presentación y discusión de resultados del proyecto

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Proyecto de Investigación realizado con el apoyo del Programa sobre "Conflicto
y Colaboración en el Manejo de Recursos Naturales en América Latina y el
Caribe", Universidad para la Paz (UPAZ), Naciones Unidas, Costa Rica - Centro
Internacional de Investigación para el Desarrollo (CIID), Canadá, Mayo de 2000
Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo (CIEDUR)
Comisión Especial Permanente de Montevideo Rural/Unidad de
Montevideo Rural – Intendencia Municipal de Montevideo
PROYECTO
GESTIÓN PARTICIPATIVA DEL ÁREA RURAL DE MONTEVIDEO.
Evaluación y profundización de una experiencia innovadora
MEMORIA DE LA REUNIÓN DE
PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
Anfiteatro Artigas, Ministerio de Relaciones Exteriores
Montevideo
10 de Agosto de 2001
Serie SEMINARIOS Y TALLERES Nº 123
CIEDUR - Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo, Uruguay
Américo Ricaldoni 2529 ap. 602, 11.600 Montevideo, URUGUAY.
Tel/fax (005982) 480 86 85
E.mail: [email protected] Web: www.chasque.apc.org/ciedur
Este documento fue elaborado en el marco
del Proyecto "Gestión participativa del área
rural de Montevideo - Uruguay. Evaluación y
profundización
de
una
experiencia
innovadora", desarrollado por el CIEDUR en
acuerdo
con
la
Comisión
Especial
Permanente de Montevideo Rural y la Unidad
de Montevideo Rural, Intendencia Municipal
de Montevideo, con el apoyo del Programa
sobre "Conflicto y colaboración en el manejo
de recursos naturales en América Latina y el
Caribe", Universidad para la Paz de las
Naciones Unidas, Costa Rica y Centro
Internacional de Investigación sobre el
Desarrollo, Canadá.
El proyecto contó con la colaboración de
Fernanda García, Alfonso Carriquiry, Alberto
Gómez, Fernando Ronca, Carlos Russi y
Eduardo Straconi en distintos aspectos de su
ejecución.
Montevideo, agosto de 2001
INVITACIÓN
Comisión Especial Permanente de Montevideo Rural (CEPMR)
y Unidad de Montevideo Rural (UMR) de la
Intendencia Municipal de Montevideo
y
Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo, Uruguay
(CIEDUR)
invitan a participar de la
Presentación y Discusión de Resultados del Proyecto
“Gestión participativa del área rural de Montevideo.
Evaluación y profundización de una experiencia innovadora”,
a realizarse en el
Anfiteatro Artigas del Ministerio de Relaciones Exteriores,
Colonia 1206, Montevideo
el próximo
viernes 10 de agosto de 2001,
de 17.30 a 21.30 horas (puntual).
El Proyecto se desarrolla en el marco del Programa sobre
"Conflicto y Colaboración en el Manejo de Recursos Naturales en América Latina y el
Caribe",
que cuenta con el apoyo de:
Universidad para la Paz, Naciones Unidas, Costa Rica
Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo, Canadá.
Patrocina:
Instituto Artigas del Servicio Exterior,
Ministerio de Relaciones Exteriores.
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Presentación y Discusión de Resultados del Proyecto
“Gestión participativa del área rural de Montevideo. Evaluación y
profundización de una experiencia innovadora”
Anfiteatro Artigas, Ministerio Relaciones Exteriores, 10 agosto 2001, 17.30 a 21.00 hs.
PROGRAMA
Apertura
Arq. Mariano Arana
Intendente Municipal de Montevideo
Presentación de resultados del proyecto
Ing. Agr. Guillermo Scarlato
Coordinador del Proyecto
Soc. Alain Santandreu
Investigador del proyecto
Asesor del PGU-ALC/HABITAT – Naciones Unidas, Quito, Ecuador
Panel: la gestión de un área rural metropolitana
Arq. Salvador Schelotto
Decano de la Facultad de Arquitectura, Universidad de la República
Ing. Agr. Ricardo Cayssials
Docente de la Facultad de Ciencias, Universidad de la República
Técnico del Programa Ecoplata y del PRENADER – MGAP/BM
Sr. Fernando López
Presidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural
Preguntas y debate
Cierre:
Ing. Agr. Alfonso Carriquiry
Secretario de la Comisión Especial Permanente de Montevideo Rural
Brindis
Organizan: CEPMR/UMR - IMM y CIEDUR
Apoyan: Universidad para la Paz de las Naciones Unidas, Costa Rica y CIID, Canadá
Patrocina: Instituto Artigas de Servicio Exterior, MRE, Uruguay
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Presentación y Discusión de Resultados del Proyecto
“Gestión participativa del área rural de Montevideo. Evaluación y
profundización de una experiencia innovadora”
Anfiteatro Artigas, Ministerio Relaciones Exteriores, 10 agosto 2001, 17.30 a 21.00 hs.
EL PROPÓSITO DE LA INVITACIÓN
El área rural de Montevideo abarca unas 35 mil hectáreas contiguas a la capital y a varios
de los principales centros urbanos del país. A pesar de su reducida extensión, involucra una
parte importante de la producción agrícola intensiva nacional, áreas ecológicas
significativas y una población con valores culturales propios.
Atendiendo a esos valores y a la fragilidad de un área rural adyacente a las zonas urbanas
con mayor densidad poblacional y económica del país, desde 1996, el gobierno
departamental de Montevideo estableció un régimen especial de protección. Este se basa
en un modelo territorial y en instrumentos de gestión entre los cuales tiene un papel
central un ámbito participativo creado con ese fin: la Comisión Especial Permanente de
Montevideo Rural.
En los últimos diez meses, la Comisión, con el apoyo de la Unidad de Montevideo Rural y en
convenio con el CIEDUR, encaró una investigación sobre la gestión de la Comisión con tres
objetivos: a) evaluar su funcionamiento y resultados; b) sugerir propuestas para
mejorarlos; c) derivar lecciones para otras experiencias. Para ello se contó con el apoyo del
Programa sobre “Conflicto y Colaboración en el Manejo de Recursos Naturales en América
Latina y el Caribe” de la Universidad para la Paz de Naciones Unidas (Costa Rica) y el
Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (Canadá).
El proyecto incluyó la revisión de información existente, en especial, las actas de sesiones y
los registros de los asuntos tratados por la Comisión; dos talleres de diagnóstico
participativo; acompañamiento de las sesiones; estudios de casos; elaboración de
propuestas de gestión, que incluyó la definición preliminar de indicadores de seguimiento.
En los cinco años de gestión analizados, la Comisión tuvo un funcionamiento continuo y
activo, reuniéndose en 85 oportunidades y tratando casi 350 asuntos de gran diversidad.
En la enorme mayoría de los casos, los asuntos tratados fueron resueltos, y el
asesoramiento brindado a la IMM fue considerado en la resolución final.
La investigación confirma la vigencia de los espacios participativos en la gestión territorial,
señala puntos fuertes y débiles de la experiencia, y sugiere propuestas para el futuro.
La reunión se propone como un ámbito para presentar las principales conclusiones, recibir
comentarios desde distintas perspectivas disciplinarias e institucionales, y debatir
colectivamente entre los principales actores involucrados.
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MEMORIA DE LA REUNIÓN DE
PRESENTACIÓN Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS DEL PROYECTO
“GESTIÓN PARTICIPATIVA DEL ÁREA RURAL DE MONTEVIDEO.
EVALUACIÓN Y PROFUNDIZACIÓN DE UNA EXPERIENCIA
INNOVADORA”.
NOTA IMPORTANTE: los textos NO fueron revisados por los expositores.
APERTURA
Alfonso Carriquiry
Secretario de la Comisión Especial Permanente de Montevideo Rural
El Presidente de la Comisión Especial Permanente para Montevideo Rural (Alberto
Zumarán), que por razones particulares de índole familiar no pudo concurrir, nos envía
un saludo y manifiesta que nos acompaña en el trabajo que realicemos. También
queremos agradecer en nombre de dicha Comisión, la presencia de las autoridades
nacionales, locales, los productores, vecinos en general, y en especial en la persona
de Scarlato a CIEDUR, a los panelistas que nos van a ayudar a reflexionar sobre las
conclusiones del trabajo y a quienes lo elaboraron.
Hace mas de 5 años la Junta Departamental de Montevideo a propuesta de la
Intendencia Municipal de Montevideo aprobó un decreto de protección del área rural
como una medida cautelar y urgente declarando de interés municipal: preservar,
valorizar y promover las áreas rurales de producción agrícola y las áreas de paisaje
natural del suelo rural de Montevideo, y creó esta Comisión que hoy es objeto de
estudio de todos ustedes.
Cuando finaliza la administración anterior, en julio de 2000, la Comisión Especial
Permanente de Montevideo Rural presenta un balance de lo actuado con propuestas
para el trabajo futuro, poniendo a disposición del Sr. Intendente sus cargos.
Unos meses después recibimos esta posibilidad de investigación que nos pareció muy
interesante para que desde una visión mas científica y desde afuera del ámbito de
trabajo de la Comisión se pudiera evaluar cuáles fueron los resultados de estos 5 años
de gestión.
Desde el principio nos llamó la atención el título de la propuesta: “evaluación de una
experiencia innovadora”. Allí tomamos conciencia, cuando se nos planteó el trabajo,
que somos una experiencia innovadora, ¿por qué somos una experiencia innovadora?
Porque involucrar a todos los actores en la gestión de un territorio como el área rural
de Montevideo sometido a presiones y conflictos importantes es una experiencia
innovadora. En la Comisión están representados, los productores, los Ministerios, la
Universidad de la República y durante 5 años trabajó, como después saldrá en los
resultados de la Investigación, en forma permanente y continua y con un nivel de
eficiencia y eficacia bastante interesante.
Otra de las cosas de que nos convencimos en este trabajo es que esta experiencia es
profundizable y es sustentable en el largo plazo si existe la voluntad de avanzar en el
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desarrollo armónico del territorio desde una perspectiva que articule lo económico, lo
social y lo ambiental, sobre todo teniendo en cuenta lo asimétrico de las fuerzas que
están en juego.
Acá hay muchos productores y sabemos muy bien la profunda crisis que afecta el
sector productivo agropecuario, y Montevideo no está ajeno, no es una isla, es parte
de ese sector productivo agropecuario que atraviesa desde hace años una crisis
profunda, difícil de resolver en estos ámbitos. La crisis fomenta la especulación
inmobiliaria, las presiones por otros usos en estas áreas muy cercanas a la ciudad,
que de no mediar una política concertada con todos los organismos nacionales,
gremiales y de todas las organizaciones de la Sociedad Civil harán irreversible el
deterioro de estas áreas. Entonces perderemos parte del patrimonio no sólo de los
montevideanos sino de todos los uruguayos. Porque el área rural de Montevideo forma
parte del área Metropolitana, donde vive más de la mitad de la población del país.
El desafío es grande pero como dijo una investigadora italiana que nos visitó hace
algún tiempo las soluciones no provienen necesariamente de abajo sino desde la
capacidad desde lo bajo y desde lo alto de construir códigos de comunicación entre
dos mundos que son sustancialmente diferentes.
Le dejo la palabra a Guillermo, que va a explicar en qué consiste el trabajo de
investigación, y después al Sr. Intendente, que nos dirá unas palabras para después
continuar el trabajo.
Guillermo Scarlato
Coordinador del Proyecto (CIEDUR)
Muy buenas tardes, primero que nada los agradecimientos. En primer lugar a las
Instituciones que apoyaron esto. El Centro Internacional de Investigaciones para el
Desarrollo de Canadá y la Universidad para la Paz de las Naciones Unidas, con Sede
en Costa Rica, en el marco de un programa denominado Programa de manejo de
conflictos y colaboración, el tema que nos convoca o el tema en el cual se inscribe
este proyecto. Al Instituto Artigas de Servicio Exterior, que tuvo la amabilidad de
prestarnos esta sala. Al Sr. Intendente, que nos acompaña, y a las demás autoridades
Municipales y de otros organismos; a los técnicos y funcionarios presentes. Muy
especialmente, a los Integrantes de la Comisión, con quienes estuvimos trabajando
intensamente y que son coautores de este trabajo. Y, en general, a las personas, a los
productores que están acá y a los vecinos preocupados por estos temas, a todos les
agradecemos mucho su presencia aquí y que se hicieran un tiempo para reflexionar
sobre estos temas.
El motivo de la reunión, expresado claramente en la invitación, es presentar los
resultados de un trabajo de investigación en torno a una experiencia con dos objetivos
básicos: por un lado, evaluarla y buscar propuestas para mejorarla en aquello que sea
mejorable; y por otro lado, derivar lecciones para otras experiencias.
Este trabajo lo hizo un equipo integrado por gente de la Unidad de Montevideo Rural
de la IMM y de CIEDUR. Un equipo que estuvo integrado, además de mi que lo
coordiné; por Alain Santandreu, que es Sociólogo; por Patricia Acosta, Ingeniera
Agrónoma; Viviana Basanta, que es Asistente Social; y Fernanda García, que es la
Secretaria de la Unidad de Montevideo Rural y que colaboró activamente en el armado
de una serie de partes importantes. Este equipo contó con el apoyo permanente de los
colegas de la UMR y se realizó en interacción también permanente con la Comisión,
en trabajo continuo en cada una de estas sesiones en estos últimos 10 meses. En
3
cada reunión los integrantes de la Comisión recibían algún avance, planteaban alguna
pregunta y de esa manera fuimos trabajando, además de las actividades específicas
que se hicieron.
En ese sentido me importa destacar y agradecer esta postura de la Comisión. Me
parece que es una cosa poco común, lamentablemente, en nuestro medio, que
instancias de este tipo tengan la voluntad de abrirse a que la escudriñen, que la miren,
que la observen, que la evalúen personas e instituciones que no pertenecen a ellas
mismas. Si bien en el equipo había personas muy próximas, entre las cuales me
cuento, también había personas completamente ajenas a la Comisión, y la Comisión
no tuvo ningún problema en estar totalmente abierta en mostrar todos sus papeles, en
tener observadores en sus reuniones regulares y en prestarse para servir en todo caso
de experiencia a ser estudiada, evaluada con espíritu crítico. Me parece que eso no es
lo que encontramos en otros ámbitos. Quienes nos dedicamos a estudiar estos temas
sabemos que hay otros ámbitos en los que es muy difícil encontrar ese tipo de
disposición.
La reunión está prevista según el siguiente programa. De inmediato le voy a pasar la
palabra al Sr. Intendente. Luego vamos a hacer una presentación resumida de los
principales resultados del trabajo entre Alain Santandreu y yo. Después tenemos
previsto un panel con tres personas invitadas, personas que de distinta manera
pretendemos que nos brinden 3 miradas distintas, desde distintos ángulos: el
recientemente electo Decano de la Facultad de Arquitectura, Salvador Schelotto; el
Ing. Agr. Ricardo Cayssials, que tiene una larga trayectoria en los temas relacionados
a recursos naturales y, en los últimos años, también una prolongada actividad en
varios programas que tienen que ver con el área Metropolitana, en particular en
PRENADER y en ECOPLATA, dos experiencias distintas y muy importantes y una
vinculación por el lado de los temas de participación y recursos naturales; y Fernando
López, que es el Presidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural y productor
rural.
Después tenemos un rato para que Uds. planteen preguntas e intervenciones. Alfonso
cerraría brevemente y tendríamos luego un espacio para hacer un poco de
sociabilidad y tomar algo juntos. Nuevamente les agradecemos mucho que estén acá
y le paso la palabra a Mariano Arana .
Arq. Mariano Arana
Intendente Municipal de Montevideo
Buenas tardes, me sumo a los agradecimientos que creo que es conveniente hacer
por justicia y por el resultado que a la vista está, no me imaginé (creo que ustedes
tampoco) que esta sala estaría tan repleta, de veras me alegra muchísimo.
Creo que hay que agradecer mucho tanto a CIEDUR como a la Cancillería en todo lo
que tiene que ver con el haber puesto a disposición estas instalaciones
particularmente favorables para instancias de reflexión y de socialización como espero
tengamos entre todos. Lamento, claro está, que no esté aquí Alberto Zumarán,
posiblemente pueda integrarse si es que se puedan solucionar los problemas
familiares que le han impedido estar al menos al comienzo de esta reunión. Queremos
agradecer también nosotros a todo cuanto significó el apoyo para que este trabajo
fuera puesto a consideración de Uds. haya sido posible: la Universidad para la Paz,
cuyo Rector estuvo entre nosotros, el IDRC de Canadá, CIEDUR por cierto.
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Simplemente manifestar en forma muy breve para dar paso a quienes tienen que ser
la médula misma de las consideraciones más detenidas y del panel que habrá de
seguirles, que nos alegra mucho que haya sido señalado como innovadora una
propuesta que en general ha estado orientada a controlar, a desarrollar, a fomentar o
simplemente a preservar (a veces con un carácter excesivamente conservacionista
que yo nunca he compartido), aspectos vinculados a las áreas urbanas. Haber
transferido esto dentro del Plan de Ordenamiento Territorial y aún antes de haberse
definido el Plan de Ordenamiento Territorial, haber pensado que el área no urbanizada
de un departamento, ¿y por qué no pensar en los 19 departamentos, en el territorio
nacional?, es motivo o debe ser motivo de particular preocupación. Realmente me
alegra que sea considerado como una innovación y que se juega sobre ella realmente
con un carácter realmente instrumental, lo más eficaz, lo mas prudente pero también lo
mas sensato, con un sentido de evolución acorde con los destinos que colectivamente
corresponden a un Uruguay del futuro o al futuro de cada uno de nuestros
departamentos.
Por eso me entusiasma mucho que aquí uno esté percibiendo que están entre
nosotros autoridades a nivel Municipal, autoridades a nivel Nacional. A nivel Municipal
el propio Presidente de la Junta Departamental, y otros Ediles de la Junta, autoridades
locales, pertenecientes a los Comunales que tienen área rural específica en el
Departamento de Montevideo. Que veamos aquí técnicos, que veamos personas
vinculadas a la docencia, personas que están vinculadas al quehacer público nacional,
a productores, a vecinos. Porque creo que son temas que realmente vale la pena
considerar desde múltiples puntos de vista.
Cuando nos referimos al área rural específicamente de Montevideo, nos estamos
refiriendo a áreas realmente significativas en más de un plano. Por eso resulta muy
bueno que haya economistas, que haya ingenieros, que haya técnicos, agrónomos,
productores, comerciantes. Hay gente vinculada al Mercado Modelo por ejemplo, y me
resulta interesante señalar que cuando se pensó que el área rural debe ser motivo de
particular control en cuanto a su desarrollo, se hizo por una multiplicidad de motivos,
por todo aquello que tiene que ver con aspectos económicos y de producción nacional
en la medida que muchos de nosotros aquí presentes seguramente estamos
apostando a que haya un Montevideo productivo y que haya una propuesta de los 19
departamentos del Uruguay productivos, porque muchos de nosotros entendemos que
tenemos que apostar a un país productivo, que sea de alguna manera la base esencial
para una recuperación integral de un Uruguay que está viviendo momentos muy
críticos a niveles regionales y ciertamente a niveles internos. Los aspectos
económicos y productivos pasan a ser claves para todo lo que tiene que ver con el
área; no solamente de mantenimiento sino de control de un desarrollo que pensamos
que es factible y que es necesario ser analizado. Tengamos en cuenta que la
producción agrícola ganadera del departamento, pero sobre todo la agrícola, es
verdaderamente significativa a nivel nacional y a veces con algún saldo exportable
que puede llegar a tener resonancia de cierta significación. Y poder combinar, alentar
lo que ya existe, con una coordinación con la inserción o la combinación de la
producción artesanal y aún industrial.
Estos aspectos económicos y productivos también actuaron conjuntamente con las
preocupaciones paisajísticas y estéticas. Y no nos referimos solamente a la zona
costera, particularmente atractiva en todo el territorio, el que más conocemos que es el
Este, pero también el Oeste cercano, que es maravilloso y pocos conocen. Tenemos
que tener mucho cuidado para saber cómo actuar en él; no pienso que haya que
dejarlo incontaminado, pienso que si actuamos sobre él debemos actuar de manera de
sacar los máximos provechos que sean compatibles con el equilibrado desarrollo de
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otros aspectos que van más allá de lo puramente visual. Pero esto tiene que ver con
aspectos muy relevantes, muy significativos que no son enteramente aislables pero
que hacen referencia a lo ecológico, a lo ambiental, en la medida que esa interacción
entre territorio y masa acuífera importantísima es muy importante en el caso de
Montevideo. Nos referimos obviamente al Río de la Plata, a algunos arroyos limítrofes
del departamento de Montevideo, que representan un potencial desde el punto de
vista ambiental muy importante. Un sistema ambiental que debemos ser muy
cuidadosos si vamos a actuar sobre él – actuación que desde luego va mas allá de
una sola administración. Por eso lo quiso hacer referencia Carriquiry, a aspectos que
trasciendan las limitaciones puramente mecánicas y administrativas. Es fundamental
tenerlas en cuenta y abrir en consecuencia las cabezas para saber sobre qué no
estamos en condiciones de actuar solamente atendiendo a una visión microscópica,
molecular, de ámbito por ámbito, departamento por departamento. O de localización
por localización, sino que los aspectos ambientales no tienen estrictamente un límite
específico y muy definido. En el caso de Montevideo, es sabido que en su minúscula
proporción de territorio a nivel nacional involucra una visión por lo menos
metropolitana para atender estos aspectos básicos que tienen que ver con la defensa
del medio ambiente.
Por otra parte creo que ni siquiera la consideración nacional por sí sola es suficiente
para atender aspectos ambientales. Esto nos hace considerar que tanto los aspectos
paisajísticos como los económicos y productivos, los ambientales, como las
consideraciones sociales, poblacionales y culturales que están involucradas a
tradiciones, a modalidades propias de la población montevideana y particularmente de
la población rural montevideana, deben ser atendidos.
Todo esto forma parte de esta innovación. Sin saberlo, de pronto sin considerarlo en
sus inicios, por lo visto estaba en el trasfondo subjetivo de buena parte de aquellos
que tratamos de impulsarlo y fuimos ampliamente apoyados por la totalidad de los
sectores de la Junta Departamental. En ese sentido, la constitución de Comisiones
Especiales Permanentes en el caso de la Ciudad Vieja y las sucesivas que se fueron
nominando para atender las áreas de Carrasco, de Punta Gorda, las áreas de Pocitos
y de Punta Carretas, del Prado y ahora las de Lezica y Peñarol; se complementó con
este ámbito rural, mas allá de que las consideraciones son distintas y con
integraciones peculiares.
Debo señalar que estas actuaciones que llevó adelante esta Comisión Permanente
para control del área rural de Montevideo, en la actuación honoraria que ha llevado
adelante en los últimos 5 años, deseo señalarla como positiva, eficaz, y quiero
agradecer públicamente esta acción que tuvo que ver con las consideraciones en lo
que tiene que ver con el ordenamiento y uso del suelo, con lo que tiene que ver con
los asentamientos irregulares (uno de los problemas muy importantes en el Uruguay,
pero muy particularmente donde se concentran las poblaciones mas dinámicas del
país, en Montevideo y en el área Metropolitana y también en otros departamentos,
como Maldonado), con problemas no menores relacionados a temas ambientales,
como lo señaláramos, y asesoramientos cumplidos en forma, ágil, eficaz en régimen
de consulta previa.
Quiero agradecer públicamente a quienes han trabajado en esto en forma muy
desinteresada, muy comprometida, al haber presentado como otras comisiones del
área Municipal sus cargos a disposición; quiero entonces formular los agradecimientos
que correspondan y agradecer toda la actividad que ellos han desarrollado.
Al momento no tenemos las variantes, podremos tener en algunas de las comisiones
que están actuando en las áreas de la gestión Municipal pero respecto a esta
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específica quiero hacerlo público y notorio, es de justicia hacerlo, todos los que no
estuvimos directamente involucrados, lo valoramos. No es que haya habido
unanimidades. Generalmente las cosas no se resuelven por unanimidad, tienen
distintas variantes y matices. La vida está llena de contradicciones. No nos asustan las
contradicciones; no pensamos que todo se pueda dirimir con consensos unánimes.
Pero sí es bueno generar aquellas instancias que permitan dirimir los disensos en
base a acuerdos, en base a consideraciones lo mas objetivas posibles y también lo
mas dinámicas posibles porque las realidades nunca son cristalizadas, siempre son
dinámicas. Ahora mismo el Plan del Ordenamiento Territorial que conmemora en el
2001 su tercer Aniversario, tiene entre sus propias disposiciones uno de los aspectos
que puede ser bueno señalar: el Plan determina que debe ser revisado por técnicos a
nivel público y los técnicos y el consenso social que debe ser convocado para su
reconsideración para su formulación idéntica o diferente de acuerdo a las experiencias
ya obtenidas y las realidades que han obligado a transformar las visiones en forma por
lo menos parcial, así como se da a nivel de todo el Plan en su conjunto; también las
distintas acciones acerca de una realidad territorial pueden ser modificadas de
acuerdo a las visiones, a las circunstancias específicas, a lo que los distintos
presentes nos obligan.
Ya hablé demasiado, es momento de darles la palabra a quienes van a estar
encargados de dar los informes medulares y luego dar espacio al panel que espero
sea tan fructífero como lo fue la Comisión que ha actuado en esta área y agradezco
por último la presencia tan nutrida que veo hoy en esta sala.
PRESENTACIÓN DEL PROYECTO Y PANEL
Se invita a pasar a los panelistas:

Salvador Schelotto (Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad
de la República)

Ricardo Cayssials (Docente de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la
República; técnico del Programa ECOPLATA; técnico del Programa de Manejo
de Recursos Naturales y Desarrollo del Riego, PRENADER, del Ministerio de
Ganadería, Agricultura y Pesca, MGAP)

Fernando López ( Presidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural)

Alain Santandreu (integrante del equipo de investigación; sociólogo; asesor de
Gestión Ambiental del Programa de Gestión Urbana, PGU-Habitat, Naciones
Unidas)
Guillermo Scarlato
Alain y yo haremos una breve pero esperamos que sustanciosa presentación de lo que
serían los principales contenidos y resultados de un trabajo que muchos de ustedes
acompañaron... quizás en algunas cosas que mostremos reconocerán aspectos que
elaboraron ustedes mismos.
Este proyecto se comenzó hace diez meses, ahora estamos terminándolo y abriendo
una etapa. Es una cosa buena de decir que si de algo estamos convencidos es que
este proyecto tiene resultados que no van a quedar en el papel, por la modalidad de
trabajo que tuvo, en el sentido de que no lo estuvimos haciendo solos 2 o 3
7
investigadores, sino que estuvimos trabajando juntos con unos cuantos de ustedes
durante bastante tiempo.
El objetivo del proyecto es mejorar la capacidad de gestión participativa de las áreas
rurales orientadas a un desarrollo armónico con el conjunto del territorio, procurando
generar mejores oportunidades de empleo y calidad de vida de la población urbana y
rural de menores recursos. Es una gran aspiración pero como podrán ver se concretan
en cuestiones bastante mas específicas, de carne y hueso, diríamos.
Los dos productos principales son, por un lado, una evaluación de la experiencia de la
gestión de la Comisión y propuestas en aquello que se entienda que sea mejorable y,
por otro lado, lecciones para otras experiencias en el país o en la región, en gran
medida tomando en cuenta que es un proyecto que se enmarca en un conjunto de
iniciativas similares en otras partes de América Latina y el Caribe.
La metodología tiene una preocupación central: procurar desde el inicio y en toda la
ejecución integrar un equipo de proyecto con la propia Comisión que fue motivo del
estudio y con una serie de actores directamente involucrados entre los cuales habría
dos conjuntos de personas privilegiadas en el análisis y en el trabajo que son: vecinos
productores de Montevideo Rural y funcionarios de la Intendencia Municipal de
Montevideo, tanto del aparato central como, de manera muy especial, de la parte
descentralizada vinculada a las áreas rurales.
Podemos decir que el proyecto tiene tres grandes ejes, o tres grandes conjuntos de
actividades y productos:
Uno tiene que ver con realizar un diagnóstico del área rural del departamento y de la
propia gestión de la Comisión. Para ello hubo una diversidad de actividades que
incluyeron desde la revisión de trabajos recientes, con especial referencia a dos con
antecedentes muy importantes y que tienen un contenido participativo y de consulta
con la población muy relevantes, que son el Plan de Ordenamiento Territorial y los
Planes Estratégicos de Desarrollo Zonal; trabajos de campo; estudios de casos
(tomamos varios casos de conflictos especialmente significativos y contrastantes, que
fueron analizados en detalle). El análisis de la propia actuación de la Comisión se hizo
a través de varios caminos: la revisión de las actas de la Comisión de estos cinco años
de trabajo, el análisis de algunos expedientes y de algunos asuntos seleccionados y el
seguimiento presencial de las reuniones regulares de la Comisión observando cómo
funciona, entrevistando algunos de sus integrantes, tratando de identificar dónde están
los problemas, etc. Finalmente en ese gran componente del proyecto se incluyen dos
talleres de diagnóstico con vecinos, con técnicos, con personas de distinto origen y
vinculadas a la temática. Estos talleres, además del componente de diagnóstico,
tuvieron ambos un componente de propuesta involucrando las otras dos partes del
proyecto.
El segundo gran componente refiere al desarrollo de instrumentos operativos para
una propuesta de mejora de la gestión. Dentro de los instrumentos, uno de ellos son
los propios talleres que, junto con otros aspectos, forman una metodología de trabajo
participativo de donde vemos surgir unos cuantos elementos interesantes en términos
de lecciones para trabajar en otros casos. Luego se trabajó en un tema que nos
preocupaba específicamente a todos mucho desde el inicio, que es el de indicadores
de la gestión y seguimiento con especial preocupación en los temas de sustentabilidad
ambiental, económica, social de la gestión. Finalmente, otro de los instrumentos que
se generó es una base de datos y una matriz de información para sistematizar todos
los asuntos que pasan por la Comisión de Montevideo Rural.
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Varias de estos aspectos contribuyen al tercer gran componente del Proyecto: una
propuesta que finalmente se elabora a partir del análisis y la discusión en el seno de la
propia Comisión a lo largo de varias reuniones de trabajo. En realidad todavía queda
alguna instancia de trabajo para elaborar el documento final; por eso el documento
que estuvimos repartiendo dice “Resumen preliminar”. Todavía quedan algunas cosas
para discutir, queremos que la Comisión lo lea en detalle, que opine e incorporar en la
medida de lo posible lo que se aporte.
La manera mas práctica y rápida de presentar los resultados del trabajo es tratar de
hacer un balance de los distintos elementos que pudimos observar en el estudio y a
partir de ese balance establecer algunas sugerencias en términos de futuro. El balance
lo vamos a separar en dos grandes grupos de temas, primeramente un balance sobre
el marco general para la gestión de las áreas rurales del departamento; y en segundo
lugar, ponerle la lupa a la Comisión y la gestión que realizó la propia Comisión.
En el marco general hay una primera gran constatación de la cual estamos
convencidos y que surge reiteradamente a lo largo del trabajo, en las distintas
instancias, y es que Montevideo cuenta con un diagnóstico y con un modelo
propositivo territorial que tiene en primer lugar una sólida base científica que está en
los fundamentos del Plan de Ordenamiento Territorial donde hubo intervención de la
Universidad de la República, de ONGS, del equipo profesional Municipal. En segundo
lugar, este Plan tiene una amplia base política porque representó un proceso largo de
negociaciones políticas hasta llegar a su aprobación por la Junta Departamental. En
tercer lugar, y esto es lo que aporta el trabajo de la investigación, el Plan cuenta con
un alto grado de apropiación por el conjunto de nuestra sociedad.
Mostraremos dos imágenes que son muy elocuentes. La primera que mostramos es el
mapa extraído del Plan de Ordenamiento Territorial donde se presentan las áreas
rurales que están bajo protección en Montevideo: lo que está en un amarillo verdoso
son las áreas protegidas por sus valores agrícolas y lo que está en un verde intenso es
lo que es protegido por valores ecológicos y/o paisajísticos.
La siguiente es una imagen que muestra personas dibujando un mapa en uno de los
talleres participativos (había gente que conocía el plan y gente que no) y el producto
es un plano que les pedimos a los participantes que dibujaran y que llamamos “el
Montevideo rural deseado”. Es sorprendentemente similar al mapa del plan de
ordenamiento territorial. Esto fue dibujado en una mesa de una casa del área rural de
Montevideo, apretando con piedras y marcando con palitos dónde se ponían los
límites, sin ningún otro mapa a la vista y llama la atención la extrema similitud con la
propuesta que está en la norma. Por eso decimos que acá hay una propuesta con
amplio consenso social. Montevideo tiene una propuesta y esa propuesta en gran
medida es sentida y está incorporada por los actores con los que nosotros estuvimos
trabajando que son un amplio espectro de productores y de personas de las áreas
rurales.
En segundo lugar, también con relación al marco general, decimos que hay
mecanismos de gestión que también están establecidos en esa norma marco que es el
Plan de Ordenamiento Territorial. Lo que refiere a este tema en particular tiene como
nudo articulador a la Comisión de Montevideo Rural como un mecanismo particular de
asesoramiento para la gestión con un componente de participación muy importante.
Esto sería lo positivo del marco general, lo favorable, pero hay problemas y lo más
relevante a destacar tiene que ver con que la propuesta territorial y los mecanismos de
gestión con que contamos todavía son insuficientemente precisos cuando queremos
ponerle la lupa a las áreas rurales. Hay áreas rurales que en la propuesta actual están
todas bajo una misma categoría y son distintas. El análisis de la gestión de la
9
Comisión muestra que muchas cosas podrían solucionarse con mucha mayor
eficiencia, con mayor claridad, si se contara con un marco más preciso en este
sentido. Se trata de un capítulo que está en comienzo de abordaje por la
administración, o sea que vemos acá una limitación que empieza a encararse.
En segundo lugar, hay una gran limitación que el Plan conoce desde el arranque que
es la departamental. El estar gestionando un territorio pequeño, como Arana hacía
referencia hace algunos minutos. Montevideo es muy pequeñito, gran parte de sus
ecosistemas y de sus actividades económicas y de su vida social no respeta el límite
del departamento y por ahí aparecen serias limitaciones cuando se quiere gestionar
desde una Comisión de este carácter o desde algo que tiene las restricciones de los
límites del departamento. Hay aquí otro gran desafío para trabajar y que retomaremos
cuando hablemos de la Comisión.
En tercero y cuarto lugar hay dos conjuntos de actividades que representan el grueso
de las actividades que presionan fuertemente sobre las áreas rurales en donde hay
todavía carencias importantes en las posibilidades de acción activa (valga la
redundancia), desde las distintas instancias de administración. Una de ellas tiene que
ver con las industrias y con los servicios de logística, especialmente estos últimos
teniendo en cuenta que Montevideo no es solo una ciudad, es un puerto que tiene
limitaciones territoriales y por lo tanto genera una gran demanda de suelo para
actividades vinculadas. El otro tema es el de la vivienda popular, que es la contracara
de los asentamientos irregulares. Dos temas en donde es absolutamente vigente la
problemática de las limitaciones que hay en un abordaje departamental y la imperiosa
necesidad de tender puentes hacia lo metropolitano y hacia las instancias nacionales.
El último problema pero no el menos importante; quizás el mas específico en relación
al área rural, también tiene que ver con el vínculo de lo departamental con lo nacional,
y es el contexto económico nacional, en particular con relación al agro. Hay un
convencimiento absoluto en todos los integrantes de la Comisión y es un tema que
recurre, en que es extremadamente difícil proteger una actividad que llega a niveles de
fragilidad y debilidad como la que tiene la agricultura uruguaya en este momento. La
situación de la agricultura intensiva familiar es extremadamente difícil y ahí se plantea
otra de las dramáticas debilidades de toda esta gestión.
Pasando al balance de la Comisión, también hacemos una análisis similar: qué es lo
favorable, qué es lo negativo.
Un primer elemento a destacar sobre la gestión de la Comisión es que se constata un
alto grado de participación: generalmente el nivel de quorum en las reuniones es alto,
y es regular a lo largo del tiempo; buen nivel de comunicación entre los integrantes y
buen nivel de cooperación que tiene que ver con un tema que tocó el Intendente
recientemente, que es el tema de encontrar posiciones distintas y buscar acuerdos
difíciles. Ahí hay un hecho bastante sorprendente teniendo en cuenta que la Comisión
se planteó desde el inicio hacer los máximos esfuerzos para lograr resoluciones por
consenso y lo logró prácticamente en los 343 casos estudiados en los 5 años de
trabajo. Una comisión con integración diversa y con opiniones diversas con relación a
los distintos asuntos que se trataban logró en todos los casos excepto en dos,
soluciones de acuerdo; quiere decir que algunos cedieron y otros también, que hubo el
desarrollo de un diálogo y un lenguaje común y el desarrollo de un compartir criterios
que se fue dando a lo largo de estos años.
En segundo lugar corresponde señalar que en términos generales la Comisión se
adecuó a sus cometidos, trabajó en las cosas para las cuales había sido creada; allí
hay una serie de indicadores, por ejemplo, la enorme mayoría de los temas tienen que
ver con el ordenamiento del territorio.
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En tercer lugar hay una gran correspondencia entre el diagnóstico sobre dónde
estarían los problemas, las virtudes y los temas tratados por la Comisión. Me gustaría
mostrar una gráfica donde se muestra el conjunto de los temas tratados por la
Comisión clasificados por la actividad que los motiva. Se ven por lo menos dos cosas.
Una es la diversidad de actividades: hay desde usos residenciales de distinto tipo,
actividades industriales, agrícolas, agroindustriales, de turismo, de deportes, etc. Esta
es una primera observación y una primera dificultad para el trabajo: abordar un
abanico extremadamente amplio de temas. La segunda constatación es que un
porcentaje muy grande de temas se concentran en dos o tres actividades
fundamentales: industria, que representa alrededor de la cuarta parte de los temas;
usos residenciales considerados no compatibles con el carácter rural de las áreas
(asentamientos y propuestas de urbanización) y, en tercer lugar, actividades de
logística y carga.
Tres temas que, si los comparamos con los que fueron señalados en los diagnósticos
que se realizaron colectivamente, se corresponden altamente con los temas que la
gente en ese trabajo identificaba con las principales presiones y las mayores
dificultades en la gestión del área rural del departamento.
El cuarto tema es la anticipación de las actuaciones: hay otro indicador relevante y es
la alta proporción de las “consultas previas” entre los asuntos de “trámite” que trató la
Comisión. Esto está mostrando que una proporción muy alta de los asuntos llegan a la
Comisión muy tempranamente. Y esto nosotros lo evaluamos en el trabajo analizando
los resultados: las cosas que “llegan temprano” en general después llegan a buen
puerto. Si es una cosa que está mal localizada, el inversor no gasta tiempo ni dinero
en tratar de colocarse ahí, busca otras soluciones; si está bien localizada pero requiere
algún tipo de condicionante el inversor la puede tomar desde el principio; si está bien
ubicada y es motivo de promoción, es aprobada lisa y llanamente y no tiene ningún
tipo de otra observación. De más está decir es uno de los principios básicos de todo lo
que tiene que ver con políticas ambientales: tomar los temas tempranamente,
prevenirlos, el principio que se llama precautorio, actuar antes de que el problema se
genere.
Otro aspecto favorable de la evaluación refiere al creciente reconocimiento de la
Comisión como interlocutor significativo. En relación a esto hay varios indicadores. En
general el hecho de verificar que es un actor relevante en la mayoría de los conflictos
que analizamos. También, que hay varias instituciones, entre ellas organizaciones de
productores, que han pedido su integración a la Comisión, lo cual nos parece
extremadamente interesante. Ello quiere decir que hay actores relevantes del área
rural de Montevideo que consideran que vale la pena estar ahí, que lo reconocen
como un ámbito interesante para participar, para opinar y para intervenir. Finalmente,
otro indicador de creciente reconocimineto es la propia dinámica y cambio en los
trámites intramunicipales donde, al principio era un triunfo lograr que los trámites
llegaran a la Comisión. Hoy, en muchos casos, llega “como por un tubo”, en otros no.
Es decir que hay una trayectoria de creciente reconocimiento intramunicipal. Lo mismo
podría decirse aunque todavía muy limitadamente, pero dando algunos pasos, con
relación a los trámites de otras reparticiones del Gobierno Nacional.
En último lugar, con relación a los elementos favorables, veríamos el tema de la
eficiencia. ¿Qué entendemos por eficiencia a los efectos de este análisis? Es la
capacidad para tomar asuntos y resolverlos. En la gráfica se ve el número de
sesiones que requirió cada asunto. La primer barra son asuntos que se resolvieron en
una sola sesión de la Comisión: son la enorme mayoría, el 75% de los casos. En el
otro extremo, los casos que requirieron cuatro o más sesiones no superan el 5% del
total de los asuntos. Conclusión: la Comisión resuelve los asuntos con relativa rapidez
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y esto se complementa con la otra gráfica que tiene que ver con qué asuntos la
Comisión logró resolver y cuáles no: encontramos que solo un 6% de los asuntos que
llegaron a la Comisión “quedaron por el camino”. En todo el resto de los casos los
temas se resolvieron y, para romper un mito que se escucha mucho, de que la
Comisión es una máquina de decir no, esta gráfica muestra de que eso no es
estrictamente la verdad; que la Comisión aprobó muchos asuntos, aprobó con
condiciones muchos otros y que rechazó otros. Hay todo un análisis muy interesante
que se puede hacer mirando los tipos de temas y cómo se resuelven pero carecemos
de tiempo.
Pasemos ahora al lado negativo de la cosa: dónde hay problemas. En primer lugar
constatamos que, en muchos aspectos, se puede mejorar la eficiencia, se puede
trabajar mejor, mas rápido, con más orden.
Hay muchos temas que tienen que ver con el funcionamiento. El proyecto propone
unas cuantas cosas para que la Comisión los aborde. Hay muchos que tienen que ver
con la articulación con otras instituciones, no sólo la Comisión hacia adentro sino la
Comisión trabajando en otras oficinas de la Intendencia Municipal de Montevideo y con
otros organismos del Estado.
Pero donde nos interesa enfocar los problemas es en la eficacia, que es donde
creemos que hay más cosas para hacer. ¿Hasta dónde las cosas que resuelve la
Comisión se traducen en cambios de la realidad?
Hay una primera cosa y es que no podemos hacer una gráfica como hicimos para las
otras cosas. La Comisión no lleva hasta el día de hoy un registro y un seguimiento
acerca de qué pasa con los asuntos después que salen de la Comisión. Ese es un
tema central a mejorar. De todas maneras podemos decir algunas cosas de grandes
impresiones en base al análisis de algunos casos y lo recogido en entrevistas. En
primer lugar, en términos generales, los asesoramientos brindados por la Comisión de
Montevideo Rural han sido tomados en cuenta en las resoluciones finales municipales.
Las actuaciones que pudimos revisar así lo muestran y eso sería un elemento
claramente favorable y que estaría señalando una vez más el carácter de interlocutor
válido de la Comisión y la necesidad de mirar qué es lo que pasa con los asuntos
después que salen.
En términos de ese tema hay además algunos aspectos en los que el proyecto hace
aportes específicos que tienen que ver con la propuesta de indicadores para el
seguimiento. Hay todo un módulo de trabajo que abordó específicamente Patricia
Acosta y sobre el cual por razones del tiempo no vamos a hacer una presentación.
Pero ahí creemos que hay cosas en las que se puede mejorar mucho, que tienen que
ver con indicadores para mejorar el seguimiento de la gestión.
Otro punto complejo para la eficacia tiene que ver con la articulación con otros actores,
tanto adentro como afuera de la Intendencia Municipal de Montevideo. Puede haber
temas que se solucionen por ejemplo, incorporando algún nuevo integrante. El
proyecto concluye y propone que la Comisión se enriquezca con algún integrante más:
hay actores que no están representados cabalmente hoy. También en el instar a que
designen delegados a algunos órganos, en particular del Estado, con el que hoy no
están representados y que sería fundamental que estuvieran actuando efectivamente
en la Comisión.
Finalmente es imposible no señalar que otra limitación fundamental de la gestión de
este tipo tiene que ver con el marco general al que hacíamos referencia anteriormente,
o sea las dificultades a que se enfrenta una Comisión de este tipo cuando está en un
contexto de crisis del agro y cuando hay algunos aspectos en la gestión del territorio
12
como las actividades industriales, los temas de los asentamientos, y otros que tienen
problemas aún no resueltos y que por lo tanto desbordan sobre el área rura. Es muy
difícil atacarlos desde una Comisión como la que nos ocupa porque de pronto se está
diciendo que no a determinadas cosas y falta la respuesta de dónde sí, cómo, etc.
Para rematar, me gustaría terminar diciendo tres aspectos muy grandes pero que creo
que es donde están los principales desafíos y donde hay que buscar las principales
propuestas para adelante.
En primer lugar volver a decir que lo que muestra el resultado del trabajo es que hay
un modelo, una idea de cómo organizar el territorio del departamento, y como
gestionarlo de manera participativa que hay que aplicar y seguir aplicando, y mejorar.
Hay una base fuerte, importante, no estamos partiendo de cero y en todo caso hay
que recordar que está esa base y utilizarla, aprovecharla y mejorarla.
En segundo lugar, un gran desafío es lograr ir dando pasos en la gestión del
departamento para tender puentes hacia lo metropolitano y hacia lo nacional. En
algunos temas ya hay algún paso dado, como algunos temas relacionados con la
gestión de las áreas ecológicas significativas, pero hay mucho para hacer en ese
terreno.
En tercer lugar otro gran paso tiene que ver con transitar desde la protección a una
promoción de un desarrollo respetuoso del ambiente y con inclusión social
involucrando las actividades económicas propiamente rurales y las otras. Allí
entendemos que hay mucho para hacer. Lo que se puede hacer desde el ámbito de
una Comisión es relativamente restringido pero hay muchas cosas que se pueden
hacer y mucho más si se logra establecer puentes y cooperaciones con los ámbitos
del Gobierno del departamento de Montevideo, de los departamentos vecinos, del
Gobierno Nacional, o de los otros actores relevantes de la sociedad.
Alain Santandreu
Investigador del Proyecto (CIEDUR); Asesor en Gestión Ambiental del PGUHabitat, Naciones Unidas
Cuando uno asiste a una presentación de este tipo lo que habitualmente tiene es un
conjunto de números, de porcentajes, gráficas que lo que presentan son resultados
que alguien obtuvo, nunca se sabe muy bien cómo, de los cuales uno puede dudar o
no... los números son construidos por personas y cuando construyen los números que
se presentan no lo hacen desprendidos de la realidad, de su metodología y de su
ideología.
Explicitar cuál fue el proceso metodológico, que técnicas se usaron, que pasos se
siguieron nos pareció muy importante porque antes que nada este proyecto lo que
intenta transmitir es la idea que ya estaba presente con mucha fuerza en la Comisión ,
de avanzar, de enfrentar un desafío y de proyectar una gestión con participación
ciudadana, con inclusión social y con desarrollo sustentable de un área que
históricamente estuvo olvidada en el departamento. A casi la mitad de los presentes
fueron a su casa a invitarlos a la actividad y eso es parte de una concepción de trabajo
que tiene la Comisión de Montevideo Rural, que responde a una idea y es partir de
una realidad y de una diversidad propia de nuestro Montevideo Rural y que hace
mucho a una forma participativa de trabajo y de gestión.
En la foto que mostraba la construcción participativa de los mapas claramente se pudo
ver la participación de muchos de los presentes en esta reunión. Eso es un valor que
nosotros queremos destacar como parte de este proyecto porque hace a una forma de
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gestionar el área rural y también una forma de gestionar la ciudad que tiene esta
ciudad.
En este diagrama se muestra algo muy sencillo, abajo un proyecto tradicional, un
proyecto con actividades. Pero este proyecto tiene un conjunto de técnicas diseñadas
y pensadas para lograr un objetivo. No obtener datos e información únicamente, sino
además construir colectivamente conocimientos. La construcción de conocimientos es
un proceso social y colectivo y como parte del proyecto, un objetivo fundamental no
era que los productores rurales y los otros actores de la zona rural de Montevideo rural
se apropiaran de la información, era que la construyeran a partir de su propia visión,
de su propia mirada, de su propia experiencia. Y si uno mira el mapa dibujado por la
gente, en ese mapa puede verse que la gente no sólo sabe muy bien, dónde vive sino
que además proyecta una idea de Montevideo rural que conserva y que promueve el
desarrollo sustentable, la producción y la inclusión. Es sorprendente como este mapa
es similar al mapa del Plan de Ordenamiento Territorial. Pero sucede que ese mapa
tampoco fue construido exclusivamente por técnicos; todos los que estamos aquí
conocemos el proceso de elaboración del Plan que incluyó instancias de participación
y consulta. Si se superponen ambos mapas observamos que las áreas coinciden
bastante, los espacios también, la mirada coincide. Ello ocurre porque una de las ideas
metodológicas fue construir el conocimiento con la gente.
El proyecto tiene como resultados un conjunto muy grande de productos: para cada
una de las etapas hay un conjunto muy grande de informes. En buena parte de las
actividades que se desarrollaron, además del equipo de investigación participaron
otros actores: productores, vecinos, miembros de otras comisiones; en algunos de los
temas participaron actores extramunicipales. Esta fortaleza del proyecto en gran
medida responde a una decisión de los que desarrollamos el proyecto y de la propia
Comisión, con la cual trabajamos en forma permanente: el proyecto no es de un único
actor, es de muchos actores.
Desde el punto de vista de los actores resulta interesante ver cómo se distribuyen los
asuntos según tipo de proponente. La mayor parte corresponden a actores privados
individuales, esto es, gente que quiere desarrollar sus proyectos en el área rural. Un
número menor por privados en forma colectiva: grupos vecinales, grupos de
productores. El resto corresponde a iniciativas de distintos actores públicos,
mayormente la Intendencia Municipal de Montevideo.
Si nosotros vemos estos temas distribuidos en lo territorial, observamos la gran
diversidad que tiene Montevideo: en realidad si tomamos las distintas zonas los
principales temas, que son la industria, las terminales de contenedores, para madera,
los asentamientos irregulares, no se distribuyen igual en todo Montevideo. Se
distribuyen en forma distinta porque hay otro componente que es que no hay un único
Montevideo Rural, hay muchos Montevideos rurales, hay muchos problemas distintos
o el mismo problema asume en distintas zonas una relevancia distinta.
La industria como tema preocupa más en algunos lugares, pero en otros preocupan
más las terminales logísticas, en otros preocupan más las actividades turísticas, las
recreativas, en otros preocupan mas los asentamientos irregulares. Esta diversidad,
hace que la gestión participativa de un área sea un desafío mayor, porque no es sólo
gestionar una multiplicidad de temas, sino que además asumen formas distintas en las
distintas zonas.
La combinación de distintos actores, distintos temas y distintas zonas hacen que la
gestión del área rural de Montevideo sea muy compleja pero, como contrapartida, sea
muy rica en su capacidad de innovar y de generar.
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Hace además a otra premisa: sólo es posible gestionar un área compleja multiactoral y
multitemática con participación ciudadana. Si no participan los actores involucrados es
absolutamente imposible gestionar un espacio con esta diversidad y complejidad de
temas. No nos vamos a referir al funcionamiento interno de la Comisión que ya fue
desarrollado por Guillermo, pero también en su propia composición de doce miembros,
la Comisión es un escenario de gran diversidad. Y no crean que esto es muy
frecuente. En Uruguay podemos tener idea sobre cuán frecuente es un espacio de
doce personas que se reúnen cada quince días, resuelven el 75% de los temas con
consenso y que a su vez provengan de ámbitos tan distintos como la Universidad,
Ministerios, reparticiones Municipales y productores rurales. En la región esto no es
muy frecuente. En América Latina y el Caribe, de México para abajo, existen muy
pocas experiencias de gestión que tienen estas características.
Desde ese punto de vista la experiencia es realmente innovadora, no solamente por
ser participativa sino además porque logra un espacio de confianza mutua entre un
conjunto importante de los actores involucrados en el área y logra un espacio de
gestión que a lo largo del tiempo; logra resolver el 75% de los temas en una sesión, y
logra resolver por consenso el 99% de los temas. Ese valor agregado hace mucho a
una idea de participación, pero también hace mucho a una idea de inclusión social.
Estudiamos en profundidad cinco casos: dos estudios de caso refieren a
asentamientos irregulares, uno refiere a un área ecológica significativa como son los
bañados, otro refiere a una central de logística y de transporte y otro refiere a una
industria. Los estudiamos teniendo en cuenta las distintas zonas, su ubicación en las
zonas y el impacto que el tema tenía para esas zonas y los actores involucrados.
Elegimos algunos temas en los cuales la Comisión logró avanzar en un sentido de
compatibilizar aprovechamiento con conservación, modificando junto con los otros
actores un proyecto, y otros casos en que la Comisión tuvo que decir en ese tema no
tuvo la capacidad de gestión para lograr que el asentamiento no se instalara o para
modificar el proyecto original que planteaba la industria.
Eso que es parte del trabajo cotidiano de la Comisión y que la Comisión resuelve que
un equipo externo mire. También hace mucho a lo que llegamos hoy, a una
concepción de transparencia y de participación, porque esto no es secreto para
ninguno de los productores rurales del departamento. No es secreto para el que
quiera estar enterado, el hecho de hacerlo público en un evento de este tipo. Para
nosotros también habla de otra dimensión que es la dimensión de la inclusión a partir
de la gestión, la Comisión se planteó una gestión no sólo participativa sino también de
inclusión social y para inclusión de un conjunto heterogéneo de actores en su propia
gestión.
Uno de los ejemplos que tomamos fue una ocupación en un predio que era municipal
en zona rural: cuando se va a desalojar a la gente se encuentra que los ocupantes
eran trabajadores rurales de la zona que no tenían lugar en donde vivir, y la
Intendencia Municipal de Montevideo dice hay que desalojar porque esta es un área
rural protegida y empieza una negociación. Lo que históricamente sucede en estos
casos es que la gente se queda, porque falta coordinación entre un Ministerio, la
Intendencia, los tiempos. Aquí lo que se desarrolló fue un modelo basado en los tres
pilares que son el desarrollo de todo este proyecto y en buena medida de la gestión de
la Comisión de estos años, que fue apelar a la sustentabilidad, al desarrollo
productivo, a la conservación y protección del ecosistema y a la inclusión social. Se
negoció con la gente un desalojo y se pensó con ellos un proyecto productivo y de
vivienda y hoy es una cooperativa, que está empezando como cooperativa de vivienda
y que apela a un concepto básico: quien se apropia del terreno se apropia del territorio
y quien se apropia del territorio se incluye por lo menos en la dimensión de ciudadano.
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La inclusión social tiene múltiples dimensiones: la inclusión ciudadana pero también la
inclusión territorial. Habitualmente quienes viven en las zonas más frágiles, quienes
presionan el territorio son quienes se sienten excluidos también territorialmente, son
quienes ocupan áreas marginales del departamento. Esta experiencia intentó generar
un espacio de inclusión también territorial, pero como el principal problema era el
empleo, el ingreso, también se pensó en un proyecto de activación económica a partir
del desarrollo de algunas actividades productivas agrarias, que es lo que la gente sabe
y quiere hacer. Como esta experiencia hay otra que se desarrolló a lo largo de estos
cuatro años que hablan mucho de una idea básica que es apelar a tres espacios: lo
multitemático, lo multiactoral y lo multiespacial como dimensiones de la gestión de un
área compleja.
Multitemático porque habla de conservación, producción, preservación, pero sobre
todo habla de desarrollo local sustentable.
Multiactoral, porque involucra actores municipales, estatales, empresas, productores,
grupos de vecinos, pero sobre todo habla de participación ciudadana como forma y
modelo gestión.
Multiespacial, porque habla de lo local, del predio, de lo zonal, del comunal o de un
conjunto de comunales, de lo departamental porque refiere a la política del
departamento, también de lo metropolitano, como hacía referencia Guillermo en
algunos temas y esto hace a la inclusión social, en lo económico, en lo territorial, en lo
ciudadano. Generar ciudadanía y participación no es algo sencillo, menos aún cuando
uno gestiona un área muy compleja, muy diversa, muy heterogénea, que si uno mira
estos años de trabajo de la Comisión no solamente vemos los resultados planteados
por Guillermo (que de por si son resultados muy buenos), también uno ve una
dimensión de participación y una mirada de desarrollo sustentable que habla muy bien
de una ciudad como Montevideo. Si uno mira esto desde la prespectiva regional, uno
se da cuenta que todas las llamadas ciudades intermedias, que van desde los
trescientosmil hasta los dos millones de habitantes, si tomamos como región desde
México, el Caribe, Centro América y toda América del Sur, buena parte de las
ciudades enfrentan un problema similar al que enfrentaba Montevideo antes de la
Comisión y antes de su Plan de Ordenamiento Territorial.
Este proyecto es realmente innovador, por su metodología que refleja la metodología
de la Comisión, también por los resultados que reflejan el trabajo de la Comisión y
también porque la gestión participativa de un área rural como tarea es una tarea que
recién se está iniciando en la mayor parte de los países de la región. Trabajar en este
sentido fue realmente muy importante y muy grato, porque descubrir que la gente está
dispuesta a dar más en una Comisión honoraria como esta, por los valores que
considera que tiene la zona en que vive, no solo la gente que integra la Comisión y los
productores, los vecinos y otros actores que están dispuestos a dar más en la gestión
porque consideran que hay valores que vale la pena rescatar, y que hay un proyecto
de desarrollo local y sustentable con inclusión social y participación ciudadana es algo
muy importante.
Desde ese punto de vista es proyecto nos arrojó luz, nos dio la posibilidad de mirar
muchas de esas cosas, de poderlas cuantificar (aquellos a quienes les gusta), de
avanzar en ese sentido, y finalmente la necesidad de medir el futuro.
Se generaron instrumentos muy importantes: una matriz que permite en forma muy
sencilla acumular información sistematizada, trabajo básicamente de Viviana, Patricia
y María Fernanda, que permite incluir nuevos temas y acumular el conocimiento que
se construye en forma participativa y en forma social. Esa matriz es una herramienta
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innovadora del proyecto que se somete a discusión de la Comisión como propuesta
del proyecto.
Un segundo aspecto que es importante es desarrollar algunos indicadores, ¿qué es un
indicador? Generalmente es un número que nos permite conocer como resumen el
estado de algo: la temperatura es un indicador que mide tantos grados, de esa manera
puedo inferir si si me pongo el buzo, me saco la campera. Pero quién construye el
indicador es un tema. Cómo se construye el indicador y cómo lo usamos nosotros para
nuestra vida cotidiana es el gran desafío. Este proyecto lo que desarrolló fue un
conjunto de indicadores como propuesta, como idea; le falta mucho trabajo pues lo
desarrolló a partir de un conjunto de técnicas en las que participaron muchos de los
que están aquí presentes.
Un indicador que pasa a ser la forma en la que medimos el suelo rural y que los
productores de la zona lo identifican como una herramienta para su propia gestión es
un valor agregado para la eficacia y la eficiencia de una Comisión y una gestión
municipal y social muy grande. Decimos gestión municipal y social porque a la ciudad
la gestionan sus habitantes, no la gestiona sólo la Intendencia Municipal de
Montevideo, en este caso la gestiona un conjunto de actores que viven en la zona y
que están dispuestos a hacerlo.
Terminamos agradeciendo a todos los productores rurales, muchos de los cuales
están aquí presentes, a todos los compañeros de las ONGS que han venido a esta
presentación, a la Universidad de la República, a los empresarios que se acercaron
para ver el resultado de este proyecto, a las autoridades municipales, a Mariano y al
conjunto de las autoridades municipales, a los miembros de la Comisión que vinieron
en gran número a esta presentación y les damos ahora la palabra a los compañeros
que van a comentar el trabajo.
Muchas gracias.
Salvador Schelotto
Decano de la Facultad de Arquitectura, Universidad de la República
Vamos a encarar algo desde una óptica diferente partiendo de la base que
escuchamos un informe muy ilustrativo de un proceso que cumple ya cinco años de
gestión. Se nos invitó a una mesa redonda sobre una consigna de un área rural
metropolitana, esto es bien apropiado en la medida que se apoya justamente en las
conclusiones del trabajo que acabamos de escuchar donde se establecen algunas
insuficiencias o algunas perspectivas que habría que complementar o desarrollar.
Trataremos de reflexionar en qué momento estamos ubicados ahora que se produce
esta lectura, este balance y por qué estamos donde estamos, sesgándolo un poco de
la óptica de los arquitectos. El informe que se presentó representa una evaluación
positiva de una gestión que es innovadora, en la medida que sabe combinar y que
representa la combinación de una serie de factores que se venían dando y que los
sintetiza, los reúne, de experiencias anteriores y que realiza una síntesis original muy
apropiada para el período que le toca actuar.
El tema del territorio rural es un tema que ha tenido períodos de oscuridad en el
imaginario de todos nosotros. Particularmente cuando uno piensa en términos de
proyecto, en términos de investigación territorial, el gran referente es la ciudad, que es
la ciudad, lo urbano.
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Creo que esto no sólo no siempre fue así sino que nunca fue así; sin embargo a veces
estamos un poco seducidos por una visión que pone la carga ideológica en lo urbano y
de alguna manera lo rural es todo lo demás, es una especie de hueco, de vacío, una
especie de no lugar, es lo que resta, lo que deja el territorio urbano.
Sin embargo en el Uruguay tenemos una experiencia muy rica en el otro sentido, yo
había tomado unas notas... desde fines de los años cuarenta, principios de los
cincuenta, ya en este país empieza a producirse toda una reflexión, una preocupación
sobre la situación del Uruguay Rural, de ese Uruguay que no se veía en la medida que
Montevideo es la gran ciudad macrocefálica que concentraba la principal actividad
económica, industrial, las actividades de Gobierno, las actividades Universitarias. El
resto era el país atrasado, el país del latifundio y empezaba a manifestar una serie de
subproductos como la emigración del campo a la ciudad, la creación de los primeros
asentamientos precarios. En ese entonces aparecen por ejemplo, en el espacio de la
Facultad de Arquitectura, estudios muy significativos del Instituto de Urbanismo, por
ejemplo, del profesor Carlos Gómez Gavazzo sobre ciudades del interior, sobre
planificación, en un libro de este profesor muy hermético, que consiste en un par de
folletos llamado Arquitectura de las Comunidades. Allí desarrolla el concepto de que lo
urbano y lo rural es un continuo. Hay unas gráficas muy elocuentes donde se relaciona
el territorio con la comunidad que allí está asentada. Esto es congruente con una serie
de preocupaciones intelectuales, sociales y políticas de esa época. Por aquella época
había visitado el Uruguay el padre Levret y había empezado a sembrar una escuela...
hace poco tuve acceso a la publicación de los trabajos del arquitecto Juan Pablo Terra
en tres tomos. Realmente un corpus de pensamiento que está reunido ahora y que
representa en los tres tomos una síntesis muy clara de su pensamiento en materia
doctrinaria, política, otro capítulo destinado a su pensamiento en materias de políticas
sociales y un tercero referido a la organización del territorio y particularmente a la
vivienda y la vivienda popular.
Creo que es muy ilustrativo del espíritu de esa época, un espíritu de construcción,
progresista, (en la próxima semana se cumplen diez años de la desaparición de Juan
Pablo) y creo interesante recuperar ese pensamiento que en este caso provenía de
una corriente filosófica muy concreta pero que si pensamos que Carlos Gómez
Gavazzo era un socialista, o que que en aquél momento había una corriente de
nacionalistas muy ligada al pensamiento desarrollista o los propios exponentes del
pensamiento Batllista que también tenían una visión sobre el territorio, sobre la
comunidad que se había conjugado, encontramos que a principio de los años sesenta
en este Uruguay de la crisis, inaugurando la crisis pasaban cosas muy singulares.
Si repasamos el Uruguay hacia atrás, en el imaginario queda instalado, quizás el
conflicto social, la protesta social, la represión, pero también atrás de esa visión
encontramos que había una construcción muy sólida de una de una visión progresista
del país, por ejemplo asentada también en la construcción del territorio democrático,
de un territorio relacionado con comunidades desarrollando actividades productivos y
con comunidades con calidad de vida y con lo que hoy llamaríamos un proyecto de
desarrollo sustentable. Por ejemplo, en las oficinas técnicas que instaló Wilson
Ferreira en el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, en la Oficina de Acción
Comunitaria Regional, en la Oficina de Planificación y Políticas Agropecuarias, en lo
que se estaba haciendo en la propia Facultad de Arquitectura, en la Facultad de
Agronomía, lo que fue la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico.
Evidentemente fue un proyecto frustrado, había una visión del territorio y una visión del
país que es para rescatar. De alguna manera el tiempo de la dictadura supuso una
discontinuidad de muchas de estas experiencias, ahí se producen otros mecanismos
mas subterráneos de creación de pensamiento, el propio CIEDUR como otros
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organismos privados como el CLAEH, que tiene antecedentes aún anteriores...
recuerdo un estudio enorme de la situación social del Uruguay rural del año sesenta y
tres con CINAM.
El CIEDUR en el período de la dictadura desarrolló estudios importantes sobre el
sector agropecuario, el sector ganadero, algunos de los presentes participaron en
ellos, la fusión de economistas y agrónomos tratando de estudiar la relación de la
producción con el territorio, esto alimentó que a la apertura a la transición democrática
se presentaran en la sociedad nuevos paradigmas. Ejemplo es el del desarrollo local:
se empieza a hablar de desarrollo local, de los municipios como agentes de desarrollo
y no es casual que en esa época se instalen en muchos municipios del interior oficinas
de desarrollo económico, particularmente de desarrollo económico rural, muchas de
ellas dirigidas por Ingenieros Agrónomos, experiencia que luego es retomada por la
Intendencia Municipal de Montevideo en 1990. Es un proceso acumulativo ligado a la
idea de desarrollo, no solamente a la idea de conservación y de ordenamiento muy
importante para entender por qué pasó lo que pasó en estos cinco años.
Curiosamente en el campo de la arquitectura en este período se produce una
regresión, nosotros (esto es un mea culpa colectiva), nos replegamos del territorio
como una visión integral y sistémica a lo urbano, lo urbano como una especie de
especificidad disciplinar. La ciudad entendida en si misma y no entendida como
proyecto global sino a veces entendida como visiones fragmentadas y parciales.
Muchas veces influenciado por discursos ideológicos provenientes del mundo
desarrollado que ya habían sido rechazados en el momento en que lo estábamos
comprando. Eso no nos permitió como arquitectos retomar con fuerza la idea de un
territorio integrado por áreas rurales y por áreas urbanas con una visión sistémica.
Es entonces que en el período 90-96, un período “de acumulación previa”, se produce
una primer síntesis muy importante, que es el decreto del año 96. Un decreto cautelar
que, por lo pronto, establece una primer instancia de consolidación de una visión de
que el departamento de Montevideo, tiene una composición heterogénea desde el
punto de vista de la organización del territorio, con valores significativos en el área
rural. Esto supuso una valoración de esta área rural, en primer lugar por sus
características socioeconómicas, socioculturales y productivas. En segundo lugar, por
la valoración del punto de vista de los valores paisajísticos. Y en tercer lugar por una
incorporación que enriquece los discursos anteriores, que es la valoración ambiental.
De alguna manera en los noventa se había empezado a introducir con mucho más
fuerza el discurso ambiental, el discurso de la conservación, también incorporado en
esta visión.
Dos años después, el Plan del Ordenamiento Territorial de alguna manera formaliza
en una visión armónica, esa primer visión del año 96, la incorpora en un sistema, en
un marco de gestión y le da un sentido lógico a toda la propuesta.
Han pasado cinco años. Se impone una revisión, tal cual el informe planteado de lo
actuado. Creo que esta revisión está tensionada por los cambios, por las nuevas
situaciones que se están viviendo actualmente. Por un lado, creo que hay que
conceptualizar lo que se entiende comunmente por área rural y, particularmente, como
área rural metropolitana, que es el tema que se nos propuso.
El área rural de Montevideo no puede ser o no puede seguirse analizando en sí
misma, sino integrada a una región metropolitana que comprende el centro
metropolitano que es Montevideo, ciudad, que comprende a los otros centros
metropolitanos, algunos de ellos muy importantes, y que comprende todo ese sistema
de áreas rurales, algunas de ellas enclavadas en Montevideo, como el Rincón del
Cerro, Punta Espinillo, Rincón de Melilla, y otras de fuerte contacto con el resto del
19
territorio metropolitano. No es posible pensar en un marco de gestión sin considerar la
superación de las limitaciones actuales, que lo restringen exclusivamente al territorio
departamental de Montevideo.
Vamos a encontrar que el área rural de Montevideo no puede resolverse a sí misma
sino en un marco de sistema mayor que la contiene.
Por, otro lado, también está tensionada con el concepto de lo rural por las nuevas
realidades productivas y las nuevas realidades del mercado y las nuevas realidades
desde el punto de vista sociocultural. La especulación, por ejemplo, en materia de
suelo residencial, que se ha desatado en los últimos años, curiosamente en un
escenario donde la población no crece y además no hay un mercado inmobiliario
dinámico. Sin embargo, aparecen numerosas propuestas a las cuales hay que darle
una respuesta porque obviamente tienen un sentido en una situación diferente del
país. Además, esto está afectado por una situación que estamos viviendo por lo
menos desde mediados de 1998 a la fecha, de aguda recesión económica que plantea
la extrema fragilidad de la unidad productiva rural y que está tironeando mucho más
aún de su conservación o su mantenimiento en situación productiva.
Por otra parte, los nuevos marcos legales, algunos de ellos cediendo las presiones
especulativas, como por ejemplo, la Ley de Urgencia II y la aprobación del régimen de
urbanizaciones en Propiedad Horizontal tanto de para el área urbana como para el
área rural, están planteando que hay que recurrir a nuevos instrumentos, a nuevas
herramientas y nuevas conceptualizaciones para entender qué podemos ofrecer como
respuestas. Así como también se han generado instrumentos legales con un sentido
muy positivo como la Ley de Evaluación Impacto Ambiental, la Ley de creación del
Sistema de Áreas Naturales Protegidas y la Ley General de Protección del Medio
Ambiente, que son instrumentos que hay que reglamentar y que hay que utilizar.
Estas nuevas realidades exigen reflexionar sobre el marco de gestión. Comparto lo
que se plantea en términos de una aspiración de un desarrollo sustentable con
inclusión social, pero esto implica una reflexión original, de tiempo presente sobre
cómo actuar en un escenario que está cambiando aceleradamente, que está
tensionado por los cambios en los sistemas productivos, en el sistema de servicios, lo
que tiene que ver con lo residencial y esa extrema fragilidad que están sufriendo las
explotaciones rurales tensionadas por estas solicitaciones. Esto requiere una
adecuación. Es un buen momento para pasar la raya, sacar un balance para ver
justamente cuáles fueron los éxitos, cuáles son los temas pendientes y a partir de eso
proyectar nuevas actuaciones.
Ricardo Cayssials
Docente de la Facultad de Ciencias, Universidad de la República, Técnico del
Programa ECOPLATA y de PRENADER – MGAP
En primer lugar quiero saludar a los presentes y empezar por agradecer por el alto
honor que significa poder compartir el estrado con el recientemente nombrado Decano
de la Facultad de Arquitectura, arquitecto Salvador Schelotto, y el Sr. Presidente de la
Comisión Nacional de Fomento Rural, para comentar y dar algunas reflexiones sobre
esto que hemos escuchado todos.
En segundo lugar agradecer por la oportunidad que significa poder reflexionar sobre
un trabajo realizado por colegas y académicos, científicos de alto nivel con los cuales
me une no solamente razones de amistad, sino también vivencias y visiones
20
compartidas que creo que se simbolizan en que esos altos valores intelectuales se
conjugan armónicamente con una forma de vida y de pensar coherente y ejemplar.
Me gustaría nombrar en particular a la cabeza de la Comisión de Montevideo Rural, el
Ing. Agr. Alfonso Carriquiry, por todo su ejemplo de vida que todos conocemos.
Por último quiero agradecer a todos los compañeros de trabajo de la Dirección de
Suelos, del Programa de Recursos Renovables de los programas donde estoy
trabajando actualmente que es PRENADER y ECOPLATA, donde he aprendido a
valorar y a crecer en un aspecto que ha sido señalado como particularmente
importante y que de alguna forma marca una impronta a esta Comisión de Montevideo
Rural y que me gustaría compartir y apoyar decididamente. Coincido y comparto
plenamente que la acción participativa es la impronta esencial (como dicen los
franceses), el aspecto clave o llave para lograr nuevos modelos que tengan realmente
durabilidad y sustentabilidad en el tiempo y de alguna forma mejoren la calidad de vida
realmente para los involucrados.
Esta primer idea compartida que he estado desarrollando gracias a la experiencia y a
la oportunidad que he tenido de trabajar en el programa de microcuencas del Río
Santa Lucía y en el Programa de Gestión Integrada de Zonas Costeras del Río de la
Plata en el proyecto ECOPLATA por la Facultad de Ciencias, me lleva a una segunda
idea fuerza que quiero compartir con ustedes: la idea de la democratización de la
información, que implica abandonar decididamente la visión tecnocrática de querer
imponer soluciones desde la academia o desde el ámbito científico de la investigación.
Creo que ese camino está totalmente errado y es parte de muchas de las
equivocaciones que se han cometido en nuestro país en todos los ámbitos nacionales.
De esa visión tecnocrática debemos pasar realmente a lo que está queriendo avanzar,
como se ha demostrado en esta Comisión de Montevideo Rural, a una
democratización de la información; para que, involucrando decididamente a los reales
actores de esa gestión territorial y de ese desarrollo territorial sustentable, se empiece
a tener todos los elementos de juicio para que sean ellos mismos los que tomen
democráticamente las mejores decisiones.
Esta segunda idea fuerza va acompañada por otra idea que es esencial: el buscar y
favorecer desde los ámbitos institucionales el acercamiento y el agrupamiento entre
los productores que pertenecen a un territorio, a un espacio geográfico y que tienen
ese sentimiento de pertenencia al mundo rural. Hace poco sentí a alguien decir que
durante muchos años, en el ámbito de los investigadores y los cientistas que se
dedicaban a la temática rural, estaba toda la discusión de si el campesinado o el
pequeño productor... y hoy día hay muchos investigadores que están reivindicando el
concepto de que lo que importa es el sentimiento de pertenecer realmente al mundo
rural, y realmente jugar su vida en función de ese mundo rural. El hecho de ser
campesino o pequeño productor poco importa. Lo que sí importa es si la persona y su
familia está decidida a jugar su vida por el lugar donde vive. Eso cambia totalmente la
perspectiva de la valoración de ese actor social tan importante como es el productor
rural que en este momento sería el productor de Montevideo. Dicho productor, como
decía Carriquiry, tiene todo un modo de vida y un patrimonio cultural que es necesario
defender para la mejor historia de nuestro país.
También es digno de resaltar la apuesta que ha hecho esta Comisión de Montevideo
rural al involucrar desde el vamos a los actores principales que son los productores y
esto que ha sido dicho aquí, de realizar estos diagnósticos participativos con estos
mapas mentales, que curiosamente nos encontramos que coinciden con los que se
realizaran a nivel de las academias o a nivel de los ámbitos Universitarios, nos
muestran que es el camino más inteligente, si es que realmente queremos construir
21
nuevas alternativas que tengan durabilidad en el tiempo. De lo que se trata es de
apoyar esto que se ha iniciado decididamente y entiendo que los buenos niveles de
eficiencia que han sido demostrados y evaluados por esta consultoría de tipo auditoría
externa nos muestran que vale la pena que haya un decidido apoyo institucional o de
reforzamiento institucional a esta Comisión de Montevideo Rural.
Esto significa que mejore en su funcionamiento interno pero también que el resto de la
Institución y el resto de la Intendencia Municipal de Montevideo le siga dando el apoyo
decidido que necesita para seguir avanzando y desarrollando en su función tan
importante.
No podemos olvidar que más de la mitad del departamento de Montevideo, donde se
localizan estos productores rurales, tiene una altísima capacidad de producción de
alimentos y es realmente una herejía (en términos religiosos) estar constatando que
haya gente que junte basura, comida en las basureros, cuando tenemos un área rural
que podría dar alimentos no solamente a todos los Montevideanos, sino
probablemente a todos los habitantes de nuestro país.
Los productores rurales de Montevideo tienen grandes fortalezas y oportunidades, así
como debilidades y amenazas. Por ejemplo, hoy día los temas de la trazabilidad, los
temas de la certificación, de la denominación de origen, que están en el centro del
debate nacional. Estoy profundamente convencido que Montevideo rural puede y debe
ser pionero en esta materia.
Los valores simbólicos territoriales aportados por las futuras áreas de reserva de la
biodiversidad o áreas protegidas de los humedales del río Santa Lucia o de los
bañados de Carrasco, deberían hacer referencias geográficas que oficien como
fuentes de valores agregados a las producciones rurales circundantes. Esta ventaja
junto a las cercanías de mercado, tanto interno como a las bocas de salida para la
exportación, deberían ser los elementos potenciadores para continuar ese proceso de
cambio hacia modelos alternativos sustentables. No olvidemos que esto debe ser
realizado no en forma tecnocrática sino apostando a que cada vez más la participación
y el protagonismo de los propios productores sea la clave del éxito y del avance en
este camino.
Por último, ¿cuáles son las grandes amenazas que veo en el propio informe de esta
consultoría? Lamentablemente no nos atrevemos a ponerla sobre la mesa, porque
sabemos que es bastante ríspida. Pero un gráfico del informe presentado aparece que
uno de los asuntos más preocupantes para los productores es el tema de los robos y
de la seguridad.
Sé que este tema no le atañe solamente a la Comisión, ni es responsabilidad de la
Comisión de Montevideo Rural. Pero la importancia y la magnitud con que perciben los
productores este problema nos obliga a todos a buscarle una solución. Todas estas
ideas se pueden venir abajo si no somos capaces de encontrar en forma organizada y
civilizada una solución a este problema que es reconocido como uno de los mayores
problemas que tiene el productor que está quedando en el área rural de Montevideo.
También tenemos el problema de los asentamientos irregulares: vemos la cifra y
vemos que ese es uno de los temas que preocupa más a los productores, creo que ser
realista en estos términos es la mejor manera de empezar a buscar soluciones.
Muchas gracias.
22
Fernándo López
Presidente de la Comisión Nacional de Fomento Rural
Antes que nada queremos expresar los agradecimientos a los organizadores de este
evento por la invitación y por permitirnos ocupar este espacio con la finalidad de dar a
conocer lo que desde la CNFR hacemos por los pobladores de nuestro medio rural
que, en definitiva, tiene muchos puntos de contacto con lo realizado por la Comisión
Especial Permanente de Montevideo Rural. También el reconocimiento a quienes me
han precedido en las palabras en sus exposiciones.
Consideramos que estas oportunidades también hay que aprovecharlas para
conocernos un poco más, para que a partir de ello podamos estar cada vez más
capacitados para coordinar esfuerzos y optimizar los recursos que nunca son
suficientes y sin perder de vista el gran objetivo que nos proponemos quienes
trabajamos por reivindicar la importancia que este medio rural y sus habitantes tiene
para el país.
La CNFR fue fundada en el año 1915 en un congreso de todas las sociedades de
fomento rural afiliadas que se realizó en Minas, precisamente a mediados de agosto.
En estos días cumplimos los ochenta y seis años de vida, al lado de un centenar de
instituciones asociadas en todo el país entre las sociedades de fomento rural, las
cooperativas y la Comisión Nacional.
En Montevideo tenemos tres organizaciones de base afiliadas, que son la Sociedad de
Fomento Rural y Defensa Agraria, de Rincón del Cerro; la Sociedad de Fomento Rural
de Toledo Chico, y la cooperativa Jumecal, cuyo dirigente, el Dr. Zumarán, que preside
esta Comisión Permanente de Montevideo Rural, también integra nuestro Consejo
Directivo. El énfasis institucional se pone en el pequeño y mediano productor familiar
localizado en todos los rincones del país y dedicado a los mas diversos rubros
productivos.
Una caracterización institucional es un gremialismo con propuesta. En este sentido, las
propuestas de políticas diferenciadas para la empresa familiar rural, que desde
principios de los noventa elaboramos, gestionamos y actualizamos permanentemente,
incluso mediante un seminario en el Parlamento Nacional en el noventa y cinco.
También en actividades en los salones de la Intendencia Municipal de Montevideo, en
el año noventa y ocho, con presencia de todos los líderes de todos los sectores
políticos.
Nuestra propuesta de políticas diferenciadas no son teóricas ya que las llevamos a la
realidad en base a experiencias piloto que se están desarrollando en diversas regiones
del país, y con entidades y productores de los más diversos rubros productivos:
pequeños ganaderos de Cerro Largo, agricultores, ganaderos y lecheros del programa
de semilla fina en la Sociedad de Fomento Rural de Ortiz en el departamento de
Lavalleja, hortifruticultores en la cooperativa Panelco, apicultores en Cerro Largo, en
Lavalleja, en Paysandú... Estas propuestas se elaboraron en base a la institución de
proyectos de desarrollo local y también elaborados o gestionados por la CNFR ante la
Unión Europea y varias ONGs también Europeas. Fundamentalmente los contenidos
de ellos son la asistencia técnica, la capacitación y también fondos rotatorios para
créditos adaptados a la realidad de los productores y los rubros. Y, fundamentalmente,
todo lo que tiene que ver con el respaldo a las inversiones asociativas instaladas en
las instituciones bases como son, laboratorios de semillas, packing, cámaras de frío,
plantas procesadoras de miel, etc.
Nuestra estrategia pasa por consolidar dichos emprendimientos y los agrupamientos
de productores en base al respaldo diferenciado, asistencia técnica, capacitación
23
subsidiada, crédito preferencial, inversiones asociativas con un componente de apoyo
para estos pequeños productores. Queremos resaltar que lo que pregonamos puede
hacerse realidad hacia la apropiación de dichas políticas diferenciadas. La
coordinación, articulación y optimización de los recursos conforma otra de las
características de la Comisión Nacional.
Las enormes limitaciones de recursos disponibles, tanto a nivel público, como privado,
para respaldar la empresa familiar rural, obligan a ser muy cuidadosos en su
utilización, evitando superposiciones o situaciones que impliquen que el apoyo termine
por no llegar a los beneficiarios con los recursos que en principio irían para ello. Es por
ello que en nuestro accionar hemos estado permanentemente articulando recursos
propios con los de múltiples organismos públicos y privados. Tenemos diversos
convenios establecidos con ANEP, con el Consejo de Educación Técnico Profesional,
con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, la Universidad de la
República, también con diversos programas del Ministerio de Ganadería (con FIDA,
PRONADEGA, PRENADER). Y en ese marco hemos establecido acuerdos de trabajo
con la Intendencia Municipal de Montevideo para el servicio de maquinaria, convenios
con la Intendencia Municipal de Río Negro y Paysandú, por planes de algodón y otros
más.
La sustentabilidad, el medio ambiente y la producción orgánica también son elementos
que han estado presentes en nuestra propuesta de acciones institucionales, debido a
que son factores que forman parte del cúmulo de argumentos a favor de nuestra
política, a favor de la permanencia de la familia rural en el medio, en ese sentido
podemos destacar el rol protagónico en la experiencia de Urucert y diversas
actividades que hemos llevado a cabo en coordinación con otras organizaciones
vinculadas a este tema.
Las experiencias asociativas y de integración horizontal y vertical son otras de las
herramientas que consideramos fundamentales para la viabilidad de la empresa
familiar. En ese sentido dentro de la estrategia de la reivindicación o propuesta hemos
promocionado, identificado, elaborado y estamos gestionando diversos
emprendimientos de este tipo ubicados en las más diversas regiones del país y
apoyando a productores y entidades de base dedicadas a diversos rubros productivos.
En referencia a Montevideo rural, cuando vemos que se habla a nivel de los Gobiernos
de la integración regional, cuando vemos (no quiero hacer juicio de valor sobre el
Gobierno Municipal del departamento al que pertenezco), lo que sucede del lado
nuestro y en ese caso, una de las acciones mencionadas anteriormente, que es la de
llevar adelante la Comisión de Montevideo Rural, de alguna manera nos enfrenta a
nosotros del otro lado. Porque los que no pueden instalarse aquí, se instalan del otro
lado, del lado nuestro. Ahí la cosa se complica, por un lado fábricas fantasmas, y
algunas cosas más... con lo que se está hablando últimamente con el tema del
plomo... ayer de mañana, por ejemplo, uno de esos emprendimientos que “invitaron” a
irse de Montevideo, se nos veía a veinte metros justamente por ese tema... son temas
muy preocupantes.
Cuando se habla de la seguridad alimentaria, de productos con tazabilidad como los
mencionados anteriormente, cuando vemos la competencia que hay a nivel mundial
por los recursos de agua potable, entre la producción y la población, cuando vemos
que el tema inseguridad (donde para nosotros es inconcebible que el pequeño
productor no pueda tener un caballo, un buey para poder trabajar... han desaparecido
son animales en vías de extinción donde vivimos). Vemos en muchos casos la
destrucción y la desaparición de zonas agrícolas completamente productivas por
fraccionamientos sin una planificación previa. Vemos que en forma totalmente
24
descontrolada se fracciona una granja en medio de una zona rural como en la que yo
vivo, para un lotes para veinte casas donde no hay saneamiento y un montón de
cosas... El impacto que eso genera, el costo y a su vez la destrucción productiva es
impensable. O nos lleva a pensar que acá el desafío es tomar acciones como se
decían anteriormente, y para ello entendemos que la educación y la concientización de
acción de la sociedad civil, y el compromiso de los gobiernos municipales y nacionales
son los únicos que pueden impulsar estas acciones en pos de ese mejoramiento que
todos esperamos.
Como reflexión final destacamos lo realizado por la Comisión Especial Permanente
para Montevideo Rural. Sabemos que en otras Intendencias Municipales se realizan
actividades del mismo sentido y reiteramos nuestro respaldo y mayor disposición
Institucional desde la CNFR para seguir coordinando esfuerzos y optimizando recursos
con la finalidad de este gran objetivo, que es, por un lado preservar los recursos
naturales y por otro lado la dignificación de las condiciones de vida de la familia rural,
reivindicando el importante rol que ella cumple desde el punto de vista socioeconómico
para el país todo.
Muchas gracias.
PREGUNTAS
Alain Santandreu
Está previsto un espacio de intercambio de puntos de vista, de opiniones, les voy a
pedir como metodología, que si va dirigida a alguien, va dirigida a alguien, si no a la
mesa y vemos quién la toma, anotamos las preguntas y al final respondemos.
Luis; de la zona de Ruta 102
La pregunta tiene que ver sobre la posibilidad de desarrollos residenciales en zona
rural. La necesidad surge un poco de montevideanos que viviendo en Montevideo, la
oferta que tenemos de verde es muy limitada y también una necesidad de vivir en
contacto con la naturaleza, no necesariamente siendo productores, sí verdaderamente
siendo ruralistas, a pesar de que por distintos motivos vivimos en Montevideo.
Realmente es una necesidad muy fuerte. Hay grupos de amigos jóvenes, con familia,
con niños en edad de disfrutar la zona rural de Montevideo, y me gustaría escuchar
algo referente a este tema, de esta mesa, muchas gracias y felicitaciones por la labor
desinteresada que han desarrollado todos ustedes.
Enrique Gudynas; de la zona de Pajas Blancas
Tengo una preocupación cada vez mas fuerte, de por qué existe la imposibilidad de
cuando los técnicos coordinan un montón de actividades y determinan un plan de
ordenamiento territorial y los grupos políticos se ponen de acuerdo para ponerlo en
marcha, realmente a pesar de eso ocurre que los galpones en la zona rural se siguen
cayendo, los campos tienen cada vez mas pasto y menos productos específicos, la
costa está cada vez mas sucia. Hay una parte de lo que podríamos llamar la
burocracia que se queda con todo el esfuerzo de lo planeado alguna vez y que impide
que se concrete que el arbolito que está en la costa de Pajas Blancas, que el
25
productor que está trabajando descalzo en un surco, se beneficie con lo que se planea
muy concretamente a otro nivel.
RESPUESTAS
Guillermo Scarlato
Los dos temas son relevantes. El primero es un tema de preocupación, por lo que
hemos podido constatar, en la propia Comisión. Es un tema sobre el cual Montevideo
ha tenido una política bastante clara: el Plan de Ordenamiento Territorial es muy claro
y abre interrogantes difíciles. Tengo opinión personal, pero me gustaría, en este caso
plantear cuáles son algunos de los dilemas.
Uno de los dilemas tiene que ver con hasta dónde y cómo puede densificarse el uso
residencial de áreas rurales sin que éstas pierdan sus carácter de tales y, por lo tanto,
pierdan los atractivos que se supone que quienes van allí con ese destino fueron a
buscar. Este tema es muy complejo y plantea otro conflicto: hasta dónde esto es
compatible o no y de qué manera con el aprovechamiento productivo. Esto tiene que
ver con una dimensión o un concepto que se maneja crecientemente en países
desarrollados y que hace a lo que se llama la multifuncionalidad de lo rural, la
incorporación de otros usos y otros valores a lo rural, lo que claramente tiene que ver
con uno de los temas modernos y que vivimos también aquí.
Otra consideración que agregaría en esta reflexión tiene que ver con estas dinámicas
en el marco de una sociedad, un país, que no crece prácticamente en términos
demográficos, una ciudad que tiene procesos de vaciamiento de determinadas áreas
centrales y crecimiento hacia las periferias con un costo: una cuenta que nadie saca
pero es un costo altísimo. Eso lleva a la pregunta de quién paga esos procesos. Si los
paga el conjunto de la sociedad, me parece relevante levantar la cabeza y mirar otras
realidades en el propio país y en otros países de la región donde vemos que se
manifiestan este tipo de problemas, de dificultades, y este tipo de conflictos y de
encrucijadas, con la verificación de ese tipo de cambios a los que yo hacía referencia.
De hecho, es la construcción de una ciudad muy extensa sin determinados servicios o
con esos servicios muy caros perdiendo suelo para otros usos y con la pérdida en
última instancia de los valores rurales que se pretendía ir a buscar. Además con un
agregado que en algunas modalidades de este tipo traen, que es la generación de
espacios de no acceso público, la pérdida de área de acceso público, o sea la creación
de una nueva modalidad de áreas urbanas en donde la calle ya no es la calle de todos
los ciudadanos, sino la calle de los que pueden entrar, de aquellos a los que los dejan
pasar la barrera... Creo que es un tema que debe abordarse, porque como decía Luis,
es una demanda de algunos sectores sociales de nuestro país. Por lo tanto, por eso
solo alcanza para que se justifique estudiarlo. Creo que plantea todas esas
dificultades. Que algunos ejemplos de los problemas que plantea los tenemos a la
vista muy cerca. Y creo que es parte de los desafíos que tiene por delante, entre otros
actores, la Comisión. De hecho, se ha visto enfrentada a este tipo de dilemas que
también involucran muchas modalidades: desde la propuesta de proyectos de tipo
country, hasta otras modalidades que tienen que ver con el fraccionamiento en el lote
mínimo posible en el suelo rural, que en Montevideo son las tres hectáreas, y con
destino residencial, creando también cambios y rigideces en el uso del territorio y
modificaciones que son todos temas de preocupación de la Comisión, que he visto que
se estudian y se analizan a la luz de este tipo de balances.
26
Con relación al segundo tema, haré un comentario muy breve. En la relación entre del
planeamiento y la realidad (desde mi punto de vista, el nudo del planteo de Gudynas
está ahí), la propia evaluación muestra que ahí hay brechas importantes. Es parte de
la conclusión del trabajo y parte de los desafíos que quedan para adelante. Y ahí, creo
que no todo, pero parte de la respuesta está en las posibilidades de la efectiva
participación de los residentes de las distintas zonas de involucrarse directamente en
la gestión de su territorio. En alguna medida, la Comisión aspira a ser un ámbito de
ese carácter. Ahí hay mucho para construir. Por ejemplo, que los delegados de las
zonas que actúan en la Comisión tengan mecanismos mucho más fluidos de los que
han podido articularse hasta ahora en el sentido de ser receptores de demandas de
sus vecinos, transmisores en la Comisión y de la misma manera el camino de vuelta.
Ahí hay una veta interesante en un instrumento de gestión que existe y que podría
aprovecharse. De todos modos, creo que con eso solo alcanza. Pero me parece
importante señalar que ahí hay una veta.
Ricardo Cayssials
En la pregunta formulada por Luis me sumo casi en un noventa y nueve por ciento a lo
expresado por Guillermo Scarlato. Añadiría lo siguiente: el arquitecto Schelotto nos
hablaba de lo que ha sido el devenir del pensamiento del tema del ordenamiento
territorial y el tema del aprovechamiento del espacio geográfico nacional.
Estas demandas que están sufriendo forman parte de los grandes desafíos que tiene
la sociedad uruguaya por delante. Si el sentimiento de esto que plantea Luis es de una
importancia reciente, creo que es necesario estudiarlo y ponerse a pensar cómo es
que se puede lograr ese aprovechamiento multifuncional como mencionaba Guillermo,
cosa que parecería que tiene una cantidad de amenazas y debilidades. También está
la gran oportunidad que nos da el desafío de generar nuevas formas de
aprovechamiento de ese espacio rural, por supuesto que a la luz de esa realidad
concreta y específica y poniendo sobre la mesa todos los problemas concretos y
específicos que tenemos por delante. Me animé a largar el tema de la seguridad
ciudadana porque creo que hay un Programa de Seguridad Ciudadana que está
siendo financiado por el BID y por el Programa de Naciones Unidas y de alguna forma
la solución del medio rural de Montevideo tendría que conectarse para ver qué puede
aportar ese dinero que se está gastando a nivel Nacional para que este problema que
es realmente sentido por los productores de Montevideo pero que también lo
comparten los productores del área Metropolitana de Canelones, San José y
seguramente los de Maldonado.
Con respecto a la segunda pregunta, del señor Gudynas, me parece que hay algo que
no se presentó pero se mencionó, que eran los indicadores. Estos podrían ser un gran
instrumento. El proyecto elaboró una propuesta, un trabajo realizado por la Ing.
Patricia Acosta y por el equipo que creo que puede ser un instrumento muy valioso
para hacer ese seguimiento y ver si se transforman realmente en realidad. De repente
uno resuelve el problema en los papeles y esto tiene que ver con algo que yo ponía
mucho énfasis, en que apoyo político, institucional se le da realmente a esta Comisión,
que no puede ser sola, tiene que tener un apoyo del resto de la Intendencia Municipal
de Montevideo en primer lugar, de los vecinos que están involucrados, también de las
comisiones zonales. Creo que tienen que tener una aporte grande y también otras
instituciones públicas y privadas que tendrían que estar colaborando y legitimando
esas decisiones que creo que todos los que estamos aquí estamos validando como
democráticamente tomada como válidas para el conjunto, donde el interés general
27
está presente y merecería que todo el aparato institucional le diera el respaldo para
que no quede en los papeles, sino que realmente se lleve a la práctica.
Fernando López
Solamente me quería referir a algo de lo que fue la primer pregunta. Es totalmente
entendible el planteamiento que se hacía de gente de la zona urbana que quiere vivir
en la zona tranquila. Y acá hay varias cosas para señalar. Por ejemplo, donde yo vivo
(creo que es un tema del área metropolitana, porque es la misma realidad), es una
zona netamente rural donde pasan dos ómnibus por día; en coche son veinte minutos
llegar a la plaza Independencia, más cerca que venir de Carrasco. También eso es
una realidad que mucha gente está utilizando. Pero hay algún aspecto desde el punto
de vista productivo. Por un lado, quédense tranquilos que en la zona rural, el ámbito
donde nosotros reclamamos muchas cosas para políticas agropecuarias empezando
por los pequeños productores, todo el mundo sabe lo que se está viviendo. Quédense
tranquilos que cuando hay una portera arregladita, unas piedras pintadas y un perro
con buena casilla, ese no es un productor rural agropecuario. Cada vez se ven más.
Desde el punto de vista netamente productivo hay algunos temas que quizá no se
vean desde las otras ópticas. Por ejemplo, uno es la distorsión de los precios en el
valor de la tierra. Personalmente, los que somos arrendatarios ustedes se podrán
imaginar... No es lo mismo ser arrendatario de una zona productiva que de otro tipo de
zona. En la medida que las zonas productivas no se delimiten claramente la distorsión
de los precios es bastante importante en el costo de producción. Entonces el tema de
la multifuncionalidad que es un tema que está bastante de moda -un tema francés, yo
no soy ningún especialista, pero creo que algo he escuchado- y he visto que es todo
un tema muy vinculado a los subsidios encubiertos. Es otro tema, quizá bastante más
complicado y que no se puede analizar en este momento. La multifuncionalidad es un
tema que da para discusión. Lo que personalmente entiendo es que hay que hacer
una discusión del proceso y una forma racional de que tanto los legítimos derechos de
la gente que quiera instalarse en una zona más tranquila, sean compatibles con la del
sector productivo. Lograr una convivencia pacífica y que sirva para todos.
Salvador Schelotto
Con respecto a la primer pregunta hay una serie de dilemas, como decía Guillermo,
que conviene explicitarlos. Es bueno dejarlo abierto como dilemas que evidentemente
responden a demandas que existen en la sociedad y que están planteadas hoy como
tema de discusión. Sin embargo, creo que a esto hay que ubicarlo en una reunión bien
explícita donde se pongan todos los argumentos arriba de la mesa, como decía el
compañero López, en el sentido de que también poner no solamente los subsidios
encubiertos, también los costos ocultos, las situaciones no previstas por las acciones
individuales y también hay como una especie de tensión entre la regulación y la
desregulación que es clásica como discusión en el país. Es decir un buen liberal
podría decir desregulemos absolutamente todas las disposiciones que existen sobre el
uso y ocupación del suelo, entonces la sociedad a través de los mecanismos del
mercado logrará un determinado equilibrio que satisfará de alguna manera en el
mediano o largo plazo las necesidades sociales. También ese mismo buen liberal dirá
que cada uno se hará cargo de los costos que genera.
Resulta que los liberales que a veces propugnan este tipo de cosas se hacen cargo de
la primera parte pero no de la segunda. A veces decisiones individuales sumadas
generan que la sociedad en su conjunto se haga cargo de las externalidades, de las
28
situaciones no previstas. No digo que lo que plantea Luis sea lo mismo que lo que está
pasando en Ciudad de la Costa, que es un drama nacional... Creo que allí hay una
culpa colectiva, yo empiezo con la de los arquitectos. En los años ochenta en la
Facultad de Arquitectura la Ciudad de la Costa era un paradigma, era la maravilla de la
metropolización, la metropolización era el mundo contemporáneo, la modernización, la
generación de la sociedad dispersa. Discursos que eran muy seductores desde el
punto de vista teórico: frente a la ciudad continente, la ciudad archipiélago, dispersa en
el territorio; una urbanización continua. Todos esos discursos venían de Europa,
EEUU. Ellos, sin embargo, no tienen ese tipo de estructuración territorial. Y entonces
se saturó la Ciudad de la Costa, se impermeabiliza el suelo, la capacidad de absorción
de los antiguos campos dunares desaparece, las aguas superficiales no hay como
escurrirlas. Hoy tenemos que se está construyendo la rambla de la ciudad de la costa.
Podría ser algo totalmente aceptable, pero junto con esa rambla, cada doscientos o
trescientos metros aparece un tajo que busca escurrir las aguas pluviales (porque no
hay otra manera de sacarlas) que corta en la cadena de dunas para llegar hasta la
costa y, probablemente, este verano no haya posibilidad de bañarse en el tramo entre
el arroyo Pando y el arroyo Carrasco. Junto con las aguas pluviales escurridas van a
salir todas las aguas que fluyen de la napa friática que está saturada, probablemente
también la basura, los animales muertos, los plásticos. Esta es la situación no querida
por nadie pero que es derivada de la suma de decisiones individuales y de alguna
manera el repliegue por inoperancia de los sectores públicos.
No vamos a decir que nadie en particular tiene responsabilidad de esto. Pero todos
somos en parte responsables. Y es cierto en la zona de la ruta 102 hay varios lugares
donde se puede desarrollar calidad de vida. No hay duda. Pero en la unión de la 101 y
102, están las famosas villas del departamento de Canelones, está la Villa
“Aeroparque” o la Villa “El Tato” metiendose unos cuantos cientos de metros para
adentro, donde las condiciones de vida son realmente deplorables. Y alambrado por
medio están algunos de los countries más coquetos... Ahí hay una situación de
potencial violencia social, de no inclusión social.
Creo que a estas cosas las tenemos que mirar todos con cuidado, porque estamos
destruyendo no ya el presente sino la posibilidad de, en el futuro, tener algún tipo de
expectativas de construir un territorio equilibrado al que todos podamos acceder. A
áreas verdes; a áreas naturales. Creo que esto hoy día está siendo altamente afectado
por un problema de rentabilidad de las unidades productivas y si miramos
individualmente una por una la rentabilidad de las zonas productivas podemos concluir
que ninguna es viable. No hay viabilidad tampoco en las unidades productivas urbanas
en la industria, no hay viabilidad en el comercio. Cuidado con mirar el corto plazo,
porque si analizamos en cada uno la situación individualmente podemos llegar a la
conclusión de que pueden ir cayendo distintas ciudadelas. El problema es que todas
van a caer, entonces ahí cuando miramos lo que nos queda quizá vamos a
arrepentirnos más de lo que hicimos.
CIERRE:
Alfonso Carriquiry
Desde mi punto de vista y el de los compañeros de la Comisión agradecemos a todos.
Fueron muy ricas todas las consideraciones que se hicieron. Seguimos convencidos
de que estas herramientas de participación son fundamentales, no sólo para la
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preservación, sino para la promoción, para el desarrollo; inclusive las consideramos
como instrumentos imprescindibles, diríamos.
De cualquier manera, por eso también voy a adelantar alguna de las cosas... porque
todos dirán ¿con que nos vamos de acá? ¿para dónde vamos? ¿dónde va a ir a parar
esta Comisión? ¿qué es lo que va a desarrollar en el futuro? ¿cómo la vamos a
conformar? Creo que si en este ámbito no vamos a discutir ese tema, todos nos
quedamos con algunas impresiones.
Primero, que es necesaria. Que puede aportar muchos elementos a todos los
montevideanos. A los que vivimos en el área urbana, a los que vivimos en el área
rural, a los productores, a los que están buscando una forma de vida distinta, a los que
desarrollan actividades turísticas o a los que aprovechan de los valores naturales que
tiene la costa .
Estamos convencidos de que la planificación es una herramienta. Sin la gestión
participativa de la gente, esta planificación es vacía. Por eso los invitamos a seguir
apoyando nuestro trabajo en lo que todos podemos hacer para lograr un Montevideo
en su conjunto sustentable, una región metropolitana sustentable.
Los aportes de López son clarísimos en relación a un departamento que tiene graves
problemas de ordenamiento territorial. En alguna oportunidad nos hemos planteado
hacer algunos trabajos para desarrollar políticas específicas para los productores de
Montevideo y decimos: qué injusto sería decir, usted está de este otro lado del arroyo
Las Piedras y Ud. no puede acceder al servicio de maquinaria, ni al plan alfalfa, (nos
van a mirar como que nos estamos enemistando con los productores) cuando lo que
queremos es generar una política en este sentido en todo el país, entonces
Montevideo rural está abierto a seguir discutiendo con todos ustedes los temas que
están arriba de la mesa, que no son menores.
Estamos desarrollando hoy un trabajo de relevamiento detallado de toda el área rural
de Montevideo. Como decía Guillermo, no todo Montevideo rural es igual y generar
opciones para cada área es necesario. Y las vamos a discutir con ustedes también
cuando definamos o discutamos en el ámbito municipal las normas complementarias
de uso del suelo en el área rural.
Otro de los temas que tenemos como línea de trabajo en la UMR es resaltar los
valores ambientales y culturales de la zona rural de Montevideo, tendiendo a generar
compromisos de mejora de la calidad en los sistemas productivos, ya que en el área
rural de Montevideo hay un área importante dedicada a la producción integrada y a la
producción orgánica, y nuestro compromiso va a ser muy fuerte en ese sentido. Tratar
de valorizar todo aquello que tenga ese tipo de contenido, inclusive aspiramos a
generar una “calidad Montevideo”, con el apoyo de todos los que está produciendo
todavía.
Otro de los temas que creo que es importante es que en el presupuesto municipal
quinquenal se incluye una cláusula creando un fondo de desarrollo para el área rural
como también para el área urbana. Dicho fondo deberá reglamentarse, construirse y
para eso necesitamos de la participación de todos.
También vamos a incrementar nuestra presencia de futuro en las áreas rurales,
queremos que la Comisión tenga en las áreas rurales su representatividad, sus
ámbitos de discusión y que los contenidos de las resoluciones sean cada vez más
democráticas.
Con esto damos por cerrada esta parte de la reunión y los invitamos a un brindis,
conversar de manera más informal entre todos...
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... Me faltó algo por decir, es una preocupación: se dijo el tema de la seguridad
ciudadana es un problema; y creo que también hay otros temas que tenemos que
seguir trabajando. Hoy estamos llamando a los ministerios que están involucrados y
que la Intendencia Municipal de Montevideo como tal sugirió que se integraran a la
Comisión Especial Permanente de Montevideo Rural a que participen de nuestro
funcionamiento porque son herramientas claves para el desarrollo. Tenemos que
sumar. No podemos seguir cada cual trabajando por su lado cuando se destinan
muchos recursos. Nos ha sido difícil coordinar con PRENADER, con PREDEG,
coordinar con la DINAMA... si bien tenemos cierto relacionamiento, la presencia de los
delegados de los Ministros que tienen competencia en esos asuntos en la Comisión
Especial Permanente de Montevideo Rural puede potenciar mucho su trabajo.
Dep. Legal Nº 324.694
Archivo: 04/02
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