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EL ECONOMISTA LUNES, 24 DE OCTUBRE DE 2011
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Economía
demasiado margen para acomodarse. Ganó por 512 votos frente a
484. Un resultado que refleja la división que siempre ha existido y que
sigue existiendo en el sindicato de
Marcelino Camacho. Así que, para
que continúe su liderazgo en Fernández de la Hoz (sede central de
la organización), CCOO debe erguirse con una nueva imagen antes
del próximo Consejo Confederal
programado para enero de 2013.
¿Elsindicatonofunciona?
La confederación se ha autoanalizado y ha detectado demasiadas
brechas abiertas. Su líder ha puesto las taras de Comisiones encima
de la mesa: “Hay que valorar si
nuestro discurso, nuestra práctica,
nuestras estructuras organizativas
son las adecuadas...”.
La primera premisa y puede que
la fundamental es que “un número
significativo de trabajadores no ven
la necesidad de afiliarse”, señala el
secretario general. Son demasiados
los cambios que ha habido en la esfera externa de los sindicatos mien-
CCOO debe erguirse
con una nueva imagen
antes del Consejo
Confederal, previsto
para enero de 2012
tras éstos se mantenían impasibles.
Por ello, Toxo plantea si el modelo
representativo actual es correcto.
La crítica que mejor clarifica la
falta de modernidad de los sindicatos es el tablón de anuncios que
todavía se encuentra en muchas empresas. De hecho, el presidente de
los empresarios, Joan Rosell, apostó esta pasada semana por replantear la utilidad de las horas sindicales dado los medios telemáticos
que están presentes hoy en día.
Otra batalla que están perdiendo, por ahora, es su penetración en
la sociedad del conocimiento y sobre todo en la captación de jóvenes:
“La gente joven no tiene la misma
cultura que la gente mayor”, señala Lezcano, por ello es necesario hacer ciertos ajustes. La cultura del
individualismo se ha extendido mucho y esto dificulta la extensión del
sindicato.
Incluso el secretario general ha
renunciado al pastel más goloso: la
formación. Y es que en los últimos
tiempos se ha cuestionado mucho
si CCOO y UGT imparten buena
formación o tan sólo se financian
de ella. Tanto es el desprestigio del
que han sido diana que los sindicatos piden que su función en este ámbito tan sólo sea de gestión y dejen
de impartir cursos. “¿Esto ha ido en
detrimento de la principal función
del sindicato? ¿Están en consonancia los esfuerzos que dedicamos a
estos ámbitos y el resultado que de
ellos obtenemos, medidos en afiliados? ¿Están contribuyendo estas
actividades a mejorar o perjudicar
el crédito del sindicato? ¿Debemos
reequilibrar nuestras actividades,
sabiendo que la actividad fundamental del sindicato es la acción
sindical?”, se pregunta Toxo.
Y para trabajar bien en la negociación colectiva también se encuentran con otros frente: la atomización empresarial. La afiliación
en las microempresas es mucho más
difícil. “Nos cuesta mucho más vincularlos al sindicato. Es un trabajo
de hormiguita. Estamos bastante
coordinados, pero es necesario que
vaya alguien a cada bar a dar información a los trabajadores”, argumenta Lezcano.
Y sobre todo para mejorar la imagen y la calidad de las siglas CCOO,
el sindicato apuesta por examinar
mucho más la labor de campo que
realizan. “Hay que mirar si hay alguien que no esté desempeñando
bien su función. Todos los que lle-
“Todos los que lleven la
etiqueta de Comisiones
tiene que ser gente
cualificada”, explican
desde la cúpula sindical
van la etiqueta de Comisiones Obreras tiene que ser gente cualificada”.
UGT miraaotrolado
Nada de replanteamientos ni revisiones. En el sindicato de Cándido
Méndez continúan su función como hasta ahora. Los vaivenes del
Gobierno han provocado que crez-
can los rumores sobre una caída de
afiliación, sin datos objetivos para
poder confirmarla. Miembros ugetistas sí que aseguran la pérdida de
afiliados, así como las grandes disidencias que se han vivido dentro
del sindicato más unido de nuestro
sistema. La causa, cómo no, el poco ruido que han hecho a raíz de las
reformas y los recortes salariales.
Con el primer Gobierno socialista, UGT ya sufrió en sus propias carnes el desgaste del Partido Socialista, asunto que salvó al desvincularse del partido. No ha sido hasta la etapa de Rodríguez Zapatero
cuando hemos vuelto a ver a un sindicato comprometido con las políticas socialistas.
El sindicato de Méndez todavía
no tiene que rendir cuentas a sus
afiliados. Esto no será hasta el Consejo Confederal de mediados de
2013. Tiene tiempo para un cambio
de estrategia o tal vez espera recuperar la fe de sus afiliados atrincherándose en las barricadas por
los ajustes que tenga que hacer el
PP cuando llegue a Moncloa.
ANTHONY GARNER
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