28 05 2011 aguer

Anuncio
28-Mayo-2011
REFLEXIÓN TELEVISIVA DE Mons. HECTOR AGUER
“¿LEGALIZACION DEL ABORTO
POR VIA JUDICIAL?”
“En muchas oportunidades hemos comentado, en esta columna
televisiva, la marcha de distintos proyectos legislativos tendientes a legalizar el
aborto en la Argentina. Pero hoy quisiera advertir sobre otro peligro que se
cierne: la posibilidad de que se llegue a esa legalización por vía judicial”.
“Eso es lo que pasó en los Estados Unidos. Muchos de ustedes
recordarán el famoso caso Roe versus Wade por el cual la Corte Suprema de
Justicia de los Estados Unidos inició ese camino de legalización del aborto”.
“Sucede que ahora, aquí en la Argentina, la Secretaría de Derechos
Humanos de la Nación y el Centro de Estudios Legales y Sociales junto con el
Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos
han pedido a la Corte Suprema de Justicia de la Nación un pronunciamiento
que convalide el fallo del Superior Tribunal de Justicia de Chubut que, en
marzo del 2010, autorizó que se practicara el aborto a una menor que se
encontraba en el quinto mes del embarazo. De hecho se produjo el asesinato
de aquel niño pocos días después del fallo”.
“Ahora estas instituciones que he mencionado piden a la Corte Suprema
de Justicia de la Nación que convalide aquel fallo. De hecho ese recurso ha
devenido abstracto, porque la cosa ya ocurrió. Pero esta es la punta de lanza
para que un pronunciamiento de la Corte abra la puerta a la legalización del
aborto. Al parecer la Corte resolvió ya el llamado de autos para dictar
sentencia”.
“Ante esta perspectiva corresponde aludir a la posición ya declarada de
algunos miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
“Días pasados he leído un reportaje hecho a la Dra. Carmen Argibay en
el cual ella renueva su conocida posición favorable a la legalización del aborto”.
“Llama la atención que una persona tan importante en el ámbito de la
Justicia emplee argumentos tan falaces. Dice que el fondo de la cuestión
consiste en que hay, en el caso del aborto y su legalización, dos derechos en
pugna: uno es la vida de la mujer y el otro una esperanza de vida”.
“La opción entre la vida de la mujer y la vida del niño aparece en el
Artículo 86 del Código Penal, redactado de acuerdo a los criterios eugenistas
que reinaban en la década de 1920. Si en el caso de peligro para la vida de la
madre se practicaba un aborto, este hecho no era castigado. Habría que
reformar ese artículo de acuerdo con las posibilidades reales de la medicina
actual de salvaguardar la vida de la madre y del hijo”.
“La Dra. Argibay compara la vida de la mujer y la vida del niño poniendo
a éste en una inferioridad de condiciones, como si no fuera ya realmente una
vida humana sino sólo una esperanza de vida. Según su opinión se puede
abortar porque el derecho de la madre es superior; ni siquiera alude a un
peligro de vida. Es un caso gravísimo de discriminación, sobre todo porque la
jueza reconoce que la Constitución protege la vida humana desde la
concepción. Pero aquí se desliza en otro error. Dice que “el problema es que
no sabemos cuándo empieza la concepción porque todo el mundo confunde
fecundación con concepción”.
“Al parecer, la destacada jurista se aferra a obsoletas teorías
medievales. Porque lo que todo el mundo puede hoy saber, porque está
avalado por certezas científicas irrefutables, es que en la unión del
espermatozoide con el óvulo se da el origen de una nueva vida, de una vida
plenamente humana. No será luego una persona humana si no empezó a serlo
desde ese momento en que, por la unión de los dos gametos, el cigoto
unicelular contiene toda la información genética que identifica a una persona.
Coinciden, en efecto, fecundación y concepción”.
“Además, la Dra. Argibay dice en este reportaje que en realidad en los
tres primeros meses del embarazo lo que existe es una esperanza de vida muy
frágil; sugiere entonces que en ese período se puede privilegiar el derecho de
la madre, sobre todo porque al abortar ella no correría peligro. ¿Estará
pensando quizá que el embarazo es una desgracia, un accidente, una
maldición? Probablemente considera que hay que hacer lugar a supuestos
peligros para la vida psíquica y social de la madre. Sugiere también que a partir
de los tres meses habría que privilegiar la vida del niño porque abortarlo sería
peligroso para la madre. La frialdad de estas afirmaciones resulta escalofriante.
Por otra parte, ¿no se da aquí un caso de prejuzgamiento? Si la Dra. Argibay
va a tener que pronunciarse en virtud de su cargo respecto de este tema ¿no
tendría que excusarse luego de dar sentencia, puesto que ya ha adelantado su
juicio?”.
“Nosotros nos preocupamos muchas veces de los proyectos legislativos
que proponen la legalización del aborto, pero esta otra vía, la judicial, es
también un verdadero peligro”.
“Una última observación: se alude nuevamente al presunto derecho de
la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. La mujer es dueña de su cuerpo,
pero no es dueña de la vida ajena. Ese pequeñísimo ser humano, que ha
comenzado a vivir en su seno no es parte de la mujer, es alguien distinto del
cuerpo de la madre, una realidad nueva. En la biología de la generación –decía
el Beato Juan Pablo II– se inscribe la genealogía de la persona”.
****************************
Descargar