"promesa de fe" es hacer un compromiso de ofrendar aquello que confiamos que Dios va a proveer. La iglesia en Antioquía tomó en serio la responsabilidad de suplir las necesidades que Agabo había compartido. (Hechos 11:29, 30): Cada creyente participó (v. 29). Cada uno personalmente determinó si iba a participar y cuánto sería su ofrenda (v. 29). Dieron seguimiento a su decisión y cumplieron su promesa (v. 30). Cuando la gente toma en serio las necesidades del mundo y se preguntan, ¿Cómo puedo yo ayudar?" grandes cosas suceden. Una Ofrenda de Promesa de Fe suple necesidades fuera de la iglesia local de uno. No se trata de ofrendar de lo usted tiene o sabe que tendrá, sino de ofrendar en fe, creyendo que Dios le va a proveer lo que Él lo guía a prometer. En respuesta a su fe, la gracia Dios proveerá esa cantidad. El resultado final de su Ofrenda de Promesa de Fe es que el evangelio será comunicado, personas en otras partes del mundo se salvarán, y Dios será glorificado! ¿Debe usted hacer una Promesa de Fe? ¡Por supuesto! ¿Por qué? Porque a Dios le agradará su fe. ¿Cuánto debe prometer? ¡Eso es asunto entre usted y Dios! La pregunta más importante es, ¿con cuánto está dispuesto a confiar en Dios? ¡EL RESTO DE LA HISTORIA DE LA PARTICIPACION DE ESTA IGLESIA EN LAS MISIONES MUNDIALES SE DETERMINARA POR SUS RESPUESTAS! Lección para la Escuela Dominical ____Aquí se pone la fecha_______ ___Aquí se pone el nombre de la iglesia______ ____Aquí se pone la ciudad, estado_____ Preparación Personal Como parte de su preparación personal para la clase de la Escuela Dominical del ___fecha_________, favor de leer los capítulos 8 y 9 de la Segunda Epístola a los Corintios. Empiece a orar a Dios pidiendo que Él le dé sabiduría sobre cómo usted debe responder a la oportunidad que se le dará el domingo 28 de Septiembre de hacer una Promesa de Fe ante Dios para ofrendar a las misiones mundiales durante los próximos 6 ó 12 meses. Material de Estudio Hay tres grandes verdades acerca de Dios y las misiones mundiales: Dios ama al mundo. Dios tiene recursos ilimitados para alcanzar al mundo. Dios canaliza estos recursos a través de su pueblo. Una de las maneras que Dios utiliza para canalizar Sus recursos es la "Ofrenda de Promesa de Fe," que es simplemente terminología moderna para describir la forma en que las iglesias del Nuevo Testamento ofrendaban para ayudar a personas en lugares distantes. Según el pasaje citado arriba, II Corintios 8 y 9, esas ofrendas tenían varias características: Eran ofrendas adicionales a las ofrendas que se daban para sostener la obra de la iglesia local. En vez de levantar una ofrenda en efectivo de una vez, eran promesas hechas en fe para contribuir con cierta cantidad de dinero durante un tiempo específico (en el caso de los Corintios, fue durante un año). Eran ofrendas de fe. Se entendía que la capacidad de poder ofrendar durante el año era directamente en proporción al compromiso hecho en fe. En II Corintios 9 Pablo ilustró esto por medio de un campesino que cosechó lo que sembró en fe, creyendo que el sol y la lluvia que Dios mandaba prosperarían la semilla que había sembrado. Dios honra la "promesa de fe" de un cristiano por medio de hacer que Su gracia abunde en el cristiano (II Corintios 9:8), haciendo posible que participe personalmente en las misiones mundiales. Generalmente esta gracia, o capacidad para ofrendar, viene por medio de una de tres formas: La gracia de nuevas oportunidades: A veces Dios da gracia especial por medio de proveer nuevas oportunidades de ganar dinero. Por ejemplo, en el trabajo le pueden pedir que trabaje horas extras, o le puede salir algún trabajito extra, o Dios puede aumentar las utilidades de su empresa. Muchas veces Dios le dará a un cristiano que tiene una visión misionera la capacidad de trabajar creativamente y diligentemente para que gane dinero extra para invertir en las misiones mundiales. La gracia de la disciplina: Dios muchas veces les da a Sus hijos la gracia especial de la disciplina. Esto implica un cambio en su estilo de vida. En realidad casi todos nosotros operamos bajo este principio cuando nos disciplinamos en nuestros gastos para poder comprar algo que nos es más importante. El creyente sensible a la dirección de Dios obviamente intenta aplicar las prioridades bíblicas en sus gastos y pone el énfasis sobre las cosas que tienen valor eterno en vez de gastar todo en cosas temporales. La gracia de lo inúsito: A veces Dios suple su gracia en formas no muy usuales. En respuesta a la oración Dios todavía hace cosas espectaculares e inesperadas, enviándoles recursos a sus hijos, de fuentes no esperadas. ¿Alguna vez ha participado en una Ofrenda de Promesa de Fe? ¿Debe hacerlo? ¿Sabía usted que la primera ofrenda que se menciona en el Nuevo Testamento les fue dada por una iglesia a personas en otra parte del mundo y que fue una ofrenda de fe? Todo empezó cuando un hombre llamado Agabo llegó como predicador invitado a la iglesia en Antioquía. Él llegó durante el tiempo en que Bernabé y Pablo estaban pastoreando esa iglesia sensible a la dirección de Dios. Agabo profetizó que iba a haber una gran hambre, y que afectaría seriamente a la gente en Judea. Los cristianos de Antioquía tomaron en serio esa profecía. En fe confiaban en Dios que Él podría proveerles de fondos adicionales para dárselos a los que estarían afectados por esa hambruna en Judea. Cuando habían alcanzado su meta, les enviaron el dinero a los creyentes en Judea por medio de Bernabé y Saulo (Hechos 11:27-30). Pablo mencionó esta ofrenda especial cuando les escribió a las iglesias en Galacia. Dijo que los líderes de la iglesia en Jerusalén habían pedido que él y sus convertidos gentiles, "nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer." (Gálatas 2:10) ¡Ahora sabes el origen de este tipo de ofrenda! Pablo tomó este modelo de la primera ofrenda hecha en fe, lo expandió, lo desarrolló, y animó a todas las iglesias que fundaba a participar en este tipo de ofrenda. Las iglesias juntaban sus ofrendas para poder suplir las necesidades de personas en otras partes del mundo, fuera de las comunidades donde ministraban sus iglesias. Las iglesias de Galacia, de Corinto, de Macedonia, de Roma, y de todas partes del Imperio Romano, participaban en este tipo de ofrenda, que era una ofrenda aparte y por encima de sus diezmos y ofrendas que daban a sus iglesias locales. El pasaje en II Corintios 8 y 9 describe extensamente esta ofrenda. En respuesta a su fe, la gracia de Dios tuvo los siguientes resultados: Las necesidades fueron suplidas. Dios fue glorificado. Su fe fue fortalecida. Todos dieron gracias a Dios. Este tipo de ofrenda ahora se está usando eficazmente para enfrentar otra hambruna aún más crítica que la de Judea, una hambre por el evangelio de salvación. Una Ofrenda de Promesa de Fe es simplemente tener fe que Dios va a proveer una cantidad de dinero, y luego hacer la promesa de ofrendar esa cantidad. Pablo llamó a esto la "gracia" de ofrendar (II Corintios 8:7). La gracia siempre es la provisión de Dios de algo que no tenemos. Una