REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE PRESUPUESTO Y HACIENDA Salón “Auditorio” — H. Senado de la Nación 7 de junio 2005 Presidencia del señor senador Capitanich - En el salón Auditorio del H. Senado de la Nación, a las 15 y 24 del 7 de junio de 2005: Sr. Presidente (Capitanich).- Buenas tardes, damos inicio a la reunión del día de hoy. Aprovechamos la oportunidad para saludar en el día del periodista a aquellos que están presenciando esta reunión. En el temario de hoy hay dos proyectos: el CD-98/04, que es un proyecto de ley en revisión por el que se crea el Instituto de Investigaciones Históricas Eva Perón, y el CD-1111/04, que es un proyecto de ley en revisión por el que se establece la obligatoriedad de la presentación del denominado “Balance Social” para el sector público nacional. Ambos proyectos han sido iniciativas de la Cámara de Diputados de la Nación. Tiene la palabra el señor senador López Arias. Sr. López Arias.- Señor presidente: quisiera decir que no tengo objeciones para con el primer proyecto. En cambio, en cuanto al segundo tengo el temor de que estemos tratando una especie de intervención en el manejo administrativo, cuando la información que necesitamos podría conseguirse por otra vía. Sr. Presidente.- La idea central que tenemos en ambos proyectos que vienen en revisión de la Cámara de Diputados es propiciar un análisis de parte de ustedes, con el objeto de que efectúen observaciones, modificaciones u opiniones y, si estamos de acuerdo, en la próxima sesión emitir el respectivo dictamen. ¿Tienen alguna opinión sobre estos dos proyectos o los ponemos en consideración, dado que era la idea central? Sr. López Arias.- Los ponemos en consideración. Sr. Presidente.- El Instituto de Investigaciones Históricas Eva Perón originariamente fue creado por el decreto 2113/98. Ahora lo que se pretende ahora es darle status de jerarquía de ley. Hay otro proyecto de ley solicitado por el señor senador Salvatori fijando en un 5 por ciento las retenciones a la producción frutícola de los valles de Río Negro y de Neuquen. Y tenemos también un proyecto de comunicación -expediente S. 889/05- del señor senador Falcó por el que se solicita la apertura de una delegación del Registro Automotor en Chimpay, Departamento Avellaneda, provincia de Río Negro. Como práctica en esta comisión, los vamos a poner a consideración Quisiera decir que para todos los proyectos de ley nosotros solicitamos la opinión de los organismos competentes del Poder Ejecutivo nacional. Por supuesto, en este caso, han planteado su objeción en virtud del costo fiscal que significa, que es de 17 millones de pesos, según tengo entendido, y más 3 millones de pesos por año porque tiene un sistema de escala gradual de reducir a la mitad y después, en forma sistemática, un punto por año hasta la desaparición, implicando cada punto más o menos una reducción de tres millones de pesos. Sr. Jenefes.- De todas maneras. hay un proyecto pendiente sobre el tabaco... Sr. López Arias.- Sin ser tan drástico como el senador Jenefes, porque no quiero trabar el proyecto de economías regionales, quiero decir que no sólo tenemos el tabaco sino también el poroto y muchos otros de producción frutihortícola en el norte del país en similar situación. Creo que tenemos que tratar de armar un esquema solidario y que pese a que haya objeciones del Ministerio terminarlo de redactar, otorgando esto a otras producciones pendientes que son también regionales y están necesitadas para que de esta manera podamos ir con fuerza a lograrlo. O sea, sin ánimo de trabarlo. Realmente, apoyo la actitud de ustedes, pero también creo que si vamos a pelear con el gobierno y a tratar de lograr la rectificación, tendríamos que hacerlo con otros aspectos que están pendientes. Sr. Presidente.- Tiene la palabra el senador Jenefes. Sr. Jenefes.- No me quiero pelear con el senador Salvatori, pero es de estricta justicia decir que la economía regional es tan importante como lo es el tabaco y, atento a los índices de pobreza que tienen las regiones del NOA y el NEA , realmente hay que tener presente que cualquier proyecto que tienda a la reducción de las exportaciones tiene que contemplar expresamente el tema del tabaco y el algodón. De lo contrario, vamos a volver a crear nuevamente injusticias en provincias que no tuvieron promociones industriales, ni tampoco ningún tipo de beneficio, que hoy están muy empobrecidas y reflejan los mayores índices de pobreza de toda la Argentina. Sr. Presidente.- Tiene la palabra el senador Salvatori. Sr. Salvatori.- Señor presidente: este proyecto nació por iniciativa del Senado, que realizó un seminario al que se invitaron a las autoridades de los gobiernos de las provincias de Mendoza, Río Negro, Neuquén y todas las involucradas que enviaron su adhesión. Durante su desarrollo hubo un panel técnico de gran relieve, del que participó el señor presidente y en donde expusieron legisladores y autoridades provinciales de las provincias correspondientes a todo el complejo frutihortícola del país, para discutir sobre el proyecto elaborado. A mi entender, se busca la eliminación gradual, para equipararnos con la reducción que se hizo del 10 al 5 por ciento con la producción de cítricos. Esto es una situación que ya se ha dado. Es decir, que no es un beneficio que se establece en favor de una región, sino que ya está otorgado a otra región. Se basa en que las economías regionales, en virtud de la mano de obra intensiva que tiene esta actividad en las provincias del sur y el efecto multiplicador que posee sobre otras actividades en todo lo relacionado con la producción y el potencial de capacidad y generación de empleo, no pueden entrar en competencia con otras provincias. Nosotros estamos dispuestos a apoyar con el mismo entusiasmo la iniciativa, puesto que este proyecto estimamos que es de estricta justicia. También vale la pena hacer una observación, antes de continuar con la exposición. Nosotros somos respetuosos de las decisiones que en el ámbito oficial los legisladores adopten, previo a solicitar las anuencias de los funcionarios del gobierno central que pertenecen a su bloque. Hemos demostrado en la reunión en que la doctora Beatriz Nofal planteó la matriz insumo-producto -variando, haciendo una simulación que respondía al uso de computadoras-, que la disminución al 5% de ninguna manera afectaba la recaudación fiscal porque se traducía en mayor actividad, en mayor empleo y en mayor recaudación, como consecuencia de todas esas actividades nuevas que generaba la mayor inversión, cuando la fruticultura está en una crisis terminal. Conste que no estoy apoyando al sector exportador, sino al productor frutícola. Tanto es así que vine con la propuesta de incorporar un artículo en este proyecto de ley por el cual el 50 por ciento de lo que disminuía el derecho de retención a las exportaciones fuera incorporado a un fondo fiduciario entre la Nación y las provincias interesadas, destinado para solventar a través de créditos blandos a largo plazo -no me refiero a subsidios- la oportunidad de la reconversión frutícola y la compra de plaguicidas, ya que todos los insumos que se utilizan son exportados y están dolarizados. En el Alto Valle hay 60 mil hectáreas y 60 mil empleados en la época de cosecha. No ocurre como en la pampa húmeda, que se necesita un empleo por cada 200 hectáreas. Acá, prácticamente, la relación es uno a uno. Quisiera ahondar con muchísimos más elementos de juicio, pero tampoco quisiera que entráramos en una competencia entre provincias, sino todo lo contrario, ya que estamos dispuestos a brindar nuestro apoyo como cuando se trató el proyecto de promoción ovina y conseguimos que se sancionara el proyecto de ley. En aquella ocasión, obtuvimos el compromiso de los legisladores de aquel entonces de que cuando se tratara el proyecto de promoción caprina, nos iban a dar el mismo respaldo. Pero lo que ocurre ahora es que el proyecto de promoción caprina -el senador Jaque no me deja mentir- cada vez que queremos plantearlo en la Cámara de Diputados, me dicen que no se puede porque hay que esperar una señal del Ministerio de Economía. Esa no es la función de los legisladores. Nos pueden dar una señal, pero discutámoslo. Y si tiene mayoría, se rechaza; pero que cada uno asuma su responsabilidad, en vez de decir que si no viene una señal, este proyecto no camina. Con esto no quiero hacer una crítica, pero es una realidad a la que queremos procurarle una solución, ya que se exportan casi 400 millones de dólares en el área de la fruticultura. En los fundamentos del Ministerio de Economía, cuando se bajaron las retenciones a los cítricos y se negó hacer lo mismo con las frutas, se especificaban argumentos muy falaces, como que la fruticultura de las provincias norteñas no tenía el incentivo de los reembolsos por puertos patagónicos. Esta es una falacia, porque el incentivo de los reembolsos por puertos patagónicos se termina este año y, además de tener una reducción del uno por ciento anual, han sido gravados con el impuesto a las ganancias. De modo que no puede tomarse como una cifra en valores absolutos utilizados para el cálculo. Y en segundo lugar, se habla de que el volumen de los cítricos que se comercializan al exterior es menor que el volumen del resto de las frutas. Técnicamente, se puede demostrar que la disminución de la retención no afecta la recaudación fiscal, sino que genera empleo y aumenta los fondos de coparticipación para el sistema previsional. Creo que vale la pena discutir este tema. Lamento que podamos diferir el tratamiento de este proyecto cuando venía con la idea de incorporar un artículo nuevo. Quería hacerlo aquí pero debo hacerlo en el recinto. Creo que aquí es el lugar donde se tratan los proyectos. Quería proponer la formación de un fideicomiso para financiar con tasas menores y a largo plazo créditos a los productores, no a los exportadores, para la compra de bienes de capital, la reconversión frutícola y los insumos destinados a combatir las plagas que afectan la producción La crisis de la fruticultura está relacionada también con los precios de venta internacional, que han disminuido sensiblemente, y así como con la disminución de la producción debido a que el desfinanciamiento de los productores llegó a su límite. Tengo muchos más argumentos, señor presidente. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador López Arias. Sr. López Arias. — Como había anticipado, me tengo que retirar. Insisto, el senador Salvatori sabe que mi posición es inalterable y no voy a entrar en una competencia entre economías regionales. Personalmente, he pedido la misma solidaridad para tratar otros temas que no tienen justificación. Por ejemplo, el tabaco, como recién planteaba el senador Jenefes, debería tener otra tasa, no hay ninguna explicación que justifique lo que se está pagando de retención. Y con respecto al tema del poroto, hubo una resolución que rebajó la retención al garbanzo y a la lenteja. No logro una explicación de porqué no se la bajaron al poroto... Sr. Presidente. — Y al maní también... Sr. López Arias. — A todos les rebajaron la retención. La única que quedó colgada, y nadie se sabe porqué, es la retención del poroto. Son cosas imposibles de justificar... Sr. Salvatori. — Es un impuesto netamente distorsivo. No lo digo yo, lo dijo un ministro de Economía en más de una oportunidad: es un castigo al trabajo y es un impuesto al esfuerzo. No tiene ningún sentido la esencia de la retención, la hemos aceptado en una situación de emergencia económica como la que vivió la Argentina. En estas circunstancias, en que ha mejorado la recaudación, procuremos cuidar aquellos sectores que pueden hacer crecer la economía, porque estamos exportando al exterior con limitaciones que nos imponen las normas sanitarias. Ahora, en los Estados Unidos nos controlan el plaguicida que contienen las cajas para los alimentos como una limitación. Y perdimos millones de dólares por exportaciones a Brasil porque no pudimos combatir contra la Carpocapsa. Es decir, se suman un montón de circunstancias y solamente la miopía política, de desconocer cuál es a largo plazo lo que puede beneficiar realmente al país, puede mantener esta situación. Sr. Presidente. — Quiero plantear dos cuestiones que me parecen que son argumentos para el debate. Lo que podemos hacer es que cada uno de los señores senadores tenga los estudios correspondientes para que en la próxima sesión podamos tomar una decisión al respecto. — Se retira del Auditorio el señor senador López Arias. Sr. Presidente. — En primer lugar, el ministro de Economía ha dicho reiteradas veces que mantiene uniformidad de criterio respecto a no ceder ante la disminución de las retenciones en virtud de las presiones colaterales que puedan existir para cada uno de los productos. O sea, un principio de carácter general: no convertir a las retenciones en inmodificables con respecto a no ser permeables a presiones de carácter sectorial. En segundo lugar, creo que las retenciones constituyen un impuesto a las ganancias mal cobrado. Me parece que esa es una cuestión extremadamente discutible desde el punto de vista técnico y que naturalmente no debería ser así. En tercer lugar, todos admitimos que las retenciones constituyen un impuesto distorsivo en tanto y en cuanto generan desaliento a la inversión de largo plazo. Y eso se observa claramente en el tema de la exploración y explotación de hidrocarburos o en el proceso de capitalización e inversión, aumento de tecnología y productividad en el sector agropecuario. En ese sentido, también es necesario plantear que tanto las retenciones hidrocarburíferas como las agropecuarias constituyen, aproximadamente, dos puntos del producto interno bruto en términos de financiamiento. O sea, es la mitad del superávit primario argentino, condición sine qua non para la sustentabilidad macro económica del país. Me parece que ahí hay que hacer una diferenciación cualitativa entre las retenciones de la economía central, por así decirlo, y las economías regionales, y en determinado tipo de productos. Es cierto, uno puede imaginar soluciones para este tema: contabilizar o identificar ciertos productos de ciertas economías regionales cuyo impacto desde el punto de vista fiscal es neutro o ínfimo. Y que, naturalmente, la ratificación de las retenciones podrían generar falta de incentivo en la producción y que podría ser mucho más perjudicial desde el punto de vista de la recaudación y la generación de empleo o desde el punto de vista de la generación de subsidios para garantizar la continuidad de la radicación de mano de obra o de empleo en una determinada zona del país. Asimismo, el tema del tabaco es una realidad muy tangible desde el punto de vista de la economía regional. Nosotros también tenemos un problema serio desde el punto de vista de la producción algodonera, aunque tenemos cinco por ciento de retenciones. Pero, en definitiva, en materia algodonera en vez de exportar, importamos. Por lo tanto, no genera ningún tipo de recaudación fiscal para el Estado nacional. Aún así, no hemos logrado un tratamiento de disminución. Y es cierto que ha habido flexibilización para determinado tipo de productos regionales. Me parece que sería bueno que cada uno de ustedes pueda tener una opinión al respecto y sugerir un dictamen para la próxima semana, ¿qué les parece? Sr. Jenefes. — ¿De qué dictamen? Sr. Presidente. — Por eso, que analice cada uno de ustedes el tema para sugerir, eventualmente, la elaboración de un dictamen o fijar la posición correspondiente. Sr. Bussi. — Conozco el proyecto del senador Salvatori y adhiero plenamente a lo que dijo el senador Jenefes; no se puede estar buscando soluciones puntuales a problemas que son globales. En lo que a mí respecta, lo eximo que me remita el dictamen, señor presidente. No puedo apoyar una iniciativa cuando con los mismos argumentos puedo fundamentar proyectos similares a muchas otras provincias. Eventualmente, y en honor a la amistad que me une al senador Salvatori hace tantos años, no voy a apoyar ahora ni la semana que viene el dictamen hasta que el tema no se resuelva el globalmente. Sr. Salvatori. — Entonces, no se va a resolver nunca. Sra. Sánchez. — Opino lo mismo que el senador Bussi. La zona norte del país tiene problemas puntuales con los pequeños productores. Creo que lo más sano sería hacer un proyecto integral porque, salvo Catamarca o San Luis, las demás provincias estamos afiliadas sobre todo con los pequeños productores. Sr. Cafiero. — Tal vez inadvertidamente hemos entrado al problema central: determinar si el sistema de retenciones —como bien sostienen algunos— es altamente distorsivo o es un elemento de redistribución del ingreso y de la riqueza frente a subas o movimientos del mercado que han hecho tremendamente rentable la explotación de algunos productos agrícolas de la Argentina. En efecto, existe una ofensiva notoria. Y no me refiero específicamente al proyecto del señor senador Salvatori sino a lo que se percibe a través de la posición de entidades agropecuarias y por medio de todas las publicaciones que se vienen realizando. Ahora bien, no sé cuál es el recinto más adecuado para desarrollar ese debate, pero debe darse; de lo contrario, se hará de forma anárquica. Por consiguiente, debemos preservar esta situación dentro de controles más o menos estables y consistentes. Señor presidente: sería positivo que llevemos adelante ese debate junto con otras comisiones —por ejemplo, la de Agricultura y Ganadería— y que convoquemos a las asociaciones y a los elementos técnicos que actualmente conocen y participan de este problema. Digo esto en nombre de la provincia que más aporta al sistema de retenciones y que obviamente empobrece o quita recursos a la inversión y no los destina a la creación de puestos de trabajo. Pero también soy consciente de las limitaciones de las finanzas públicas argentinas; y usted lo acaba de decir. El país ya está constreñido por el enorme peso de los servicios de la deuda. No creamos que con la refinanciación de la deuda hemos salido del problema: ¡nos hemos metido en el problema! Todos los años necesitaremos de un superávit primario de inmensa magnitud; y si no buscamos este tipo de procedimientos, no sé de dónde la Argentina va a obtener los recursos para cumplir con sus compromisos. Simplemente, quiero decir lo siguiente: no tengo una respuesta. Si usted me habla de la provincia de Buenos Aires —que padece igual situación que Santa Fe, Córdoba o La Pampa—, le diría que no tengo una posición absoluta: veo todo en términos relativos. Creo que en su momento las retenciones fueron extraordinariamente eficaces porque lograron captar una parte de la renta que los americanos llaman “renta aérea” —que viene del cielo—, como fue la devaluación acompañada de una suba muy perceptible en los precios internacionales de nuestros commodities. Ahora llega la etapa donde tenemos que establecer si esto será un elemento permanente de la política pública o si fue solamente un expediente transitorio y temporario frente a la crisis. En consecuencia, me parece que cabe la posibilidad de que esta comisión —junto a otras donde estén representados los intereses de todas las provincias— estudie una suerte de definición de mediano y largo plazo del problema de las retenciones agrícolas. Sr. Presidente. — Podríamos aceptar claramente esta recomendación e intentar debatir este tema en profundidad, en coordinación con otras comisiones que tengan estricto ámbito de competencia. Sr. Salvatori. — Quisiera hace un comentario. Enhorabuena si este proyecto ha tenido la virtud de despertarnos para promover un debate a fondo como el que iniciamos en el mes de setiembre en el Salón Gris del Senado, con la participación de todos los sectores que se mencionaron. Y esto le consta al señor presidente... Sr. Presidente. — Sí. Sr. Salvatori. — Allí también se dijo que el único lugar del mundo que establecía derechos a la exportación y retenciones a la producción de los commodities era la Argentina, porque en otros lugares lo financian o lo subsidian. Durante la emergencia, todos estuvimos dispuestos a aceptar la situación; pero ahora contamos con un superávit importante y creo que tenemos que pensar en el país que queremos proyectar a futuro. Sr. Presidente. — Además, se asoma otra discusión patagónica: el reembolso por puertos patagónicos. En definitiva, me parece que debemos visualizar este debate en términos estructurales y de iniquidad en la distribución espacial del ingreso. El Norte argentino es el más perjudicado del país, con las nueve provincias que integran el NOA y el NEA. Digo esto porque en término promedio, tiene el más alto índice de necesidades básicas insatisfechas del país, los índices de pobreza, de indigencia y de mortalidad infantil más altos del país, insuficiencia en la acumulación de capital, escaso acervo y volumen de formación de capital y, obviamente, alta tasa de desocupación. O sea, tenemos un cóctel explosivo que, por diferentes circunstancias, muchas otras regiones del país han podido morigerar. Sin duda, esto es parte de un debate —no sé si pendiente—, de un esquema donde también debemos ayudar a este proceso de transición. En ese sentido, no podemos desproteger todos los intentos que el presidente y el ministro de Economía realizan para garantizar estabilidad macroeconómica, que es la base para el progreso. Si no existe una estabilidad macroeconómica, hay absolutamente nada para discutir en el país. Sr. Salvatori. — Si tenemos desierto en el resto del país, tampoco sirve. Sr. Presidente.— Evidentemente, es un tema en donde hay que manejar los equilibrios con mucha prudencia. Tiene la palabra el señor senador Morales. Sr. Morales. — Me sumo a la sugerencia de todos los senadores, ya que tanto el senador Jenefes como quien habla presentamos un proyecto similar orientado a la producción tabacalera, que en el caso de Jujuy ocupa a 19.000 trabajadores permanentes y en época de cosecha, supera los 30.000. Además, es un producto que se exporta con un proceso de industrialización previa. Por lo tanto, nos parece acertado que se puedan debatir estos temas con la inclusión de otros productos, especialmente los relacionados con la zona del Norte argentino. Como nosotros presentamos el proyecto con bastante anticipación, quisiera saber por qué se incorpora primero esta iniciativa dentro de la agenda. Sr. Presidente.— Porque fue solicitado por el señor senador Salvatori. En general, trabajamos sobre la base de... Sr. Salvatori. — Este proyecto es antiguo: fue presentado en el mes de septiembre. Sr. Jenefes. — El nuestro creo que fue presentado en febrero o marzo. Sr. Morales. — Es más antiguo. Sr. Salvatori. — Cuenten con mi voto favorable para su propuesta. — Varios señores senadores hablan a la vez. Sr. Morales. — Mi intención no es que no se trate el proyecto —todo lo contrario—, sino plantear una cuestión de método de trabajo en la comisión. Tal vez deberíamos restablecer formalmente las reuniones de asesores, con la agenda que indiquen los senadores. Digo esto porque me parece que las reuniones de asesores se están realizando de forma muy espaciada y sería una manera de considerar todos los temas presentados. Además, ese fue un criterio de la Presidencia —por “sí” o por “no”— y ha sido el estilo que hemos venido adoptando. Sr. Presidente.— Perfecto. Sr. Morales. — Me parece que tal vez podríamos retomar esas reuniones de asesores y limpiar un poco las carpetas que tenemos. Sr. Presidente.— Está bien. Además, resulta oportuno debatir la metodología de trabajo. En realidad, el año pasado recibimos muchas quejas porque tuvimos una cantidad de reuniones extraordinarias. Creo que la comisión resultó primera en el ranking, con alrededor de 66 ó 67 reuniones realizadas durante el año; fue largamente la comisión que más trabajo produjo. Por lo tanto, tratamos de reducir un poco la actividad para no entrar en colisión con otras comisiones que también tenían su espacio. Más allá de eso, me parece bien su propuesta y así definimos la metodología para lo que resta del año. Sr. Jaque. — Señor presidente: creo que no sólo es importante juntar todos los proyectos relacionados con este asunto e incluir a las otras comisiones, sino también discutir este tema con el Poder Ejecutivo, habida cuenta de que se trata de política económica y el Ejecutivo es el responsable de ella. Entonces, deberíamos discutir este asunto en un ámbito adecuado. Digo esto porque podría suceder que frente a una decisión de política económica, el Parlamento sancione una ley; y la política económica no necesariamente se resuelve con una ley. Sr. Presidente.— Totalmente de acuerdo. Eso es lo que me parece que corresponde hacer. Concluimos con el temario. Se remitirá el proyecto de comunicación para la firma y con respecto a los tres proyectos de ley, serán analizados por los señores senadores a fin de que en la próxima reunión de comisión se emita el dictamen correspondiente. Queda levantada la reunión. — Son las 15 y 55.