Andeka Larrea-Astenia Urbana.pdf

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ASTENIA URBANA
En los últimos años, Bilbao ha sido objeto de una larga serie de transformaciones
espaciales de gran importancia en el marco de un cuidado y diseñado proceso de
regeneración urbanística que tuvo su inicio simbólico en el preciso instante en que la
administración autonómica vasca y la fundación Solomon Guggenheim anunciaron al
mundo la intención de ésta de edificar en la ciudad del Nervión un museo-franquicia de
arte contemporáneo. Las estrategias de seducción puestas en marcha por los gestores de
la operación no se hicieron esperar y fueron dirigidas, en lo fundamental, a una
ciudadanía que había asistido impotente y desconcertada al desmantelamiento del tejido
industrial y que se encontraba sumida en una neblina de incertidumbre y confusión: El
Bilbao industrial y todo lo que ello contribuyó a la formación de una identidad urbana
colectiva (aunque escindida en clases o, si se prefiere, en márgenes) se desvanecía
súbitamente ante los ojos asombrados de todos. Este momento de crisis se mostró, a la
larga, como el motivo fundamental esgrimido por los adalides del museo, desde políticos,
periodistas y financieros oportunistas: Se trataba de que Bilbao no se apeara del tren del
progreso, de la modernidad y de que asumiera esta gran oportunidad que la Solomon
Guggenheim brindaba a los bilbaínos por el módico precio de unos cuantos milloncejos de
dolares.
Aunque, al principio, hubo críticas, pronto se fueron desvaneciendo en un vago
rumor apagado frente al ensordecedor entusiasmo de los gacetilleros y de la plana mayor
de las instituciones vascas que vieron la oportunidad de situar, por fín, lo vasco en el
mundo. Pero se trataba de otra cosa bien diferente que de la sola instalación de un museo
en una u otra ciudad de Europa, en este caso Bilbao. De lo que se trataba era del inicio de
una gran operación económico-urbanística que, a la vista del jugoso pastel inmobiliario
cuya primera porción se comió el propio museo, iba a transformar el espacio industrial
degradado y en desuso de la ribera de la ría en una zona residencial de lujo y ocio cultural
que inaugurase una nueva centralidad urbana atractora de turistas y, por supuesto, de
grandes inversiones. Es decir, como muy bien lo resume Gamarra, asistimos al
surgimiento de una nueva sintaxis arquitectónica (e incluso, política) y de una nueva
estética urbana que sigue la pauta de lo que los economistas eufemísticamente
denominan Marketing urbano, lo cual no es más que un tecnicismo de especialistas que
encubre descaradamente la privatización del espacio público, el servilismo de los políticos
municipales y la entrega de espacios urbanos a la empresa privada para su gestión
mercantil.
Como se ve, nuestro proyecto de aproximación a este fenómeno quiere obviar los
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lugares comunes y la propaganda superficial con que se ha adornado este proceso de
regeneración o de transformación urbana para centrarse en los presupuestos estéticos y,
sobre todo, políticos que pretende ocultar. Se trata de desvelar o de revelar la trama
oculta que se esconde en los eslóganes y en las encendidas defensas de un concepto de
modernidad y de progreso urbano tan hueco como absurdo: Hueco porque no contiene
más que una caduca y deformada apología de la escatología secularizada de la
Ilustración y absurdo porque de lo que se trata, hoy, es de la crisis de la ciudad moderna.
Algunos oyen campanas...
Este libro surge de una necesidad y de un encuentro. La necesidad, primero, de
dar una respuesta crítica a la despolitización de la ciudadanía y al deterioro del espacio
público urbano (que es, en esencia, político), que son la desgraciada consecuencia del
acoso que el capitalismo internacionalizado ejerce desde hace décadas sobre la ciudad.
En este texto se hablará de la transición de la ciudad industrial a la ciudad del ocio y los
servicios y de la profunda imbricación de los procesos de generación de capital con el
surgimiento de un modelo de ciudad volcada hacia la vigilancia-espectáculo o el
espectáculo vigilante. La progresiva mercantilización del objeto ciudad y la consolidación
de la economía simbólica son fenómenos coextensivos a la creciente complejidad
informacional del mundo, al menos en los países ricos, así como a un creciente
aislamiento social en zonas protegidas y vigiladas. La generación de una ciudad-residuo
como contraparte a la lógica de la exclusión pone en evidencia la panoplia de
desigualdades sobre las que se levanta la ciudad contemporánea, así como los procesos
de invisibilización puestos en marcha en contra de los excluidos del sueño urbano. Estos
y otros procesos y fenómenos han sido agrupados en el concepto “ciudad posmoderna” y
son comunes a muchas de las grandes aglomeraciones urbanas del mundo, con las
lógicas diferencias locales y culturales. De estos procesos y de su incorporación en las
estrategias urbanísticas de una ciudad de tamaño medio como Bilbao hablamos en este
libro, atentos, por supueto, a la propia diferencia que la aplicación del modelo ha supuesto
en nuestra ciudad.
Fijando nuestra atención en tres momentos decisivos de la historia de Bilbao, la guerra
civil, la industrialización y la actual transformación urbana, trazaremos un recorrido por las
frustradas esperanzas de las tres generaciones que han visto como el sueño urbano se
convertía en pesadilla, actuando muchas veces políticamente contra esta inercia pero
derrotados al fin. La memoria ocultada de estas luchas, los lugares destruidos que han
sido sustituidos por brillantes objetos arquitectónicos, supone un esfuerzo ideológico por
privar a Bilbao del recuerdo de acontecimientos históricos que han conformado su
identidad en las últimas décadas, hacer de la ciudad un espacio sin historia, en un intento
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ridículo de lograr una mal entendida "armonía" social.
De un encuentro, decíamos. En este caso, del encuentro de dos filósofos preocupados
por la cuestión, tan olvidada, del espacio, espacio político (y, también, en tanto que
estético), atentos a sus mutaciones desde dos aproximaciones disciplinares que quieren
converger en la unidad del libro: Aproximación crítica y aproximación apologética, es
decir, filosofía y fotografía urbana. Por tanto, creemos conveniente defender un
acercamiento al hecho urbano desde la filosofía, bien entendida ésta como un método
genealógico y crítico que indaga acerca de los fundamentos, del origen y de las
estrategias de construcción de la ciudad contemporánea. Pero una filosofía atenta no sólo
a las cuestiones, problemas y reflexiones desde el ámbito de la pura teoría, sino una
filosofía que encuentra en la propia experiencia urbana el lugar del cuerpo y del espacio
para una teorización de este experimentar a dos.
Es
evidente que muchos sucesos y aconteceres han transformado no sólo el
paisaje sino, incluso, las identidades de ambas márgenes de la Ría del Nervión, al
compás de los cambios acelerados del capitalismo global. La desaparición de la
geografía, de la que habla Virilio, se concreta aquí en el desvanecimiento de la frontera
fluvial que la ría encarnó durante décadas, separando y zonificando las clases y
posibilitando los discursos ideológicos de la burguesía y de la clase obrera. Así como
estas distinciones de clase se desvanecen en un centro urbano en el que la masa
anónima es la protagonista, en este texto se hace una revisión de la supuesta
desaparición definitiva de éstas, haciendo hicapié en la evidente zonificación de las
periferias y en la existencia de un ocio y de un consumo de primera, segunda y tercera
categoría que los gestores empresariales han sabido entender muy claramente.
Por lo que respecta al trabajo fotográfico que acompaña a la reflexión teórica, con
el cual forma la unidad ensayística de la misma, éste surge de la necesidad de dotar de
imágenes contemporáneas y de documentar para el archivo muchos espacios urbanos
destinados a la desaparición y al olvido. En el impulso por la consecución de una imagenmarca Bilbao, la actual hiper-estetización del espacio urbano y el recurso a la arquitectura
monumental de firma produce un efecto de invisibilización de gran parte de la ciudad y,
sobre todo, de sus gentes, que es la contraparte del visible esfuerzo político por
domesticar a una ciudadanía que se había mostrado en el pasado reciente sumamente
activa como sociedad civil, autoorganizándose y protagonizando luchas urbanas de todo
tipo. En este sentido, es lamentable y desvelador constatar la progresiva desaparición de
aquellos lugares que dieron cobijo y apoyo a estas luchas, en un descarado intento de
borrar las huellas políticas que constituyen el pasado urbano de Bilbao y presentar el
tiempo presente como el producto abstracto de fuerzas impersonales, eso sí, esforzadas
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en la consolidación de espacio urbano absolutamente despolitizado en su base social.
Estas fotografías del otro y del Nuevo Bilbao deberían ser vistas como un discurso
político, más que como un reflejo estético del Bilbao duro e industrial que parece que
nunca fuimos. Político, bien entendido en el sentido de posibilidad de acción y de
reflexión, es también estético, tal y como defendemos en este libro contra la concepción
de lo estético como puro fascismo del mito, cuyo reflejo imaginal más evidente lo
encontramos en las postales que podemos comprar en cualquier quiosco de Bilbao: Éstas
muestran el Bilbao de la utopía narcisista y absoluta de quienes han imaginado y
construido el presente de la morfología urbana de Bilbao a través de las maquetas
blancas y asépticas que han precedido siempre todos los proyectos de regeneración
urbana, en las cuales los cuerpos son ignorados u obviados como el resto matérico
despreciable de la gran fiesta de las Ideas. De la misma manera infame que la gestión
inmobiliaria del suelo desprecia a las personas que habitan o habitarán sus moradas
estándar, la gestión política del Bilbao contemporáneo desprecia a las claras su opción
por un urbanismo social, responsable y sostenible en una enconada defensa del modelo
neoliberal de ciudad cuya crisis y nefastas consecuencias son bien visibles en su lugar de
origen, la ciudad norteamericana.
En cualquier caso, además de la crítica, tal y como hemos dicho, las fotografías
quieren ser la parte apologética y esperanzadora de nuestra contribución personal en el
esfuerzo por ampliar o iniciar el debate sobre el Bilbao actual, tan escaso y limitado a
determinados foros académicos. Se trata de intentar escapar del puro y duro criticismo de
salón para afrontar, junto con otros colectivos, la posibilidad de vislumbrar una dignidad
reconocida en el uso de los espacios urbanos más marginados y, también, la de alumbrar
nuevos usos creativos, imaginativos y reivindicativos en los espacios diseñados para el
confort anodino y el uso restringido al consumo. Creemos que la ciudad actual, en contra
de quienes se oponen e imponen su proyecto a toda la ciudadanía, es un hervidero
latente de fuerzas sociales, de ideas y de vivencias urbanas que deben encontrar un
cauce de expresión y manifestación en el espacio público urbano, auténtico pilar de una
posible democracia urbana aún por venir.
En este esfuerzo, ofrecemos nuestro trabajo y nuestra colaboración.
Bilbao, Junio de 2006.
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