carta dirigida al Presidente de la Corte Suprema

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Señor Rubén Ballesteros.
Presidente
Excma. Corte Suprema
Presente.
De nuestra consideración
Un juzgado de San Miguel acogió la demanda que interpuso la FEDERACION NACIONAL DE SINDICATOS
DE PEONETAS COCA-COLA Y RAMOS CONEXOS - FENASIPEC con el fin de que el tribunal declarara
que la auténtica empleadora de los afiliados a esa organización era EMBOTELLADORA ANDINA S.A y no
los empresarios aparentes que constan en los contratos de trabajo.
La sentencia acogió la demanda por la fuerza de los hechos, por los argumentos jurídicos y por la justeza
de la causa. Su duración, sin embargo, puede ser efímera ya que los empresarios subcontratistas nos
comunicaron que en la Corte Suprema esa sentencia sería anulada.
A esta afirmación, - grave ¡por cierto! - no le dimos mayor trascendencia. Sin embargo a partir de conocer
un reclamo que muy recientemente hicieron unos dirigentes sindicales; tenemos fundados temores que la
Sala Cuarta nos aplique el desarrollo jurisprudencial que hizo en sentencia de 14 de septiembre de 2010
recaída en recurso de unificación de doctrina ROL 3276 AUTOS “NAVARRO con B.A.F. Servicios
Integrales.
En las consultas que hemos hecho a distintos abogados; han intentado tranquilizarnos diciéndonos que
siendo el nuestro un recurso de casación; no cabe la aplicación de la jurisprudencia ya que en esa vía solo
es revisable las infracciones de ley.
Pero no podemos dejar de estar más que inquietos. Hemos visto las cartas que los trabajadores han dirigido
a la Excma. Corte Suprema en relación a lo que ha significado el quehacer judicial de los últimos años del
tribunal que Ud. Preside.
Por cierto solidarizamos con ellos y le significamos que la imparcialidad de los jueces, es lo que está en
cuestión. Creemos que los ministros que no provienen de la judicatura, como los abogados integrantes
producen una serie distorsión en la administración de justicia; dado que lo suyo por síndrome profesional no
es la imparcialidad, sino la toma de partido por alguna de las partes.
Hemos tenido acceso a un artículo publicado en el Diario La Nación titulado “El ministro en la sala
equivocada”
(http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20090820/pags/20090820215256.html) cuyo contenido
– que nosotros sepamos - no ha sido desmentido. La publicación dice:
“Organizaciones sindicales, trabajadores y abogados cuestionan el pasado que vincula a este
ministro con los intereses de grandes compañías. Los fallos desfavorecen ampliamente a los
empleados. No es todo. Ya instalado en el máximo tribunal, representó a un par de empresarios en
un juicio que, finalmente, ganaron.
Viernes 21 de agosto de 2009
27 de noviembre de 2007, pasado el mediodía. El prestigioso corredor de propiedades Diego Escobar
acaba de perder un millonario juicio de arrendamiento en la Corte de Apelaciones de Santiago.
Sus contendores eran la Viña Santa Carolina -de Fernando Larraín Peña, ex líder del grupo
económico conocido como "Los Pirañas" y hermano del actual presidente de Renovación Nacionaly el terrateniente sureño Jaime Bunster Iñiguez.
Poco después, se enteraría de que uno de los abogados de los empresarios era el presidente de la
Cuarta Sala (Laboral) de la Corte Suprema, Patricio Valdés Aldunate, quien dejó el juicio el mismo
día en que se falló.
Su renuncia no aparecía en el proceso, por lo que, en estricto rigor, no existió. El Código Orgánico
de Tribunales (art. 316) dice que "es prohibido a los jueces ejercer la abogacía; y sólo podrán
defender sus causas personales, o de sus cónyuges, ascendientes, descendientes, hermanos o
pupilos. Les es igualmente prohibido representar en juicio a otras personas que las mencionadas en
el precedente inciso."
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Se trata del último de una serie de cuestionamientos hacia el magistrado, quien llegó al máximo
tribunal el 15 de septiembre de 2006 (en un cupo de abogados externos).
Ha sido acusado de vínculos con el empresariado y de estar tras el cambio de doctrina en la sala
laboral, que ha dejado como letra muerta derechos adquiridos por los trabajadores, favoreciendo
una interpretación legal pro empresa.
PREDILECCIÓN POR LA EMPRESA
El abogado Rafael Rivera quedó como único representante de Santa Carolina y Jaime Bunster. Con
el supremo, comparten domicilio comercial en la oficina 804 de calle Moneda 920.
En el pasado, la dupla ha representado a más de un cliente. Mientras Rivera figura en Dicom como
socio de Distribuidora y Comercial Iansa S.A. con el 0,1% de las acciones, la declaración de
patrimonio de Valdés -fechada el 26 de octubre de 2006- indica que tiene un paquete de acciones en
esta misma empresa.
Ante las aprensiones, el ministro Valdés ha respondido lacónicamente que "a lo mejor ellos (los
trabajadores) tienen, a través de sus AFP, muchas más acciones que las que tengo yo".
Según su propio currículum, entre 1971 y 1975 fue gerente de la inmobiliaria de la Sociedad de
Fomento Fabril (Sofofa). De ahí a 1979 se desempeñó como gerente general de la misma entidad
gremial. Durante una década (1985 a 1995) fue director de la AFP Concordia y entre 1988 y el 1990
fue fiscal de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
Cuando fue propuesto por la Presidenta Michelle Bachelet al Senado, sólo dos parlamentarios se
opusieron a su nombramiento. Uno de ellos fue el socialista Jaime Naranjo.
"Lo que me lleva a no compartir las designaciones es mi legítima disconformidad con la visión del
derecho que los dos candidatos (también se propuso para otro de los cupos al ministro Juan Araya)
mantienen en determinados campos doctrinarios".
Rafael Carvallo, presidente de la Asociación Gremial de Abogados Laboralistas, recordó que Valdés
también fue secretario de la Asociación Latinoamericana de Industriales y representante de los
empresarios en conferencias de la OIT. Por ello, aseguró que "no parece apropiado que una persona
con estos antecedentes profesionales presida la sala laboral del máximo tribunal".
EL CAMBIO DE DOCTRINA
Leandro Cortez, secretario general de la Confederación de Trabajadores del Comercio y Vestuario
(Confecove), organización que agrupa a cerca de diez mil trabajadores, considera que el rol
cumplido por el ministro Valdés en la sala laboral, ha sido "simplemente nefasto".
Como principal argumento, Cortez recurre a una demanda que 170 trabajadores de Ripley
presentaron en 2001. En primera y segunda instancia, la justicia les reconoció el derecho a pago por
la "Semana corrida".
Sin embargo, en la Suprema, el voto de Valdés fue determinante para darle la razón a la empresa. En
mayo de 2007, fecha del fallo, Marcos Libedinsky y Urbano Marín (hoy presidente de la Corte
Suprema) votaron en contra de la empresa, el ministro Rubén Ballesteros y el abogado integrante,
Ricardo Peralta, lo hicieron por la contraparte. Valdés, quien votó primero, definió la controversia a
favor de Ripley.
"De ahí en adelante, todos los fallos por este concepto en relación a Ripley fueron a su favor ( ). Se
consideró que tener un sueldo base de 20 mil pesos no era (ser) empleado a comisión", recuerda
Cortez.
Los críticos también mencionan la exclusión de la movilización y colación al momento de calcular la
indemnización por años de servicio, la aceptación del reemplazo de trabajadores mientras éstos se
encuentran en huelga legal, así como no condenar a la empresa cuando ésta ya ha sido multada por
el mismo caso a través de la Dirección del Trabajo.
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Además, el número de recursos de casación desde la llegada de Valdés -que se presentan a la
Suprema- han sido acogidos con holgura en mayor número a las empresas.
Rafael Carvallo explica que, durante los últimos años, la sala sostiene que si un trabajador da
boletas, no puede reclamar que se reconozca su calidad de trabajador dependiente en una empresa.
El máximo tribunal asume que el funcionario está actuando de mala fe.
Carvallo critica que si la Corte Suprema reconoce la existencia de una relación laboral, los costos
para el empleador sólo entran a regir a partir de la sentencia.
"La Suprema utiliza este mecanismo para dejar sin efecto la Ley Bustos, conforme a la cual el
despido de un trabajador cuyas imposiciones no se encuentran al día, obliga, como sanción al
empleador, a seguir pagando remuneraciones y enterando remuneraciones hasta el fallo judicial",
precisa Carvallo.
LA NUEVA SALA
El presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, prefirió no responder a las consultas de LN sobre
los cuestionamientos a la gestión de Patricio Valdés.
Bajo reserva de identidad, algunos integrantes del máximo tribunal expresaron molestia por el caso
en que Valdés no renunció al patrocinio de la Viña Santa Carolina.
"No es para tanto, pero lo hizo a última hora y eso se puede prestar para malas interpretaciones",
cuenta un ministro.
Entre jueces de carrera también se han comentado estos reparos y la mala imagen que ocasionan al
Poder Judicial. La Sala Laboral debiera tener cinco integrantes, pero aún hay dos vacantes no
resueltas.
Un fuerte recambio ha sufrido por el retiro de ministros: Marcos Libedisnky, José Benquis, José
Luis Pérez y Orlando Álvarez.
De ellos, Benquis fue claro en sus críticas: "el derecho laboral existe para dar protección al
trabajador. Sin embargo, jueces de la Corte Suprema siguen dándole a esos juicios un tratamiento
que los eterniza ( ). Podemos tener la legislación social más avanzada del mundo, pero si los
tribunales interpretan esa legislación en contra de los principios que informan esa normativa, como
es el indubio pro operario y lo transforman en un indubio pro empresario, simplemente es como si
no tuviéramos legislación social. Eso, en buena parte, ocurre en esta corte".
Ignoramos si el Ministro Valdés, hizo algún desmentido al respecto, aparte del que aparece en el artículo
transcrito.
En conclusión, nuestro objetivo es adherir a los reclamos que han presentado otros sindicatos y solicitar
formalmente que se organice una sala especializada en Derecho del Trabajo, excluyendo a Ministros
ligados al empresariado por no asegurar la imparcialidad que la Constitución garantiza.
Atentamente.
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