17/09/10 onduras en resistencia Sigamos topando… Con las movilizaciones del 15 de septiembre el pueblo cierra un ciclo de grandes jornadas contra el régimen golpista y abre otro. Se aproximan etapas decisivas de la lucha de Resistencia contra la dictadura y por una nueva Honduras. Esta lucha no tiene tregua, sigue con más fuerza hacia la victoria. Che qu Nº 40 os blem a h e- Sin apartar las demandas sectoriales o locales, la bandera política del momento es que Zelaya entre al país. A eso sí le tiemblan los golpistas. En tu Colectivo ¿están analizando cómo combinar ambas demandas? El 15 de septiembre y el millón 250 mil firmas El 15 de septiembre los oligarcas recuerdan que hace 189 años el pueblo logró la independencia pero que los criollos terratenientes de aquella época se robaron el triunfo popular, al firmar el Acta que los consagraba como los nuevos gobernantes. En realidad este día la clase dominante celebra su poder de explotar y oprimir al pueblo, salvo la década de gobierno federal centroamericano de Francisco Morazán (1830-1839), asesinado por la oligarquía el 15 de septiembre de 1842. Anunciando la pronta proclamación de una segunda y verdadera independencia, este 15 de septiembre, la Resistencia se volcó a las calles de pueblos y ciudades de todo el país. En Tegucigalpa y Tocoa el pueblo desalojó a las fuerzas represivas de los lugares de concentración; mientras que en Choluteca y San Pedro Sula, los soldados se lanzaron rabiosamente contra las patrióticas marchas pacíficas. En San Pedro Sula, la brutalidad de los guardianes de la oligarquía dejó una persona muerta, 31 personas capturadas, decenas de personas heridas y asfixiadas, equipos musicales del grupo Café Guancasco destruidos y la resistente “Radio Uno” atacada. Mientras el golpismo ataca al pueblo, la lucha de la Resistencia se legitima con el respaldo de 1 millón 269 mil 142 firmas de “Declaración Soberana”, con las que se demanda la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente y las garantías legales y políticas para el retorno al país del Coordinador General de la Resistencia, Manuel Zelaya, y demás personas exiliadas. La lucha contra la oligarquía no tiene tregua. Hay que topar si no hay aumento de salario mínimo y soluciones a las demandas del campesinado. Hay que defender los territorios contra proyectos de represas y minas y ponerle alto a la persecución y asesinatos contra miembros de la Resistencia.