Asma Los pulmones Los pulmones son unos órganos blandos, esponjosos que se encuentran dentro del tórax y que se encargan de la respiración. El tórax está formado por las costillas, la columna vertebral y una serie de músculos. El más importante es el diafragma. Sus movimientos sirven para que entre aire en los pulmones. Al inspirar, el aire entra por la nariz o por la boca, pasa por la laringe, la tráquea y llega a los bronquios. Los bronquios se van dividiendo en ramas cada vez más pequeñas, parecido a las ramas de un árbol. Al final de los bronquios más pequeños se forman unos sacos llamados alveolos, que permiten poner en contacto el aire que hemos inspirado con la sangre. En los alveolos el oxígeno del aire pasa a la sangre, y el anhídrido carbónico (CO2) de la sangre es eliminado hacia el exterior durante la espiración. Respirar es algo que hacemos sin darnos cuenta, mientras trabajamos, dormimos, comemos, hablamos... En un día respiramos alrededor de 25.000 veces, y entran en los pulmones más de 10.000 litros de aire. ¿Qué es el asma? El asma es una enfermedad respiratoria, crónica, inflamatoria y de causa desconocida. La inflamación de los bronquios hace que éstos se obstruyan y que sean muy sensibles frente a una gran variedad de estímulos del ambiente. Se produce además un moco viscoso y espeso que se elimina con dificultad. Se produce además un aumento de la sensibilidad de los bronquios, por lo que la vía aérea se estrecha fácilmente en respuesta a diferentes estímulos (ejercicio, aire frío, infecciones, polen, humo, polvo, tabaco …) Se conoce como hiperreactividad, que hace que se cierren los bronquios y aparezcan las sibilancias (pitos en el pecho). La obstrucción de los bronquios (debida a la inflamación, al aumento de mucosidad y a la hiperreactividad bronquial) hace que el aire quede atrapado en los pulmones lo que produce la sensación de ahogo característico. Esta obstrucción bronquial se presenta en forma de episodios recurrentes, de intensidad variable, habitualmente reversibles de forma espontánea o con fármacos. El asma puede aparecer en la infancia, luego permanecer largos años en silencio, y coincidiendo con algún desencadenante, volver a dar síntomas. La prevalencia del asma en España es de alrededor del 5,6% de la población (10% en niños y 3-6% en adultos) Durante la infancia es más frecuente en varones, se iguala en la adolescencia; y en la edad adulta es más frecuente en mujeres. La incidencia es de un 2-7%, o sea 100.000 casos nuevos cada año. Aunque la causa del asma es desconocida, salvo en el caso del asma alérgica, se cree que están implicados factores hereditarios y ambientales. En cualquier caso el denominador común es siempre la inflamación, mediada por Anticuerpos (IgE) que facilitan la liberación de sustancias químicas, entre estas sustancias está la histamina. Síntomas del asma Tos Seca y persistente Es el primer síntoma y puede ser el único Sibilancias Ruidos al respirar, semejantes a silbidos Implican obstrucción bronquial Opresión torácica Sensación de ser incapaz de hacer una inspiración completa Tratamiento Las personas que presenten alguno de estos síntomas, deben acudir a su Centro de Salud, el Médico de Familia les explorará, solicitará las pruebas complementarias necesarias y les prescribirá el tratamiento que precisen. Los objetivos del tratamiento son mejorar la función pulmonar, mantener al paciente sin síntomas, mejorar su calidad de vida y evitar la aparición de efectos adversos. Algunos pacientes precisan tratamiento farmacológico. La vía de elección para la administración de los medicamentos para tratar el asma es la inhalatoria. Los inhaladores, frente a los medicamentos administrados por oral, consiguen la misma eficacia con menos dosis, son más rápidos y tienen menos efectos secundarios. Los pacientes a los que se han prescrito medicamentos deben: Utilizar los inhaladores correctamente, si es preciso en su Centro de Salud le ayudarán Conocer los fármacos que alivian los síntomas y los que disminuyen la inflamación Conocer los posibles efectos secundarios Algunas personas con asma pueden realizar el autocontrol (registro del Flujo Espiratorio Máximo) en su domicilio, ello facilita el control de la enfermedad y la autonomía del paciente La Educación Sanitaria es fundamental en el tratamiento de las personas que padecen asma. Conocer mejor la enfermedad les permite: Identificar y evitar en lo posible el contacto con los agentes desencadenantes Prevenir la aparición de una crisis Saber qué tipo de ejercicio físico y deporte deben practicar Reconocer los síntomas y signos característicos y precoces y actuar correctamente Aprender a resolver un agravamiento en el domicilio y e identificar las situaciones en las que debe acudir al Centro de Salud o a un servicio de urgencias. El buen conocimiento de la enfermedad y el correcto seguimiento de las recomendaciones terapéuticas mejoran el control del asma, la calidad de vida del paciente y racionalizan la utilización de los servicios sanitarios. 8 Fuentes: Atención Primaria (A. Martín Zurro). Sociedad Española del Pulmón (SEPAR) Para más información se pueden poner en contacto con el Área de Promoción de la Salud a través de los siguientes medios: Teléfono: 91 248 93 21 E-mail: [email protected] Facebook: Promoción De La Salud Síguenos en twitter @SemanaSalud