una deliciosa y prospera celebracion del Año Nuevo Lunar

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Una deliciosa y próspera celebración de Año Nuevo lunar
A apenas unos días antes de las celebraciones para recibir el Año Nuevo chino, que
este año cae el 14 de los corrientes, se puede palpar la electricidad en el ambiente de
Taiwan. La gente va de aquí para allá cargada de paquetes y maletas, ya que la
mayoría vuelve a su hogar natal para disfrutar esta celebración junto a sus familiares
más cercanos. Otros se van de vacaciones dentro y fuera de isla, o simplemente se
preparan para “hibernar”: pasarla tranquilo en casa, viendo televisión y comiendo
bocadillos. Si bien es una celebración exótica y algo complicada en su realización,
podemos compararla con una Navidad en la que la compra de juguetes y otros regalos
es sustituida por la adquisición de alimentos, ya sea para consumir en los eventos
familiares o regalar durante las visitas tradicionales.
No obstante, no se debe olvidar el trasfondo religioso de la misma; al igual que en
Navidad, los ritos y las costumbres deben respetarse como parte del legado cultural y
espiritual. Este conjunto de tradiciones exige una miríada de acciones y actividades,
en la que se involucra a toda la familia, convirtiendo esta época en la más ajetreada
del año. No obstante, en medio de una vida moderna ya de por sí acelerada, es más
que loable que se hayan mantenido las costumbres lo más fielmente posible. Es más,
se han presentado notables oportunidades de negocios precisamente gracias al hecho
de que la mayoría de las personas desea celebrar lo más fielmente posible el Año
Nuevo lunar, como le enseñaron y se practica en su familia, a pesar de lo ocupados
que se encuentren los miembros de la misma. Esta es una época para compartir juntos
las raíces de su identidad cultural.
La celebración de Año Nuevo chino es una fiesta en el hogar que se originó en una
ceremonia religiosa que debía realizarse junto a todos los miembros de la familia,
presentando sus respetos especialmente a los ancianos. Si bien el matiz religioso ha
disminuido con el paso del tiempo, muchas de las costumbres vigentes hoy en día
están basadas en creencias muy antiguas.
Primero que nada, se debe comenzar por una exhaustiva limpieza de la casa, que
incluye reparar cualquier desperfecto y de ser posible, comprar muebles, cortinas o
adornos nuevos. Es de vital importancia que se complete este proceso lo más antes
posible, ya que las escobas no pueden ser usadas una vez empiece el nuevo año. Se las
esconde, ya que se tiene la idea de que el nuevo año trae consigo buena suerte, y al
barrer, la estamos removiendo. Por ello, tampoco se puede botar nada esos días, ya
que es como tirar afuera la buena suerte. Asimismo, los primeros tres días del año no
se acostumbra usar cuchillos o tijeras, ya que la mayoría de los símbolos que se
prefieren evocan una larga vida, que igual puede ser truncada por alguna de estas
herramientas.
Las decoraciones en los hogares se caracterizan por su colorido. La escogencia del
texto de las coplas de primavera, ojalá en caligrafía hecha por algún connotado
maestro, es la decoración más auténtica que refleja la personalidad de esta familia. En
tiempos antiguos, se encargaba el texto especial a un literato profesional. Ahora, si es
hecha a mano, ya es de buen gusto. La mayoría de las personas simplemente compra
de las impresas a granel, en mercados o librerías, o coloca las que regalan en agencias
de bienes raíces, restaurantes o negocios similares. En ciertos casos, se cambian las
imágenes de los dioses de la puerta, guardianes del hogar; si así se prefiere. En esto
hay mucha variación según el gusto de cada uno.
En la religión taoísta, el 24º día del 12º mes es de rigor marcar con una ceremonia el
“envío de los dioses al cielo”, en especial, al famoso dios de la Cocina; claro está,
después de “sobornarlo” con pasteles dulces y melosos para que no hable mal de la
familia, sino que rinda un informe favorable de la misma.
Mientras tanto, las plazas y avenidas comienzan a ser decoradas con faroles de papel
rojo. Son los preparativos para el Festival de los Faroles, que se llevará a cabo una vez
concluidas las celebraciones de Año Nuevo. En bulevares y espacios en los complejos
de oficinas o de compras, se erigen imágenes alusivas al animal del año. Pululan los
mercados al aire libre que venden los artículos necesarios para las celebraciones
tradicionales. De éstos, el de la Calle Tihua en Taipei es uno de los más antiguos y
famosos.
El punto culminante de las celebraciones lo compone el banquete de víspera de año
nuevo. En la parte espiritual, es de vital importancia durante el mismo rendir honor a
los antepasados, y sobre todo, destacar la unidad y continuidad de la familia. En la
parte material, ciertos platillos que simbolizan o refuerzan los valores de prosperidad,
longevidad y unión son compartidos por la familia entera.
En el hogar, se acostumbra decorar la sala con flores, platos llenos de naranjas y
mandarinas, así como una bandeja con ocho variedades de golosinas.
Las flores expresan el deseo de renovación, felicidad y bienestar durante el año. En
Taiwan, uno de los arreglos florales más populares incluye ramitas de sauce blanco,
conocido también como sauce cola de gato. Esta planta se cultiva mayormente en
Sansing, poblado cerca de Yilan, en la costa noreste de la isla. Su nombre en dialecto
hoklo asemeja la palabra para “moneda de plata”, y como coincidencia, sus múltiples
retoños son de un brillante color plateado. Generalmente, vienen muchos en una sola
rama, como se transportaban estas monedas amarradas como en una cadena, con lo
que se refuerza la idea de riqueza.
Si el sauce blanco representa la plata, el árbol de kumquat, tan popular en los hogares
chinos como un árbol de Navidad en los occidentales, evoca el oro. Se considera que
estas plantas, con sus abundantes frutos, atraen la prosperidad con la fuerza de la
primavera. Además, se caracterizan por un largo período de floración, lo cual ayuda a
que se mantengan con retoños y frutos durante las celebraciones. También es
importante que las naranjas que se ponen en los platos como adornos tengan las ramas
y hojas intactas. Esto simboliza que la relación dentro de la familia también está
intacta.
Una vez que la casa esté lista, se puede empezar a planificar la cena. Hoy en día, el
ama de casa de Taiwan no tiene que sufrir por largas horas para preparar los
complicados platillos. Desde las tiendas convenientes hasta los hoteles más selectos,
desde los restaurantes de especialidades regionales o los humildes xiaochi (puestos de
comida populares), la cena de su preferencia está lista cuando usted lo decida, puesta
en su mesa, sin que usted haga mayor esfuerzo que abrir la billetera.
El pollo, el cerdo y el pescado entero son las carnes preferidas, preparadas de forma
tal que se conserven por varios días. De hecho, la mayoría de los regalos más costosos
incluyen cortes de jamón ahumado empacado al vacío, u hongos secos, que serán
empleados en conjunción con las carnes para diversos platillos. Generalmente, se
incluye la pieza entera al servirse en la mesa de año nuevo; por ejemplo, el pescado
con ojos y demás, o el pollo con su cabeza, patas y cola. El pollo simboliza el
matrimonio y la felicidad, pero entero representa la unidad familiar. El pescado entero
invita a la prosperidad. También se sirven intactos los fideos largos, como símbolo de
longevidad.
Otros alimentos con connotaciones positivas son el pomelo, que indica prosperidad y
larga descendencia; maní, larga vida; y huevos, fertilidad. Las semillas, ya sea de
melón, sandía o loto, representan muchos hijos. Asimismo, como parte del
simbolismo, se prefiere que la cantidad de platillos servidos sea par, ya que los
múltiplos de dos representan “doble” felicidad y fortuna. Cada alimento servido está
cargado de significado.
Cabe destacar que como parte del énfasis en la prosperidad, se incluyen ingredientes
costosos, como los abulones. Será servido junto con verduras de estación, usualmente
hojas verdes largas sin romper, que evocan larga vida para los padres. Otra forma
favorita de servirlo es mezclado en la famosa sopa “Buda salta la muralla”, que lleva
ese nombre por ser tan deliciosa que un monje budista se saltó la muralla de su abadía
y rompió su voto de vegetarianismo por culpa de ella.
Mientras la familia degusta unida estos manjares, en las calles truenan los petardos y
silban los fuegos artificiales. Los templos cierran sus puertas hasta la medianoche,
cuando las abren ante una multitud que lucha por ver quién será el primero en plantar
su incienso frente al altar y así coronarse con la mayor suerte en el año venidero.
Al día siguiente, se visita a la familia de la esposa, y el tercer día puede visitarse a los
amigos. Estas reglas se hacen cada vez más flexibles, adaptándose a una sociedad más
abierta y atenta a las necesidades de cada miembro de la familia. No obstante, siempre
se mantiene la costumbre de recibir a los visitantes con humeantes tazas de té y
golosinas, en medio de una amena conversación para compartir las nuevas del año
anterior y transmitir los mejores deseos de mayor éxito en el año venidero.
Pie de foto:
Año Nuevo Chino 1:Los hoteles y restaurantes ponen a disposición del público cenas
tradicionales de Año Nuevo chino listas para llevar a precios razonables. (Foto de
CNA)
Año Nuevo Chino 2:Un grupo de actores participa en esta actividad organizada por el
Gobierno de la Ciudad de Taipei para promover las compras de productos
tradicionales. (Foto de CNA)
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