TEMA 24: ANOMALÍAS DEL SISTEMA INMUNITARIO 1.- LA AUTOINMUNIDAD En condiciones normales, el sistema inmunitario de cada organismo es capaz de distinguir las moléculas de su propio cuerpo de las extrañas, produciendo tan sólo anticuerpos contra las extrañas. Sin embargo, a veces se puede dar el caso de que el organismo fabrique anticuerpos contra elementos de su propio cuerpo. A este fenómeno se le conoce como autoinmunidad y puede ocasionar graves enfermedades que pueden llevar incluso a la muerte. Las moléculas del propio organismo que provocan autoinmunidad se llaman autoantígenos. Ocurre en el caso de células que están confinadas en órganos concretos (cristalino, tejido cerebral y espermatozoides) y que están alejadas de los órganos linfoides. Por tanto los linfocitos no se hayan puesto en contacto con ellas y en el caso de que ocurra alguna lesión y vayan a parar al torrente sanguíneo se produce la respuesta autoinmunitaria. A veces durante el desarrollo del sistema inmunitario se pueden formar linfocitos que no son capaces de distinguir sus moléculas propias de los antígenos foráneos (heteroantígenos). Se les llama linfocitos autorreactivos y desarrollan anticuerpos específicos contra sus propias moléculas. Son generalmente eliminados en el timo pero pueden pasar al torrente circulatorio y desarrollar fenómenos de autoinmunidad en el órgano al que lleguen. Algunos microbios, bacterias y virus, son capaces de desarrollar lo que se conoce como mimetismo molecular, es decir forman complejos moleculares similares a los de las células del organismo que va a infectar. Por ejemplo, existe un adenovirus que posee una cubierta similar a la de ciertas neuronas, y como consecuencia, el sistema inmunitario que ataca generalmente a ese virus, acaba atacando a sus propias neuronas. Existen numerosas enfermedades originadas por autoinmunidad: soriasis, lupus, artritis reumatoide, esclerosis múltiple …. La mayoría de estas enfermedades las sufren personas que tienen asociadas a la membrana de sus células unas proteínas llamadas MHC que en la especie humana se llaman HLA (Human Leucocyte-associated Antigen) porque se localizaron en los leucocitos. 2.- LA HIPERSENSIBILIDAD La respuesta inmunológica elimina antígenos extraños sin dañar a la persona, sin embargo a veces es perjudicial ya que puede dañar a tejidos e incluso la muerte. A la respuesta excesiva del sistema inmunitario ante moléculas poco peligrosas o inocuas se le llama hipersensibilidad, ocasionando daños en tejidos o la muerte. Es lo que se conoce como anafilaxis. La alergia es un concepto que se utiliza para hacer referencia a ciertas reacciones de hipersensibilidad. Un alérgeno es un antígeno que provoca hipersensibilidad y puede ser el polen, las esporas, medicamentos, ácaros, componentes de alimentos y vacunas … El animal que ha sido sometido por primera vez a un alérgeno se llama hipersensible o alérgico. Existen dos tipos de reacciones hipersensibles: inmediata: los efectos aparecen a los pocos minutos de entrar en contacto con el alérgeno. Cuando se pone en contacto el alergeno con el sistema inmune por primera vez, no se produce ningún síntoma externo pero se ponen en marcha mecanismos bioquímicos que permanecen en estado latente hasta el segundo contacto (sensibilización). En este segundo contacto se liberan “mediadores químicos alérgicos”, destacando de todos la histamina por sus efectos nocivos. Dichos mediadores pueden provocar incluso la muerte (shock anafiláctico cuyos síntomas son obstrucción de capilares por trombos, estrechamiento de bronquios, insuficiencia cardiaca y hemorragias intestinales) a los pocos minutos de la segunda exposición al alérgeno, siendo por tanto una respuesta inmediata. Ejemplos de hipersensibilidad inmediata son el asma, fiebre del heno, urticaria, alergia a la penicilina … Si el alérgeno se inyecta por vía intravenosa se produce anafilaxis y shock anafiláctico. En cambio si se inyecta por vía subcutánea sólo produce picor y la aparición de una roncha. retardada: los efectos aparecen a las horas o días de entrar en contacto con el alérgeno. Está mediada por células, los linfocitos T que se activan tras el segundo contacto con el alérgeno. Segregan unas sustancias llamadas interleucinas que activan los macrófagos y que se concentran en la zona afectada liberando enzimas que destruyen los tejidos. Existen microorganismos que producen fenómenos de hipersensibilidad retardada como el bacilo de la lepra y de la tuberculosis, virus del herpes … 3.-LA INMUNODEFICIENCIA Es la incapacidad del sistema inmunitario para atajar infecciones microbianas debido a causas genéticas, fallos en el desarrollo de órganos linfoides o a infecciones víricas. Por tanto, las personas son muy sensibles a las infecciones microbianas, incluso a microorganismos no patógenos, y enferman debido a los síndromes de inmunodeficiencia. Estos síndromes pueden ser: primarios o congénitos: se nace con esta anomalía y es hereditaria. Se diagnostica cuando en el niño aparecen enfermedades infecciosas graves repetidamente desde su nacimiento. Se debe a : -que los linfocitos B no son capaces de producir suficientes anticuerpos o anticuerpos normales, y por tanto los síntomas aparecen a partir de los seis meses de edad, momento en el que el niño pierde la mayor parte de las Ig G recibidas de la madre. -que los linfocitos T no desarrollan sus funciones correctamente y por tanto los síntomas aparecen desde el mismo momento del nacimiento. El tratamiento va desde la terapia con agentes antimicrobianos específicos (antibióticos, antimicóticos), la inyección periódica de inmunoglobulinas, el transplante de médula ósea o el aislamiento del paciente en habitaciones estériles (niños burbujas). adquiridos: es la que se adquiere después del nacimiento. Pueden ser originados por algunos tipos de cáncer como el que afecta a células u órganos del sistema inmunológico (la leucemia y los linfomas que afecta estos últimos a los ganglios linfáticos). La leucemia linfoide crónica se debe a la proliferación de un tipo de linfocito B anormal que se acumulan en diversos órganos linfoides. En estos linfocitos la producción de anticuerpos es inferior a la normal, estando las personas que la padecen muy expuestas a infecciones. Los síntomas aparecen a partir de los 40 y son cansancio, inflamación de ganglios, infecciones, hemorragias, anemia que ocasionan la muerte a los 3-5 años. Microorganismos, como es el caso del virus del SIDA, puede producir también fenómenos de inmunodeficiencia adquirida. 4.-EL SIDA Y EL SISTEMA INMUNOLÓGICO El SIDA (Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida) es una enfermedad grave producida por un virus que ataca y destruye a las células del sistema inmunológico. La persona afectada por este virus queda indefensa ante gran cantidad de infecciones microbianas y además aumenta la incidencia de algunos tipos de cáncer. Durante meses o incluso años, puede que no se manifiesten los síntomas, pero tras el progresivo debilitamiento del sistema inmunitario, aparecen trastornos nerviosos, digestivos e infecciones características que conducen a la muerte. EL VIRUS DEL SIDA El virus del SIDA o VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es pequeño y se compone de un núcleo interno o cápsida que está constituid0 por una proteína llamada P24. En el interior se encuentra el material genético, dos hebras de ARN cada una de las cuales está unida a una transcriptasa inversa, y otras enzimas (proteasa, integrasa y ribonucleasa). La cápsida se encuentra rodeada de una envoltura esférica de proteína P 17 y por una doble envoltura lipídica en la que se incrustan otras proteínas (GP41 y GP120). En la actualidad se conocen dos cepas o modalidades de este virus: VIH-1: es el más generalizado y el que produce efectos más devastadores. VIH-2: detectado en África occidental y es menos virulento. Se diferencia del anterior en algunas proteínas de la envoltura. Se ha comprobado que el ARN de este virus sufre mutaciones lo que hace que las proteínas de la superficie, que actúan como antígenos, cambien constantemente haciendo muy difícil el conseguir una vacuna contra él. ACCIÓN DEL VIH SOBRE EL SISTEMA INMUNE Todos los virus, incluido el VIH, necesitan entrar en el interior de una célula para reproducirse. A través de heridas o mucosas de las aberturas naturales, entra y llega al torrente circulatorio distribuyéndose por todo el cuerpo. Las proteínas de su envoltura (GP120) son capaces de unirse a las proteínas de algunas células del sistema inmune, sobre todo los linfocitos T colaboradores o T4, los macrófagos y monocitos, y muchas células nerviosas y de la mucosa digestiva. El virus se unirá a estas células y pasará al interior, donde el ARN, gracias a la retrotranscriptasa, formará ADN que se unirá al genoma de la célula infectada Cuando el material genético del virus ha quedado integrado en el de la célula inmunitaria, puede quedar inactivo, es decir como provirus durante un tiempo más o menos prolongado, ante de empezar a duplicarse a expensas del material de la célula huésped que ha infectado. .A partir de ahí, comienza a fabricar nuevos elementos víricos, que se ensamblarán en nuevos virus que saldrán de forma brusca, causando la lisis o destrucción celular, o lo harán poco a poco, como vesículas de secreción dejando a la célula exhausta. Estos “virus hijos” que salen de la célula infectada irán a atacar a otras sanas. Durante la infección distinguimos varias etapas: Fase asintomática: al comienzo de la infección se produce una respuesta inmunológica intensa, ya que los linfocitos B empiezan a producir anticuerpos contra el virus y los linfocitos T citotóxicos destruyen a las células infectadas por ellos. Durante esta etapa las personas infectadas se sienten bien y no tienen síntomas de la enfermedad. En el plasma de estas personas hay gran cantidad de anticuerpos contra el VIH, es decir son personas seropositivas, y además, la cantidad de linfocitos T4 va disminuyendo progresivamente. Fase sintomática: el sistema inmune se debilita mucho y se empezarán a producir infecciones y se empezarán a desarrollar ciertos tipos de tumores. MODALIDADES DE CONTAGIO DEL VIRUS DEL SIDA El VIH es un virus muy sensible ya que apenas puede sobrevivir fuera del organismo y es muy sensible al calor, pero que sin embargo posee efectos devastadores. Se conocen sus mecanismos de transmisión en la especie humana: A través de la sangre: cuando se pone en contacto la de una persona infectada con una persona sana que posea alguna lesión en la piel, ya que intacta es impenetrable para el virus. También se produce a través de agujas o jeringuillas contaminadas que se comparten y por transfusiones de sangre. Por esta última vía la infección es difícil ya que a partir de 1987 la sangre procedente de donaciones se analiza y sólo se acepta la sangre de personas seronegativas. Mediante relaciones sexuales: la presencia del virus en la secreción vaginal o el esperma, unido a las lesiones que pueden ocurrir durante la penetración debido a la fragilidad de las mucosas genitales, facilita el que el VIH se ponga en contacto con la sangre de una persona sana. Las prácticas anales, las infecciones causadas por enfermedades de transmisión sexual, las relaciones con personas que ejercen la prostitución, la opromiscuidad, las relaciones sexuales durante la menstruación y los contactos homosexuales masculinos aumentan el riesgo de contagio. Contagio materno-fetal: La posibilidad de que una madre seropositiva dé a luz un hijo infectado está entre un 20%-50%. Si la madre está infectada por el VIH, éste puede llegar al hijo por varios mecanismos: - a través de la sangre de la madre al feto a través de la placenta, - también el niño puede infectarse durante el parto ya que en ese momento se producen lesiones tanto en la vagina como en la piel del recién nacido, - a través de la lactancia ya que la leche posee grandes cantidades de VIH. FASES Y SÍNTOMAS DEL SIDA Distinguimos las siguientes etapas: Después de la entrada del virus en el organismo hay una fase de incubación que dura entre 1-6 semanas en la que todavía no hay síntomas de la enfermedad. Tras la proliferación del virus, se produce la fase de infección aguda en la que aparecen los síntomas similares a los de la gripe que desaparecen a las dos semanas. Al cabo de 1-4 meses el sistema inmune fabrica anticuerpos anti.VIH, que aunque no pueden destruir al virus, lo mantienen a raya reduciendo la fase de infección. A partir de este momento la persona es seropositiva, ya que porta anticuerpos anti-VIH y se inicia la fase asintomática que puede durar hasta 10 años en la que los síntomas graves de la enfermedad no aparecen. En algunos casos se detectan diarreas, pérdida de peso, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, sudores, cansancio … Cuando el sistema inmunitario está deteriorado por la acción del virus empieza la fase sintomática en la que empiezan a manifestarse los síntomas graves que caracterizan esta enfermedad: -encefalopatía que afecta al sistema nervioso provocando parálisis, pérdida de facultades mentales, descoordinación… -caquexia que afecta al aparato digestivo que se caracteriza ppor diarreas, cansancio, pérdida de peso … -cánceres malignos oportunistas como el sarcoma de Kaposi que es el responsable de la aparición de manchas violáceas en la piel y mucosas, y el linfoma o tumor del tejido linfático. -infecciones oportunistas que aparecen ante la debilidad del sistema inmunitario: neumonía, herpes, tuberculosis, esofagitis … Gracias al uso de agentes antiinfecciosos contra microbios oportunistas, se producen etapas de mejora y recaída en los enfermos, aunque el índice de mortalidad de los afectados llega al 95%. DIAGNOSIS Y TRATAMIENTO DEL SIDA El diagnóstico del SIDA se realiza con una prueba llamada método ELISA, en la que se extrae sangre de la persona, cuyo suero se pone en contacto con antígenos del VIH, detectando así si hay anticuerpos anti-VIH. Hoy no existe ningún medicamento que ataque y elimine al VIH, pero si se han descubierto fármacos que ralentizan su reproducción alargando así la vida de los enfermos. El problema es que son muy tóxicos y se deben administrar en dosis muy pequeñas para evitar sus efectos secundarios. Entre estos fármacos destacamos el AZT, el DDI, el DDC y las antiproteasas. De todos ellos el más conocido y con mejores efectos es el AZT, azidotimidina, que al entrar en las células infectadas por el virus inhibe la transcriptasa inversa, impide la síntesis de ADN a partir del ARN del virus impidiendo la formación de nuevos VIH. Actualmente se está experimentando con terapias de combinación de medicamentos como la triple que posee un inhibidor de la proteasa y dos inhibidores de la transcriptasa inversa. 5.-EL CÁNCER Y EL RECONOCIMIENTO INMUNOLÓGICO. En ciertas ocasiones las células se dividen de forma anárquica, a gran velocidad, afectando al órgano en el que se encuentran tanto en morfología, tamaño y fisiología. Se habla entonces de tumor o neoplasia. El tumor es benigno si las células no se multiplican indefinidamente y se localizan en un órgano, en caso contrario es maligno (cáncer). Si las células cancerosas escapan del órgano dañado y emigran por la sangre a otros órganos, desarrollando otros tumores, hablamos de metástasis. El paso de célula normal a cancerosa se llama transformación cancerosa o neoplásica. Puede ser producida por factores ambientales que alteran el ADN, y también puede ser provocado por virus, virus oncogénicos, que poseen genes capaces de producir la transformación cancerosa. Dichas células tienen en su superficie antígenos tumorales distintos a los de las células normales. Dichos antígenos ponen en marcha la respuesta inmunitaria que es ineficaz ante estas células. Parece ser que las células cancerosas hacen “desaparecer” los antígenos de su superficie en presencia de los anticuerpos específicos, por lo que no son reconocidas como células extrañas.