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15 – Diciembre - 2012
REFLEXIÓN DE MONS. HECTOR AGUER
“ADVIENTO: Una Parábola de la Existencia
Cristiana”
“Nos encontramos ya en el último tramo del tiempo litúrgico de Adviento. En
este período la Iglesia quiere que nos preparemos dignamente para celebrar la
próxima Navidad y nos invita a que actualicemos aquella prolongada expectativa y
preparación espiritual del pueblo de Israel, y también de algún modo de todas las
naciones de la tierra, para recibir la salvación”.
“En el período de Adviento nosotros evocamos aquella larga espera y eso
tiene que animarnos a preparar la Navidad con una especial intensidad espiritual”.
“La Navidad no es el simple recuerdo de un hecho del pasado. Cuando la
Iglesia la celebra, en el misterio de la celebración, sobre todo de la celebración
litúrgica, la gracia de la Navidad se hace presente nuevamente”.
“Pero en el período de Adviento también la Iglesia enfoca la segunda venida
de Cristo, su venida gloriosa al fin de los tiempos. La primera generación cristiana,
tal como aparece en los escritos del Nuevo Testamento, tenía la mirada del corazón
puesta en el Cristo glorioso que vuelve para juzgar al mundo, para clausurar la
historia humana y llevar a sus elegidos al Reino”.
“La inminencia de la segunda venida de Jesús es un dato que debe quedar en
lo hondo de nuestra conciencia porque en realidad desde que el Señor subió al cielo,
el día de la Ascensión, su segunda venida, aunque no sepamos cuando ocurrirá, es
siempre inminente”.
“No corresponde decir entonces: “Bueno, no sabemos cuando ocurrirá eso;
además pueden pasar todavía milenios…”. Desde que ha partido, el Resucitado
está, de algún modo, siempre viniendo”.
“Entonces el Adviento recoge estas dos miradas sobre Cristo: la primera que
se dirige a su primera venida en la humildad de la carne, su venida para traernos la
gracia de la redención. Y la mirada en la segunda venida, que es la de Cristo en la
gloria, cuando vendrá como Juez”.
“También podríamos señalar una conjunción de esas dos venidas que
aparece clara en la espiritualidad del Adviento. San Bernardo, en uno de sus
sermones sobre este tiempo, habla de un tercer Adviento, de un Adviento
intermedio. Se refiere a la venida constante del Señor a las almas, a la venida de
Cristo por medio de su gracia, por medio de los dones de su Espíritu, para habitar en
nosotros”.
“Tanto la primera venida como la segunda aparecen actualizadas en esta
especie de Adviento intermedio. Al prepararnos a la Navidad, no nos preparamos
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para la conmemoración de un hecho pasado, sino que estamos celebrando un
hecho siempre actual: Cristo viene continuamente a nosotros con los dones de su
gracia. La vida de la fe es, entonces, salir al encuentro de Cristo que viene a nuestro
encuentro. El cristianismo se caracteriza porque no es simplemente el resultado de
la búsqueda de Dios por el hombre, sino la búsqueda del hombre por parte de Dios”.
“Podríamos decir desde esta perspectiva que el Adviento es una especie de
parábola litúrgica de la existencia cristiana. Lo observamos con claridad en este
período de cuatro semanas antes de Navidad, pero en realidad tendríamos que vivir
continuamente en Adviento, es decir, en la espera del Señor, saliendo siempre al
encuentro con él”.
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Desde ya mucho agradecemos la difusión de este material de prensa y,
de ser posible, la mención de la fuente...Muchas Gracias
HECTOR TITO GARABAL
Conductor y Director
“Claves para un Mundo Mejor”
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