PONENCIA DE GARRIDO GENOVÉS EN LA UNIVERSIDAD DE MURCIA

Anuncio
PONENCIA DE GARRIDO GENOVÉS EN LA
UNIVERSIDAD DE MURCIA
El pasado viernes 17 de marzo Vicente Garrido Genovés, Profesor de Criminología y
Psicología de la Universidad de Valencia, participó en el “I Congreso sobre Derechos
Humanos y Criminología” celebrado en la Universidad de Murcia. El título de su
ponencia fue Enseñanza de la Criminología para la Sociedad de hoy. Enfoques Teóricos
y Análisis Empíricos en el Tema de la Mujer.
Con respecto a la primera parte de la exposición, Garrido se centró fundamentalmente
en “la dificultad de la Criminología para plasmar sus enseñanzas y logros en el mundo
real de la política criminal y de la política social”. Puso de manifiesto que, pese a que la
Criminología ha obtenido resultados contrastados en materia de prevención de la
delincuencia en la familia y en la escuela, tratamiento de la delincuencia y prevención
de la violencia de género, sin embargo sus conocimientos y experiencia son, a menudo,
ignorados por quienes tienen la capacidad de diseñar la política criminal en España.
¿POR QUÉ NO VAN DE LA MANO LA POLÍTICA Y LA CRIMINOLOGÍA?
Garrido se planteó esta cuestión y para responderla apuntó las siguientes ideas: “la
Criminología se ocupa de temas complejos que requieren respuestas coordinadas,
racionales y en un tiempo variable que necesariamente depende de los problemas
tratados. La práctica política presenta una lectura simplificada de la realidad; en los
discursos de los políticos cuando analizan determinadas cuestiones destaca por encima
de todo el eslogan, la idea fácil que capture la atención del público al cual va dirigido
el mensaje. Esto es totalmente contrario a un análisis completo y cabal que capture la
compleja realidad criminológica. La Política da respuestas emocionales que acaparen la
atención del público. La práctica política ofrece respuestas descoordinadas,…, así como
requiere resultados inmediatos ya que la carrera de los políticos es normalmente
corta, mientras que en el caso los problemas estudiados por la Criminología sus
resultados sólo se ven a lo largo del tiempo”.
Por otro lado, el profesor Garrido señaló que, desde el punto de vista de la Política
criminal, existe en la actualidad
una perspectiva muy importante denominada
APROXIMACIÓN BASADA EN LA EVIDENCIA cuya filosofía es estudiar, en cada uno de
las áreas de la Criminología, “cuáles los resultados que actualmente podemos decir que
están comprobados para ofrecerlos a la realidad de los políticos cada vez que requieran
asistencia en ese ámbito”.
En relación con este movimiento, Vicente Garrido hizo mención a su participación en el
GRUPO CAMPBELL en materia de CRIMEN Y JUSTICIA, el cual, imitando el modelo
existente en el ámbito de la medicina, analiza cuáles son los métodos que han
demostrado su eficacia en la prevención de delitos. Los estudios de este grupo ofrecen
los concretos porcentajes de éxito que ha obtenido en todo el mundo una determinada
estrategia desarrollada frente a un problema criminológico. Para mayor información
sobre el GRUPO CAMPBELL nos remitimos a su página web cuya dirección es
www.campbellcollaboration.org.
Para la perspectiva basada en la evidencia es fundamental reunir toda la evidencia
experimental existente para poder responder a cada uno de las cuestiones que se
susciten en materia de prevención de la delincuencia.
En función de los estudios realizados en este sentido, los programas de prevención de
la delincuencia se pueden clasificar en:
-programas ineficaces, han demostrado empíricamente que no tienen éxito (por
ejemplo: visita de un día a la prisión para determinados presos expliquen a alumnos
1
conflictivos la vida real en la cárcel; estudios controlados han demostrado que tras este
tour los chicos que han participado en el mismo cometen más delitos).
-programas sin evidencia, acerca de los cuales todavía no se puede afirmar si son
eficaces o no
-programas prometedores, que tienen ya algunos resultados que los avalan, pero sin
que estos resultados sean suficientes
-programas eficientes, los cuales disponen de resultados comprobados sobre su éxito
cuando se cumplen determinados requisitos en su ejecución (sin que esto quiera decir
que vayan a serlo siempre).
Las nuevas realidades delictivas han provocado una respuesta “básica, emocional y a
corto plazo”por parte de los agentes de decisión: el énfasis en las medidas punitivas.
Pero la Criminología, basándose en programas fundados en los resultados de la
Ciencia, ofrece respuestas orientadas hacia nuevos ámbitos. Así, gracias a los estudios
científicos desarrollados por la Criminología, sabemos que el grupo promedio de los
delincuentes puede ser sometido a diferentes programas de intervención que reduzcan
la reincidencia. Estos programas reúnen una serie de características: persiguen la
modificación de diferentes ámbitos de la realidad de estos sujetos, se llevan a cabo en
la comunidad y pretenden el desarrollo de modelos de integración social.
Aunque estos programas seguramente no serían eficaces con algunas modalidades de
la delincuencia actual, según recordó Vicente Garrido, de los sesenta mil presos que
hay en España aproximadamente la mitad “se ajusta al perfil del delincuente habitual y
sobre ellos ofrecemos muy poca iniciativa”.
La crítica a las políticas públicas en el ámbito criminal surge otra vez al analizar los
gastos de la represión de la delincuencia juvenil: un joven en un centro de reforma
cuesta setenta y dos mil euros anuales; mientras que un equipo de tres profesionales
que se ocupen de sesenta familias costaría noventa mil euros al año. Según Garrido,
es evidente que la inversión en programas de prevención está más que justificada,
siendo rentable a las arcas públicas simplemente con que un porcentaje de éstos tenga
éxito.
Otra información aportada por la Criminología es que “todos los delincuentes no son
iguales”. Para ello se manejan conceptos como: distribución de los delitos y de los
delincuentes, carreras delictivas,…La investigación revela que aproximadamente el
quince por ciento de los delincuentes son responsables del cincuenta por cien de los
delitos. Tal y como afirmó el Profesor Garrido sería necesario que, además del
correspondiente castigo, se invirtiera en “prevenir la aparición de ese quince por
ciento”. Mientras que no tendría sentido ofertar programas costosos a delincuentes que
no van desarrollar una carrera delictiva prolongada. Para ello, quienes diseñan la
política criminal de nuestro país deberían recurrir a los valiosos conocimientos que les
pueden aportar los profesionales de la Criminología.
PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Cumpliendo la petición realizada por la organización del Congreso, la última parte de la
ponencia estuvo dedicada a la violencia contra la mujer. Al respecto de esta cuestión
Vicente Garrido manifestó su desacuerdo con las lecturas simplistas que se hacen de
forma generalizada, y, en concreto, con las voces feministas que lo reducen a un
problema de desigualdad y de estereotipos machistas. Para él se trata de un fenómeno
“multicausado”. La violencia de género “como toda violencia extensa y permanente en
el tiempo responde a diferentes ámbitos: aspectos biológicos y temperamentales de los
agresores, aspectos de la personalidad, variables de socialización, elementos que se
relacionan con contextos más amplios como la cultura,…Si fuera un fenómeno
relacionado exclusivamente con la desigualdad social y económica no podríamos
explicar cómo en los países más igualitarios del Mundo (los nórdicos) hay tres veces
2
más asesinatos de mujeres -derivados de la violencia de género- que en España”. La
Criminología ofrece una perspectiva más amplia que apunta hacia la existencia de
otros factores, además de la desigualdad. Aceptar la multicausalidad de la violencia de
género lleva a diseñar estrategias también multicausales
dirigidas al ámbito
individual, familiar, escolar, comunitario, así como en la propia sociedad y cultura. Para
ello es fundamental acudir al conocimiento que proporciona la Criminología sobre los
programas que son eficaces en cada uno de estos escenarios.
A la hora de prevenir la violencia contra mujer desde esta perspectiva multicausal,
Garrido propone la adopción de medidas generales y medidas específicas. Dentro de
las primeras incluye la prevención de malos tratos en la infancia y la prevención de la
delincuencia común, así como la prevención del consumo de alcohol y drogas; ya que
entiende que todo ello supone el terreno abonado sobre el que con mucha probabilidad
surgirá más violencia de género.
Dentro de las medidas específicas, además de los programas de tratamiento de los
agresores, destaca la consecución de “un sistema de justicia más eficaz en detener al
agresor impidiéndole que avance en la progresión violenta y en proteger a la víctima
porque la investigación ha demostrado que es lo más eficaz”.
A largo plazo donde más éxito se puede obtener es en “la educación familiar y escolar
focalizada en cualquier tipo de agresión porque la agresión se generaliza, y auque no
todos los sujetos son agresivos en los mismos contextos, cuando en una familia se
generaliza la agresión las probabilidades de que esa persona sea violenta con su pareja
aumentan.”
Como conclusiones de su intervención, Garrido indicó que las enseñanzas basadas en
la evidencia que ofrece la Criminología debería ser un modelo de reflexión para los
políticos y propuso la creación de un gabinete de investigación criminológica que
asesorara a los diferentes organismos públicos, así como la adopción de un modelo de
trabajo común que unificara los esfuerzos aportados desde distintos ámbitos , y , por
último, que se adoptara la perspectiva de la víctima en el ámbito de la violencia contra
la mujer.
3
Descargar