“2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN PLENARIA DE LAS COMISIONES DE PRESUPUESTO Y HACIENDA Y DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL Salón Illia – H. Senado de la Nación 25 de agosto de 2015 Presidencia del señor senador Juan Manuel Abal Medina y de la señora senadora María de los Ángeles Higonet PUBLICAC IÓN DE LA DIRECC IÓN GENERAL DE TAQUÍGRAFOS “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 2 – En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón Illia del H. Senado de la Nación, a las 17 y 33 del martes 25 de agosto de 2015: Sr. Presidente (Abal Medina).- Buenas tardes a todos y a todas; señoras senadoras, señores senadores, autoridades, público en general, personal de esta Casa. Damos por inicio a la reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social para poner en tratamiento el proyecto de ley del Poder Ejecutivo, expediente 160/2015, creando la Agencia Nacional de Participación Estatal en Empresas, ANPEE. Para la presentación de esta iniciativa contamos con la presencia del señor Axel Kicillof –ministro de Economía–, de Diego Bossio –director ejecutivo de la ANSES–, además de contar con la presencia de los funcionarios que componen las dos áreas. Para iniciar el tratamiento de este importantísimo tema, le vamos a dar la palabra al ministro de Economía de la Nación. Axel... Sr. Kicillof.- Muchas gracias. Gracias Juan Manuel, gracias también a Miguel Pichetto que hoy nos recibió y gracias a los miembros, presidentes y autoridades de las comisiones. Venimos hoy aquí a presentar el proyecto que anunció recientemente la presidenta de la Nación que va a ser enviado al Congreso para la creación, como recién decía el senador, de la Agencia Nacional de Participaciones Estatales en Empresas. La verdad es que se trata de un proyecto que si bien en términos estrictos afecta una tenencia accionaria –cuyo origen voy a pasar a detallar bien, porque hace a la cuestión central del proyecto– lo que creo yo y desde mi cartera tenemos la convicción es que en realidad la creación de esta agencia y el tratamiento de estas tenencias accionarias, que hoy son propiedad del Estado Nacional, remiten a discusiones mucho más profundas y que tienen, por qué no, una honda significación y una honda importancia en los momentos que actualmente está transitando el país. ¿Por qué digo esto? Porque si bien el proyecto lo estamos presentando formalmente hoy y ha entrado en la Cámara hace poco, en estas horas, lo cierto es que encierra en él una discusión muy importante acerca de la relación de lo público con lo privado y, particularmente, del Estado con el usualmente denominado mercado. En el caso de tenencias accionarias se hace todavía más estricta la palabra, porque suele hablarse de acciones que flotan en la bolsa del mercado por excelencia. Es decir que estas son acciones, muchas de ellas, que tienen una cotización diaria en los mercados bursátiles nacionales y extranjeros. Es por eso que esta discusión sobre la agencia, si bien en términos estrictos habla de este grupo de acciones que hoy están en tenencia del FGS, remite a esta discusión más general que es la relación entre el Estado y el mercado en el sentido de la propiedad de las empresas privadas y las empresas privadas en general. Puesto de otra manera, este proyecto da una respuesta a una pregunta que uno podría hacerse en abstracto que es: ¿qué relación debe tener el Estado nacional con las compañías privadas cuando el Estado nacional es poseedor y tenedor de acciones de esas compañías privadas? Dejo esto en claro porque se trata de, en el caso de las acciones que van a estar comprendidas dentro de la tenencia de la Agencia Nacional de Participaciones Estatales en Empresas, tenencias minoritarias. Si bien el debate, formalmente, se inicia hoy, y entiendo que la Cámara y las comisiones se van a dar espacio para debatirlo en profundad, es cierto que alguna porción de esas discusiones han sido adelantadas por la propia opinión pública, los Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 3 medios especializados, los medios en general y algunos candidatos y/o miembros de partidos políticos que han opinado ya sobre el proyecto y sobre esta cuestión tan importante e interesante en términos filosóficos y de discusión acerca del papel del Estado que es la que vamos a dar hoy. ¿Qué debe hacer el Estado con tenencias accionarias minoritarias en compañías privadas que flotan –como se lo llama usualmente– en la Bolsa de Valores? ¿Qué debe hacer? ¿Debe venderlas todas? ¿Debe quedárselas? En tanto al dueño de esas participaciones, ¿debe o no designar directores? ¿Cuál es el papel que tienen que desempeñar esos directores adentro de las compañías? Estos temas hacen a una cuestión todavía más general que el vínculo entre lo público y lo privado, las sociedades anónimas y el Estado sean o no participaciones que tengan flotación de mercado. También, por supuesto que hay algunas empresas, que me adelanto a decir, en las que el Estado tiene mayoría, pero que no son el hueso de la cuestión, porque la verdad es que lo que estamos discutiendo es el destino de las acciones heredadas del sistema de AFJP. Heredadas es una forma sencilla de decirlo, pero sabemos que no se trató de una simple herencia ni fue tampoco voluntad de quien las transfirió, sino que es el resultado de ese episodio tan negro de la historia argentina que fue cuando el sistema de la seguridad social quedó en manos de instituciones financieras privadas, nacionales y extranjeras con todos los efectos que ha tenido en el patrimonio de los jubilados y en el patrimonio de los propios trabajadores. Voy a iniciar la exposición con algún párrafo histórico sobre qué participaciones son y de dónde provienen, cómo es que han ido a dar a manos del Estado nacional y por qué estamos discutiendo hoy en el Parlamento, por voluntad del Poder Ejecutivo y de la presidenta de la Nación que ha elevado esta ley, qué hacer con ellas y cuáles son los dilemas que se han planteado. Voy también a aprovechar para dar alguna respuesta a algunas opiniones, más allá de que esta es una intervención y después abriremos lugar al debate, según entiendo. Pero de todas maneras voy a aprovechar para, anticipadamente, dar algunas respuestas a lo que hoy está circulando en la opinión pública, sin adelantarme, porque no sé si son preguntas que van a hacer los señores senadores. En primer lugar, recordarán ustedes que el inicio de toda esta saga se da justamente en el año 1993, con la ley 24.241, que creó el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, conformado por el régimen previsional público y por el régimen de capitalización. Ese régimen de capitalización son las famosas AFJP. Un sistema que, como tantas otras ideas de cuño neoliberal, durante la década del noventa fue importado o impuesto a la Argentina como uno de los tantos programas de modernización del Estado, presuntamente, pero que terminaron básicamente en la transferencia de patrimonio estatal a manos privadas, ya sea de patrimonio vinculado a servicios públicos, como también, en este caso, algo que no ocurrió en tantos países, por lo menos donde el sistema era originalmente solidario... Porque nuestro sistema previsional, desde su fundación, tenía naturaleza solidaria, entendido esto por el hecho de que los trabajadores en activo, a través de su actividad, hacen aportes que inmediatamente van a solventar las jubilaciones y pensiones de los pasivos. Es decir, es una solidaridad de todos los trabajadores, tanto los que están en actividad como los que ya han cesado la actividad. Esto fue remplazado por otra idea. La verdad es que cuando uno observa –he dedicado un tiempo el día de hoy a repasar cuáles eran las presuntas virtudes de ese sistema privado de jubilaciones– todas esas promesas, lo que resulta al cabo de los años es que todas ellas no sólo fueron promesas incumplidas, sino que fueron aberrantes, arbitrarias y deliberadas mentiras Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 4 para imponer un negocio en donde tenía que estar un sistema solidario de reparto entre los trabajadores argentinos, más allá de su condición de activos o pasivos. El sistema de capitalización, las llamadas AFJP en la Argentina y AFP en otros países, tiene diferentes nombres, pero básicamente eran compañías subordinadas mayoritariamente al sector financiero y bancario; es decir, eran partes componentes de instituciones financieras. Dicho de otra manera, la administración de los fondos de jubilación y pensión fue a dar a manos privadas. Y no a cualquier privado, sino a los bancos e instituciones del sector financiero. Como ustedes saben –no voy a hacer una descripción más detallada porque es público y notorio, más aquí–, estas instituciones recibían los fondos de los aportes que cada uno hacía según la ley; de esos fondos, se detraía una porción para el funcionamiento –las famosas comisiones–, y el resto era invertido en cuentas de capitalización individuales, a nombre de cada uno de los aportantes. Las supuestas virtudes –muy vinculadas a las ideas caras al neoliberalismo y al egoísmo como centro de las fuerzas económicas– eran que cada uno aportaba no para un sistema en su conjunto, no para los jubilados o trabajadores pasivos, sino que el aporte individual iba total e íntegramente a pagarle la jubilación al propio trabajador cuando llegara el día de jubilarse. Es decir, era, si quieren ustedes, puesto en su máxima expresión el paradigma de que el egoísmo es la única fuerza motriz del proceso económico, de forma tal que cada uno debía aportar lo más posible para después poder cobrar lo más posible. Pero en el medio había un intermediario, que era quien contenía esos fondos y los administraba sin concurso ni participación de cada uno de nosotros. Porque yo también he sido, como muchos de ustedes deben haberlo sido, cliente de una AFJP privada. Uno aportaba con su sueldo; eso iba a la AFJP y se sacaban una comisión. La comisión tenía un componente fijo y después había premio, es decir, el banco o la institución que lo manejaba usufructuaba si el fondo mejoraba en su rendimiento. Y, sacada la comisión, eso quedaba en una cuenta individual. Pero el destino de los fondos de esas millones de cuentas individuales era decidido por cada una de estas AFJP. Estas AFJP los invertían, según un marco normativo que se fue modificando, en diferentes activos financieros. Dicho de otra manera, lo que se pensaba que cada uno aportaba con una parte de su salario, eso iba al sector financiero. Dicho sector compraba diferentes activos financieros: títulos nacionales y extranjeros, y otro tipo de activos financieros –ahora me voy a referir a eso–, incluso, podía haber plazos fijo. Es decir, la decisión especulativa con esos fondos era tomada unilateralmente por cada una de esas empresas dentro de determinados andariveles. A través de ese proceso de inversión –que se trata de una inversión financiera, no real–, ese fondo individual iba a crecer, de modo tal que cuando uno llegara a la edad de jubilarse iba a ir recibiendo partes alícuotas de ese fondo que se había creado individualmente, en base a la especulación, con ese dinero. Estos eran más o menos lo fundamentos. Recuerdo bien cuando el sistema se impuso. Después también recuerdo bien, como víctima de este sistema, haber sufrido las consecuencias de todas las mentiras que habían sido instaladas. Porque en los hechos y en la práctica, en muchos casos, esas voluminosas comisiones se llevaron buena parte de los fondos líquidos. Lo recordarán ustedes. Yo sé que es folklórico, pero por las edades que veo en la sala muchos de ustedes deben recordar que si había una usina de propaganda y de publicidad permanente eran las AFJP, que estaban por todos lados: en toda la cartelería, en las Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 5 remeras, con las promotoras en las playas, en los paradores. Esa plata no salía de otro lado que de los propios fondos de los aportantes, que éramos nosotros. Es decir, había una usina propagandística que era también usufructuada por el propio sector privado, que eran quienes cobraban las propagandas. Es decir que había un reciclaje de esos fondos dentro del sector financiero y de otros privados que recibían los fondos para las propagandas. Lo recordarán ustedes. Quiero repetirlo porque saben muy bien que era un aluvión y un bombardeo permanente en todos los medios de comunicación de propagandas de esas AFJP, que lo llenaban todo tratando de conquistar a los clientes. Saben ustedes que eso también era falso, porque trataban de generar un mercado en donde uno iba a terminar decidiendo cuál AFJP le rendía más; entonces, eso iba a determinar la eficiencia. Finalmente, el trámite o las modalidades que había para cambiarse de una empresa a otra en la estadística resultaron absolutamente despreciables; quiero decir que había muy poca movilidad. Trataron de generar un mercado presuntamente competitivo para que compitieran entre ellas y generaran mayor eficiencia, mayores rendimientos. Lo que realmente había eran comisiones extraordinarias, una fortuna en manos del sector financiero, un verdadero negoción, más lo que se repartían como publicidad. Los estafados fueron los trabajadores y los futuros jubilados. Ese fondo se administraba de una manera completamente ruinosa. Me acuerdo de mi propia cuenta de capitalización, que me llegaba creo que semestralmente –me llegaban de a seis–, y la plata que había en el fondo era cada vez menor. De forma tal que, después de haber aportado –cuento mi caso individual, pero esto es generalizable por estadística– durante años y años, no tenía ni un décimo de un sueldo mensual de lo que yo cobraba. Quiere decir que la plata se había evaporado en maniobras financieras equivocadas y ruinosas. Esto iba a redundar evidentemente en el hecho de que, cuando llegara la hora de que cada uno de los poseedores de estas cuentas individuales se jubile, no hubiera fondos para solventar una jubilación ni cercana a ningún porcentaje móvil ni nada parecido, porque eso se habría evaporado en manos de empresas privadas. Dada esta situación, se tomó una decisión. Porque en 2007, primero, se crea el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del régimen previsional público de reparto; y en 2008, mediante la ley 26.425, ambos sistemas fueron unificados en el Sistema Integrado Previsional Argentina, el SIPA. Básicamente, lo que se hizo fue estatizar los fondos de las AFJP, que no eran otra cosa que fondos de los propios argentinos; ponerlos en una sola institución y devolver al sistema solidario de jubilación, que era el sistema histórico de la Argentina, los recursos que integraban las cuentas individuales de capitalización de los afiliados. Los beneficiarios del régimen de capitalización, así como los empleados también. Porque recordarán ustedes que había una cuestión de quién iba a absorber esa masa. Pero se solucionaron todos esos problemas y se creó ahora nuestro Sistema Integrado Previsional Argentino, que fue transferido totalmente a la ANSES. Ahora, entre esas tantas inversiones que se hacían con los fondos de los trabajadores, una de las cosas que hacían las AFJP, el sector financiero, era comprar acciones de compañías privadas que cotizaban en bolsa. Invirtieron en participaciones accionarias, como otros tantos activos financieros que podrían ser títulos públicos o podían ser plazos fijos en los bancos o diferentes activos financieros, títulos extranjeros −con ciertas limitaciones que se fueron modificando− pero también compraron acciones de compañías privadas. Esas acciones estaban atomizadas entre las AFJP que eran múltiples empresas, cuando el fondo se unifica, en el FGS, entre las tantas colocaciones e inversiones Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 6 apareció un paquete de tenencias accionarias que pasó a ser propiedad del Fondo que unificó las tenencias y ya no de cada uno de los individuos a través de su cuenta de capitalización individual, esos montos significaban inversiones, porque se trataba de inversiones de fondos individuales de cada uno de los aportantes. Y ahí salió a la luz con los reportes continuos de que había tenencias muy importantes de algunas compañías privadas. Este fue un subproducto del proceso de recuperación de los fondos para las jubilaciones de los argentinos. Lo cual, evidentemente, nos pone ante estos dilemas que estaba planteando sobre qué hacer con esas tenencias accionarias. Voy a empezar por decir qué hizo este gobierno con esas tenencias accionarias. No vendió ni una sola acción de las que llegaron junto con el Fondo que se unificó en el FGS. No se vendió ni una sola acción de las que vinieron con las AFJP. ¿Por qué esto? Y aquí viene una cuestión filosófica. Lo ha dicho en reiteradas oportunidades Diego Bossio, el titular de la ANSeS, nosotros conocemos la tristemente célebre historia argentina de la privatización de las empresas que eran del Estado en épocas anteriores como Aerolíneas, YPF, Obras Sanitarias de la Nación, Entel y otras tantas compañías de servicios públicos o estratégicas para la Nación Argentina. La verdad es que la teoría de las sociedades anónimas y de la tenencia accionaria no es muy distinta. Lo único que ocurre con una sociedad anónima que cotiza en bolsa cuya tenencia está dividida en acciones que se venden y compran en los mercados es que esa tenencia es parcelada y subdividida en cada uno de los títulos de propiedad que son las acciones. Las acciones dan dos tipos de derechos: dan derecho a una parte alícuota del patrimonio de la compañía. Es decir que un tenedor de una sola acción, aunque haya 25 millones de acciones, es dueño de un 25 millonavo de la empresa. Es dueño. Entonces, como dueño, tiene dos derechos: el primero, a recibir una parte de la rentabilidad o de los dividendos cuando se distribuye la ganancia a través de dividendos de la empresa. Es decir, es propietario de la empresa y, por tanto, de una parte de la ganancia de la empresa y aunque por tratarse de sociedades anónimas no es solidariamente responsable, ni tiene que aportar cuando la empresa cae en un quebranto, sí recibe una parte de las utilidades cuando la empresa las reparte. Ese es el derecho económico que dan las tenencias accionarias. Pero, las tenencias accionarias, también dan derechos políticos. Eso quiere decir que los tenedores de acciones tienen derecho a participar del gobierno de la compañía. Muchos han entendido que el sistema de sociedades anónimas −que es muy antiguo en el capitalismo− es de democratización de las propiedades de las empresas que antes tenían un solo dueño. Antes eran empresas personales y ahora, con el sistema de sociedades anónimas, se socializan de forma tal que pueden participar tanto en los resultados económicos como en los aportes de capital, como en el gobierno de las empresas todos aquellos que sean tenedores de algún título, de alguna acción de dichas compañías. El Estado, al recuperar los fondos de los futuros jubilados y de los trabajadores a través de ANSeS y el FGS recuperan también una parte de estos fondos que están invertidos en acciones. Las acciones se pueden ver como una inversión financiera. Uno puede comprar una acción con el solo propósito de esperar que suba o baje y hacer una inversión líquida de corto plazo. Es decir, puede comprar una acción para especular −como decimos acá: para “timbear”−, comprar pensando que va a subir y vender rápidamente y, entonces, se necesita un agente del mercado financiero especializado en la labor Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 7 especulativa porque, obviamente, para hacer este tipo de operaciones de manera dinámica y con ganancias, la verdad es que hay que ser un especialista o estar asesorado por especialistas. Otra forma de entender esto que es como se entendía originalmente al sistema de sociedades anónimas es que aparezcan inversores de largo plazo que pongan su capital en la compañía esperando los frutos en el mediano y largo plazo a través de los dividendos y las ganancias. O sea, hay una ganancia que se puede obtener de la simple enajenación de la acción y otra ganancia que proviene de los dividendos de la acción. Obviamente, el sistema de sociedades anónimas está pensado, sobre todo cuando se busca la democratización del mercado bursátil, para que esas inversiones sean inversiones de largo plazo; que los inversores, en lugar de ser individuales, junten las energías inversoras de la sociedad e inviertan en compañías para obtener las ganancias de dichas compañías y no para que estén todos los días −sobre esto hay mucha literatura escrita y, efectivamente, hay una contradicción entre el inversor de corto plazo− haciendo una maniobra especulativa que genera, y lo estamos atestiguando hoy y lo estamos viviendo a escala internacional, estampidas bursátiles y caídas. Nadie va a desprenderse de una acción necesariamente porque caiga la bolsa, si no es un inversor especulativo que está buscando una oportunidad. Eso genera mucho daño, porque genera una pérdida de valor de la compañía de capitalización bursátil, no de su patrimonio. Pero hay alguna relación en la tasación de la compañía. Lo que quiero decir es que hemos tomado con muchísima responsabilidad esta cuestión porque entendemos que las tenencias, aunque sea de una acción de una compañía privada, ponen al Estado también en Estado propietario de compañías privadas. De forma tal que hoy esas acciones son públicas y las vendemos estamos privatizando una parte de esas compañías que hoy es pública. Es decir, cualquier venta de cualquier acción del FGS es equivalente a una privatización. Obviamente, en menor medida que la venta de un ciento por ciento de un paquete accionario o de la propiedad entera de una compañía, ya sea anteriormente estatal obviamente menor, pero en esa proporción menor sigue siendo un acto de privatización de patrimonio público. Es por eso que como política se ha tomado no especular con estos títulos, sino tenerlos y menos todavía, privatizarlos vendiéndoles. De forma tal que quien quiera tener las manos libres para que, a través de un acto administrativo se pueda se pueda decidir como si fuera una cuestión financiera o de mera oportunidad o coyuntura la venta de estos paquetes accionarios o parte de ellos, lo que está haciendo es privatizando de nuevo empresas que hoy son de todos los argentinos. Todas las tenencias son del Estado argentino, son de todos los argentinos. Lo que hemos hecho fue no privatizarlas y lo que estamos proponiendo hoy al Congreso de la Nación a través de esta ley es que la decisión de desprenderse, aunque sea de una sola acción, no esté impedida, porque son decisiones que hacen a diferentes situaciones. Ahora bien, que no sea una decisión arbitraria, unilateral y tomada por alguna dependencia como lo es hoy del Poder Ejecutivo nacional, va a ser una decisión de este Congreso. Miren −y perdón que me haga eco de una discusión pública− qué raro que una de las críticas más grandes al Estado privatizador de los 90 es que el parlamento le delegó la decisión de privatizar al Ejecutivo. Ahora que la tiene el Ejecutivo en punto a estas tenencias accionarias de compañías privadas, aunque sean minoritarias, lo que está haciendo el Poder Ejecutivo es exactamente la política de la “antiprivatización” y de la mayor democratización de estas decisiones, devolviéndole al parlamento o dándole al parlamento la decisión última de desprenderse de estos paquetes accionarios de forma Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 8 tal que en la Argentina no ocurra más que nos privaticen empresas públicas o tenencias públicas de empresas privadas a través de decisiones del Poder Ejecutivo nacional. O sea, se está cediendo o transfiriendo al parlamento la decisión de privatizar las tenencias o la propiedad de estas compañías privadas, que hoy está en menos del Estado. Vender una sola acción es, estrictamente, un acto de privatización, porque es una participación en una compañía que es del Estado y pasa a manos privadas. ¿Qué se ha hecho con esta tenencia accionaria? La verdad es que se ha ido recorriendo un camino y esto también se puede comprender como una etapa más dentro de ese camino en el que se han ido tomando decisiones. Una decisión fundamental −y voy a dar algún número− se trata de lo que se recuperó, junto con las AFJP, cuando pasaron al Estado tenencias en 44 empresas; todas propiedades minoritarias. Es decir, el Estado no tiene el control de ninguna de estas compañías, tiene diferentes participaciones, más grandes o más pequeñas en diferentes compañías, pero en algunas −la menciono porque es una de las mayores−, por ejemplo en el Banco Macro, la participación es del 30 por ciento. Esta es una empresa puramente privada que, en su momento, vendió las acciones a las AFJP. El Banco Macro le vende a los restantes bancos y éstos compran con fondos de los jubilados una participación del 30 por ciento. Eso pasó al Estado. En otras, como Siderar del Grupo Techint, llega al 26 por ciento la participación. Pero hay participaciones también, que no alcanzan al 1 por ciento, dentro de las 44 empresas a las que me referí. Hay otra cuestión que también quiero dejar en claro. Una vez que esos fondos pasan al estado, lo que reclama el Estado para sí −y creo que las señoras y señores senadores van a compartir− es que si el Estado es propietario del 26 por ciento de una empresa porque tiene las acciones, tiene los derechos económicos para recibir la rentabilidad que provienen de esa compañía. Es decir, cuando la compañía distribuye dividendos, el 26 por ciento va al Fondo de Garantías de Sustentabilidad y engrosa ese fondo más allá del valor de las acciones que compone el todo de la cotización del fondo. Hay dos elementos, sin embargo que quiero diferenciar para que no se les escape esta cuestión. Tenemos el 26 por ciento de tal compañía; ese 26 por ciento, lo que cotiza en Bolsa todos los días, es parte del FGS, pero no es líquido, no es plata. Ahora, si la compañía reparte dividendos, lo puede hacer en acciones o lo puede hacer en efectivo. Ese efectivo entra directamente como efectivo al FGS porque es parte de la ganancia de la compañía. Ese 26 por ciento que corresponde al Estado nacional. Pero, además, cuando las tenencias tienen las proporciones dadas por los reglamentos y estatutos de cada una de las compañías y, según la cantidad de directores que tengan en sus directorios, entonces el Estado está en capacidad de nombrar directores en su representación. Y esto es algo con lo que nos encontramos en el transcurso de este proceso que ha sido un Estado cada vez más inteligente. No tomó solo las acciones como una participación, como una inversión financiera para decir que “tengo una acción en el banco y rinde tanto” y “pero si tengo otra de “Tal” compañía, rinde tanto”. Eso sería mirar la tenencia accionaria como un activo únicamente financiero, también es parte de la propiedad de la compañía. Y tener parte de la propiedad de la compañía es lo que da derecho al nombramiento de directores en los directorios de esas compañías; todo de acuerdo a derecho y a la Ley de Sociedades, a las proporciones y a la cantidad de miembros de cada uno de los directorios. Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 9 De esas 44 empresas, tenemos capacidad de participar en 27 directorios y en todas las Asambleas de esas empresas porque el accionista, aunque sea minoritario y muy pequeño, va a la Asamblea y puede participar. Lo que no puede hacer es, precisamente, nombrar un director; para eso se necesita una mayor cantidad de acciones. Entonces, hay 27 casos en los que se puede nombrar directores. En algunos casos, doy el caso porque yo mismo soy director en una de estas compañías, se pueden nombrar hasta tres directores. Eso depende del tamaño del Directorio y la tenencia accionaria que son los dos factores por los que se determina el nombramiento de directores. Y esto se hace a través de la Asamblea con la representación de las acciones que tiene. Es decir, en algún momento se dio la discusión y eso es muy importante porque hubo un decreto, el 1278/12, que transfiere los derechos políticos de las acciones al Ministerio de Economía y, particularmente, a la Dirección Nacional de Empresas con Participación del Estado, es una dirección del Ministerio que es parte de la Secretaría de Política Económica que está a cargo de Emmanuel Álvarez Agis, secretario de Política Económica que nos acompaña hoy. Es una dirección nacional que tiene los derechos políticos, administra y regula los derechos políticos de todas estas compañías; ha hecho un reglamento para los directores y quiero detenerme un instante en esto que tiene mucha importancia. Una vez que se obtienen estas participaciones en las empresas que eran de las AFJP, en estas empresas se reclaman los derechos políticos, si el Estado es dueño del 5,10, 20 o 30 por ciento, que nombre un director en la compañía en representación de los argentinos −así es como actúa el Estado− y, en particular, de los intereses del Fondo de Garantía de Sustentabilidad; pero más que eso, ahora se va a plasmar −y esta es la propuesta que estamos trayendo aquí− a través de una Agencia Nacional. ¿Por qué? Porque un director, en representación del Estado nacional, forma parte de las reuniones de Directorio de la compañía y tiene que votar, en todas las decisiones que tome el Directorio de la compañía, siempre en posición minoritaria, porque en todas estas representaciones el Estado está en minoría. Tal vez tiene un director con 10 por ciento, otro con el 17 por ciento, la pregunta es qué va a hacer el director. En primer lugar, la decisión de que haya un director en representación del Estado, porque si el patrimonio es de los argentinos, la representación de los derechos políticos de ese patrimonio, como se marca para cualquier accionista, recuerdo la discusión −como se acordará Diego− en ese momento decían “que el Estado cobre los dividendos, pero que no ponga un director”. Entonces, resultaba que un inversor privado que tiene el 5 por ciento, tenía derecho a poner un director; pero si son los 40 millones de argentinos, con el Estado, no tienen derecho a tener un director. Por ejemplo, el senador Pereyra debe saber muy bien qué importancia tiene por ejemplo en YPF un director por una provincia o un director por un sindicato, en definitiva, un director en las decisiones de una compañía. Es una concepción del funcionamiento y la integración entre lo público y lo privado. Pero que ha sido resultado de algo perfectamente lícito, perfectamente razonable y que hoy es un patrimonio de los argentinos. No queremos que se privatice, pero además queremos que su funcionamiento sea muy transparente, sea público, tenga participación también del Congreso de la Nación en su funcionamiento y ahora voy a hablar de la propuesta de agencia, pero en concreto ahí se sienta, en cada una de las empresas un director, dos o tres directores por el Estado nacional en minoría. Entonces, ¿cómo votan? Acá había una cuestión que en algún momento se discutió porque el director, obviamente, según la Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 10 ley de sociedades está como director de la empresa y tiene que tomar sus propias decisiones, pero está en representación del dueño de esas acciones que es el Estado nacional. Quiero dejar algo bien en claro: no hay ninguna tensión entre esas dos funciones porque lo mismo ocurre con un privado que tiene un montón de participaciones en muchas compañías. Cada director, si es por una minoría, va y actúa por sí mismo pero, evidentemente, va en función de quien es el dueño de las acciones que lo nombra director. De forma tal que sin violar las leyes tiene en cuenta otros factores porque no puede tomar decisiones que vayan contra la compañía, aún si van a favor del Estado, porque estaría violando sus responsabilidades como director. Pero sí puede tomar en sus opiniones en consideración situaciones más generales que hacen al funcionamiento del propio Estado que viene a representar. Es por eso que nosotros hemos visto esto como una oportunidad de que el director, y eso es lo que hemos apuntado a hacer, sea también un funcionario público. Que sea un funcionario público. Y, de ser posible, del área correspondiente a la especialidad y a la rama de producción de la que se trata la empresa en cuestión. Es decir que si es una empresa energética, que el director sea un funcionario público pero vinculado a cuestiones energéticas. Que puede ser de un ministerio, el de Planificación, por ejemplo, o de la Secretaría de Energía o del propio Ministerio de Economía. Del área que sea, pero que tenga un expertise individual en el tema, pero además de la experiencia y la participación cotidiana en lo que hace el Estado en esa materia. Me acuerdo de que en su momento y en ocasión del nombramiento del director de Techint, que era yo –y alguno recordará el debate y voy a hablar de mi experiencia personal para transmitírselas–, decía: esto va a generar tensión. Ha habido declaraciones de los propios altos funcionarios de la empresa de la que yo participo que han dicho todas las veces que han declarado públicamente que es todo lo contrario; que esto permitió sinergia. Por supuesto que hay discusiones, hay votos en disidencia. No estamos de acuerdo, pero es una minoría. También, me acuerdo de que en aquel momento, entre las tantas especies que habían circulado, se decía que el Estado quería expropiar y estatizar a estas empresas. Yo, en aquel momento, decía –y repito–: no hay decisión más tonta del Estado nacional que poner a un director, si la intención es estatizarla. ¿Para qué se va a poner a un director en la compañía de la cual precisamente se quiere tomar el control a través de una decisión del Parlamento, la estatización? O sea que no es eso; pero es una función del Estado, que quiero decir y a la que también me voy a referir. La experiencia internacional es vasta, vastísima. La experiencia de muchos países, de los que aquí se toman de ejemplo, muchas veces son estados que tienen participación en empresas privadas minoritarias, también tienen empresas propias, también tienen empresas mixtas. Como en el caso de YPF, en la que el 51 por ciento es estatal; es decir que tienen el control. Se da en estos tres casos: participación mayoritaria que puede llegar al ciento por ciento, mixta y netamente minoritaria, que es cuando hay un director o dos directores en un Directorio más extenso. Pero lo que quiero decir es que la experiencia ha sido muy buena para quienes han desempeñado el papel de directores, pero también para las propias empresas. Y no han habido dificultades, porque se ha convertido en un canal de comunicación muy apto, muy calificado entre la empresa y el Estado para de la mejor manera posible compatibilizar, darle fuerza, darle sinergia, a las decisiones de los privados en ámbitos en donde hay políticas públicas; que es básicamente, prácticamente, en todos los ámbitos. Por eso, lo Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 11 que quiero decir es que en estas empresas, entre las cuales había básicamente empresas energéticas, empresas de servicios, empresas industriales y empresas financieras –como cuando presentó este proyecto la presidenta hizo una lectura bastante extensa de cuáles eran esas empresas, yo no lo voy a hacer; pero en caso de haber una consulta, lo voy a precisar– bueno es que el Estado participe de estas compañías. Voy a hacer un primer comentario. Si en 2008 cuando se recuperan estos fondos en forma de acciones, pero que son de los jubilados –porque eran de los jubilados, se compró con plata de cada uno de los jubilados, acciones de compañías privadas en negocios que ahora vamos a ver como mínimo sospechosos y en muchos casos cuestionables porque fueron muy malos para los futuros jubilados pero seguramente con esa plata de los jubilados se cambió esa plata efectiva, parte del sueldo que uno aportaba por una acción de una empresa privada–, en 2008 algunos decían: vendan todas las acciones. Si se hubieran vendido todas las acciones en 2008… lo que quiero decir es que en el comparado al valor de las acciones hoy, hubo un crecimiento del 736 por ciento. Así que, además, fue muy buena inversión para el Fondo de Garantía de Sustentabilidad retener esas acciones, si uno lo mira exclusivamente desde el costado financiero, no desde el costado político, económico y de política económica, de la participación en las compañías para darle una determinada visión que aporte minoritariamente la posición del Estado. Entonces, ¿qué es lo que se hizo a través de estos 27 Directorios? Bueno, evidentemente, los directores se podían nombrar y había una serie de decisiones para tomar que fueron plasmadas en el decreto 1.278 con respecto a esto; el director participa en un Directorio, cada una de las reuniones del Directorio, como ustedes saben, tiene un orden del día; es decir, se van a discutir determinados temas. Depende del tamaño de la compañía, depende del sector en donde opera. Esas decisiones tienen que ver con fusiones, adquisiciones, pueden tener que ver con contrataciones de compañías que son relacionadas, parte relacionadas, pueden tener que ver con las inversiones, con el plan anual de inversiones, pueden tener que ver con la distribución de dividendos, pueden tener que ver con la compra de compañías nacionales o extranjeras. A mí me tocó hace poco que la empresa de la que era director decida comprar una participación en una empresa del rubro de Brasil. Bueno, esas decisiones pasan por el Directorio. ¿Quién toma la decisión en representación del Estado nacional? Para eso se conformó la Dirección Nacional de Empresas con Participación Estatal –y quiero decirlo para que quede claro, después voy a hablar un poco de los números–, que tiene 33 funcionarios, tiene 33 empleados. Esa es toda la carga administrativa con la que se manejan las acciones, los derechos políticos de las acciones, en 44 empresas y 27 directores. Tienen 33 funcionarios que ¿qué hacen? Elaborar –ahora lo voy a detallar a esto también– las mangas; es decir, las decisiones que toma el Estado para que tomen posición estos directores y participen de la votación y/o de los debates. Porque muchas veces el Estado tiene que votar en minoría, porque no está de acuerdo con determinada decisión de la compañía. En caso de ser una compañía que cotiza en bolsa y hay alguna de estas compañías que cotizan en la bolsa argentina, pero también, por ejemplo, en la bolsa de Nueva York con lo cual se someten a lo que dice. Por ahí había visto a quien preside la Comisión Nacional de Valores que rige la actividad de la compañías que cotizan en bolsa, pero también cuando cotizan en la bolsa extranjera de la SEC, el órgano que administra a aquellas compañías que cotizan sociedades abiertas, pero que cotizan en la bolsa de Nueva York, que tienen muchísimos requisitos, representaciones. Es decir que Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 12 esos votos también son públicos, se sabe cuando el Estado vota en minoría y que, aunque no tiene capacidad de torcer el rumbo de la compañía, como se hace pública esa decisión del director por el Estado, también le pone un peso especial que es importante para nosotros. Pero bien alguien determina qué decisión tomar, esa es una oficina del Estado, eso es parte central de lo que se va a transferir a la agencia. Porque obviamente para tomar la decisión de cómo actuar como director, aunque sea minoritario, en un banco, el Estado tiene que elaborar, para llegar a la toma de esa decisión, estudios, análisis, informes del sector de la compañía para que el Estado decida si está o no de acuerdo con distribuir dividendos. Y voy a dar casos muy sencillos para que entiendan los señores senadores qué tipo de dilemas o disyuntivas puede tener un director por el Estado nacional en una compañía de la que es director minoritario. Supónganse que cualquier compañía, cualquier empresa, tiene que tomar una decisión sobre distribuir o no distribuir dividendos. En principio, si uno lo mira unilateralmente, como una cuestión del Fondo de Garantía de Sustentabilidad y como si fuera únicamente una inversión financiera, a uno se le ocurriría que sí, porque cuantos más dividendos reparte, más plata irá al Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Como si fuera equiparable a otra inversión bancaria uno quiere que el plazo fijo le dé más y, entonces, quiere que se reparta más; pero cuando la mirada es holística y completa de la situación de la compañía uno puede decir: si reparte muchos dividendos, no va a hacer inversiones. Entonces, ahí hay una discusión en donde uno puede ver a una empresa que reparte muchos dividendos y desde un punto de vista puede estar bien y depende de la oportunidad. Es una discusión que hay que dar y que se da permanentemente en los Directorios. Es importante la participación del Estado. O sea, esto va incluso más allá de la discusión que se ha dado sobre si se venden o no se venden y cómo se venden. Miren qué importante es que el Estado forme parte de un Directorio de una compañía privada que decide, por ejemplo –y esto ha ocurrido–, ampliar su capacidad productiva poniendo una colada continua. Porque a mí me tocó ser director de Techint cuando había una duda, después de la crisis de 2009, de seguir adelante o no con una enorme inversión de cientos de millones de dólares para tener más capacidad productiva en su colada continua. Evidentemente, como Estado, podríamos haber dicho: no. Hay mucha incertidumbre, mucho riesgo. Entonces, repartamos los dividendos y que los dueños se queden con la plata. Sin embargo, como Estado encontramos conveniente votar a favor de mayores inversiones aunque fuera a instancias de menores dividendos. Obviamente, ninguna de estas decisiones es binaria: o todo es dividendo o todo son inversiones. Siempre son grises en donde hay que tomar una decisión. Doy otro punto más. También, las políticas de precio de estas empresas son discutidas muchas veces en Directorio. Y si no lo son, el Estado nacional puede traer la discusión. ¿Por qué el precio sube tanto de determinado producto? Sobre todo si la empresa es monopólica. ¿Por qué se eleva tanto el precio? Entonces, uno puede tener una política también de injerencia sobre los precios de la compañía, sobre las políticas de proveedores, de clientes, sobre su expansión, minoritaria en estos casos. Es decir, no tuerce el rumbo de la compañía, pero da la posición del Estado nacional. Para tomar esas decisiones hay que conocer en profundidad a la empresa y hay que conocer en profundidad al sector y, por qué no, el desempeño de la economía en su conjunto, en sus perspectivas. Todo eso es función del organismo especializado, hoy la Dirección Nacional de Empresas con Participación del Estado, que genera una infinidad de informes sobre el desempeño de cada una de las empresas. Porque, además, muchas de Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 13 estas empresas tienen un esquema trimestral de presentación de balances, por lo tanto, cada tres meses hay que votar el balance, y hay que votar la gestión, y hay que decidir cómo se va a disponer de las utilidades: si van a reservas o si no van a reservas; y, cuando se decide repartir, si se paga en acciones o si se paga en efectivo. Estas son todas decisiones que toma la compañía privada, y estas compañías lo hacen con intervención del Estado. Yo pido, por favor, a quienes están tentados en vender las acciones de estas compañías, es decir, de privatizar el patrimonio público, que tengan en cuenta que privan al Estado de la inteligencia y de la capacidad de intervenir en decisiones claves y estratégicas de empresas muy importantes de la economía argentina; privan al Estado. Miren, voy a presentar una noticia para que ustedes la conozcan. Nosotros estamos presentando el proyecto y sé que en épocas electorales a veces los debates no se dan frontalmente, pero quiero dejar en claro esto porque es una noticia no de Página 12, ni de Tiempo Argentino, por nombrar dos diarios entre tantos, sino que es una noticia del diario La Nación. Muestro esta noticia que me llamó la atención sobre ella la presidenta de la Nación, que la recordaba cuando salió: jueves 30 de octubre de 2014, o sea, acá a la vuelta, hace menos de un año. Dice en el diario La Nación, o sea, no fue..., digo, el diario La Nación; todos sabemos de qué estoy hablando. Dice: “PRO adelantó que vendería las acciones de empresas que posee la ANSES”. Lo hizo a través de un ministro del Gobierno de la Ciudad llamado Francisco Cabrera, ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad, que fue en representación del PRO. Por lo menos lo dice la nota: “en representación del PRO”. Fue a decir que venderían. A mí me interesa poner un punto más, porque este no es el único proyecto de qué hacer con las acciones, con las tenencias accionarias que se recuperaron a través del sistema solidario de jubilaciones y pensiones que tiene el país y que ha dado tan buen fruto durante tanto tiempo. Voy a leer esto, porque está puesto en letra cursiva, lo que quiere decir que es tomado como un textual; dice que se proponen “vender en bloque las acciones de las empresas del FGS –en bloque– a fondos de pensión internacionales, que podrían elegir colocar directores con el objetivo de maximizar el valor con las compañías”. Miren, hay un proyecto muy claro, lo dijo el PRO, y es el siguiente: estas tenencias accionarias, venderlas en bloque a compañías extranjeras, a fondos especulativos extranjeros, para que ellos sean los que pongan a los directores en las empresas. Recuerden que el proceso de privatización en Argentina, cuando se dio en los noventa, era paso a paso: se vendía una compañía, se discutía. Acá es más directo y más claro: se trata de una privatización en bloque al extranjero, de una extranjerización a través de la privatización de lo que hoy es patrimonio de todos los argentinos. De nuevo, de nuevo, de nuevo, quieren privatizar lo que se pueda. Como esto era una decisión, dicen que esto ya está claro. Vaya uno a saber si ya hubo conversaciones a ver si alguien tenía interés. Pero hay un proyecto, lo dijeron ellos. Esta persona creo que es presidente, según dice en la nota –me entero por la nota– de la fundación Pensar, una usina, un think tank –como lo llaman acá– del PRO, y fue en representación del PRO al coloquio de IDEA y se los dijo a los empresarios, a este público, y lo dijo públicamente y salió en el diario La Nación, y tienen y saben exactamente lo que quieren hacer: volver a privatizar, en este caso las tenencias accionarias ¿A quién? A los extranjeros; venderlas al exterior. ¿Para qué? No solo para venderlas al exterior, porque uno diría que es la famosa lluvia de dólares; ya vemos qué es lo que estaban esperando: liquidar activos estatales, en este caso tenencias accionarias, pero activos estatales, participaciones en compañías, liquidarlos en dólares. Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 14 Bueno, ya vemos cómo venía el tema, pero no es solo eso. Yo creo que es más complejo, que a la historia de los argentinos le duele más esta decisión que el PRO parece haber tomado en cuanto a qué hacer con estas acciones. Por eso pienso que esta discusión en los medios ha estado un poco desviada, porque es una discusión de dos cosas para hacer con estas acciones: está el proyecto del Frente para la Victoria, el que presenta la presidenta de la Nación, que es armar una agencia para que administre pública y transparentemente, con participación del Congreso, las decisiones que se toman con los directorios de las compañías, con los directores minoritarios en estas compañías y, al mismo tiempo, –es lo central– con estas acciones, en lugar de venderlas y vendérselas al exterior; declararlas de interés público, porque son de interés público, y no me cabe ninguna duda. Después está la cuestión legal, pero no hay duda de que son una cuestión de interés público, son de interés público; declararlas de interés público y que su venta no esté prohibida, pero al revés de esto que quieren hacer livianamente, que es salir de gira con los papeles a vendérselos al extranjero, a ver si en el extranjero nos ponen un director y a ver si con ese director sube el valor de las compañías, como si un director extranjero valiera más no solo que uno del Estado, sino también que uno nacional. Quieren un director extranjero para que las compañías coticen más. Es toda una concepción de qué es el Estado, de cuál es la relación con lo privado, de dónde creen que están los que nos traen las ideas para mejorar las empresas. Ahora les quieren poner directores privados extranjeros a las compañías privadas argentinas. ¿No es suficiente con privatizarlo todo? Además quieren que les pongan directores. Eso que discutieron en su momento que no le correspondía al Estado, hacer poner un director, ahora no dicen que está mal, ahora dicen que está bien, pero si es extranjero y si es de un fondo de pensión extranjero. Hay otro proyecto con respecto a esto, y no me cabe duda de que es una discusión subliminal en esas discusiones que tanto nos reclama la sociedad, que tanto reclaman algunos periodistas en cuanto a que no discutimos las cosas de fondo. Esta es una cuestión de fondo: ¿qué hacemos con el patrimonio argentino, en este caso, participaciones en empresas? Acá hay una idea, y la respeto porque es una idea. Que sea ruinosa, que sea malísima y que sea vende patria, a mí no me quita decir que es una idea. Y es una idea que dice que esas acciones se las vendamos a algún extranjero, nos hagamos de los dólares, ponen un director y entonces van a mejorar las compañías argentinas. Miren, ese modelo es el de los noventa. Ya privatizaron una vez, participaron de esas privatizaciones y ahora quieren privatizar hasta las tenencias minoritarias. Este proyecto creo que es lo contrario, cuando hablamos de dos modelos. No estoy tratando de polemizar solo con una fuerza política; si alguna otra tiene un proyecto, estaría bueno que lo ponga en discusión, que lo someta frontalmente a discusión. Yo no estoy de acuerdo con esto, pero no es porque no me gusta la mayoría que han planteado, no es porque me parece tal cosa, sino que es porque creo que el mejor uso para esas acciones es reventarlas en dólares en el mercado externo y que nos pongan directores extranjeros. Es un proyecto para esas acciones. Cuando el sistema de AFJP pasó a manos del Estado, también criticaron tremendamente esa decisión, la criticaron tremendamente, porque decían que estaba muy bien, en buenas manos administrado por banco. Era un desastre. Ahora recuperamos las acciones, que no es que las recuperamos de manos privadas, sino que eran de los jubilados y del pueblo argentino, porque se habían comprado con plata argentina y con plata de trabajadores argentinos; ahora las recuperamos para el Estado y podemos hacer el uso de que los dividendos y las utilidades vayan al Fondo de Garantía Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 15 de Sustentabilidad. Pero además, toda esta decisión estratégica, de fondo, de que si tenemos capacidad de incidir minoritariamente sin torcer, sin nada, a través de los reglamentos y de los estatutos, y de las leyes, pero votar lo que un proyecto de país pretende, de una empresa en el directorio, en la medida en que esto sea perfectamente legal y provechoso, y se puede defender, aunque sean minoría, aunque se pierda la votación y la empresa haga lo contrario, pero dejando sentado, por ejemplo, que nosotros queremos más inversiones de los privados, que no queremos monopolios que fijen precios por encima de cualquier lógica para generar rentabilidades extraordinarias, a través de un director, no se van a poder torcer esas políticas; pero sí se puede incidir en la medida en que uno tiene participación en las empresas propiedad del Estado. Y quiero decir que si se vendían en 2008, como algunos decían, era un mal negocio. De nuevo, y lo miro desde el otro lado: supónganse que alguien llega y hace esto, va y las revienta, porque está buscando dólares, porque está buscando inversores, ¿a qué precio las va a vender? ¿Quién va a decidir que es un buen negocio? Porque que sean acciones líquidas, en términos de que flotan en el mercado, que hay mercado y que tienen precio, no quiere decir que sea conveniente venderlas en determinada oportunidad. ¿Quién va a ser el funcionario del Estado que diga: esto que es patrimonio de la Argentina, ahora lo vendo? Cuando discutimos en este mismo lugar lo de YPF, dijimos que la tasación la tiene que hacer el Tribunal de Tasaciones de la Nación antes de desprenderse o de comprar un bien del Estado. Ahora lo vamos a vender a cualquier precio que diga el mercado cada día. Vieron ustedes que en dos días perdió 15 puntos algún mercado financiero. Entonces, algún genio puede decir: la vendo ahora, porque hay incertidumbre, entonces yo me desprendo. ¿Cómo sabemos? Estas cotizaciones se mueven todos los días. ¿Va a estar en manos de quién? ¿En qué mejores manos, esa decisión, que en las del Parlamento argentino con una mayoría que tome una decisión de enajenar y de pasar del sector público al privado –y según algunos, prioritariamente al extranjero– bienes que son hoy propiedad de la Argentina, de los argentinos? Porque ese 26 por ciento de Siderar es propiedad de todos los argentinos; es un activo, un bien de capital importantísimo. Si vemos la historia y esas grandes paradojas de la historia, Siderar es la que hoy tiene la ex SOMISA; o sea, esos altos hornos que originalmente había hecho el propio Estado y que después se privatizaron. Algunos dicen que mal, muy mal. Quiero decir algo con respecto a la cuestión del precio. Por eso, es imposible dejar en manos de un funcionario, de una dependencia la decisión de venta de estas acciones, porque es un patrimonio público, es un patrimonio nacional y es de interés público. Tanto por los derechos económicos como por los derechos políticos no podemos hacer eso. Entonces, nosotros hemos actuado con responsabilidad. Como estas acciones tienen precio y muchas cotizan en el extranjero, es cierto que puedo ir vendiéndolas y haciéndome de fondos, incluso de divisas. Están ahí y hoy es una decisión que se puede tomar tranquilamente, pero estamos diciendo: no, no dejemos que se tomen desde una sola dependencia, que las tome el Parlamento, que se discuta en el Parlamento. ¿Quién va a decir que no corresponde discutir estas cuestiones en el Parlamento que hacen a la utilización, al empleo, a la enajenación de patrimonio argentino? Y decimos que se haga con una mayoría especial como se votó el artículo 10 del caso de la ley de YPF que tanto nos costó recuperar, como tanto nos costó recuperar las AFJP. Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 16 Lo que habían hecho con los fondos de los jubilados era comprar acciones. Ahora hablo un poquito de cómo compraron esas acciones los privados cuando administraban los fondos de los jubilados y pensionados. Compraron mal. Compraron en el peor momento y caro. Cómo no va a ser el Congreso con una mayoría especial. Si no vamos a repetir la historia. Vamos a ir de nuevo a que el Poder Ejecutivo tenga delegadas posibilidades de vender empresas sin consultar al Parlamento. Ahora, esta venta de empresas –la privatización, porque es estrictamente una privatización– es algo que se está poniendo por ley en cabeza del Parlamento nacional con una mayoría especial. No está bloqueado, no está con un cerrojo; está con una mayoría correspondiente a la decisión trascendente de interés público de enajenar patrimonio argentino. Y eso lo va a tomar el Parlamento. Ahora bien, quiero nombrar un caso, porque es el caso que más ha resonado, y es el caso de la compra de empresas del Grupo Clarín. Quiero decir que estamos trabajando para ver, para observar otros casos, pero son muchísimas operaciones y esto se había hecho a colación a discusiones que hubo con Papel Prensa y con otras causas que son de público conocimiento. Se había hecho un trabajo, que lo hizo una sección, que hay que hacerlo con la Comisión Nacional de Valores; porque fíjense que estamos viendo a qué precio compraron todas las AFJP, que eran muchas, de a poquito y divididamente acciones de determinada empresa. Se puede hacer para cualquiera de estas empresas. Estamos tratando de hacer el trabajo, pero pueden haber sido operaciones muy chiquitas, compras y ventas; es decir que es difícil de determinar. Lo que queda muy claro es que cuando se compran las acciones que hoy tenemos, prácticamente el 10 por ciento del Grupo Clarín que es el grupo madre de, no sé, 300 empresas que forman parte de ese grupo –10 por ciento–, no da derecho a nombrar a un director ese 10 por ciento. Nosotros creemos con Diego, y lo estamos discutiendo en la justicia, que con el 10 por ciento de las acciones de una empresa uno tiene derecho a nombrar un director, sino hay una maniobra de discriminar de las minorías; cosa que pasa en muchas compañías grandes, nacionales y extranjeras que es una sociedad anónima. ¿Qué se hace? Para poder nombrar a un director hay que tener un porcentaje accionario que impide que los minoritarios puedan tener alguna intervención en el gobierno de la empresa. Lo dejan afuera. ¿Cómo? Por ejemplo, nombrando un directorio de cinco miembros, cuatro miembros. Entonces, con tal porcentaje no llegas; pero no es una maniobra para "eficientizar" el gobierno de la empresa, es para diluir a los minoritarios y que no puedan tener representación política en los órganos de dirección de la empresa; particularmente en el directorio de la compañía. Nosotros estamos con esta y otras empresas. Se me ocurre el caso de Molinos, donde prácticamente el Estado es propietario, por esta misma cuestión, del 20 por ciento y también hemos ido a tribunales a reclamar que se modifique el directorio de la compañía para que los minoritarios puedan tener participación en el directorio. ¿Cómo puede ser que un dueño con un 20 por ciento no pueda nombrar a un director, si es prácticamente un quinto de la compañía? Pero claro, un directorio con determinada decisión puede ser una maniobra de la mayoría para impedir la representación de la minoría. Estas son cosas que ahora le tocan al Estado batallar. En el caso de Clarín se vio muy claro, ellos pagaron –las AFJP– 32 pesos por cada una de las acciones y se compró el 10 por ciento del Grupo Clarín. ¿En qué momento? En un momento donde conseguir fondos era complicado. Entonces, se instrumentó esta modalidad. Se vendían acciones a las AFJP, las AFJP vendían a Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 17 determinado precio y, obviamente, si las propias AFJP operaban en el mercado podían elevar el precio de la acción. Ni siquiera es un acuerdo, entre privados, de precio de la acción. Pero si mandás a diez AFJP a comprar acciones todos los días, va a subir el precio. Llegaron a valer 32 pesos cada una y un año después valían 4,60 pesos. Es decir que los futuros jubilados, los trabajadores y los argentinos compramos cada acción del 10 por ciento de Clarín a 32 y después valían 4,60. Yo tomé punta, pero hubo una pérdida del 81 por ciento del valor. Ahora, esos fondos bye, bye. Se pagó en efectivo con fondos de los jubilados y se lo llevaron, y los jubilados después se quedaron con la acción que ya no valía nada. Estamos estudiando en profundidad, con las idas y vueltas, cada uno de los casos. Pero digo, y lo uso simplemente para hacer la siguiente pregunta: estas acciones hoy están en posesión y flotan en el mercado –porque se pueden vender y comprar todos los días si tienen un precio–, pero qué funcionario público va a tomar la decisión si venderlas a 32, a 15, a 40, a 70 como si fuera a desprenderse de la nada, cuando es una participación en compañías privadas argentina que nos costó a todos tener hoy. Nos costó esa pérdida. Esa pérdida del 81 por ciento ya la asumimos, porque compramos caro esas acciones. ¿Ahora la vamos a vender barato? ¿Es esa la idea? ¿A los extranjeros? ¿Esa es la idea? ¿Venderla barato? De la misma manera que se puede subir el precio comprando de a poco y mancomunadamente, se puede bajar el precio de una acción si salen a la venta muchas acciones juntas. Para el que no conoce la dinámica del mercado bursátil, las acciones que flotan en la bolsa, o sea, las operaciones de un día de muchísimas acciones argentinas son diminutas, son muy poquitas. Es decir, vendiendo unas pocas acciones o comprando unas pocas acciones uno puede modificar y es una operación clásica de allá de la crisis del 30; operaciones bursátiles para estafar a alguien. Pero, ¿quién va a tomar esa decisión? No podemos dejar esto en manos de alguien que no sea el Parlamento. Tiene que ser el Parlamento y mucho mejor si lo hace, como estamos proponiendo, por una mayoría calificada; porque entonces esas decisiones no es que no se pueden tomar, pero hay que convencer democráticamente a todas las fuerzas políticas o a gran parte de las fuerzas políticas de que la operación es conveniente. Después se la podrá facultar para venderla en un plazo por la cuestión de cómo va a ser la operación, pero está bien; o poner cotas como fue en el caso de YPF, poner cotas por tanto y tanto en el marco de acuerdos. Pero que no sea de una dependencia del Estado a libre arbitrio la venta de esto. Ya las pagamos caras, ya perdimos y ahora son del Estado. Ha crecido el Fondo de Garantía de Sustentabilidad y es buen negocio quedárselas. Es buena idea que los argentinos, que el Estado argentino sea propietario de acciones privadas, porque a cualquier gobierno le interesa que crezca el valor bursátil, el valor de las acciones de las empresas privadas, porque también genera mayores fondos para el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, y también le interesa que generen utilidad. Es decir, se alinean los intereses de lo público y de lo privado, indudablemente. Permiten sinergia y compartir información, en la medida en que sea legal, de un lado para el otro, porque los directores muchas veces tienen obligación de confidencialidad y entonces no pueden llevar esa información. Pero, respetando todas las leyes, todas las normas y todas las reglas, hacer un uso inteligente en beneficio de los cuarenta millones de argentinos de estas tenencias accionarias que han ido a parar a manos del Estado nacional. Ya hemos recorrido un camino. Está el caso de Clarín, por ejemplo, donde un solo dueño vendió su capital accionario por cuarenta y nueve millones de dólares y al poco tiempo valía trece millones. Es decir, hay un privado que se hizo de fondos de los jubilados; ese es el caso Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 18 de la compra venta de acciones de Clarín. Si se demostrara que esto de comprar a treinta y dos y que después valga cuatro fue premeditado, fue en acuerdo... Porque esto pasa todos los días, entre privados pasa todos los días. Ustedes han visto que hay películas y películas, libros sobre cómo en Wall Street entre dos pueden hacer subir el precio de una acción y generar uno burbuja especulativa con una acción o un grupo de acciones. Está el hecho de las burbujas de las puntocom. Es decir, son muy volátiles los precios de las acciones. Pero esa acción que representa hoy un activo líquido, en la medida en que tenga mercado y que se pueda vender, representa también la participación de los argentinos en determinados capitales privados minoritarios, pero para tener alguna participación. Así como los privados tienen montones de participaciones en el Estado, a través de comisiones, de formas de consulta, también el Estado tiene participación en algunos de los directorios de empresas privadas. Y esto no es una política aislada y descolgada del gobierno argentino. No tengo que remontarme a la historia argentina, donde hasta se llegó a generar una especie de holding con las participaciones estatales. También hay otro hecho que quiero señalar, que es que si el Estado participa en muchas empresas del mismo sector, también puede darle a ese sector otra densidad que si cada empresa atomizadamente actúa en competencia con la otra, y puede darle otra dimensión, otra envergadura y otra inteligencia a las decisiones que el Estado toma. ¡Ah!, una cuestión adicional. Voy a hablar de la remuneración de esos directores, porque es un tema importante que nosotros ahora estamos planteado en este proyecto de ley, pero ya el decreto 1278, que ahora pasaría a ser una reglamentación de esta ley, lo prevé. ¿Cuál era el problema? Cuando uno nombra un director en una compañía privada –hace poco yo sufrí una operación mediática por este tema; ustedes lo recordarán–, es titular también de los honorarios que decida pagar el directorio. Fíjense que los honorarios de los directores los fija la asamblea de accionistas, o sea, los fija el dueño, y esto pasa año con año. Esto es importante, porque no es un sueldo; los directores no tienen sueldo, sino que reciben unos honorarios que los resuelve la asamblea anual. Dicho de otra manera, los directores están en representación de los dueños; no representan a cada dueño en particular porque son elegidos por la asamblea como un cuerpo, pero son quienes deciden las mayorías dictaminadas por los estatutos en su asamblea. Cuando deciden esto, deciden también cuando tienen que optar por distribuir o hacer reservas con lo que ha ganado la compañía. Parte de la ganancia de la compañía –por decirlo así– se retribuye como honorario a los directores al cabo de un año. ¿Qué suelen hacer todas las empresas? Los honorarios –y por esto también sufrió una operación mediática Mariano Recalde– se resuelven y se instrumentan el día de la asamblea, que es una asamblea anual, entonces ese día se retribuye a todos los directores. Pero, ¿qué pasa? Como muchos de los directores trabajan como directores, porque es un trabajo, a veces arduo, a veces muy arduo, porque hay que ir a las reuniones, pero también si uno forma parte de los órganos vinculados con auditorías…, es decir, es un trabajo, para el individuo que representa esa función es un trabajo que tiene que desempeñar, si fuera funcionario público, por sobre y por encima de su trabajo como funcionario, porque la propia ley establece cuáles son sus funciones, más allá de si es funcionario y qué funciones tiene como funcionario, entonces se le agrega. Pero sea un privado, sea un independiente, sea el que sea, va a esas reuniones y el que le paga al final es el dueño, representado a través de la asamblea anual. Cuando resuelve los honorarios, se paga y se distribuye entre los directores. Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 19 Pero hay un tema más: al mes siguiente el director no cobraría nada, sino hasta que la próxima asamblea resuelva cuánto cobrar. Entonces, generalmente, ¿cómo se hace? Se toman los honorarios del año anterior y se empieza a pagar un proporcional por mes, que es en realidad un adelanto, conceptual y contablemente, de los honorarios que va a fijar, si los fijara, la asamblea de accionistas. Es la práctica usual y convencional y así se hace en todas las empresas. Entonces, se les paga, convengamos, 20.000 pesos a cada uno de los directores, 30.000, hay empresa que pagan 40.000 o 50.000, pero son decisiones de los privados. Y si a cualquiera de ustedes lo nombran director en Shell, internacional, que puede suceder: le pagarían los honorarios correspondientes a un director. El director puede renunciar a esos honorarios; si renuncia a esos honorarios, los honorarios quedan en la compañía, es decir, en realidad se los está donando al privado. Si es un director minoritario y hace esto, lo que está haciendo es invertir parte de los honorarios correspondientes al porcentaje de acciones que lo nombró como director, invirtiéndolos en la compañía, y en ese caso se daría la rara situación de que el minoritario done los honorarios y vuelvan a la empresa, al privado, cuando es una propiedad pública. Entonces, ¿qué problema había? Primer problema: magnitud de los honorarios. Un funcionario público del Ministerio de Económica es nombrado director, pero tal vez los honorarios son el doble, el triple, el cuádruple o diez veces más que su sueldo como funcionario público. Con lo cual, se corre el riesgo... - La señora senadora Montero realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sr. Kicillof.- Ahora lo explico. Ya fue nombrado y ha sido discutido, pero lo voy a repasar; es el 1278. Si es nombrado como director y es también funcionario, se puede generar una situación de incompatibilidad, que cobre dos sueldos. Pero también que renuncie a los honorarios sería raro, porque vuelven a la empresa, cuando la propiedad es del Estado y al director lo ha nombrado el Estado. Por otro lado, que no cobre nada por ser director de la compañía es raro, porque tiene un plus de trabajo por sobre y por encima de sus responsabilidades como funcionario. Entonces, ¿qué se ha dicho en el decreto 1278, ya publicado? Que los honorarios íntegros de los que son funcionarios públicos…, si fuera un director nombrado por el Estado, porque había situaciones que venían de arrastre, o peor, si participa en el nombramiento de un director independiente, no puede ser del Estado. Puede haber sido propuesto por el Estado, pero no puede ser funcionario del Estado, porque está relacionado con uno de los dueños minoritarios, entonces no es independiente. Todo esto hace a la ley de sociedades comerciales. Pero lo que quiero decir es que lo que nosotros dispusimos, lo que se dispuso en el decreto 1278, es que dona íntegramente los honorarios al Fondo Nacional del Menor y la Familia. Pero después el Estado le reconoce, en una proporción, que tiene que ver no con los honorarios que paga la compañía, porque si no estaba el problema de que un director que va a una compañía, que tiene horarios muy elevados, por haberle tocado esa compañía siendo del Estado, cobra más que otro director. Entonces, lo que se ha hecho es estatuir una suerte de plus salarial para quienes son directores de las compañías. Hoy está en..., yo lo he dicho muchas veces, pero no recuerdo el número porque está atado a una categoría de autónomos, porque además el director paga autónomos. Entonces, se daba este otro caso: un director por el Estado, si renuncia a sus honorarios o tiene que donar todos los honorarios, igual paga autónomos por ser director, aunque no cobre nada. Por lo tanto, paga autónomo de su bolsillo. Ahora, ¿qué es lo que se dispuso? Que Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 20 el funcionario cobre un plus, que él pague autónomos –no se los paga el Estado, sino que los paga él–, pero que ese plus sea mayor de lo que tiene que pagar como autónomo, lógicamente. Ahí se llegó a una proporción –ahora les voy a pasar los números exactos– que ha sido esto: que los veintisiete directores del Estado nacional han donado veintidós millones de pesos, entre agosto de 2012, cuando sale el 1278, y julio de 2015, al fondo del menor y la familia. Todo eso eran honorarios que los otros directores que no son del Estado han cobrado para sí, y no tenemos nada para decir. Tampoco quería intervenirles las políticas de honorarios a las empresas diciendo que tienen que ser más altos o más bajos. Podemos votar a favor o en contra; tampoco podemos, porque son minoría en la asamblea. Entonces, simplemente se dona a un fondo y después el Estado les paga como una retribución. Esta fue una forma de resolver todas estas cuestiones que eran dilemáticas. Lo que estamos proponiendo es seguir con esa modalidad. Por otro lado, se ha puesto que el director es funcionario público. Si bien es director de la compañía y está alcanzado por la ley de sociedades comerciales, es también un funcionario público, porque no cayó ahí porque lo seleccionaron en la calle, ni porque es amigo del dueño de la empresa, ni porque es parte del grupo mayoritario. Ustedes saben que los grupos mayoritarios suelen tener directores profesionales, muchas veces, que son directores de la empresa madre, y a veces hasta hay una persona con cinco o seis directorios. Esto es normal en la práctica privada, es legal, y no tengo nada para decir. Ahora bien, el funcionario público que va como director no cobra los 50.000 pesos. Por eso, si aun como director de YPF –era mi caso– yo cobrara honorarios –no es el caso, porque yo renuncié a los honorarios–, no está alcanzada YPF por el 1278. O sea que ahí la disyuntiva era pagar autónomos –eso hay que hacer–, pero renunciar a los honorarios, y yo renuncié a los honorarios. Pero si fuera una empresa alcanzada por el 1278 y ahora por esta ley, si se votara, entonces los honorarios se van a donar al Estado nacional y se va a proponer un método de retribución a los funcionarios que son directores –¿alguien me recuerda el número?–, que les queda un total neto, después de pagar ganancias y autónomos, de 4000 pesos por ser director, hoy. Pero eso se mueve porque está atado a algo que tiene que ver con autónomos para que, cuando suba autónomos, automáticamente se incremente la retribución. Pero cuando todos los directores que están sentados en la mesa ganan veinte, treinta, cuarenta, y es gobierno absoluto de la empresa cuánto les pagan a sus directores, el director por el Estado nacional gana simplemente un plus adicional por tener esa función, que no tiene que ver con los honorarios regulados por la propia compañía. Eso va íntegro a este fondo, que ha generado un monto de veintidós millones de pesos desde que se implementó el decreto. Ese es el fondo del menor y la familia. Ahora la propuesta es que esos fondos vayan al funcionamiento de la agencia, que alimenten el propio funcionamiento de la agencia. ¿Por qué? Porque de esas manera la agencia se autosustenta con su propia actividad. Es como un ingreso producido por la propia agencia que va a ser un organismo autárquico. O sea, va a tener presupuesto, pero parte del presupuesto van a ser los ingresos generados por la donación de los honorarios de todos los directores. No quiero ponerme a discutir los honorarios de cada una de las compañías, pero hay compañías donde es módico el valor de los honorarios y hay compañías donde algunos directores no cobran honorarios. Esta es otra cuestión que casi me olvido: cuando el directorio informa los horarios, tiene que informar los honorarios de los directores que son directores puros, pero también de los directores que tienen funciones ejecutivas. Me explico, para quienes no conocen en detalle. Supongamos que hay una Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 21 persona que es presidente y gerente general de la compañía, o que es gerente comercial o gerente operativo de la empresa, pero además es director de la compañía porque se lo ha propuesto como director, el dueño lo quiere como director, sus honorarios también los regula la asamblea de accionistas y también los informa la asamblea de accionistas. Esto quiere decir que en realidad cobra como director pero además como gerente. Entonces, cuando uno toma el total de lo que vota la asamblea de accionistas, no son solo los sueldos netos de cada uno de los directores que son directores puros, sino que como director más, si fuera gerente, el sueldo de gerente, que esos sueldos de gerente en general tienen que ver con los de gerente general, con lo que se paga en el mercado. Porque si no, algún auditor va a preguntar por qué cuando una empresa factura tanto y todas las empresas equivalentes pagan tanto a sus gerentes, ellos les pagan el triple, o la mitad. Entonces, en los honorarios, en los casos de los directores estatales, no pueden tener cargos gerenciales, pero en el caso de otros directores, lo que se informa en directorio es lo que se gana como gerente y es lo que se gana también como director. Hay muchas compañías –a mí me toca ser director en dos compañías que son así– en donde el gerente general es también presidente del directorio, o donde dos o tres cargos de directores muy importantes son también gerentes de la empresa ¿Por qué? Porque se supone que el hecho de que los cargos gerenciales sean también directores, alimenta la información presente en directorio, se resuelve mejor y la verdad es que suele ser un resorte del dueño, o sea, del accionista mayoritario de la compañía que toma este tipo de decisiones. También hay veces –ustedes lo habrán visto– en que las compañías están tan atomizadas que se puede dirigir una compañía teniendo un porcentaje de acciones muy bajo, con 20 por ciento, por ejemplo. El otro día leía algunas cuestiones vinculadas a Samsung, al control de Samsung. Porque a Samsung le compró algunas acciones un fondo buitre, y con esas acciones quería intervenir en la dirección de la compañía. ¿Por qué? Porque las familias tradicionales, coreanas creo que son, que son dueñas de Samsung tienen tenencias accionarias muy chicas, pero retienen el control, porque está flotando no sé cuánto por ciento. Pero aun así, con una tenencia relativamente pequeña, pueden tener el gobierno de la compañía y siguen siendo los accionistas mayoritarios con una tenencia muy chica, 10 por ciento, 15 por ciento, en compañías muy atomizadas con tenencias muy chicas. Aun así, el mayoritario suele decidir también los rangos gerenciales. A veces aparece otra cosas en donde el Estado eventualmente podrá participar, que son acuerdos de accionistas. En algunas oportunidades, para dirigir la compañía, dos accionistas que no son en sí mayoritarios se ponen de acuerdo, firman un acuerdo de accionistas y con sus tenencias accionarias deciden el rumbo de la compañía en asamblea. Pero todo esto son peripecias del gobierno, de las compañías privadas, de las sociedades anónimas y de su forma de funcionamiento. Lo que nosotros queríamos mostrar aquí es que ya se está haciendo esa labor. La verdad es que nuestra Dirección Nacional de Empresas con Participación del Estado analiza el orden del día; tiene equipos de analistas especializados por sector; define sobre cada punto del orden del día; envía instrucciones para el director por el Estado nacional; participa de las reuniones de directorio; cuando tiene que tomar decisiones sobre el orden del día, y siendo minoritario, se forma el orden del día, lo hace el mayoritario, entonces simplemente se aprueba o rechaza, se mociona, se abstiene. Pero eso es sobre todas las decisiones que va a tomar el directorio. Toda esa carga de mandas, o sea, de decisiones, de análisis, está a disposición, porque es información pública. Cuando se trata de información privada, es porque el directorio mantiene bajo Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 22 confidencialidad esa información y no se puede hacer pública, porque es parte de los órdenes del día. Y, ¿por qué una empresa privada toma decisiones que no son públicas, aun cuando cotiza, por ejemplo, en la bolsa de Buenos Aires, o en la bolsa de Nueva York? Porque, por ejemplo, se hace a políticas que tienen que ver con las circunstancias de competencia. Por ejemplo, si en un directorio se está discutiendo la compra de una empresa, aun teniendo un director por el Estado, tonto sería que el Estado fuera a decir, por tener un funcionario público, que están viendo si compran tal compañía. Porque eso perturbaría el precio de la compañía, la decisión de la empresa. Pero no hemos tenido ni una sola queja de ninguna empresa donde tenemos participación de violación de alguna de las cuestiones que se convierte, por decisión de los directorios, en información confidencial para uso exclusivo de los directores, aun cuando el Estado nacional tiene que tomar decisiones todo el tiempo y todos los días sobre lo que se discute en todos los directorios de todas estas compañías. Es decir que esto se puede hacer perfectamente bien. Repito, los empresarios o en las empresas donde hay directores estatales nunca ha habido ningún problema con el director que representa al Estado nacional, más allá de que todas estas decisiones son hoy sistemáticas, colegiadas y tomadas en el marco de una determinada política. Además, doy un caso clave, el extremo es YPF, pero aún si la participación es minoritaria en empresas del sector hidrocarburífero es lógico que el Estado, teniendo una política de buscar el autoabastecimiento energético, cuando tiene directores en empresas del sector energético, que los tiene, esos directores van a representar, de alguna manera, la política del Estado nacional. Por ejemplo, no van a estar los directores en compañías hidrocarburíferas viendo cómo producir menos, tener menos reservas, ir cerrando la compañía si eso se tratara en los directorios. Evidentemente, va a contrapelo de la política nacional y aun siendo minoritarios hemos tenido experiencias excelentes en discusiones en los directorios, donde se ha tenido en cuenta la voz de los 40 millones de argentinos a través de Estado nacional y su participación en los directorios en empresas. Estoy recalcando esta cuestión, porque sé que la discusión pública va por otro lado y sé que filosóficamente, políticamente hay fuerzas que tienen aspiraciones de conducir el país, como las tienen las mayorías de las fuerzas políticas, que tienen una concepción completamente contraria a esta. Por eso, mostraba una noticia del diario que dice que tienen un proyecto para estos fondos –que ya lo han hecho público–, que es vender las tenencias accionarias a fondos extranjeros para que pongan directores. Hay otras ideas y es respetable que haya otras ideas, pero el Parlamento no tiene que discutir, desde mi punto de vista, exclusivamente, tienen que discutirlo todos y aún los detalles; pero tienen que discutir estas cuestiones centrales que hacen al eje de la cuestión. Porque hay quienes piensan que esto es una aberración. Que el Estado tenga una participación en una empresa privada para algunos es una aberración y se quieren desprender de esto rápidamente, porque no entienden el rol estratégico del Estado. Son ellos los que ven al Estado como un enemigo de los privados, de las empresas, de las inversiones, cuando no es así y lo podemos mostrar con números. Con respecto a la DNEPE 33 personas, 88 puestos de directores titulares, 246 asambleas, 2.400 decisiones de puntos de asamblea ha habido desde que se instauró este sistema de participación, 1.052 reuniones de directorio, 5 mil puntos de discusión en reuniones de directorio donde el Estado ha opinado aprobando, rechazando mocionando, absteniéndose; mil estados financieros. Hay que estudiar los estados financieros de las compañías. Eso alimenta también la toma de decisiones en el Estado. Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 23 No sólo la información va del Estado a los privados, sino de los privados al Estado. Es virtuoso esto. Es virtuoso. 450 informes técnicos y jurídicos. Esto ha generado la Dirección Nacional del Ministerio de Economía para la participación en empresas estatales. ¿Qué representa en números? Porque esto va un poco más allá de las empresas del FGS; pero qué representa el número. Veíamos, y Diego debe haber calculado las tenencias con más precisión, que hay 44 empresas en la órbita de la DNEPE, Dirección Nacional de Empresas con Participación Estatal. De esas, las que son del FGS tomadas en valor –y me corregirá Diego–, son estas 44 empresas que hoy valen 63.750 millones de pesos. Eso valen las acciones. Por eso, alguno que tienen este afán privatizador, se le habrán abierto los ojitos. Y por eso habrá algún privado dando vueltas –no quiero decir como buitre– viendo si puede comprar estas tenencias accionarias a precios bobos, de Estado bobo. Hay 16 empresas más que también están pasando esta ley, porque hoy están bajo jurisdicción de la Dirección Nacional de Empresas con Participación Estatal. Son empresas –ahora las voy a mencionar una por una– en las que tiene tenencia accionaria el Ministerio de Economía. Hay tenencia accionaria de diferentes ministerios, pero hoy nosotros centralizamos todas esas tenencias accionarias en la Dirección Nacional. Como esta agencia es, por decirlo así, la heredera y la continuación de la Dirección Nacional de Empresas con Participación Estatal, se transferirían todas las tenencias accionarias, muchas de ellas del Ministerio de Economía que no vienen del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que son algunas minoritarias y algunas mayoritarias que también están dentro de la órbita de la DNEPE que pasaría ahora aquí. Ahora, quiero decir las ventas de estas empresas acumuladas, por los que decían que si participaba el Estado se iban a fundir todas, el Estado iba a ir contra los privados, no iba a colaborar, iba a estatizar, iba a generar ruido, iba a generar pánico en las empresas, en los inversores. Si uno observa 2012, 2013 y 2014 las ventas acumuladas aumentaron un 70 por ciento de este paquete de participaciones accionarias. También aumentaron los resultados con respecto a las ventas; o sea que también mejoró la rentabilidad de estas compañías. O sea que ganaron más plata, vendieron más y para quien dice que vende más por la inflación o por lo que quieran decir, también creció el resultado neto que es la forma más estricta del resultado comparado con la venta. Quiere decir que también ganaron más plata estas compañías desde que está el Estado con la participación minoritaria. También, creció en un 90 por ciento la inversión, comparado con el 2012. Es decir que también invirtieron más estas compañías. Fue absolutamente virtuoso. Les fue mejor, ganaron más e invirtieron más. También aumentaron los dividendos pagados; es decir que también distribuyeron más. Originalmente había algún problema, cuando la participación del Estado era muy alta teníamos la sospecha de que no distribuían utilidades para pasarse las utilidades, como pasa a veces en grupos empresarios en los que hay transferencias encubiertas de utilidades de una empresa a otra del grupo. Por ejemplo, una empresa es cliente de otra empresa que es proveedor, entonces entre ellas se cobran más caros los servicios para transferir la utilidad. Entonces, tal vez, la empresa en la que hay un dueño minoritario –sea el Estado o sea cualquier otro, porque estas estafas y maniobras se dan también en el sector privado– nunca gana plata, y la otra que es de un solo dueño gana toda la plata. Esto a veces se ha denunciado. Yo lo he visto para la industria automotriz, en las que las filiales de la empresa automotriz no gana un mango y la casa matriz gana una fortuna. Uno se pregunta: ¿cómo es esto? ¿Cómo es que la casa matriz gana tanto y todas las compañías Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 24 que están distribuidas por todo el mundo no ganan plata? Si hubiera un dueño en la empresa que no gana plata y en la otra, otro dueño, aquí un dueño minoritario, puede ser y lo hemos discutido en la asamblea del Grupo Clarín en la que me tocó representar al Estado donde esto también pasaba. La empresa donde era socio el Estado nunca distribuía dividendos y las otras sí. ¿Cómo es esto? Fue una discusión que a veces termina en que funcionen normalmente y no haya ningún tipo de maniobra oculta o sospecha entre los dueños. Si vemos el valor de la cartera de acciones del FGS –Diego, corregime si me equivoco– creció desde 2012 –desde que está la Dirección Nacional, no desde el principio– 407 por ciento por encima del índice Merval. Además, quiero decir que desde que entró el Estado a tener participación en los directorios y en las asambleas, crecieron las inversiones, crecieron los dividendos, crecieron las ventas, creció el valor de las compañías. Y creció el valor de las compañías con respecto a las demás empresas del Merval. Es decir que creció más la acción a pesar, entre comillas, de tener al Estado. Por eso les digo a los privatistas que no mientan más. No mientan más. No es mala la participación del Estado. Ha sido buena aún para los interlocutores privados, ha servido y siempre lo reconocen, porque el privado tiene que tomar una decisión y teniendo al director del Estado puede tantear, puede ver, puede usar como un canal de comunicación al director del Estado para ver qué opina la política del Estado, sin necesidad que haya lobbistas, de que haya amigos, de que haya nada. Son cargos públicos, se ejercen pública y transparentemente y quedan en el acta del directorio. Ahí está. Y hay una interacción virtuosa entre los público y lo privado. Todos los indicadores dan así. Todas las decisiones tomadas han sido positivas para la empresa y para el Estado, porque ahora se oye, minoritariamente, porque esa es la participación, la voz del Estado. Tengo ejemplos, pero no quiero aburrirlos. Cualquier cosa, me hacen preguntas. Voy a terminar haciendo algunas consideraciones. Acá pongo algunos hitos, porque son grandes inversiones que se han hecho, muchas veces empujadas por el director del Estado. No es por menospreciar al privado, pero el sector privado –no lo digo yo, lo dice la teoría económica– a veces se guía por factores un poco etéreos, que son sus expectativas. ¿Por qué son etéreos? Por definición. Esto lo decía Keynes. Son etéreos porque cuando yo tengo que tomar una decisión de una inversión que va a durar 10 años... Justo veo un ferrocarril, y el ejemplo de la teoría general de Keynes es el de un ferrocarril o un transatlántico. Cuando un empresario tiene que decidir poner plata para poner un ferrocarril, en realidad lo que tiene que calcular es la rentabilidad futura esperada por los próximos 30 años. ¿Lo sabe o no lo sabe? No lo sabe. Por eso se hablaba tanto del animal spirit: más allá de lo que pienso o lo que creo, del diario de hoy o del riesgo, el empresario genuino toma decisiones, asume riesgos y no está todo el día viendo el horóscopo, porque si no, no tomaría ninguna decisión. Porque bases ciertas, seguras y certeras sobre el futuro es algo que no existe. Entonces, también importa la decisión del Estado con respecto a la permanencia de las políticas, con respecto a otro panorama sobre la situación nacional e internacional. Hemos discutido en todos los directorios. Díganme los directores del Estado si no les ha tocado muchas veces representar la posición. Porque hay algunos consultores del sector privado que todos los años dicen que se va al tacho la economía argentina. Y no bajo este gobierno, que tenemos la ventaja de que por 12 años no se fue al tacho; bajo otros gobiernos también. Todos los santos días sembrando pesimismo, Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 25 porque tal vez no le gusta alguna decisión, porque representa algún interés o lo que sea, o porque quiere o porque lo cree genuinamente. Entonces, también está la intervención del director del Estado mostrando otro panorama. Esta ha sido una discusión muy fructífera en los directorios: "¿cómo creés vos que va?" Ahí los directores ponen visiones, que a veces son contrapuestas, en el ámbito para la toma de decisiones de las empresas, que es donde hay que discutir estos factores. El director del Estado aporta, así como aporta un canal de comunicación, así como aporta una visión distinta, así como aporta una visión sobre la política; de la misma forma que el privado aporta sus inquietudes y aporta sus necesidades. No lo digo porque haya funcionado aquí. Permítanme mostrarles experiencias internacionales, que acá tengo algunas. Finlandia tiene algo que se llama Ownership Steering Department, que básicamente es un ente autárquico, como éste, que tiene un holding de empresas con participación minoritaria del Estado, desde 2007, y donde las decisiones se toman colegiadamente; y son participaciones en empresas estatales. Esto ocurre en Finlandia. En Noruega, The National Insurance Scheme Fund es un fondo donde también tienen la participación en la representación política, y toman decisiones que atañen a las participaciones minoritarias. Sra. Montero (fuera de micrófono).- ¿Pasan por los dos tercios en el Congreso? Sr. Kicillof.- No, es la decisión política. La compra de las acciones del fondo, no lo sé. Puedo averiguar. También Italia tiene un instituto para la reconstrucción industrial. Digo todo esto simplemente para hacer un comentario. Lo que está haciendo el Poder Ejecutivo es ceder al poder más democrático que tiene la República, que es el Congreso de la Nación, donde están representadas todas las fuerzas, con una mayoría que obligue a un debate a fondo y a un consenso amplio. Les pregunto a los que hablan de consenso, de diálogo, de discusión: ¿qué más consenso que para tomar estas decisiones lo haga una mayoría amplia? Porque, además, no sé Noruega y no sé Finlandia, pero los argentinos hemos tenido ejemplos donde la decisión de desprenderse del patrimonio de los argentino se tomó de una manera que sinceramente llevó a decisiones que resultaron ser ruinosas. Porque no anduvo bien, las privatizaciones no anduvieron bien. Otro gallo cantaría si YPF, bajo Repsol, hubiera sido una potencia; pero no fue así. Sinceramente, no fue así. Sinceramente, no fue así con Aerolíneas, que hoy tenemos a uno de los exdueños preso. ¿Tengo que ir una por una? No fue así. Se vendió el patrimonio del Estado y los argentinos nos quedamos sin nada, sin el pan y sin la torta, en empresas estratégicas. Yo sé que quien cree que el Estado hace todo mal, que está bueno sacarse de encima toda participación en cualquier lado y achicar el Estado al máximo, seguramente desde su concepción más profunda está en contra. Está en contra, más todavía, de que las decisiones se tomen a cara descubierta. Porque dirán: bueno, que agarre alguien y que mire cómo cotizan las acciones y que venda cuando conviene, que lo mire como un activo financiero, como quien deshace un plazo fijo en un banco. Pero no es así. Por eso quería hacer una revisión. Pero, de nuevo, puedo ir empresa por empresa con decisiones que ha tomado el Estado, que las ha llevado a las empresas y que les ha ido bien, y ha convencido incluso a los privados, sin que salga en el diario, sin que sea un escándalo, porque eran decisiones buenas. Capitalización en Aluar y capitalización en La Anónima, que antes no se hacían. El Banco Hipotecario. El Procrear usa al Banco Hipotecario como agente. Contrata al Banco Hipotecario, que es un banco con mayoría Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 26 estatal, pero con una participación; tenemos dos directores que también se guían de esta manera. Que haya directores le da confianza al Estado para que el Banco Hipotecario pueda manejar la cartera de lo que es el Procrear. Si no tuviéramos los directores, probablemente el Estado no podría interactuar tan bien con los privados. Es decir, esta es una herramienta muy potente de interacción entre lo público y lo privado, claro está. Creo que el resto lo podemos decir más adelante, si hace falta, en el debate. Para concluir, lo que se está presentando es básicamente que aquellas acciones que habían comprado las AFJP, muchas veces haciendo un pésimo negocio... La estafa esa, si configura una estafa, o el mal negocio, si fue sólo una equivocación, ya lo hicieron. Es decir, en ese momento les encajaron a los futuros jubilados acciones más caras de lo que después resultaron estar. Ahora, ¿qué habilitó eso? Una tenencia accionaria que queda en el FGS, un derecho económico de que los dividendos y la rentabilidad de esa compañía vaya al FGS; pero, además, derechos políticos que permiten al Estado discutir, a través de de lo que estamos proponiendo, que es una agencia que va a tener un director, por un lado.... Tiene tres órganos: un directorio, con un presidente, que va a ser el director de la ANSES. ¿Por qué el director de la ANSES? Porque aunque esto es un patrimonio de todos los argentinos, aunque esto involucra decisiones de índole de política económica, energética y un montón de decisiones, el proyecto que presentó el Poder Ejecutivo pone al director de la ANSES porque queremos, antes que nada, preservar el patrimonio de los jubilados. Entonces, el presidente de ese directorio va a ser la ANSES. Va a haber uno por mayoría de la comisión bicameral, otro por minoría de la comisión bicameral y dos más por el Poder Ejecutivo nacional, que se recomienda que sea uno por el Ministerio de Economía y otro designado por el presidente de la Nación específicamente para esta cuestión. Va a haber una comisión bicameral permanente, compuesta por 8 senadores y 8 diputados. Va a haber también un consejo consultivo, que va a tener un representante del Ministerio de Economía, un representante del Ministerio de Industria y un representante de la ANSES. ¿Por qué agregamos específicamente al Ministerio de Industria? Porque muchas de éstas son empresas industriales, donde es muy importante que esté representada la visión del Ministerio de Industria. Es decir, están estos tres órganos de gobierno. Con respecto a las acciones, no son intangibles, no son invendibles, no está prohibida su venta. Simplemente, la venta tiene que ser habilitada por el Congreso de la Nación, según dice el artículo 1°, porque se trata de interés público la participación de estas acciones. En el artículo 2° determina una mayoría especial, que es de dos tercios, tal como hemos hecho –porque esto tiene una importancia de orden similar– para YPF. Pedimos los mismos dos tercios del artículo 10 de la ley de autoabastecimiento, de soberanía hidrocarburífera. ¿Por qué lo hacemos? Con el propósito de que la participación accionaria minoritaria del Estado nacional en compañías privadas, en primer lugar, no se remate, no se liquide, como se ha hecho en otras épocas nefastas con el patrimonio de los argentinos. Eso no puede volver a ocurrir. Por eso, tiene que ser el Parlamento el ámbito natural donde esto se discuta, donde esto se decida, donde se llegue a consenso, con una participación lo más amplia posible. Estamos en una democracia parlamentaria, que toma estas decisiones en su Parlamento. Esa es la propuesta que dice la ley. Por otro lado, armar una agencia que va a tener cuestiones operativas, pero un directorio también con representación parlamentaria, también con una comisión Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 27 bicameral, que pueda contribuir a que la toma de decisiones, día a día, de qué va a hacer el Estado con los derechos políticos de su participación en las empresas, sea lo más inteligente, democrática, participativa y transparente posible. Muchísimas gracias. (Aplausos.) Sr. Presidente (Abal Medina).- Muchísimas gracias, señor ministro. Agradeciéndole la completitud de su exposición, abriríamos el debate para cualquiera que quiera hacer uso de la palabra. Ya me la estaba pidiendo desde antes la señora senadora Montero. Sra. Montero.- En principio, quiero decir una cuestión de forma: no se ha dado giro a mi Comisión de Economía. Acá el ministro ha hecho una exposición sobre la importancia que tiene, como decisiones de política económica, estar presente como Estado en las empresas. Es inherente a mi comisión. No se ha dado giro a mi Comisión de Economía. Sr. Pichetto (fuera de micrófono).- Fue decidido por la Secretaría Parlamentaria. Sra. Montero.- O sea que voy a hacer el reclamo a la Secretaría Parlamentaria para que se dé giro. Porque eso habilitaría también, tal vez, otro tipo de expositores que acá no se tengan previstos; o si no, yo pasaría algunos otros expositores para seguir debatiendo este proyecto de ley. Pero voy a reclamar ese giro a la comisión. Eso, primero. Voy a tratar de ser breve, porque la verdad es que da para muchísimos comentarios. Voy a tratar de abstraer las cuestiones que tengan con ver con mucho tono de subjetividad o de cuestiones políticas al respecto. Quiero preguntarle: las decisiones actualmente las toma el Poder Ejecutivo, ¿no es cierto? Esta comisión va a estar conformada por cinco miembros, tres de los cuales son designados por el Poder Ejecutivo. Ellos operan con una mayoría simple. O sea, la sigue tomando el Poder Ejecutivo. Otro de los puntos del proyecto es que pasa por la SIGEN y por la Auditoría General de la Nación. Hoy, también. Es decir, tiene todos los controles, o sea que esto tampoco le agrega demasiado. Hoy existe una bicameral que está constituida por seis miembros. Ahora pasaría a estar constituida por ocho miembros. Sr. Kicillof.- Dieciséis. Sra. Montero.- Seis miembros de cada cámara. Disculpe. Ocho de cada cámara; dieciséis en total, ahora. O sea que en lo sustancial, con respecto a la modificación de la estructura de decisiones y de control, lo único que veo es lo de los dos tercios y los mecanismos de designación. Mi pregunta es sobre la razonabilidad. O sea, si los miembros del Poder Ejecutivo no pasan por el Congreso para prestar acuerdo, por ejemplo... - El señor Kicillof realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sra. Montero.- Los que designa el Poder Ejecutivo no pasan por el Congreso para prestar acuerdo. ¿Por qué esa exigencia de los dos tercios de una comisión bicameral? - El señor Kicillof realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sra. Montero.- Cuando designa el Poder Ejecutivo los miembros que componen el directorio, no pasan por el Congreso. Sr. Kicillof (fuera de micrófono).- Entiendo. Ahora aclaro. ¿Contesto ahora? Sra. Montero.- No, termino. Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 28 No pasan por el Congreso. ¿Por qué esa decisión de los dos tercios para su remoción a través de una bicameral? Sr. Kicillof.- Los dos tercios sólo son para la decisión de la enajenación de las acciones. Sra. Montero.- No, es para la remoción de los directores. Hay una bicameral, que se piden los dos tercios para la remoción de los directores. - El señor Kicillof realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sra. Montero.- O sea, los nombramos con discrecionalidad por parte del Poder Ejecutivo. ¿En qué plazo los nombramos? ¿Cuándo los quieren dejar nombrados? ¿Los quieren dejar nombrados ahora? Porque se nombran a 30 días después de la publicación del Boletín Oficial, ¿no es cierto? Se nombran con una cuestión discrecional del Poder Ejecutivo. Y para removerlos necesitamos los dos tercios de una bicameral. O sea, yo apelo a la razonabilidad de los mecanismos de designación y los mecanismos de remoción de directores, de los miembros del directorio de este ente autárquico. Apelo a la razonabilidad. Lo mismo: la decisión del nombramiento de los directores también lo decide esta comisión, que, en el contexto de la mayoría simple, va a tener tres miembros del Poder Ejecutivo, para tomar decisiones tan importantes, como ha explicado el ministro, con respecto a la articulación público-privada, a la importancia que tiene que tener la presencia del Estado en empresas donde estamos invirtiendo los fondos de los jubilados. La verdad es que esto escapa a que sean razonables esos mecanismos. La decisión de los dos tercios también para la venta, cuando no pasan todo este otro tipo de decisiones por el Congreso. Es decir que hay decisiones políticas importantes en cuanto a la estructura de la conformación y en cuanto a la forma de funcionamiento que no pasan por el Congreso. Sólo pasan por el Congreso los dos tercios de la venta de las acciones. Yo había pedido hace tiempo que tratáramos un proyecto –es de 2011, pero lo he vuelto a presentar en varias oportunidades– para poner al defensor del pueblo en el consejo. Porque el defensor del pueblo, un miembro que designa la Defensoría del Pueblo, tiene legitimación sustancial activa para actuar en los juicios. De hecho, hay reclamos que ha hecho en la Corte el defensor por los juicios que no pagan a los jubilados. Sin embargo, no he podido lograr el tratamiento de ese proyecto, ni tampoco la respuesta de la ANSES con respecto a los jubilados, cuando lo reclamamos todos los años. Tampoco vamos a tener injerencia sobre las decisiones políticas. El Congreso, el órgano político de la democracia, tampoco tiene decisiones políticas sobre qué hacen con los recursos, cuando el Fondo de Garantía de Sustentabilidad utilizan los recursos... Bueno, van a tener un paro, no sé si mañana o el jueves, de los empleados de la ANSES, que se quejan por la cantidad de programas que le han cargado. La verdad es que también son decisiones políticas que me gustaría que pasaran por este Congreso, no que las tomaran directores que designan discrecionalmente y que van a tomar decisiones en forma discrecional. Entonces, la razonabilidad de los proyectos. Por lo tanto, cuando se pasa después al debate privatistas-estatistas, la verdad es que me suenan... como también lo dijo recién: Patria o buitres. Estamos otra vez en decisiones binarias en el Congreso de la Nación sin ningún viso de razonabilidad. Otra pregunta: eso del defensor me encantaría que estuviera en el consejo o en algún lado. Me gustaría que podamos discutir el proyecto y que pudiéramos rever... Sr. Bossio.- ¿En qué consejo? Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 29 Sra. Montero.- En el consejo del fondo... está en el proyecto de ley del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. - El señor senador Pichetto realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sra. Montero.- Era una apreciación de decisiones políticas. No tiene que ver... - El señor senador Pichetto realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sra. Montero.- Relativamente. Porque, en definitiva, son órganos de control. Y la verdad es que hasta ahora no interesaban demasiado los órganos de control, ni siquiera los órganos de control... Sr. Pichetto (fuera de micrófono).- ¿Me concede una interrupción? Sra. Montero.- No, termino las preguntas. Después, estas acciones son el 11 por ciento, ¿cierto? Quería hacer una pregunta sobre el 63 por ciento de los títulos, bonos. ¿Por qué están bajando? O sea, en los informes que han pasado últimamente. ¿Por qué están bajando? Sr. Bossio.- ¿La participación? ¿El precio? Sra. Montero.- Sí, el monto y la participación relativa; el 63 por ciento. Lo han pasado ustedes en el informe. Lo primero que surge es que hay problemas cambiaros y por más que no se reconozcan, hay problemas cambiarios. Si hay alguna intervención en el mercado. Me gustaría saber si hay alguna intervención, porque surge nada más ese dato. Por ahora tengo esas preguntas. Creo que la razonabilidad es la regla, es el principio también de constitucionalidad. Creo que una ley que se vota por mayoría simple, que exija dos tercios –dos tercios que se piden para una remoción política, para una reforma constitucional– me parece que es una decisión algo caprichosa de este gobierno a cien días de irse y dejar ya una decisión tomada con respecto a esto. Por ahora eso y después vemos. Sr. Presidente (Abal Medina).- Gracias senadora. En primer lugar, quiero hacer una pequeña aclaración. Los giros de las comisiones, obviamente, son definidos por la Secretaría Parlamentaria y tienen que ver con cuestiones de razonabilidad en cada caso. Este proyecto tiene que ver, obviamente, con otras comisiones, pero todos los proyectos que tratamos en esta Casa en general tiene que ver con todas. Si fuera por eso, prácticamente, el 90 por ciento de los proyectos que tratamos tiene que ver con presupuesto y no pasan todos por Presupuesto. Sra. Montero.- Recuerdo que cuando presenté el proyecto del régimen de fomento de inversiones le dieron giro a cinco comisiones; a cinco. La razonabilidad la voy a preguntar, porque el Reglamento dice también... Sr. Presidente (Abal Medina).- Preferentemente a una. Sra. Montero.- Senador Pichetto, usted sabe que tengo razón. O sea, por qué a cinco un proyecto de promoción de inversiones en el que me costó juntar y juntamos las firmas, y todavía no lo podemos tratar. Hoy pido que se mande a mi comisión. Son tres. Sr. Presidente (Abal Medina).- De todas maneras, no se preocupe que con todo gusto recibiremos en esta comisión –he hablado con la presidenta de la otra comisión– a los especialistas que usted proponga para seguir el tratamiento de este proyecto. Así que vaya pensando los nombres y después fijaremos los horarios. El senador Pichetto pide una intervención. Sr. Pichetto.- En realidad vamos a tratar de poner el tema donde corresponde. A mí me parece que –no le imputo mala intención a la senadora Montero– hay una distorsión de Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 30 lo que se plantea claramente en el proyecto, que es la preservación de capital nacional proveniente de la estatización de las AFJP y de que los gobiernos que vengan, cualquiera sea su signo, necesiten del aval de los dos tercios en el ámbito del Congreso. Esto no es inconstitucional, porque en la propia ley de YPF, en la recuperación de YPF hemos establecido este mecanismo; y en la ley de la tortura y del armado de la comisión de la tortura también se establece un mecanismo de dos tercios. En fin, lo que digo es: ¿cuál es el objetivo que el gobierno plantea? Defender algo que defendió durante más de 7 años. ¿Cuándo fue la estatización? 2007, 2008. Durante todo ese tiempo no tocó un peso de esas acciones, no las vendió, no las malvendió y mantuvo una política, a pesar de que los agoreros cuando hicimos la recuperación de las AFJP decían que inmediatamente le íbamos a meter mano a las acciones y las íbamos a terminar vendiendo, íbamos a terminar haciendo liquidez con ese tipo de acciones. Sin embargo, se ha mantenido con coherencia durante todos estos años el capital nacional y la presencia dentro de estas empresas, que son empresas importantes que hacen a la economía argentina y que incluso apuntan al proceso de inversión. Yo no estoy de acuerdo. He leído algunos comentarios y algunas miradas críticas respecto a este proyecto que dicen que atenta contra la inversión. Yo creo todo lo contrario. A mí me parece que el Estado presente dentro de estas empresas puede apuntalar inversiones importantes, definir proyectos prioritarios y trabajar para el crecimiento y el desarrollo de procesos fundamentales como puede ser el tema de invertir en ferrocarriles o invertir también en otro tipo de proyectos o iniciativas. Por lo tanto, ¿cuál es la llave de bóveda de este proyecto? El requisito de que el Congreso tiene que aprobar la venta de estas acciones. ¿Qué se requiere? Dos tercios del Congreso. ¿Se pueden vender? Sí, se pueden vender. Nadie dice que no se pueden vender, pero hay que lograr dos tercios del Congreso en ambas cámaras. Me parece que este es un tema de preservación del interés nacional, del capital nacional que hemos mantenido, porque si hubiéramos vendido acciones durante este tiempo careceríamos de autoridad moral como para poder plantear esta cuestión, este debate, este tema de aquí para adelante. A mí me parece que es un tema de reaseguro, es un eje muy importante desde el punto de vista del país y a esto tiende el proyecto. Después podemos analizar el tema de si los directorios y el director tienen que ser removido por dos tercios; en fin, eso lo vemos. Pero el eje central es lo que queremos defender con esta ley: impedir que discrecionalmente desde algún área del Estado, desde el espacio de un Ministerio de Economía con otra orientación, con otro perfil o desde un área de industrias se terminen vendiendo acciones que puedan afectar el interés nacional. Este es el eje, esto es lo que acaba de explicar el ministro y todo lo demás me parece que es distorsionar el espíritu y el proyecto que se requiere. Yo sostengo, y nuestro bloque va a sostener, que no hay ningún viso de inconstitucionalidad. La ley la vamos a votar por simple mayoría y vamos a fijar un criterio en un artículo que se requiere dos tercios. Esto ya lo hemos hecho, porque tiene precedentes. Lo digo porque seguramente va a formar parte del debate este tema y quiero dar a conocer cuál va a ser la opinión del bloque en esta materia cuando lleguemos al recinto. Ya hemos votado este tipo de leyes en donde hemos incorporado artículos en los que para modificar determinadas situaciones de esa ley se requieren dos tercios. Con esto me parece que ratifico el principio y el espíritu que se busca desde el Poder Ejecutivo para impulsar este proyecto. Sr. Presidente (Abal Medina).- Muchas gracias, senador. Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 31 Le damos la palabra a Diego Bossio para que conteste su parte de las preguntas. Sr. Bossio.- Con respecto a las políticas de Estado que acá se describieron, que a mí me parecen absolutamente razonables y necesarias, forman parte de una serie de decisiones que hacen que se constituya la seguridad social como una política de Estado. La primera tiene que ver con haber recuperado por parte del Estado, como bien lo describió el ministro, un concepto que es el concepto de solidaridad. El Estado paga las jubilaciones producto de lo que recauda de aportes, contribuciones e impuestos en mitades, más o menos. Eso no era así. El Estado tomó la decisión y la impronta y me parece que es algo central. En esos cambios que, efectivamente, son cambios profundos en la dinámica económica, en la dinámica política y en la dinámica en la cual el Estado propone políticas públicas, se dieron una serie de reformas que luego profundizaron esta actitud de inclusión que ha tenido la presidenta de la Nación desde el primer mandato y el segundo mandato y Néstor Kirchner primero. El plan de inclusión jubilatoria que fue votado por este Congreso, la última vez por unanimidad; la Asignación Universal por Hijo, primero por Decreto de Necesidad y Urgencia, ratificado por una comisión bicameral votada por este Congreso para ratificar los decretos de necesidad y urgencia; una ley recientemente votada en materia de movilidad de asignaciones familiares para los trabajadores formales y la Asignación Universal por Hijo. Un decreto que fue discutido fue el 441, que se dio origen producto de una polémica del sector empresario y de determinados sectores políticos respecto de si el Estado tenía que defender lo suyo o no. El decreto 441, puntualmente, evitó el límite de participación política en las empresas. Nosotros teníamos el 30 por ciento de una empresa y teníamos limitada nuestra participación política; es decir, teníamos capital por el 30 por ciento, pero podíamos votar sólo por el 5 por ciento. Son cuestiones de fondo de la presencia del Estado y el cuidado por parte del Estado. Y no estoy hablando del Estado con referencia a un funcionario, no hoy hablando de un ministro, no estoy hablando de sus secretarios o del director ejecutivo de la ANSES. Estoy hablando del Estado en su conjunto. Con lo cual, suscribiendo lo que dice el presidente de nuestro bloque y tratando de que se madure y se tome a conciencia esta decisión, lo que estamos haciendo es un fortalecimiento institucional del Estado, fundamentalmente convocando al Congreso para que participe en decisiones de carácter estratégico. Tomar la decisión de vender un paquete accionario de manera significativa es una decisión de interés público. Cuando la decisión es de interés público, no sólo me parece que es razonable, sino que creo que tiene que participar el Congreso de la Nación. Esto no lo digo ahora; lo digo con las veinticinco visitas que he hecho al Congreso de la Nación para explicar la evolución del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, y lo digo porque lo dije públicamente: nunca voy a vender una acción. Y si vendiera una acción, pediría la intervención del Congreso de la Nación, por lo que significa la decisión de la venta de una acción, la enajenación, y por lo que significa en la composición accionaria del propio control de la empresa. Hay muchísimos casos para hablar. ¿Sabe cuánto tiempo tardaríamos en vender el paquete accionario, con el volumen negociado diario, de las acciones de Telecom? 9 años. Si la decisión fuera vender, 9 años estaríamos para vender esas acciones. Pero, además, si durante 9 años la posición es vendedora, ¿usted qué cree que va a pasar con las acciones? Efecto "Puerta 12". Además, ¿por qué se la vendo a alguien y no a otra persona? ¿Cuál es el mecanismo? ¿Por qué el Estado no debe tener una decisión estratégica donde intervengan distintos poderes del Estado? Por eso, esto constituye una decisión que para Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 32 nosotros no sólo es razonable, sino que fortalece institucionalmente el posicionamiento del Estado. Escribieron letras y letras sobre las atribuciones del Poder Ejecutivo y siempre se quejaron de las atribuciones, que defendíamos, del Poder Ejecutivo. Cuando tomamos una decisión de fortalecimiento institucional en donde decididamente pedimos la intervención del Congreso, resulta que ahora molesta. A mí me parece razonable que intervengan en la privatización de estas empresas el Congreso de la Nación. El fondo aumentó... Sra. Montero (fuera de micrófono).- Me malinterpretan. Yo solamente hablo de razonabilidad. Sr. Bossio.- Habló de poca razonabilidad. El fondo aumentó: pasó de 98.000 millones a 548.000 millones de pesos. Lo puede ver en cualquier moneda: más del doble, en dólares. ¿Quieren verlo con cualquier otro índice? Con cualquiera, como el índice "Congreso", que no tiene ningún tipo de rigurosidad. Lo midan con lo que lo midan, el fondo tuvo rentabilidades y tuvo variaciones realmente significativas. Los bonos: valor nominal de los bonos, o sea, la nominalidad de los bonos. Si tenemos más o menos bonos; no discuto el valor. Pasamos de 5926 millones de nominales a 14.405 millones de nominales, en dólares. Dólares de acá a 2045, porque tenemos bonos de 2045 heredados. O sea, tenemos tres veces más en bonos nominales de los que teníamos en diciembre de 2008. - El señor senador Pichetto realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sr. Bossio.- Los juicios. En materia bonos, pasamos del 61,7, en 2012, al 63,9. Ahí fluctúa, pero no porque baja la cantidad de bonos; fluctúa porque cambian los valores relativos del resto de las inversiones. Entonces, a veces hemos tenido picos de casi el 65 por ciento, y hoy tenemos el 63,6 por ciento. Porque es un valor relativo, pero no necesariamente porque tengamos menos bonos. Tenemos más bonos. Y le puedo asegurar que ha sido una buena inversión. El Tesoro de la Nación argentina ha pagado en tiempo y forma, ha honrado cada una de sus deudas y ha honrado cada uno de sus instrumentos financieros. Para nosotros fue una buena decisión de inversión, no sólo porque tenemos más bonos, sino que tenemos mayor precio de esos bonos. Con respecto a los juicios, nunca se han pagado tantos juicios como ahora y de manera absolutamente transparente. A veces escucho a algún candidato presidencial, que estuvo en la ANSES y quizás forma parte del espacio político que ustedes representan, hablar de los juicios de los jubilados. No sólo fue parte de la generación de los juicios, sino que además hay que ver cómo se pagaban esos juicios. Hoy se están pagando cerca de 50.000 juicios por año. Hace 7 u 8 años atrás, no se pagaban más de 15.000. Pero no sólo eso: se pagan de manera automática y, efectivamente, siguiendo un orden de prelación absolutamente transparente. No se comunica a los estudios de abogados cuando le pagamos un juicio a alguien; se comunica al abuelo. Pueden ver todos los meses la lista de todos los que se pagan. Y puede saberlo el defensor del pueblo, porque lo hemos convocado en cada una de las situaciones. Si usted me pregunta si tenemos los recursos y la capacidad técnica para pagar la totalidad de los juicios, no, no lo podríamos hacer. En 25 reuniones de comisión hemos explicado que uno de cada cuatro juicios son abstractos: hacen el juicio, viene el abogado, están 8 años en la justicia, llega la liquidación y la verdad es que el jubilado Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 33 gana más de lo que corresponde. Porque también hay una industria del juicio, y hay que decirlo con todas las letras. Entonces, le hemos puesto fecha de vencimiento con otra política que forma parte de un pilar de una política de Estado, que es la ley de movilidad jubilatoria. Aquellos que decían que iba a dar 4 por ciento, ha dado resultados significativos y de mejora real a los jubilados. Eso pone fin a los juicios, porque se actualizan de manera automática no sólo las jubilaciones, sino las nuevas jubilaciones. Se jubilan 350.000 jubilados por año fuera de la nueva ley de moratoria. ¿Sabe cuántos iniciaron juicio en los últimos 4 años, según la estadística que seguimos? Entre 300 y 400 jubilados. Los nuevos jubilados no inician juicio. El 80 por ciento de los juicios tienen que ver con un sistema que era privado, no era estatal; tienen que ver con los noventa. Si hay fallas de la justicia es porque recién en el año 2005 emitió fallos a favor de los jubilados. Y todo lo que la justicia le envía a la ANSES se paga en tiempo y forma con un orden de prelación. No elijo un solo expediente a dedo. Decimos nuestras limitaciones, pero también decimos todo lo que hicimos. Con el defensor del pueblo tenemos vínculo permanente. Las causas que tenemos con el defensor del pueblo han sido explicadas ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cada uno de los capítulos, diciendo lo que se puede resolver y lo que no se puede resolver. Lo que sí le digo, y me da vergüenza, es que las atribuciones que tiene el Congreso de la Nación, o aquellas atribuciones que muchas veces comparte el Poder Ejecutivo, no las ejerza el propio Congreso de la Nación y se lo pida a la justicia. Eso tiene que ser una decisión, eventualmente, con las posibilidades y las capacidades técnicas, del propio Congreso de la Nación. Con el defensor del pueblo respondemos todo lo que tenemos que responder. Nosotros creemos que este tipo de decisiones se tienen que tomar no sólo teniendo en cuenta lo que ha ocurrido durante todos estos años, sino fundamentalmente entendiendo que cuando hablamos de Estado, estamos hablando de los 40 millones de argentinos. Yo voy a ser director de la ANSES hasta el 10 de diciembre de este año. El próximo 10 de diciembre va a haber un cambio presidencial por mandato constitucional y el nuevo presidente de la Nación va a tener que nombrar un nuevo director de ANSES, por decreto. El 8 de julio del año 2009, por decreto, me designó la presidenta de la Nación, y el 10 de diciembre del año 2011, en un nuevo mandato, me volvió a designar la presidenta de la Nación. ¿Por qué con un nuevo decreto? Porque hay un nuevo gobierno, porque hay un nuevo período presidencial. Con lo cual el 10 de diciembre del año 2015 va a haber un nuevo presidente en la Argentina, por mandato constitucional y mandato popular, y va a designar a los representantes del Poder Ejecutivo. Me parece que estoy contestando parte de la pregunta que usted hizo con respecto al mandato. Sr. Presidente (Abal Medina).- Axel... Sr. Kicillof.- Breve. En cuanto a los puntos centrales del proyecto, con lo que agregó el senador Pichetto y lo que recién dijo Diego, me parece que la posición nuestra es muy clara. Con respecto a las cuestiones de razonabilidad, se está refiriendo a una cuestión procedimental que estamos planteando de designación y remoción de los directores, que le recuerdo que es la misma aprobada para el caso de la AFTIC, exactamente la misma. A usted podrá parecerle razonable o no, pero la verdad es que es un procedimiento donde, en este caso, tratándose de cinco directores, están el director de la ANSES, el Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 34 ministro de Economía y uno más por el Poder Ejecutivo, que son designados; y dos por la comisión bicameral, que tienen un mandato de 4 años. Le damos esa estabilidad para poder generar estabilidades políticas. Raro sería que por mayoría simple echen al ministro de Economía de la comisión. Entonces, no le veo razonabilidad a la propuesta. Pero como no quiero catalogarla, porque no hay propuesta, de todas maneras es lo mismo que AFTIC: solamente 5 miembros, en vez de 7. Los dos que nombra la comisión tienen que ser removidos por justa causa y con algún procedimiento de defensa, no se pueden remover porque sí. Y como el tema es preservarlo de una remoción arbitraria, se ha puesto una mayoría especial. Pero convengamos que el núcleo del proyecto –por eso lo de los dos tercios estaba muy claramente puesto– tiene que ver con que los que privatizaron en los noventa no vuelvan a privatizar vendiendo las acciones. Ya sabemos qué quieren, ya lo han dicho públicamente: las quieren vender de nuevo. Y las quieren vender de nuevo a un extranjero. Así que ahora han redoblado la apuesta: no contentos con venderla, van a salir a buscar plata afuera y a algún extranjero, que son bárbaros para administrarnos las empresas. Lo que quiero decir es que estas minorías, dada la experiencia histórica, dada la envergadura que tiene esto, dado cuál es su origen... Porque estamos hablando de que esto es parte, si hubo una estafa, de una estafa ya consumada. Y ahora vuelve al patrimonio argentino. No lo vendamos de nuevo sin discusión, sin diálogo, sin consenso de todas las fuerzas políticas. Tomémonos el trabajo de que el Parlamento discuta a fondo cuáles son las circunstancias, la oportunidad y la conveniencia para generar un proceso de venta de un patrimonio público de nuevo. No es la primera vez que les pasa a los argentinos. Por eso, en YPF se planteó una mayoría especial. Por eso, en el caso de un nuevo patrimonio público que es participación en todas estas empresas, y que nuevamente, más allá de que va a tener más participación parlamentaria y que va a haber dos miembros en el directorio, evidentemente, como hace a la política económica, por eso hay un ministro, por eso está el presidente de ANSES y estamos poniéndole una participación al Parlamento en una decisión que es, en última instancia, ejecutiva, de qué hacer, porque la política económica no es un gobierno directo del Parlamento de la Nación. Entonces, eso es lo que estamos haciendo. No quiero calificar de no razonable, porque me parece que sería ofensivo. Pero entendiendo los jirones de razonamiento que aparecieron en la pregunta, me parece cien veces –si la palabra es "razonable"– menos razonable removerlo porque sí, sin justa causa. ¿Remover al ministro de su cargo o al director de la ANSES? Porque al Poder Ejecutivo le queda un solo cargo fuera de eso. ¿No le vamos a dar al Poder Ejecutivo la posibilidad de poner un cargo, y que si nos remueven antes de 4 años expliquen por qué, y que lo hagan con una mayoría especial de las comisiones? A mí me parece perfectamente razonable. Pero razonable contra irrazonable, creo que no vamos a ir a ningún lado. Por eso, lo conveniente es poner las posiciones y que se discutan y se aprueben, no se aprueben o se modifiquen. Sr. Presidente (Abal Medina).- Tiene la palabra el señor senador Giustiniani... Sra. Montero (fuera de micrófono).- Si discutimos la razonabilidad, que aparezca este proyecto como los guardianes del fondo de garantía y de la defensa del Estado, en este contexto electoral y no que no lo hayan mandado antes, la verdad es que Patria o buitres otra vez... Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 35 Sr. Bossio.- ¿Quiere que no gobernemos? Sr. Kicillof.- Si quiere, nos vamos todos. Cerramos el Parlamento y ya van gobernando ustedes. Sra. Montero.- Y con respecto a los juicios de los jubilados, mi viejo se murió en diciembre sin cobrarlo. Sr. Kicillof.- No lo van a poder privatizar. Ese es el drama que tienen. No lo van a poder privatizar, ese drama tienen. Nosotros no lo pensamos privatizar. Sr. Presidente (Abal Medina).- Adelante, ahora sí, senador Giustiniani. Sr. Giustiniani.- Gracias, señor presidente y señora presidenta. Gracias por la presencia al ministro de Economía y al director de ANSES. Me parece que se abre un debate, de la manera en que lo ha planteado el ministro, interesante y muy amplio. Estamos en campaña electoral y me parece importante el momento para que se expresen los candidatos –el ministro es candidato– acerca de la Argentina futura, porque se tiene que expresar la gente. Esperemos que los votos se den a quienes manifiesten un compromiso programático para los próximos 4 años. Estamos hablando nada más y nada menos que de temas como el rol del Estado. Estamos hablando de acciones que tiene el Estado en empresas privadas. Me parece bien que fijemos hoy algunos consensos. Todos nos conocemos, no hace falta hacer tanta historia. Yo vengo desde el socialismo. Nos opusimos en minoría y en soledad cuando se privatizaron y se les dio camino a las AFJP en la República Argentina, en toda la etapa del neoliberalismo. Yo no veo tanta diferencia entre los candidatos presidenciales –es personal– que pueden llegar a ser gobierno en la Argentina. No veo tantas diferencias, según lo que se ha expresado hasta ahora, por lo menos. Ojalá que en esta etapa de la campaña electoral se precise, y quizás estos debate sean importantes para precisarlos, pero la verdad es que no veo demasiadas disidencias, o no se han expresado todavía. Y su historia también habla de que tienen muchas coincidencias hacia atrás. Entonces, yo estoy de acuerdo en discutir el tema de los dos tercios: que un consenso parlamentario en este momento diga si hay un consenso político para definir este rol del Estado; que determinada cantidad de empresas para su privatización, en la venta de sus acciones, tenga que tener una mayoría especial. Votamos a favor en el artículo 10 de la ley de recuperación de YPF. Pero me parece que el debate también lo tenemos que dar de manera bastante más amplia. Yo veo muchas contradicciones en el gobierno en lo que hace al rol del Estado, porque, si hablamos de YPF, está claro hoy que no es una empresa del Estado; es una sociedad anónima. Cuando queremos conocer el desarrollo de YPF, pedimos informes y nos contestan que es una sociedad anónima y que no nos tienen que dar ningún informe a nosotros. Cuando planteamos que los directores de YPF son directores nombrados por el Estado y tienen que dar explicaciones al Parlamento, no nos dan ninguna explicación, porque nos dicen que YPF es una sociedad anónima. Entonces, es sumamente contradictorio. Estamos hablando de resguardar acciones por 61.000 millones de pesos, que es patrimonio de todos los argentinos, y por una empresa que vale mucho más del doble que todo el conjunto de empresas, que es YPF, los directores de YPF están fuera de todo este régimen: no son funcionarios públicos; no sabemos cuánto ganan; no tienen este régimen caritativo, positivo, por el cual les dan al fondo del menor sus sueldos, que me parece que es una cosa caritativa que está bien. Pero creo que la regulación del Estado y la transparencia del Estado tienen que darse de otra manera. Estamos en ese debate. Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 36 Al ministro lo prefiero en todo su desarrollo filosófico cuando habla de la economía desde su postura neokeynesiana, desde el punto de vista del rol del Estado. No me gusta demasiado todo lo que ha planteado de lo que significa este virtuoso capitalismo de la cooperación público-privada. En todo caso, desde el punto de vista práctico, no lo prefiero al ministro de Economía sentado en Techint. Tiene que haber un director del Estado, por supuesto, pero no tiene que estar el ministro de Economía sentado en el directorio de Techint. Me parece una pérdida de tiempo. Tiene que haber un director. Usted, ministro, tiene que estar piloteando todo lo que hace a una economía complicada, en un momento del país complicado, y no discutiendo la colada. Yo soy ingeniero y me encantan esos debates, pero me parece que esto abre un debate interesante que lo queremos dar desde el punto de vista de lo que significa también cómo se ha planteado esta ley en la que tenemos una mirada hacia los jubilados. Hemos disentido con la conducción de la ANSES, muchas veces, en cuanto a que un jubilado no puede estar hoy ganando 4.200 pesos y que hay que levantar ese piso. Nos parece fundamental, porque con la ley de movilidad jubilatoria ha sido muy importante que cada dos años se haga un ajuste, pero vemos que al haber partido de un piso tan bajo, los jubilados siempre siguen demasiado abajo. Por lo tanto, queremos y creemos que estamos en condiciones, así como hemos disentido en estos aspectos. No he tenido la posibilidad de hablar con usted director, pero le pido que haga extensivo lo de las inundaciones de la provincia de Buenos Aires también en la provincia de Santa Fe. Sr. Kicillof.- Ya está. Sr. Giustiniani.- Bueno, podemos dar esa buena noticia para Santa Fe. Me parece que en todas las visitas de Bossio al Parlamento cuando se habla de lo que ha significado el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que fue un proyecto de la oposición y que fue un decreto del Ejecutivo positivo para garantizar ese fondo de los jubilados, que tenga hoy esta dimensión de 500 mil millones de pesos y que estemos discutiendo nada más que el 11 por ciento de eso, que tiene una gran importancia, aunque sea el 11 por ciento de eso que quede capturado del Estado, que ningún gobierno si no tiene el acuerdo del Parlamento pueda disponer de eso para su privatización, esto abre un debate también. Así como es contradictorio que funcionarios públicos de esta agencia tengan todas estas directivas y todas estas consideraciones y no lo tenga YPF, también es contradictorio que planteemos este resguardo de estos dos tercios solamente para este 11 por ciento de lo que es la totalidad del fondo y queden afuera empresas importantes como AySA, como ENARSA con las que también hemos disentido. Hemos acordado que el Estado tiene que tener estas empresas, pero estas figuras de sociedades anónimas que se plantean abren... Sr. Pichetto.- Estamos hablando de las acciones de las AFJP. Sr. Giustiniani.- Totalmente, pero creo que el ministro abrió un debate mucho más amplio y no habla solamente del proyecto de las AFJP, sino que también habla de acciones que tiene hoy el Ministerio de Economía; o sea que es un debate más amplio. Me parece que aprovechando este debate amplio tendríamos que poner este corsé y clarificar el rol del Estado y de las empresas del Estado. Sobre todo vuelvo a YPF, en un momento en que no sabemos quién va a tener la conducción del país. Yo no tengo ninguna duda con la posición que el ministro pueda discutir en Techint y puedo coincidir con el ministro respecto a la dirección de Techint o el rol del Estado en Techint y cómo ha dado el ejemplo el ministro. Ahora, si gana otro presidente y hay muchos candidatos a ministros de Economía que hablan por televisión y que Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 37 pueden ser los futuros ministros de Economía nos agarramos la cabeza que estén como directores de Techint. O sea que estamos generando un problema mayor que la solución que queremos tener. Por eso, sería suficiente en esta ley con poner un artículo que diga: los dos tercios para las acciones de estas empresas. Con eso sería suficiente, porque si coincidimos con todos los desarrollos que nos ha hecho en las visitas al Parlamento el director general de ANSES, para qué vamos a cambiar toda esta estructura. Para terminar, quiero corregir y hacer esa pregunta de si es posible que el oficialismo acepte modificaciones. Reitero lo que planteó la senadora, que me parece de sentido común. Si es el Poder Ejecutivo, si es el presidente o presidenta de la Nación quien designa al director de ANSES y a los dos directores, en la remoción no tiene que actuar la comisión bicameral con los dos tercios. La remoción la hace el que lo designa. No es –y comparto– razonable que la remoción se tenga que realizar con un requisito de los dos tercios de la comisión bicameral. Es de sentido común lo que planteó la senadora. Me parece que no hay que darle muchas vueltas. Eso por un lado. Por otro lado, me parece que el oficialismo debe dejar absolutamente en claro – como cuando discutimos y vamos a discutir sobre la Agencia Federal de Inteligencia– que no es que hay un gobierno que a cien días de su finalización quiere dejar un equipo para el próximo gobierno, gane quien gane, con designaciones de directores y que el próximo gobierno tenga dificultades para remover. Sr. Pichetto.- Lo explicó bien. Sr. Giustiniani.- Yo creo que lo explicó en cuanto al director de la ANSES. - El señor senador Pichetto realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sr. Guistiniani.- La letra de la ley... - El señor senador Pichetto realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sr. Giustiniani.- Si quieren, les leo lo que dice de la remoción y en cuanto a la remoción. Lo digo porque me parece que es clara la cuestión como está planteada. Sr. Kicillof.- No me lo lea, por favor. Sr. Giustiniani.- Bueno, entonces la pregunta es si hay voluntad en cuanto al oficialismo de abrir un debate de esta ley, que me parece muy importante para que pueda ser enriquecida y que no queden contradicciones flagrantes que son las que he planteado. Ministro, me parece importante toda esta cuestión de hacer pasar todo por el Parlamento, justamente es lo que hemos reclamado siempre, por eso no queremos y hemos votado en contra de la vigencia actual de la ley de emergencia económica. Después de tantos años si la economía no está en emergencia, por qué se ha prorrogado la emergencia economía durante tantos años y que ha determinado, a partir de eso, que el Ejecutivo tenga facultades que son parlamentarias. No hemos votado eso nosotros, no hemos resignado esas facultades, no hemos estado de acuerdo con eso, como el tema de la negociación de la deuda externa. Por eso queremos que nos envíe, ministro, los contratos firmados con el Club de París. Sr. Kicillof.- Están todos enviados. Sr. Giustiniani.- Queremos que nos envíe eso, porque nos parece que esas negociaciones son importantes, hacen a la soberanía nacional y son facultades que el Parlamento, a través de las leyes de emergencia, delegó en el Poder Ejecutivo y nosotros no estuvimos de acuerdo con eso. Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 38 Eso era un poco lo que quería plantar para ver cuál es la voluntad de abrir un debate. Me parece pertinente, en un momento en que hay una campaña electoral y que va a haber un cambio de gobierno, si hay un consenso legislativo para fortalecer, realmente, el rol del Estado. Sr. Presidente (Abal Medina).- Gracias señor senador. La voluntad de abrir el debate está dada y lo ha refrendado el presidente de nuestro bloque. Así que estamos acá, precisamente, para eso. Le damos la palabra al ministro. Sr. Kicillof.- Voy a responder, espero que a todo. La verdad es que el caso de YPF, el régimen informativo de YPF, las designaciones de YPF se rigen por una ley especial que es una ley mucho más amplia que la recuperación de YPF. En su momento recuerdo, y recuerdo bien porque estuve en este Parlamento discutiendo, incluso con expresiones opositoras y discutiendo prácticamente con la prensa internacional y nacional, si era conveniente o no era conveniente, si era oportuno, si era el mejor modo. Pero la verdad es que la ley de YPF ha tenido una virtud que es que se ha optado no por la estatización de la compañía, sino por la recuperación de la mayoría del paquete accionario. Y se ha dejado, por lo demás, bastante poco intervenido y modificado el régimen de funcionamiento que tenía antes la compañía. Es decir, se ha optado por ese sistema para el caso particular de YPF. Usted sabrá que no solo estas son participaciones minoritarias en determinadas empresas, sino que algunas, como es el caso de Techint en el área siderúrgica por la privatización de los altos hornos de SOMISA, han resultado ser prácticamente un monopolio. Entonces, tiene una importancia estratégica, especial. Pero no quiero ponerme a justificar mi presencia en el directorio de YPF, que además antecede mi designación como ministro, y la verdad es que no veo que me distraiga de mi actividad como ministro. Pero no quiero defenderme de eso, ya que creo que es muy equivocada la visión, pero es suya. Lo que quiero decir es que el caso del gobierno de YPF, el régimen informativo, está todo en la ley. Y el caso de YPF tiene, además, una particularidad que es más bien llamativa: viene a ser la principal empresa del país por casi todos los indicadores. Con lo cual, también la decisión que tomó este parlamento de, simplemente, tomar el control de la empresa a través del 51 por ciento de las acciones, creo que fue acertada. Con la experiencia a lo visto pienso que fue muy acertada, a pesar de que, entre otras cosas, si se hubiera tomado otro camino, YPF habría dejado de cotizar en la bolsa de Nueva York. La cotización en la bolsa de Nueva York no muchas de las empresas del FGS la tienen –unas diez–, porque es muy exigente en lo que respecta al régimen informativo, tremendamente exigente. En algunos puntos yo diría que nuestro régimen informativo, que es el que tiene la CNV, con la nueva ley de mercados de capitales, es más exigente, pero en otros no. Y tiene –a mí me ha tocado ser interventor de la empresa– permanentes pedidos de información, que son los formularios que se presentan periódicamente y que son públicos. La verdad es que tienen –yo diría– una catarata de información, sobre todo las compañías que cotizan en la bolsa de Nueva York; y las que cotizan en la bolsa local también, pero los dos regímenes superpuestos son más exigentes no digo que este parlamento, pero son tremendamente exigentes. Cualquier dato sobre YPF que haga a su propietario está puesto ahí, porque justamente los regímenes de información de las empresas que cotizan en bolsa son exigentes para que los dueños, que a veces son minoritarios, no tengan ninguna duda sobre ningún aspecto, ya sea del funcionamiento de la empresa, de las decisiones generales e incluso de la Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 39 idoneidad y capacidad de sus directores y funcionarios. Hemos tenido algún cortocircuito cuando la empresa YPF. . . - El señor senador Pichetto realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sr. Kicillof.- Por eso, porque YPF tiene que informar. Yo creo que si el parlamento se juntara a leer todos los informes y la información que produce YPF a la CNV y a la SEC, tendría más información de la que habitualmente maneja para muchos otros temas. Es muchísima la información. O sea que, para mí, el régimen informativo de YPF está totalmente cubierto. Pero agrego más. ¿Por qué no se les pide más información a compañías que cotizan en la bolsa de Nueva York o de Argentina que la que efectivamente está puesta ahí? Porque la experiencia ha mostrado que más información lo que empieza a hacer es entrometerse en aquellas decisiones comerciales que toma una empresa. Está bien, como dueño a uno le encantaría saber todos los contratos que firma con todos los proveedores. Pero hete aquí que YPF, como principal empresa del país, y las que cotizan en bolsa, ya sea externa o interna, si revelan esa información, puede ser una información contractual sensible para las decisiones empresarias que toma una empresa. En el caso de YPF, se le puso todavía más cuidado a esto, porque está el riesgo de que la empresa deje de funcionar como una empresa abierta, es decir, que cotiza en bolsa, y que muchas veces, por tener una mayoría del Estado, tenga que brindar información, y en el caso –permítanme decirlo así– de las empresas petroleras del tamaño de YPF, son tiburones. Es decir que si YPF cierra una contratación en determinada área petrolera, están las tres empresas petroleras más grandes del mundo, que a veces son también las más grande del mundo, viendo qué cerró YPF. Esas cuestiones no las podemos tampoco pasar por alto, por eso tanto celo por la confidencialidad y por el cuidado de la información, que es estricta decisión y gobierno de la empresa. Y esa separación, así como yo decía que hay que tener mucho cuidado entre lo público y lo privado, por ser pública, no la convirtamos en un elefante que no puede tomar decisiones en un aspecto competitivo, como es el sector petrolero. - El señor senador Pichetto realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sr. Kicillof.- Claro, porque puede perder inversiones y asociaciones con otros inversores. Por ejemplo, en contratos que cierra –y no está el caso de Chevron– hay como sesenta contratos con compañías privadas, muchas de ellas extranjeras, que vienen también de la época anterior y que son nuevas, porque la modalidad de asociación en el terreno de las empresas petroleras es que prácticamente ninguna actúa sola; siempre se asocian, ya sea que el área es de uno y la inversión es del otro, ya sea que el área es de uno, la inversión es de otro y la operación de un tercero. Incluso, las empresas internacionales, transnacionales, como Total, como la propia Shell, cuando operan en áreas petroleras hacen joint ventures donde se asocian entre ellas. Y si se les pide que muestren el contrato, es muy conflictivo; no te pueden mostrar el contrato, porque en el área de al lado, si pueden, sacan una ventaja. Entonces –lo va a decir aquí el senador Pereyra–, es muy difícil examinarles todos los contratos y sacarlos en los diarios. Prácticamente, impedir la actividad que como privado va a tener YPF. Yo no lo estoy ni menospreciando ni poniendo por encima, pero hay otro esquema para el funcionamiento de YPF. Obviamente que YPF fue pública en algún momento, pero ahora es mixta, con mayoría privada y control estatal, con cuidado de que ese control estatal no le impida hacer negocios porque, es más, el negocio petrolero Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 40 se ha transformado sustancialmente. Esto es lo que les digo: no hay casi área donde una compañía actúe en soledad, sin un consorcio de otras empresas. Y las condiciones con las que cierra cada contrato, ojalá que sean mejores que con las que cerró el contrato anterior, pero si empezamos a develar todos los contratos, nadie va a querer asociarse con YPF en áreas petroleras. Y ahí, como hay sesenta contratos en otras áreas que también son con privados, a veces incluso es más volumen, porque tenemos contratos para áreas de Shell y para el área convencional, enormes, gigantescos, que vienen de época privada. Pero si empezamos a mostrar cada uno de esos contratos, vamos a ver que va a haber quejas entre los socios. Además, tienen cláusulas de confidencialidad por las cuales no se pueden mostrar los contratos; si no, el privado no se pone de acuerdo y no los firma. Por supuesto que no estoy tomando un caso puntual, pero estoy diciendo que el caso de YPF tiene la particularidad de ser, en sector petróleo, la empresa más grande del país, con 51 por ciento estatal, y cotizando en la bolsa de Nueva York y de Buenos Aires simultáneamente con un régimen informativo que se desnuda todos los trimestres para mostrar absolutamente todo. Por eso yo creo que si hay algo de YPF, es muchísima información... - El señor senador Pichetto realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sr. Kicillof.- Y todavía más: si a un accionista minoritario, con una acción de la SEC, le parece que lo que usted está pidiendo es algo inexorable para comprender qué hace la compañía, tendríamos un juicio , y inversores norteamericanos, que muchas veces son institucionales y a veces son fondos buitre, van a fondo con todo lo que puedan pedir y que esté dañando, como el caso que se dio ahora de Petrobras –quiero hacer un paréntesis–, donde los inversores privados, por alguna denuncia que tiene Petrobras, están queriendo hacerle juicio, porque eso modificó los valores de la acción. O sea que los privados todo el tiempo están revoloteando para que no haya ninguna información que se mantenga confidencial y que deba ser pública a los fines del funcionamiento público que tiene la compañía. Es doblemente pública, porque es pública pero, además, es propiedad del Estado argentino mayoritaria. Pero tiene socios privados también, y todo esto está sometido al escrutinio de las bolsas de Nueva York y de Buenos Aires y de los miles de socios privados que están viendo si alguna decisión de YPF, bajo control estatal, le perjudica su posición, eso es, que tome una mala decisión. Esto es permanente. Creo que el informativo de YPF es muy difícil de comparar con una participación minoritaria en una empresa como la que estamos teniendo. ¿Por qué? Porque muchas de ellas no cotizan en la bolsa de Nueva York; muchas de ellas sí cotizan en la bolsa de Buenos Aires, pero alguna ha querido bajarse de la bolsa de Buenos Aires –hay casos–, y lo han hecho porque tienen mayoría. Hay algunos casos, y el Estado creo que se opuso en ese momento. Queríamos que siguiera cotizando para tener un régimen informativo, porque ahí somos una minoría. La verdad es que yo no veo ninguna contradicción. Veo que lo de YPF se somete no solo a lo que le ha marcado la ley, sino además a todos las controles propios de los mercados de capitales argentinos y de Nueva York, que es muy exigente en controles y que ha tenido, incluso, juicios – que se conocen– de la propia SEC cuando hay cualquier denuncia ante la SEC. Es decir que la SEC es –como decía recién el senador– bastante inexorable cuando hay una denuncia de un tenedor minoritario o de un tercero. Es decir que es una instancia adicional a la que nos estamos sometiendo con el caso de YPF. Acá me hacía una broma un colaborador: mejor que el Ministerio de Economía Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 41 esté en Techint y no que Techint esté en el Ministerio. Hay muchas cosas, pero ha habido ejemplos. Lo que yo quiero decir simplemente es que, en mi papel de director, yo sigo realizando mis funciones. Tienen toda la documentación vigente. Cuando puedo, asisto al directorio; si no, hay un sistema de suplencias, por si hay una urgencia. Si hoy hubiera directorio de Techint, estaría acá. Pierda cuidado. De todas maneras, también hay algo que hemos encontrado en todas las empresas cuyos directores son funcionarios públicos. Hay una cuestión del orden de la experiencia, del seguimiento, que es que hacer cambios en empresas tan grandes a veces no es conveniente. Descuídese, que yo voy a seguir prestándole atención en la proporción adecuada a mi cargo de ministro, de director por el Estado en YPF. En general, siempre es un cargo por una acción, porque es la "clase A"; es otra clase. Yo no soy director por los privados, sino por el Estado, de lo que quedó allí, así que sigo siéndolo. No es fácil, a veces, en una empresa de tanta envergadura, encontrar... Y cuando es una empresa muy importante, es lógico que sea un funcionario de alta jerarquía. Después, si cambia de rango y hay que cambiarlo, habrá que ver la oportunidad; es cada un año y habrá que verlo. Yo no le pondría límite a que ningún funcionario, si se juzga adecuado, sea director en la compañía. Porque es un trabajo part time, sobre todo en el caso en donde tiene la dirección nacional o la agencia, que prepara todos los informes, la documentación respaldatoria, las mandas. Es decir que es una función que se puede llevar adelante. Con respecto a la remoción, yo no estoy de acuerdo. Porque acá el punto es que dos directores son el ministro de Economía y el director de la ANSES. La remoción de esos directores, si fuera con una menor jerarquía que dos tercios... Porque la remoción está planteada, tanto acá como en AFTIC, ante una falta. No es una remoción porque no me gustó la cara del funcionario. Por eso, para darle algún poder al Parlamento y a los órganos de la agencia, lo que se está dando es una oportunidad de remoción con mucha exigencia. ¿Por qué? Porque si fueran a remover al ministro de Economía, van a tener que tener justa causa. Pero tampoco queremos dejar que, si la propia agencia y sus órganos de gobierno encuentran que un director no se desempeña correctamente como director, no tenga una oportunidad exigente de removerlo. Es simplemente esto. Yo no tengo ninguna duda de que si la presidenta de la Nación nombra en ese tercer cargo –que es el único que nombra sin que sea algún cargo jerárquico, y respecto del cual, por la función, es conveniente generar sinergia en la agencia– a un funcionario, y a la presidenta o al presidente no le gusta más ese funcionario, va a obtener la renuncia. No es que no lo puede remover y la remoción queda en manos de esta comisión; tiene una duración. La remoción, obviamente, la puede hacer el Poder Ejecutivo, si quiere, con los que nombra el Poder Ejecutivo. Nada más que en caso – dice la ley– de incumplimiento o mal desempeño de sus funciones por parte de los directores, entonces necesita dos tercios, una justa causa y una defensa. Eso es lo que se está diciendo. Es decir, es una circunstancia excepcional donde algunos de los directores del Poder Ejecutivo no están cumpliendo. Es eso, simplemente. Me parece que, por lo demás, si usted pide que lo nombre y lo remueva el Poder Ejecutivo, es lo que está previsto acá. Lo que pasa es que si incumple a la vista del propio directorio de la bicameral, hay un instrumento para removerlo. Pero tiene que ser por incumplimiento, que va a tener la dimensión de un incumplimiento, o un mal desempeño, y sería del ministro o del director de ANSES como director. Fíjese que si Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 42 llegamos a remover un ministro o un director por incumplimiento en esta agencia, es una situación tremendamente excepcional. Por lo demás, durará 4 años o lo removerá el Poder Ejecutivo. Yo no voy a ser ministro de Economía –ya lo he dicho– el 10 de diciembre. O sea que si ahora se me designa director en la agencia, el 10 diciembre va a tener mi renuncia la presidenta y va a quedar a consideración. Digo esto por la preocupación que tenía la senadora Montero. No es que el director de la ANSES va a dejar de ser director de la ANSES y va a quedar en la agencia, porque la agencia dice que tiene que ser director de ANSES. Entonces, no estamos planteando la ultra-actividad de estos cargos en la agencia. Me parece que el planteo no tiene razonabilidad y es realmente contradictorio. Ahora, lo demás es perfectamente lógico y me parece que es una situación especial, simplemente. Así está planteado en la ley. Sr. Presidente (Abal Medina).- Tiene la palabra el señor senador Pereyra. Sr. Pereyra.- Gracias, señor presidente, y gracias al director de la ANSES y al ministro. Es bueno que vengan al Senado a explicar los proyectos tan importantes como estos. Recuerdo que con la sanción de la 24.241 hubo muchas maniobras. Yo pertenezco al sector petrolero y doy fe de las empresas petroleras multinacionales que tenían intereses en las AFJP. Si bien es cierto que era voluntario elegir por uno u otro sistema, pero los reunían y los orientaban para que fuera tal o cual AFJP. Enviaban señoritas muy bien vestidas a los yacimientos para captar afiliaciones a las AFJP. Después, en el año 2008, vino la sanción de la ley 26.425, que estableció la creación del SIPA –Sistema Integrado Previsional Argentino– y se comenzó a emprolijar todo esto. Pero también acá no se dijo: las jubilaciones por el sistema de capitalización individual realmente eran irrisorias y tenía que salir el Estado a cubrir el resto. Después de la sanción de esta ley, la 26.425, comenzamos a transitar otro camino. Estoy de acuerdo con la creación de la agencia nacional de empresas públicas, porque es una forma de agrupar y emprolijar esta cuestión de las acciones de distintas empresas. Pero me queda una duda y, seguramente, el señor ministro me la va a poder evacuar. El artículo 10 del proyecto dice: "Recursos. Los recursos de la Agencia Nacional de Participación Estatal en Empresas –ANPE– estarán conformados por...". Con el inciso a) no hay problema; pero en el b) dice: "los fondos que provengan de servicios prestados a terceros". ¿Qué es eso? No entiendo. Sr. Kicillof.- Es una calidad de la Agencia Nacional de Participación Estatal en Empresas la generación de permanentes informes, que hoy son de carácter público, sobre los sectores: el desenvolvimiento de las empresas, el desenvolvimiento sectorial. Por lo tanto, se pensó en algún momento que toda esa capacidad de generación de información y de informes esté disponible, como por ejemplo lo hace el propio INDEC, que vende algunos informes. Un privado puede acceder a determinado informe, no más que eso. No es un servicio de consultoría el que se está pensando. Y dudo que, por la naturaleza del trabajo, se pueda prestar o haya demanda para ese servicio de consultoría. Ahora, la información y los análisis sectoriales entiendo que han alcanzado un nivel de excelencia, que los hacen al ponerlos a disposición del sector privado. Incluso, las propias empresas nos han solicitado informes. Se podría cobrar un pequeño arancel a las empresas para acceder a informes sectoriales. Entonces, le da una capacidad al Estado, que ya la tiene, de generación de información y de análisis que estaría a disposición de privados. En general, a esto se accede mediante una tasa o un arancel, para no publicar toda la información, sino con el objeto de que acceda el que esté Dirección General de Taquígrafos “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 25.8.2015 Reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social Pág. 43 realmente interesado. Son módicos. Esto mismo pasa con el INDEC: para acceder a las bases hay que pagar, pero son 50 pesos, 100 pesos. Se verá, pero es algo simbólico. Sr. Presidente (Abal Medina).- Tiene la palabra el señor senador Pichetto. Sr. Pichetto (fuera de micrófono).- Le decía de pasar a un cuarto intermedio hasta mañana a las 10 y 30. Además, para escuchar si hay alguna propuesta de la oposición... Sr. Presidente (Abal Medina).- Para traer mañana a algún especialista, senadora. - La señora senadora Montero realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono. Sr. Presidente (Abal Medina).- Con toda libertad. Si querés, mañana mismo nos decís a quién. Sra. Montero.- Hay que preguntar y convocar. Claro, mañana firman el dictamen. No sé si van a poder venir... Sr. Presidente (Abal Medina).- No sé si firmaremos el dictamen mañana, si hay acuerdo. Quizá lo hacemos el jueves. Sra. Montero.- La verdad es que me gustaría que, al menos, viniera el auditor general de la Nación y que opine sobre el proyecto. Sr. Pichetto.- Invítelo. Sra. Montero.- Lo voy a invitar. Sí, claro. Sr. Pichetto.- Mañana al mediodía va a haber sesión. Hasta el mediodía se puede, sino el jueves. Sr. Presidente (Abal Medina).- Pasamos a cuarto intermedio hasta mañana a las 10 y 30 y podríamos continuar el jueves a la mañana. - Así se hace. - Son las 20 y 31. Dirección General de Taquígrafos