Cine y Literatura

Anuncio
PRÁCTICAS DE LITERATURA Y CINE
ÍNDICE:
LITERATURA Y CINE
EL PROCESO DE KAFKA Y DE ORSON WELLES
OTELLO DE SHAKESPEARE Y DE WELLES
CINE Y TEATRO
FAUSTO DE GOETHE Y FAUSTO 5.0
LITERATURA Y CINE
Desde que se gestara, muchos dicen que fue hace ya cuatrocientos años y bien cerca de aquí, la primera
novela hasta que se construyó la primera película cinematográfica, pasó mucho, mucho tiempo. Curiosamente
las estructuras básicas de las novelas, de las primeras, como las de Charles Dickens y sus cuentos encajaban
añísimos atrás con las estructuras de un nuevo arte: el cine, creado hace apenas cien años. Otro arte dispuesto
a expresar, a transmitir, a contar historias, tal y como fijara ya en los inicios de éste el norteamericano
Griffith. El autor quizá más prolífico de esos titubeantes primeros pasos. Años que sirvieron sin duda para
apelmazar la percepción, nueva, del espectador: el nuevo destinatario.
De este modo, se heredaron y adaptaron unas estructuras ya conocidas a un universo artístico completamente
nuevo, que contaba con un lenguaje propio, un lenguaje con imágenes y con palabras, más tarde habladas y
audibles y música...
Griffith instituyó el dogma cinematográfico basado, como sabemos en las estructuras literarias reconocibles
en el siglo XIX. Bien es cierto que en esas primeras albas del medio, las adaptaciones gozaron de abundante
presencia entre la producción cinematográfica. Otros autores de ese primer ciclo, ( que escogemos entre el
inicio del cine y la aparición del sonoro) bien pudieran representar a estos Chaplin, Burton o Murnau,
acompasaron el nuevo medio a ese poderío de lenguaje visual que ofrecía. Propusieron a las personas de los
principios del siglo pasado una disyuntiva que iba de ver las imágenes que traían las historias que se contaban
o de leer las historias al gusto de la imaginación.
El lenguaje literario, el novelístico, estaba ya creado. Es bastante abierto, por cierto, todo es justificable si así
lo hace la historia. El lenguaje cinematográfico aprendió con Meliès y sus trucajes a vertebrar las historias,
luego a realizar los pasos en el tiempo, adelante y atrás que proponían las historias (fundidos a negro. p.e), los
cambios de temática, las premoniciones, las discusiones entre personajes (contraplanos). En los inicios se
sentaron las bases de un lenguaje que en lo técnico se establece en el tipo de plano, de imagen que recoge un
extraño aparato casi científico. El plano medio, el primer plano, el plano general, la panorámica... Siguiendo
adelante y pasadas las primeras épocas de expectación, los medios tecnológicos en los que este arte se apoya,
evolucionaron, más rápido que su paso.
Orson Welles significó el enrevesamiento de las historias y la utilización de imágenes con distintas
profundidades de campo. Pero ya en los años 1930 en el siglo de oro del cine, autores como Buñuel
consiguieron crear distintas emociones en el espectador, se puede considerar los inicios del lenguaje
cinematográfico. Estas metáforas visuales fueron ampliadas por el cine soviético que incorporó al lenguaje
cine el directo, los travellings y gruas, los montajes de atracciones y la utilización del plano secuencia.
1
El plano secuencia se convierte en la manera institucional de
representar el cine ya que se suponía que la ruptura del código visual podría suponer el desplazamiento de la
imagen. Se pretendía un desarrollo funcional parecido en literatura al lenguaje narrativo empleado por autores
como Nabokov. ( Recordemos a Lolita de 1955, que acabó viéndose gracias al ingenio de un primerizo
Stanley Kubrick, otro maestro del plano secuencia)
Una vez constituido el lenguaje cinematográfico se empezaron a explotar las distintas posibilidades que
ofrecía el cine como arte de imágenes como son el uso de tiempos muertos, la contemplación de los
personajes en un entorno o la búsqueda de la esencia narrativa.
Poco a poco el lenguaje narrativo se va volviendo cada vez más ambiguo con la incorporación de distintos
signos y símbolos. Un autor muy interesante en este aspecto es el italiano Antonioni que además de ser un
gran guionista, consiguió que sus personajes tuvieran una afinidad por asimilación con los decorados. Esto dio
paso a lo que podríamos considerar como los principios básicos del montaje actual, ya que se filmaban
acciones externas y complejas con una única toma eliminando o reduciendo las elipsis temporales y los planos
detalles y aportando la información requerida para esas cuestiones en otras ocasiones con el comportamiento
mimético de sus personajes para con la escena.
En este lenguaje cinematográfico aparecen imprecisiones verbales al vulnerarse la narrativa decimonónica, las
historias se basan en relatos sobre la búsqueda de la identidad personal o la resolución de un crimen. Estos
argumentos temáticos consiguieron poner en entredicho el punto de visto del público y del narrador.
Fabulosamente, un medio con la cantidad de limitaciones que presenta el cinematográfico, ha conseguido
adaptar sucesivamente tanto las historias de uno como es la literatura, bien sea novela o teatro; abiertos a
interpretaciones y de fácil desarrollo, (valga un lápiz y un papel como aparatos técnicos). Decíamos las
historias y también y lo que es más importante las estructuras creativas y de desarrollo.
EL PROCESO
· Se nos ha pedido aquí que observemos dos obras diferentes, pero con la misma línea argumental. Se trata de
El proceso de las dos, la novela y la posterior película. Gestadas por dos genios, como se sabe, Franz Kafka y
Orson Welles.
Las adaptaciones presentan siempre diversos problemas, el más importante es, quizá la conservación del
mensaje de la obra original, en caso de tenerlo. Kafka, determinó un espíritu narrativo para su obra basado en
la exhaustiva explicación y análisis de los estados de ánimo, las situaciones y las sensaciones del protagonista:
Joseph K. Así comienza la obra, de forma fulgurante; al igual que lo hace la película pero con una fenomenal
introducción en torno al gran problema del hombre moderno occidental: la libertad enjaulada en los barrotes
de la ley y el conocimiento del asunto por parte del hombre medio. ¿Una verdadera pesadilla?
Toman pues, ambos, trayectorias bien distintas de las usuales para ambos modos de expresión. Mientras que
el literato, con más tiempo, prefiere dedicarse casi por completo a los personajes pronunciando las reflexiones
a través de ellos, el cineasta comienza ensayando con las ideas y las reflexiones que se pretenden llevar a
cabo: El proceso.
La idea que toma fuerza y está presente durante toda la película. De hecho, el desarrollo de determinados
personajes en la novela se hace quizá demasiado complejo para su incursión en el guión cinematográfico o en
la película y son ausentes con respecto del libro, como por ejemplo el capitán, huésped también en la pensión
de la señorita Grübach.
Lo que está claro es que si se temía que cuarenta años después se perdiera algo del mensaje original de la
2
obra, fue en vano. Welles sigue de acuerdo con estas ideas que apoyan al eterno proceso y, es más, las
apuntala y las admira. Lo que hace diferente es otorgar la equivalencia que las páginas del libro debieran tener
en la obra audiovisual con respecto al desarrollo de los bloques narrativos. Para representar la angustia de
Joseph K, al principio, realiza planos contrapicados, cortos, cortes bruscos, sombras pronunciadas,
asombrosos contraplanos, magistrales. La imaginería de las situaciones más tumultuosas, en las que la gente
se amontona por cualquier lado ( en los rincones, como dice Kafka) es, como en el caso del lugar de trabajo,
consistente en grandes planos, con una gran profundidad de campo, casi siempre desde diferentes
perspectivas. Incrementando la sensación de ahogo del protagonista. Como ejemplo, valga la acuciante
densidad de largos y definitorios planos secuencia.
El sentimiento de angustia por la pérdida de libertad que persigue a Joseph K, queda también patente, más aún
cuando se disipan las dudas de esto último tras los sucesivos encuentros; con la policía, con sus tres huraños
compañeros de trabajo, y con la señorita Bürstner. Realizados de diferente manera en la película a lo narrado
en el libro pero con equivalentes reacciones. ( recordemos, por ejemplo, que la señorita Bürstner, no echa al
señor K de su dormitorio, sino que es éste el que se aleja de la habitación ante las preguntas de la señorita,
dentro ya de su marcha por el eterno proceso.)
Las reacciones son las que prevalecen ante ambos modos de expresión pues bien difícil es de expresar con
imágenes los juzgados que presenta Kafka, de las que Welles, −que interpretó al abogado en la película− se
sirvió de la fuerza dialéctica para llevar a cabo. Y para no ser menos de un espinado tratamiento de la imagen
que, sin perturbar el sello de Kafka, no hizo sino enmarcar y definir el suyo.
Juntos, escritor y escritor, también( no olvidemos el guión de una película como obra literaria) pero sobre todo
cineasta. Acogieron, evidentemente, primero uno y luego el otro, una manifiesta idea. Una idea que tiene un
difícil desarrollo. Perseguir algo que no tiene cara, que no responde ante nada más que ante sí misma, que se
enquista de bultos burocráticos, institucionales, policiales... Sin tiempo ni lugar. Un eterno proceso de
detención que presenta el encogimiento de la ley en sus propias formas ignorantes.
Una idea bien difícil de explicar, pero explicada, y universalmente, dos veces además.
OTTELLO DE SHAKESPEARE Y OTELO DE ORSON WELLES
El gran talento visual de Orson Welles a la hora de representar Ottello provocó una mayor aceptación de esta
obra en el público gracias al trabajo en la planificación y en el ritmo (montaje). Orson Welles aplicó un toque
neorrealista a su fotografía que concordó bastante con los escenarios propuestos por Shakespeare. En el libro
la historia se desarrolla fundamentalmente gracias al excelente guión y los complejos diálogos mantenidos
entre los personajes.
A diferencia del libro Welles desarrolla la escena del asesinato de Casio en un baño turco dotando a los
soldados de un carisma erótico ya que visten únicamente con una toalla. En cambio en el libro al más estilo de
Perez Reverte el duelo se desarrolla en la calle en un lugar apartado del transito de gente.
Pero en cuanto al argumento Orson Welles lo ciñe al milímetro encajando como un guante en las luchas
internas de los personajes. La sensación de inestabilidad y lucha marcan la evolución del personaje de Ottelo,
arquetipo luchador con un toque a las historias de barcos y piratas.
El personaje de Yago se nos presenta en angulaciones extrañas que producen desasosiego para avisarnos de su
doble moral y su maldad. A diferencia del libro Yago es siempre recibido por Ottelo como una sensación
extraña, mientras que el libro ottelo mantiene una intensa relacción con Yago que le hacen no dudar de él.
Welles utilizó decorados tenebristas típicos del expresionismo alemán en una de sus obras más innovadoras.
Esto le funcionó muy bien ya que se trataba de una película de bajo presupuesto y las luces tenues típicas del
3
expresionismo le ayudaron en su estilo de fotografía barata. Grandes resultados a bajo precio.
En Otelo se juntan tres tipos de géneros diferentes, por un lado la obra teatal Shakesperiana como promotor de
una nueva dimensión psicológica de los personajes, por otro el cine con la magistral dirección de uno de los
mejores directores del MRI; y por otro la literatura romántica de uno de los mitos de la literatura inglesa.
Fundamentalmente esta es una obra atemporal ya que perdura con el paso de los tiempos invariable y el
significado de los enfrentamientos emocionales de los personajes conserva su intensidad dramática todavía en
nuestros días.
Los actores que se emplearon en la película eran actores muy curtidos en el teatro y dieron otra dimensión a la
teatralidad de los personajes en la escena. Pero según mi opinión peca en exceso de una excesiva retórica
visual y de barroquismo un poco fuera de contexto y pedante a mi juicio.
Sin lugar a dudas el libro resulta mucho más esclarecedor ya que plantea problemas que se encuentra los seres
humanos dentro de una sociedad como son las sospechas, las envidias y la felicidad ajena. Todo esto
conforma un ambiente de mentiras a medias y calumnias que obligarán a los personajes a tergiversar sus actos
sobre la marcha de los diálogos, sucesos que sufren un revés al ser transmitidos a otra persona. Todas estas
claves vienen a demostrar un proceso involutivo que perdura en la mente humana y a consecuencia de la
importancia del teatro Shakesperiano también en el teatro. Orson welles nos invita a que investiguemos en su
película los distintos comportamientos humanos tratando de reflejar lo más fiel mete posible los textos de uno
de los escritores más masificados.
CINE Y TEATRO
El cine mudo es el principio del lenguaje cinematográfico cuyo principal maestro, Grifith, estableció las reglas
básicas que rigen su funcionamiento.
Una vez estructuradas las técnicas de sonido que posibilitaban la inclusión de una banda sonora en el
celuloide, unos nuevos límites aparecían.
Es a partir de aquí cuando el teatro comienza a lograr importancia dentro de las adaptaciones cinematográficas
ya que el diálogo forma el epicentro de toda obra teatral y a su vez el cine redescubre el teatro para conformar
unos nuevos horizontes de la narrativa cinematográfica. Por ello, el cine debe filtrar el don de la palabra
dentro de los conceptos cinematográficos. Lo que mueve al cine es la acción y no la palabra que, mal
utilizada, entorpece y retrasa el desarrollo de la trama.
El principal problema que debe salvar el cine es la tangible realidad escénica. El teatro se centra en una
realidad lanzada al espectador en vivo dentro de un encuadre constante donde el escenario es evocado por el
atrezzo de forma poética. El cine debe responder con sus armas. La palabra se subordina a la acción. Para ello
la planificación meramente cinematográfica es la base de todo film. La dirección de actores, movimientos de
cámara, riqueza de escenarios... todo ello debe simplificar el mero diálogo teatral para producir una traducción
acorde con el arte que se maneja.
Pocos directores han podido firmar sus obras a la altura del dramaturgo por excelencia, Shakespeare. Orson
Welles fue uno de ellos. Entendiendo perfectamente el lenguaje cinematográfico no tuvo más que traducir los
textos impresos en celuloide. La adaptación de toda obra se debe a una premisa, la observación de la conducta
humana. Para ello, cada medio se debe a sus instrumentos de creación.
FAUSTO DE GOETTE Y FAUSTO Vs 5.0.
Goette se pasó muchos años de su vida escribiendo esta libro y el reconocimiento intelectual que recibió es
verdaderamente merecido. Es un libro complica de entender pero que por encima del talante dandista de sus
4
personajes proporciona una serie de claves antropomórficas sobre la evolución del hombre con la ciencia y la
religión.
La Fura dels Baus en su maquiavélica película sigue sus propios principios de participación participativa que
defienden como evolución del teatro moderno. Es una versión hecha en un principio para ser explotada por
internet pero que su acogida permitió su publicación en video y su distribución en algunas salas de cine.
Muy poco tienen que ver la película con el libro escrito por Goette. La fura deja su sello de rebeldía estética,
intelectual y conceptual como complemento a la lectura poética del libro. Su mayor problema sin duda es la
escasa calidad literaria que poseen los diálogos muy lejos de los escritos en el Fausto de Goette. La fura
trabaja habitualmente con materiales industriales y tienen grandes conocimientos en la publicidad y los
sistemas de información Mass Media. Todo esto hace que concibamos al actor como centro de un hecho
teatral. En los diálogos mantenidos entre Fausto y Metistófeles (Goette) existe una búsqueda de la eterna
juventud desde un punto de vista filosófico y largas reflexiones acerca del amor y el deseo.
La Fura nos introduce en un ambiente post−apocalíptico desistiendo de interactuar con el espectador, el
espectador trata de entender que demonios ocurre entre tanto montaje estrambótico. Utilizaron decorados
convencionales a los que sumaron innumerables efectos sonoros y de luces. Los escenarios se parecen
bastante a un gran portal de internet con grandes catálogos de anunciantes comprimidos. Además los actores
son absorbidos por televisiones y fuentes de imágenes.
La Fura plantea una nueva concepción del teatro como espectáculo audiovisual deslumbrante en la mayoría de
sus representaciones, en el film trata de seguir sus propios principios argumentales.
A diferencia del libro no existen voces populares, ni los personajes se dedican a cantar canciones populares, la
reflexión sobre la oralidad y la tradición no esta nada bien reflejada en la obra de la Fura. Esto es provocado
por las diferencias históricas, mientras que Goette tiene que plantear casos extremos para poder solucionar las
respuestas morales de sus personajes, la Fura mantiene una atmósfera actual donde la información es
incontrolable y donde los personajes pueden relacionarse con sus electrodomésticos. Mephistopheles pasa de
ser un extraño tipo procedente del infierno para convertirse en una pantalla de ordenador que interpreta los
actos de Fausto. Todo esto forma una metáfora del hombre actual que se encuentra alienado y se siente como
un robot de consumo. Todo esto limita en esceso el recoger las anécdotas de Goette.
Únicamente conservan en común que en ambas cada hombre insiste en forjarse su propio destino. La Fura
desde la vanguardia teatral y Goette desde el trabajo de toda una vida.
5
Descargar