PROBADOS POR FUEGO APÓSTOL DOCTOR JOSÉ LUIS DE

Anuncio
PROBADOS POR FUEGO
APÓSTOL DOCTOR JOSÉ LUIS DE JESÚS MIRANDA
JESUCRISTO HOMBRE
16 de octubre de 2013
Bendecidos con toda bendición. Una vez más estamos aquí para seguir
aprendiendo de esta palabra que cada día forma a Jesucristo en nosotros.
Antes de entrar de lleno al calqueo, me enviaron una notita del dólar
americano, en la pirámide que tiene por detrás tiene unos números en letras
romanas que dice 666. Tanto que aman al dólar, tanto que buscan al dólar y no
saben que en el mismo fundamento de ese dólar está el número de su
nombre. Así que por donde quiera está esa marquita, ese numerito.
Bien, en esta ocasión vamos a hablar sobre el propósito de los hornos, de las
leves tribulaciones que pasamos nosotros los elegidos y las pruebas.
Vamos a comenzar por el primer verso, en el Salmo 66, en el verso 10 al 12,
mira cómo dice. Vamos a mirar lo que dice el viejo testamento sobre cómo Dios
nos prueba:
“Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata.
Nos metiste en la red; Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga.
Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; Pasamos por el fuego y por el
agua, Y nos sacaste a abundancia.”
Este es el propósito, cuando el salmista dice: Dios me probó, pero me sacó a
abundancia.
Porque es que la gente, el ser humano, “con este cuerpo de pecado, que no se
sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede”, Dios tiene que permitir leves
tribulaciones y pruebas para sacar lo mejor de nosotros.
Como decía una colaboradora que trabajaba conmigo allá en Massachusetts,
decía: -Dios a veces nos pasa por aguas turbulentas, no para ahogarnos, sino
para limpiarnos.
Entonces ese es el propósito. Si tú estás pasando por una prueba o has
pasado por muchas, tú notas que tu carácter va cambiando conforme a esas
pruebas. Esos sufrimientos traen experiencias en nuestras vidas.
Vamos a ver qué dijo Zacarías capítulo 13 en el verso 8 y 9, profeta menor,
dice:
“Y acontecerá en toda la tierra, dice el Señor, que las dos terceras partes serán
cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella.
Y meteré en el fuego a la tercera parte,…”
Mira como dice, para poder sacar algo bueno de ti, hay que meterte en fuego,
hay que probarte como se prueba el oro y la plata. Dice que de la tierra, dos
terceras partes van a desaparecer. ¡Qué mucho cadáver va haber!
Una tercera parte se queda, y esa tercera parte hay que limpiarla, hay que
pasarla por horno, porque no sirve, “la carne para nada aprovecha”,
bendecido hermano mío.
Si tú estás acostumbrado a las costumbres de los pueblos, a las costumbres de
nuestras familias, a las malas costumbres que hemos heredado de todos
nuestros antepasados, hay que probarte, hay que sacar lo mejor de ti.
Entonces, el verso termina diciendo:
“Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata,
y los probaré como se prueba el oro.
Él invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío, amada mía;
y él dirá: el Señor es mi Dios.”
Así que si tú estás pasando por una prueba da gracias, porque tú vas a
salir de ella.
Mira como dice Primera carta a los Corintios capítulo 10 verso 13.
Es un dato muy importante, ahora vamos para el perito arquitecto, vamos a
hablar ahora con Pablo. Mira como él dice de las pruebas y tentaciones que
llegan a nuestras vidas.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana;
pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir,
sino que dará también juntamente con la tentación la salida,
para que podáis soportar.”
Así que, dice que hay salida. Pablo dice: -Mira, Dios prueba, Dios permite la
prueba, pero dice que hay una salida.
Así que yo no sé cómo tú te puedes estar quejando, diciendo:
-No, que yo no salgo de prueba…
¿Y la salida, qué? ¿A ti no te han dado salida para tus pruebas?
¿O, es que tú no sabes buscarla?
¿O, es que estás mal acostumbrado, o estás insoportable?
¿O, es que eres insensato y no ves la salida?
A veces la salida no es la más fácil, ni la mejor, pero te toca a ti.
Dice allí: “No os ha sobrevenido ninguna tentación,” prueba. Una tentación es
una prueba, “…que no sea humana,…”.
No diga -que es del diablo, ni que es de un espíritu o de mal de ojo, o de un
hechicero que te hicieron, que te echaron una maldición-, no venga con esos
cuentos. No, así tampoco.
-No, que es un demonio, que es un espíritu, que son las potestades del aire.
Las potestades del aire, nosotros las conocemos muy bien, están en Roma,
están en los púlpitos protestantes. Allí es donde están las potestades y las
fuerzas malignas, y tienen cuello y corbata.
Pero, la tentación es humana. Diga conmigo: HUMANA. No es de ninguna otra
parte. Vienen, mira, viene de tu carne, humana, del humanismo tuyo.
Pero, de la misma forma que viene de tu cuerpo humano, también dice ahí, que
“Dios os da la salida”.
¿Tú lo recibes, no?
No puedes quejarte tanto, bendecido, y seguir en lo mismo. No te quedes dado,
como dicen allá en Puerto Rico. ‘No te quedes dado’ y quejándote, y no sales
de una para meterte en otra y siempre estás en problemas y siempre es una
‘quejabanza’ y siempre una excusa y, -que no, que yo no puedo, que yo soy
muy débil, mira a donde yo vivo que…
Bendecido, Dios está tratando contigo y te va a quemar, te va a pasar por
horno, porque eso es lo único que nos arregla a nosotros; los hornos y
las pruebas.
Si te va todo fácil y hay que estar pasándote la mano, -bendito- y no se te dice
lo que hay, entonces tú no vas para ningún lado, bendecido.
Así que, mira como dijo Job, allá en Job 23: 10.
Vuelvo al viejo pacto, se me había quedado ese. Ese Job sí que fue probado,
verdad que sí.
“Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro.”
Oye, qué confesión. ¡Qué buena!
-Yo no soy ni esto, ni lo otro. Yo soy, oro. Voy a salir de aquí como el oro,
purificado.
“Mis pies han seguido sus pisadas; Guardé su camino, y no me aparté.
Del mandamiento de sus labios nunca me separé;
Guardé las palabras de su boca más que mi comida.”
¡Wow!
“…más que mi comida.
Pero, si ÉL determina una cosa, ¿quién lo hará cambiar?
Su alma deseó, e hizo. Él, pues, acabará lo que ha determinado de mí;…”
“Lo que ha determinado de mí”. Hay un patrón, hay una forma, para tratar
contigo. Él tiene una determinación con cada uno de sus elegidos y escogidos.
Él no hace acepción de personas.
Ahora, él tiene un trato contigo y el trato contigo es tuyo.
Es como el zapato tuyo, es tuyo, tu medida es tu medida; tu traje es tu traje,
como las huellas que son diferentes en cada uno.
Ahora, él ha determinado algo contigo, pero no puedes estar mirando para el
lado, echándole la culpa a los demás. Lo que tú tienes que hacer es enfrentarte
a la situación y decir: -Bueno, Él ha determinado un trato conmigo, y yo lo
recibo, y yo voy a salir como el oro de esta situación. Pero, no le voy a echar la
culpa a más nadie. Aquí es yo. Yo soy el que estoy frente a esta situación, y yo
voy a vencer.
Bueno, vamos a seguir leyendo por aquí, Primera carta a los Corintios
capítulo 3 verso 10 al 12. Mira lo que dice el perito arquitecto.
“Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto
puse el fundamento, y otro edifica encima;…”
Sí, porque Pablo no pudo edificar, era el otro, JH, el que venía era el que iba a
edificar encima.
Y no dice: otros. Es otro, porque aquí hay un pastor y hay una iglesia. No
puede haber dos pastores, ni tres, porque se pierde la unidad del Espíritu. No
puede haber tres trompetas sonando diferente. No puede haber una trompeta
bautista, una pentecostal, una católica. No, porque en qué quedamos.
Lo que hay es un desbarajuste entre los sonidos, no se afina el oído. Nadie se
prepara para la batalla con diferentes interpretaciones. Tiene que haber una
voz, una interpretación, un Pastor gobernando la amada del Señor.
Dice: “…OTRO edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.”
O sea, lo que tú oyes, qué vas a hacer con lo que tú oyes.
“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto,
el cual es Jesucristo.
Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas,
madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta;
porque el día la declarará, pues por EL FUEGO…”
Diga conmigo: PUES, POR EL FUEGO, POR LA PALABRA, POR LA
PRUEBA.
“…será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.”
El fuego la probará.
Quiere decir, que es el fuego, no estamos hablando aquí del fuego del infierno.
No hay infierno, es el fuego de la palabra, las pruebas que vienen.
Y dice que “si alguno edificare con materiales sólidos, como piedras preciosas,
oro, plata”, esos son duraderos. Ahora, hay otros materiales allí como “heno,
hojarasca”.
Yo escribí por aquí a modo de burla:
El catolicismo: hojarasca; imagínate le cae fuego a eso.
El protestantismo: heno
La teología de todos ellos: la madera, porque esa teología no sirve,
bendecido. Ese evangelio de la circuncisión hiede, apesta, no concuerda con la
verdad que está escrita por el perito arquitecto.
El único que ha puesto un fundamento aquí se llama el Apóstol Pablo. Olvídate
de Juan, Santiago y Pedro, esa gente no ha puesto nada.
Por eso es que dice: “YO, COMO PERITO ARQUITECTO PUSE EL
FUNDAMENTO.”
Y me imagino que alguien le gritó: -Oye, ¿y los demás apóstoles?
Esa gente no ha puesto nada, lo que han venido es a trastornar casas enteras
por ganancia deshonesta. Son unos bandidos, hijos de perdición, hombres de
pecado.
Así que, no me vengas hablar aquí de los once apóstoles, que no sirven. Esos
se probaron por el evangelio de la incircuncisión y Pablo les llamó: “trastornan
casa enteras.” No sirven.
Entonces, vamos a ser probados por el fuego y no te asustes, porque Él va a
sacar algo bueno de ti, te va a llevar a la abundancia. Ese es el propósito:
llevarte a la abundancia.
Mira como dice Lucas, capítulo 8 versos 4 al 8. Vamos a terminar con el
sembrador.
No voy a leer a Mateo en esta ocasión, voy a leer a Lucas, porque Lucas
estudio bien las cosas y las investigó para poner en orden la historia de las
cosas.
“Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo
por parábola: El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba,
una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron.
Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.
Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella,
la ahogaron.
Y OTRA PARTE cayó en buena tierra, BUENA TIERRA, y nació y llevó fruto
a ciento por uno.”
No dice: 30, 60. Sí, porque es un solo fruto, el fruto del Espíritu. No son los
frutos del Espíritu.
EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES AMOR, PACIENCIA, PAZ, BENIGNIDAD.
-No que yo tengo amor, pero no tengo paciencia.
No, no, es que tú no puedes partir eso en 20 pedazos. Es el fruto del Espíritu.
Entonces, esta palabra viene a sacar fruto de ti, y vamos a ser probados,
bendecido.
Pero no nos vamos a asustar, vamos a confesar nítidamente: -Si me
prueba, salgo como el oro.
Y si me sigue probando en vez de 10 quilates, le subo a 14 quilates, a 18
quilates y hasta 22 quilates, pero voy a dar brillo.
Así que, bendecido, yo creo que en este día el Señor quiere que tengamos
buen oído.
La gente no tienen oído hoy. Estamos tratando con carne. Y ves que Dios dice
que “va a destruir dos terceras partes de la carne de la tierra”, así que no te
sorprendas con lo que viene, porque siguen los muertos. Yo te lo advertí al
principio del año 2010, “LLENARÉ LA TIERRA DE CADÁVERES” y eso es lo
que estamos viendo, pero tú vas a ser guardado.
Tú vas a ser guardado ¿tú sabes para qué? Para ser probado. Los demás los
van a destruir. A ti te van a apartar para ser probado por fuego y van a sacar de
ti la medida más linda.
Por eso es que tú eres la amada, por eso es que tú eres la ataviada del Señor,
pero mira hay que darte, hay que sacar carbón para que ese diamante brille,
porque si no manchas el traje de la novia, de la ataviada, se mancha con tanta
carne y tanto raciocinio y tanta queja.
Así que bendecido, te declaro: REINANDO EN VIDA,
Te declaro: EN TRIUNFO, SIEMPRE ESTÁS EN TRIUNFO;
Te declaro: SANO;
Te declaro: EN ABUNDANCIA;
Te declaro: PRÓSPERO;
Te declaro: EN BUEN ÁNIMO
Bendecido con toda bendición, será hasta una próxima ocasión.
Documentos relacionados
Descargar