad humana. Comenta la actitud del poeta ante la tempestad, y por consiguiente su actitud ante la realidad humana. Los estudiantes responderán de distintas maneras, y tal vez de manera bastante personal. En sus comentarios, todos deben reconocer que la realidad humana a que alude el poeta es la conciencia de su pequeñez ante la grandeza de las fuerzas naturales, sentimiento que lleva a Heredia a alzar los ojos, y a sentirse elevado al trono de Dios. Temblando, adora la alta majestad de Dios. 3. Analiza cómo el poeta desarrolla una relación íntima entre él y la tempestad. Comenta por lo menos tres de las imágenes de Heredia mediante las que evoca una analogía entre su estado de ánimo y la tempestad. A base del texto de Heredia es lícito trazar una analogía entre la relación poeta-tempestad y el éxtasis que causa la amada en el amante. No sólo encontramos la intensidad de la emoción, sino que los pasos del poema siguen un curso análogo al de un enamoramiento apasionado que embarga el alma entera de admiración y alegría. Los pasos que presenta el poema en la experiencia del poeta con la tempestad son: inquietud, ansiedad y expectación . . . un saludo inicial solemne . . . admiración y alabanza . . . una disminución de relación con el resto del mundo ("¿dó estáis . . . cielo, nubes, colinas, caro bosque?") . . . confusión, ofuscamiento ("Todo es confusión.") . . . un sentimiento pleno de la sublimidad de lo amado, acompañado ahora de un olvido total del mundo . . . delicia ("¡ . . . de delicia lleno!) . . . comprensión cabal de lo amado, ("¿Dó está el alma cobarde/que teme tu rugir? . . ."), y, por fin, se siente elevado a una unión mística con Dios. 4. ¿Cuál es la estructura métrica de este poema? ¿Hay regularidades en cuanto al número de versos por estrofa, al cómputo silábico y a la rima? Identifica este tipo de poema, y analiza el efecto que surte esta estructura en la expresión poética. Lo primero que notarán los estudiantes es que las estrofas son de distinta extensión; hay un total de siete estrofas en el poema, y la primera tiene sólo cuatro versos; la segunda, once; la tercera, diez; la cuarta, nueve; la quinta, ocho; la sexta, diez; y la séptima, once. Ante una situación como ésta, se puede afirmar simplemente que el poema no tiene forma estrófica regular. La mayoría de los versos son endecasílabos, pero hay algunos heptasílabos (versos de siete sílabas) intercalados aquí y allá. Si nos fijamos en la primera estrofa, por ejemplo, vemos que el primer verso y el último son endecasílabos, mientras que los dos intermedios son heptasílabos; pero los otros heptasílabos se encuentran dispersos, de modo irregular, a través del poema. Podemos decir, por eso, que se trata de la forma poética llamada silva, poema formado por versos endecasílabos y heptasílabos distribuidos al capricho del poeta. Una silva puede tener rima consonante o asonante, o bien puede dejar algunos versos sueltos, es decir, sin rima. (Conviene que los estudiantes se acostumbren a determinar, primero, el cómputo silábico de los versos; y si distinguen que son heptasílabos y endecasílabos, es decir, una silva, no deben perder tiempo buscando un orden en su distribución, ya que, en una silva, se distribuyen los versos al arbitrio del poeta.) "En una tempestad" tiene rima consonante, cuando la hay, por ejemplo, "siento-aliento"; "abrasado-entusiasmado"; "heridos-bramidos"; "levantando-aspirando". No hay asonancia, y muchos versos se dejan libres, es decir, sin consonancia ni asonancia. El esquema de la rima es bastante irregular, lo cual es completamente permitido dentro de la estructura de una silva. Indagando por qué el poeta se sirve de esta forma para su expresión lírica, los estudiantes tendrán ideas varias; como siempre, es importante que encuentren su justificación en ejemplos extraídos del texto. En términos generales, podrán distinguir el hecho de que hay, dentro de la gran fuerza caótica de la tempestad, orden en la función que cumple en el ánimo del poeta. La tormenta le descubre su sublimidad, y lo eleva a una unión mística con Dios. Al notar parejos el caos y el orden, en lo temático, el estudiante verá, en lo formal, una condición análoga en la silva: es una forma lírica que, más que otras, ofrece libertad al poeta; dicho de otro modo, detrás de la aparente libertad de la silva, obra la forma. No se debe dejar el tema de la estructura lírica de "En una tempestad" sin tomar nota de su repetido uso del hipérbaton, o sea, de la inversión del orden normal de las frases. El hipérbaton es un fenómeno que, en algunos casos, dificultará la comprensión de los estudiantes. Recuérdese que Heredia se formó como clasicista, pero la mayoría de sus versos reflejan tendencias románticas. En el poema "En una tempestad" se realza la sensibilidad del poeta, lo cual es característico de los poetas románticos. Canción del pirata José de Espronceda (España) Guía De Respuestas Contesta las Preguntas en el libro para comprender mejor el significado de la selección. Preguntas 1. Describe en tus propias palabras la experiencia de ser pirata que se canta en este poema. Este poema de Espronceda nos presenta la vida del pirata como la más libre, la más romántica posible. Trae a la memoria las novelas de aventuras que tanto encantan a los lectores adolescentes. Un libro destacado del género de aventuras de piratas es La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson. Una de las novelas de Rafael Sabatini, Captain Blood, fue llevada a la pantalla; la película, con Errol Flynn, ha sido calificada como la mejor película de piratas de todos los tiempos. El pirata de Espronceda-al parecer, una encarnación del ánimo del poeta-es el hombre libre por excelencia: no rinde cuentas a nadie, va a donde le dé la real gana; su única patria es el ancho mar; se ríe de los que lo persiguen; y no sólo no se deja dominar, sino que domina a los demás ("cien naciones/han rendido/sus pendones/a mis pies"). Este pirata es libérrimo, intrépido, alegre, valiente y contento con su vida marítima ("se duerme, sosegado, arrullado por el mar"); el viento es su música. Y si pierde la vida, no le importa. Aceptó el riesgo cuando sacudió el yugo del esclavo (es decir, cuando se decidió a dejar su vida en tierra para vivir la vida libre del mar, "a quien nadie impuso leyes"). 2. ¿En qué aspectos se puede afirmar que este poema pertenece a la escuela romántica? Pertenece a la escuela romántica tanto, en fondo como en forma. Primero se ve uno de los temas preferidos de los románticos: la libertad. El romántico quiere cortar las ataduras sociales y familiares que limitan sus aspiraciones y sus movimientos. El capitán pirata de Espronceda no está sujeto a ninguna autoridad civil; él mismo es su ley. Su Dios es la libertad; la mar es su patria. No hay playa (tierra) en el mundo que no sienta (reconozca) su derecho y que no dé pecho (se someta; se rinda) a su valor. No tiene responsabilidades de familia; no tiene esposa ni hijos. Nada lo refrena. Él afirma su yo sobre toda otra consideración ("¡Sentenciado estoy a muerte!/Yo me río;), y se impone por la fuerza ("al mismo que me condena,/colgaré de alguna entena/quizá en su propio navío"). Como buen romántico, el pirata anhela viajar a lugares remotos y exóticos en busca de aventuras ("Asia a un lado, al otro Europa,/allá a su frente Estambul."). Aunque falta en el poema ese matiz doloroso que típicamente forma parte de los textos románticos, al capitán pirata no le importa morir joven; ha escogido la vida de pirata a sabiendas, consciente de sus peligros; para él, es más importante vivir plenamente, saboreando todo lo que le brinda la vida, que vivir en paz y sosiego, y llegar a la vejez, pero sin haber apurado la copa de la vida ("Y si caigo,/¿qué es la vida?/por perdida/ya la di."). Se lanza a la vida con celo y vive a base de sus pasiones. Segundo, vemos la rebeldía del romántico en la forma del poema. El romanticismo surgió como una reacción a la mesura y equilibrio en las formas del neoclasicismo del siglo XVIII. Espronceda abandona las limitaciones clásicas y busca la libertad en sus estrofas y versos, pero sin descartar la rima, que importa para la musicalidad del verso. La forma de su poema no lleva nombre, porque es invención del propio poeta. "Canción del pirata" se considera una de las expresiones más importantes del romanticismo en la literatura española. Goza todavía de gran popularidad. La actitud romántica fue dominante en toda Europa en la primera mitad del siglo XIX, aunque llegó tardíamente a las letras hispánicas. 3. Explica la relación que se establece entre la experiencia de ser pirata que evoca el poeta y la fórmula métrica de que se vale para evocarla. Por ejemplo, ¿qué función cumple el hecho de que, en los tetrasílabos, versos de cuatro sílabas, particularmente en la última estrofa de tetrasílabos, se alternan sílabas tónicas, las impares, con sílabas atónicas, las pares? ¿Qué función cumple el rematar cada cuarteto octosílabo con un verso agudo? ¿Qué función cumplen encabalgamientos como, por ejemplo, "cómo vira y se previene/a todo trapo a escapar", o "dé pecho/a mi valor"? Las respuestas de los estudiantes serán varias. En términos generales, la aparente irregularidad de la estructura del poema-la variedad de versos empleados-corresponde a la irregularidad de la vida del pirata. La consigna del pirata es la libertad; no se ajusta a reglas, a horarios, ni a deberes, sino que va y viene cuando le place; rechaza la disciplina de una vida ordenada. El poeta, aunque no quiere liberarse del todo de las limitaciones impuestas por la estructura del lenguaje y de las formas poéticas, se da licencia para utilizarlas, dentro de su propia forma individual, a su antojo. El mejor ejemplo es el que presenta la pregunta. Espronceda se vale de la estructura métrica descrita, a fin de lograr una cadencia muy especial, una que impulsa el movimiento del poema. La cadencia que logra es poco común en la lírica en castellano, pues el pie con que se acostumbra medir el verso en inglés no desempeña un papel en nuestra métrica. El compás creado por la distribución de los tetrasílabos de la forma descrita, junto con los encabalgamientos, tiene el efecto de llevar al lector adelante, siempre adelante, con voz acompasada, como si se sintiera el movimiento del barco en su avance sobre las olas del mar. La voz aligera el paso por los tetrasílabos, ayudada por los versos pares agudos, y al llegar a los octosílabos, se le ofrece un paso más sosegado. No es de poco interés que hacia el final del poema, el pirata mismo-cuya música es el viento-". . . se duerme/sosegado/arrullado /por el mar". Se pudiera agregar: por el mar que se escucha