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Nº de Recurso:
Nº de Resolución:
Procedimiento:
Ponente:
Tipo de Resolución:
47186340012006101648
Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Social
Valladolid
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1479/2006
1479/2006
RECURSO SUPLICACION
JOSE MANUEL RIESCO IGLESIAS
Sentencia
Resumen:
DERECHOS FUNDAMENTALES
T.S.J.CASTILLA-LEON SOCIAL
VALLADOLID
SENTENCIA: 01479/2006
C/ANGUSTIAS S/N
N.I.G: 47186 34 4 2006 0101502 MODELO: 46050
RECURSO: RECURSO SUPLICACION 0001479 /2006
Materia: DERECHOS FUNDAMENTALES
Recurrente: Francisco Y OTROS
Recurrido: ARO AUTOMATISMOS, S.A., MINISTERIO FISCAL
JUZGADO DE ORIGEN/AUTOS: JDO. DE LO SOCIAL N. 2 de VALLADOLID DEMANDA 0000129
/2006
Ilmos. Sres.:
D. MANUEL Mª BENITO LOPEZ
Presidente sustituto
D. RAFAEL A. LOPEZ PARADA
D. JOSE MANUEL RIESCO IGLESIAS
En VALLADOLID, a dieciocho de Septiembre de dos mil seis.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, sede de Valladolid,
compuesta por los Ilmos. Sres. anteriormente citados, ha dictado la siguiente
SENTENCIA
En el Recurso de Suplicación núm. 1.479/2006, interpuesto por DON Francisco , don Alfonso y don
Sergio (Delegados de Personal de ARO AUTOMATISMOS, S.A.), contra la Sentencia del Juzgado de lo
Social núm. Dos de Valladolid, de fecha 30 de Marzo de 2.006, (Autos núm. 129/2006), dictada a virtud de
demanda promovida por indicados recurrentes contra ARO AUTOMATISMOS, S.A. y con asistencia del
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MINISTERIO FISCAL, sobre TUTELA DE DERECHOS FUNDAMENTALES.
Ha actuado como Ponente el Iltmo. Sr. DON JOSE MANUEL RIESCO IGLESIAS.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Con fecha 16 de febrero de 2.006 se presentó en el Juzgado de lo Social núm. Dos de
Valladolid demanda formulada por la parte actora, en la que solicitaba se dictase sentencia en los términos
que figuran en el Suplico de la misma. Admitida la demanda y celebrado el juicio, se dictó Sentencia
desestimando referida demanda.
SEGUNDO.- En referida Sentencia y como Hechos Probados figuran los siguientes: "PRIMERO.- En
la empresa demandada ARO AUTOMATISMOS, S, A. se han producido varios robos y hurtos. La empresa
ha detectado falta de puntualidad y pérdidas de tiempo injustificadas entre sus trabajadores.- SEGUNDO.La demandada procedió a partir del mes de junio de 2.005, a instalar 11 cámaras en todo el taller, una por
cada zona de trabajo, algunas de ellas giratorias y otras fijas. No consta se hayan conectado.- TERCERO.La empresa comunicó a los demandante el 6-6-05 la instalación de video cámaras que permitan verificar el
cumplimiento de las obligaciones laborales por parte de los trabajadores de esa empresa y dotar de mayor
seguridad a las instalaciones y material de la misma. Se les facilitó plano con situación de enfoque posible
de las cámaras en la zona de trabajo.- CUARTO.- La empresa tiene 75 trabajadores aproximadamente y se
dedica a la actividad de automatismos y componentes para otras empresas.- QUINTO.- En el taller hay un
encargado por cada sección que supervisa el trabajo y el cumplimiento del mismo y en las oficinas hay un
jefe director técnico y varios directores de calidad que supervisan el trabajo.- SEXTO.- La empresa tiene un
reloj para fichar todos los trabajadores a la entrada y salida, de forma que le permite controlar a los que
ocasionalmente pudieran llegar tarde. Además, existe otro ordenador en cada máquina individual en la que
el trabajador tiene una tarjeta que tiene que pasar para fichar otra vez e iniciar su trabajo, dejando
constancia así de la hora en la que inicia el mismo.- SEPTIMO.- En el exterior de la empresa hay instaladas
4 cámaras con infrarrojos que vigilan la empresa. Además tiene instalada una alarma.- OCTAVO.- las
cámaras no están en funcionamiento.".TERCERO.- Interpuesto recurso de Suplicación contra dicha sentencia por la parte demandante, fue
impugnado por la empresa demandada, y elevados los Autos a esta Sala, se designó Ponente acordándose
la participación a las partes de tal designación.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Los recurrentes impugnan la sentencia del Juzgado de lo Social núm. 2 de Valladolid que
desestimó la demanda de tutela de derechos fundamentales dirigida contra su empleadora, la empresa ARO
AUTOMATISMOS, S.A., con motivo de la instalación de unas cámaras de videovigilancia en las
instalaciones de la misma.
En un primer motivo de recurso, al amparo de la letra b) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento
Laboral , los recurrentes pretenden que el hecho probado tercero de la sentencia impugnada quede
redactado con el siguiente tenor literal: "La empresa entregó a los demandantes el 6-6-05 la siguiente
comunicación:
'En cumplimiento de lo establecido en el artículo 64.1 4º d) del Estatuto de los Trabajadores , se les
comunica la decisión adoptada de proceder a la instalación de videocámaras que permitan verificar el
cumplimiento de las obligaciones laborales por parte de los trabajadores de esta empresa y dotar de mayor
seguridad a las instalaciones y material de la misma.
En los últimos tiempos han sido muchas las advertencias que se han venido realizando en el sentido
de mostrar la disconformidad de la empresa con el comportamiento que, si bien no de forma generalizada,
sí que viene detectándose en varios miembros de la plantilla y consistentes en la falta de puntualidad y en la
gran cantidad de pérdidas de tiempo injustificadas que durante el trabajo vienen llevando a cabo.
Por otro lado, a pesar de las medidas de seguridad con las que desde siempre se ha contado, las
instalaciones y diverso material de la empresa han sido objeto de varios robos en los dos últimos años,
desprendiéndose del modus operandi que los autores de los hechos habían tenido previo conocimiento del
interior de las instalaciones'".
Los recurrentes apoyan esta revisión del relato fáctico en el documento incorporado al folio 33 de los
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autos, consistente en la comunicación dirigida por la empresa a los Delegados de Personal el 6 de junio de
2005 haciéndoles saber la instalación de las videocámaras en sus instalaciones. A criterio de la Sala esta
modificación no puede prosperar por una parte porque en el hecho tercero de la sentencia impugnada ya
constan las razones -internas y externas- que impulsaron a la empresa a instalar las videocámaras y, por
otra, porque la inclusión de la redacción textual del documento carece de trascendencia para el resultado
del recurso.
SEGUNDO.- En un segundo motivo de recurso, bajo la cobertura de la letra c) del artículo 191 de la
Ley de Procedimiento Laboral , los recurrentes denuncian la infracción por errónea interpretación de los
artículos 18.1 y 10.1 de la Constitución Española , en relación con los artículos 4.2.c) y 20.3 del Estatuto de
los Trabajadores.
Argumentan los recurrentes, en síntesis, que la instalación masiva e indiscriminada de las cámaras no
es idónea para conseguir el propósito de controlar la actividad de los trabajadores, siendo, además,
innecesarias puesto que existen otros métodos de control cuales son el reloj, los sistemas instalados en
cada máquina y la vigilancia de los encargados de cada sección. Por su parte, la empresa recurrida afirma
en su escrito de impugnación que no cabe duda de que la instalación de las videocámaras salvaguarda el
derecho a la intimidad de los trabajadores y que, además, es idónea, necesaria y equilibrada en los términos
que viene exigiendo el Tribunal Constitucional.
En definitiva, se trata de determinar si en este caso la medida empresarial denunciada como ilegal
puede calificarse o no de proporcionada en relación con los dos derechos en juego: el del empresario a
controlar la actividad de sus trabajadores y el derecho de éstos a no ser controlados en aspectos
relacionados con el derecho a su intimidad, partiendo de la doctrina elaborada al respecto por los Tribunales
Constitucional y Supremo. A este respecto, éste último en la sentencia de 5 de diciembre de 2003 (rec.
52/2003 ) ha explicado que el derecho a la libertad de empresa y a la dirección de la actividad laboral que
tiene el empresario constitucional y legalmente reconocida (artículo 20.3 del Estatuto de los Trabajadores )
tiene que compatibilizarse con el respeto a los derechos fundamentales del trabajador, pues éste sigue
disfrutando de tales derechos cuando lleva a cabo trabajos por cuenta ajena, cual ha reconocido de forma
reiterada el Tribunal Constitucional al afirmar la plena efectividad de los derechos fundamentales del
trabajador en el marco de la relación laboral, "ya que ésta no puede implicar en modo alguno la privación de
tales derechos para quienes prestan servicio en las organizaciones productivas, que no son ajenas a los
principios y derechos constitucionales que informan el sistema de relaciones de trabajo" (sentencia del
Tribunal Constitucional 88/1985 , fundamento jurídico 2, cuya doctrina se reitera posteriormente, entre otras,
en las sentencias 6/1988, 129/1989, 126/1990, 99/1994, 106/996, 186/1996 y 90/1997 y específicamente en
relación con el derecho a la intimidad del trabajador en sus sentencias 98/2000, de 10 de abril y 186/2000,
de 10 de julio ). En relación con esta cuestión las indicadas sentencias del Tribunal Constitucional, después
de reconocer el derecho de los trabajadores a la intimidad, también durante el desarrollo de su trabajo, ha
señalado igualmente que tal derecho "no es absoluto como no lo es ninguno de los derechos
fundamentales, pudiendo ceder ante intereses constitucionalmente relevantes, siempre que el recorte que
aquél haya de experimentar se revele como necesario para lograr el fin legítimo previsto, proporcionado
para alcanzarlo y, en todo caso, sea respetuoso con el contenido esencial del derecho". Habiendo
terminado por concluir afirmando dicho Tribunal -en definitiva- que los controles empresariales que puedan
establecer los empleadores en uso de su derecho a controlar la actividad de los trabajadores serán lícitos
mientras no produzcan resultados inconstitucionales, y que para poder afirmar si ese respeto se entiende
producido o no habrá que establecer en cada caso si la medida empresarial adoptada se acomoda a las
exigencias de proporcionalidad entre el fin pretendido con ella y la posible restricción de aquel derecho
fundamental de los trabajadores, para lo cual es necesario constatar si dicha medida "cumple los tres
requisitos o condiciones siguientes: si tal medida es susceptible de conseguir el objetivo propuesto (juicio de
idoneidad); si, además, es necesaria, en el sentido de que no exista otra medida más moderada para la
consecución de tal propósito con igual eficacia (juicio de necesidad); y, finalmente, si la misma es
ponderada o equilibrada, por derivarse de ella más beneficios o ventajas para el interés general que
perjuicios sobre otros bienes o valores en conflicto (juicio de proporcionalidad en sentido estricto)"
[fundamento jurídico sexto de la sentencia del Tribunal Constitucional 186/2000 ]. En definitiva, el poder de
dirección del empresario, imprescindible para la buena marcha de la organización productiva y reconocido
expresamente en el artículo 20.3 del Estatuto de los Trabajadores atribuye al empresario, entre otras
facultades, la de adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el
cumplimiento del trabajador de sus obligaciones laborales. Mas esa facultad ha de producirse en todo caso,
como es lógico, dentro del debido respeto a la dignidad del trabajador, como expresamente nos lo recuerda
la normativa laboral (sentencia del Tribunal Constitucional 98/2000, de 10 de abril ).
La doctrina más autorizada se muestra de acuerdo en que no pueden instalarse cámaras de
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vigilancia en aquellos lugares en los que no se realiza la prestación laboral (servicios, lugares de descanso,
locales sindicales, etc.). Ahora bien, también en aquellos lugares de la empresa en los que se desarrolla la
actividad laboral pueden producirse intromisiones ilegítimas por parte del empresario en el derecho a la
intimidad de los trabajadores con la instalación de cámaras, como podría ocurrir con la grabación de
conversaciones entre un trabajador y un cliente, o entre los propios trabajadores, en las que se aborden
cuestiones ajenas a la relación laboral que se integran en lo que hemos denominado propia esfera de
desenvolvimiento del individuo (sentencias del Tribunal Constitucional 231/1988, fundamento jurídico 4 y
197/1991 , fundamento jurídico 3, por todas). En suma, habrá que atender no solo al lugar del centro del
trabajo en que se instalan por la empresa sistemas audiovisuales de control, sino también a otros elementos
de juicio (si la instalación se hace o no indiscriminada y masivamente, si los sistemas son visibles o han sido
instalados subrepticiamente, la finalidad real perseguida con la instalación de tales sistemas, si existen
razones de seguridad, por el tipo de actividad que se desarrolla en el centro de trabajo de que se trate, que
justifique la implantación de tales medios de control, etc.) para dilucidar en cada caso concreto si esos
medios de vigilancia y control respetan el derecho a la intimidad de los trabajadores, debiendo proceder los
Tribunales a una ponderación adecuada que respete la correcta definición y valoración constitucional del
derecho fundamental en juego y de las obligaciones laborales que puedan modularlo en la medida
imprescindible para el correcto y ordenado desenvolvimiento de la actividad productiva de tal manera que
habrán de utilizarse las posibilidades o medios menos agresivos y afectantes del derecho en cuestión.
Aplicándose la doctrina anteriormente citada al caso examinado y partiendo de la justificación que se
da por la empresa a la referida instalación (verificación del cumplimiento de las obligaciones laborales por
parte de los trabajadores de la misma y dotar de mayor seguridad a las instalaciones y material de la
misma) este Tribunal considera que la instalación de las cámaras no supone un medio agresivo que ataque
directamente al mencionado derecho fundamental sino que guarda directa relación con la vigilancia del
cumplimiento por los trabajadores de sus obligaciones laborales y del mantenimiento de la necesaria
seguridad en las instalaciones. Y si a lo anteriormente indicado se unen las circunstancias recogidas en la
sentencia impugnada de que las cámaras se sitúan en zonas de paso y de trabajo, que no es posible la
grabación del sonido, que las cámaras no tienen posibilidad de zoom ni de modificar su enfoque, que no se
van a difundir las imágenes y, finalmente, que el sistema aún no se ha puesto en funcionamiento, la Sala
llega a la misma conclusión que la Juez de instancia, esto es, que la actuación de la empresa no puede
estimarse que exceda de las facultades que el artículo 20.3 del Estatuto de los Trabajadores le otorga, y
que, consiguientemente no se ha infringido ese precepto ni tampoco el artículo 4.2.e ) del mismo texto legal,
que se invocan en el recurso. A esta misma conclusión han llegado otras Salas de lo Social de Tribunales
Superiores de Justicia, cuales las de Cataluña de 25 de abril de 1994 y de Galicia de 28 de septiembre de
1999 (rec. 3821/1999), en las que se afirma que la mera toma de imágenes, sin grabación de las
conversaciones de los trabajadores entre sí y con clientes, puede también considerarse como una actuación
de control normal que no vulnera el derecho de los trabajadores a la intimidad.
Por todo ello, procede la desestimación del recurso de suplicación planteado.
Por lo expuesto, y
EN NOMBRE DEL REY
FALLAMOS
Que debemos DESESTIMAR Y DESESTIMAMOS el recurso de suplicación interpuesto por la
indicada representación de DON Francisco Y OTROS, contra la sentencia de 30 de marzo de 2006, dictada
por el Juzgado de lo Social número 2 de Valladolid en los autos número 129/06 , seguidos sobre TUTELA
DE DERECHOS FUNDAMENTALES a instancia de los indicados recurrentes contra la empresa ARO
AUTOMATISMOS, S.A., confirmando íntegramente la misma.
Notifíquese esta resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y
León, y expídase testimonio que quedará unido al rollo de su razón, incorporándose el original al
correspondiente libro de sentencias.
Así por nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN: En la misma fecha fue leída y publicada la anterior resolución por el Ilmo. Sr/a.
Magistrado que la dictó, celebrando Audiencia Pública. Doy fe.
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