Clasificación de los seres vivos Los entes (seres vivos, cosas, ideas) se clasifican para ordenarlos y entenderlos. El ser humano, al clasificar, ha obtenido uno de sus más grandes beneficios. Millones de organismos pueblan la Tierra. Para facilitar el estudio de esta gran variedad de seres vivos, los grupos grandes (como "plantas" y "animales") deben dividirse en grupos más pequeños. Esto se llama clasificación. La taxonomía o sistemática es la rama del conocimiento biológico que reconoce, describe, denomina y clasifica a los organismos vivientes (W. T. Calman). Los Griegos En la Antigüedad se intentó clasificar a los seres vivos. Aristóteles (filósofo y naturalista; 384−322 AC) y Teofrasto (370−285 AC) trataron de clasificar todas las plantas conocidas, teniendo en cuenta su forma, período de vida y hábitat. Aristóteles construyó el primer sistema conocido de clasificación de animales, a los que dividió en animales con sangre y animales sin sangre (se corresponden, en líneas generales, con los vertebrados y los invertebrados actuales). Discípulo de Aristóteles, Teofrasto estudió con mayor detenimiento el mundo de las plantas desde muy diversos puntos de vista: se ocupó de su sistemática, ya que agrupó diversas especies parecidas y analizó su nomenclatura al proporcionar nombres a las diferentes partes de la planta. La Edad Media Surgieron figuras como las de san Alberto Magno o Roger Bacon. El primero de ellos escribió tratados sobre animales y plantas, basados principalmente en los escritos de Aristóteles. El Renacimiento Ante la gran cantidad de plantas y animales que se registraba se hizo necesario mejorar los sistemas de clasificación. Andrea Cesalpino, botánico italiano, intentó establecer un sistema de diferenciación de plantas que se basaba en la estructura de flores, semillas y frutos y estableció las primeras hipótesis sobre los mecanismos de reproducción de los vegetales. Por su parte, el suizo Gaspard Bauhin diseñó un sistema binomial en el que asignaba a cada planta dos nombres: uno genérico y otro específico. Actualmente En el siglo XVII, el inglés John Ray trató de hacer un sistema de clasificación biológica mejor que los conocidos en su época. Ray estableció reglas definidas para separar los individuos en grupos o especies. Definió a la especie como un grupo de individuos semejantes, con antepasados comunes. Igualmente, expresó que "una especie nunca nace de la semilla de otra especie", es decir, los conejos no nacen de monos, ni las arvejas dan rosas. El naturalista sueco Karl von Linné, conocido como Linneo, desarrolló un sistema de clasificación, basado en 1 la idea de especie de Ray y sus observaciones personales. Su hipótesis incluyó dos suposiciones: 1. Cada especie tiene un tipo ideal, algo así como un espécimen patrón, con el cual se puede comparar cada individuo. 2. El número y la clase de especies son fijos e inmutables. El sistema Linneo, o sistema de agrupación jerárquico, de la forma como se utiliza actualmente, consta de siete clasificaciones o grupos básicos, organizados desde el más grande hasta el más pequeño: reino, phylum, clase, orden, familia, género, especie. Para muchos naturalistas, estos siete grupos son insuficientes. Los grupos adicionales se denominaron con los prefijo, super, sub, o infra, antes de los nombres ya existentes. Ocasionalmente, se añade un grupo lateral o cohorte. Esto aumentó muchísimo la versatilidad del sistema. Los biólogos que tratan de clasificar un animal o planta que no conocían, observan el espécimen y determinan el phylum (o reino, en algunos casos ambiguos) al que pertenece. En muchos casos, puede ser obvio el sitio donde debe estar un organismo, desde el nivel de phylum hasta el de orden y género. Un grupo de especies similares constituía una categoría mayor llamada género. Sin embargo, colocar el organismo dentro de la última clasificación, exige hacer preguntas cada vez más específicas, que nos lleven hasta una categoría precisa y final. A cada género y especie, Linneo les dio un nombre en latín, idioma reconocido mundialmente en el ámbito científico. Aunque el sueco no explicó la variación entre los organismos de una misma especie, su clasificación fue mejor que las anteriores a ella. En taxonomía, las especies son la unidad básica de clasificación, porque ocupan una posición más definida que cualquier otra agrupación superior del mundo biológico. Géneros, órdenes, familias, clases y phyla existen solamente como agrupaciones creadas por los biólogos. Las especies, o los miembros de una de ellas, están, reproductivamente, aislados de los miembros de otras especies. Las categorías taxonómicas superiores, como género y familia, se determinan en base a observaciones visuales de estructuras y/o similitudes ecológicas. Por lo tanto, un género contiene gran número de especies que tienen ciertas características en común. A su vez, éstas contienen muchos géneros con atributos comunes. Por ejemplo, el orden Rodentia (roedores) encierra una gran variedad de organismos diferentes, como el ratón, la ardilla y el hámster. Cada uno de estos organismos pertenece a un género, el cual contiene −al mismo tiempo− un gran número de especies. Sin embargo, todos estos grupos pertenecen a un orden, porque todos ellos tienen una carácterística común: incisivos (dientes frontales) que usan para roer. Bibliografía: La clasificación de los seres vivientes Adalgisa Serra 3/8/2000 Baker J.& Allen G/Biología e investigación Científica 1/1/1976 Enciclopedia Hispánica(1996) Británica Publisher "Biología" Volumen 3 pp. 21−27. 2 "Taxonomía" Volumen 13 pp. 366−367. "Carlos Linneo" Volumen 9 pp. 148−149. 3