Ciencia y Tecnología en la Edad Media

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INTRODUCCIÓN (CONTEXTO HISTÓRICO)
Desde principios del siglo XIV, quizás antes, la dinámica de desarrollo económico y de estructuración de la
sociedad civil que había caracterizado a la mayor parte de las regiones peninsulares se paralizó. Y la
paralización se convirtió en un proceso de ruptura que afectó, al mismo tiempo, a la economía, tanto a los
sectores de la producción como del comercio, y tuvo repercusiones determinantes en la estructura social.
Pandemias pestilencias y una acelerada recesión demográfica, transformaciones profundas en los cuadros de
la vida material y en las formas de sociabilidad, urbana y rural, o la dureza de la vida cotidiana y la
exasperación de los comportamientos colectivos caracterizan un largo período de crisis en la historia de las
Españas medievales.
¿Se podría hablar de una primera crisis general, o una simple fase de recesión? Desconfiemos de las fórmulas,
a condición de no relativizar los esquemas interpretativos de los historiadores cuando éstos significan
intereses disciplinarios diferentes y orientaciones culturales opuestas. Como fórmula, al menos, la crisis del
feudalismo tiene la ventaja de llamar la atención sobre el funcionamiento mismo del sistema económico
procedente y su transformación posterior. Con todo, el concepto crisis no debe ser entendido en términos de
ruptura total, cambio estructural completo o violenta descomposición de las sociedades peninsulares. La
transición de la vieja sociedad medieval a la nueva sociedad moderna fue vivida con dramatismo y violencia,
pero no representó el trauma del cambio que de un solo golpe destruye todos los vínculos y obliga a los
hombres a reconstruir desde la nada. Más bien es necesario observar los siglos XIV y XV como un período en
que se bloquean las relaciones del cuerpo social, se modifican los mecanismos productivos e ideológicos hasta
entonces operantes. Pero también un período en que se reagrupan las energías y la creatividad, se recomponen
los sistemas de valores y se producen más precisas estratificaciones y más pronunciadas diferencias entre las
clases sociales.
Experiencias imprevisibles no implican, evidentemente, comportamientos y decisiones producto de un plan
determinado ni respondían a una voluntad planificada de sustituir contextos estructurales antiguos por otros
más robustos y estables. En realidad, esta crisis fue vivida por varias generaciones y, con toda probabilidad,
ninguno de sus contemporáneos tuvo de ella una percepción sintética global, excepto la vivencia casi diaria de
las guerras, las epidemias o las carestías repetidas periódicamente durante más de un siglo. La me memoria
colectiva del período es puntual pero diversificada y, interioriza más la multiplicidad y complejidad del
proceso que la crisis general del sistema. Los documentos por otra parte nunca demasiado abundantes, son con
frecuencia contradictorios entre ellos. Una fase es observable sólo en un área, pero no en otra, o bien es
desmentida por un movimiento de signo opuesto en los años inmediatamente sucesivos. Esto impide abordar
la crisis bajo−medieval como algo homogéneo. Obliga a diferenciar en cada fenómeno las particularidades de
ritmo, de profundidad y de consecuencias, los sobresaltos de la coyuntura, los desfases entre estructuras, los
desequilibrios entre región y región. Por debajo de las grandes tendencias y de las fluctuaciones seculares, la
crisis multiforme reenvía a oscilaciones de menor amplitud, a transformaciones sectoriales o regionales de
mayor entidad. Más que la cantidad, obliga, en una palabra, a observar la calidad del cambio, es decir, los
puntos más relevantes de ruptura y de transformación.
Admitamos, una crisis profunda, de contornos geográficos imprecisos y de manifestaciones dispares, en un
sistema bloqueado por permanencias feudales y demasiado rígido para evita las catástrofes de tipo maltusiano.
Pero más que los signos destructivos, retengamos la imagen de la buena salud de los señoríos, la diversidad de
los espacios regionales, el desigual empuje de los mercados de consumo o de exportación, el déficit
estructural de los intercambios exteriores o la relativa hambre de buena moneda. Son éstos rasgos de un
sistema propiamente peninsular, imposible de erigir en modelo, sobretodo cuando la salida de la crisis tiene
lugar en un contexto de crecimiento económico más que de reconstrucción.
Con un mínimo de agitaciones y de tensiones, los componentes del cuerpo social de vuelven a encontrar en su
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lugar, recomponen sus economías y sus rentas o los mecanismos del poder. Como si todo siguiera igual, ésta
es la imagen que nos ofrece en constante reequilibrio de las fuerzas políticas. La iglesia es una de ellas,
evidentemente. Ni en los peores mementos de la crisis renuncia a mantener la plenitud de su potencia
territorial, a aconsejar al príncipe, menos sacralizado que en tiempos pasados pero no menos dividido que el
resto de sus colegas europeos, a guiar y encuadrar al pueblo. A pesar de su profunda renovación, lo que se
podría denominar la sociedad civil, agregado de señoríos territoriales renovados, de linajes urbanos y ciudades
de realengo, de colegios eclesiásticos, de cuerpos de oficios y de artesanos e incluso de pequeñas
comunidades aldeanas, mantiene la iniciativa de recuperación y enderezamiento. La nobleza, aunque haya
perdido muchas de sus prerrogativas feudales, consigue aumentar sustancialmente su base territorial. Al
servicio del rey o del estado, simple etapa en un proceso secular comenzado mucho tiempo atrás y destinado a
culminar mucho más tarde, mantiene intacto su prestigio. Pero la idea de nobleza, espejo de príncipes y de
grupos sociales ascendentes y renovados, aumenta su fuerza de atracción sobre todo aquellos que pretenden
cualquier tipo de ambición social. Hasta el punto de que el estado burgués aparece inevitablemente devaluado,
transitorio. Delicada situación donde se coloca el problema de la oligarquía urbana como grupo de hombres de
gobierno y de acción económica, el fenómeno de la traición de la burguesía o el retorno a la tierra, que no es
más que el apogeo de un movimiento en curso desde mediados del siglo XIII.
Si queremos entender las Españas del siglo XV, las formaciones sociales que se crean tras la salida de la
crisis, es necesario pasar de los círculos de lo sociedad civil a los de la sociedad política, el grupo restringido
de los consejeros influyentes, de los señores del reino y de todos aquellos que participan en el ejercicio del
poder público. Hay que entrar en la esfera del estado, el estado la monarquía y de los estamentos, con su
dinámica centralizadora, su personal, su ideología, sus medios de coerción y de propaganda. Un organismo
cuya fuerza renovadora, impresionante eficacia y modernidad, no es una novedad sino una progresión. Se
puede pensar que en el movimiento iniciado desde 1250 alcanza ahora su apogeo pese a que esté atravesando
por brutales conmociones, sensible a todo tipo de resistencias, de oposiciones violentas o subterráneas de la
sociedad civil, de la existencia de contrapoderes e incluso, de estados concurrentes cuyo equilibrio no está
garantizado de entrada. Fenómenos de bloqueo que, hasta a fecha, han proporcionado imágenes y claves
explicativas, aparentemente estructurales y permanentes en la larga duración, el ascenso incontenible de los
señores feudales y hasta la señorialización general de la sociedad, un paradigma de conflictividad social
siempre bipolar y de lucha de clases señores−campesinos, derivado en esencia de los paradigmas anteriores, y
la imagen final de la monarquía absoluta, feudalismo centralizado bajo el hilo conductor del estado moderno,
a finales del siglo XV.
Sin embargo, lo que nos resalta con nitidez es que este estado, cuya soberanía de justicia y de ley no ofrece
duda, tiene poco que ver con el absolutismo. Incluso el estado de los Reyes Católicos se parece más a las
formas de sociedad políticas de principios del siglo XIV que a la organización estatal de finales del XVI.
Como la economía, como la sociedad de la época, este estado del siglo XV es una reconstrucción, una
recuperación pese a su debilidad relativa. Debilidad frente a los grandes, que ninguno de los cuales puede
hacer frente al rey, pero suficientemente poderosos para hacerle frente coaligándose, o frente a la sociedad
política. Pero la debilidad mayor que se encuentra en el comportamiento de la corona respecto del país legal
(la sociedad civil) y de la peculiar manera en que ambos sintonizan o entran en conflicto. Sin duda no hay que
ir demasiado lejos por esta vía y pasar mecánicamente del cliché de estado todopoderoso al no menos ficticio
de estado impotente. Porque esta sociedad civil tan diversa por sus costumbres, sus instituciones, sus lenguas,
sus fueros e intereses divergentes, acepta el proceso de concentración, la unidad y la indisolubilidad de la
soberanía monárquica.
DESARROLLO:
−CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN LA SOCIEDAD MEDIEVAL
La Alta Edad Media, desde un punto de vista científico, resulta estéril, pues apenas ay avances científicos,
pero desde un punto de vista tecnológico, se podría decir, q hubo diferentes aportaciones, de las cuales las mas
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importantes las realizo el campesinado: como el perfeccionamiento del arado común o romano, en uno mas
moderno llamado charrúa o arado de ruedas, que permitía hacer un surco mayor y mas profundo, ahorrando
tiempo a las trabajadores, por su fácil maniobrabilidad, y mejorando sin ninguna duda el cultivo. Se difundió
el molino hidráulico, que consistía en el mismo sistema que el molino eólico, pero utilizaba la fuerza del agua
a diferencia del eólico que utilizaba la del viento, y era mas productivo, haciendo así que la mayoría de las
aldeas poseyeran uno propio a finales del siglo X. Pero no todo quedo ahí, la invención de las herraduras o de
la collera impuso un gran avance en el sector agrícola, pues las herraduras facilitaban el trabajo de los
caballos, mulos.., protegiendo así sus pezuñas y haciendo que rindieran mejor. La collera, obtuvo mayor
aplicación en los mulos o en los burros, haciendo q su rendimiento se triplicara, pues utilizando este
instrumento, se le facilitaba al animal una mayor consistencia, además, hacía que su esfuerzo se centrara en
los omoplatos y en el tórax, facilitando el trabajo al animal y reduciendo su fatiga.
Estas innovaciones técnicas aportaron grandes mejoras económicas en el sector de la agricultura, y propicio
los mercados, pues se incremento notablemente la producción en los campos, produciendo así numerosos
excedentes que los campesinos vendían en el mercado. Para facilitar la venta en los mercados, se creo la
carreta de caballos, sustituyendo la actual carrera tirada por bueyes por esta tirada por caballos. Todo esto
implico que la sociedad avanzara, las ciudades crecieran y aparecieran numerosos oficios necesarios para
abastecer las necesidades económicas del campesinado, aparecieron oficios como los aserradores,
guarnicioneros, constructores de carros, aumentando así la ciudadanía y se noto una leve mejora en la calidad
de vida de estas.
No todas las aportaciones las realizo el campesinado, la influencia arábiga, consecuencia de la invasión de
estos, proporciono grandes avances en la ciencia ya que estábamos inmersos en temas religiosos y campos
como la medicina no avanzaron en comparación con la medicina árabe, pero su invasión nos doto de
numerosos sistemas y avances científicos, así como los guarismos o el álgebra en matemáticas, el astrolabio
en astronomía la anatomía del ojo en medicina e introdujeron fármacos como antisépticos o el alcohol.
También avanzaron en el campo tecnológico atribuyéndose creaciones como las lentes de aumento la cámara
oscura la porcelana
APORTACIONES CIENTÍFICAS
−Matemáticas: se podría decir que la aportación científica mas importante en la rama de matemáticas fue de
Al−Juwarizmi, que allá por el siglo IX introdujo en España, la Alándalus del momento, la numeración arábiga
(El sistema corriente de notación numérica que es utilizado hoy y en casi todo el mundo es la numeración
arábiga. Este sistema fue desarrollado primero por los hindúes y luego por los árabes que introdujeron la
innovación de la notación posicional; en la que los números cambian su valor según su posición. La notación
posicional solo es posible si existe un número para el cero. El guarismo 0 permite distinguir entre 11, 101 y
1001 sin tener que agregar símbolos adicionales. Además todos los números se pueden expresar con sólo diez
guarismos, del 1 al 9 más el 0. La notación posicional ha facilitado muchísimo todos los tipos de cálculos
numéricos por escrito.), esto se debió a un simple hecho: la gran dificultad que representaba realizar cuentas,
multiplicaciones o divisiones con los números romanos. Además de los guarismos o numeración arábiga,
Al−Juwarizmi, introdujo también del álgebra las ecuaciones de primer grado y las ecuaciones de segundo
grado. No solo Al−Juwarizmi mejoro el campo de las matemáticas, claro esta que fue el gran representante
pero no el único que introdujo aspectos matemáticos aquí, también otros matemáticos introdujeron las
fracciones decimales (todos los números que representen una cantidad inexacta, y que presentan una parte
entera y una parte decimal, mismas que se encuentran separadas por la coma decimal) y todas las reglas
referente a ellas o para operar con ellas, la prueba del nueve (forma de comprobar si el resultado de una
división que uno ha hecho a mano es correcto), y el sistema sexagesimal (es un sistema de numeración
posicional que emplea la base−sesenta) y la aplicación de la trigonometría a la corrección del calendario de la
época, y así determinar con precisión la sucesión horaria para precisar, en este saco las oras de la oración de
los árabes.
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−Astronomía: Los árabes aceptaron en seguida el modelo astronómico Tolomeico (Tolomeo planteó un
modelo de universo con la Tierra en el centro. Cada cuerpo celeste giraba en un pequeño círculo denominado
epiciclo, centrado en un punto que giraba a su vez alrededor de la Tierra en un gran círculo llamado deferente)
al que ellos nombraron sistema Almagesto (cuyo significado es el más grande). Los árabes llevaron a cabo
numerosas observaciones astronómicas, a diferencia de los astrónomos Españoles ellos se sintieron muy
atraídos por el cielo y hicieron numerosas comprobaciones, experimentos y observaciones de este. Destacaron
numerosos astrónomos, pero los más importantes fueron:
·Azarquiel (1030−1100) siglo XI: astrónomo cordobés cuyo verdadero nombre era Abu Ishaq Ibrahim ibn
Yahya al−Zarqalluh, el de los ojos azules, hijo de un herrero toledano, fue constructor de instrumentos
astronómicos. Sin ni siquiera saber leer ni escribir, introdujo por su cuenta una mejora en un instrumento en el
que trabajaba su padre, el astrolabio. Asombrado, el calí Ibn Said le ordenó que fuera a su centro de
astronomía donde aprendió a observar e cielo, a realizar anotaciones en tablas astronómicas y estudio de las
mejores fuentes de la época: Al−Juwarizmi o Almamud. Cuando Toledo cayó en manos cristianas huyó a
Córdoba, donde se convirtió en uno de los mejores astrónomos no solo de su época, sino también de los que
haya dado nunca la península Ibérica. Las principales obras de Azarquiel son: las tablas toledanas (basadas en
la teoría tolemaica), El tratado de la azalea, la suma referente al movimiento del sol, el tratado de la lámina de
los siete planetas (expone que la orbita de mercurio es elíptica, casi seiscientos años antes de que lo dijera
Kepler).
·Al−Bitruyi (siglo XII) y Averroes( 126−1198)rechazaron los epiciclos y diferentes del sistema tolemaico y
defendieron la teoría de las esferas homocéntricas (cada planeta estaba ligado a las esferas homocéntricas, es
decir, que todas tenían el mismo centro: la Tierra; cuyos movimientos ordenados y regulares se combinaban
para formar el movimiento de cada uno de los cuerpos celestes por separado. Así admitía tres esferas para el
Sol y la Luna, y cuatro esferas para cada uno de los cinco planetas conocidos.
Cada sistema será independiente de los otros. Tampoco existía contacto entre la esfera más exterior de un
planeta y la más interior del siguiente. En cambio, las esferas que ordenaban el movimiento de cada planeta
actuaban en conjunto) tal y como en un futuro concibieron Eudoxo y Aristóteles. Estos dos personajes de la
historia científica arábiga, no fueron de los más reconocidos, apenas existe información acerca e ellos.
−Medicina: en este campo los médicos árabes no aportaron grandes avances ya que su religión, la religión
islámica, prohíbe la disección de cadáveres humanos, así que los médicos árabes se limitaron a aceptar los
conocimientos aportados por los griegos, aunque esto no impidió que realizaran avances, ya que mediante la
observación, la atención de los hechos que ocurrían a los heridos y, claro esta, la realización de alguna
disección oculta les permitió llevar a caco cierto numero de descubrimiento, algunos con gran importancia
como son los descubrimientos de la anatomía del ojo o la circulación menor de la sangre (estas aportaciones
no fueron superadas hasta mediados del siglo XVII).
Otras realizaciones importantes se llevaron a cabo en los campos de óptica (como se da por sabido, los
pueblos árabes se encuentran sobre todo en zonas deserticas, donde el polvo y el exceso de luz pueden llegar a
originar frecuentes enfermedades oculares, lo que les obligo a ocuparse o a investigar la zona ocular) y de
cirugía (que tradicionalmente las practicas quirúrgicas se dejaban a manos de los barberos, que se encargaban
de llevarlas a cabo). Pero a principios del siglo XI, Abu−l.Qasim (nacido en Córdoba) realizo numerosas
intervenciones quirúrgicas e invento una serie de instrumentos, muy variados, destinados a facilitar dichas
intervenciones quirúrgicas. Pero sin lugar a dudas, la gran aportación a la ciencia médica en este periodo fue
la recopilación de todos los libros de medicina griega en grandes tratados enciclopédicos y así consiguieron
transmitirla a la prosperidad junto con sus propias aportaciones.
Si hablamos del aspecto social que los médicos árabes tenían en la sociedad del momento, estos estuvieron
exclusivamente a cargo de los califas, puesto que estos querían lo mejor para ellos mismos, muchos de lo
médicos vivían donde el califa, donde tenían su propio aposento y algunos disfrutaban de un estatus social
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bastante elevado, también muchos de ellos se encontraban a cargo de la aristocracia y de los mercaderes ricos;
mientras que en el ámbito plebeyo, del pueblo o de los mercaderes pobres, se ocupaban de la medicina
simples curanderos, magos o charlatanes, eso si no siempre se podían proporcionar un curandero, un mago o
un simple charlatán, porque sus servicios o intervenciones no eran baratas.
−Química: este fue el campo en el que la ciencia árabe vio todo su auge, sobretodo la dimensión practica de
esta rama. En la rama de la química árabe de ese tiempo, todo se ambiento hacia la salud de la gente de ese
momento, inventando así fármacos (drogas, alcoholes, antisépticos, narcóticos) con un fin médico, también se
elaboraron, crearon o descubrieron otros compuestos (sosa, alumbre, tintes) muchos de ellos muy utilizados
en esa época (como los tintes). Muchos de estos compuestos se destinaron a la industria textil y a la
elaboración de perfumes, se podría decir que incluso la rama de la química árabe favoreció el comercio de la
época. Cabe destacar la notable dificultad que tenían los químicos, pues a diferencia de los otros campos, este
apenas poseía utensilios para facilitar el trabajo. Cabe destacar como químico más importante a Geber
(también llamado Yabir, siglo IX). Por otra parte también se llevo acabo investigaciones químicas
relacionadas con la Alquimia (El alquimista árabe más grande fue seguramente ar Razí, 850−923), Los
alquimistas árabes trabajaron con oro y mercurio, arsénico y azufre, y sales y ácidos, y se familiarizaron con
una amplia gama de lo que actualmente llamamos reactivos químicos. Ellos creían que los metales eran
cuerpos compuestos, formados por mercurio y azufre en diferentes proporciones, pretendían transformar
cualquier metal en oro.
APORTACIONES TECNOLÓGICAS
El Islam, a causa, entre otras cosas, de su raída expansión territorial, ejerció una tarea de transmisión cultural
entre occidente y el lejano oriente. Al conformidad una unidad no solo religiosa sino política, resulto más fácil
que se difundiesen a través de su territorio técnicas originarias de China, la India, y Persa, llegando hasta la
Península Ibérica. Colaboro en esta difusión tecnológica la emigración a al−Andalus de técnicos y artesanos
de distintas zonas del mundo islámico.
−Técnicas agrícolas aportadas por los musulmanes: los árabes trajeron al al−Andalus la agricultura india de
regadío, gracias a la cual se introdujeron cultivos como el arroz, la caña de azúcar, los cítricos como las
naranjas y los limones, y el melón de agua. Esta forma de agricultura necesitaba técnicas hidráulicas que
extrajeran el agua del subsuelo y la llevasen a las áreas cultivadas, y en este sentido los musulmanes
aprovecharon infraestructuras ideadas en la Antigüedad clásica, como las prensas, los qanats (pozos
horizontales que conducían el agua desde un pozo madre hasta la superficie) o lo s cigoñales, limitándose a
restaurarlas en muchos casos. Más también introdujeron importantes novedades en este campo de la
tecnología hidráulica aplicada a la agricultura. Una de ellas consistía en la excavación de pozos profundos,
tarea a la que dedicaron varias instrucciones de agrónomos andalusíes como Ibn Bassal o Ibn al−Awam.
Aportación musulmana fue también la noria. Al−Andalus conoció dos tipos de noria: una de ellas funcionaba
por la fuerza del agua, proveniente de grandes ríos o canales; y la otra, movida por la tracción animal, hacia
posible regar campos individuales con el agua del pozo, no teniendo que estar necesariamente situada junto a
un curso de agua. Las norias no tuvieron solamente un uso agrícola, sino que también se emplearon, en los
parques de las residencias reales andalusíes, donde abundaban las fuentes. Por otra pare, la noria que se utilizo
en la España musulmana no se relacionaba con la típica berebere sino más bien con modelos sirios, siendo, de
esta forma, un elemento de sirialización introducido por los soberanos omeyas. Más adelante, los cristianos
adoptaron el uso de la noria, que conocieron en un primer momento, por medio de agricultores mozárabes y,
mas adelante, tras conquistar territorio musulmán. Algunas norias hispano−musulmanas has perdurado hasta
nuestros días como, por ejemplo, la existente en Córdoba junto al Guadalquivir.
Técnica seguramente traída por los musulmanes a España, que aun se usa e el sur peninsular. Existen, además,
elementos de la montura descritos en castellano con arabismos, como la atahorra y la shakima. Mas s, siendo
el origen de aquella romano, dichas denominaciones podrían deberse a la importancia de la caballería en los
ejércitos islámicos y a la exportación de cuero desde al−Andalus a la España cristiana.
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En el ámbito de la agrimensura, las técnicas empleadas en la España medieval tanto por los musulmanes como
pos los cristianos parecen derivar de los romanos. Mas, coexistiendo con esos métodos vulgares, estaba la
practica de la triangulación, introducida desde Oriente en los tratados de los astrónomos andalusíes Maslama
de Madrid y Ibn Zafra. Dicha técnica se usaba a la hora de trazar un qanat o, mediante el uso del astrolabio,
conocer la anchura de un río.
Por ultimo, parece clarísima la raíz musulmana en las técnicas pesqueras. Así la denota la terminología
aplicada a las redes de pescar en las costas mediterráneas del sur de España, plagada de arabismos. Junto a las
técnicas de navegación y de construcción de barcos, las de pesca siguieron la ruta desde el mar rojo y el Golfo
Arabigo a al−Andalus, debido al comercio marítimo. Así, la red de arrastre o aljerife procede del sur de
Arabia, Lainugal que otras como la atalaya o red cónica, la almadraba, la jareta y la jabega.
−Técnicas industriales aportadas por los musulmanes: en el campo textil, en al−Andalus se dio la producción
de vestidos al estilo oriental como el tiraz o vestido de seda bordado con letras. La producción de este tipo de
prendas se centro en Málaga y Almería, que, por su condición portuaria, fueran las primeras ciudades en
recibir las nuevas técnicas y estilos procedentes de Persia e Irak. Desde dichos centros comerciales se
difundieron por el resto de al−Andalus ya que el orientalismo en la vestimenta fue muchas veces favorecido
pos las autoridades. Así, los emires andalusíes del siglo IX impulsaron la copia de la moda textil iraquí,
aunque también se imitaron otros modelos de otras zonas del mundo islámico, como Sicilia, Egipto, Armelia y
Persia. El tiraz fue habitualmente monopolio estatal y lo fabricaban tejedores adiestrados en establecimientos
financiados por el monarca. Los reyes de taifas continuaron promocionando el estilo omeya en la vestimenta y
lo difundieron en el norte de África. Es importante señalar que, además, fue copiado en la España cristiana,
como lo prueba el asentamiento el la corte leonesa de un grupo de tiraceros.
Otra técnica traída por los musulmanes a España fue la fabricación del papel. Esta, de origen chino, llego a
Occidente debido a la inclusión del Turquestan en la órbita islámica y se conoció en al−Andalus a mediados
del siglo X. El centro productor de papel fue Játiva, cuya actividad, tras su conquista pos el monarca aragonés
Jaime I, no decayó. Muy al contrario, les fue concediendo a Játiva prácticamente el monopolio de esa
industria, al prohibírseles a los musulmanes valencianos fabricar papel en otro sitio que no fuese dicha ciudad.
La utilización del papel dentro del reino aragonés, al res más barato que el pergamino, sustituyera a esta.
Como consecuencia las leyes tuvieron mayor difusión y pudieron almacenarse en los archivos oficiales.
En cuanto a la alfarería, la traída por los musulmanes a España era más avanzada y sofisticada que la
romano−visigoda existente. Debido al éxito de la noria entre los agricultores andalusíes, el arcaduz o cangilos
de esta se convirtió en la vasija mas comúnmente fabricada. Se debía que arcaduz no solo se utilizaba en la
noria, sino también como cacerola, florero o reloj de agua. Por otra parte, los recipientes vidriados c llegaron a
Andalus y posteriormente, a la España cristiana procedentes de oriente. La técnica de loza vidriada era de
origen persa y arrancaba en realidad de tiempos antiquísimos, concretamente de la civilización mesopotámica.
Jugaron gran papel en su divulgación artesanos emigrantes procedentes de Egipto fatimi, a quienes
sucedieron, ya en el siglo XIII, alfareros persas que huían de los mongoles. Málaga atrajo habitualmente a
todos estos artesanos, de manera que se convirtió en el centro difusor de las técnicas orientales de alfarería.
Los diferentes modelos allí producidos pasaron posteriormente a la España cristiana, sobre todo a medida que
esta incorporaba territorios musulmanes.
La fabricación de vidrio, originaria de China, se conoció también en España gracias a los musulmanes. Este
vidrio, o bien se cortaba para hacerse cristal o bien se fundía y luego se soplaba en moldes de diversas formas.
Las vasijas de vidrio fueron fabricadas en Almería, Málaga y Murcia siguiendo el estilo oriental. También allí
fueron realizados objetos ornamentales como los globitos de vidrio, muy preciados es León durante el siglo X.
Asimismo, los vidrieros catalanes imitaron el estilo y las técnicas islámicas, sobre todo durante el siglo XIV.
Paralelamente circulaban en la España cristiana técnicas de raíz oriental par fortalecer o colorear el vidrio.
−Otras aportaciones tecnológicas de los musulmanes: otros muchos ejemplos muestran la comunicación
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cultura que existió, también en el terreno de la técnica, en la España medieval entre las culturas islámica y
cristiana. Es este el caso del refinado del azúcar, originario de China, propagado por los musulmanes y
desconocido por los cristianos hasta en siglo XIV. Igualmente de procedencia oriental sol las técnicas de
curtido especificas para la producción de pieles blandas, como el guadamecí o el cordobán. Los depósitos de
nieve, método para preservarla y usarla como refrigerador en verano, procedían también del oriente
musulmán. Por ultimo, la talla de marfiles, de origen persa, se practico en al−Andalus y gusto mucho a los
cristianos. Así, los mozárabes establecieron un taller de marfiles en San Millán de la Cogolla y los
musulmanes fabricaron diversos objetos de marfil policromados, con vistas especialmente al mercado
cristiano. En el terreno militar, los cristianos adoptaron el escudo de cuero propio de los soldados
musulmanes, adarga. En definitiva en al−Andalus se desarrollaron toda una serie d técnicas que dieron lugar a
modelos posteriormente difundidos en el Occidente cristiano.
−EXPLICACIÓN DE UN INVENTO Y SU APLICACIÓN EN LA SOCIEDAD DE ESE MOMENTO
−ARADO DE RUEDAS:
·INTRODUCCIÓN (DEFINICIÓN/CONTEXTO HISTORICO):
Es un instrumento agrícola que se utiliza para abrir surcos y remover la tierra. Es una herramienta agrícola de
gran utilidad, utilizada desde los tiempos prehistóricos. Es probable que los primeros arados fueron ramas de
árboles con forma de horquilla, uno de sus extremos se utilizaba para cavar en la tierra, y el otro o los otros se
usaban como mango. El instrumento podía empujarse o ser arrastrado por cuerdas que se ataban a una persona
o a un animal. En la actualidad se usan algunos arados simples en suelos ligeros de algunas zonas en vías de
desarrollo.
"Los romanos en la antigüedad usaban un arado ligero de rascado con una reja de hierro (también llamada
cuchilla) tirado por bueyes.
·ARADO DE RUEDAS:
Este arado tenía una punta afilada de hierro para labrar el suelo. Este cortador afilado vertical (también
denominado timón) está situado en la parte delantera de la reja, para realizar un surco preliminar que la reja
ahonda y ensancha. También tenía un regulador de surco detrás de la reja para levantar la tierra arada, y una
lengüeta detrás de la reja que podía sujetarse a un grupo de dos a ocho bueyes. La gran manejabilidad de este
y su fácil utilización, propiciaron un auge en la economía agrícola del país aumentando las producciones a
gran escala. Como consecuencia, se produjeron numerosos excedentes, por lo cual, la importancia de los
mercados aumentó, ya que tenían mas comida para vender en estos. Como consecuencia final las ciudades
crecieron y las poblaciones llegaron a duplicarse en algunas zonas, y aumento notablemente la calidad de vida
(en comparación con la calidad de vida anterior).
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CONCLUSIÓN
Esta etapa de la historia española, sin ninguna duda, es un poco pobre, aunque se realizaron algunos inventos
que hicieron que la etapa floreciera, no fueron muchos y la mayoría de ellos pronto se mejoraron. Cabe
destacar la gran influencia musulmana, no solo en las costumbres sino en las aportaciones tanto científicas
como tecnológicas. Se podría decir que no es una etapa de mucho esplendor.
BIBLIOGRAFÍA
De donde mas he hallado información a sido de una enciclopedia de la historia de España (editorial planeta),
también me e apoyado con la enciclopedia larousse y la enciclopedia de los conocimientos (editorial oceano).
Como apoyo para complementar información, e extraído información de las siguientes páginas:
www.educajob.com
www.monografias.com
Y las fotos que incorporo están buscadas en: www.google.es
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