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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN DE LA COMISIÓN BICAMERAL PERMANENTE DE TRÁMITE
LEGISLATIVO LEY 26122
Salón Illia — H. Senado de la Nación
16 de enero de 2012
Presidencia de la reunión
Señor Diputado Jorge Alberto Landau
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
― En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón Arturo
Illia del Honorable Senado de la Nación, a las 18.06 del día
lunes 16 de enero de 2012:
Sr. Secretario (Ferreyra).― Buenas tardes. Me han solicitado que dé lectura a las
dos resoluciones de los presidentes de las Cámaras que integran la Comisión
Bicameral Permanente de Trámite Legislativo.
En primer lugar, la resolución RP. 853/11 de la Honorable Cámara de
Diputados de la Nación, de fecha 27 de diciembre de 2011, que en su parte
resolutiva dice: “Designar a partir del día de la fecha para integrar la Comisión
Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, Ley 26.122, a los señores Diputados
de la Nación detallados en el Anexo I que forma parte integrante de la presente
resolución. Artículo 2.- Regístrese, comuníquese y archívese”.
“Anexo I. Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, Ley
26.122. Apellido y nombre: Albarracín, Jorge Luis; Cigogna, Luis Francisco Jorge;
Conti, Diana Beatriz; De Pedro, Eduardo Enrique; Landau, Jorge Alberto; Rossi,
Agustín Oscar; Thomas, Enrique Luis y Tunessi, Juan Pedro”.
Por DPP. 33/11, de fecha 20 de diciembre de 2011, la señora presidenta
provisional del Senado suscribió la siguiente resolución: “La presidenta provisional
del Senado de la Nación decreta: Artículo 1°.- Desí gnase a los señores Senadores
que se mencionan en el anexo para forma parte integrante del presente decreto
para integrar las comisiones que en cada caso se indiquen. Artículo 2°.- Dése
cuenta oportunamente al Honorable Senado, notifíquese al Poder Ejecutivo
Nacional y a la Honorable Cámara de Diputados. Artículo 3°.- Comuníquese.
Firmado Beatriz Rojkes de Alperovich”.
“Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, Ley 26.122. Rojkes
de Alperovich, Beatriz; Pichetto, Miguel Ángel; Guinle, Marcelo A.; González, Pablo
G.; De la Rosa, María G.; Petcoff Naidenoff, Luis C. y Sanz, Ernesto R.”.
Habiendo quedado integrada la Comisión, corresponde que se dé por
constituida y se designen las autoridades, que es el primer punto del orden del día
para lo cual fue convocada esta reunión.
Sr. Senador Pichetto.- Esta Comisión tiene tres autoridades: un presidente, un
vicepresidente y un secretario. Nosotros vamos a proponer, como mayoría, al
presidente y al vicepresidente, y dejar el cargo de secretario para la oposición, para
la Unión Cívica Radical.
La propuesta que voy a hacer para presidente de la Comisión es la del
Diputado nacional Jorge Landau, por la provincia de Buenos Aires, y la propuesta
para vicepresidente, el Senador Pablo González, de la provincia de Santa Cruz.
Volvemos a un sistema de conducción política que fue el origen de la Comisión.
Además, el presidente y el vicepresidente deben funcionar juntos en términos
también de la administración de los recursos que tiene esta Comisión, por los
asesores y por la conformación de su propio presupuesto.
Así que esta es la propuesta. La pongo a consideración de los señores
Senadores y de las señoras Senadoras.
Sr. Diputado Cigogna.- Y Diputados.
Sr. Senador Pichetto.- Y Diputados. No sé si estamos de acuerdo…
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
Sr. Senador Petcoff Naidenoff.- De alguna manera, esta discusión ya se ha dado
cuando fue creada la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo y debatimos la
composición de sus autoridades.
Nosotros sostuvimos ―y lo volvemos a sostener― que esta es una comisión
fundamentalmente de control. Y en aquella oportunidad expresamos la importancia
de que las comisiones de control las presidan justamente los sectores que no
integran el oficialismo, máxime cuando la realidad política indica ―y así lo ha
indicado en los últimos años― que el gobierno nacional, en materia de decretos
legislativos o de apropiación de facultades que no le son propias o que le son
propias de maneras excepcionalísimas en los supuestos que establece la
Constitución, contó con los números suficientes para imponer los decretos que,
desde nuestra mirada, ni siquiera reunían los requisitos que prevé la Constitución o
la ley de fondo para determinarlos como válidos.
Por eso creemos que, independientemente de la decisión y de que los
números acompañen a la mayoría, no es conveniente que una comisión de estas
características sea presidida por el propio oficialismo ―y lo volvemos a sostener
como oposición política―, máxime cuando se argumenta el aspecto del andamiaje
económico para el funcionamiento de la propia Comisión o de los asesores. Creo
que en tiempos conflictivos, desde la propia política y con una conducción
compartida, no ha existido impedimento para que la Comisión pueda funcionar o
dar normalidad al aspecto de los asesores o al aspecto económico.
Dicho esto, y en función de la voluntad del oficialismo, nosotros vamos a
proponer para la secretaría de la Comisión al Diputado Tunessi, por el bloque del
radicalismo.
Sr. Diputado Rossi.- Muy bien, quedan conformadas las autoridades.
Sr. Senador Pichetto.- Pasemos a la votación.
― Se practica la votación.
Sr. Presidente (Landau).- Aprobado.
Primero, si me permiten, quiero expresar mi agradecimiento a los señores
legisladores por la nominación realizada. Solamente espero estar a la altura de las
expectativas depositadas y que esta Comisión funcione como históricamente
estuvo pensada, de forma tal de que sea un ámbito de debate y de consideración
de los temas de tanta trascendencia que aquí se consideran.
De modo que, hecho este agradecimiento, corresponde que fijemos los días
y las horas de reunión de la Comisión y, posteriormente, la nominación de algún
personal administrativo que corresponde que la Comisión tenga a efectos de
mantener la continuidad en el funcionamiento.
Por consiguiente, voy a proponer que la Comisión continúe sesionando los
días miércoles a las 9 de la mañana, que es el funcionamiento que ha tenido hasta
el momento. Y, por otro lado, que sean ratificados tanto el contador Santiago Grillo
como el doctor Héctor Ferreyra, en atención a que ambos conforman el cuerpo
permanente de esta Comisión desde el 2009.
En consecuencia, hecha esta nominación de las autoridades por parte de
ustedes, corresponde poner a consideración de los señores legisladores la
ratificación que he propuesto de los funcionarios que nos acompañan. Si están de
acuerdo, luego pasamos al tratamiento de los otros temas.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
- Se practica la votación.
Sr. Presidente. – Aprobado.
Queda constituida, entonces, formalmente esta comisión. De modo tal que
está en condiciones de comenzar el tratamiento de los temas.
Primero quiero hacer una salvedad. Me ha llegado una comunicación del
Diputado Enrique Thomas, que dice: “Por medio de la presente me dirijo a usted a
fin de informarle que por razones estrictamente personales se hace imposible mi
presencia en la reunión convocada para el día de la fecha”.
En segundo lugar, quiero recordarles que cuando promovimos la realización
de esta reunión lo hicimos con la idea simplemente de constituirla, en atención al
carácter permanente de la comisión, y designar a las autoridades para que pueda
darse giro a los distintos asuntos.
No obstante ello, entretanto se comunicó a esta comisión –en diciembre- de
la existencia de estos cinco decretos de necesidad y urgencia, los que fueron
girados a partir de ese momento para conocimiento de los señores legisladores. De
modo tal que nos encontramos en condiciones legales y reglamentarias para el
tratamiento de estos cinco temas, que son los que vamos a tratar si estamos de
acuerdo.
Paso a enunciarlos. El primero de ello es el decreto 1764/2011 por el cual se
modifica el Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio
2011. El segundo decreto es el 1991/2011 por el cual se sustituye el artículo 1° de
la ley 26.682, del Marco Regulatorio de la Medicina Prepaga. El tercer decreto es el
2082/2011 por el cual se sustituyen varios artículos de la Ley de Ministerios. El
cuarto decreto es el 246/2011 por el cual se incorpora un párrafo al inciso b) del
artículo 14 de la ley 24.241, del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones,
con modificatorias y complementarias. Por último, el decreto 324/2011 por el cual
se modifica el Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio
2011.
Hecha la lectura de estos cinco decretos, corresponde que entremos a la
consideración del primero de ellos, el decreto 1764/2011.
Tiene la palabra el señor Senador Sanz.
Sr. Senador Sanz. – Antes de ingresar a la consideración de los decretos quisiera
dejar constancia de una situación vinculada a un decreto que no figura dentro de la
lista que usted ha mencionado, presidente, porque no fue enviado por el Poder
Ejecutivo, pero cuya vigencia como decreto sometido a esta comisión quedó
reflejada en un debate que tuvimos en el Senado hacia fines del año pasado,
vinculado a la Ley de Emergencia, que es el decreto 1722, emitido el 25 de octubre
de 2011.
Para que todos nos ubiquemos, es el decreto por el que se restablece la
obligatoriedad del ingreso y negociación en el mercado de cambios de la totalidad
de las divisas provenientes de operaciones de exportación de petróleo crudo, sus
derivados y demás.
Hago mención al debate en el Senado porque en esa oportunidad quedó
clara la omisión por parte de gobierno de mandar el decreto acá. El decreto está
fundado en la Ley de Emergencia, y como tal es un decreto que debe venir a la
convalidación de esta comisión. El problema es que en la propia redacción del
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
decreto se omitió, en su parte resolutiva, el artículo que ordena la remisión al
Congreso y por esa razón no se remitió.
¿Por qué he pedido la palabra? Porque quiero dejar constancia de que es un
decreto que está pendiente, que nosotros no tendríamos ningún problema en que
se trate en la comisión o, en su defecto, en incorporarlo de oficio al tratamiento de
los plenos de ambas cámaras.
Tenía la obligación de plantearlo porque pensé que iba a ser enviado por el
Poder Ejecutivo.
- No se alcanzan a percibir palabras del Senador Guinle, fuera de
micrófono.
Sr. Senador Sanz. – Está dictado en función de la Ley de Emergencia, esto es,
facultades delegadas, y todos los decretos emitidos por la Ley de Emergencia
tienen que pasar por esta Comisión. Se trata de facultades delegadas.
Sr. Presidente. – Senador, quiero reiterar el procedimiento que hemos utilizado
para la constitución de esta comisión y para la consideración del temario, que han
sido los decretos que fueron notificados formalmente a esta comisión y los mismos
fueron girados para el conocimiento. Una vez que la comisión haya recibido este
decreto, haremos exactamente lo mismo y lo consideraremos aquí, en este ámbito,
que es lo que corresponde.
Hecha esta salvedad, pasamos a considerar el decreto de necesidad y
urgencia 1764/2011. Se trata de un incremento de partidas para distintos
organismos de la Administración Pública Nacional, que tienen que ver con la
ejecución del presupuesto. Bueno es recordar que se trata del presupuesto 2010
que se ejecutó durante el ejercicio 2011. De ello resulta una serie de carencias para
el funcionamiento del Estado. La no emisión de dicho decreto en consecuencia
dejaría insolvente la asignación de fondos que se pudiera hacer para el
funcionamiento de distintos organismos de la Administración Pública nacional.
De modo que la justificación en cuanto al carácter de excepción que el
decreto reviste y la situación de excepción que motivó el decreto, están vastamente
justificadas en atención a la necesidad de la continuidad de la prestación de
distintos servicios que tienen que ver con el Fondo Docente Universitario; otros
referidos a la adecuación de la Asignación Universal por Hijo. Hay otros referidos a
un incremento en el ajuste bianual de las jubilaciones que realiza la ANSES. Y
como éstos, una cantidad significativa de rubros que requieren todos ellos una
asignación concreta de recursos. Ese incremento y reasignación de partidas es lo
que solventa el decreto 1764/2011.
Como se han observado también las condiciones formales y esenciales que
la Constitución y la ley exigen para este tipo de decretos, corresponde entonces,
entiendo yo, la aprobación por parte de este cuerpo. Me refiero a los requisitos
formales que la Constitución exige, es decir, el acuerdo de ministros y la
comunicación en término; y los temas esenciales es no incurrir naturalmente en las
materias vedadas que establece la propia Constitución.
Entiendo que no habiendo incurrido en ninguna de las prohibiciones que
tiene el artículo y justificándose el carácter de excepción que la Constitución
requiere para el dictado del decreto, reitero que corresponde que se apruebe.
Tiene la palabra el Senador Petocoff Naidenoff.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
Sr. Senador Petcoff Naidenoff. – Una consideración no solamente con relación al
decreto 1764 sino también a los decretos 1991/2011 y 2084/2011.
Nosotros como comisión, es verdad lo que expresa el presidente, debemos
abocarnos a la verificación de los recaudos formales y sustanciales que prevé la
Constitución y la ley especial para viabilizar o no, en base a los dictámenes, los
decretos de necesidad y urgencia dictados por el Poder Ejecutivo. Ahora bien,
señor presidente, la Constitución es muy clara en cuanto a que los decretos de
necesidad y urgencia, una vez dictados, deben ser remitidos por el jefe de Gabinete
de Ministros dentro del plazo de los diez días. Generalmente, son diez días hábiles.
Luego, a partir del vencimiento de dicho plazo, si el jefe de Gabinete no los remite,
la propia Comisión debe tomarse el tiempo de diez días para analizarlos o abocarse
a su tratamiento de oficio.
Y como entiendo que en estos tres decretos se cumplieron sobradamente
los plazos, de alguna manera, queda invalidado su tratamiento por parte de la
Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo. Ya que, desde el primer
día –el de su constitución– hasta el presente, el criterio jurídico político a seguir por
parte de la Comisión, cuando se agotan los plazos, cuando no remite el jefe de
Gabinete, cuando no se abocó la misma Comisión por circunstancias de fuerza
mayor, señala que corresponde al Congreso abocarse al tratamiento de manera
expresa e inmediata, dado que así se encuentra establecido en la Constitución
Nacional.
Por lo tanto, en relación a estos tres decretos, no corresponde dictaminar. Lo
que hay que hacer es permitir su viabilización para que ambas cámaras, de manera
expresa e inmediata, traten los decretos de rigor.
Sr. Presidente. – Señor Senador: reitero, el procedimiento que utilizamos ha sido
el siguiente: una vez que la Comisión tomó conocimiento formal de estos decretos,
más allá de su publicación en el Boletín Oficial, realizó asimismo la notificación
formal a cada uno de los integrantes de la Comisión a los efectos de que estos
tomaran conocimiento de los mismos y de que se encontraran en aptitud de
considerarlos, como están siendo considerados aquí en este contexto.
Sr. Senador Petcoff Naidenoff. – Esa es una posición que no va de la mano con
los preceptos de la ley 26.160 ni tampoco con la propia Constitución. Es decir que
hay plazos determinados: diez días hábiles. Incluso, el jefe de Gabinete los puede
remitir. Pero hay una vieja práctica, que ojalá, de aquí en adelante, se supere con
el nuevo jefe de Ministros, que tiene que ver con el bastardeo permanente de la
Comisión Bicameral de Trámite Legislativo. Digo “bastardeo permanente” porque
puedo citar un sinnúmero de decretos que no fueron remitidos en tiempo y forma
por la anterior Jefatura de Gabinete de Ministros. Decretos que no pudimos tratar
en la Comisión y correspondió al Congreso abocarse en definitiva o en última
instancia.
Este comportamiento no solamente ha convalidado un vicio formal, sino que,
fundamentalmente, ha generado un menosprecio por el rol de contralor que tiene la
Comisión, que ha estado en mora durante muchos años hasta que se la puso en
vigencia. Es un criterio que no se ajusta a la Constitución y, por lo tanto, desde el
momento en que somos notificados del dictado de determinados decretos, no
podemos arrogarnos la facultad de considerarlos y de dictaminarlos.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
Reitero, si no se cumplieron los plazos previstos por la Constitución Nacional
para su elevación por parte del jefe de Gabinete y si la Comisión Bicameral
Permanente tampoco se abocó en el plazo previsto de diez días hábiles, lo que
corresponde es que los trate el Congreso. Es decir que la Cámara de Diputados y
la de Senadores deberán abocarse al tratamiento de estos tres decretos de
necesidad y urgencia.
Sr. Presidente. – Señor Senador: en definitiva, su posición sostiene que estos tres
asuntos no sean considerados en la reunión para la que hemos sido convocados
ahora.
Sr. Senador Petcoff Naidenoff. – La posición es sostener el criterio jurídico
político que se mantuvo hasta el presente por la totalidad de los bloques o por los
integrantes de las comisiones, que manifiesta que una vez cumplidos los plazos y
ante la falta de tratamiento por parte de la Comisión, por las razones que fuere,
corresponde que el pleno se aboque a su tratamiento.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora Diputada Conti.
Sra. Diputada Conti. – Deseo hacer un recordatorio de algunas cuestiones que
hacen a la tan mentada institucionalidad. La reforma constitucional de 1994 incluyó
la potestad legislativa en algunos casos, por ejemplo, cuando se trata del ejercicio
del derecho de veto, de los decretos de necesidad y urgencia e, incluso, en el uso
de las facultades delegadas por el Congreso en el Ejecutivo, es decir, de la
capacidad legiferante del Poder Ejecutivo.
Ahora bien, recordemos que la práctica legiferante de los ejecutivos en
democracia –incluso en los municipios y en las provincias argentinas– fue
practicada por todos los gobiernos. Constitucionalizada la facultad legislativa del
Poder Ejecutivo, y aún cuando la manda constitucional hablaba de la creación de
esta Comisión Bicameral, tampoco los gobiernos democráticos previos al de Néstor
Kirchner viabilizaron una ley, la que estamos aplicando y por la que hoy estamos
aquí sentados.
Por consiguiente, la Comisión Bicameral es nueva. En democracia fue
creación del kirchnerismo, y aunque apoyada fue discutida. En efecto, una de las
posiciones que encontramos fue la del doctor Raúl Alfonsín, ya que con él en vida
fue debatido el tema y, luego, el Congreso aprobó la norma que hoy nos rige y nos
conforma.
Esta Comisión fue haciendo su propia doctrina en un ejercicio nuevo de la
interpretación legal: considerando cuando había facultades delegadas y cuando no.
Recordemos que hay una bicameral que trata el seguimiento de las privatizaciones
y que, muchas veces, allí hay competencias que pueden resultar difusas o que
deben ser aclaradas entre esa bicameral y la nuestra. Por ese motivo, solicito que
de manera especial se estudie el tema del decreto sobre el que hizo referencia el
señor Senador Sanz, que aún no fue remitido a esta Comisión, tal vez, porque la
competencia no sea exclusivamente nuestra y haya otra comisión que esté
abocada al mismo asunto. Habría que verlo.
Pero la Comisión Bicameral funcionó durante todos estos años hasta que el
tema se judicializó, es decir, cuando el oficialismo perdió las mayorías legislativas y
la oposición –o las oposiciones– intervinieron las comisiones permanentes y no
permanentes del Congreso de la Nación.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
Incluso, esta Bicameral tuvo que ser judicializada y a una integrante actual,
la señora Senadora Beatriz Rojkes de Alperovich, le fue quitado su derecho de
pertenecer a esta Comisión por el entonces vicepresidente de la Nación, Julio
Cobos.
No obstante, ganamos la contienda judicial que llevó adelante el señor
Senador Pichetto en representación del bloque oficialista, repusimos a la Senadora,
pero la Comisión quedó en virtual “no funcionamiento” por dos años porque sus
integrantes éramos ocho y ocho. Por lo tanto, fue nuestra propia torpeza, la de
todos los legisladores, Senadores y Diputados, y la del propio Congreso Nacional,
la que hizo que esta Comisión funcionara durante dos años de una manera
institucionalmente lamentable.
Ahora bien, si la postura que propone el representante del radicalismo fuera
tan cierta, tan realmente planteada, no veo por qué motivo en esos dos años –
insisto: si el oficialismo no tenía la mayoría– la oposición no puso en la agenda
parlamentaria de algunas de las cámaras del Congreso el tratamiento de cualquiera
de estos instrumentos. Instrumentos que hoy se cuestiona que esta comisión no
podría tratar por las fechas en que el Poder Ejecutivo los remitió.
En la actualidad, el Poder Ejecutivo no es bobo y conoce perfectamente lo
que en el Congreso sucede. Y conoció que durante dos años esta bicameral fue
inútil. Por lo cual, es probable que haya desistido en el empeño –o en mirar la fecha
en que remitía un instrumento– y que ahora los haya remitido todos, porque, por
supuesto, quiere ser controlado en su facultad legiferante.
Con lo cual, como creo que ningún órgano de la democracia debe negar su
propia torpeza para cumplir su función, y como nadie en las cámaras de este
Congreso –ningún opositor– ha pedido la revisión de ninguna medida –que esta
Comisión debe estudiar–, solicito que cerremos el debate.
Si usted prefiere que se vote, demos tratamiento a los instrumentos que esta
Comisión por mandato de la ley y de la Constitución debe tratar.
– Varios señores Senadores hablan a la vez fuera del alcance
del micrófono.
Sr. Diputado Cicogna. – No hay una ninguna norma ni constitucional ni legal –
tampoco la doctrina de esta Comisión– que permita seguir la interpretación del
Senador Naidenoff. Una cosa es que las cámaras puedan abocarse al tratamiento
de un modo directo si no hubiera dictamen de la Comisión, y otra cosa es que le
esté prohibido a la Comisión dictaminar, es decir que le haya sido remitido en otro
tiempo el respectivo DNU o el decreto de legislación delegada, o el veto parcial o lo
que fuere.
Así que, esa interpretación, respetable, es subjetiva del señor Senador y,
eventualmente, de su bloque, pero no es doctrina de esta Comisión ni surge de
ella.
Sr. Senador Petcoff Naidenoff. ― Señor presidente: yo creo que si la decisión del
oficialismo es avanzar en el dictamen de estos tres decretos, en verdad, es de una
enorme torpeza. Es cuestión de tomarse el tiempo de leer el artículo 86 y
fundamentalmente los artículos 18, 19 y 20 de la Ley de Trámite Parlamentario de
Decretos de Necesidad y Urgencia para darnos cuenta de que allí se especifica
claramente el procedimiento y el funcionamiento de esta Comisión.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
En efecto, el jefe de Gabinete tiene diez días para elevar los decretos de
necesidad y urgencia que son dictados por el Poder Ejecutivo Nacional; diez días
hábiles. A partir del vencimiento de dicho plazo, corresponde a la Comisión
abocarse de oficio a la consideración y análisis de los decretos de necesidad y
urgencia, tomándonos los legisladores el plazo de diez días más que nos prevé la
propia ley, o sea que estamos hablando de veinte días.
Si durante el transcurso de dicho plazo la Comisión no se abocó al
tratamiento, más allá ―mi estimada Diputada― de que las Cámaras no instaran al
tratamiento expreso e inmediato de algún decreto de necesidad y urgencia…
― La señora Diputada Conti realiza manifestaciones fuera de
micrófono.
Sr. Senador Petcoff Naidenoff. ― …nosotros, como Comisión Bicameral de
Trámite Legislativo, no podemos emitir dictamen porque se vencieron los plazos
para que la propia Comisión pueda dictaminar, y corresponde al pleno abocarse al
tratamiento.
Ahora bien, si la decisión de la mayoría es dictaminar, nosotros vamos a
dejar sentada cuál es nuestra posición: que se ha modificado desde el primer día
del funcionamiento de la Comisión a la fecha, de manera absolutamente torpe, una
cosa que no tiene sentido. Si quieren discutir los decretos, se discuten en el pleno.
Pero no corresponde que lo discutamos. No corresponde porque no se sujeta ni a
la ley que fue sentada ―y con la mayoría del propio oficialismo―, ni al espíritu de
la propia Constitución.
Sr. Diputado Cicogna.― Rechazo enfáticamente que fue una torpeza propia.
Sr. Presidente.― Diputado Rossi.
Sr. Diputado Rossi.― Muy sintéticamente.
Hemos tratado de explicar respetuosamente a través de la Diputada Conti
cuál es la posición del oficialismo. La verdad es que resulta medio paradójico lo que
estamos discutiendo porque, en realidad, cuando uno establece plazos en una ley
los pone para que esos plazos permitan que se disparen los mecanismos
constitucionales e institucionales. Acá pareciese que la sola vigencia de los plazos
hace que no hagamos funcionar las instituciones.
Entonces, en realidad lo que nosotros estamos diciendo es que los plazos
están puestos en el espíritu del legislador para que esta Comisión se reúna. Y si
esta Comisión no se reunía ―como decía el Senador Naidenoff―, se tenía que
reunir el pleno. Ahora, el pleno no se reunió. No solamente no se reunió nunca,
sino que no hubo ni un Senador ni un Diputado que exigiese que se reuniera el
pleno para tratarlo.
En consecuencia, no entiendo en qué perjudica que esta Comisión
Bicameral de tratamiento legislativo de los decretos de necesidad y urgencia vuelva
sobre sus pasos porque el pleno no se reunió y le dé tratamiento a estos decretos
en consideración para que, luego, el pleno pueda reunirse en el caso de que tanto
los acuerdos políticos en el Senado o en Diputados así lo caractericen. Pero no se
puede tomar la existencia de esos plazos, que fueron puestos para que se disparen
los mecanismos institucionales, para que no se disparen los mecanismos
institucionales.
Es absolutamente contradictorio.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
Entonces, señor presidente, el oficialismo ratifica su posición y la de la
Diputada Conti. Nosotros queremos tratar los temas y me parece que tenemos que
abocarnos a tratar la cuestión de fondo. Respetamos la posición del bloque de la
Unión Cívica Radical, pero creemos que no estamos incurriendo en ninguna falta
institucional. Al contrario, estamos poniendo en vigencia y en desarrollo los
mecanismos institucionales previstos por la ley que sancionamos y que da
tratamiento legislativo a los decretos de necesidad y urgencia.
Sr. Presidente.― Corresponde el uso de la palabra al Diputado Tunessi.
Sr. Diputado Tunessi.― Lo que quiero expresar es que, efectivamente, los plazos
no están puestos como un tope que impidan, de alguna manera, en su no
cumplimiento el funcionamiento de la Comisión.
Usted sabe muy bien Diputado ―y también lo sabe muy bien la Diputada
Conti― que estamos discutiendo en materia de una circunstancia excepcionalísima
en la vida institucional de la Argentina. El andamiaje institucional y político que se
da a los decretos de necesidad y urgencia es precisamente eso: un celosísimo
cumplimiento, escrupuloso cumplimiento de los plazos y de los términos, porque
justamente estamos ante una circunstancia tan excepcional en la vida de nuestra
Constitución que amerita que no sólo se cumplan los plazos, sino que también
―como ya se discutió aquí― que se convoque a sesiones extraordinarias al
Parlamento argentino si es que no estuviera convocado para ello, a fin de tratar de
manera inmediata el dictado de decretos de necesidad y urgencia porque,
efectivamente, así lo impone la Constitución y lo reafirma la ley.
Entonces, yo no voy a entrar a analizar las circunstancias que han pasado
en la Comisión ―de las cuales tengo mi opinión― porque cada cual va a contar
cómo nos fue en la feria. Lo cierto es que tuvimos voluntad, por lo menos en el
último año, de emitir dictámenes. Incluso, hemos ofrecido la posibilidad de que
hubiera dictámenes en minoría para que esta Comisión cumpliera su cometido, y
eso nunca fue aceptado por el oficialismo. Digamos toda la verdad.
De la misma manera que no es sólo parte de nuestra responsabilidad, de la
oposición. Esta suerte de idea totalizadora de responsabilizar a la oposición por el
control me suena más a excusa institucional que a otra cuestión. Era
responsabilidad de todos los integrantes, y sobre todo del oficialismo, instar a que
se aprobara porque, en todo caso, aun teniendo minoría en la Cámara de
Diputados, sabían que si gobernaban en el Senado podían darle, con una sola
aprobación, validez legal a los textos de los decretos de necesidad y urgencia.
Entonces, la verdad es que lo que queremos significar es el grave
incumplimiento en que incurre el jefe de Gabinete al no cumplir los plazos de la
Constitución. Eso es lo que estamos marcando. Tiene que cumplir con la
Constitución no por el hecho de que si no cumple se impide que esto funcione, sino
porque la Constitución lo manda cumplir porque son plazos perentorios. Es una
facultad excepcionalísima. Que la realidad haya transformado esto en una cuestión
habitual, de práctica permanente, constante y reiterada no significa que eso
modifique el espíritu y la letra de la Constitución y de la ley, que claramente dice
que porque es excepcional debe trabajarse en términos y en plazos.
El jefe de Gabinete no ha cumplido, y quiero decirlo. El primero de los
decretos se dictó el 31/10/2011. Se publicó en el Boletín Oficial el día 18 de
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
noviembre. Llevamos tres meses de un decreto de necesidad y urgencia que podría
haber sido remitido, tratado, considerado, etcétera. Y quiero decir también ―por si
alguien no lo recuerda― que en todos los casos el secretario que representaba a
nuestro bloque citó a la Comisión Bicameral antes de que se cumplieran los diez
días perentorios de plazo para que la Comisión se auto-abocara a su tratamiento
del decreto. Lo cumplió perfectamente.
El otro decreto fue sancionado el 29 de noviembre de 2011 y publicado el 1°
de diciembre; y el otro, sí más cercano, el 7/12/2011. En todos los casos se dejó
vencer el plazo y no se lo hizo.
Repito, estamos en presencia de una circunstancia tan excepcional que se
ha abusado del uso de los decretos de necesidad y urgencia haciendo que, aun
cuando se convoca a sesiones extraordinarias al Congreso, se legisle por decreto
de necesidad y urgencia. ¡Qué le hubiera costado al Ejecutivo incluir un punto o dos
puntos más en su decreto de convocatoria a extraordinarias para que este
Parlamento, así como trató las diez o doce leyes en casi un trámite exprés sobre fin
de año, pues la Cámara de Senadores sesionó hasta el 30 de diciembre, los
pudiera haber tratado y considerado con mayorías propias!
A veces pareciera que tenemos la voluntad de atropellar alguna cuestión
institucional por el simple hecho de hacerlo. No hubiera costado nada que se
mandaran los respectivos proyectos de ley. No hay ninguna razón, ninguna
necesidad, ninguna urgencia. Y lo que queremos enfatizar y dejar claramente
señalado es el manifiesto incumplimiento del jefe de Gabinete de Ministros en
cumplir plazos perentorios que tienen que ver con una facultad excepcionalísima y
que están resguardados por todas estas cuestiones. Incluso, repito, la posibilidad
de que los plenos de las cámaras sean convocadas a sesiones extraordinarias para
tratar un decreto de necesidad y urgencia por la excepcionalidad que implica esa
medida.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el Senador Guinle.
Sr. Senador Guinle. – Creo que los argumentos que expresaron tanto la Diputada
Conti como el Diputado Rossi fueron claros en el sentido de que los términos y el
vencimiento de determinados términos no le hacen perder competencia ni a la
comisión ni al cuerpo. Esto lo hemos hecho antes y seguramente lo haremos con
algún decreto de necesidad y urgencia que posiblemente haya que tratar y que se
haya dictado con mucha anterioridad. Se ha hecho también.
Debemos dejar claro que el paso del tiempo y de esos términos de ninguna
manera dejan sin competencia a la comisión ni dejan sin competencia a las
cámaras. En este caso, como bien lo dijo el Diputado Rossi, si no se abocan las
cámaras, que es un mecanismo previsto en la propia ley, es absolutamente natural
que se aboque la comisión, que no ha perdido capacidad para dictaminar; que
dictamine y que luego despache al pleno, si no lo ha hecho la propia Secretaría de
la comisión, para su tratamiento por parte de cada una de las cámaras.
No quiero extenderme porque cada una cuenta cómo le va en la feria, y nos
va como nos va. En definitiva, cada uno hará su propio examen de conciencia. Pero
lo cierto y lo concreto es que no hemos perdido competencia para tratar estos
temas. Tampoco la ha perdido la Cámara para tratarlos o abocarse en su momento,
pero como no lo ha hecho nosotros no perdemos la posibilidad de dictaminar,
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
podemos hacerlo, y este dictamen puede ir al pleno y tratarse como dictamen de
esta comisión, que lo hace en el ejercicio de sus atribuciones, y que lo ha hecho
con anterioridad.
De esta forma se salda la cuestión, pero no sólo por el número sino por una
cuestión también de sentido común.
Sr. Presidente. – Habiéndose agotado la lista de oradores…
Sra. Diputada Conti. – Al punto que por acuerdo con el radicalismo cuando se
conformó por primera vez esta comisión en el 2007 aprobamos que se trataran
estos instrumentos del Poder Ejecutivo hacia atrás. Dividimos los decretos por
tema. El radicalismo aprobó y fueron tratados todos. ¿Miento?
- No se alcanzan a percibir palabras del señor Senador Petocoff Naidenoff
fuera de micrófono.
Sra. Diputada Conti. – Quiere decir que la comisión tiene competencia para
abocarse al tratamiento.
Sr. Senador Petcoff Naidenoff. – No es el mejor ejemplo, Diputada.
Sra. Diputada Conti. – Pero lo hemos hecho.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor Senador González.
Sr. Senador González. – Reforzando lo que acaba de decir el Senador Guinle,
señalo que el juego armónico de los artículos 18, 19 y 20 de la ley 26.122 de
manera alguna le quitan la posibilidad de abocamiento a esta comisión.
Tampoco estos tres artículos determinan, si se hace un análisis armónico,
que deban remitirse al pleno en este caso, con lo cual uno entiende que
jurídicamente corresponde que esta comisión los trate, abonando también lo que
establece el artículo 99, inciso 3, de la Constitución.
Sr. Senador Pichetto. – Tenemos la voluntad política de tratarlos. Que se vote.
Sr. Presidente. – Efectivamente, se manifiesta la voluntad mayoritaria en el sentido
de proceder al tratamiento de este decreto de necesidad y urgencia 1764/2011, y
habiendo sido confeccionado un dictamen en mayoría, propongo al pleno que se
pase a su firma y se agote el asunto, naturalmente quedando los señores
legisladores de la minoría en condiciones de hacer otro tanto respecto a su
posición.
Sr. Diputado Tunessi. – Nosotros vamos acompañar un dictamen, no diciendo que
la comisión no tiene competencia sino diciendo que lo debe tratar de manera
urgente e inmediata el pleno de cada una de las cámaras porque está vencido el
plazo para que se trate. Ha pasado mucho tiempo y ha vencido el plazo. Vamos a
acompañar un dictamen por escrito.
Sr. Presidente. – Voy a firmar el dictamen.
Pasamos al segundo punto, que es el decreto de necesidad y urgencia
1991/2011 por el que se sustituye el artículo 1° de la ley 26.682, que es el marco
regulatorio de la medicina prepaga.
Hace no mucho tiempo fue consideración de ambas cámaras…
Sr. Senador Pichetto. – Se está proponiendo que pasen los tres decretos a la
firma.
Sr. Presidente. – Está bien. Entonces, si hay asentimiento de la mayoría de la
comisión, pasamos a la consideración de los decretos 1764/2011, 1991/2011 y
2082/2011.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
- Asentimiento.
Sr. Presidente. – En consecuencia, corresponde que pasemos a tratar los dos
últimos asuntos,
Primero, el decreto de necesidad y urgencia 246/2011 por el cual se
incorpora un párrafo al inciso b) del artículo 14 de la ley 24.241, del Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones, sus modificatorias y complementarias.
Este decreto ha tenido una amplia difusión oportunamente. Allí se establece
un techo máximo para la tasa que cobran las entidades privadas que se dedican a
los préstamos, las llamadas mutuales que utilizan los códigos de descuentos, pero
comprenden naturalmente un universo más amplio. Cualquiera que haya estado en
la Administración Pública sabe de la existencia de esta modalidad.
Esta modalidad justamente se aplica a los préstamos a los jubilados, y se
instrumentan a través del sistema jubilatorio actual, yendo en desmedro de las
remuneraciones que percibe el sector pasivo.
En la normativa en consideración se impone, reitero, un techo al máximo que
puede cobrarse por estos préstamos a los beneficiarios del sistema jubilatorio. El
máximo es un 5 por ciento por encima de la tasa del Banco de la Nación Argentina.
También se establece como agente de aplicación a la ANSES. Este es un aspecto
significativo porque efectivamente se le reconoce a la ANSES personería,
legitimación para llevar adelante este procedimiento. Incluso el alcance del mismo
lleva a que no sólo se aplique a las situaciones nuevas sino también a aquellos
beneficios acordados pero todavía no percibidos.
De modo tal que de esta forma se tiende a ponerle fin a un viejo problema
que se ha venido suscitando en la sociedad. El decreto tiene una profunda
raigambre social y una urgencia en su dictado toda vez que corresponde ponerle
definitivamente fin a este abuso y que haya una legitimación por parte de la ANSES
como autoridad de aplicación para efectivamente terminar con estos abusos a los
que estaban expuestos particularmente los sectores más vulnerables de la
sociedad, que son los de ingresos fijos, y particularmente los jubilados.
De modo que, la razonabilidad de esta decisión y la necesidad de
implementarla de manera inmediata, me eximen de mayores comentarios a efectos
de plantear la efectiva instrumentación de este decreto de necesidad y urgencia.
Tiene la palabra el señor Diputado Tunessi.
Sr. Diputado Tunessi. – En realidad, no es mi intención discrepar con el Diputado
preopinante.
Señora Diputada: me refiero al contenido del decreto, porque por supuesto
que discrepamos respecto de las formas. Pero, reitero, con respecto a su
contenido, hay algunos aspectos que podrían ser facultad propia del Ejecutivo y
otros que sí tienen que ver con la modificación de la ley que administra el Fondo de
intangibilidad jubilatoria… No recuerdo… Sistema integrado de previsión… el
Fondo de…
Sr. Senador Pichetto. – El Fondo de Garantía de Sustentabilidad.
Sr. Diputado Tunessi. – El Fondo de Sustentabilidad.
Tal vez la urgencia esté dada en este decreto porque se dieron cuenta, de
una buena vez, de lo que estaba sucediendo con los jubilados de la ANSéS –
administrada por el gobierno–, a quienes les estaban cobrando tasas usurarias.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
Este hecho fue denunciado por la oposición en reiteradas oportunidades. Y
no sólo el tema de lo que cobraban los terceros, sino lo que prestaba el propio
Fondo de Sustentabilidad, que tiene permitido utilizar un 20 por ciento de sus
ingresos con el fin de prestarle a las entidades que, luego, otorgan préstamos a los
jubilados, a quienes, reitero, les estaban cobrando intereses usurarios. ¡Lindo
negocio este de prestarle a los jubilados su propia plata a intereses que están muy
por encima de lo que se paga en el propio mercado financiero!
De todas maneras, con esto estoy diciendo que nadie se hubiera opuesto a
sancionar la ley correctiva en este aspecto, que hubiera sido propicia.
Nosotros no vamos a acompañar esta cuestión, no porque no coincidamos
con el fondo del asunto –y dejamos absolutamente en claro que coincidimos– sino
porque básicamente no estamos de acuerdo con la necesidad planteada de dictar
un decreto de estas características. Sobre todo, porque la permanencia del
fenómeno en el tiempo hizo que se hubiese podido enviar una ley que se demandó,
ya que hay diversos proyectos presentados en las cámaras. Y no se trata sólo de
pedidos de informes sino de proyectos de ley que nunca fueron considerados.
Para dejar en claro esta cuestión, reiteradamente la Corte ha manifestado
que lo que justifica el dictado de un decreto de necesidad y urgencia no es la
necesidad que tiene el gobierno de imponer su propia agenda política. No es de
ninguna manera la voluntad política de establecer un tema determinado, de darle
importancia, de fijar su agenda. En efecto, lo que justifica un decreto de estas
características es la existencia de un hecho claro y concreto de emergencia, que no
pueda ser solucionado por la vía normal de trámite legislativo, y por el que existan
perjuicios inminentes que no puedan evitar que se cumpla con el período normal de
tiempo que requiere la sanción de una ley.
Recientemente, esta misma Corte que ha dictaminado que no tiene
incumbencia el Ejecutivo, lo reiteraba no sólo en el legendario fallo que justifica
esta situación sino en un reciente pronunciamiento: en el fallo relativo al amparo
promovido por Consumidores Argentinos, Asociación para la Defensa, Educación e
Información del Consumidor: “…cabe descartar de plano, como inequívoca
premisa, los criterios de mera conveniencia del Poder Ejecutivo que, por ser
siempre ajenos a circunstancias extremas de necesidad, no justifican nunca la
decisión de su titular de imponer un derecho excepcional a la Nación en
circunstancias que no lo son. El texto de la Constitución Nacional no habilita a
elegir discrecionalmente entre la sanción de una ley o la imposición más rápida de
ciertos contenidos materiales por medio de un decreto”.
Repito, lo ha dicho esta Corte, con su actual composición, y está
absolutamente claro.
Como lo manifesté al comienzo, estuvimos algo atareados en los últimos
días del año pasado y podíamos haber tranquilamente acompañado, con mucho
gusto –y esto lo saben el Ejecutivo y el oficialismo–, la sanción de una ley con este
idéntico contenido sin ninguna necesidad de tener que violentar el sistema jurídico
de la división de poderes que marca la Constitución.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor Diputado Cicogna.
Sr. Diputado Cicogna. – Una vez más, me veo obligado a citar tres ilustres
antecedentes.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
En primer lugar, el 25 de octubre de 1985, en pleno funcionamiento del
Congreso de la Nación, el doctor Raúl Alfonsín declaró el estado de sitio en todo el
país. La Constitución autoriza a tomar esta medida, con acuerdo del Senado de la
Nación, cuando se produce una invasión externa, pero no por conmoción interior,
sin embargo, él la tomó.
En segundo término, el 10 de junio de 1985, es decir, estando el Congreso
en período ordinario de sesiones, el doctor Alfonsín cambió la moneda argentina.
Luego el 31 de mayo de 1989, también mientras funcionaba el Congreso, el
doctor Alfonsín estableció que durante el estado de sitio quedaban restringidas en
todo el territorio nacional las reuniones de personas, etcétera, etcétera.
Así que, me remito a estos tres ilustres antecedentes que demuestran que
cuando se debe gobernar, se gobierna. Y el doctor Raúl Alfonsín lo hizo.
Gracias.
Sr. Senador Pichetto. – Seré muy breve, pero no quiero dejar pasar algo que se
dijo respecto de la aplicación del Fondo de Sustentabilidad de los Jubilados. Este
fondo se ha invertido en obra pública, en obra de infraestructura y ha sido
potenciado de manera extraordinaria por parte de la ANSéS. Es uno de los más
importantes de Latinoamérica. Ha alentado el crecimiento y el desarrollo de la
Argentina y, fundamentalmente, la recuperación de los fondos para los jubilados.
Pero quiero aclarar que nunca se aplicó en mutuales para crédito de consumo.
Es cierto que la ANSéS pone el dinero a plazo fijo en los bancos como una
forma de sostener y apoyar la implementación de créditos en el sistema crediticio
argentino, pero nunca lo ha hecho en mutuales o cooperativas argentinas. Eso hay
que clarificarlo.
Por otro lado, si estamos de acuerdo en el fondo, si estamos considerando
que hay una inequidad, una profunda desigualdad en la tasa de interés, me parece
que esta es una medida para apoyar. Y aunque podamos discutir si se podría haber
tratado por ley del Congreso, indudablemente, entiendo que la medida de fondo es
correcta.
Sin dudas, se ve también la coincidencia de los partidos nacionales con una
visión popular. Muchas veces les ha pasado que por cuestiones de forma no
terminaron respaldando en el Congreso iniciativas o leyes que compartían
plenamente. En este sentido, me quiero referir al proceso de recuperación de las
AFJP. Ahí pasó lo mismo, adujeron cuestiones de forma y perdieron de vista la
importancia de fondo.
Me parece que estas son las cosas que deberían analizar en profundidad,
desde el punto de vista de la recuperación de un rol como partido nacional que
tiene el radicalismo, importante para el sistema democrático.
Sra. Senadora Rojkes de Alperovich. – En realidad, iba a hacer el aporte que
hizo el Senador Pichetto.
Veamos lo importante. Y lo importante es que algunos jubilados no cobran
absolutamente nada.
Asimismo, veamos la realidad, la práctica, y estaremos de acuerdo en que
en extraordinaria no podíamos tratar este tema, así como tampoco pudimos
reunirnos durante el año. Creo que este ha sido el año más pobre y alcanzar el
quórum no fue nuestra responsabilidad.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
Reitero, como en extraordinaria no lo pudimos tratar, veamos de qué manera
podemos poner en práctica esto. Ya que, como manifestó el señor Senador
Pichetto, estamos todos absolutamente de acuerdo en que no podemos seguir
permitiendo que continúen estafando de esta manera a los jubilados.
Por lo tanto, señor presidente, creo que lo deberíamos poner a
consideración.
Sr. Presidente.― Sí, una vez que hayamos agotado la lista de oradores.
Senador Naidenoff.
Sr. Senador Petcoff Naidenoff. ― Me parece que fue muy claro el Diputado
Tunessi. Nosotros estamos absolutamente de acuerdo con la medida. Nos parece
loable la decisión de fondo. Ahora bien, no se trata de cualquier forma o de eludir
las formas para no acompañar la decisión de fondo.
Cuando esta Comisión fue creada, a pesar de la mora del Congreso, se lo
hizo justamente porque la propia Constitución ―es decir, no se trata de un capricho
del radicalismo, sino que lo establece la Constitución― es la que da la pauta de
cuáles son los supuestos excepcionales en los que se habilita al Poder Ejecutivo
Nacional para dictar decretos de necesidad y urgencia. De eso se trata, Senador.
Usted es una persona muy inteligente y sabe que nosotros tenemos una
posición en este sentido, porque desde el primer día creemos que se hace
necesario apuntalar fuertemente esta idea del carácter restrictivo del dictado de los
decretos de necesidad y urgencia para que la anormalidad no se transforme en
normal, como es el caso de la habitualidad de un supuesto excepcional, como bien
lo explicó el propio Diputado.
Entonces, estamos de acuerdo con la cuestión. Lo hubiéramos discutido...
Sr. Senador Pichetto.― Están dados los supuestos para el decreto. Fue emitido el
21 de diciembre. El Congreso ya había entrado en el receso de ordinarias a partir
del día 30.
El supuesto de iniquidad, de desigualdad que planteó el doctor Tunessi, es
un supuesto totalmente válido en esta materia. Una reparación inmediata en el
proceso del haber del jubilado tiene un contenido también de rapidez y de urgencia.
Yo creo que se dan los supuestos. Lógicamente, siempre hay un abordaje
por la negativa o de no querer reconocer estos supuestos. Indudablemente que si
se hubiera hecho en el período ordinario creo que el argumento podría haber sido
más válido. Pero considero que estaban dados los supuestos para que el Poder
Ejecutivo pudiera dictar un decreto de necesidad y urgencia.
Sr. Senador Petcoff Naidenoff.― Bueno, es la posición del oficialismo. Nosotros
estamos convencidos de que así como hemos tratado en sesiones extraordinarias
un paquete enorme de leyes trascendentes, también la Unión Cívica Radical
hubiera estado dispuesta a tratar y a acompañar este tema, tal como hemos
acompañado otros asuntos.
Sr. Presidente.― Tiene la palabra el Diputado Rossi.
Sr. Diputado Rossi.― Señor presidente: muy sintéticamente. Quiero ratificar lo
que decía recién el Senador Pichetto. Está absolutamente dentro de lo que
prescribe la necesidad de un decreto de necesidad y urgencia el momento y la
fecha en la cual la presidenta anunció este decreto de necesidad y urgencia.
Me parece que también es justo tomar dos cuestiones. La presidenta de la
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
Nación está reiniciando su segundo mandato. Es la presidenta de la Nación que
menos decretos de necesidad y urgencia ha emitido desde la recuperación de la
democracia. Entonces, no estamos ante un Poder Ejecutivo que convierte un
recurso extraordinario en un recurso ordinario, ni mucho menos.
Vuelvo a repetir: la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner,
es quien menos decretos de necesidad y urgencia ha emitido durante su primer año
de mandato, comparando con los otros presidentes que ha dado la democracia a
partir del 10 de diciembre de 1983.
Digo más, esta presidenta de la Nación es la primera presidenta de la
democracia que gobierna sin la prórroga de las leyes que contenían facultades
delegadas. Nosotros hemos decidido no solicitar… en realidad, la presidenta de la
Nación decidió no solicitar la prórroga que vencía a partir de agosto del año
pasado. Así que creo que estamos ante una decisión que es un decreto de
absoluta justicia.
Quiero decir que no es la primera vez que el gobierno se ocupa de esto. El
gobierno llega a este decreto de necesidad y urgencia porque es un instrumento
que tiene fuerza de ley y mayor contundencia. Pero ya hay resoluciones de la
ANSeS que fueron volteadas por medidas cautelares que permitieron a las
mutuales seguir con la misma operatoria.
Entonces, me parece que están dadas absolutamente todas las condiciones
como para que sea aprobado. Obviamente, respetamos el pedido de la oposición,
como siempre, para que sea aprobado en conjunto; pero si no es así, señor
presidente, creo que puede ser considerado como aprobado y seguir con el
tratamiento de los temas.
Sr. Presidente.― Muy bien.
No habiendo más legisladores anotados para el uso de la palabra, creo que
resultaría pertinente que pasemos a la consideración del decreto 324, entendiendo
que respecto a este decreto de necesidad y urgencia, el 246, tanto el bloque de la
mayoría como el de la minoría van a emitir sendos dictámenes.
Entendiendo que esta situación es así, creo que tendríamos que pasar a
considerar el decreto 324, que es el último decreto de necesidad y urgencia. Este sí
tiene fecha 30 de diciembre de 2011 y se refiere a la adecuación de partidas,
respecto de algunas partidas que han estado subejecutadas. Naturalmente, lo que
se busca es una compensación de partidas; situación que ocurre en los epílogos de
todos los ejercicios presupuestarios en todos los niveles de las administraciones.
En consecuencia, se trata de un precedente respecto del cual ya esta Comisión se
ha expedido reiteradamente. Siempre ocurre cuando terminan de ejecutarse las
partidas; y el fin del ejercicio es el momento cuando surge esta subejecución.
Entonces, a efectos de no detener el funcionamiento de la Administración
Pública Nacional, de los servicios que se prestan desde el Estado nacional,
corresponde hacer esta reasignación de partidas a fin de que los libramientos que
cada una de las áreas de la administración realice tengan el sustento adecuado
para evitar que los funcionarios hagan una administración inadecuada de esos
fondos.
De modo que es sobre esa base que se dictó este decreto de necesidad y
urgencia. Por lo tanto, no existe aquí ningún tipo de limitación formal como las que
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
fueron consideradas o planteadas dentro de los otros asuntos. Sí creo que vale la
pena detenerse en uno de los aspectos, que es el rubro de remuneraciones
extraordinarias. En este caso, lo que se le otorga al Poder Ejecutivo es la facultad
de examinar las remuneraciones extraordinarias y se hace exclusivamente respecto
del personal que presta servicios en el sector público nacional. Se trata de
remuneraciones no incluidas en el sueldo mensual regular. Y la facultad de
examinarla por parte del Poder Ejecutivo nacional surge claramente del artículo 99
inciso 1°.
Hay que recordar que el presidente de la Nación es el titular político de la
administración pública. De modo que resulta incuestionable la legitimación que
tiene para adoptar este tipo de medidas que, reitero, no implican de por sí ningún
cercenamiento, sino la facultad de examinar, desde la responsabilidad política de la
administración, las distintas escalas de remuneraciones extraordinarias fuera de los
convenios que existen en cada una de las áreas de la administración pública.
Y en atención a que existen situaciones dispares en distintos organismos,
muchas veces de un mismo Ministerio ―no sólo dentro de la Administración
Pública Nacional y entes descentralizados, sino muchas veces dentro de un mismo
Ministerio―, está la posibilidad de encontrar una equiparación entre los distintos
sectores o la posibilidad de ir integrando estas remuneraciones extraordinarias con
otras remuneraciones extraordinarias de otros sectores de la Administración, por lo
que se hace necesario la toma de esta decisión, que reitero, es un capítulo dentro
del decreto de necesidad y urgencia 324/2011.
Este decreto también crea una comisión especial destinada a interpretar esta
normativa referida a una de las áreas de la Administración. De lo contrario no
habría otra forma de poder armonizar esta situación de excepción.
Hago esta reiteración porque se ha instalado a través de distintos medios –y
a través de alguna representación sindical, naturalmente- la idea de que se avanza
sobre estas remuneraciones extraordinarias. Lo que se da es la facultad al Poder
Ejecutivo para reexaminarlas. Seguramente que con los titulares de cada uno de
los entes y organismos estatales que otorgan estas remuneraciones
extraordinarias, se va a encontrar una armonización, una interpretación, como dice
literalmente el decreto.
De modo que hecha esta expresión respecto a esta comisión técnica
asesora de política salarial del sector público, como se denomina el organismo, y
explicado que se trata de una actividad meramente natural, normal de
administración de las remuneraciones dentro del sector público y que no implica
ningún cercenamiento a ninguna remuneración existente, sino –reitero- que se le
otorga la facultad al Poder Ejecutivo para analizar cada una de estas situaciones
particulares, solicito a los integrantes de la comisión la posibilidad de poder
instrumentar un despacho único que respalde la aprobación de este decreto de
necesidad y urgencia, cuyo carácter excepcional ha sido ya fundamentado y que
observa naturalmente los requisitos formales y esenciales tanto de la exigencia
constitucional -artículo 99, inciso 3)- como de la ley 26.122.
Tiene la palabra el Diputado Tunessi.
Sr. Tunessi. – Encomiamos y aplaudimos el esfuerzo que hace el Diputado
informante del oficialismo, pero la verdad que cuesta trabajo interpretar que no se
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van a revisar las remuneraciones del sector público con un texto como el que
incluye este decreto.
Si me lo permiten, me hace recordar a las discusiones que tuvimos en
algunos temas con algunas leyes. He escuchado decir: “Las leyes pueden ser
malas, pero como nosotros somos buenos, no las vamos a aplicar”. Al fin de
cuentas, pareciera que están las facultades en la ley, pero “quéndese tranquilos
que como este es un gobierno popular y nacional no va a pasar nada”. La verdad
es que el texto es el texto de la ley, objetivamente.
Dos aspectos que querríamos dejar sentados. Tenemos discrepancias de
forma y de fondo. Las discrepancias de forma ya fueron señaladas, por lo que no
voy a reiterarlas para no aburrir.
El tema presupuestario. El otro decreto que tratamos también readecua el
presupuesto y reasigna partidas. Recordemos que allí la presidenta está usando
facultades extraordinarias contenidas en el presupuesto y en muchísimas leyes,
como las que tiene el jefe de Gabinete de reasignar partidas sin aprobación del
Congreso. De manera que decir que la presidenta no tiene facultades delegadas
extraordinarias me parece que… Serán las nuevas, las que no se las renovaron,
pero las que mantiene están vigentes plenamente.
No vamos a entrar en la conocido historia de por qué no se aprobó este
presupuesto, las razones, que la oposición no lo quiso, etcétera. Nosotros sí
quisimos aprobar un presupuesto. Pero no importa. Pero esto no es reiterado este
año.
Hace varios períodos que se repite una situación. La oposición denuncia la
existencia de números macroeconómicos que subestiman las posibilidades de
ingresos, crecimiento económico, inflación, ergo el ingreso fiscal que tiene el
Estado en función de subestimar adrede, exprofeso los recursos, para luego venir
con lo consabido, un clásico ya. Todos los años pasa lo mismo, digamos la verdad.
A mediados de año, septiembre u octubre se dicta un DNU sobre el fin del ejercicio
y luego otro DNU asignando… Porque también hay que ver la calidad de los
decretos, no sólo la cantidad. Algunos decretos de necesidad y urgencia son por 50
mil millones, 60 mil millones de pesos que se reasignan sin control del Parlamento.
No hay ningún tipo de posibilidad de controlar en qué se asignan los recursos. El
plan del gobierno es: le damos un poco a Prefectura, un poco a los jubilados, un
poco a esto, un poco a aquello, un poco a todo. Son todas necesidades. Nadie
discute el plan, pero tampoco nadie dice ni nadie discute cómo se asignan los
recursos en un Estado democrático. Los recursos los asigna el Congreso de la
Nación. En el presupuesto anual se determina cómo se tienen que asignar los
recursos. Acá estamos incurriendo en esa cuestión.
Respecto al artículo 8°, quisiéramos saber cuáles son los casos. Puede ser
que el Estado necesite o quiera… Y podría haberlo hecho por un decreto ordinario,
simple porque son facultades propias del Poder Ejecutivo. ¿Cuál es la idea de
meter de rondón ese artículo 8° en este colectivo d e la reasignación de partidas del
presupuesto a fin de año? Tiene un léxico tan abierto, que dice: “normas
especiales”… ¿Qué son las normas especiales? ¿A qué consideramos “norma”?
¿A la ley, los decretos, las convenciones colectivas, los acuerdos paritarios, que
son ley entre las partes? ¿Se puede modificar eso? ¿Se puede modificar una
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remuneración o un premio extraordinario para un sector de la Administración
Pública al que se le dio un recurso especial? Pareciera que este decreto es tan
abierto y tan amplio y tan genérico que lo pueden hacer. Pero claro, “no lo vamos a
hacer porque somos buenos. Quédense tranquilos que nosotros no vamos a usar
las facultades… No, tengan confianza”. Esa no es una forma de legislar. La ley dice
claramente que pueden hacer un ajuste en el sector de trabajadores asalariados
del Estado. No negamos que pueda haber lugares en donde haya privilegios en la
Administración y que se tengan que retocar, y lo podrá hacer el gobierno. Por
supuesto, ¿cómo no va a tener facultad para hacerlo si administra? Pero esto no
nos dice nada a nosotros. Acá parece que pueden modificar incluso las
asignaciones, los premios, las bonificaciones extraordinarias dispuestas por ley.
¿Cómo no van a estar preocupados los gremios? ¿Quieren que aplaudan los
gremios, que digan que están contentos? “No, les van a dar facultades, pero,
bueno, después vamos a discutir”. Fundamentalmente porque viene de rondón
metido en este contexto general de ajuste presupuestario, en un decreto de estas
características, en un año tan particular como el que ya hemos empezado a
transitar. Pareciera ser que pasadas las elecciones suenan campanas de realismo
y, bueno, de ajuste; lo voy a decir porque pareciera ser que esa es la cuestión.
Nosotros tenemos una visión distinta: creemos que el gobierno podría haber
tratado las cuestiones salariales a través de un decreto simple y, por supuesto, nos
oponemos de manera tajante y absolutamente contundente a que el gobierno
reasigne estos niveles de partidas presupuestarias sin consultar al Congreso.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor Senador Pichetto.
Sr. Senador Pichetto. Lo que me parece importante remarcar es que nada de lo
que esté comprendido en la Convención Colectiva, en el acuerdo paritario,
conforma parte de este análisis que hará la Administración.
Estamos hablando de analizar gratificaciones o premios, otorgados por
algunos sectores de la Administración, a los fines de que a través de la Comisión
Salarial se determine claramente, se ordene y se enmarque en una situación de
mayor igualdad. Ya que no puede haber –y en esto tomo las palabras del Diputado
Tunessi– sectores de privilegio y sectores en franca desigualdad.
Por lo tanto, me parece que, para darle fuerza de ley, es correcto hacer este
proceso mediante un decreto de necesidad y urgencia y no a través de un decreto
simple. Es necesario trabajar para reordenar, para trasparentar y para saber cuál
es el costo, por lo tanto, entiendo que es fundamental que la Administración tenga
estas herramientas.
En esto consiste. No estamos afectando nada que surja de la Convención
Colectiva de Trabajo.
Ninguno de los beneficios logrados por los trabajadores en el marco de la
discusión paritaria –que, por suerte, se da en la Argentina todos los años, donde se
discuten salarios y premios especiales– estará alcanzado por el análisis de esta
Administración. En efecto, la nota lo dice muy claramente, surge de manera precisa
y categórica. Por lo tanto, es aconsejable informarse bien y analizar detenidamente
el tema antes de hacer comentarios. Entre ellos, los que mencionan que se
violentarán los derechos de los trabajadores que surgen del Convenio Colectivo.
Así que quiero hacer esta aclaración que me parece fundamental también
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para el sector de los trabajadores públicos. A fin de que ellos sepan de manera
clara la finalidad que tiene la medida planteada por el Poder Ejecutivo.
Sr. Diputado Rossi. – Señor presidente: deseo manifestar dos o tres cuestiones
que me parece que es preciso analizar sobre las readecuaciones presupuestarias.
En primer lugar, en términos particulares, sobre lo que significa este ejercicio fiscal
2011 y, luego, en términos generales, para ver si podemos no digo saldar, pero sí
poner un punto a la discusión y seguir debatiendo para adelante.
No fue menor gobernar sin presupuesto. Estos montos que se mencionan
sobre las adecuaciones presupuestarias de 2011 son montos referidos a que el
Poder Ejecutivo Nacional trabajó durante todo el ejercicio fiscal de 2011 con el
reconducido de 2010. Entonces, desde el punto de vista institucional, la falta del
instrumento básico por una decisión de la oposición –la de no permitirle al
oficialismo tener presupuesto en 2011– dificulta, sobre todo desde la
administración, la ejecución de la materia presupuestaria.
En segunda instancia, ya en términos generales, hay que decirlo con
claridad, y también lo reivindicamos, que cada presupuesto que hemos enviado a
este Congreso de la Nación lo hemos hecho con indicadores presupuestarios
moderados. Porque entendemos que siempre es mejor encontrarse con más
ingresos de los previstos y no ante la situación inversa, es decir, con más gastos de
los previstos. Eso nos ha permitido trabajar durante todos estos años con un
determinado perfil de ejecución presupuestaria.
Tercer elemento que también deseo precisar: cuando se habla de los DNU
se habla de asignaciones presupuestarias sin control parlamentario. Y la verdad es
que lo que estamos haciendo acá es el control parlamentario de los decretos de
necesidad y urgencia. Entonces, cuando la presidenta de la Nación, es decir, el
Poder Ejecutivo, por vía de decreto de necesidad y urgencia, toma o determina
asignaciones presupuestarias que están, en un año normal, por encima del
presupuesto, está previendo que ese decreto de necesidad y urgencia tendrá
tratamiento en el Congreso. Por lo tanto, tendrá control parlamentario con un
tratamiento diferencial, distinto, al que tiene una ley. Por eso es un decreto de
necesidad y urgencia. En efecto, una ley es una ley y un decreto de necesidad y
urgencia es un decreto de necesidad y urgencia. Pero es incorrecto decir que las
asignaciones presupuestarias excedentes de la ejecución presupuestaria no tienen
control parlamentario. ¡Eso no! ¡Sí, señor, tienen control parlamentario! ¡Nosotros
estamos ejerciendo ese control parlamentario!
A continuación, el cuarto elemento referido a las asignaciones
presupuestarias y a la modificación de partidas que hace el jefe de Gabinete.
Quiero decir con absoluta claridad que el Poder Ejecutivo, en 2009, sobre el
mal llamado uso de los Superpoderes, envió una norma a este Congreso, una ley
para reducir, ponerle un límite, a la facultad de reasignación de partidas del cinco
por ciento del monto total del presupuesto. Eso fue aprobado por este Senado de la
Nación y estuvo pendiente de tratamiento en la Cámara de Diputados.
El oficialismo quiso completar la sanción de ese cinco por ciento y la
oposición, que en ese momento discutía para ver quién era más antikirchnerista,
dijo: “¡No, cinco por ciento es mucho; cero!” Y, como modificaron la sanción del
Senado, hoy se encuentra aquí sin tratamiento.
22
Reunión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo – Ley N° 26122 - 16/1/12
Entonces, no es responsabilidad nuestra lo sucedido, porque la presidenta
puso un intento de limitación. Y ese intento no había sido sacado de cualquier lado,
ya que, entre otras cosas, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene
también un limitante del cinco por ciento para la movilidad de partidas de su
presupuesto.
Para finalizar, en quinto lugar, en relación con el artículo 8°, deseo reafirmar
lo que ha dicho con claridad el señor Senador Pichetto.
Respecto del decreto de necesidad y urgencia surge claramente de su
artículo 8° que se trata de aquellas remuneraciones que se encuentran por fuera de
los convenios colectivos de trabajo. Es decir, remuneraciones en concepto de
premios, de incentivos y de cualquier otro argumento distinto a los relacionados con
la Convención Colectiva de Trabajo o a la discusión paritaria. Asimismo, en ningún
lugar se habla de “reducción” sino que figura el término “reordenamiento”.
Por otro lado, con esta decisión ¿qué reivindica el Estado? Una mirada
centralizada del sistema público, tendiente a observar cómo se gastan los recursos
públicos. ¿Dónde se dan estas situaciones? En muchísimos organismos –todos los
conocemos–, generalmente, en aquellos que tienen una capacidad recaudatoria
propia que genera una situación de desigualdad frente a otros organismos que no
la tienen.
En conclusión, lo que queremos hacer es poner una mirada sobre eso. Nada
más y nada menos. El monto de todo lo que está por fuera de los convenios
colectivos de trabajo, del conjunto del sector público, es del cinco por ciento, o sea
que nadie puede creer que se trate de una medida de criterio fiscalista. Es una
medida de justicia. Es una medida de ordenamiento del funcionamiento de la
Administración Central y, por lo tanto, entiendo que es absolutamente razonable.
Basta leer la historia de cómo se fueron dando esos suplementos, premios y
demás, para ver que lo que acabo de decir es exactamente así.
Señor presidente: me parece que el decreto cumple con absolutamente
todas las características requeridas y que, en términos generales, sería bueno que
empecemos a precisar cada vez que decimos las cosas porque, de lo contrario, por
un lado se escucha: “Esta es una comisión de control” y, después, cuando tratamos
un DNU, que es una asignación presupuestaria, se dice: “No hay control
parlamentario”. Sin embargo, ¡sí, hay control parlamentario! Esta Comisión es la
que surge del tratamiento parlamentario de los decretos de necesidad y urgencia.
Por lo tanto, como consideramos que los elementos están absolutamente
calificados, nosotros vamos a aprobar también este decreto de necesidad y
urgencia.
Sr. Diputado Tunessi. – Eso es post; no pre.
Eso es pre-presupuesto; esto es post gasto.
Sr. Presidente. – ¿Hay algún otro legislador que desee tener el uso de la palabra?
Entonces, hemos terminado con el tratamiento del quinto decreto de
necesidad y urgencia, el 324/11, de modo tal que las dos posiciones quedarán
plasmadas. La mayoría en un dictamen de aprobación, y los Senadores y
Diputados que integran la minoría en otro proyecto de dictamen.
Sin otros temas por tratar, se da por levantada la reunión de Comisión.
– Son las 19 y 36.
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